13.ª Entrega (diciembre de 2022)
Versión del 31/12/2022
Equipo Real Academia Española
Familia Ver familia de palabras
espada s. (1090-)
espada, aspada, espá, espata, spada, spasa, espadica, espadilla, espadita, espaíta
Etim. Del latín spatha 'pala de tejedor', 'espátula', 'espada ancha y larga', y esta, a su vez, del griego spáthē, ēs, con el mismo significado (DECH, s. v. espada).

Se documenta por primera vez, con la variante espata y en la acepción 'arma blanca larga y recta, generalmente con dos filos y punta aguda, guarnición y empuñadura', en torno al año 1090, en un documento de Sobrarbe, "Repartición de los bienes de Sancho Garcés", cuyas peculiaridades lingüísticas atraen la atención de Menéndez Pidal en Orígenes del español (4.ªedic.,1956); posteriormente, con la variante espada, se atestigua en el Cantar de Mio Cid (c1140), en la La fazienda de Ultra Mar, de Almerich (c1200), y en Vida de Santa María Egipciaca (c1215). Desde entonces, y con notable frecuencia, se atestigua durante toda la historia del español, con mayor empleo hasta el Siglo de Oro y un incremento testimonial en los siglos XIX y XX, gracias a las obras de ficción y de recreación histórica. Se consigna por vez primera en Glosarios latino-españoles de la Edad Media (1375-1410) como equivalente del nombre latino ensis y en el Universal vocabulario en latín y en romance (1490) de Palencia, como equivalente de spata. Siguiendo la información relevante que aportan las autoridades, es la espada un arma que puede ir ceñida al cuerpo y envainada, distintivo de la realeza, atributo de la nobleza y símbolo de la caballería, "de la justicia, y de la potestad" (Tesoro de Covarrubias). El término aparece frecuentemente en compañía de verbos como blandir, ceñir, envainar y desenvainar, desnudar, empuñar, esgrimir o jugar. Asimismo, son numerosos los distintos tipos de espada: con los complementos de dos manos o de a dos manos (sinónimo de montante, mandoble o espadón); de cazo, de cazoleta o de taza; con el modificador ancha o los complementos de a caballo o de montar; o con el modificador media (sinónimo de terciado). Otras espadas históricas son la hispanoárabe jineta (o gineta, zeneta o morisca), la ropera o de ceñir, la espada de lazo, la de conchas, la porquera, de monte o de caza, la espada bota, de torneo o de tornear, u otras que han sido objeto de discusión histórica, como la espada lobera o la delperrillo. Por otro lado, la frecuente variación del artículo masculino con el femenino (el espada o la espada) comprende un período desde el siglo XII ("Mio Cid Ruy Díaz por las puertas entrava, / en mano trae desnuda el espada") hasta el siglo XVI ("¿Quién le enseñó esperar el golpe del enemigo con la punta del arma que el Criador le dió, que es como si dijese, si habéis de llegar á mí, ha de ser por la punta del espada?", en la Primera parte de la Introducción del Símbolo de la Fe de 1583, de Fray Luis de Granada). Tras un proceso de metonimia, que parece tener su origen en el tópico literario de "la espada y la pluma", el término se registra con el valor 'oficio o profesión de militar', alrededor de 1250, en la obra anónima Bocados de oro, con presencia en todas las épocas; se consigna en el Diccionario castellano con las voces de ciencias y artes y sus correspondientes en las tres lenguas francesa, latina e italiana (1787) de Terreros y Pando. Por su parte, la metáfora es el mecanismo que da origen a multitud de acepciones: como 'instrumento de madera en forma de remo grande que sirve de timón para gobernar embarcaciones generalmente pequeñas', sinónimo de espadilla, se atestigua entre 1256 y 1263, en la Partida II de Alfonso X el Sabio, y se consigna en el Diccionario marítimo español (1831) de O'Scanlan; como 'representación convencional de la espada', se documenta en el Libro de ajedrez, dados y tablas (1283), de Alfonso X; como 'palo de la baraja española que se representa con una espada', en torno a 1449, en el Libro de las veynte cartas e quistiones de F. Torre, y se consigna por vez primera en el Vocabulario español-italiano, de Franciosini; como 'maxilar superior, en forma de espada o sierra, de algunos peces', se atestigua en 1526, en Sumario de la natural y general historia de las Indias, de G. Fernández Oviedo, y lo recogen Morales Pettorino, Quiroz Mejías y Peña Álvarez en su Diccionario ejemplificado de chilenismos y de otros usos diferenciales del español de Chile (1985); o como 'instrumento de una sola pieza de madera, formado por un mango y una hoja ancha con filo biselado y sin punta, que sirve para despojar la hebra del lino o del cáñamo de cáscara o broza', documentado hacia 1549 en Refranes o proverbios en romance, de H. Núñez, y consignado en el Diccionario aragonés (1992) de Andolz. La acepción'remolino de pelo en la parte anterior del cuello del caballo', originada por metáfora por la forma semejante a una espada o "a manera de una pluma" (Tratado de la caballería a la gineta, de P. Aguilar), se documenta por primera vez, con el modificador romana, en 1499, en la traducción de M. Martínez Ampiés del Libro de Albeyteria, de M. Díez Vilanova. Aunque parece que, hasta finales del siglo XVII, se le llamaba espada romana al remolino que tenía el caballo en cualquier parte del cuerpo, la creencia supersticiosa de la buena suerte que portaban aquellos que la lucían en el cuello determina una restricción a esta localización concreta. En la traducción de B. Irurzun de Escuela de a caballo, de Robichón de la Gueriniere, se observa un nuevo término que acarrea una nueva especificación: se llamará espada romana al situado en el lado izquierdo del cuello y daga al localizado en el derecho. Con todo, la forma simple espada se atestigua ya modernamente, desde 1843 (Elementos del esterior de caballo, de N. Casas Mendoza), para denotar solo al remolino de la parte anterior, conservándose también las formas espada romana y espada romana con daga. En el ámbito de la esgrima y a través de un mecanismo de restricción de significado, surge el valor 'arma blanca, larga y recta, con cazoleta, sin corte y con una punta que no hiere', atestiguado con el complemento de esgrima en un texto anónimo de 1547, Fragmento de la visita hecha a don Antonio de Mendoza, recogido en Documentos para la Historia de México, y consignado con el modificador negra en Dictionarie in Spanish, English and Latine (1591), de Percival. De este valor, por metonimia, surge 'modalidad de esgrima que se practica con espada', que se documenta en un artículo anónimo de 1897 del Almanaque Bailly-Bailliere (Madrid), y se consigna en el DLE (2014). Asimismo, a través de la metonimia se origina la acepción 'persona diestra en el manejo de la espada', entre 1575 y 1580, en Relaciones histórico-geográficas-estadísticas de los pueblos de España. Reino de Toledo, consignado por Terreros Pando en su Diccionario castellano con las voces de ciencias y artes y sus correspondientes en las tres lenguas francesa, latina e italiana (1787) como "el que la ciñe, y maneja", y por la Real Academia Española en su edición del DRAE de 1791 como "el que es diestro en su manejo". Es de este valor de donde nace, mediante un proceso de extensión significado, 'persona que destaca por su destreza en alguna disciplina o actividad', que se documenta en 1843, con el adjetivo antepuesto primer, en "El gaitero gallego" de A. Neira, recogido en el segundo tomo de la obra colectiva Los españoles pintados por sí mismos, y se consigna en el Diccionario nacional o Gran diccionario clásico de la lengua española (1846), de Domínguez. Otra arma que resulta tras una restricción de significado es la perteneciente al dominio de la tauromaquia, 'arma blanca de hoja larga ligeramente curvada en su último tercio, con punta aguda, usada por los toreros para matar a los toros'; este valor se atestigua desde La hermosura de Angélica (1602-1604), de Lope de Vega (si bien esta arma ha sufrido múltiples modificaciones hasta llegar a su forma actual), y no se consigna como tal hasta el Diccionario ilustrado de términos taurinos (1987) de Nieto Manjón (de forma tradicional, era estoque el término recogido en los diccionarios para este valor). Los tipos de espada de torear se denominan con los complementos de descabellar (sinónimo de verduguillo) y con el modificador simulada o el complemento de ayuda (sinónimo de estoque simulado o deayuda o, sencillamente, ayuda). Por metonimia, de este valor surge 'torero que mata a un toro clavándole una espada', documentado en 1785, con el adjetivo antepuesto primera, en el tomo cuarto del Memorial literario, instructivo y curioso de la Corte de Madrid, y consignado por primera vez (igualmente como primera espada) en la edición de 1791 del DRAE. La naturaleza reglamentaria y tradicional del ámbito del toreo acusa toda una jerarquía manifiesta en los distintos tipos de matador, referidos con los modificadores medio, primer, segundo y tercer (incluso cuarto, quinto, etc.), así como en su variante femenina. A su vez, de este valor se origina, en un mecanismo de extensión del significado, la acepción 'miembro sobresaliente de un grupo, equipo o entidad', que se concreta en testimonios con los mismos modificadores que los del torero (a excepción del adjetivo medio o media); se documenta, como "primeros espadas", en la obra En la brecha (1878) de C. Suárez Bravo. La última arma a que, por restricción de significado, refiere la voz espada se encuentra en el valor 'en ciencia ficción, arma semejante a una espada, formada por una empuñadura y uno o varios haces de luz', documentado desde 1977, en un artículo de P. Crespo del diario ABC (Madrid). Asimismo, por metáfora, espada es la denominación para ciertos peces: 'pez marino de hasta 4,5 metros de longitud, de cuerpo robusto, largo y casi cilíndrico, color negruzco, pardo o azul oscuro en la parte dorsal y más claro o blanco en la ventral, caracterizado por un maxilar superior en forma de espada de sección plana u ovalada', sinónimo de espadarte y espadón, se atestigua en 1599, en el Libro del arte de cozina de D. Granado, y se consigna por vez primera en el Vocabularium Hispanicum Latinum et Anglicum (1617) de Minsheu; 'pez marino de hasta 2 metros de longitud, de cuerpo largo y comprimido terminado en un corto filamento, piel de color plateado, y sin escamas', sinónimo de machete y sable, se documenta en 1970, en el trabajo de M. Alvar "Ictionimia y geografía lingüística" de la Revista de Filología Española (Madrid), si bien lo consigna antes Lozano en Nomenclatura ictiológica (1963); por último, en estas dos mismas fuentes, se documenta también por primera vez 'pez marino de hasta 2 metros de longitud, de cuerpo largo y comprimido, piel de color plateado, aleta caudal ahorquillada de puntas negras, y sin escamas', sinónimo de espadarte. Asimismo, se encuentra atestiguado el valor metafórico 'planta herbácea perenne de la familia de las tifáceas, de hasta 3 metros de altura, de tallos cilíndricos y erectos, hojas planas, largas y delgadas, y pares de flores carnosas superpuestas formando una espiga, ancha y oscura la inferior y más estrecha y amarillenta la superior' en 1802, en la traducción de J. F. Bahí de Elementos de la nomenclatura botánica, y sistema sexual de las plantas de J. J. Plenk, y consignado en el Diccionario general de americanismos (1942) de Santamaría. De la acepción del palo o manjar de espadas, y a través de un proceso de sinécdoque, se registra el valor 'carta de espadas', documentado en Sátiras (c1618) de Lope de Vega, y recogido en la edición de 1803 del DRAE. De este mismo, tras una restricción de significado, surge la acepción 'as de espadas', sinónimo de espadilla, espadachín y espadón, que se atestigua en 1643, en Bellaco sois, Gómez, de Tirso de Molina, y se consigna en la edición del DRAE de 1732. Por otra parte, en el ámbito textil, espada tiene el valor 'pieza del telar de bordes redondeados y generalmente xde madera, que sirve para separar los hilos de la urdimbre, o para golpear y apretar el hilo en la elaboración de la trama', documentado en Memoria de las palmas conocidas en este Nuevo Reino de Granada, escrita en 1793 por un sacerdote de nombre desconocido. Una vez más, la metáfora es el origen de algunos otros valores de la voz: como 'mandato o poder ejercido por la fuerza de las armas', se atestigua en un artículo anónimo de 1822, en el Diario Constitucional de Barcelona (Barcelona), y se consigna en el Diccionario de argentinismos, neologismos y barbarismos (1911) de Segovia; restringida al ámbito jergal, como 'instrumento curvo y puntiagudo en uno de sus extremos, que se emplea para abrir una cerradura en sustitución de la llave', documentado en Los malhechores de Madrid (1889), de M. Gil Maestre, y consignado en Vagabundos de Castilla (1903), de Díaz-Caneja; circunscrito a Puerto Rico, como 'pluma de la cola del gallo que destaca por su longitud', atestiguado en El Español en Puerto Rico (1948), de T. Navarro Tomás, y consignado en Del español jíbaro. Vocabulario (1979), de Díaz Montero; o, por último, propio de Nicaragua, España y México, el valor 'órgano copulador y miccionador del hombre y de algunos animales de sexo masculino', en el trabajo "Voces de connotación sexual" de E. Peña Hernández y J. Ycaza Tigerino, publicado en la Memoria del sexto congreso de la Asociación de Academias de la Lengua Española (1974), celebrado en Caracas, en 1972.

En diversos repertorios lexicográficos se consignan una serie de acepciones: 'en la Filosofia Hermetica, fuego' (Diccionario castellano con las voces de ciencias y artes y sus correspondientes en las tres lenguas francesa, latina e italiana de Terreros Pando, 1787); 'flecha [| distancia de los puntos de una curva]' (Diccionario de arquitectura civil de Bails, 1802); 'espadilla [| timón provisional que se forma con los recursos de a bordo para suplir la falta del original' (Diccionario marítimo español de O'Scandal, 1831); circunscrita al área oriental española y a Chile, 'la pieza mediante la cual el espeque de un molino está articulado con el poste vertical o peón' (Vocabulario de palabras usadas en Álava y no incluidas en el Diccionario de la Real Academia Española de Baráibar Zumárraga, 1903); restringida a Cantabria (España), 'cada una de las cuerdas que cruzan el ñul, una por cada lado de la olla, en el carro del país' (El habla de Castro [Santander] de Sánchez Llamosas, 1982); propia del área oriental de España, 'terrón húmedo de forma alargada' (ALEANR de Alvar, 1983); circunscrita a Colombia, 'variedad de fique' (ALEC de Montes Giraldo, Figueroa, Mora, y Lozano, 1986); restringida al subárea canaria, 'cinta, pez teleósteo perciforme, de cuerpo acintado, terminado en una especie de látigo y con las aletas dorsal y anal muy largas' (Diccionario diferencial del español de Canarias de Corrales Zumbado, Corbella Díaz y Álvz Mtz, 1996) y, propia del área leonesa española, 'úsase en plural, vara de la linaza' (Léxico del leonés actual de Le Men, 2005). Consignadas por vez primera en el Diccionario enciclopédico de la lengua española (1853) de Gaspar y Roig son las acepciones 'nombre que se le dá al que es muy flaco y alto, o solamente flaco', 'nombre vulgar del gladiolo' y 'nombre vulgar del SOLEN [| género de moluscos conchíferos dimiarios de la familia de los solenáceos]'. En el Vocabulario navarro de Iribarren, por su parte, se consignaron 'cuchillo de madera que se emplea en la elaboración del queso, para cortar y desmenuzar la cuajada antes de meterla en la quesera' (ed. 1952), así como 'instrumento en forma de espada para despuntar las viñas' (ed. 1984), circunscritas ambas al área oriental española.

A su vez, espada se integra en diferentes unidades pluriverbales. Así, se documentan las siguientes locuciones verbales: entrar con espada en mano, con la acepción 'manifestarse [una enfermedad] o empezar [alguien o algo] con violencia, intensidad o determinación', se atestigua en 1611, en Discursos medicinales, de J. Méndez Nieto; irse detrás de la espada, con el valor 'ejecutar [un torero] la estocada con destreza en el lance final de matar al toro', en 1903, en un artículo anónimo del periódico El Imparcial (Madrid); meter [a alguien] la espada hasta la guarnición (o el puño), como 'abatir o apretar [a alguien] con razones u ocasionar un daño o un sentimiento intenso', se localiza por vez primera en 1772, en el tomo IV de las Cartas familiares del P. Joseph Francisco de Isla escritas a su hermana Doña María Francisca de Isla y Losada y a su cuñado D. Nicolás de Ayala; la locución meter (o pasar, o llevar) a (por la) espada, con la acepción 'dar la muerte [a alguien], especialmente tras un asalto militar', se atestigua en torno a 1200, en La fazienda de Ultra Mar de Almerich; quedarse [alguien] a espadas, de uso coloquial, como 'perder en un juego todo lo que se tiene', que se consigna por primera vez en la edición del DRAE de 1803, así como en su otra acepción 'quedarse en blanco'; la forma sacar la espada [por alguien o algo], con el valor de 'salir en defensa o procurar el éxito [de alguien o de algo]', se documenta en 1707, en Manual christiano, compuesto por el M. R. P. Fr. Alexandro de la Madre de Dios, del Orden Descalzo de la Santísima Trinidad, Rendencion de Cautivos; y, por último, salir [alguien] con su media espada, como 'intervenir [en una conversación o en un acontecimiento] mostrando desconocimiento o interrumpiendo con una impertinencia', se registra en 1662, en Soplos en defensa de la Pura Concepcion de Nuestra Señora la Virgen Maria, de Fr. P. Concepción. Otras formas complejas que incluyen el sustantivo espada se corresponden con las locuciones adverbiales con la espada desnuda, con la acepción 'con resolución, por todos los medios', atestiguada en un artículo de 1895 de L. Taboada, en el diario La Región (Orihuela); con las espadas en alto, para la que se dan las acepciones 'sin resolver un enfrentamiento entre dos o más contendientes', documentada en un artículo anónimo de 1898 de La Dinastía (Barcelona), y 'en conflicto por no haberse resuelto un enfrentamiento', en otro artículo anónimo del Diario de la Marina (Madrid); y, finalmente, entre la espada y la pared, con el valor 'en situación forzosa y comprometida ante dos alternativas difíciles' registrada desde 1728, en Memorial que presenta al Rey Nuestro Señor (que Dios guarde) el Conde de Mahony, Coronel del Regimiento de Dragones de Edymburgo, de D. J. Mahony Weld. A su vez, se documentan varias locuciones sustantivas: espada de Damocles (o damocliana), para designar 'hecho o situación que supone un peligro o una amenaza persistente de un mal para alguien o para algo', se atestigua en La Eumenia o La madrileña (1805), de G. Zavala Zamora; espada de dos filos (o de doble filo), usada con el valor 'cosa, hecho o situación que da o puede dar un resultado opuesto al que se pretende, o bien ambos a la vez' , se registra en 1813, en el tomo segundo de la traducción anónima de Ciencia de la legislación, de C. Filangieri; espada de Judas (o del diablo, o de suegra, o del rey), como 'planta herbácea perenne de hasta 60 centímetros de altura, de hojas lanceoladas, erectas, carnosas, agudas, con líneas transversales, de color verde oscuro y verde claro, con bordes endurecidos rojizos o anaranjados, y flores blancas o verdosas dispuestas en racimo', se circunscribe a El Salvador, Costa Rica y Honduras y se documenta en 1949, en un artículo anónimo de World Trade in Commodities (Washington D.C.), si bien se consigna primero en el Diccionario general de americanismos (1942) de Santamaría; espada de San Jorge se refiere a la 'planta herbácea perenne de hasta 1,2 metros de altura, de hojas lanceoladas, erectas, carnosas, agudas, con líneas transversales y de color verde y amarillo, y flores blancas o verdosas dispuestas en racimo', y se atestigua en un artículo de 1956 de T. G. Gracia Ibars, en CNT (Toulouse); y, por último, las espadas en alto, como 'situación de tensión o desacuerdo entre dos partes susceptible de agravarse o pendiente de resolución', registrada en un artículo anónimo de 1913, publicado en el Diario de Valencia (Valencia).

Finalmente, otras unidades pluriverbales solo se han documentado en repertorios lexicográficos. Así, las sustantivas la espada de la justicia, con el valor 'la magistratura encargada de la aplicación de la ley penal'(Diccionario de argentinismos, neologismos y barbarismos de Segovia, 1911), y media espada, como'persona que no es muy diestra en la profesión que ejerce' (Nuevo diccionario de la lengua castellana de Salvá, 1846); y varias locuciones verbales, como ceñir espada (Diccionario de argentinismos, neologismos y barbarismos de Segovia, 1911), o las consignadas por vez primera en la edición del DRAE de 1817: como ceñir [a alguien] la espada ('ponérsela por primera vez al armarlo caballero')y tirar [alguien] de la espada ('desenvainarla para reñir'); también a esta edición pertenecen las del ámbito de la esgrima, como asentar la espada ('dejar el juego y poner la espada en el suelo'), desguarnecer la espada ('quitar o hacer perder a alguien la pieza que sirve de defensa a la mano, que comúnmente se llama guarnición'), librar la espada ( 'no consentir el atajo del contrario, sino sacar la espada de debajo para tenerla libre'), presentar la espada ( 'ponerla recta, oponiéndose al contrario'), tender [alguien] la espada ('presentarla rectamente al adversario'),y las del ámbito militar como presentar la espada ( 'hacer con la espada el saludo militar al rey o a la bandera')o rendir la espada [un oficial] ('entregarse prisionero, dando en señal su espada al jefe de la tropa enemiga').

