queísmo

Ejemplos: Era consciente que se enfrentaba a la opinión de la mayoría; Da la impresión que oculta algo; Insistió que teníamos que volver a casa; Tomé conciencia que debía cambiar de actitud; Se olvidó que tenía que mandar un mensaje.

Relacionados: dequeísmo, oración (subordinada) sustantiva

Familia léxica: queísta.

Referencias: NGLE § 43.6 | GDLE § 34.2 | DPD § queísmo

Fenómeno sintáctico que consiste en la omisión de algunas preposiciones (especialmente de) ante las subordinadas sustantivas que las requieren de acuerdo con el sistema gramatical del español. El queísmo es frecuente en todas las áreas del español —más en la lengua oral que en la escrita—, particularmente como resultado de omitir la preposición en los complementos oracionales de adjetivos o sustantivos, como en Estamos casi seguros que (por de que) miente, o en Tengo el presentimiento que (por de que) nuestro equipo ganará. Se da asimismo frecuentemente con verbos como alegrarse o confiar: Me alegro que te guste tanto el regalo, por Me alegro de que…; Confiemos que no vuelva a insistir, por Confiemos en que… El queísmo, al igual que el dequeísmo, es un fenómeno rechazado por la norma. Sin embargo, se considera una anomalía menos desprestigiada que el dequeísmo y —de hecho— se atestigua más que este en los registros formales.

Se da a menudo queísmo con algunos verbos de apoyo o en determinadas locuciones verbales: No se dio cuenta que (por de que) tenía que desconectar la alarma; No me cabe duda que (por de que) actuará con imparcialidad.

Información complementaria

No se da necesariamente queísmo cuando la conjunción que encabeza una oración (subordinada) sustantiva de sujeto. Así, con el verbo de apoyo dar en construcción con sustantivos que expresan ‘reacción anímica’ (miedo, pena, vergüenza, etc.) se admiten las dos variantes, ya que la oración subordinada puede interpretarse como sujeto en una de ellas. Es lo que sucede en Le da miedo que se pierda (> Le da miedo eso; ¿Qué le da miedo?), donde miedo es complemento directo y la subordinada es sujeto. En cambio, en Le da miedo de que se pierda (> Le da miedo de eso; ¿De qué le da miedo?), la oración subordinada es el término de la preposición de y el sintagma preposicional es el complemento del sustantivo miedo. Por tanto, la oración no tiene sujeto y es impersonal.

Son igualmente posibles las dos opciones cuando la variante preposicional está introducida por un verbo pronominal (Me sorprendo de que digas eso; verbo sorprenderse), y la no preposicional corresponde a los usos que se acaban de describir (Me sorprende que digas eso; verbo sorprender).

Tampoco se considera queísmo la ausencia de preposición ante la conjunción que motivada por el cambio de significado del verbo, como en Presume de que tienen mucho dinero, donde presumir significa ‘vanagloriarse’, frente a Presumo que han cometido un error, donde equivale aproximadamente a sospechar.

Conviene recordar que la ausencia de preposición ante la conjunción que es frecuente en los textos antiguos, hasta el punto de que la pauta «preposición + conjunción subordinante» es rara, o está muy restringida, en otras lenguas románicas.

REAL ACADEMIA ESPAÑOLA Y ASOCIACIÓN DE ACADEMIAS DE LA LENGUA ESPAÑOLA: «Glosario de términos gramaticales», [versión 1.0 en línea]. <https://www.rae.es/gtg/queísmo> [2024-05-08].

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