9.ª Entrega (septiembre de 2020)
Versión del 30/09/2020
Equipo Real Academia Española
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panderetesco, a adj. (1853-)
panderetesco
Etim. Derivado de pandereta1 y -esco, a.

Se documenta por primera vez, en la acepción 'que se caracteriza o llama la atención por su tipismo o por su asociación al estereotipo festivo, folclórico y frívolo de lo español', en 1911, en una crítica de la novela Las águilas, de J. López Pinillos, publicada en La Correspondencia de España (Madrid); en este mismo artículo se emplea la voz pandereta en sentido figurado para referirse a ese tópico ("Se ha abusado de la pandereta, del viejo tópico pintoresco, cuando han sido escritos libros, cuentos, artículos acerca de los toreros, de su vida, de sus comienzos de sus triunfos, de sus fracasos, de sus fines trágicos y lastimeros, glosados por el pueblo en sus canciones "). Desde entonces el adjetivo panderetesco se atestigua con cierta regularidad en textos españoles, fundamentalmente periodísticos.

Previamente, en 1853, se consigna en el el  Suplemento al Diccionario nacional  de Domínguez, en el que presenta como sinónimo de adufesco .

  1. adj. Esp Que se caracteriza o llama la atención por su tipismo o por su asociación al estereotipo festivo, folclórico y frívolo de lo español.
    docs. (1911-2017) 14 ejemplos:
    • 1911 Vidal, F. "Las águilas" [14-07-1911] La Correspondencia de España (Madrid) Esp (HD)
      Lo único posible, y estoy por decir que lícito, para el literato honrado que escriba de estas cosas, es documentarse á fondo, no dejarse guiar por las facilidades de lo panderetesco, seguir paso á paso la rebelión del chavalillo sevillano, cordobés o madrileño, desde que se inicia, al choque de una conversación ó de una lectura, hasta que triunfa entre alegrías o sucumbe entre horribles tristezas. Eso ha hecho José López Pinillos en su nueva novela Las águilas. Sevillano, observador concienzudo y sagacísimo, documentóse a fondo antes de escribir la primera cuartilla de su obra. Y en ella, con arte, amenidad y honradez, sin hacer concesiones á la leyenda, sin cuidarse de panderetas vistosas ni de andalucismos al cromo, sin preocuparse de mercados ultrapirenaicos, cuenta la vida de un torero de su tierra, de un torero como tantos otros: rebelde, instintivo, obscuro filósofo individualista, que, en virtud de un razonamiento de lógica rectilínea, que se incrustó en su cráneo como metido á martillo, decidióse á renegar de la suela y de la lezna, considerando que en España los pobres, si quieren dejar de serlo, no tienen más que camino amplio: los toros...
    • 2017 Periánez Orihuela, A. "Rosario" [26-12-2017] Diario 16 (Madrid) Esp (HD)
      La reseña que hace Méndez-Leite en su historia del Cine Español es muy negativa, dándole poco valor artístico. Comenta Méndez-Leite que es una película típica de trazo panderetesco y “españolada”, pero que fue bien recibida por los auditorios populares. Según el historiador la obra tiene un diálogo fácil y números folklóricos de indudable éxito. Pese a esto constatamos que se trata de una película que en los pueblos andaluces se repetía con frecuencia, en distinta época del año, porque tenía una gran audiencia popular por el reconocimiento de sus intérpretes y los números musicales.
    • 1911 Vidal, F. "Las águilas" [14-07-1911] La Correspondencia de España (Madrid) Esp (HD)
      Lo único posible, y estoy por decir que lícito, para el literato honrado que escriba de estas cosas, es documentarse á fondo, no dejarse guiar por las facilidades de lo panderetesco, seguir paso á paso la rebelión del chavalillo sevillano, cordobés o madrileño, desde que se inicia, al choque de una conversación ó de una lectura, hasta que triunfa entre alegrías o sucumbe entre horribles tristezas. Eso ha hecho José López Pinillos en su nueva novela Las águilas. Sevillano, observador concienzudo y sagacísimo, documentóse a fondo antes de escribir la primera cuartilla de su obra. Y en ella, con arte, amenidad y honradez, sin hacer concesiones á la leyenda, sin cuidarse de panderetas vistosas ni de andalucismos al cromo, sin preocuparse de mercados ultrapirenaicos, cuenta la vida de un torero de su tierra, de un torero como tantos otros: rebelde, instintivo, obscuro filósofo individualista, que, en virtud de un razonamiento de lógica rectilínea, que se incrustó en su cráneo como metido á martillo, decidióse á renegar de la suela y de la lezna, considerando que en España los pobres, si quieren dejar de serlo, no tienen más que camino amplio: los toros...