  1. ac. etim.
    s. m. y f. Arma blanca larga y recta, generalmente con dos filos y punta aguda, guarnición y empuñadura.
    docs. (1090-2022) 911 ejemplos:
    • c1090 Anónimo "Repartición de los bienes" [1956] p. 43 Orígenes del español Esp (BD)
      De illa partigon que feci senigor Sango Garcece. Ad Galino Acenarece era lorika, ero kabalo, era espata. Ad Sango Scemenones ero kabalo, era mulla, era espata, ero ellemo.
    • 2022 Arana, F. "Longinus" Pluma Caly Ar (CORPES)
      Siendo muy joven di claras muestras de mi capacidad para la pelea. No tenía temor por nada. Era bueno en el combate cuerpo a cuerpo. Terriblemente bueno. Muy fuerte. No se ha visto peleador con espada, puñal o jabalina como lo era yo. Y tan endiabladamente bueno era en el combate que todos me respetaban. Amaba ir al frente en cada una de las batallas que fueron llegando una a una a mí. Fui parte de las campañas de expansión de Roma. Luchaba para el César. Todo por el César. Conocí la verdadera gloria... Toda. Y yo era bravo. Educado con metal. Carecía de modales. Pero usted sigue pensando errado sobre el contenido de la bolsa, y sobre mi identidad...
    • c1090 Anónimo "Repartición de los bienes" [1956] p. 43 Orígenes del español Esp (BD)
      De illa partigon que feci senigor Sango Garcece. Ad Galino Acenarece era lorika, ero kabalo, era espata. Ad Sango Scemenones ero kabalo, era mulla, era espata, ero ellemo.
    • c1140 Anónimo Poema Cid [1993] 130 Esp (CDH )
      Mio Cid Ruy Díaz por las puertas entrava, / en mano trae desnuda el espada, / quinze moros matava de los que alcançava; / gañó a Castejón e el oro e la plata. /
    • 1292-1293 Anónimo Castigos [2001] 78 Esp (CDH )
      La tu espada sea justiçia que así commo la espada taja egual mente tan bien del vn cabo commo del otro, así la justiçia sea egual e tajada en la tu mano que se non acueste más del vn cabo que al otro.
    • 1327-1332 Juan Manuel LEstados [1981] 325 Esp (CDH )
      Et toda via deue traer el espada consigo: lo vno, por que es avito de los que an de beuir por caualleria; lo otro, por que en el espada ha arma et armadura: arma para ferir et armadura para se defender.
    • 1482-1492 Rdz Montalvo, G. Amadís I y II [1991] 1136 Esp (CDH )
      Cuando el gigante lo vio, puso mano a spada para lo matar, y diose con ella en la una pierna tal ferida, que toda la tajó, y cayo en el suelo, y a poco rato fue muerto.
    • 1517 Torres Naharro, B. Ymenea [1994] 450 Propaladia Esp (CDH )
      BOREAS ¡O, que haga mal viaje / quien en tan fuerte jornada / y en tal congoxa me mete! / Pues honbre de mi linaje / nunca supo qué era espada / ni broquel ni cosalete. / Yo también soy más que loco / por venir en tal lugar, / pues que no quiero matar / ni que me maten tanpoco. ELISOCuerdo eres, / hagamos lo que quisieres.
    • a1554 Anónimo Lazarillo [1994] Esp (CDH )

      La mañana venida, levantámonos, y comienza a limpiar y sacudir sus calzas y jubón y sayo y capa; y yo que le servía de pelillo. Y vísteseme muy a su placer, de espacio. Echéle aguamanos, peinóse y púsose su espada en el talabarte y, al tiempo que la ponía, díjome:

      —¡Oh, si supieses, mozo, qué pieza es ésta! No hay marco de oro en el mundo por que yo la diese. Mas ansí ninguna de cuantas Antonio hizo no acertó a ponelle los aceros tan prestos como ésta los tiene.

    • c1568-1575 Díaz Castillo, B. HNueva España [1982] 8 Esp (CDH )
      [...] y a las voces que dio el cacique, los escuadrones vinieron con gran furia, y comenzaron a nos flechar de arte, que a la primera rociada de flechas nos hirieron quince soldados, y traían armas de algodón, y lanzas y rodelas, arcos y flechas, y hondas y mucha piedra, y sus penachos puestos, y luego tras las flechas vinieron a se juntar con nosotros pie con pie , y con las lanzas a manteniente nos hacían mucho mal. Mas luego les hicimos huir, como conocieron el buen cortar de nuestras espadas, y de las ballestas y escopetas el daño que les hacían; por manera que quedaron muertos quince dellos.
    • 1605 Hidalgo, G. L. Diál entretenimiento [2007] Esp (CDH )
      Ido el toro, se comenzaron a dar matraca, y dijo el que estaba debajo de la albarda al que estuvo en la carreta, que se maravillaba mucho que siendo caballero de hábito en el pecho y espada en la cinta, se hubiese acobardado debajo de una carreta.
    • 1640-1644 Calderón Barca, P. Alcalde Zalamea [1998] Esp (CDH )
      Don Lope(Aparte.) A la puerta / de la calle ¿no es mi cuarto? / Y en él ¿no está una rodela?Crespo(Aparte.) ¿No tiene puerta el corral, / y yo una espadilla vieja? Don LopeBuenas noches.CrespoBuenas noches. /
    • 1726 Feijoo, B. J. Theatro crítico universal, I [1998] Esp (CDH )
      Por esso Dionysio, Tyrano de Sicilia, desengañó oportunamente al otro embidioso de su felicidad, haziéndose sentar a vn espléndido banquete debaxo de la punta de vna espada, que pendía de frágil hilo sobre su cuello, y dándole a conocer, que esse puntualmente era el estado en que le tenía su fortuna.
    • 1747 Juan, J. / Ulloa, A. Noticias América [1985] Perú (CDH )
      Allí fue preciso, para armar los tres regimientos que levantó el virrey marqués de Villagarcía, dos de caballería de a 500 hombres y uno de infantería de 1.000 hombres, que se fabricasen en Lima las espadas para los primeros; pero, como no había quien lo supiese hacer con perfección, después de haber consumido en ellas muy considerables sumas, quedaron con temple tan malo que continuamente se rompían en los ejercicios, y tan pesadas que no se podían manejar. No hubo igual providencia para suplir la falta de armas de fuego, pues, aunque el virrey dispuso que se comprasen todas las que hubiese, sin poner más límite en los precios que la voluntad de los que las vendían, nunca se pudieron completar, a mucha diferencia, las que se necesitaban, y con particularidad las pistolas para la caballería, que no se les pudo proveer de ellas hasta que de Buenos Aires se remitieron al inicio de 1743 las que había llevado la escuadra que comandaba don José Pizarro. Pero como era general la falta en todos aquellos reinos y fue preciso que quedasen algunas en Buenos Aires, otras en Chile, y que se remitiesen otras a Panamá, aunque se suplió con ellas lo más preciso, no lucieron en ningún paraje, y menos que en todos en las ciudades de Valles, adonde no alcanzaron, siendo el único paraje de lo interior del país adonde se enviaron, a la provincia de Tarma, por la urgencia que había de armar gente contra los indios sublevados. Pero para que mejor se conozca cuán escasas estaban, nos parece conveniente dar noticia de los socorros que el virrey envió para contener aquella sublevación, que aunque parecerán pequeños, porque en realidad lo son, eran cuantiosos respecto al estado en que se hallaban aquellos reinos.
    • 1737-a1754 Luzán, I. Poética [1977] Esp (CDH )
      Sabía, por ejemplo, el P. Ceva que los arcos, las saetas, las espadas, los venenos y las bombas fueron invenciones de los hombres; pero, su feliz fantasía le sugirió un origen más grande, más maravilloso y no inverisímil.
    • 1774-1775 Requena, F. Descripción Guayaquil [1984] Ecuador (CDH )

      Fuera de estas seis poblaciones, hay por sus campos 256 casas habitadas por los hacendados que tienen en ellas sus siembras y ganados: con esta gente y con la que se ha dicho hay en los pueblos, se numeran en este partido 5.045 almas, entre ellas 1.121 hombres capaces de tomar las armas, los 269 blancos y los demás indios, pardos y mestizos; todos tienen sus lanzas y machetes, y sólo se encuentran entre toda esta gente 28 escopetas y algunas espadas y sables.

    • 1790-1796 Jovellanos, G. M. Memoria policía [1997] Esp (CDH )
      Lidiábase en los torneos a pie y a caballo, con lanza o con espada, en liza o en campo abierto, y con variedad de armaduras y de formas. La justa era de ordinario una parte del espectáculo, a veces separada, y siempre más frecuente, como que necesitaba de menor aparato y número de combatientes. Distinguíase del torneo en que éste figuraba una lid en torno de muchos con muchos, y aquélla una lid de encuentro de hombre a hombre. Y otro tanto se puede decir de los juegos de caña y sortija, porque estas diversiones, juntas o separadas, admitían un mismo ceremonial y unas mismas leyes con más o menos pompa, según el lugar y la ocasión con que se celebraban.
    • c1806 Jovellanos, G. M. Descripción castillo Bellver [1970] 323 Esp (CDH )
      Y allí en fin el humilde Bendinat, do el héroe fatigado reparó sus fuerzas, recompensando el beneficio con la ilustre memoria que dejó a su nombre. Escenas memorables, cubiertas de sangre y de gloria, que Mallorca verá con ternura y respeto mientras obedezca a los descendientes del gran Príncipe que las ganó con la punta de su espada.
    • 1844 Gil Carrasco, E. Señor Bembibre [1989] Esp (CDH )
      Traía calzadas unas grandes espuelas de oro, espada de rica empuñadura y pendiente del cuello un cuerno de caza primorosamente embutido de plata, que resaltaba sobre su exquisita ropilla obscura, guarnecida de finas pieles. En una palabra, era uno de aquellos hombres que en todo descubren las altas prendas que los adornan, y que involuntariamente cautivan la atención y simpatía de quien los mira.
    • 1849 Fernán Caballero Gaviota [1997] Esp (CDH )

      Vestía chaqueta y pantalón de basto paño pardo, chaleco de piqué de colores moribundos, *adornado de algunos zurcidos, obras maestras en su género, faja de lana encarnada, como las gastan las gentes del campo, sombrero calañés de ala ancha, con una cucarda, que había sido encarnada y que el tiempo, el agua y el sol habían vuelto de color de zanahoria. *En los hombros de la chaqueta había dos estrechos galones de oro problemático, destinados a sujetar dos charreteras. Y una espada vieja, colgada de un cinturón ídem, completaba este conjunto medio militar y medio paisano.

    • 1861 Castelar, E. Discurso 13/05/1861 [1861] 236 Discursos Esp (CDH )
      El señor Saavedra, valiente, soldado, hábil orador, profundo matemático, fiel reflejo de aquellos caballeros de los siglos décimo quinto y décimo sesto, que asi manejaban la pluma como la espada, ha puesto con gran acuerdo el fin del progreso en la armónica aplicacion de todas nuestras facultades á la vida.
    • a1896 Silva, J. A. Sobremesa [1996] Colombia (CDH )
      Sobre el rojo de la pared, cubierta con opaco tapiz de lana, brillaban las cinceladuras de los puños y el acero terso de las hojas de dos espadas cruzadas en panoplia sobre una rodela, y destacándose del fondo oscuro del lienzo, limitado por el oro de un marco florentino, sonreía con expresión bonachona, la cabeza de un burgomaestre flamenco, copiada de Rembrandt.
    • 1902 Valle-Inclán, R. M. Sonata otoño [1996] Esp (CDH )

      Concha estaba perdida en el laberinto, sentada al pie de la fuente y llorando sin consuelo. En esto se le apareció un Arcángel: No llevaba espada ni broquel: Era cándido y melancólico como un lirio: Concha comprendió que aquel adolescente no venía a pelear con Satanás. Le sonrió a través de las lágrimas y el Arcángel extendió sobre ella sus alas de luz y la guió...

    • 1930-1948 Asturias, M. Á. Leyendas Guatemala [1977] Guatemala (CDH )
      De improviso sintió caer sobre sus hombros la capa aventurera, la espada ceñida a su cintura, la bota a su pierna, la espuela a su talón, la pluma a su sombrero.
    • 1962 Mujica Láinez, M. Bomarzo [1996] Argentina (CDH )
      Girolamo había desclavado de las panoplias algunas piezas de armaduras —unas manoplas, una rodela, un casco de los denominados borgoñotas, una espada, una gola decorada con ataujías— y, vistiéndolas y ciñéndolas, daba grandes pasos y lanzaba voces roncas, como si fuera uno de los condottieri de nuestra estirpe, el condottiero que aspiraba a ser. Su estatura y su vigor, excepcionales para sus quince años, le permitían pavonearse así, a pesar de la carga de hierro. En cambio Maerbale, que tenía diez años, se había improvisado un manto de cardenal con un raído género púrpura; se había colgado del cuello la cruz bizantina que le había regalado nuestro abuelo y, con el don mímico que lo caracterizaba, se divertía imitando al cardenal Franciotto y distribuía a diestro y siniestro exageradas bendiciones, a las que añadía unos macarrónicos latines, muy distintos de los que nos enseñaba porfiadamente nuestro preceptor, Messer Pandolfo.
    • 1975 Mendoza, E. Caso Savolta [1994] Esp (CDH )
      Había policías estacionados en las aceras y en el cruce se veían jinetes con capa, espada y tricornio. Al paso del matrimonio los policías los miraban con recelo. Cerca de la plaza oyeron un ruido sordo y el suelo empezó a trepidar. Se arrimaron a la tapia de una villa. Por la cuesta subían caballos y carrozas. Los policías apostados en las aceras se llevaron las manos al cinto, alertados al menor imprevisto.
    • 1994 Solares, I. Nen [1994] 19 México (CDH )
      Con aquel sol inquebrantable que los seguía, brillaban las armaduras, las espadas, las ballestas, como recién salidas de la armería. El relincho de los caballos, el ladrido de los perros, hasta el balido de un carnero, que subía lastimoso de las bodegas, delataban unos corazones convulsos, como los corazones de todos los que iban en la nave.
    • 2002 Mtz Salguero, J. Combate místico [2002] Bolivia (CDH )
      La espada le cortó en la frente abriéndole una herida. La sangre le impedía ver.
    • 2005 Iwasaki, F. Neguijón Perú (CDH )
      Si había pelea, motín o venganza, les convenía esconderse o simplemente alejarse del zafarrancho, pues Linares y el «Muñones» habían sobrevivido gracias a su talento para escribir memoriales y billetes de amor, y no precisamente por sus habilidades con la espada o los puñales.
    • 2022 Arana, F. "Longinus" Pluma Caly Ar (CORPES)
      Siendo muy joven di claras muestras de mi capacidad para la pelea. No tenía temor por nada. Era bueno en el combate cuerpo a cuerpo. Terriblemente bueno. Muy fuerte. No se ha visto peleador con espada, puñal o jabalina como lo era yo. Y tan endiabladamente bueno era en el combate que todos me respetaban. Amaba ir al frente en cada una de las batallas que fueron llegando una a una a mí. Fui parte de las campañas de expansión de Roma. Luchaba para el César. Todo por el César. Conocí la verdadera gloria... Toda. Y yo era bravo. Educado con metal. Carecía de modales. Pero usted sigue pensando errado sobre el contenido de la bolsa, y sobre mi identidad...
    • c1090 Anónimo "Repartición de los bienes" [1956] p. 43 Orígenes del español Esp (BD)
      De illa partigon que feci senigor Sango Garcece. Ad Galino Acenarece era lorika, ero kabalo, era espata. Ad Sango Scemenones ero kabalo, era mulla, era espata, ero ellemo.
    • c1140 Anónimo Poema Cid [1993] 130 Esp (CDH )
      Mio Cid Ruy Díaz por las puertas entrava, / en mano trae desnuda el espada, / quinze moros matava de los que alcançava; / gañó a Castejón e el oro e la plata. /
    • c1200 Almerich Fazienda Ultra Mar [1965] 48 Esp (CDH )
      Respuso Ysaac e dyxo: "De grossura de la tierra * e del ruçio de los cielos sera tu bendicion. Sobre tu espada bivras e a tu ermano serviras, e sera quant podestares * e solveras * so jugo de sobre tu cerviz".
    • c1200 Almerich Fazienda Ultra Mar [1965] 59 Esp (CDH )
      Dyxo Israel a Josep: "Ahe yo me muero, e sera Dios conbusco e tornarvos a a la tierra de vuestros parientes. Yo te do una tierra sobre tus ermanos que conquis de mano de Amorreum con my espada e con my arco".
    • c1215 Anónimo Vida Egipcíaca [1972] 65 Esp (CDH )
      Que assí le era assemejant / que veyé huna gente muy grant / en semejança de caualleros, / mas semejábanle muy fieros. / Cada uno tenié la su espada, / menazábanla a la entrada. / Cuando querié adentro entrar, / ariedro la fazién tornar. /
    • c1230 Berceo, G. Vida SMillán [1992] 237 Esp (CDH )
      Avién caras angélicas e celestial figura, / descendién por el aer' a una grand pressura, / catando a los moros con turba catadura, / espadas sobre mano, un signo de pavura. /
    • c1237 Anónimo LDoce Sabios [1975] 92 Esp (CDH )

      El quartosabio dixo: "Piadad es ordenada contriçiónquesale de las entrañas". El quintosabio dixo: "Piadad es espada de vençimiento de los pecados". El sesto sabio dixo: "Piadad es amor divinal". El seteno sabio dixo: "Piadad es morada gloriosa".

    • c1240 Anónimo LApolonio [1992] 119 Esp (CDH )
      Fendió su vestido luego con su espada, / dio al rey el medio & leuólo a su posada; / diol' qual çena pudo, non le ascondió nada, / auìa meior çenada en algu na vegada. /
    • p1228-1246 Berceo, G. Sacrificio misa [1992] 995 Esp (CDH )
      La puerta que non era de la sangne pintada, / non era por salut de los de la posada; / en la mayor persona primero engendrada, / luego metié el ángel en ella la espada. /
    • p1228-1246 Berceo, G. Sacrificio misa [1992] 1007 Esp (CDH )
      Ruégalo que le plega tant con esta oblada, / como la que le ovo sant Melchissedech dada, / o como la que·l ovo Abraham presentada, / quando querié al fijo matar con la espada. /
    • a1250 Anónimo Bocados [1971] Esp (CDH )
      ¿Quál es la cosa quo es más aguda que espada? E dixo: La lengua del mal ome.
    • 1240-1250 Anónimo LAlexandre [2007] 151 Esp (CDH )
      Maguer colpado seas non des por ello nada, / torna en la fazienda e fier bien del espada; / miémbrete cómo peches a Dario la soldada / de las ontas quet fizo en la tu encontrada. /
    • c1250 Anónimo LBuenos Proverbios [1971] Esp (CDH )

      E dixo Socrates: — La verdat que departe entre los omnes las cosas es segunt espada entre las materias.

    • c1250 Anónimo LBuenos Proverbios [1971] Esp (CDH )
      Guardate de la ynbidia y del enbidioso y sy tu non metieres mientes en sus palabras nin en sus dichos, quebrantarle as en su coraçon y limaras su agudeza y demostraras sobre el espadas de sufrençia y con ellas te vengaras del.
    • 1251 Anónimo Calila [1984] Esp (CDH )

      — Non te entremetas de enderesçar lo que se non enderesça, nin de abivar lo que se non abiva, nin de castigar nin de enseñar al que se non castiga; ca la piedra que se non puede tajar non la pruevan con las espadas, et el fuste que se non puede dolar non se entremete ninguno de lo encorvar.

    • 1251 Anónimo Calila [1984] Esp (CDH )

      Et sepas qu' el açadón corta el árbol et nasçe; et el espada taja la carne et quebranta el hueso et sobresana et suéldase; et la llaga de la lengua nunca sana.

