violonchelo

Se documenta por primera vez, en la acepción de ‘instrumento musical de cuerda y arco parecido al violín, pero de mayor tamaño, que se coloca entre las piernas del ejecutante, quien lo toca sentado', en un artículo del Diario de Madrid publicado en marzo de 1798; unos años antes se había recogido ya violoncelo (1790). Violonchelo se consigna, junto a violoncelo, en la octava edición del DRAE (1837), aunque la polémica en torno a la preferencia por el vocablo italiano o su adaptación al español estaba lejos de quedar zanjada, como puede comprobarse en el artículo "Violón...¿qué?", firmado por C. Roda y publicado en abril de 1906 en el periódico La Época (Madrid). La acepción de ‘persona que toca el violonchelo', debida a la actuación de la metonimia, se registra por primera vez en una programación de espectáculos publicada en El Heraldo (Madrid) en diciembre de 1844 y se consigna dos años después en el Diccionario nacional (1847) de Domínguez. Con este valor el sustantivo compite con sus sinónimos violonchelista, y violoncelista, violoncello , con los acortamientos chelo y cello, así como con chelista y cellista. Con la acepción de 'arte o técnica de tocar el violonchelo' se registra en 1844, en un artículo de El Castellano (Madrid). Por último, como 'juego de tubos accionado por el pedalero del órgano que produce un sonido parecido al del violonchelo' se documenta en 1873, en el Arte completo del constructor de órganos de M. Tafall y Miguel.