Diccionario histórico de la lengua española

8.ª Entrega (marzo de 2020)
Versión del 31 de marzo de 2020
Equipo Real Academia Española
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helépolo s. (1753-1925)

helépolo, elépolo, helepolo

helépola^• (1753-) helépole (1754-)

1. ac. etim.
   s. m. Máquina bélica de asedio consistente en una estructura de madera en forma de torre, generalmente con ruedas y en ocasiones con un ariete, que lleva ocultos en su interior gran cantidad de soldados preparados para el asalto.
   docs. (1753-1925) 15 ejemplos:
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   • 1753 Miravel Casadevante, J. Trad DiccHistórico Moreri, III Esp (BD)
     DIOGNETO, architecto e ingeniero Rhodiano, hizo grandes servicios á su patria, quando Demetrio Poliorceses, sotió la ciudad de Rhodas. Empimacho había hecho por orden de este principe un helepolo de un tamaño asombroso, que es decir una torre rodada pra acercarse á las murallas de una ciudad, y desde ella combatir á los sitiados; [...].
   • 1925 Anónimo (Argantonio) "Basualdo" [30-05-1925] Caras y Caretas (Buenos Aires) Ar (HD)
     Por esta descripción se comprende que bastida es la palabra castellana con que durante la Edad Media se distinguió el helépolo o helépolis de los griegos.

   • 1753 Miravel Casadevante, J. Trad DiccHistórico Moreri, III Esp (BD)
     DIOGNETO, architecto e ingeniero Rhodiano, hizo grandes servicios á su patria, quando Demetrio Poliorceses, sotió la ciudad de Rhodas. Empimacho había hecho por orden de este principe un helepolo de un tamaño asombroso, que es decir una torre rodada pra acercarse á las murallas de una ciudad, y desde ella combatir á los sitiados; [...].
   • 1776 Barrera Bustamante, P. J. Trad Historia artes ciencias, Rollin, I p. 142 Esp (BD)
     Lo logró sin mucho trabajo, haciendo minar el terreno por donde debia pasar el Helepolo; lo que le hizo absolutamente inutil, y obligó á Demetrio a levantar el sitio, después de haberse acomodado con los Rodios.
   • 1781 Anónimo "Discurso XCVI" [01-01-1781] El Censor (Madrid) Esp (HD)
     Figúrese Vm. un Scipion, que con sus Velites, Hastarios, Principes, y Friarios, armados segun sus clases con sus dardos, parmas, espadas, pilas, y medias picas, y formados á la manera que allá en Zama contra los Elefantes, y las Falanxes de Annibal, presenta batalla á uno de nuestros Exércitos: un Marcelo, ó un Cesar, que bien provisto de Tortugas, Musculos, Helepolos, Polispastos, Arietes, Balistas, Catapultas, Cuervos, Lobos, &c. emprende el sitio de una plaza fortificada á nuestra moda, y defendida de una gruesa, numerosa, y bien servida Artilleria.
   • 1831 Lista Aragón, A. Trad Historia universal, Segur, VIII p. 212 Esp (BD)
     Su numerosa población resistió con denuedo al principio los ataques de los romanos; pero cuando los habitantes vieron marchar contra sus murallas el helepolo, la mas temida de las máquinas antiguas, inventada por Demtrio Poliocétes, se apoderó el terror de sus ánimos, capitularon y abrieron sus puertas.
   • 1843 Tió, Jaime Satamiel, Soulié p. 339 Esp (BD)
     A más de estas máquinas, habia también la testudo, el ariete, el helépolo, la viña y los turones. La testudo, diferente de la otra que hemos hablado, llamábase así por la lentitud de sus movimientos.
   • 1851 Ferrer Río, A. Trad Historia universal, Cantú, I p. 519 Esp (BD)
     Entre los mecánicos nos han sido conservados los nombres de Moschion, que ayudó á Arquímides en la construcción de la nave regalada por Jeron á Ptolomeo; de Diogneto de Abdera, injeniero del helépolo de Demetrio; de Timeo, que levantó el lecho mortuorio de Dionisio de Sicilia, como Jorónimo habia construido el carro fúnebre de Alejandro; de Ctesibio, que hizo la primera bomba aspirante; de Jeron, inventor de la cantimplora, y de la pila que aún lleva su nombre.
   • 1898 Llave García, J. Lecciones de fortificación [1898] p. 18 Esp (BD)
     La defensa ideó las minas defensivas contra los helépolos, las cuales consistían en una excavación que, yendo en galería desde el interior de la plaza, iba á terminar debajo del terreno sobre el que sentaba la máquina; se ensanchaba la mina en esta parte y se sostenía el peso de las tierras y del helépolo por medio de unos pies derechos, á los cuaataques hasta el pie del muro, el sitiador se aproximaba á cubierto, y para dejar en la incertidumbre al defensor avanzaba de esta manera por tres ó cuatro direcciones distintas.
   • 1899 Anónimo Historia antigua p. 148 Esp (BD)
     Los sitiados, no pudiendo quemarla, apelaron ä otro medio: minaron el camino por donde había de aproximarse ä las murallas, cuya estratagema les dió excelente resultado, porque cuando el helépolo (este era el nombre de la temible máquina) llegó al sitio minado, su peso hizo hundir el terreno, cayó, y los sitiadores no pudieron conseguir volver ä levantarlo.
   • 1903 Marvá Mayer, J. "Tormentaria y Poliorcética" [15-05-1903] Revista Técnica de Infantería y Caballería (Madrid) Esp (HD)
     En Francia, todos los asedios de la época mero-carlovingia, recuerdan, de modo grosero, los sitios hechos por los romanos. Empleaban líneas de contravalación y circunvalación, la zapa y la mina, los helépolos ó torres de madera movibles (con ruedas), que permitían, por medio de puentes volantes, lanzar grandes masas de combatientes sobre los puntos más débiles de las murallas, tales como los adarves estrechos que, por su angostura, no podían ofrecer lugar á gran número de defensores.
   • 1925 Anónimo (Argantonio) "Basualdo" [30-05-1925] Caras y Caretas (Buenos Aires) Ar (HD)
     Por esta descripción se comprende que bastida es la palabra castellana con que durante la Edad Media se distinguió el helépolo o helépolis de los griegos.