    • 1246-1252 Berceo, G. Milagros Nuestra Señora [1971] 72 Esp (CDH )
      Fueron en un acuerdo toda essa mesnada, / qe fueron engannados enna mala lazada, / mas qe lo degollassen con foz o con espada, / por un ladrón non fuesse tal villa afontada. /
    • a1253 Anónimo FNovenera (BUS ms. 2652) [1995] fol. 5r Esp (CDH )
      Un hermano a otro por patrimonio / que tienga o por mueble o por / heredat non puede dar candela. Johan / cauero tayllo el dedo a Semen / caluo con la espada. et peyto .lx. sueldos. / De fiaduria de homizidio.
    • c1253 Anónimo Sendebar [1989] Esp (CDH )
      E en esto vino el marido, e llamó a la puerta e dixo al amigo: — Toma tu espada en la mano e párate a la puerta del palaçio e amenázame e ve tu carrera e non fables ninguna cosa.
    • c1253 Anónimo Sendebar [1989] Esp (CDH )

      E él fízolo así e fue e abrió la puerta a su marido e quando vio su marido estar el espada sacada al otro en la mano, fabló e dixo: — ¿Qu' es esto?

      E él non respondió nada, e fue su carrera. E el marido entró al palaçio a su muger e dixo: — ¡Ay, maldita de ti! ¿Qué ovo este omne contigo, que te salle denostando e amenazando?

    • a1260 Anónimo Macabeos (Esc. I-j-6) [1930] 306 Esp (CDH )
      Los uieios della despeçados son en las calles, e los sos iouenes murieron en espada de los enemigos. Q ual yente no eredo el regno della, e no leuo muchos despoios della?
    • a1260 Anónimo Nuevo Testamento (Esc. I-j-6) [1970] Esp (CDH )
      ¡Ay de las prennadas e de las nodriças en aquellos dias! ca sera grand quexa sobre tierra, e ira a este pueblo; e cadran en boca despada, e seran leuados en catiuerio por las yentes; e Iherusalem sera follada de las yentes estrannas, fasta ques cumplan los tiempos de la naciones.
    • a1260 Anónimo Nuevo Testamento (Esc. I-j-6) [1970] 145 Esp (CDH )
      ¿Assi saliestes cuemo a ladron, con espadas e con porras? E yo estando conuusco cada dia en el templo, no tendiestes la mano en mi; mas esta es la uuestra hora, e poder de tiniebras.
    • a1260 Anónimo Macabeos (Esc. I-j-6) [1930] Esp (CDH )
      E ensancho la gloria de so pueblo, e uistios de loriga assi como gigant, e guarneciosse de armas lidiadores en las batallas, e defendie la tierra con su espada.
    • a1260 Anónimo SMateo (Esc. I-j-6) [1962] Esp (CDH )
      El esto fablando, he que uino Iudas, uno de los doze, e co n el grand co mpanna co n espadas e co n porras, que los enuiaran los princeps de los sacerdotes e los uieios del pueblo.
    • 1256-1263 Alfonso X Partida I [1975] 251 Esp (CDH )
      A esta descomulgación llama Sancta Eglesia anathema, que quier tanto dezir cuemo espada del obispo con que deue matar a los que fazen los muy grandes pecados e no se quieren emendar.
    • c1252-1270 Alfonso X Setenario [1945] Esp (CDH )
      Et ffazíanle ymagen de ffierro e teniendo en la mano diestra vna espada e en la otra cabeça de omne colgada por los cabellos commo ssi lo ouyesse descabeçado.
    • c1252-1270 Alfonso X Setenario [1945] Esp (CDH )
      Et esto sse acuerda con lo que dixo Ssant Iohán apóstol e euangelista, que viera a Nuestro Ssennor en los ciellos e quel ssalíe de la boca vna espada que taiaua de amas partes.
    • c1270 Alfonso X Estoria Espanna [2002] Esp (CDH )
      Ellos tomaronle estonce e leuaronle antel rey Leomedon. el rey preguntol por que dixiera aquellas palabras. el dixo que dixiera uerdat. que aquellas gentes passarien por espada. e los edificios por fuego.
    • c1270 Anónimo Romanos (Esc. I-j-2) [1957] 442 Esp (CDH )
      ¿Quien nos partira del amor de Dios? ¿Tribulación? O ¿angustia? O ¿persecución? O ¿fanbre? O ¿desnuedat? O ¿peligro? O ¿espada? Assi como es escrito: «Ca por ti somos amortiguados todo el dia; asmados somos assi como ouejas de matamiento».
    • c1270 Anónimo HTroyana [1976] 231 Esp (CDH )
      [...] e tan grande fue y la buelta e el ferir aquella ora, que quebrantauan las lanças e bolauan las estiellas contra el ayre, e rreteñian las espadas muy fuerte e quebrantauanse muchos escudos e falsauanse muchas lorigas e cayan muchos buenos caualleros a menudo en tierra.
    • c1270 Anónimo Romanos (Esc. I-j-2) [1957] Esp (CDH )

      Si non quieres temer al princep, faz bien e seras loado del. Ca seruidor de Dios es a ti en el bien, et si mal fizieres, auras a temer, que non trae espada sin razon. Siruiente es de Dios e uengador con sanna de aquel que mal faze.

    • c1270 Anónimo HTroyana [1976] 236 Esp (CDH )
      [...] e estos eran onbres muy guerreros, mas auian costumbre de non traer lança nin espada, mas andauan todos a cauallo e armados muy bien, segund que era costunbre de su tierra, e trayan sendos arcos e muy grandes carcajes llenos de saetas.
    • c1275 Alfonso X Gral Estoria I [2002] fol. 3r Esp (CDH )
      [...] ca si al paraíso entrassen de cabo e de la fruta de aquel árvol de saber el bien e el mal comiessen numcua después podrién morir, e esto non querié Dios, puso él en la entrada del paraíso un ángel con una espada de fuego que numcua jamás al lá dexasse entrar a ninguno, nin a ellos nin a otro omne si Dios lo non fiziés.
    • c1275 Alfonso X Gral Estoria I [2002] fol. 28v Esp (CDH )
      E fallaron las maneras de fazer siellas e frenos pora cavalgar, e armas pora lidiar, como espadas e lanças, e escudos e otras, e todo muy apuesto ya.
    • c1275 Alfonso X Gral Estoria II [2003] fol. 13r Esp (CDH )
      Et estando ell en un canpo çerca la cibdat. uio un uaron que estaua de cara contra ell. & tenie en la mano una espada sacada & fue escontra el. & dixol. Eres nuestro. o de nuestros enemigos Respusol el. Non de tos enemigos.
    • 1276 Alfonso X Ochava esphera [2003] Esp (CDH )

      Orionllaman en latin a esta figura que es la segunda de las que son de parte de medio dia. Et en castellano le dizen vrion. Et en arabigo a dos nombres, el primero es elgebar, que quier dezir ualient. Et los astrologos la usan nombrar el geuze. Et a en el .xxxviij. estrellas & son todas de dentro de la forma. Et la primera dellas es la cardena que es en la cabeça [...] La ueynt & nouena es en el mango de la espada. Et la treyntena es la septentrional de las tres que son ayuntadas en el cabo de la espada.

    • 1276 Alfonso X Ochava esphera [2003] Esp (CDH )

      Orionllaman en latin a esta figura que es la segunda de las que son de parte de medio dia. Et en castellano le dizen vrion [...] Et la treyntena es la septentrional de las tres que son ayuntadas en el cabo de la espada.

    • a1280 Alfonso X Gral Estoria III [1994] Esp (CDH )

      Ahé que el lecho de Salomón cercan sessenta fuertes de los muy fuertes de Israel,

      que tienen todos espadas; e ellos muy enseñados a batalla, e la espada de cadaúno sobre su muslo por los miedos de la noche.

    • a1280 Alfonso X Gral Estoria III [1994] Esp (CDH )

      Ahé que el lecho de Salomón cercan sessenta fuertes de los muy fuertes de Israel,

      que tienen todos espadas; e ellos muy enseñados a batalla, e la espada de cadaúno sobre su muslo por los miedos de la noche.

    • c1280 Alfonso X Gral Estoria IV [2002] Esp (CDH )
      [...] & non uos temades del Rey de Babilonna. ca yo so conuusco. & yo uos amparare del que uos non pueda fazer ningun mal. Mas si fueredes en Egypto pora morar y. espada de fortaleza uos comprehendra alla. & peresçredes a fierro & a fambre. & a mucha otra pestilencia.
    • c1280 Alfonso X Gral Estoria IV [2002] fol. 12v Esp (CDH )
      Despues desto fizo aun su figura en otro logar como que estaua el cauallero en so cauallo firiendo un leon con su espada. & el Leon alçando la cabeça contra el. & enfestandos en los pies por le prender.
    • 1283 Alfonso X LAjedrez [2003] Esp (CDH )

      De la figura de Mars.

      Mars ha semeiança de omne mançebo. & uestido de armaduras antiguas de grecia todas uermeias & tiene en la mano derecha una espada sacada de la uayna. & en la otra una cabeça domne colgada por los cabellos frescamientre descabeçada.
    • a1284 Alfonso X Gral Estoria V [2002] fol. 5r Esp (CDH )
      [...] vieron todos commo eran guerras & sallieron la mançebia de las casas a grant priesa & metieron mano a las armas que estauan por los tenplos que ayuntaran ally en los tienpos de las pazes. muchos escudos & lanças & azconas & dardos & espadas orinjentas ya & lidiauan muy fuerte mente.
    • a1284 Alfonso X Gral Estoria V [2002] fol. 7r Esp (CDH )
      [...] yo lo juro por las auenturadas sennas que yo truxe en las tus huestes de diez annos aca & para las tus batallas que tu vençiste de todo enemjgo que sy tu me mandares meter la espada por los pechos de mjo hermano o degollar a mj padre o matar a fierro el mjo fjjo en vientre de mj muger que maguer avn que la mj diestra lo non qujera yo lo conplire todo [...].
    • a1284 Alfonso X Gral Estoria VI [2002] Esp (CDH )
      [...] et mataron muchas yentes, et corrieron con ellos tanto, que ellos mismos se havien á matar, et cinco mill que prendieron por los toller la mui grant ondra de Cavalleria descinieronles las espadas, et desarmaronles et mandaronles que non fuesen Cavalleros, et seis mill que fueran siervos, et con las guerras dexaron sus señores [...].
    • c1285 Anónimo LCien Capítulos [1998] Esp (CDH )
      Con tres cosas se mantiene el regno: con rey e con ley e con espada; con la ley se mantiene el rey e el rey es guarda de la ley, la espada es guarda del rey.
    • c1285 Anónimo LCien Capítulos [1998] Esp (CDH )
      con la ley se mantiene el rey e el rey es guarda de la ley, la espada es guarda del rey.
    • 1292-1293 Anónimo Castigos [2001] 78 Esp (CDH )
      La tu espada sea justiçia que así commo la espada taja egual mente tan bien del vn cabo commo del otro, así la justiçia sea egual e tajada en la tu mano que se non acueste más del vn cabo que al otro.
    • 1292-1293 Anónimo Castigos [2001] 78 Esp (CDH )
      La tu espada sea justiçia que así commo la espada taja egual mente tan bien del vn cabo commo del otro, así la justiçia sea egual e tajada en la tu mano que se non acueste más del vn cabo que al otro.
    • 1284-1295 Anónimo FCuenca [1935] Esp (CDH )
      El cauallero que en la hueste non leuare lança & espada non tome mas de media rraçion; & el peon que non leuare lança & dardo * que non tome nada [...].
    • 1284-1295 Anónimo FCuenca [1935] Esp (CDH )

      Si el cauallero o el peon, el caualleroderrocare *ala puerta del castillo o dela villa aya el cauallo por suyo; & quien cauallero en otro logar derrocare, tome el escudo o la silla o el espada, lo que mas desto se quisiere.

    • a1300 Anónimo Caballero Cisne [1979] Esp (CDH )

      Desque estos niños començaron a andar, e entendían ya, procuravan de fazer todavía armas; e dellos fazían sus bofordos, que cogían dessos árboles que havía aý en el desierto, e los otros fazían sus espadas.

    • a1300 Anónimo Caballero Cisne [1979] 112 Esp (CDH )
      Entonce descendió priado e metió mano a la espada, e llegó a él e cortóle la cabeça con su yelmo. E desque esto ovo fecho, miró a los fieles e preguntóles si avía allí más que fazer; e los fieles dixieron que bastava lo que fecho avía.
    • 1250-1300 Anónimo FGral Navarra. BNM 17653 [2004] Esp (CDH )

      De arras de infançon

      De arras de uillano

      De espada empeynada [...].
    • 1300 Anónimo FAlarcón [2000] Esp (CDH )

      (a) Estas deuen seer las armas de cauallero por fuero: loriga, yelmo, brafuneras, lança, *escudo y espada e cuchillo. (b) Estas mismas armas aya el peon, sacada el espada.

    • 1250-1300 Anónimo FGral Navarra. BNM 17653 [2004] Esp (CDH )
      [...] & por entender que ningun otro rey terrenal no aya poder sobre eyll. cingasse eyl mesmo su espada que es asemblant de cruç. & non deue otro cauero ser feyto aquel dia.
    • 1300 Anónimo FAlarcón [2000] Esp (CDH )

      (a) Estas deuen seer las armas de cauallero por fuero: loriga, yelmo, brafuneras, lança, *escudo y espada e cuchillo. (b) Estas mismas armas aya el peon, sacada el espada.

    • c1300 Anónimo FSalamanca [1916] Esp (CDH )
      Eno mercado de Salamanca, asan Martin, no n lieue neguno lanza ni azcona ni espada, si no n auender; eali la uenda o uenden los astiles; esi otra guisa la troguiere, tomen lela qui q uesier, e peche .ii. mor auedis.
    • c1300 Anónimo FPlasencia [1984-1985] Esp (CDH )

      Por fuero estas sean las armas del cauallero: loriga e yelmo e brafuneras, lança e escudo e dos espadas. Estas sean las armas del peor fueras e una espada.

    • c1300 Anónimo FTeruel [1950] Esp (CDH )
      Estas so n las armas d el cauall ero, seg unt d el fu ero: loriga, brahoneras de fierro, yelmo, escudo et lança et dos espadas.
    • c1300 Anónimo FSalamanca [1916] Esp (CDH )

      Todo om ne que armas portar: lanza o espada o porra o alfange o bolon o cuchielo con pico o otra arma, en Salamanca, p eche .ii. mor auedis.

    • c1300 Anónimo FPlasencia [1984-1985] Esp (CDH )
      Por fuero estas sean las armas del cauallero: loriga e yelmo e brafuneras, lança e escudo e dos espadas. Estas sean las armas del peor fueras e una espada.
    • c1300 Anónimo FTeruel [1950] Esp (CDH )
      Por fu ero todas las armas d el cauall ero aya el peyón, enpero una espada tollida. et quando el reptador o el reptado será ue nçido como es fu ero, faga n d' él como de suso es d ic ho d e los cauall eros. Si por auentura algu no d e los lidiador es otras armas o algú n malf ec ho co n sí leuará al ca npo, por esto caya d el pl eyto.
    • 1300-1305 Anónimo LCifar [2003] Esp (CDH )
      Fijo mío, yo te he dicho que tu enemigo te avía segurado, dígote que no es así, ca esta mañana, quando venía de missa, lo fallé aquí dentro en casa tras la puerta, su espada sacada en la mano, cuidando que estavas aquí en la cibdad y quando quisiesses entrar en casa que te matasse; e por la su desaventura, maté yo a él & cortele la cabeça y las manos y los pies & lançelos en aquel pozo & el cuerpo metilo en un saco y téngolo debaxo mi cama [...].
    • 1300-1305 Anónimo LCifar [2003] Esp (CDH )
      [...] & el uno dellos pensó essa noche de ir a matar al otro en la mañana, ca bien sabía que cada mañana iva a maitines, y tomó su espada & fuelo a esperar tras la puerta de su casa.
    • c1300-1325 Anónimo Cuento Otas Roma [1976] Esp (CDH )
      E desque quebraron las lanças, metieron mano alas espadas, e començaron se adar muy grandes golpes por do se alcançavan.
    • c1300-1325 Anónimo Cuento Otas Roma [1976] Esp (CDH )
      Mas Esmeré puso las espuelas al cavallo, e apretó su espada muy tajador enla mano, e fué ferir a uno dellos por çima del yelmo, quelo fendió todo fasta la çinta, a sý que tajó el arzón dela siella, e el cavallo fué a tierra. Quando esto vieron los griegos, ovieron tal pavor dél quelo non atenderían por ningunt aver del mundo.
    • p1325 Anónimo Avisación [2000] fol. 11r Esp (CDH )
      El rey ma nda a vn cauall ero q ue lo calçe a dyestro e a syniestro, e çyn nenle el espada apretada sobre las ropas en sen nal de prudençia e fortaleza, tenprança e justiçia.
    • 1326 Juan Manuel LCaballero [1981] 45 Esp (CDH )
      Otrosi, la caualleria a mester que sea y el sennor que da la caualleria et el cauallero que la recibe et la spada con que se faze.
    • 1327-1332 Juan Manuel LEstados [1981] 325 Esp (CDH )
      Et toda via deue traer el espada consigo: lo vno, por que es avito de los que an de beuir por caualleria; lo otro, por que en el espada ha arma et armadura: arma para ferir et armadura para se defender.
    • 1327-1332 Juan Manuel LEstados [1981] 325 Esp (CDH )
      Et toda via deue traer el espada consigo: lo vno, por que es avito de los que an de beuir por caualleria; lo otro, por que en el espada ha arma et armadura: arma para ferir et armadura para se defender.
    • 1325-1335 Juan Manuel Lucanor [1994] Esp (CDH )
      Et el que los guardava díxole que cuál cavallo traería, et el infante tornó con esto al rey; et assí fizo por la siella et por el freno et por el espada et por las espuellas.
    • 1325-1335 Juan Manuel Lucanor [1994] Esp (CDH )

      Et él preguntóle cuál cavallo quería et con cuál siella et con cuál freno et cuál espada, et por todas las cosas que eran mester paral cavalgar et quién quería que cavalgasse con él; et assí por todo cuanto cunplía.

    • p1335 Juan Manuel LArmas [1981] Esp (CDH )
      Et en el quarteron bermejo, do anda el castiello de oro, puso el vna ala, et de oro, con vna mano de omne en que tiene vna espada sin bayna; et en el quarteron blanco, en que anda el tos leon, puso a esse mismo leon.
    • p1335 Juan Manuel LArmas [1981] Esp (CDH )

      Et en el primer quarteron bermejo va el ala et la mano et el espada, asi que la primera cosa que va en el quarteron es la espada. Et esta espada sinifica tres cosas: la primera, fortaleza, por que es de fierro; la segunda, justicia, por que cortade amas las partes; la terçera, la cruz.

    • 1330-1343 Ruiz, J. LBuen Amor [1992] 82 Esp (CDH )
      Con grand ira e saña Saúl, que fue rey, / el primero que los jodíos ovieron en su ley, / él mesmo se mató con su espada; pues vey / si devo fiar en ti: ¡a la fe, non, ansí lo crey! /
    • 1330-1343 Ruiz, J. LBuen Amor [1992] 411 Esp (CDH )
      Sobrar a la grand Sobervia, dezir mucha Omildat: / debdo es Temer a Dios e a la su Magestad; / Virtud de Tenperamiento, de Mesura e Onestad: / con esta espada fuerte seguramente golpad [...]. /
    • c1300-1344 Anónimo Crón Moro Rasis [1975] Esp (CDH )

      E quando conbatian la çibdat de Çaragoça, y se conbatian todos los alcaldes e almogavares *e para sy la escogian. *Abdalla, fijo de Vzion, el que llamauan Abumel, la gano toda por su espada.

