oración (de modalidad) exclamativa

Ejemplos: ¡Qué casa tan grande se acaban de comprar!; ¡Bien que le gusta recibir regalos!; ¡El frío que pasamos allí!; ¡Mal resultado obtuvieron!; ¡La orden no llegó a tiempo!; ¡Si estará desesperado!; Es increíble lo difícil que resultó.

Sinónimos: exclamativa.

Relacionados: acto de habla, enunciado, modalidad, oración, oración (de modalidad) declarativa, oración (de modalidad) desiderativa, oración (de modalidad) exhortativa, oración (de modalidad) interrogativa, oración (subordinada) sustantiva, oración (de modalidad) dubitativa

Tabla: Ver tabla 15

Referencias: NGLE § 26.11a, 42.1-42.2, 42.13-42.16, 43.2a | GDLE § 7.4.2, 12.1.2.7, 12.1.3, 31.3, 36.4.2.1, 40.4.3, 60.1.1.2-3, 62.1-62.6, 62.7.2.3 | OLE § II.3.4.3.2, III.3.4.9 | DPD § interrogación y exclamación, exclamativo, –va

Oración con la que el hablante expresa una reacción emotiva (sorpresa, asombro, satisfacción, rabia, etc.) y enjuicia a través de ella muy diversas cosas, personas o situaciones. La reacción emotiva apunta a menudo a un valor extremo que puede determinarse contextualmente (por ejemplo, ¡Cómo manejas el auto! implica ‘… muy bien’ o ‘… muy mal’) o bien estar fijado por la sintaxis o el léxico (¡Qué excelente película es esta!). Además de para expresar reacciones afectivas, es posible emplear las oraciones exclamativas para realizar advertencias (¡Es peligroso acercarse al borde del andén!) o peticiones (¡Podrías esperar un momento!), entre otros actos verbales posibles.

Las oraciones exclamativas se distinguen, en la escritura, por los signos de exclamación de apertura (¡) y cierre (!) y suelen caracterizarse entonativamente en la lengua oral por una inflexión final descendente más marcada que la de la modalidad declarativa. Se pueden clasificar con dos criterios:

  1. Su estructura interna.
  2. Su dependencia sintáctica.

Según las oraciones encabezadas por palabras exclamativas (¡Cómo se alegró!; ¡Qué hace usted!; ¡Cuánto tiempo hemos perdido!) o por los grupos sintácticos que estas palabras forman (¡En qué mal momento hemos llegado!; ¡Qué increíblemente difíciles resultan algunos trámites!).

Por analogía con las palabras interrogativas correspondientes, las exclamativas anteriores se suelen denominar parciales. Se oponen a las denominadas exclamativas totales (también exclamativas declarativas), que solo se distinguen en la lengua oral de sus correspondientes declarativas por su entonación; y, en la escritura, por los signos de exclamación: ¡Teníamos dos horas para descansar!; ¡Nos están tomando el pelo!; ¡Cuesta dos mil pesos! En todas ellas se expresan situaciones extremas —y por tanto inadecuadas, inesperadas o indebidas—, siempre a juicio del que habla.

Otras oraciones exclamativas muestran la alteración del orden sintáctico con respecto al orden neutro, característico de los enunciados declarativos. Son típicos de estas construcciones recursos como la anteposición enfática (v. en foco) del segmento que se quiere resaltar (¡Mala solución tiene el conflicto!), que da lugar a las exclamativas focalizadas. Otras exclamativas de este mismo tipo están encabezadas por la expresión sí (que), vaya (si) o bien, entre otras, que poseen efectos cuantificativos sobre algún elemento de la oración, como los subrayados en ¡Sí que es vieja la casa!; ¡Vaya si tienes suerte!; Sí que has tardado.

Las exclamativas bimembres poseen un predicado no verbal antepuesto al sujeto (¡Una idea brillante la de Luis!; ¡Qué horror, tener que madrugar mañana!). Otras exclamativas se construyen con artículos determinados en el uso llamado enfático (¡La de cosas que se dijeron!), con infinitivos iniciales (¡Tener que esperar diez años para esto!), o con «si + futuro o condicional» con valor de conjetura (¡Si será desconfiado!), entre otras opciones.