   • 1753 Miravel Casadevante, J. Trad DiccHistórico Moreri, III Esp (BD)
     DIOGNETO, architecto e ingeniero Rhodiano, hizo grandes servicios á su patria, quando Demetrio Poliorceses, sotió la ciudad de Rhodas. Empimacho había hecho por orden de este principe un helepolo de un tamaño asombroso, que es decir una torre rodada pra acercarse á las murallas de una ciudad, y desde ella combatir á los sitiados; [...].
   • 1776 Barrera Bustamante, P. J. Trad Historia artes ciencias, Rollin, I p. 142 Esp (BD)
     Lo logró sin mucho trabajo, haciendo minar el terreno por donde debia pasar el Helepolo; lo que le hizo absolutamente inutil, y obligó á Demetrio a levantar el sitio, después de haberse acomodado con los Rodios.
   • 1781 Anónimo "Discurso XCVI" [01-01-1781] El Censor (Madrid) Esp (HD)
     Figúrese Vm. un Scipion, que con sus Velites, Hastarios, Principes, y Friarios, armados segun sus clases con sus dardos, parmas, espadas, pilas, y medias picas, y formados á la manera que allá en Zama contra los Elefantes, y las Falanxes de Annibal, presenta batalla á uno de nuestros Exércitos: un Marcelo, ó un Cesar, que bien provisto de Tortugas, Musculos, Helepolos, Polispastos, Arietes, Balistas, Catapultas, Cuervos, Lobos, &c. emprende el sitio de una plaza fortificada á nuestra moda, y defendida de una gruesa, numerosa, y bien servida Artilleria.
   • 1831 Lista Aragón, A. Trad Historia universal, Segur, VIII p. 212 Esp (BD)
     Su numerosa población resistió con denuedo al principio los ataques de los romanos; pero cuando los habitantes vieron marchar contra sus murallas el helepolo, la mas temida de las máquinas antiguas, inventada por Demtrio Poliocétes, se apoderó el terror de sus ánimos, capitularon y abrieron sus puertas.
   • 1843 Tió, Jaime Satamiel, Soulié p. 339 Esp (BD)
     A más de estas máquinas, habia también la testudo, el ariete, el helépolo, la viña y los turones. La testudo, diferente de la otra que hemos hablado, llamábase así por la lentitud de sus movimientos.
   • 1847 Ferrer Río, A. Trad Historia universal, Cantú, IV p. 178 Esp (BD)
     El elépolo (toma ciudades) tenia sesenta y cinco pies de ancho y ciento cincuenta de elevación, nueve pisos y cuatro ruedas de catorce pies de diámetro. En el primer piso estaban las máquinas para lanzar los dardos y las piedras que debian caer perpendicularmente, de las cuales algunas pesaban hasta ciento cincuenta libras: de enmedio salian los proyectiles horizontales, y de los puntos mas elevados los que tenian menos volúmen.
   • 1851 Ferrer Río, A. Trad Historia universal, Cantú, I p. 519 Esp (BD)
     Entre los mecánicos nos han sido conservados los nombres de Moschion, que ayudó á Arquímides en la construcción de la nave regalada por Jeron á Ptolomeo; de Diogneto de Abdera, injeniero del helépolo de Demetrio; de Timeo, que levantó el lecho mortuorio de Dionisio de Sicilia, como Jorónimo habia construido el carro fúnebre de Alejandro; de Ctesibio, que hizo la primera bomba aspirante; de Jeron, inventor de la cantimplora, y de la pila que aún lleva su nombre.
   • 1859 Hospitaler, J. "Máquinas defensivas antiguos" [01-01-1859] Diario de Menorca (Mahón) Esp (HD)
     El helépolo ó torre cuadrada de pino ó abeto de veinte á cuarenta y cinco varas de elevación, cuya base tenía el lado igual al tercio de la altura y constaba de diez á quince pisos.