    • c1300-1344 Anónimo Crón Moro Rasis [1975] Esp (CDH )
      E las gentes de Çaragoça son muy sotiles en sus obras, * e mayormente en telas de panos de seda e de estrumentos e de fazer espadas, * e fazen y panos muy preçiados en bondat que todo el mundo los preçia entre otros mejores, * e qualquier obra que ellos fagan durara por sienpre.
    • a1370 Macías Poesías [1993] Canc Baena Esp (CDH )
      So la tu cruel espada / todo omne es en omildança, / toda dueña mesurada / en * ti deve aver fiança. / Con la tu briosa lança / ensalças toda vileza, / e abaxas la nobleza / del que te ama sin dúdança. /
    • c1370 Anónimo Trat Comunidad (Esc. &-II-8) [1988] Esp (CDH )
      Los quales cavalleros son tenidos a la igl esia, que quando alguno fazen cavall ero, va solepnemente a la igl esia e ofreçe la espada sobrel altar en testimonio que le obliga, e ofreçe a sí mesmo e que servirá co n el cuerpo e con la espada a Dios lealmente e con devoçión.
    • c1348-1379 Anónimo GCrón Alfonso XI [1976] Esp (CDH )
      Gran pesar ovo el rrey de Granada quando supo que los ynfantes estauan atan çerca del, entendiendo que en la su vezindad no ganaua ninguna cosa. * E dio la su seña e el su poder a Ozmin su vasallo, e mandole so el temor de la su espada que fuese frontero contra los ynfantes.
    • c1348-1379 Anónimo GCrón Alfonso XI [1976] Esp (CDH )
      E vn cauallero de la frontera que dezien Joan Ponçe de Cordoua salio de las hazes de los christianos, en su cauallo ginete e su adarga enbraçada e la espada en la mano, e dixo a grandes bozes [...].
    • 1396 Fdz Heredia, J. LMarco Polo [2003] fol. 66r Esp (CDH )
      Et meten a la puerta o a la finiestra vn capel de sol, o su espada, o lo que la muller querra por senyal que strangero ya en lur hostal, car ellos lo reputan a grant honor.
    • 1396 Fdz Heredia, J. LMarco Polo [2003] Esp (CDH )
      Lures armaduras son arcos et lanças et spadas, mas del arco se ayudan mas, car ellos son los millores archeros del mundo.
    • 1385-1396 Anónimo Obra Crón SIsidoro [2003] fol. 63v Esp (CDH )
      E como Victimjro encara con mano armada s'en fues a la eglesia, fue torbado por el acostamjento de los nuestros e el mesquino pusose çaga el altar de Sancta Maria, non por reuerencia del lugar, mas por mjedo de la muert, tenjendo la espada secada en la mano derecha e menaçando a todos de morir.
    • 1385-1396 Anónimo Obra Crón SIsidoro [2003] fol. 63v Esp (CDH )
      E en continent prendieronlo e tiraronle la espada de la mano, e estirazaronlo e cargaronle de grant peso de ligamjentos o cadenas, e batieronlo bien con los companyeros con los quales hauje fecho su esfuerço de deffender la ciudat.
    • c1400 Lpz Ayala, P. Trad Décadas [1982] Esp (CDH )
      1Otrosí non es de olvidar aquel cavallero bienaventurado, esleydo e loado entre los fijos de los omes, rey Don Enrrique, vuestro abuelo, que con la su espada e buena ordenança fizo fechos que non son oy fuera de la memoria de los omes.
    • c1400 Lpz Ayala, P. Crón Pedro y Enrique [1994-1997] Esp (CDH )
      E don Iohan Alfonso tenia ý esse dia tres escuderos, sus criados de quien se fiaua, con otros omnes suyos que estauan aperçibidos e armados de fojas deyuso de los paños, e tenian espadas e bronchas e dizianles al vno, Alfonso Ferrandez de Vargas, que fue despues señor de Burguillos, e al otro Ruy Ferrandez de Escobar, e al otro, Ferrand Garçia de Medina.
    • c1400 Lpz Ayala, P. Crón Pedro y Enrique [1994-1997] Esp (CDH )
      E fizo el rrey alli fazer vn torneo e entro en el e fue ferido el en la mano derecha, de vna punta de espada en guisa que estudo en grand peligro que le non podian tomar la sangre, e estudo ally fasta que sano.
    • c1400 Anónimo Biblia (Esc. I-j-4) Pentateuco [1953] Esp (CDH )
      Et desterro a Adan, e fizo morar de parte de la huerta del parayso los cherubin, al rresplandor del espada la trastornante, para guardar la carrera del arbol delas vidas.
    • c1400 Anónimo Biblia (Esc. I-j-4) Pentateuco [1953] Esp (CDH )
      Et agora toma tus armas, tu espada e tu ballesta, e sal al canpo, e caçame caça. e faz me manjares, segunt yo quiero, e trahemelos, e comere; por que te bendiga mi alma antes que muera.
    • c1400 Anónimo Miraglos Santiago [1990] Esp (CDH )
      E endereçó el pied de la espada por jelo meter por el pecho, mas el buen Apóstol se metió sienpre entre amos e reçibió en tal guisa las colpes que nunca el cavallero sintió nada.
    • c1378-1406 Lpz Ayala, P. Rimado [1987] 229 Esp (CDH )
      Será muy temerosa, aquella grant jornada, / delante el alcalde de la crüel espada; / para el que fuere malo, sentençia esta ý dada; / pregona el pregonero: «¡quien tal fizo, tal pada!".
    • a1409 Imperial, F. Poesías [1993] 265 Canc Baena Esp (CDH )
      [...] tenía en la mano del su coraçón / de oro corona de piedras labrada, / e en la otra mano le vi un espada / e a las espaldas un alto pendón / 51 de oro e de sirgo * e armas realesseda / de la grant España; en derredor d'él / las ocho donzellas tan angelicales / de alvo vestidas, çintas * de laurel. /
    • a1409 Imperial, F. Poesías [1993] 260 Canc Baena Esp (CDH )
      En dones dos joyas le dó muy gentiles / de dos cavalleros que mucho preçiava: / la una es la lança del gentil Archiles, / qu'el fierro fería e e l cuento * sanava, / la otra el espada con que batallava / el muy esmerado Duque de Bullón, * / que en la conquista del alto Sión / tan maravillosos golpes golpava. /
    • 1375-1410 Anónimo GlosariosLatEsp [1936] Esp (NTLLE)
      ensis, espada (T 190, E 1037); rinfus, espada con que guarda el ángel (E 1759); rufus, el espada con que guarda el ángel el paraíso (T 406).
    • 1406-1411 Anónimo Crón Juan II [1982] Esp (CDH )

      E murieron otros treinta e quatro moros de los de pie que se non pudieron acojer al castillo. E tomaron los cristianos en el campo e en la villa çerca de çien cauallos; e fojas e adargas e espadas.

    • 1406-1411 Anónimo Crón Juan II [1982] Esp (CDH )
      Salvo las montañas de Asturias, donde se acoxieron los cristianos que escaparon de la espada de los moros.
    • 1411-1412 Ferrer, V. Sermones [1994] 340 Esp (CDH )
      La quarta rraýz es dar buen enxienplo a los otros; esto es, que el clérigo non deve traer espada nin broquel, nin andar en vandos, nin jogar dados, ca maldicho es el clérigo que solamente en la mano los toma [...].
    • 1379-a1425 Villasandino, A. Poesías [1993] 54 Canc Baena Esp (CDH )
      Mas por la imbi dia, * que non se contenta / el uno del otro en ninguna guisa, / Castilla se pierde pues anda devisa, * / ca trae quebrada su espada orinienta; / e quien la traía en * moros sangrienta / non puede sacarla por mucho orín, / pues ora, * señores, pensad en la fin / e de essa desonr a / * / decada qual sienta. /
    • 1379-a1425 Villasandino, A. Poesías [1993] 54 Canc Baena Esp (CDH )
      La dueña segunda que traye espada, / la mançana ayuso, el quarto * quebrado, / es el Buen Esfuerço, que por su pecado / castellanos pierden de cada vegada; / ca si esta gente fuesse concordada / e fuessen juntados de un coraçón / non sé en el mundo un solo rencón / que non conquistassen con toda Granada. /
    • 1379-a1425 Villasandino, A. Poesías [1993] Canc Baena Esp (CDH )
      Alçe su ira el grant dios de Mares, * / non se rebuelva en sangre Mercurio, / meta su espada el cruel çenturio * / por donde perdidos son los Doze Pares. /
    • 1427-1428 Villena, E. TradEneida Lib. I-III [1994] Esp (CDH )
      E porque el çiervo non retrae la verga después que ha cavalgado, e paresçe su verga a la del ombre más que otro animal e son gibados, por significar esto dixeron que en esta costellaçión estava figura de ombre por el paresçer de la verga, e que tenía espada sacada por el non retraer de la verga, e que traía aljava por la giba, por secretizar estas cosas a los non entendidos.
    • 1427-1428 Villena, E. TradEneida Lib. I-III [1994] Esp (CDH )
      E este Orión es una de las cuarenta e ocho figuras çelestiales que Tolomeu dixo que estavan en la espera, que es figura de un ombre trayente aljava con la espada desnuya en la mano e un río a los pies.
    • 1428 Villena, E. Trat Astrología [1994] Esp (CDH )
      Mas, segúnt Abumasar e Guillermo e Alfragano e otros muchos astrólogos dizen, çiertamente ella non ha en sí algo de claridat, mas esclareçe e toma claridat del sol, bien ansí como una espada açecalada o cristal o otras cosas semejables.
    • c1430 Anónimo Floresta philósophos [1904] Esp (CDH )
      1824. La fuerça de la batalla en la espada yaze.
    • c1430 Anónimo Floresta philósophos [1904] Esp (CDH )
      1360. La locura de la lengua a las espadas es venida.
    • c1422-1433 Guadalfajara Trad Biblia Alba I [1920-1922] Esp (CDH )
      Por ende toma agora tus armas, asy tu espada como tu vallesta, e ve al campo e traeme alguna caça.
    • c1422-1433 Guadalfajara Trad Biblia Alba II [1920-1922] Esp (CDH )
      E judgara entre las gentes e castigara a muchos pueblos, e quebraran sus espadas para dellas fazer legones, e las sus lanças para podaderas, e non alçara gente para gente espada, e non aprenderan mas batalla.
    • c1422-1433 Guadalfajara Trad Biblia Alba I [1920-1922] Esp (CDH )
      E dexterro a Adam e assentolo fuera del parayso deleytoso el angel cherubin (84) con la flamante espada para que guardase el camino del arbol de la vida.
    • 1434 Estúñiga, L. Respuesta Estúñiga caballeros Fabra 88 Documentos Estúñiga Esp (CDH )
      e lo tercero, que las armas de nos combatir sean lanças, spasas o dagas, sin migoría... ... ... que sea yo tenido a dar ofensas... ... ... tanbyen las... ... ... como las mías entre las quales todas vosotros scoxais las medias segunt que vos plazerá e y o tome las que dexáredes, sto por que toda dupta e ventaxa sea quitada, so fe que vos yo faga e me fagays de non innouar en ellas algunas cosas después que las elezido houiérades, por que con la limpia verdat e cauallería no s'envuelua cautela ne mal enganyo; e que las deffensiuas armas sean cotas o jesarantes qual más quiera cada uno, con collares de quatro, de dos o menos, e que sea su peso XXX libras, ho donde abaxo, e celladas sin baueras e sin gorgales, que no cubran el cuello delante ni detrás más de egual de la barba, e sea abiertas desde la fruente a la boqua en axura de quatro dedos o más, sin otro enganyo que al rostro faga defensión, e bracales fexas a sa voluntat cada uno, tanto que más pesados de cinquo libras non sean, manoplas de tres libras, fexas segunt cada qualquier quisiere; así mismo el arnés de piernas guardando que aliende de siete libras en el no aya.
    • a1435 Baena, J. A. Poesías [1993] 772 Supl Canc Baena Esp (CDH )
      La terçera: la espada / vos guardó muy sin maliçia, / ca tiró * de vos codiçia / de tenerla ensangrentada [...]. /
    • 1406-a1435 Baena, J. A. Poesías [1993] 677 Canc Baena Esp (CDH )
      Por ende, señor, metet en vaína / la vuestra espada, que está mucho inesta; * / si non, la batalla vos es mucho presta / por ver consonantes quién más lo s / * afina. /
    • a1435 Baena, J. A. Poesías [1993] 760 Supl Canc Baena Esp (CDH )
      Alto Rey, sacó las cruzes / e sus muy ricos pendones, / con castillos e leones, / a los campos andaluzes, / por vengarse de marfuzes * / moros, perros descreídos, / ca estavan engreídos / con espadas e capuzes. /
    • 1406-a1435 Baena, J. A. Poesías [1993] Canc Baena Esp (CDH )
      En sino * esforçado o muy abundante / nasçistes, amigo, de grant e xorzismo, * / e non siento * moro en el paganismo / que vuestra espada cruel non quebrante; / ca siempre enfengistes * de muy batallante / en obra de armas valiente, perfe ta, * / con escrivanías e tinta bien prieta * / sumando las rentas del año passante [...]. /
    • a1435 Mossé Poesías [1993] 279 Canc Baena Esp (CDH )
      En Aragón e en Catalueña / tenderá la su espada; / con la su real mesnada / Navarra, con la Gascueña, / tremerá con grant vergüeña, / el reino de Portogal / e Granada otro que tal, / fasta allende la Çerdeña.
    • a1435 García Córdoba, B. Poesías [1993] Canc Baena Esp (CDH )
      Aqueste subrá * de los Doze Pares / por fechos loados de grant osamiento / e, segunt la limpieza de su fundamiento, / será proçedente en los quatro pilares, * / ca tiene por sí la planeta Mares, / la qual en batalla es de grant valía. / e por la su espada de cavallería / será muy temido por muchos lugares. /
    • a1435 Pz Patiño, G. Poesías [1993] Canc Baena Esp (CDH )
      Del todo non es curada / la llaga que me feziste, / Amor, quando me feriste / con la tu cruel espada; / posísteme en tu mesnada, * / entre los tus servidores, / mas en cuitas e dolores / me pagaste la soldada. * /
    • 1414-a1435 Manuel Lando, F. Poesías [1993] 487 Canc Baena Esp (CDH )
      Con un grant laúd tumbal / asomó Juan de Ajufrín * / en el su ruzio * roçín / con retran cas * e petral, * / faziendo jura espeçial / que ya muy cansado era, / ca el espada que traxiera / pesava como destral. /
    • a1435 Mtz Medina, G. Poesías [1993] 604 Canc Baena Esp (CDH )
      Otrosí, cuitado, ¿non vees que es nada / toda tu obra, potençias e artes, * / e que ante Dios está una espada / la qual siempre taja de todas las partes? /
    • a1435 Páez Ribera, R. Poesías [1993] 493 Canc Baena Esp (CDH )
      Respondió la primera muy denodada * / e dixo: "Amigo, dezirt' hé de grado / mi nombre, pues quieres saber lo / * afincado, * / o por qué tengo en la mano esta espada. /
    • a1435 Páez Ribera, R. Poesías [1993] Canc Baena Esp (CDH )
      La una vestía velut * colorado, / de un robín * fino guirlanda traía / e en su diestra mano espada tenía / bien clara, luziente, el fierro delgado.
    • 1436 Marqués de Santillana Comedieta [1988] Esp (CDH )
      Éste, desseoso de la duradera / o perpetua fama, non dubdó elegir / el alto exerçiçio de vida guerrera, / que a los militantes aun faze bivir; / éste la su espada ha fecho sentir / al grand Africano con tanta virtud / que los pies equinos le fueron salud, / dexando los litos, fuyendo el morir.
    • 1437 El Tostado LParadojas [2000] fol. 24r Esp (CDH )
      [...] ca en romançe ay dos nonbres, conviene saber lumbroso et luzio, a los quales en latin corresponden dos nonbres, conviene saber lucidumet luminosum, enpero corresponden por el contrario, ca en el romançe luzio llaman a la cosa en la superfiçie alguna claridad, aunque de si rayos algunos non enbie, ansi como el espada es luzia et non se llama lumbrosa, aunque este açeralada [...].
    • 1438 Mtz Toledo, A. Corbacho [1990] Esp (CDH )
      Muchos por este pecado padesçieron e aun perdieron lo que sus predeçesores con virtudes ganaron, en tanto que es opinión e verdadera de muchos e esperiençia que asý lo demuestra, que más mueren con el corto juizio de amar que con el espada de tajar.
    • 1438 Mtz Toledo, A. Corbacho [1990] Esp (CDH )
      Fue luego la muger a dezir al enamorado, lunes por la mañana, estando él poniendo su tienda e sus espadas colgando en su botica, e díxole: «Orenga, oy en el alva partyó mi marido. Vente quando quieras.» El otro amólo oýr; e ella fuese a su casa, e tomó una navaja e púsola entre dos almadraques bien escondida.
    • 1440 Rdz Padrón, J. Siervo [2003] Esp (CDH )
      E por más que le segura va temiendo las penas & pauorosos monstruos que andauan por las Estigias, no padeçió, que la fuerte espada no tendiese (según dize Virgilio, Eneydas), contra las sombras infernales que son la aborrida muerte [...].
    • p1432-a1440 Tapia, J. Poesías [1993] 60 Canc Palacio Esp (CDH )
      Los de tu palacio echaste / en carcel de penitencia; / los amantes an paçiençia / he tú los desanparaste; / los tristes que sogugaste, / a gente de ti apartada, / los quales feziste espada / d'aquellos que tú criaste. /
    • c1430-1440 Torre, A. Visión [1991] 289 Esp (CDH )
      E aquesto non es falta de Dios mas es falta de las cosas que non las pueden resçebir, ca es natural mente ynposyble la lana, estante lana, ser fecha della espada syn que primero fuese fierro, e Dios nunca lo quiso nin lo querrá en otra manera.
    • c1430-1440 Torre, A. Visión [1991] Esp (CDH )
      E aquesta qüistión, sy bien te acuerdas, ya la determinó la Sabieza fablando del poderío e bondat de Dios, donde dixo que Dios podría fazer todas las cosas que eran posybles de ser, e non era ynpotençia de Dios de no fazer de la lana espada o del feno açúcar, ca aquesto era que las senblantes cosas non podían resçebir una más perfecta forrma syn ser privadas de la ynperfecta que tenían.
    • 1442 Mena, J. Homero [1989] 342 Esp (CDH )
      E el fiero nieto de Eaco, es a saber Archiles, luego con el espada desnuda se vino contra Agamenón, por saña de aqueste fecho, amenazándole cruelmente si le non diese a Briseida, nin Agamenón se apareja menos contra éste defenderse por espada.
    • a1444 Mtz Toledo, A. Vida SIldefonso [1999] Esp (CDH )

      Manso era e benigno a todos los buenos, mas a los otros castigávalos, e si non se emendavan, mostrávales crueldat.

      E por ende es escripto dél que era así como espada para cortar e destruir todas las maldades: Ensis in offensis abbas agaliensis.

    • 1444 Mena, J. Laberinto [1989] Esp (CDH )
      Vimos a Craso, * sangrienta el espada / de las batallas que fizo en Oriente, / aquél de quien vido la romana gente / su muerte plañida mas nunca vengada; / e vimos la mano de Mucio * quemada, / al qual la salud del fuerte guerrero / más triste lo dexa que non plazentero / le faze la vida por él atorgada.
    • 1444 Mena, J. Laberinto [1989] Esp (CDH )
      Allí sobre todos Fortuna pusiera / al muy prepotente don Juan el segundo, / d'España no sola, mas de todo el mundo, / rey se mostrava, segund su manera: / de armas flagrantes * la su delantera, / guarnida la diestra de fúlmina * espada, / y él de una silla tan rica labrada / como si Dédalo * bien la fiziera.
    • c1444 Mena, J. Trat Amor [1989] Esp (CDH )

      El mal amor apremió a Egrea con su adulterador Egisto que matase a su marido Agamenón. El mal amor fizo a Dido meterse por la espada.

