interjección

Ejemplos: adiós, albricias, ay, bravo, cielos, eh, epa, fuera, uf, vaya, venga.

Relacionados: clase de palabras, sintagma interjectivo, locución interjectiva, oración (de modalidad) exclamativa, acto de habla, verbo realizativo, onomatopeya

Familia léxica: interjectivo.

Esquema: Ver esquema 21

Referencias: NGLE § 32 | GDLE § 62.7 | OLE § III.3.4.2.2.1.2

Clase de palabras invariables especializada en la formación de oraciones (de modalidad) exclamativa. Las interjecciones constituyen actos de habla (o actos verbales), ya que no describen acciones, sino que realizan actos, como manifestar impresiones (caray, caramba) y sentimientos (ay, vaya), apelar al interlocutor incitándolo a que haga (ánimo, fuego) o deje de hacer algo (silencio, cuidado), y llevar a cabo acciones características de determinadas convenciones sociales, tales como los saludos (hola, buenas) o las despedidas (adiós, chao y sus variantes). Algunas interjecciones alternan con expresiones construidas con verbos realizativos en enunciados que constituyen igualmente actos de habla (Gracias ~ Se lo agradezco), sin excluir los imperativos (¡Ojo! ~ Tengan cuidado).

Las interjecciones poseen una entonación y una acentuación características. No obstante, algunas interjecciones admiten cambios en estos rasgos prosódicos, que pueden ir asociados a diferencias semánticas. Así, cuando la interjección eh se enuncia con entonación interrogativa (¿eh?), puede emplearse para solicitar que se repita lo que se acaba de decir, entre otros usos; mientras que, con entonación exclamativa (¡eh!), puede usarse para llamar a alguien o advertirlo de algo, entre otros valores.

En los textos se encuentra cierta variación en el modo de representar el tono y la intensidad, de manera que se duplican las consonantes o las vocales en la escritura, como en puffff, buenoooo o ¿eeeeh?

Desde el punto de vista sintáctico, muchas interjecciones pueden usarse como unidades independientes o autónomas (—He perdido el tren. —¡Vaya!; —¡Oh! —¿Te gusta? —Me encanta); aunque también pueden emplearse como complementos de verbos en el discurso directo: Solo respondió: «¡Vaya!». Solo unas pocas interjecciones pueden tener complemento: ¡Ay de los que protesten!, ¡Caramba con el muchacho!

Información complementaria

Las interjecciones admiten diversas clasificaciones, en función del criterio que se emplee. Por su naturaleza gramatical, se suelen diferenciar las interjecciones propias, que no poseen otro papel gramatical (eh, ay, uf), de las interjecciones impropias, que se forman a partir de formas nominales (cielos), adjetivas (bravo), adverbiales (fuera) o verbales (venga).

Desde el punto de vista fónico, entre las interjecciones propias predominan las monosilábicas. Estas interjecciones admiten, en posición final de palabra, ciertas consonantes que no son habituales en otras voces del español, como la /f/ (uf, puf) o la /x/ (aj, puaj).

Por el significado que transmiten, es posible distinguir, al menos, dos clases: las interjecciones apelativas, que se dirigen a algún destinatario con intención de moverlo a la acción o de despertar en él sentimientos o actitudes diversas (¡Ánimo!; Gracias; ¡Cuidado!), y las interjecciones expresivas, que ponen de manifiesto reacciones y sentimientos del que habla (¡Ay!; ¡Lástima!).

Esquema 21. CLASES DE INTERJECCIONES

1 Muchas interjecciones pueden expresar varios significados en contextos diferentes.

REAL ACADEMIA ESPAÑOLA Y ASOCIACIÓN DE ACADEMIAS DE LA LENGUA ESPAÑOLA: «Glosario de términos gramaticales», [versión 1.0 en línea]. <https://www.rae.es/gtg/interjección> [2024-05-08].

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