   • 1877 Moreno Tovillas, S. / Argüelles Frera, M. Tratado de fortificación, II p. 16 Esp (BD)
     El helépolo ó heleópolo (figura 7, lámina 1) era una torre de madera suficientemente elevada para dominar la posición de los sitiados. Se componía de varios pisos, en cada uno de los cuales se practicaban troneras para los saeteros, terminando en una galería descubierta, que también llevaba defensores resguardados por una especie de parapeto formado de pieles ó de mimbres.
   • 1887 Arántegui Sanz, J. Apuntes artillería esp, I p. 33 Esp (BD)
     Con ellos y una torre de madera (Helépolo), construída por el maestro carpintero Nicoloso (z), y que por cierto no sirvió de nada por haber sido destruída con las algarradas de los moros, se toma Burriana.
   • 1898 Llave García, J. Lecciones de fortificación [1898] p. 18 Esp (BD)
     La defensa ideó las minas defensivas contra los helépolos, las cuales consistían en una excavación que, yendo en galería desde el interior de la plaza, iba á terminar debajo del terreno sobre el que sentaba la máquina; se ensanchaba la mina en esta parte y se sostenía el peso de las tierras y del helépolo por medio de unos pies derechos, á los cuaataques hasta el pie del muro, el sitiador se aproximaba á cubierto, y para dejar en la incertidumbre al defensor avanzaba de esta manera por tres ó cuatro direcciones distintas.
   • 1899 Anónimo Historia antigua p. 148 Esp (BD)
     Los sitiados, no pudiendo quemarla, apelaron ä otro medio: minaron el camino por donde había de aproximarse ä las murallas, cuya estratagema les dió excelente resultado, porque cuando el helépolo (este era el nombre de la temible máquina) llegó al sitio minado, su peso hizo hundir el terreno, cayó, y los sitiadores no pudieron conseguir volver ä levantarlo.
   • 1903 Marvá Mayer, J. "Tormentaria y Poliorcética" [15-05-1903] Revista Técnica de Infantería y Caballería (Madrid) Esp (HD)
     En Francia, todos los asedios de la época mero-carlovingia, recuerdan, de modo grosero, los sitios hechos por los romanos. Empleaban líneas de contravalación y circunvalación, la zapa y la mina, los helépolos ó torres de madera movibles (con ruedas), que permitían, por medio de puentes volantes, lanzar grandes masas de combatientes sobre los puntos más débiles de las murallas, tales como los adarves estrechos que, por su angostura, no podían ofrecer lugar á gran número de defensores.
   • 1903 Marvá Mayer, J. "Ciencia militar Ateneo" [01-06-1903] Revista Técnica de Infantería y Caballería (Madrid) Esp (HD)
     Acierta, sí, en el Testudine ó Testudo, robusto madero armado con una masa de bronce en forma de cabeza de tortuga (de ahí su nombre), así como en el ariete con cabeza de carnero, de bronce también. Pero no está en lo cierto cuando aplica el nombre de Eliopola (si se refiere á la torre Helépolo), á un ariete cuyo extremo forrado tiene varias puntas.
   • 1925 Anónimo (Argantonio) "Basualdo" [30-05-1925] Caras y Caretas (Buenos Aires) Ar (HD)
     Por esta descripción se comprende que bastida es la palabra castellana con que durante la Edad Media se distinguió el helépolo o helépolis de los griegos.

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