    • 1446-1447 Díaz Toledo, P. Trad Fedrón Platón [1993] 225 Esp (CDH )
      [...] Segund dize Séneca en la xxiiija epístola a Lucillo, Catón la noche ante que muriesse, puso su espada a la cabecera, e se puso a leer aqueste libro de Platón llamado Fedrón.
    • 1431-1449 Díaz Games, G. Victorial [1994] Esp (CDH )
      Entrando por un enmedio escuro, salieron a él honbres de al través, e començaron de darle muy grandes feridas de cuchillos e espadas.
    • 1431-1449 Díaz Games, G. Victorial [1994] Esp (CDH )
      Tomó la espada que tenía a la cabeçera, e sacóla, e cortóle la cabeça.
    • c1449 Torre, F. LVeynte cartas [1983] 189 Esp (CDH )
      [...] que qué perturbaua al que d'él era aconpañado para exerçitar en el animosso e diestro acto de armas, o qué menguaua en su valentía, o sy por auentura quitaua las fuerças de sus armaduras defensibles, o sy ablandaua la lança e espada e armas ofensibles, o sy diminuýa o desmayaua el vigor del coraçón [...].
    • c1450 Cañizares, D. Novela [1993] Esp (CDH )
      Y como el cavallero y su compaña viniesen, luego entraron en la cámara y el cavallero esso mismo creyó que las amas, y con su espada, sin más mirar, el lebrel mató.
    • 1425-1450 Rdz Padrón, J. Bursario [1984] 92 Esp (CDH )
      La primera rreyna de las amazonas que pelean con segures tajantes, maguer de grand virtut y fuerça corporal, fue dina tu madre de parir tal hijo; y si la buscares, fallarás que Teseo le atravesó los costados con su espada; y no fue segura tu madre por tan grand prenda como tú eres [...].
    • 1425-1450 Rdz Padrón, J. Bursario [1984] 86 Esp (CDH )
      E para esto demándeme aquel çibdadano, el qual, sy la deesa lo sufriera, metiera su espada en el pecho de Acreu.
    • p1450 Anónimo Trad Etimologías [1983] Esp (CDH )
      Otros ay çéticos, que quiere dezir 'mantenedizos', e son dichos de la posesión o del mantenimiento, así commo en latín dizen evandrius ensis, esto es, 'espada de Evandro', e en romançe otrosí pueden dezir 'espada alfonsí'.
    • c1453 Anónimo Crón Álvaro Luna [1940] Esp (CDH )
      ¿E quál enemigo lo avrá visto o sentido ferir de la espada, que tema más la fiereza de aquel firme e duro varón llamado Sçeua?
    • a1454 Carrillo Huete, P. Crónica halconero [1946] 204 Esp (CDH )
      E, señor, en esta pelea mataron el cavallo al obispo de Jaén, e quedó a pie con el espada en la mano, peleando e yendo adelante entre los moros, fasta tanto que fueron vençidos.
    • a1454 Carrillo Huete, P. Crónica halconero [1946] Esp (CDH )
      E Pero Carrillo hechó mano por su espada, e dióle vn golpe de llano en la cabeça e cayó en el suelo.
    • a1454 Carrillo Huete, P. Crónica halconero [1946] Esp (CDH )
      E otro día, biernes, por la mañana, oyó misa rreçada, e vendixieron la espada e la cota de armas de su condestable.
    • 1454 Chirino, A. Espejo medicina (BNM 3384) [1995] fol. 6r Esp (CDH )
      [...] estas son / las que cada vna tiene su / espeçial elemento que non / puede ser fecha de otro asi / como el destral que non / puede ser fecho saluo de / fierro njn puede la causa / monedora fazer el contrario / que non puede fazer / destral de madero njn espada / de çera.
    • 1440-1455 El Tostado LAmor [2000] Esp (CDH )
      [...] et aun si me mandares ir por medio de los fuegos & de las compannas de enemigos et poner los pechos a todas las aparejadas espadas; toma el real çeptro & a mi resçibe por servidora et rige tu a mi tu humilde servidora, resçebida en tu seno, apiadate de mi biuda".
    • 1440-1455 El Tostado LAmor [2000] Esp (CDH )
      [...] passadas muchas blanduras de amadores & muchas amenazas estovo siempre firme & quando el, apretando la espada paresçia que degollarla quisiesse, sin temor por guardar la castidad, esperava la muerte escogiendo mas de la vida que de la castidad seer provada [...].
    • a1456 Cartagena, A. Oracional [1983] 45 Esp (CDH )
      [...] e pues estos en mi fallesçen del todo a lo menos querria vos ayudar con espada e manto, commo suelen ofresçerse los cavalleros de la armada cavalleria a sus amigos a quien quieren valer, porque estas son guarniçiones que todo omne tiene consigo o prestamente puede tener. Ca ¿quién es el omne que non tiene espada e manto, o non le puede de priesa tomar a algund peon o escudero [...].
    • 1456-1457 Manrique, G. Consolatorias [2003] 422 Canc Gmz Manrique Esp (CDH )
      E así, muy noble señora, la mano mía, seruidora vuestra, con la groser pluma avrá satisfecho al mandado vuestro, pues por la indispusiçión del tienpo con la flaca lança o poco temedera espada no por agora a vuestro reparo sirue nin satisfaze, e su fazedor quedará syn disfamia.
    • 1454-1457 Schz Arévalo, R. Política [1959] Esp (CDH )
      O cavalleros, no pensedes vosotros que la espada de vuestro enemigo fará reverencia al oro ni a las piedras preciosas que en vuestras armas trahedes, ni devéis creer que su lança obedecerá a las perlas, ni su facha dexará de cortar en la seda de vuestras sobrevistas [...].
    • 1454-1457 Schz Arévalo, R. Política [1959] 278 Esp (CDH )
      «Amigos, no es de maravillar que este cavallero, que con tanta diligencia guarneció y compuso este escudo, ca bien parece que más socorro espera en él que en la espada».
    • 1458 Manrique, G. Planto [2003] Canc Gmz Manrique Esp (CDH )
      Más triste que se mostró / la forçada por Tarquino / quando su fuerça contó / e contada se mató / delante de Colatino, / la quinta, con fuerte llanto, / sacó debaxo del manto / syn espada la vaÿna, / e llamándose mezquina / con grande dixo quebranto: / «Vsad, malos, de maliçia / que tenéys acostunbrada; / eserçid vuestra nequiçia, / pues vedes a mí, Justiçia, / cómo finco sin espada. /
    • 1458 Manrique, G. Defunción [2003] Canc Gmz Manrique Esp (CDH )
      Así lo füemos poner en Quesada / no çiertamente según mereçía; / así lo posimos en Santa María / en vna capilla, mas no tan onrrada / como mereçiera la su buen espada / a sus aduersarios muncho temerosa, / maguera que farta, sienpre querellosa, / de pagana sangre asaz manzellada.
    • 1458 Manrique, G. Introd Planto [2003] 363 Canc Gmz Manrique Esp (CDH )
      E no solamente digo que las non procurauan, mas que las aborreçían, reprehendiendo a algún cauallero sy se daua al estudio, como sy el ofiçio militar solo en saber bien encontrar con la lança o feryr con la espada consistiesse.
    • 1459 Palencia, A. Trad Triunfo militar [1996] Esp (CDH )
      El Exerçiçio, varón poderoso en armas, tanbién a cavallo, y resplandeçiente con coraça, y escudo, y capellina, çeñida la espada, y su lança en la mano, guardase la diestra parte del carro triunfal, çercado en torno y acompañado de guerreros veteranos.
    • c1440-1460 Zorita, A. Trad Árbol Batallas Bouvet [2000] Esp (CDH )
      Si uno de los canpiones quiebra la espada, si le deven dar otra.

      Si el primerdia alguno de los canpiones non es vençido, si deventornar en el dia siguiente al canpo cerrado.

    • c1440-1460 Zorita, A. Trad Árbol Batallas Bouvet [2000] fol. 11v Esp (CDH )
      E quando el duque con su conpanna fue dentro en la capilla, aqueste escudero saco la espada de la vaina & fue contra el papa, que la misa dezia, por matarlo [...].
    • c1462 Díaz Toledo, P. Introd Querella [2003] 617 Canc Gmz Manrique Esp (CDH )
      E dize que asymesmo se dize corte según linaje de España, porque en la corte ha de estar el espada de la justiçia que ha de cortar a todos los males e todos los tuertos e las fuerças e las soberuias que se fazen; e para poder fazer aquesto, sy la corte no touiese caualleros, estaría desnuda commo las manos syn guantes, e el rey no podría syn ellos tener el reyno en paz e en justiçia, nin él nin su estado real.
    • 1461-1462 Manrique, G. Roma [2003] 575 Canc Gmz Manrique Esp (CDH )
      El golpe fará liuiano / la mano sin el espada; / el espada sin la mano / no dará gran cuchyllada. /
    • c1407-1463 Andújar, J. Poesía [1987] 158 Canc Estúñiga Esp (CDH )
      En la qual era assentada / una duenna de ualor: / tenía desnuda una espada / en mano con grand uigor. /
    • c1407-1463 Carvajal Poesía [1987] Canc Estúñiga Esp (CDH )
      Non seríades tanto amada / nin io de tanto mal sufriente, / nin seríades uos espada / para mí tan perseguiente. / Contemplad, quered, por Dios, / en reparo de mi uida, / qu' es en punto de perdida.
    • c1407-1463 Castillo, D. Poesía [1987] 257 Canc Estúñiga Esp (CDH )
      Qvanto la fuerça es mayor / de qualquier conquistador, / tanto es más honorosa / la uictoria gloriosa / del que queda uençedor; / mas uuestra cruel espada, / de la tal gloria ganada / non fallándose contenta, / en mis llagas acrescienta / como quien non faze nada. /
    • c1407-1463 Mena, J. Poesía [1987] 76 Canc Estúñiga Esp (CDH )
      Si me preguntan algunos / por mi sennora, les muestro, / por contentar a los unos, / otra alguna en nombre uuestro; / que uuestro rostro y color / es beldad que asý conquista, / que io auría grand temor / ser espada matador / para ellos uuestra uista. /
    • 1465-1466 Anónimo Coplas Provincial [1989] 249 Esp (CDH )
      Gil González Bobadilla, / aquí quedaréis confuso, / que andaréis en esta villa / con una rueca y un huso, / porque ha jurado Contreras / a la muy Santa Cruzada / que nunca en burlas ni en veras / pusiste mano a la espada. /
    • p1468 Córdoba, M. Jardín doncellas [1956] 73 Esp (CDH )

      [...] porque no solamente rigiese la república en tiempo de paz con justicia, mas aun en tiempo de guerra con armas la defensase y aun dilatase, más tierras conquistando, como hicieron vuestros antecesores que conquistaron las Españas y oxearon las moscas sucias de Mahometo, y los persiguieron con espada hasta el reino de Granada, donde agora están por la negligencia de los modernos príncipes.

    • p1468 Córdoba, M. Jardín doncellas [1956] 168 Esp (CDH )

      La segunda no buena es que son parleras y porfiosas. Ser parleras les viene de flaqueza, ca veyéndose flacas para poner el negocio a manos, pónenlo a palabras; porque lo que no puede el espada, que lo haga la lengua.

    • c1470 Anónimo Demanda Grial [1907] Esp (CDH )
      «Señor, aqui so este vuestro palacio aporto agora vn padron de marmol assaz grande, a do esta metida vna espada, e a par della esta vna vayna colgada, e letras estrañas; e yo vos digo que vi el padron assi venir andando sobre el agua como si fuesse vn madero» [...].
    • 1467-1475 Escavias, P. Repertorio Príncipes [1972] Esp (CDH )
      [...] salvo por el noble Çipión, Africano que después fue llamado e vn sobrino destos dos Çipiones que en España murieron, que gelo estoruó, diziendo que no era Rroma lugar para ser desmanparado y quien tal aconsejase, con el espada que desnuda en sus manos tenía, le quitaría la vida.
    • 1467-1475 Escavias, P. Repertorio Príncipes [1972] Esp (CDH )
      E falláronlo e atáronle las manos detrás, e hecháronle vna soga a la garganta e pusiéronle vna espada de punta debaxo la barva porque no escondiese la cara, e así lo troxieron por la çibdad. E al fin fue muerto a pedradas e hecháronlo en el rrío de Tibre.
    • c1463-c1475 Guillén Segovia, P. Respuesta [2003] 226 Canc Gmz Manrique Esp (CDH )
      No se turba el sabidor / por muertes ni omezillos, / y los laureles, señor, / avnque se cayga su flor, / no se tornan amarillos. / Y consienten las esgrimas / las espadas ser humientas / do las artes son atentas, / todos sus ramos y climas [...]. /
    • 1471-1476 García Salazar, L. Bienandanzas [2000] Esp (CDH )
      E desterró Adán e asentólo fuera del Paraíso deleitoso el ángel cherubín con la flamante espada para que guardase el camino del árbol de la vida.
    • 1471-1476 García Salazar, L. Bienandanzas [2000] Esp (CDH )

      Díxole su escudero:

      — Non lo quiera Dios, señor, antes moriré yo aquí contigo.

      E metiendo Saúl su espada por su cuerpo luego cayó muerto. E como aquello viesse su escudero, metió su espada por sí e cayó muerto a par d'él.

    • p1452-a1476 Manrique, G. Aguilando [2003] 310 Canc Gmz Manrique Esp (CDH )
      Para Castilla Camilo, / otro Çid contra Granada, / en la qual es vuestra espada / tanto temida e loada / e más que la de Troÿlo; / devos Dios tanta riqueza / con salud, / quanta desde juuentud / vos dio bondad y virtud / y nobleza. /
    • c1470-1480 Cota, R. Diál Amor [1961] 102 Esp (CDH )
      Conviene tan bien que notes / que es muy más digna cosa, / en tu boca gargajosa / pater nostres que no motes. / Y el tosser que las canciones, / y el bordón que no el espada, / y las botas y calçones / que las nuevas invenciones / ni la ropa muy trepada. /
    • c1445-1480 Montoro, A. Cancionero [1991] 68 Esp (CDH )
      La dáraga tengo en Maqueda, / la lança dentro en Vizcaya, / y el fierro en Barrameda / porque el quento no se caya; / el puñal tengo en Pastrana, / la vaina en Gibraltar, / la contera en Triana, / el esquero en Viana / y el cinto he de conprar. / El espada tengo en Pisa, / las correas en Gaeta; / un espuela de la guisa / y otra de la jineta, / y más unos borzeguís: / amos son del pie derecho, / el uno tengo en París, / el otro en Alcañiz, / uno ancho y otro estrecho. /
    • c1445-1480 Montoro, A. Cancionero [1991] 172 Esp (CDH )
      Y, persona muy loada, / de quien yo dotrinas tomo, / tiene de ser vuestra espada / no Tiçona ni Colada, / mas de los niños, de plomo [...]. /
    • c1480 San Pedro, D. Arnalte [1985] Esp (CDH )

      Y porque para en los abtos semejantes es devida cosa acortar en larazón y alargar en la obra, digo que, para lo que he dicho verdad fazer y para el contrario de lo que dizes defenderte, que yo escojo las armas en esta manera: a la brida, *armados los cuerpos e cabeças como es costumbre, y los braços derechos sin armas ningunas; las lanças iguales con cada sendas espadas; los caballos con cubiertas y cuello y testera.

    • c1480 San Pedro, D. Arnalte [1985] Esp (CDH )
      Y así nuestras lanças rompidas, con mucha presteza echando mano a las espadas, no con poco denuedo a combatirnos començamos; y tanto el espacio de la priesa nuestra duró, que los que miraban de mirar, y nosotros del trabajo, estábamos en mucha * manera cansados; y como los corajes * creciesen, no cuanto devieran las fuerças menguaban.
    • c1481-1482 Anónimo Crón Enrique IV [1991] Esp (CDH )
      E como las banderas entraron en la fortaleza, un moro demando la bandera del duque, e dexava la de don Rodrigo, de lo qual don Rodrigo ovo tanto enojo que pusso mano al espada e dio un golpe al alferez del duque en el braço, que le fizo derribar la bandera en el suelo; de lo qual el duque ovo tan grande enojo, e dixo a don Rodrigo que le rogava que en aquello no oviese mas, e mando sobir las banderas juntas amas a dos.
    • c1481-1482 Anónimo Crón Enrique IV [1991] Esp (CDH )

      Las quales cosas asy leydas, el arçobispo de Toledo, don Alffonso Carrillo, subio en el cadahalso, e quitole la corona de la cabeça, y el marques de Villena don Iohan Pacheco le tiro el çetro real de la mano; el conde de Plasençia don Alvaro de Estuñiga le quito el espada; el maestre de Alcantara e los condes de Benavente e Paredes le quitaron todos los otros ornarnentos reales, e con los pies lo derribaron del cadahalsso en tierra, con muy gran gemido e lloro de los que lo veyan.

    • p1480-1484 Pulgar, H. Crón Reyes Católicos [1943] Esp (CDH )

      E no fué en mano del conde que no se soltase la gente por socorrer a los suyos que escaramuçauan, y así se encendió la pelea e se enboluieron los vnos con los otros, e se firieron con las lanças.

      E después pelearon gran rato con las espadas, do murieron muchos de los vnos y de los otros.

    • p1480-1484 Pulgar, H. Crón Reyes Católicos [1943] Esp (CDH )

      En los quales conbates, por la dispusiçión de los lugares do peleavan, pocos tiros de póluora & de ballesta se facían que no firiesen e matasen de la vna parte e de la otra; e aquella batalla era menos cruel que venía entre ellos a las manos con lanças y espadas.

    • p1481-c1485 Manrique, G. Introd Cancionero [2003] 100 Canc Gmz Manrique Esp (CDH )

      Que, commo dize Jhesu, fijo de Sirac: «los onbres enseñados sobre las estrellas reluzyrán»: que las sçiençias no hazen perder el filo a las espadas, ni enflaqueçen los braços nin los coraçones de los caualleros [...].

    • 1486 Pulgar, H. Claros varones [1971] Esp (CDH )
      Y por cierto si la pena que éste dio a su braço toviese logar de loor, loaríamos al espada que faze buen golpe & no al que la menea.
    • 1486 Pulgar, H. Claros varones [1971] Esp (CDH )

      ¿ Quál de los capitanes romanos pudo pujar al esfuerço de don Juan Ramíres, comendador mayor de Calatrava, de linaje noble de Guzmán? el qual mostrava tan grand ardideza en las batallas, & tenía tanta destreza en el governar las armas, que el braço desnudo, el espada en la mano, esforçando los suyos, firiendo los enemigos, venció muchas batallas de moros.

    • 1490 Palencia, A. VocLatRomance [1967] Esp (NTLLE)
      artiuus, es espada o cuchillo de griegos [...] spata, espada, que es cuchillo luengo et agudo de ambas partes, que tanbién se nombra rumphea, et tomó este nombre de passión, por que en griego se dize patin. Otros quieren que en latín se diga spada, por ser luenga et ancha, como es la espalda delas pécoras; v. esgrimidor y hierro.
    • 1482-1492 Rdz Montalvo, G. Amadís I y II [1991] 1136 Esp (CDH )
      Cuando el gigante lo vio, puso mano a spada para lo matar, y diose con ella en la una pierna tal ferida, que toda la tajó, y cayo en el suelo, y a poco rato fue muerto.
    • 1482-1492 Rdz Montalvo, G. Amadís I y II [1991] Esp (CDH )
      Y tomando sus armas descendió del cavallo, que adelante espantado del fuerte león ir no quería, poniendo su escudo delante, la espada en la mano, al león se fue, que las grandes bozes que el rey Garínter le dava no lo pudieron estorvar.
    • 1482-1492 San Pedro, D. Cárcel [1995] Esp (CDH )

      Las armas que a mí son de señalar sean a la brida, segund nuestra costumbre; nosotros armados de todas pieças, los cavallos con cubiertas y cuello y testera, lanças iguales y sendas espadas, sin ninguna otra arma de las usadas, con las quales, defendiendo lo dicho, te mataré o haré desdezir o echaré del canpo sobre ello.

    • 1482-1492 San Pedro, D. Cárcel [1995] Esp (CDH )

      [...] y como los fieles los dexaron solos, fuéronse el uno para el otro, donde en la fuerça de los golpes mostraron la virtud de los ánimos, y quebradas las lanças en los primeros encuentros, pusieron mano a las espadas y assí se combatían que quienquiera oviera enbidia de lo que obravan y conpasión de lo que padecían.

    • c1495 Flores, J. Grimalte [1988] Esp (CDH )

      Y si mis famas disfamo, no las escondas tú, no seas tú tan bueno a aquella que tan mala te hasido. Muestra el sentimiento de varón y furias, y sane tu espada la quiebra de mis errores y tus ofensas.