    • 1917 Anónimo (Españita) "Real orden" [10-03-1917] Córdoba. Revista semanal independiente (Córdoba) Esp (HD)
      No sabemos si comentar eutrapélicamente el caso o darnos a la indignación. Optemos por lo primero, ya que, de indignarnos, sobre no conseguir otra cosa que amargarnos un poco más la existencia, echaríamos sobre nosotros la animadversión de esas gentes de espíritu panderetesco que hacen un culto de la cosa taurina y elevan a dogma los aspectos de esta fiesta embrutecedora y decadente.
    • 1931 Anónimo "Hacia Oriente" [15-09-1931] La Gaceta Literaria (Madrid) Esp (HD)
      Prim representa el españolismo exterior y panderetesco junto al paradojismo auténtico del toreo. Esto parece una paradoja inadmisible; pero la verdad es que lo esencial de la pandereta es el "flamenquismo". ¿Y qué es el flamenquismo si no majeza, desplante, escupir de costado, cobrar el barato e imponerse por... que sí? O sea el caciquismo, el caudillaje, el mesianismo del hombre providencial. La España aparatosa del pronunciamiento ojalá superada.
    • 1969 Martín Herrero, R. "Sambenito" [19-02-1969] ABC (Madrid) Esp (HD)
      ¿Qué la profusión de cornamentas, moñas, muletas y adminículos taurinos o panderetescos en nuestras agencias de viajes o en establecimientos montados por compatriotas en el extranjero? ¿Y por qué extrañarlo si es ése el señuelo que atrae a tantos? Y no es cosa de olvidar a esos españoles, de película profesionales casi, que uno no ha visto o advertido en España y que encontramos fuera luciendo superlativas patillas y otros detalles fisonómicos o indumentarios que parecen querer acentuar una españolidad epidérmica vista a través de un prisma foráneo.
    • 1981 Trenas, J. "Clisé romántico" [22-11-1981] La Vanguardia (Barcelona) Esp (HD)
      La exposición sobre la «imagen romántica de España», abierta en el esplendor otoñal del Retiro madrileño, en el ámbito del palacio de Velázquez, viene a demostrar que esa imagen no es exclusivamente literaria, producto de las anotaciones viajeras de visitantes como el barón D'Avillier, Teófilo Gautier, Alejandro Dumas o Edmundo de Amicis, sino también plástica. Pintores hubo que se sintieron tentados por nuestra luz y costumbres y —no obstante su calidad foránea— se convirtieron en cartelistas, a veces exagerados en los rasgos y el colorido, de lo autóctono. No sería fácil precisar el porcentaje que, en la creación del tópico panderetesco de nuestro país, les corresponde a ellos y a los escritores.
    • 2017 Periánez Orihuela, A. "Rosario" [26-12-2017] Diario 16 (Madrid) Esp (HD)
      La reseña que hace Méndez-Leite en su historia del Cine Español es muy negativa, dándole poco valor artístico. Comenta Méndez-Leite que es una película típica de trazo panderetesco y “españolada”, pero que fue bien recibida por los auditorios populares. Según el historiador la obra tiene un diálogo fácil y números folklóricos de indudable éxito. Pese a esto constatamos que se trata de una película que en los pueblos andaluces se repetía con frecuencia, en distinta época del año, porque tenía una gran audiencia popular por el reconocimiento de sus intérpretes y los números musicales.
    • 1911 Vidal, F. "Las águilas" [14-07-1911] La Correspondencia de España (Madrid) Esp (HD)
      Lo único posible, y estoy por decir que lícito, para el literato honrado que escriba de estas cosas, es documentarse á fondo, no dejarse guiar por las facilidades de lo panderetesco, seguir paso á paso la rebelión del chavalillo sevillano, cordobés o madrileño, desde que se inicia, al choque de una conversación ó de una lectura, hasta que triunfa entre alegrías o sucumbe entre horribles tristezas. Eso ha hecho José López Pinillos en su nueva novela Las águilas. Sevillano, observador concienzudo y sagacísimo, documentóse a fondo antes de escribir la primera cuartilla de su obra. Y en ella, con arte, amenidad y honradez, sin hacer concesiones á la leyenda, sin cuidarse de panderetas vistosas ni de andalucismos al cromo, sin preocuparse de mercados ultrapirenaicos, cuenta la vida de un torero de su tierra, de un torero como tantos otros: rebelde, instintivo, obscuro filósofo individualista, que, en virtud de un razonamiento de lógica rectilínea, que se incrustó en su cráneo como metido á martillo, decidióse á renegar de la suela y de la lezna, considerando que en España los pobres, si quieren dejar de serlo, no tienen más que camino amplio: los toros...