De acuerdo con el criterio b, las oraciones exclamativas pueden ser directas o indirectas. Las exclamativas directas son oraciones exclamativas independientes, y se oponen a las exclamativas indirectas o subordinadas. Estas últimas constituyen una modalidad de las subordinadas sustantivas, y uno de los usos posibles de las exclamativas parciales, descritas arriba: Ya hemos visto qué fácil es cometer un error; No te imaginas cuánto nos costó dar con la casa.

Mientras que las oraciones interrogativas indirectas pueden ser totales o parciales (v. en oración (de modalidad) interrogativa), las exclamativas indirectas solo pueden ser parciales (¡Es un insolente! ~ *Sorprende si es un insolente). Aun así, constituyen en parte excepciones algunas oraciones subordinadas encabezadas por partículas exclamativas con cierto grado de gramaticalización que se han formado a partir de verbos (Mira si es listo el animalito; Fíjate si le gustó la comida).

Información complementaria

Las oraciones exclamativas pueden dirigirse a algún interlocutor (¡Nunca estás de acuerdo!; ¡Menudo rato me hiciste pasar!), lo que no modifica su naturaleza modal. Se suelen denominar exclamativas retóricas las oraciones exclamativas con las que se quiere dar a entender lo contrario de lo que literalmente se dice, más a menudo si el juicio que se expresa es negativo (¡Bonito espectáculo hemos dado!; ¡Mucho te interesan a ti las matemáticas!).

A pesar de la clara vinculación entre exclamativas e interrogativas, existen también importantes diferencias entre ellas. Si bien muchas palabras interrogativas pueden usarse también como exclamativas (¿A qué hora llegas? ~ ¡A qué hora llegas!), la sintaxis diferencia unas y otras en varias construcciones. Así, los sintagmas adjetivales exclamativos (¡Qué listo es!) no tienen equivalentes directos interrogativos (*¿Qué listo es?, frente a ¿Qué tan listo es?; ¿Cómo es de listo?). La lengua coloquial permite asimismo la presencia de una conjunción subordinante en las exclamativas directas parciales (¡Qué cosas que dices!) que se rechaza en las correspondientes interrogativas (*¿Qué cosas que dices?). Finalmente, las interrogativas totales directas son expresiones disyuntivas (¿Vendrás el jueves o no?), opción que las exclamativas rechazan (*¡Vendrás el jueves o no!).

También suelen ser diferentes los predicados que admiten unas y otras como oraciones subordinadas: Tengo que averiguar cómo se porta (se subraya la interrogativa indirecta) contrasta con Es increíble cómo se porta (se subraya la exclamativa indirecta). Las interrogativas indirectas parciales pueden darse en indicativo, subjuntivo o infinitivo (No sé quién canta; Depende de quién cante; No saben dónde cantar); mientras que las exclamativas indirectas parciales suelen presentar el verbo en indicativo (¡Me sorprende cómo canta!).

Las oraciones exclamativas coexisten con otros enunciados de modalidad exclamativa que no constituyen oraciones, como son los formados por una interjección, una locución interjectiva, un sintagma interjectivo (¡Ay!; ¡Venga ya!; ¡Vaya con el niño!), un sintagma exclamativo (v. en exclamativo) (¡Qué de gente!), un vocativo (¡Perdone, señora!) o una onomatopeya (¡Plof!). Al igual que con las oraciones exclamativas, con casi todos los enunciados de este grupo se manifiestan sentimientos o emociones, y a menudo también se llevan a cabo actos verbales (peticiones, advertencias, amenazas, etc.).

Las oraciones (de modalidad) desiderativa se suelen considerar un subtipo de las exclamativas.

Tabla 15. MODALIDADES ORACIONALES

REAL ACADEMIA ESPAÑOLA Y ASOCIACIÓN DE ACADEMIAS DE LA LENGUA ESPAÑOLA: «Glosario de términos gramaticales», [versión 1.0 en línea]. <https://www.rae.es/gtg/oración-de-modalidad-exclamativa> [2024-05-08].

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