    • c1495 Lucena, L. Repetición amores [1954] Esp (CDH )
      Como el amor sea llaga en el corazón a la saeta conviene esto porque penetra. Lo segundo porque aunque otras armas aya agudas, así como spada y lanza, no convenía dezir que con éstas hiriese Cupido mas con saeta, lo uno, porque Cupido hiere bolando por el ayre; empero, para herir con spada o con lanza avíesse de acercar.
    • 1481-1496 Encina, J. Arte poesía [1996] 188 Cancionero Esp (CDH )
      Si no te fue revelada / de Judas su traición, / fue porque a tu coraçón / no se le amparara nada, / que sin cochillo ni espada / le dieras mil muertes crudas, / de quien fuera dino Judas / por su culpa tan malvada. /
    • 1481-1496 Encina, J. Arte poesía [1996] 348 Cancionero Esp (CDH )
      Y un espada de madero / y la vaina de bramante / y una buena darga dante / de papel, que no de cuero; / y una cesta y un mortero / en lugar de capacetes, / por puñal un majadero, / y unas tripas de carnero / por la falda y los gocetes. /
    • c1400-1498 Anónimo Baladro [1999] Esp (CDH )
      Por engaño de muchas guisas subirá en el espinazo de uno con espada e partirle ha la cabeça del cuerpo desnudo; sobirá sobre el huerto e echará lueñe el rabo diestro e el siniestro traerá mal, ca, vestido, no aprovechará cosa; e otros atormentará por espada e echarlos ha aderredor del reino.
    • 1486-1499 Campo, A. Auto Pasión [1977] 194 Esp (CDH )
      [...] – vn arca demediada con su çerradura de largo de vn espada con cerradura e llave / – vn arca nueva syn çerradura deste largo / – otra arca ensayalada verde; es de la capilla de Santiago / – otra arca grande con quatro pyes [...].
    • 1499 García Santa María, G. Trad Crón Aragón Vagad [2002] fol. 63v Esp (CDH )
      sillas: aspadas:
    • 1454-a1500 San Cristóbal, A. Trad Vegecio [2000] Esp (CDH )
      Acaesçe a las vezes en las batallas que la una parte se ayunta a la de los adversarios & conviene que se fieran con las manos, por lo qual es menester que el mançebo & el cavallero sepa en que guisa ha de ferir con la espada o con la maça o con la plomada, ca a todas estas cosas ensennaran en el canpo los romanos a los mançebos escogidos, segunt que ya dixo Vegeçio en el capitulo .x. e .xi. pasados.
    • 1454-a1500 San Cristóbal, A. Trad Vegecio [2000] Esp (CDH )
      La segunda cosa es que sepa ferir & pelear con cuchillo & con espada, que quiere dezir espritualmente tajar los deseos de la carne. E por eso dixo el profeta Ezechiel en el capitulo .xlix.: "Fijo del omne, toma un cuchillo tan agudo que pueda levar & raer los cabellos", que quiere dezir las superfluidades de los pecados.
    • c1500 Anónimo Comedia Thebayda [1993] Esp (CDH )
      Pero también tengo aviso de aprovecharme de otras cosas, que están bien a los hombres que an seguido mi arte y manera de bivir, así como traher la barba larga y el cabello trasquilado, y siempre la espada en la mano y con media vayna, y también nunca dexar un broquel de los sevillanos de la cinta [...].
    • c1500 Anónimo Comedia Thebayda [1993] Esp (CDH )
      También, por tu fe, padre, rellama a Pedro de Lucena y a Téllez, y a Hernando Vancalero y a Calventos y a Juanot de la espada corta.
    • c1499-1502 Rojas, F. Celestina [2000] Esp (CDH )
      A Sempronio y a Celestina veo venir cerca de casa, haciendo paradillas de rato en rato, y cuando están quedos hacen rayas en el suelo con el espada. No sé qué sea.
    • c1499-1502 Rojas, F. Celestina [2000] Esp (CDH )
      Madre mía, o abrevia tu razón, o torna esta espada y mátame.
    • 1517 Torres Naharro, B. Ymenea [1994] 450 Propaladia Esp (CDH )
      BOREAS ¡O, que haga mal viaje / quien en tan fuerte jornada / y en tal congoxa me mete! / Pues honbre de mi linaje / nunca supo qué era espada / ni broquel ni cosalete. / Yo también soy más que loco / por venir en tal lugar, / pues que no quiero matar / ni que me maten tanpoco. ELISOCuerdo eres, / hagamos lo que quisieres.
    • 1517 Torres Naharro, B. Ymenea [1994] Propaladia Esp (CDH )
      TURPEDIO Pues si quieres, sea ansí / y, arrancadas las espadas, / vamos diziendo y haziendo.
    • 1517 Torres Naharro, B. Seraphina [1994] 211 Propaladia Esp (CDH )
      Yo entraré muy de corrida, / la cara toda sudando, / porné la capa arrastrando, / haré la vaina perdida / y daré qualque herida / a algún perro de passada, / irá sangrienta la espada / y esto me dará la vida. /
    • 1517 Torres Naharro, B. Seraphina [1994] Propaladia Esp (CDH )
      Dexadme ir en ora buena, / por ventura os haré rica, / que una espada y una pica / valen mucho en tierra ajena. /
    • 1517 Torres Naharro, B. Soldadesca [1994] Propaladia Esp (CDH )
      JUAN Y al que traxere pancera / ¿dan de balde espada y lança?
    • 1517 Torres Naharro, B. Soldadesca [1994] 316 Propaladia Esp (CDH )
      CAPITÁN ¡O, valme Nuestra Señora! / ¿Por nonada / metéis la mano a la espada? / Nunca tal hecho se es visto.
    • a1520 Torres Naharro, B. Calamita [1994] Propaladia Esp (CDH )
      ESCOLAR¿Fáltanos para galanes, / por ventura, / cabello, garbo, cintura?LIBINAMás os falta.ESCOLAR ¿Qué? ¿La espada? LIBINAUna horca de Tablada.ESCOLAREsso no cabe en mesura.
    • a1520 Torres Naharro, B. Calamita [1994] Propaladia Esp (CDH )
      Como avemos acordado / se hará: / yo me passaré de allá, / no salga por otra puerta; / estad vosotros alerta / si saliere por acá. / Y el primero que podrá / con su espada / passalle d'un estocada / o sacalle el coraçón, / no tenga dél compassión, / que será mal empleada.
    • c1525 Schz Badajoz, D. Farsa teologal [1985] Farsas Esp (CDH )
      ¡Despecho de los venablos!, / tiemblan de mí los diablos / desde poniente a levante, / ¿y hallo ya quien me espante?; / presto me harán sonajas / si no hago mil migajas / a quantos hallar delante. / Yo, con mi espada nombrada, / venga si quisier el resto. * / ¡O, Dios!, ¿qué es esto?, ¿qué es esto? * / ¡Boto a Diez, que fue celada! / ¡O, que no os he hecho nada, / no, señor, no me matéis! / Toma, ¿mi capa queréis? / Toma el broquel y el espada.
    • a1527 Fdz Madrid, A. Trad Enquiridión Erasmo [1932] Esp (CDH )

      Iten: en las guerras del mundo, la mayor desventura que puede acaecer es que la espada del vencedor quite la vida al vencido, sacándole el alma del cuerpo, mas en esta batalla spiritual quítasele al alma su vida, que es Dios.

    • a1527 Fdz Madrid, A. Trad Enquiridión Erasmo [1932] Esp (CDH )
      Assí que el primero y principal cuydado ha de ser, que nuestra ánima no se halle sin armas; porque si armamos el cuerpo por no temer el espada de un ladrón, más razón es que armemos el alma porque esté a su salvo y se libre de trayción.
    • 1527 Osuna, F. Abecedario espiritual III [2007] Esp (CDH )
      «Cada uno tenía su espada sobre el muslo por los temores noturnos». En el muslo se nota la castidad que con rigor se guarda, ca assí lo hazía sant Pablo, que castigava su cuerpo y lo reduzía en servidumbre. Y el bienaventurado mártir san Vicente, estando delante del juez, que pensava amedrentar los christianos, para que assí negassen, dixo a otro mártir que mansamente respondía: «¿Por qué estás hablando entre dientes y con palabras mansas a aqueste sobervio? No cures sino con exclamación, para que con la mesma autoridad de la boz su ravia, que ladra contra su señor, sea quebrantada».
    • 1527 Osuna, F. Abecedario espiritual III [2007] Esp (CDH )

      Tres cosas se pusieron delante del paraíso para impedir que ninguno entrase al árbol de la vida: lo primero es compañía de ángeles, y no de qualesquiera, sino de los cherubines; lo segundo era fuego muy ardiente que no se apagava; lo tercero era una espada ligera de bolver que en sí tenía el fuego, aunque sin él pudiera ferir e aunque el fuego sin ella pudiera quemar. Los ángeles eran de los cherubines, cuya principal eminencia y propiedad es ser muy alumbrados en el saber y sciencia de Dios, porque assí no pudiessen recebir engaño y perdiessen los hombres esperança de los vencer por palabras, para les hazer abrir la puerta o darles entrada.

    • 1528 Delicado, F. Lozana [1994] Esp (CDH )

      RampínYo soñaba que venía uno, y que me daba de zapatazos, y yo determinaba de matallo, y desperté.

      LozanaMirá, por eso sólo meteré vuestra espada do no la halléis, que no quiero que me amancilléis. Si solamente vos tuviésedes tiento y hiriésedes a uno o a dos, no se me daría nada, que dineros y favor no faltarían, mas, como comenzáis, pensáis que estáis en la rota de Ravena; y por el sacrosanto saco de Florencia, que si no os emendáis de tanta bravura, ¿cómo hago yo por no besar las manos a ruines?

    • 1528 Delicado, F. Lozana [1994] Esp (CDH )
      Si lo supistes el otro día cuando se le cayó la capa, que no le dejaron cabello en la cabeza, y guay d'ellos si le esperaran, aunque no los conoció, con la priesa que traía, y si yo no viniera, ya estaba debajo la cama buscando su espada. Señor, yo voy aquí en casa de un señor que lo haga sacar.
    • 1527-1529 Valdés, A. Diál Roma [1992] 86 Esp (CDH )

      Latancio¿Quién os pudiera conocer de la manera que venís? Solíades traer vuestras ropas, unas más luengas que otras, arrastrando por el suelo, vuestro bonete y hábito eclesiástico, vuestros mozos y mula reverenda; véoos agora a pie, solo, y un sayo corto, una capa frisada, sin pelo; esa espada tan larga, ese bonete de soldado... Pues allende desto, con esa barba tan larga y esa cabeza sin ninguna señal de corona, ¿quién os podiera conocer?

    • 1527-1529 Valdés, A. Diál Roma [1992] 104 Esp (CDH )
      ¡Oh crueldad! ¡Oh impiedad! ¡Oh execrable maldad! Y ¿qué había hecho aquella pobre doncella? Y ¿qué habían hecho las mujeres preñadas que, en presencia de sus maridos, les abrían los vientres con las crueles espadas, y, sacada la criatura, así caliente, la ponían a asar ante los ojos de la desventurada madre?
    • 1529-1531 Guevara, A. Reloj príncipes [1994] Esp (CDH )

      Plutharco, libro ii De laudibus antiquorum, y Plinio, en el vii libro, en el capítulo lvi, loan mucho a Pirodas porque inventó a sacar fuego del pedernal; loan mucho a Pretheo porque inventó el arnés; loan mucho a Panthasilea porque inventó la hacha; loan mucho a Scitheo porque inventó el arco y la saeta; loan mucho a Pheniceo porque inventó la ballesta y la honda; loan mucho a los lacedemones porque inventaron el capacete, y la lança, y la espada; loan mucho a los de Thesalia porque inventaron a pelear a cavallo [...].

    • 1529-1531 Guevara, A. Reloj príncipes [1994] Esp (CDH )

      Y porque veas que lo que te escrivo no son novelas, has de saber que el emperador llevava un blandón ardiendo delante de sí; el cónsul, unas hachas de armas; los sacerdotes, unos pileos a manera de escofias; los senadores, unas conchas en los braços; los censores, un peso pequeño; los tribunos, unas maças; los régulos, un sceptro; los pontífices, una guirlanda; los oradores, un libro; los gladiatores, una espada; los plateros, un crisol; e assí de todos los otros oficios, excepto los negociantes estrangeros, los quales de una manera avían todos de andar señalados, porque a ningún estrangero consentían en Roma andar vestido ni señalado como los hijos de Roma.

    • 1534 Boscán, J. Trad Cortesano [1994] Esp (CDH )
      Y por replicaros agora los mismos enxemplos, mirá un hombre con una espada en la mano, o con otra arma, que, si quiriendo jugar della se pone en alguna postura tan sueltamente y tan sin trabajo que parezca hacello naturalmente, luego con la sola facilidad del ademán se muestra diestro en aquel exercicio.
    • 1535-1536 Valdés, J. Diál Lengua [1990] Esp (CDH )
      Siempre vosotros estáis armados de spada y capa, para herirnos quando nos veis algo descubierto; pues, ya sabéis que «donde las dan, allí las toman».
    • 1535-1536 Valdés, J. Diál Lengua [1990] Esp (CDH )
      Descuidóse también en que, no acordándose que aquella cosa que cuenta era muy secreta y passava en casa del padre de la dama, haze que el rey Perión arroje en tierra el espada y el escudo luego que conoce a su señora, no mirando que, al ruido que harían, de razón avían de despertar los que dormían cerca, y venir a ver qué cosa era.
    • a1526-a1536 Vega, G. Poesías [1995] Esp (CDH )
      Pues este nombre perdí, / «Dido, mujer de Sicheo», / en mi muerte esto deseo / que se escriba sobre mí: / «El peor de los troyanos / dio la causa y el espada; / Dido, a tal punto llegada, / no puso más de las manos».
    • a1526-a1536 Vega, G. Poesías [1995] 87 Esp (CDH )
      Por ti, como solía, / del áspero caballo no corrige / la furia y gallardía, / ni con freno la rige, / ni con vivas espuelas ya l'aflige. / Por ti con diestra mano / no revuelve la espada presurosa, / y en el dudoso llano / huye la polvorosa / palestra como sierpe ponzoñosa. / Por ti su blanda musa, / en lugar de la cíthera sonante, / tristes querellas usa, / que con llanto abundante / hacen bañar el rostro del amante. /
    • c1540 Villalón, C. Scholástico [1997] Esp (CDH )
      Sócrates se esforzó a beber con sus manos el vaso de la ponçoña, Empédocles se lançó en Ethna, Theribonta se despeñó del muro, Catón el Utiçense se lançó una espada por el cuerpo, Zenón Ziteo, prínçipe de la seta stoica y discípulo de Crates el Thebano, se dexó morir de hambre. Mal muestran los viejos deste tiempo el esfuerzo destos sabios varones, pues aun no digo tomar la muerte con sus manos, por no incurrir en desesperaçión, mas que no la temiesen quando se les ofresce el morir.
    • c1540 Villalón, C. Scholástico [1997] Esp (CDH )
      Mirad con qué aire alça el espada; quebrantados los huesos del espalda, con ambas manos la amaga para herir. No hay coraçón que de piedad no vaya corriendo a tenerle el braço y humillado de rodillas no le suplique tenga lástima de aquella gloriosa juventud y no dexe huérfana de tal hijo tan bienaventurada vejez.
    • 1544 Castillejo, C. Diál Mujeres [1986] 118 Esp (CDH )
      Ved si fueron los san Joanes, / al cabo de sus affanes / y fatigas ordinarias, / vandoleros; * / mas, si no son cavalleros, / a las monjas no les plazen, / y de esta causa los hazen, / después de muertos, guerreros / con espada, / y a la bien aventurada / Madalena, aunque muger, / hombre la quieren hazer / llamándola apostolada; * / y en sus cantos / no les basta darle tantos / como a santa muy bendita, / pero quieren que compita / con los apóstoles santos, / batallando, / y que entre también en vando / a fin de sus vanidades. /
    • 1545 Rueda, L. Medora [1973] Las cuatro comedias Esp (CDH )

      BarbarinaNadie, sino que huye de casa.

      Gargullo¿Que huye? Dacá la espada, dacá mi broquel, dacá mi jaco *y guantes.

      BarbarinaAnda, ladrón, que no es menester nada d'esso.

    • c1525-1547 Schz Badajoz, D. Farsa albedrío [1985] Farsas Esp (CDH )
      Aquí entra el Libre Alvedrío con su espada y rodela. ALVEDRÍOYo soy el Libre Alvedrío / que no tengo superior, / sólo Dios mi criador / tien sobre mí poderío; / suyo soy pero soy mío, / mi poder tien libertad / que me dio su magestad / sobre todo señorío.
    • 1540-c1550 Mejía, P. Silva [1989-1990] Esp (CDH )

      Las lanças, Plinio, en su libro séptimo, affirma que los egypcios fueron los primeros que usaron dellas en la guerra; y allí dize que el espada y capacete inventaron los de Lacedemonia, en Grecia. Y Herodoto, en el libro quarto, da la invención del capacete y escudo a los de Egypto. La cota y loriga, uno llamado Midas Miseno la ymaginó. Y otro etolio inventó los dardos arronjados con amientos.

    • 1540-c1550 Mejía, P. Silva [1989-1990] Esp (CDH )
      A un moço que, siendo de muy lindo y hermoso gesto, era muy desonesto en sus palabras y aun en sus costumbres, le reprehendió, diziéndole que por qué tenía mala espada en tan buena vayna. A otro moçuelo muy traviesso, que su madre tenía muy ruyn fama, como le viesse que estava tirando piedras hazia donde estaban muchos hombres, reprehendióle con motejalle lo de su madre, diziéndole: — «Está quedo, niño; no descalabres a tu padre quiçá por yerro».
    • 1552 Casas, B. Brevísima relación [1994] 144 Esp (CDH )
      Y acaeció en este tiempo que un Alonso Sánchez, que envió el dicho capitán por capitán de cierta gente a una provincia, topó en el camino cierta cantidad de mujeres y de muchachos cargados de comida, y le aguardaron y esperaron sin le huir para le dar della, y a todos los mandó meter a cuchillo de espada.
    • 1552 Casas, B. Brevísima relación [1994] 144 Esp (CDH )
      [...] que un soldado, dando de cuchillada a una india, del primer golpe se le quebró la mitad de la espada, y del segundo no le quedó sino la empuñadera, sin poder herir la india.
    • 1552 Casas, B. Brevísima relación [1994] 18 Esp (CDH )
      Los cristianos, con sus caballos y espadas y lanzas, comienzan a hacer matanzas y crueldades estrañas en ellos.
    • 1554 Cieza León, P. Crón Perú Esp (CDH )
      Mas, con todas sus mañas, y con ser tan mala la tierra, los han conquistado y muchas veces saqueado soldados de a pie, dándoles grandes alcances, sin llevar otra cosa que una espada y una rodela.
    • 1554 Lpz Gómara, F. HNatural Indias I [2000] fol. 40r Perú (CDH )
      Son estos isleños de color castaño claro, que parecen algo tiriciados, de mediana estatura y rehechos; tienen ruynes ojos, mala dentadura, muy abiertas las ventanas de las narizes, y las frentes demasiado anchas, ca de industria se las dexan assí las comadres por gentileza y reziura; ca si les dan cuchillada en ella, antes se quiebra la espada que el casco.
    • 1554 Lpz Gómara, F. HNatural Indias I [2000] fol. 42v Perú (CDH )
      Pocas vezes tenían guerra, sino era sobre los términos o por las pesquerías, o con estrangeros, y entonces no sin respuesta de los ýdolos o sin la de los sacerdotes que adevinan. Sus armas eran piedras y palos, que sirven de lança y espada, a quien llaman macanas.
    • a1554 Anónimo Lazarillo [1994] Esp (CDH )

      La mañana venida, levantámonos, y comienza a limpiar y sacudir sus calzas y jubón y sayo y capa; y yo que le servía de pelillo. Y vísteseme muy a su placer, de espacio. Echéle aguamanos, peinóse y púsose su espada en el talabarte y, al tiempo que la ponía, díjome:

      —¡Oh, si supieses, mozo, qué pieza es ésta! No hay marco de oro en el mundo por que yo la diese. Mas ansí ninguna de cuantas Antonio hizo no acertó a ponelle los aceros tan prestos como ésta los tiene.

    • a1554 Anónimo Lazarillo [1994] 116 Esp (CDH )

      Sobre esto, el señor comisario, mi señor, tomó un lanzón que en el portal do jugaban estaba; el alguacil puso mano a su espada, que en la cinta tenía. Al ruido y voces que todos dimos, acuden los huéspedes y vecinos y métense en medio. Y ellos, muy enojados, procurándose de desembarazar de los que en medio estaban, para se matar.

    • 1555 Ortúñez Calahorra, D. Espejo príncipes [1975] II, 314 Caballero Febo Esp (CDH )

      Mas espera un poco, que presto tendrá mayor razón para dolerse y la duquessa de gozarse, porque el grande Aridón, que estava en tierra, fue buelto en su acuerdo. Y queriendo tornar a levantarse, el Cavallero del Febo le puso la punta de la aspada *en la garganta, diziendo:

      — Muerto eres, Aridón, si no confiesas la traizión que as levantado a la duquesa Elisandra. Y muriendo tú, será tu ánima condenada a los infiernos, para padecer perpetuamente.

    • 1555 Ortúñez Calahorra, D. Espejo príncipes [1975] Caballero Febo Esp (CDH )

      Y por maravilla el gran Campeón le podía acertar golpe en lleno ni a derecho. La otra era la fineza de sus armas, que eran hechas por el sabio Artimidoro, y no bastavan humanas fuerças ni filos de aspada para las cortar ni abollar.

    • c1553-1556 Villalón, C. Crótalon [1990] 189 Esp (CDH )
      Yendo musiur de Alveñi con el braço aliado por herir con el espada a un prínçipe español, llega al mesmo tiempo un otro caballero de España y córtale el braço por el hombro y juntamente cae el braço y su poseedor sin la vida. Musiur Buysi, recogiéndose con una herida casi de muerte, le alcançan otra que le acaba.
    • c1553-1556 Villalón, C. Crótalon [1990] 221 Esp (CDH )

      Estando ansí hirió mi madre a la puerta de la cámara con furia y entrando dixo: «¡Ay hija!, que tu esposo es venido y preguntando por ti sube a te ver»; y diziendo esto tomamos ambas a mi servidor, y ansí en camisa, con una espada en la mano, le hezimos salir por una recámara a un corredor que para este caso habíamos quitado unas tablas del suelo, y como él entró por allí con intinçión de se recoger hasta ver el suçeso, al primer passo cayó en un corral, de donde no podía salir por estar serrado al rededor; *y luego yo vestiéndome de todos los vestidos de mi galán, que me conoçían ya porque en ellos me crié, y despedidos de la huéspeda los unos a los otros no nos vimos más hasta hoy.