    • 1916 Anónimo "Acto Perpignan" [17-02-1916] Diario de Reus: de Avisos y Noticias (Reus) Esp (HD)
      Estos dias se advierte en Francia una reacción saludable. Ya no nos "ignora". Ya no nos mira, displicente, al través de las quimerizaciones de cronistas embusteros. Ya no oye ni repite el enfadoso estribillo de "país de mendigos, piojosos y frailes". Sus periódicos procuran estudiarnos y conocernos, y envían a tierras de España personas capacitadas para prescindir del clisé panderetesco y vernos como somos. Y hasta se ha leído en letras de molde censuras francesas para el despojo de que se nos hizo víctimas en Tánger.
    • 1917 Anónimo (Españita) "Real orden" [10-03-1917] Córdoba. Revista semanal independiente (Córdoba) Esp (HD)
      No sabemos si comentar eutrapélicamente el caso o darnos a la indignación. Optemos por lo primero, ya que, de indignarnos, sobre no conseguir otra cosa que amargarnos un poco más la existencia, echaríamos sobre nosotros la animadversión de esas gentes de espíritu panderetesco que hacen un culto de la cosa taurina y elevan a dogma los aspectos de esta fiesta embrutecedora y decadente.
    • 1923 Gmz Mata, G. Las esfinges p. 163 Esp (BD)
      La bailarina se contorsionaba ágil y tentadora en una petenera, acompañando los compases de la orquesta con el repiqueteo de los «palillos» y el golpeteo de los tacones. Era una muchacha de cabellos oscuros y pupilas verdes, muy joven, muy graciosa, y el público se regocijaba a la animación de aquel semblante lozano, de aquel cuerpo flexible bajo los chillones atavíos del panderetesco traje.
    • 1927 Anónimo "Españoladas" [01-01-1927] Revista de Oro (Barcelona) Esp (HD)
      El vecino es el productor de películas francés, el comerciante (alquilador o representante) francés. Al que estas líneas escribe le han preguntado muchas veces, en Francia, porqué [sic] en España se hacen las películas a base de asunto panderetesco, con su correspondiente lucha a cuchillada limpia, su homicidio por cuestión de faldas y su correspondiente corrida de toros, cuando hay tan buenas obras teatrales y novelas superiores cuyo argumento más humano, más lógico y más interesante, se aparta en absoluto del cliché de caja de pasas.
    • 1931 Anónimo "Hacia Oriente" [15-09-1931] La Gaceta Literaria (Madrid) Esp (HD)
      Prim representa el españolismo exterior y panderetesco junto al paradojismo auténtico del toreo. Esto parece una paradoja inadmisible; pero la verdad es que lo esencial de la pandereta es el "flamenquismo". ¿Y qué es el flamenquismo si no majeza, desplante, escupir de costado, cobrar el barato e imponerse por... que sí? O sea el caciquismo, el caudillaje, el mesianismo del hombre providencial. La España aparatosa del pronunciamiento ojalá superada.
    • 1933 Pemartín, J. "Literatura" [16-10-1933] Acción Española (Madrid) Esp (HD)
      Como valor puramente literario, Blasco Ibáñez es superior a Zola, como Sorolla es superior a Renoir. La luz mediterránea, el vigor de la pincelada, el relieve y la vida brusca, musculosa, apasionada de sus personajes dan un valor artístico indudable a la obra estética de Blasco Ibáñez. Pero su mismo exceso de naturalismo lo hace muy incompleto y defectuoso, de contenido chillón y «panderetesco»
    • 1939 Romero Marchent, J. "Cinema nacional" p. 504 Luces y rejas. Estereotipos andaluces en el cine costumbrista español (1896-1939) Esp (BD)
      José Romero Marchent, en su artículo «Cinema nacional comentarios al margen. Imperio Argentina y el cinema español», afirmaba claramente que estábamos ante una españolada, eso sí, con unos medios técnicos y artísticos sobresalientes, nunca vistos hasta ahora: Jamás para una «españolada» más panderetesca, se usaron mejores escenarios, ni mejor técnica, ni mejor fotografía. Y jamás ninguno de nuestros films de «pandereta» resultó más panderetesco. Por una vez el «tópico» español se vale de buenas materias, menos mal; pero de todos modos no creo yo que podamos exhibir en ninguna parte este film como propaganda del imperio español, a pesar de que en 1835 Sevilla se condecorase con una plaza de toros tan «monumental» como la que aparece en Carmen, y que tanto desdice del ambiente de la película.
