10.ª Entrega (marzo de 2021)
Versión del 31/03/2021
Equipo Real Academia Española
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dengueo s. (1874-)
dengueo
También en esta página: dengueo2 (2002-)
Etim. Derivado de denguear y -o.

Se documenta por primera vez, con la acepción 'movimiento exagerado o afectado de los hombros y las caderas al andar', en 1874, en "Los sirvientes del estómago. Continuación de la "Historia de un bocado de pan". Conversación 13. Los movimientos", relato publicado en La Escuela Normal (Bogotá). Por otra parte, como 'demostración exagerada o afectada de delicadeza o escrúpulos' se atestigua por primera vez en 1911, en El Peligro de C. M. Ocantos.

  1. >denguear+–o
    s. m. Movimiento exagerado o afectado de los hombros y las caderas al andar.
    Sinónimo: dengue
    docs. (1874-1958) 4 ejemplos:
    • 1874 Anónimo "Los movimientos" [11-04-1874] La Escuela Normal (Bogotá) Co (HD)
      Ese continuo vaiven del centro de gravedad, que durante la marcha pasa a cada instante de una a otra pierna, imprime al cuerpo un balanceo acompasado, perceptible sobre todo en los marineros, que habituados como están a andar sobre un piso móvil, apartan instintivamente las piernas para agrandar su base de sustentación; de donde les resulta un dengueo nada gracioso cuando están en tierra, amen de que el camino andado así a lo ancho es pérdida que han hecho a lo largo.
    • 1901 Soto Calvo, F. Nostalgia p. 56 Ar (BD)
      Otra vez el acorde melodioso / Vuelve á sonar; se agita la pareja; / Felisa, rie, y blandeando el cuerpo / Con el dengueo suave de un felino, / En el sereno avance cadencioso / Del deslizarse, ondula sin reposo; / La falda va de un lado al otro lado / Cual si movida, al oscilar sin tino, / Fuera por algun ser desorientado [...].
    • 1915 Anónimo (Un anormal) "Pavus Vulgaris" [08-05-1915] La Voz del Pueblo (Tarragona) Esp (HD)
      El estridente hípido de su gangosa vocecilla, el lagrimeo indecente de su mirada, su reducida cholla, sus equivocos dengueos y babosas maneras, le excluyen decididamente de la masculinidad. En esto se hallan conformes todos los autores.
    • 1958 Salazar Valdés, H. Toda la voz p. 49 Co (BD)
      Ese andar, el dengueo, esas turgencias rosas, / el veneno hechizante de tu talle de ají, / tus dos piernas malignas de monte y mariposas / y toda cuanta eres que me pierdes a mí.
  2. >denguear+–o
    s. m. Demostración exagerada o afectada de delicadeza o escrúpulos.
    docs. (1911-2008) 11 ejemplos:
    • 1911 Ocantos, C. M. El peligro p. 17 Ar (BD)
      [...] perlas y los brillantes falsos, parecía muestrario de su hermosura pasada; hablaba con mucho remilgo y dengueo pegajoso, y atendía a sus tertulianos del más exquisito modo con que gran dama pueda atender en la sociedad más alta.
    • 2008 Báez, C. Rostros e imágenes Compañía de Jesús Quito p. 44 Ec (BD)
      [...] no faltaba tampoco el gesto festivo en la juerga sabida, en que las mujeres se volvían todo remilgos y quiebros, todo estufos y dengueos, todo quites y arrumacos, lo que me hace pensar en que, así como Florencia y Liverpool fueron las ciudades artista y mercader, respectivamente [...]
    • 1911 Ocantos, C. M. El peligro p. 17 Ar (BD)
      [...] perlas y los brillantes falsos, parecía muestrario de su hermosura pasada; hablaba con mucho remilgo y dengueo pegajoso, y atendía a sus tertulianos del más exquisito modo con que gran dama pueda atender en la sociedad más alta.
    • 1933 Ocantos, C. M. En el más allá p. 125 Ar (BD)
      Toda la fonda parecía oler a azufre, atmósfera infernal, que las hacía toser y turbarse doblemente. Doña Petra las recibió con mucho dengueo y cortesía. Quisiera ofrecerlas sendos sillones en la sala, como lo demandaba su categoría social, pero ellas se resistieron.
    • 1944 Andújar, M. Partiendo de la angustia p. 77 Esp (BD)
      [...] Tere y Loló, tan jovencitas y ya con los ojos en blanco. Emiten un dengueo silábico, una ronquera duzona. El galán joven, madurito y tal, monologa quejoso: "Se desprecia el mérito, se posterga la veteranía. ¡No nieguen que el mundo degenera! [...]".
    • 1957 Luna, J. C. "Negro y rubio" [23-06-1957] Falange: Diario de la Tarde (Las Palmas de Gran Canaria) Esp (HD)
      Todos esto nos parece hoy tan lejos como los atisbos de la civilización cavernaria, y desde luego absurdo. La gentil muchacha, melada y pulida como el cigarrillo "Camel" que sin reparos ni dengueos saca a la luz pública y apenas lo enciende trasmina a cargador de muelle, sintetiza toda la larga y premiosa teoría de concesiones sociales y el magnífico triunfo de la Propaganda como diosa y rectora de la Industria y del Comercio mal o bien avenido.
    • 1976 García Pavón, F. Ya no es ayer p. 191 Esp (BD)
      Después, muchas veces, mamá, sin poder contener su media risa que le deformaba la boca, repitió aquella narración de Jose María, imitando muy tímidamente sus ademanes y dengueos. Cuando la enfermedad de la abuela Manuela y de Isidorín, recuerdo ver a las tres mujeres noche y día en casa, sentadas en el sofá de siempre, yendo y viniendo por la galería [...].