    • 1557-1558 Anónimo Viaje Turquía [2000] 166 Esp (CDH )
      Verná nuestro rrei y tomará el rreino de un prínçipe pagano y una mançana colorada, la qual rreduzirá en su ser, y si dende siete años no se levantare la espada de los christianos, rreinará hasta el duodéçimo, edificará casas, plantará viñas, zercarlas ha, hará hijos. Después del duodéçimo año aparesçerá la espada de los christianos la qual hará huir el Turco.
    • 1559 Montemayor, J. Diana [1996] 115 Esp (CDH )
      El mi don Felis traía calzas de terciopelo blanco recamadas, aforradas en tela de oro azul, el jubón era de raso blanco recamado de oro de cañutillo, y una cuera de terciopelo de las mismas colores y recamo; una ropilla suelta de terciopelo negro, bordada de oro y aforrada en raso azul raspado; espada, daga y talabarte de oro, una gorra muy bien aderezada de unas estrellas de oro y en medio de cada una engastado un grano de aljófar grueso; las plumas eran azules, amarillas y blancas; en todo el vestido traía sembrados muchos botones de perlas.
    • 1542-1565 Rueda, L. Eufemia [2001] Las cuatro comedias Esp (CDH )

      Vallejo.Señor Polo, aflóxeme vuessa merced un poco aquestas ligagambas.

      Polo.Aguarde un poco, señor Grimaldo.

      Vallejo.Agora apriéteme aquesta estringa del lado de la espada.

      Polo.¿Está agora bien?

      Vallejo.Agora métame una nómina que hallará aquí al lado del coraçón.

    • 1542-1565 Rueda, L. Eufemia [2001] Las cuatro comedias Esp (CDH )
      Pues, señor Polo, tomad aquesta espada y por el lado derecho apretá cuanto pudiéredes, que, después que sea essecutada en mí aquesta sentencia, os diré el porqué.
    • 1545-1565 Rueda, L. Engañados [1973] Esp (CDH )
      ¿Qué descortesía es ésta tan grande, señores, de querer entrar con las espadas tiradas en casa agena?
    • c1545-c1565 Rueda, L. Pasos [1981] Esp (CDH )

      Honzigera.Si no los tenías, ¿qué remedio tuviste?

      Panarizo.¿Qué remedio havía de tener, sino dexar la espada?

      Honzigera.¿El espada?

      Panarizo.El espada.

      Honzigera.¿Pues el espada havías de dexar sabiendo a lo que vamos?

    • 1562-1566 Teresa de Jesús (Teresa de Cepeda y Ahumada) LVida [1986] Esp (CDH )

      Es en tantas veces las que he escrito estas tres hojas y en tantos días —porque he tenido y tengo, como he dicho, poco lugar— que se me havía olvidado lo que comencé a decir, que era esta visión. Vime estando en oración, en un gran campo a solas, en rededor de mí mucha gente de diferentes maneras que me tenían rodeada; todas me parece tenían armas en las manos para ofenderme: unas, lanzas; otras, espadas; otras, dagas, y otras, estoques muy largos.

    • 1562-1566 Teresa de Jesús (Teresa de Cepeda y Ahumada) LVida [1986] Esp (CDH )
      Otra vez, estando en Maitines en el coro, se me representaron y pusieron delante seis u siete, me parece, serían, de esta mesma Orden, con espadas en las manos. Pienso que se da en esto a entender han de defender la fe; porque otra vez, estando en oración, se arrebató mi espíritu: parecióme estar en un gran campo, adonde se combatían muchos, y éstos de esta Orden peleavan con gran hervor.
    • 1566 Timoneda, J. Patrañuelo [1990] Esp (CDH )
      Suspenso estuvo de ver semejante caso, y, por dos o tres veces, vacilando si con su espada daría fin a sus vidas; pero el amor de Brasilda le convenció, que no hizo, sino bonitamente tomar su joyel, que estaba debajo del almohada, y salirse de la cámara. Y, sin ser sentido de nadie, volvió a cabalgar y proseguir su camino, que en breve tiempo alcanzó a su hermano.
    • 1566 Timoneda, J. Patrañuelo [1990] 138 Esp (CDH )
      Viendo la mujer sin narices, queriendo apañar de vuestro barbero, y él arrancase de su espada, haciendo resistencia, porque fue herido el porquerón, lo llevaron a la cárcel; y, por sentencia, a cabo de días, le azotaron por la ciudad.
    • 1566 Timoneda, J. Patrañuelo [1990] Esp (CDH )

      Y, para recogerse de noche, tenía alquilada una pobre casilla, en la cual, a la noche, cuando se retraía, se encerraba en ella sin lumbre, como aquel que no la había menester; y, cerradas las puertas, desenvainaba de una espadilla corta que tenía, y, por reconocer si había alguno, daba cuchilladas y estocadas por los rincones y bajo de la cama, diciendo:

      — ¡Ladrones, bellacos, esperad, aguardad! ¿Ahí estáis?

    • c1569 Herrera, F. Metros italianos 1569 [1985] Poesía Esp (CDH )
      ¿No bastaua illustrar con viua gloria / los tropheos, y dar al fiero Marte / las coronas y palmas de victoria, / y con nueuo valor, industria y arte / vibrar terrible la sangrienta espada, / y celebrarla en vna y otra parte, / que en quanto vee del sol la luz dorada, / y en quanto abraça el mar y cerca el cielo, / va de immortales glorias rodeada, / sino también, con generoso buelo, / y con fuerças de claro entendimiento, / dexar perpetua su memoria al suelo, / y en cartas, a quien nunca fuego y viento, / y las bueltas del tiempo harán daño, / su virtud descubrir y fundamento, / donde roto y deshecho todo engaño, / su valor resplandesce esclarescido, / con rara muestra y con intento estraño? /
    • c1569 Herrera, F. Metros italianos 1569 [1985] 246 Poesía Esp (CDH )
      Y si vuestros trabajos con memoria / fueren de claro artífice esculpidos, / los despojos pondrá de la victoria, / no flores de iacintos escogidos, / ni de Venus las rosas estimadas, / mas yelmos con las plumas esparzidos, / rotas astas, y escudos, y doradas / coraças, fuertes greuas, y de Marte / ardiente cortadoras las espadas. / También pondrá con gloria en otra parte / las muestras del ingenio que leuanta / vna nueua y diffícil y útil arte. /
    • 1569 Torquemada, A. Jardín [1994] 627 Esp (CDH )
      Algunos quieren sentir que esta armada avía llegado cerca de la Aequinoctial. Y Celio, tratando del Paraýso, lo alega, para dezir que era a la parte donde está el Paraýso terrenal, y que todas estas señales salían del mesmo para no dar lugar que passassen más adelante, conforme a lo del Génesis, donde dize que puso Dios un cherubín delante de la puerta, con una espada de fuego que se rebolvía a todas partes , para que guardasse que ninguno pudiesse entrar dentro.
    • 1569 Torquemada, A. Jardín [1994] Esp (CDH )

      Pero siguiendo el parecer de Eugubino, podráse inferir y tener por cierto que la provincia donde el Paraýso terrenal fue plantado era abitada, y muy cerca dél avía pueblos y gentes, para los quales puso Dios al cherubín con la espada Versátil de fuego, que no dexasse entrar a ninguna persona viva.

    • 1572 Herrera, F. Metros italianos 1572 [1985] 261 Poesía Esp (CDH )
      Qual león a la presa apercibido, / esperauan los impios confiados / a los que tú, Señor, eras escudo, / que el coraçón desnudo / de temor, y de fe todo vestido, / de tu espíritu estauan confortados. / Sus manos a la guerra compusiste, / y a sus braços fortíssimos pusiste / como el arco azerado, y con la espada / mostraste en su fauor la diestra armada. /
    • 1572 Herrera, F. Metros italianos 1572 [1985] 263 Poesía Esp (CDH )
      Babilonia y Egito, amedrentada, / del fuego y asta temblará sangrienta, / y el humo subirá a la luz del cielo, / y, faltos de consuelo, / con rostro oscuro y soledad turbada, / tus enemigos llorarán su afrenta; / y tú, Grecia, concorde a la esperança / de Egito, y gloria de su confiança, / triste, que a ella pareces, no temiendo / a Dios, y en tu remedio no atendiendo, / ¿por qué, ingrata, tus hijas adornaste / en adulterio con tan impia gente / que desseaua profanar tus frutos, / y con ojos enxutos / sus odiosos passos imitaste, / su aborrecible vida y mal presente?; / por esso Dios se vengará en tu muerte, / que llega a tu ceruiz su diestra fuerte / la aguda espada; ¿quién será que pueda / tener su mano poderosa queda? /
    • 1569-1573 Hurtado Mendoza, D. Guerra Granada [1948] 58 Esp (CDH )
      Fueron los moros creciendo y executando hasta cerca del arroyo; murió don Juan de Villarroel desalentado, con la espada en la cinta, cuchilladas en la cabeça y en las manos, según se reparava; don Luis Ponce de León, nieto de Luis Ponce, herido de muerte y caído, lo despeñó un su criado por salvalle; Juan Ronquillo, veedor de las compañías de Granada, y un hijo solo del maestre de campo Hernando de Oruña, viéndole su padre y todos peleando.
    • 1574 Sta Cruz Dueñas, M. Floresta [1997] Esp (CDH )

      A fray Ambrosio Montesino, gran predicador, diéronle a su vejez un obispado de anillo. Díjole un caballero que había echado muy pobre contera en su espada.

    • c1568-1575 Díaz Castillo, B. HNueva España [1982] 8 Esp (CDH )
      [...] y a las voces que dio el cacique, los escuadrones vinieron con gran furia, y comenzaron a nos flechar de arte, que a la primera rociada de flechas nos hirieron quince soldados, y traían armas de algodón, y lanzas y rodelas, arcos y flechas, y hondas y mucha piedra, y sus penachos puestos, y luego tras las flechas vinieron a se juntar con nosotros pie con pie , y con las lanzas a manteniente nos hacían mucho mal. Mas luego les hicimos huir, como conocieron el buen cortar de nuestras espadas, y de las ballestas y escopetas el daño que les hacían; por manera que quedaron muertos quince dellos.
    • c1570-1578 Anónimo Auto Prevaricación [1988] Esp (CDH )
      ÁngelSalid, salid prestamente / antes que os hiera mi espada. / Pues fuistes desobediente, / manda Dios omnipotente, / que perdáis esta posada. / No curéis de porfiar / ni volver a traspasada, / que aquí me habéis de hallar / puesto en aqueste lugar / para resistir la entrada.
    • c1570-1578 Anónimo Auto Destrucción [1988] Esp (CDH )
      EmperadorTrino y Uno, omnipotente, / desde hoy más te adoro y creo. / Mas, tente agora, Clemente, / para que más dignamente / alcance lo que deseo. / Di que ponga el camarero / mi espada y corona, paje, / encima de un repostero, / que quiero hacer primero / un voto y pleito homenaje. / Por mi corona y espada / juro, si, como deseo, / de Christo salud m'es dada, / que ha de ser por mí vengada / su muerte en el pueblo hebreo. /
    • 1580 Góngora Argote, L. Poesías 1580 [2000] 4 Poesías Esp (CDH )
      Almeida, que a los árabes / con la venganza hórrida / sus muros y edificios va talándoles, / y a los rumes y alárabes, / debajo de la tórrida, / con valerosa espada domeñándoles, / y mayor pena dándoles / con el hijo belígero, / que en el seno Cambaico / contra el moro y hebraico / muere mostrando su furor armígero, / sirviéndole de túmulo / de mamelucos el sangriento cúmulo. /
    • 1580 Herrera, F. Metros italianos 1580 [1985] Poesía Esp (CDH )
      Nací yo por ventura destinado / al amoroso fuego, ¡i qu'ofrecido / me vea a desdén grave, a duro olvido, / sugeto siempre a miserable estado! / Rompa l'aguda espada el implicado / nudo, pues de m'industria nunca à sido / suelto por mi dolor; qu'en mal perdido, / el remedio cruel es acertado.
    • c1550-1580 Luis de León Trad clásicas [1990] 364 Poesías Esp (CDH )
      Que veo que ya el cielo soberano / de ti nos tiene envidia, y se lamenta / que más te ocupes, César, con lo humano, / do en fuero o desafuero ya no hay cuenta, / do yerve en guerras todo, do el insano / furor en tantas formas se presenta, / la esteva no se precia, los sembrados / se yerman de cultores despojados; / llevados los obreros, se ensilvecen; / las hoces se transforman en espadas, / los Partos de una parte se embravecen, / de otra las Germanias alteradas, / los pueblos que vecinos más parecen / guerrean, ya sus ligas quebrantadas, / esparce por do quiera el Marte crudo / lo fiero, lo sangriento, lo sañudo; / como quando del puesto libre extiende / el passo por el campo la quadrega, / y quanto se adelanta más se enciende, / y del correr las alas más desplega, / y en valde el quadreguero tira y tiende / las riendas, o le plega o no le plega, / llevado de los potros de las ruedas, / que sordas a los frenos no están quedas.
    • c1558-1580 Luis de León Poesía original [1990] 218 Poesías Esp (CDH )
      Las selvas conmoviera, / las fieras alimañas, como Orfeo, / si ya mi canto fuera / igual a mi deseo, / cantando el nombre santo Zebedeo; / y fueran sus hazañas / por mí con voz eterna celebradas / por quien son las Españas / del yugo desatadas / del bárbaro furor, y libertadas; / y aquella nao dichosa, / del cielo esclarecer merecedora, / que joya tan preciosa / nos trujo, fuera agora / cantada del que en Citia y Cairo mora. / Osa el cruel tirano / ensangrentar en ti su injusta espada; / no fue consejo humano; / estava a ti ordenada / la primera corona, y consagrada. /
    • c1558-1580 Luis de León Poesía original [1990] 222 Poesías Esp (CDH )
      Mas cesse el triste llanto, / recobre el español su bravo pecho; / que ya el Apóstol santo, / un otro Marte hecho, / del cielo viene a dalle su derecho. / Vesle de limpio acero / cercado, y con espada relumbrante; / como rayo ligero, / quanto le va delante / destroça y desvarata en un instante. /
    • 1581 Cueva, J. Infamador [1992] Esp (CDH )
      ¿Tú las ves? Yo no... ¡Es verdad! / ¡Las espadas aprestad, / que ya estamos do deseo! / Eliodora, el duro amor / cuyo poder me sujeta, / que venga ante ti me aprieta / a ofrecerme a tu rigor; / no llames atrevimiento / el venir a tu presencia, / pues amor me da licencia / y mi fe consentimiento.
    • 1581 Cueva, J. Infamador [1992] Esp (CDH )
      Leucino.No tengo que mirar nada. / ¡Suéltame!, ¡no me detengas!Felicina. ¡Cuando en este pecho tengas / esa espada atravesada!
    • 1582 Herrera, F. Obras [1985] Poesía Esp (CDH )
      Venció las fuerças el Amor tirano; / cortó los niervos, con aguda espada, / d'aquella dulce libertad amada / que sin vigor suspiro siempre en vano.
    • 1573-1582 Teresa de Jesús (Teresa de Cepeda y Ahumada) LFundaciones [1991] Esp (CDH )
      Pareció que por un rincón bajaba todo aquel ruido adonde ella estaba, y oyó unos grandes bramidos, que duraron algún espacio, de manera que a su padre —que aún, como he dicho, no era levantado— le dio tan gran temor que comenzó a temblar y, como desatinado, tomó una ropa y su espada y entró allá y muy demudado le preguntó qué era aquello. Ella le dijo que no había visto nada. Él miró otra pieza más adentro y como no vio nada, díjola que se fuese con su madre y a ella le dijo que no la dejase sola y le contó lo que había oído.
    • 1583 Luis de Granada Introd Símbolo I [1908] Esp (CDH )

      Porque la tierra (que es el más bajo de los elementos) es seca y fría, y el agua es fría y húmida, y el aire es húmido y caliente, y el fuego es caliente y seco: y desta manera se traban y dan la mano unos elementos á otros, y hacen una como danza de espadas, continuándose amigablemente por esta forma los unos con los otros.

    • 1583 Luis de Granada Introd Símbolo I [1908] 151 Esp (CDH )
      ¿Quién le enseñó esperar el golpe del enemigo con la punta del arma que el Criador le dió, que es como si dijese, si habéis de llegar á mí, ha de ser por la punta del espada? Todas éstas son obras de la divina Providencia, que no quiso dejar esta ave del todo desamparada de las armas y industrias necesarias para defenderse de su enemigo, y proveer con esto de una noble y honesta recreación á los reyes y grandes señores.
    • 1578-1584 Juan de la Cruz Cántico [1998] 279 Esp (CDH )
      Mirad el lecho de Salomón, que le cercan sesenta fuertes de los fortíssimos de Israel, cada vno la espada sobre su muslo para defensa de los temores nocturnos.
    • 1585 Pz Moya, J. Philosofía [1995] Esp (CDH )

      A esta deesa le dieron carro en que estuviese sentada y sones que la llevasen, y en la cabeza le pusieron una corona llena de torres, y que tuviese un sceptro en la mano como reina; tañíanle panderos y atabales y bacines de cobre. Iban, otrosí, los coribantes armados y con espadas sacadas, y cerca della muchas animalias fieras de que se creía ser madre, como dice Lucrecio, *en cuatro versos que comienzan: Quare magna Deum, etc.

    • 1585 Pz Moya, J. Philosofía [1995] Esp (CDH )
      Ir los coribantes delante de la deesa con espadas sacadas y armados denota que todo lo de la tierra se conserva y engendra y corrompe mediante su contrario. O según san Isidro, denota que los hombres deben de pelear por defender su patria y su rey.
    • 1587 Mena, F. Trad HEtiópica [1954] Esp (CDH )
      — De la vuestra solamente —respondió la doncella— depende la mía, y aquesta espada —mostrándole una que sobre sus rodillas tenía— que había de traspasar mi corazón, ha estado detenida y suspensa en veros respirar y tener señales de vivir.
    • 1587 Mena, F. Trad HEtiópica [1954] 19 Esp (CDH )
      Ella, que ninguna cosa entendió de su lenguaje, aunque bien sospechó lo que decía, se asió del hermoso mancebo, y puniéndose la punta de la espada a los pechos, amenazaba. de matarse con ella si no los llevaban a entrambos juntos
    • 1588 Góngora Argote, L. Poesías 1588 [2000] Poesías Esp (CDH )
      Levanta, España, tu famosa diestra / desde el francés Pirene al moro Atlante, / y al ronco son de trompas belicosas / haz, envuelta en durísimo diamante, / de tus valientes hijos feroz muestra / debajo de tus señas victoriosas; / tal, que las flacamente poderosas / fieras naciones, contra tu fe armadas, / al claro resplandor de tus espadas / y a la de tus arneses fiera lumbre, / con mortal pesadumbre / ojos y espaldas vuelvan / y, como al sol las nieblas, se resuelvan, / o, cual la blanda cera desatados / a los dorados luminosos fuegos / de los yelmos grabados, / queden, como de fe, de vista ciegos.
    • 1588 Góngora Argote, L. Poesías 1588 [2000] 98 Poesías Esp (CDH )
      Oh ya isla católica y potente / templo de fe, ya templo de herejía, / campo de Marte, escuela de Minerva, / digna de que las sienes que algún día / ornó corona real de oro luciente / ciña guirnalda vil de estéril hierba, / madre dichosa y obediente sierva / de Arturos, de Eduardos y de Enricos, / ricos de fortaleza, y de fe ricos; / ahora condenada a infamia eterna / por la que te gobierna / con la mano ocupada, / del huso en vez, del cetro y de la espada; / mujer de muchos, y de muchos nuera, / oh reina torpe, reina no, mas loba / libidinosa y fiera, / fiamma dal ciel su le tue trezze piova! /
    • 1575-1588 Huarte San Juan, J. Examen ingenios [1989] 557 Esp (CDH )
      «Señor, sepa vuestra señoría que los soldados que han gozado de la libertad de Italia no se pueden hallar bien en España por las muchas leyes que hay contra los que echan mano a la espada». Los otros caballeros, viendo que le llamaba señoría, no pudieron sufrir la risa; de lo cual corrido el caballero, les dijo de esta manera: «Sepan vuestras mercedes que la señoría de Italia es en España merced, y como el señor capitán viene hecho al uso y costumbre de aquella tierra, llama señoría a quien ha de decir merced».
    • 1575-1588 Huarte San Juan, J. Examen ingenios [1989] 537 Esp (CDH )
      Y es la causa que la irascible * es el verdugo y espada de la razón. Y el hombre que no riñe las cosas mal hechas, o lo hace de necio o por ser falto de irascible.
    • 1588 Malón Chaide, P. Conversión Magdalena [1930] I, 203 Esp (CDH )
      «Bien sabes, hijo, lo que hizo Joab, hijo de Sarvia, conmigo, que, contra mi voluntad y sin yo saberlo, mató dos príncipes mejores que él, que fueron Abner y Amasa, y con color de paz derramó su sangre, como si fuera en la batalla, y tiño el tahelí * con que colgaba del hombro izquierdo la espada, con la sangre de los muertos, para fiereza de soldado y jactándose de valiente. Pues, mira, hijo, que te mando que no dejes llegar sus canas con paz a la sepultura, sino que le mates, pues mató otros mejores que él».
    • 1590 Góngora Argote, L. Poesías 1590 [2000] 114 Poesías Esp (CDH )
      Príncipe mártir, cuyas sacras sienes, / aún no impedidas de real corona, / la fiera espada honró del Arriano; / tú, cuya mano al cetro si perdona, / no a la palma que en ella ahora tienes / (digna palma, si bien heroica mano), / pues eres uno ya del soberano / campo glorioso de gloriosas almas, / que ciñen resplandor, que enristran palmas, / do se triunfa y nunca se combate, / mi lengua se desate / en dulces modos, y los aires rompa / a celestial soldado ilustre trompa. /
    • 1583-a1591 Luis de León Nombres Cristo [1984] Esp (CDH )

      — Largos son de contar —dixo Iuliano— y, aunque preguntáys lo que sabéys, y no sé para qué fin, diré los que se me offrescen. David en el psalmo, hablando propriamente con Christo, le dize: Ciñe tu espada sobre tu muslo, poderosíssimo, tu hermosura y tu gentileza. Sube en el cavallo y reyna prósperamente por tu verdad y mansedumbre y por tu justicia; tu derecha te mostrará maravillas. Tus saetas agudas —los pueblos caerán a tus pies— en los coraçones de los enemigos del rey.