    • 1961 Somoza, P. G. "Toro" [22-04-1961] Imperio (Zamora) Esp (HD)
      El filón literario taurino, que hoy tiene tantos y tan malos obreros, lo descubrió hace más de medio siglo Blasco Ibáñez. Por aquel tiempo había que buscar con candil lo poquísimo que se había hecho literariamente de toros. Lo más de ello panderetesco y falso, sin calor de humanidad, sin profunda ni sutil observación.
    • 1969 Martín Herrero, R. "Sambenito" [19-02-1969] ABC (Madrid) Esp (HD)
      ¿Qué la profusión de cornamentas, moñas, muletas y adminículos taurinos o panderetescos en nuestras agencias de viajes o en establecimientos montados por compatriotas en el extranjero? ¿Y por qué extrañarlo si es ése el señuelo que atrae a tantos? Y no es cosa de olvidar a esos españoles, de película profesionales casi, que uno no ha visto o advertido en España y que encontramos fuera luciendo superlativas patillas y otros detalles fisonómicos o indumentarios que parecen querer acentuar una españolidad epidérmica vista a través de un prisma foráneo.
    • 1972 Martín Herrero, R. "Sambenito" [11-10-1972] ABC (Madrid) Esp (HD)
      Wojciech Has, el realizador, no ha sabido imprimir al film el ritmo y la garra que le eran necesarios; esto, unido a la falta de rigor narrativo, y a la larguísima duración de la película, la hacen, en varias ocasiones, reiterativa. Toda la película respira frialdad; perfección técnica, pero falta de inspiración. En este sentido el film no es más que la trasposición de la novela en imágenes; no hay creación cinematográfica, no hay cine auténtico. Buenos y sobrios actores interpretan el gran número de personajes con que cuenta el film con fría corrección. La reconstrucción de la época, aunque en ocasiones sea panderetesca, es aceptable.
    • 1975 Trenas, J. "Acuarela Millares" [29-11-1975] La Vanguardia (Barcelona) Esp (HD)
      Un pequeño óleo de Ignacio Pinazo, «Laguna», fue adquirido en trescientas mil pesetas. Doscientas diez mil se pagaron por «Monjas», cuadro de sobrecogedor realismo de José Barrau. La misma cifra alcanzaron «Vascos», de Valentín de Zubiaurre, y «Paisaje» de Pedro Lira. Doscientas veinte mil fue el precio de una panderetesca escena —«Idilio»—, de José García Rodríguez, y ciento noventa mil fueron pagadas por el óleo «Tres caras», de Francisco Bores.
    • 1981 Trenas, J. "Clisé romántico" [22-11-1981] La Vanguardia (Barcelona) Esp (HD)
      La exposición sobre la «imagen romántica de España», abierta en el esplendor otoñal del Retiro madrileño, en el ámbito del palacio de Velázquez, viene a demostrar que esa imagen no es exclusivamente literaria, producto de las anotaciones viajeras de visitantes como el barón D'Avillier, Teófilo Gautier, Alejandro Dumas o Edmundo de Amicis, sino también plástica. Pintores hubo que se sintieron tentados por nuestra luz y costumbres y —no obstante su calidad foránea— se convirtieron en cartelistas, a veces exagerados en los rasgos y el colorido, de lo autóctono. No sería fácil precisar el porcentaje que, en la creación del tópico panderetesco de nuestro país, les corresponde a ellos y a los escritores.
    • 2017 Periánez Orihuela, A. "Rosario" [26-12-2017] Diario 16 (Madrid) Esp (HD)
      La reseña que hace Méndez-Leite en su historia del Cine Español es muy negativa, dándole poco valor artístico. Comenta Méndez-Leite que es una película típica de trazo panderetesco y “españolada”, pero que fue bien recibida por los auditorios populares. Según el historiador la obra tiene un diálogo fácil y números folklóricos de indudable éxito. Pese a esto constatamos que se trata de una película que en los pueblos andaluces se repetía con frecuencia, en distinta época del año, porque tenía una gran audiencia popular por el reconocimiento de sus intérpretes y los números musicales.
  2. Acepción lexicográfica
  3. adj. "Adufesco"(Domínguez, DiccNacional (S)-1853).
    docs. (1853) Ejemplo:
    • 1853 Domínguez, R. J. DiccNacional (S) (NTLLE)
      ADUFESCO, CA. Panderetesco.

Diccionario histórico de la lengua española
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