    • 2008 Báez, C. Rostros e imágenes Compañía de Jesús Quito p. 44 Ec (BD)
      [...] no faltaba tampoco el gesto festivo en la juerga sabida, en que las mujeres se volvían todo remilgos y quiebros, todo estufos y dengueos, todo quites y arrumacos, lo que me hace pensar en que, así como Florencia y Liverpool fueron las ciudades artista y mercader, respectivamente [...]
    • 1911 Ocantos, C. M. El peligro p. 17 Ar (BD)
      [...] perlas y los brillantes falsos, parecía muestrario de su hermosura pasada; hablaba con mucho remilgo y dengueo pegajoso, y atendía a sus tertulianos del más exquisito modo con que gran dama pueda atender en la sociedad más alta.
    • 1925 Abati, J. / Lucio, J. El entierro de Zafra p. 32 Esp (BD)
      Tomasa: Estamos perdiendo el jucio. Eusebia: Perderemos lo que haiga que perder; pero, seríamos lilas rematás si desaprovecháramos esta ocasión. ¡Acetamos, caballero, acetamos! Tomasa: ¡Pero, mujer!... Eusebia: No haga usté caso de estos dengueos... ¡Acetamos! Arturo: Pues, entonces... (Invitándolas a salir.)
    • 1933 Ocantos, C. M. En el más allá p. 125 Ar (BD)
      Toda la fonda parecía oler a azufre, atmósfera infernal, que las hacía toser y turbarse doblemente. Doña Petra las recibió con mucho dengueo y cortesía. Quisiera ofrecerlas sendos sillones en la sala, como lo demandaba su categoría social, pero ellas se resistieron.
    • 1944 Luna, J. C. "La suerte de varas" [01-08-1944] El Ruedo (Madrid) Esp (HD)
      Esto lo dice el avechucho sin darse cuenta, naturálmente, de la terrible ironia que hoy entraña el parralito. Y como no queremos ser un loro más, salgámonos de la jaula y abandonemos el tópico —los cañamones— para que los sigan picoteando entre dengueos los loros, subloros, periquitos y cacatúas, que gustan también de la yemita de huevo y del azúcar del pilón.
    • 1944 Andújar, M. Partiendo de la angustia p. 77 Esp (BD)
      [...] Tere y Loló, tan jovencitas y ya con los ojos en blanco. Emiten un dengueo silábico, una ronquera duzona. El galán joven, madurito y tal, monologa quejoso: "Se desprecia el mérito, se posterga la veteranía. ¡No nieguen que el mundo degenera! [...]".
    • 1945 Andújar, M. Cristal herido [1985] p. 167 Esp (BD)
      Íbamos a enzarzarnos en una polémica de principios cuando nos atajó la palabra e intención un locutor, cuyo dengueo asumía toniche de arenga a través de los cristales de un balcón de planta baja, entreabierto para que se ventilara el más típico comedor de empleadillo.
    • 1955 Luna, J. C. "Palomas deportivas" [04-03-1955] Falange: Diario de la Tarde (Las Palmas de Gran Canaria) Esp (HD)
      Oímos por primera vez la quisicosa en la boca repintada y ratonil, fruncida por los años disimulados y los dengueos a la vista, de cierta dama cursi, maritalmente copropietaria de una granjita «monísima» donde explotan productos avícolas y lácteos, y, recientemente, el palomar deportivo. Creímos la calificación ocurrencia de su exclusiva necedad: pero no es así o cundió hasta en letras de molde.
    • 1955 Luna, J. C. "Gafas decorativas" [03-11-1955] Diario de Avisos (Santa Cruz de La Palma) Esp (HD)
      No soy viejo y recuerdo muy bien aquellos tiempos de la miopía vergonzante; cuando por no exhibirse con gafas o quevedos andaban medio a ciegas y a testarazos las mujeres cortas de vista y muchos hombres. La moda, apenas si toleraba los impertinentes y el monóculo a la única clase social que podía hacerlos compatibles con la elegancia y el dengueo.
    • 1957 Luna, J. C. "Negro y rubio" [23-06-1957] Falange: Diario de la Tarde (Las Palmas de Gran Canaria) Esp (HD)
      Todos esto nos parece hoy tan lejos como los atisbos de la civilización cavernaria, y desde luego absurdo. La gentil muchacha, melada y pulida como el cigarrillo "Camel" que sin reparos ni dengueos saca a la luz pública y apenas lo enciende trasmina a cargador de muelle, sintetiza toda la larga y premiosa teoría de concesiones sociales y el magnífico triunfo de la Propaganda como diosa y rectora de la Industria y del Comercio mal o bien avenido.
    • 1976 García Pavón, F. Ya no es ayer p. 191 Esp (BD)
      Después, muchas veces, mamá, sin poder contener su media risa que le deformaba la boca, repitió aquella narración de Jose María, imitando muy tímidamente sus ademanes y dengueos. Cuando la enfermedad de la abuela Manuela y de Isidorín, recuerdo ver a las tres mujeres noche y día en casa, sentadas en el sofá de siempre, yendo y viniendo por la galería [...].
    • 2008 Báez, C. Rostros e imágenes Compañía de Jesús Quito p. 44 Ec (BD)
      [...] no faltaba tampoco el gesto festivo en la juerga sabida, en que las mujeres se volvían todo remilgos y quiebros, todo estufos y dengueos, todo quites y arrumacos, lo que me hace pensar en que, así como Florencia y Liverpool fueron las ciudades artista y mercader, respectivamente [...]
10.ª Entrega (marzo de 2021)
Versión del 31/03/2021
Equipo Real Academia Española
Familia Ver familia de palabras
dengueo2 s. (2002-)
dengueo
También en esta página: dengueo (1874-)
Etim. Derivado de denguear2 y -o.

Se documenta por primera vez, con el valor 'introducción [de alguien] al mundo de la droga por una persona más poderosa', en 2002, en el trabajo "Placer y poder en un Mundo de Hombres: Identidades sexuales e identidades de género en internos de una institución penitenciaria de Lima" de E. Vásquez del Águila, de la obra La Salud sexual como derecho en el Perú de hoy. Ocho estudios sobre salud, género y derechos sexuales entre los jóvenes y otros grupos vulnerables.

  1. s. m. Pe delinc. Introducción [de alguien] al mundo de la droga por una persona más poderosa.
    docs. (2002-2007) 2 ejemplos:
    • 2002 Vásquez Águila, E. "Placer y poder mundo de hombres" Salud sexual como derecho Perú Pe (BD)
      A este "cortejo" e introducción a las drogas se conoce como el "dengueo", y es considerado el inicio de la adicción de muchos internos recientes, y el consiguiente paso a una actividad sexual con sus anteriores proveedores de drogas.
    • 2007 Cáceres, C. F. et alii Alcohol, drogas y vulnerabilidad sexual Perú p. 70 Pe (BD)
      Otro vínculo observado por Del Águila entre el consumo de drogas y la práctica sexual es el intercambio de sexo por drogas, exclusivamente entre aquellos internos adictos a las drogas; en este contexto se desarrolla una serie de actitudes en los internos que pueden ir desde la iniciación en las drogas de un interno por otro más poderoso (“dengueo”), hasta la esclavitud sexual de un adicto a las drogas por un interno más potentado, fuera de mencionar las violaciones sexuales frecuentes entre la PPL masculina.

Diccionario histórico de la lengua española
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