    • 1583-a1591 Luis de León Nombres Cristo [1984] Esp (CDH )
      — Pues no menos verdad es —dixo prosiguiendo Marcello— que las victorias de los griegos sobraron a éstos, y que el no vencido Alexandre, con la espada en la mano y como un rayo, en brevíssimo espacio corrió todo el mundo, dexándole no menos espantado de sí que vencido, y, muerto él, sabemos que el throno de sus successores tuvo el sceptro por largos años de toda Asia y de mucha parte de Africa y de Europa.
    • 1593 Gracián Dantisco, L. Galateo [1968] Esp (CDH )
      Por lo qual no nos conviene vanagloriar de nuestros bienes y hazienda, como algunos que se pagan tanto de sí, que con un poco de aplauso que les dan los circunstantes, se paran a hazer cercos en el suelo, y rayas con la espada o con otra cosa, y estando como suplicacioneros metiendo parábolas en sus hechos y hazañas, figurando las ciudades y exércitos, las más vezes delante de los que nunca supieron de guerra, como algunos que se paran a dezir: — He aquí, señores, el fuerte.
    • 1589-1594 Ercilla, A. Araucana III [1993] 825 Esp (CDH )
      Mas negando la deuda y fe debida / a mi tierra y nación, por tu respeto / quiero, señor, sacrificar la vida / por escapar la tuya deste aprieto, / y en contra de mi patria aborrecida / volver las armas y áspero decreto, / desviando gran número de espadas / que están a tu costado enderezadas.
    • 1589-1594 Ercilla, A. Araucana III [1993] 806 Esp (CDH )
      Déjolo aquí indeciso, porque viendo / el brazo en alto a Tucapel alzado, / me culpo, me castigo y reprehendo / de haberle tanto tiempo así dejado; / pero a la historia y narración volviendo, / me oísteis ya gritar a Rengo airado, / que bajaba sobre él la fiera espada / por el gallardo brazo gobernada: / el cual viéndose junto, y que no pudo / huir del grave golpe la caída, / alzó con ambas manos el escudo, / la persona debajo recogida; / no se detuvo en él el filo agudo, / ni bastó la celada aunque fornida, / que todo lo cortó, y llegó a la frente / abriendo una abundante y roja fuente. /
    • 1596 Lpz Pinciano, A. Philosofía [1953] Esp (CDH )

      Fadrique respondió: Assí es; lo fué él en sus Diálogos, como Lucano histórico en su Pharsalia; y quédese aquí la chaza hecha; que otro día, Dios adelante, se acabará este juego.

      Dicho esto, pidió la espada y capa y, con Vgo, se fué a cierto negocio que entre los dos auía.
    • a1597 Herrera, F. Versos [1985] 612 Poesía Esp (CDH )
      Sólo permita, ya que muero ausente, / quexarme de mi afán al campo abierto, / primero qu'a la espada entregue'l cuello / i al fuego abrasador el cuerpo muerto; / i mis passadas glorias que recuente, / cuando el oro enlazado d'el cabello / crespo, sutil i bello, / en mi cerviz se puso / i m'enredó confuso; / i qu'escriva la causa de mi afrenta / en esta arena estéril i sedienta; / i, repitiendo de principio el daño, / haré qu'el bosque sienta, / i las fieras, la fuerça de mi engaño. /
    • a1597 Herrera, F. Versos [1985] 583 Poesía Esp (CDH )
      Tebano alçó primero / mira, a quien la cerúlea i alta frente / i el curso enclina el mar d'Atlante fiero; / do vibra l'asta Marte que, caliente, / bañó en la sangre maura, i, llena d'ira, / pone al Aurora el yugo i Ocidente; / donde valor, virtud el cielo inspira, / la grandeza, el imperio glorioso / i felice fortuna siempre aspira; / en éstos dará Febo poderoso / a sublimes espirtus noble aliento / con industria i cuidado generoso; / avrá quien cante umilde su tormento, / quien belígero orror i aguda espada, / i quien el dulce i rústico lamento; / qu'aunque tú de pastores celebrada / seas en Aretusa i Mincio frío, / i del lacivo Sulmonés cantada, / si atiendes a su alegre desvarío, / t'agradará en mis braços blandamente / su canto, que suspira el dolor mío. /
    • 1598 Vega Carpio, F. L. Arcadia [1975] 68 Esp (CDH )
      No se os representan aquí las grandezas de Alejandro * con los coturnos antiguos y los vestidos scénicos; no la tragedia de Pompeyo * en los ematios * campos, la abrasada Troya y los griegos decendiendo de aquel preñado vientre del engañoso caballo, en la una mano las hachas encendidas y en la otra las espadas resplandecientes; no la famosa jornada en que Tifis * y Argos * tuvieron nombre, y el libre mar sintió arar los campos de sus saladas aguas con las proas y quillas de sus primeras naves.
    • 1598 Vega Carpio, F. L. Arcadia [1975] Esp (CDH )
      Aquel de agradable rostro, con el bastón de fresno y la mano en el pomo de la espada, es el vitorioso francés Carlomagno; * y el que con majestuosa presencia está a su lado es el divino César, a quien jamás las letras embotaron las armas.
    • 1599 Alemán, M. Guzmán Alfarache I [1992] 132 Esp (CDH )
      Decir, si viese a un religioso entrar a la media noche por una ventana en parte sospechosa, la espada en la mano y el broquel * en el cinto, que va a dar los sacramentos, es locura, que ni quiere Dios ni su Iglesia permite que yo sea tonto y de lo tal, evidentemente malo, sienta bien.
    • 1600 Sigüenza, J. HOrden SJerónimo II [1907] 209 Esp (CDH )
      Que muchos Capitanes auian regido grandes exercitos, sin poner la mano a la espada: que, pues el gouierno estaua en la cabeça, y essa nuestro Señor se la daua tan sana, no los desemparasse ni pensasse que le hazian falta los pies, y las manos.
    • 1602 Vega Carpio, F. L. Rimas [2003] Rimas Esp (CDH )
      ¡Oh!, nunca fueras, África desierta, / en medio de los trópicos fundada, / ni por el fértil Nilo coronada / te viera el alba cuando el sol despierta; / nunca tu arena inculta descubierta / se viera de cristiana planta honrada, / ni abriera en ti la portuguesa espada / a tantos males tan sangrienta puerta.
    • 1602 Vega Carpio, F. L. Rimas [2003] Rimas Esp (CDH )
      Píramo triste, que de Tisbe mira / teñido en sangre el negro manto, helose; / vuelve a mirar y sin morir muriose, / esfuérzase a llorar, tiembla y suspira. / Ya llora con piedad y ya con ira, / al fin para que el alma en paz repose, / sobre la punta de la espada echose, / y sin partir el alma, el cuerpo expira. /
    • 1603 Luque Fajardo, F. Fiel desengaño [1955] I, 40 Esp (CDH )
      ¿Y quién no echará de ver ser gracia la que este caballero tuvo, cuando, después de tantos y tan importantes oficios tocantes a la Sede Apostólica, secretario del sobredicho señor Nuncio, abreviador, nuncio por sostitución con capa y espada por tiempo de seis meses (cosa que jamás se ha visto en España) y otras agencias calificadísimas de cardenales, sacó públicos editos y sindicato, manifestándose por ello a todos los cabildos, prelados de religiones y obispos de España (como diciendo: Quis ex vobis?), para que, si de su parte o de sus oficiales y criados hubiese capítulos que ponerle en materia de sobornos, extorsiones o de otra cualquier injusticia, lo pidiesen en juicio, o fuera dél, porque salía y se obligaba por sí y los demás,; de que salió muy en gracia y sin nota de culpa?
    • 1603 Rojas Villandrando, A. Viaje Entretenido [1977] I, 10 Esp (CDH )
      Mas no sintieran del trabajo ultraje / mercader, peregrino ni avariento, / con Viajetan bien entretenido: / que Rojas facilita ya el viaje / con dulce prosa y numeroso acento, / muerte del tiempo, espada del olvido.
    • 1603 Rojas Villandrando, A. Viaje Entretenido [1977] Esp (CDH )

      Busiris: rey de Egipto; habiendo sufrido nueve años de esterilidad en su reino, pidió remedio a los agoreros griegos, los cuales le mandaron sacrificar todos los huéspedes que le viniesen.

      Briaireo: gigante; tenía cien brazos, manos y espadas.

      Belona: diosa de las batallas, y la que incita el ánimo a guerras, campos y desafíos.

    • 1603 Rojas Villandrando, A. Viaje Entretenido [1977] I, 255 Esp (CDH )

      Porque todo mi cuidado era de ayudar y amparar al pobre, conservar al rico, limpiar la tierra de alguaciles y soplones, que con nombres de justicia quiebran las leyes y fueros della, contentándome con pocos, y éstos honrados cristianos y hacendados; porque la necesidad en los jueces hace doblar la punta a la espada y torcer la vara de la justicia; ésta es la que da entrada a los sobornos, puerta a los agravios, casa a las particularidades y excepciones de personas, perdonando los insultos de los ricos y castigando demasiado las flaquezas de los pobres.

    • 1604 Jiménez Patón, B. Elocuencia española [1604] Esp (CDH )
      Limpian el casco, templan las celadas, / el hierro engastan, friegan capacetes, / remiendan cotas, filos dan a espadas, / buscan las gravas, miran los almetes.
    • 1604 Jiménez Patón, B. Elocuencia española [1604] 299 Esp (CDH )
      De lo cual diremos más en su lugar propio, aunque de paso se advierta que conviene así dividirla en dos partes, que Cicerón las nombró "elocución" y "acción"; y porque la elocución sin la acción es como una espada en la vaina, las galas en el cofre, el dinero en el arca; que todo es de ningún provecho no usándose dello.
    • 1604 Jiménez Patón, B. Elocuencia española [1604] 301 Esp (CDH )
      El cual por ser no sólo contra precetos de la buena elocuencia, mas porque es contra la religión, debe huirse; y no sólo en nuestros cortesanos de capa y espada, porque se hacen odiosos, y, haciéndolo por ser singulares, cobran nombre de tales en opinión de necios; pues los poetas que escriben para ellos solos, y no para todos, a nadie han dado gusto, y así quedan burlados del fin para que escriben, y merecen bien que arrojando sus libros les digan: No quieres ser entendido, nadie te entienda.
    • 1604 Jiménez Patón, B. Elocuencia española [1604] Esp (CDH )
      Que si mil mundos que vencer hubiera, / fuerzas para vencerlos se hallaran / en tal compuesto de armas y elocuencia. / Y pues es cero en el valor la ciencia, / aunque la espada y la elocuencia obraran, / el todo a vuestra pluma se debiera.
    • 1604 Vega Carpio, F. L. Rimas II [2003] 194 Rimas Esp (CDH )
      La espada, en vez de sangre, ruginosa, / amenazando al belga y africano, / está del agua, por no estar lustrosa, / puesta en la insigne y victoriosa mano; / y la rodela poco tiempo ociosa, / en la siniestra enseña al lusitano / las armas y ascendientes de Filipo, / de la paz verdadero prototipo. /
    • 1604 Vega Carpio, F. L. Rimas II [2003] 180 Rimas Esp (CDH )
      Y negando sus nombres, / desdiciéndose a todos / cuantos se lo preguntan, / y con mil fingimientos / de afeminados hombres, / negando de mil modos / hasta la tierra juntan, / (haciendo juramentos) / la cabeza inclinada: / gran linaje de afrenta / hablar la pluma y desdecir la espada.
    • 1605 Cervantes Saavedra, M. Quijote I [2004] 42 Esp (CDH )

      Llenósele la fantasía de todo aquello que leía en los libros, así de encantamentos como de pendencias, batallas, desafíos, heridas, requiebros, amores, tormentas y disparates imposibles; y asentósele de tal modo en la imaginación que era verdad toda aquella máquina de aquellas soñadas invenciones que leía, que para él no había otra historia más cierta en el mundo. Decía él que el Cid Ruy Díaz había sido muy buen caballero, pero que no tenía que ver con el Caballero de la Ardiente Espada, que de solo un revés había partido por medio dos fieros y descomunales gigantes.

    • 1605 Hidalgo, G. L. Diál entretenimiento [2007] Esp (CDH )
      Ido el toro, se comenzaron a dar matraca, y dijo el que estaba debajo de la albarda al que estuvo en la carreta, que se maravillaba mucho que siendo caballero de hábito en el pecho y espada en la cinta, se hubiese acobardado debajo de una carreta.
    • 1605 Hidalgo, G. L. Diál entretenimiento [2007] Esp (CDH )
      Su camisa de culebra con su cuello de garrafa, mangas de cruz y puños de espada, su jubón de azotes, su vaquero de Morayna, sus cañones de artillería, sus medias de medir con su liga de cazar pájaros y sus zapatillas de castañeta.
    • 1605 Inca Garcilaso Florida Inca [1988] Perú (CDH )
      Y para adelante, pusieron treguas sobre sus palabras, que no se ofendiessen ni fuessen enemigos de noche sino de día, ni se tirasen con artillería, diziendo que la pelea de manos con espadas y lanças era más de valientes que las de las armas arrojadizas, porque las ballestas y arcabuzes de suyo davan testimonio aver sido invenciones de ánimos cobardes o necessitados, y que el no ofenderse con la artillería, demás de la gentileza de pelear de la gentileza de pelear y vencer a fuerça de braços y con propria virtud, aprovecharía para que el vencedor llevasse la nao y la presa que ganasse, de manera que le fuesse de provecho sana y no rota.
    • 1605 Inca Garcilaso Florida Inca [1988] Perú (CDH )
      Con esta constancia y fortaleza estuvieron hasta las tres de la tarde, y estuvieran hasta acabar la vida, sino que a aquella hora, paresciéndole al governador inhumanidad dexar perescer hombres de tanta magnanimidad y virtud, que aun en los enemigos nos enamora, mandó a doze españoles grandes nadadores que, llevando las espadas en las bocas a imitación de Julio Cesar en Alexandría de Egipto y de los pocos españoles quel haziendo otro tanto en el río Albis, vencieron al duque de Saxonia y a toda su liga, entrassen en la laguna y sacassen los siete valerosos indios que en ella estavan.
    • 1605 Lpz Úbeda, F. Pícara Justina [1977] I, 93 Esp (CDH )
      Y que son mis cabellos de manera que, si me toco de almirante, temo barajas de postre, no tanto por el chinchón (que como ha tanto que soy condesa de Cabra no temo golpes de frente), cuanto porque mis cabellos son amovibles y borneadizos, temo que al primer tope vuelva barras al almirante y descubra el calvatrueno de mi casquete, el cual, como está bruñido sobre negro parece pavonado como pomo de espada.
    • 1605 Lpz Úbeda, F. Pícara Justina [1977] II, 616 Esp (CDH )
      Imaginé si era batalla de sopas, en la cual se suele hacer la guerra con madera, pero eso fuera si las espadillas tuvieran forma de cucharas. En fin, no atinando la causa, me resolví de aguardarlo a saber en el otro mundo.
    • 1605 Lpz Úbeda, F. Pícara Justina [1977] Esp (CDH )
      Y diga, hermano, y estas espadicas, ¿para qué son?
    • 1605 Lpz Úbeda, F. Pícara Justina [1977] Esp (CDH )
      Vi también que llevaban unas espaditas de madero en la cinta. Paréme a pensar qué podía ser aquello, porque decir que había enemigos que no podían morir si no es con puñal de madera, era negocio difícil de entender, si no es creyendo que eran enemigos encantados como los de don Belianís. Imaginé si era batalla de sopas, en la cual se suele hacer la guerra con madera, pero eso fuera si las espadillas tuvieran forma de cucharas. En fin, no atinando la causa, me resolví de aguardarlo a saber en el otro mundo.
    • c1605 Ocaña, D. Relación viaje América [1969] 64 Perú (CDH )
      La limosna no se recogió por entonces y no sé cuánta fue ni pude volver por ella; y los mayordomos que allí dejé, no sé si la enviaron a Castilla, según la orden que les dejé de que lo enviasen a Panamá todo lo que se recogiese, para que desde allí se enviase a Castilla. Lo que hay notable en esta ciudad es, que fue de las primeras que los españoles fundaron en aquestos valles y de donde sacaron más riquezas a las espaldas de Trujillo, en el camino de la sierra. Por el camino real que viene desde la ciudad de Quito hasta Lima, está el tambo Piscobamba, donde los primeros españoles que entraron en el Perú prendieron al Inca que venía caminando desde Quito para Pachacamac; y aquí, en este tambo, prometieron los indios, porque soltase a su rey, de llenarles de oro y plata. Es una sala muy grande y hasta el día de hoy permanece en ella la raya que hicieron los españoles hasta donde los indios llenaron de plata y oro. Y de este oro y plata que los indios dieron por rescate del Inca, fue de lo primero que se le llevó al emperador a Alemania, donde estaba a esta sazón y tiempo; de que quedó más aficionado a las cosas de las Indias y acudió a la conquista de ellas con más cuidado desde entonces, que estando cierto de la mucha riqueza que en esta tierra había, la cual por experiencia del oro y plata que tenía presente, gozaba. Y después que cogieron los españoles todo aquel tesoro, trajeron al Inca a esta ciudad de Trujillo; y los españoles que salieron, vieron que el Inca venía sentado en un tablón de oro y que los indios le traían en los hombros; y por quitarles la tabla de oro en que venía el Inca sentado, hicieron una barbaridad grande, que fue cortar con las espadas las manos de los indios que le traían, los cuales por no dejar caer en el suelo a su rey, tantas cuantas ellos cortaban tantos se iban ofreciendo y acudían a tener al Inca en el tablón de oro para que no cayese. Señal del grande respeto que a su rey tenían y de la mucha crueldad de los españoles; pues por quitarles el oro les cortaban las manos.
    • c1605 Ocaña, D. Relación viaje América [1969] Perú (CDH )
      y aunque para la bala no tiene resistencia, para otras armas, como es lanza y espada, la resisten. Su pelear es a pie y a caballo, cada uno como mejor se halla y con el arma que más se ha ejercitado.
    • c1605 Vega Carpio, F. L. Peribáñez [1997] Esp (CDH )
      Entra una compañía de labradores, armados graciosamente, y detrás PERIBÁÑEZ con espada y daga.
    • c1605 Vega Carpio, F. L. Peribáñez [1997] 149 Esp (CDH )
      Entre un SECRETARIO con un pendón rojo, y en él las armas de Castilla, con una mano arriba que tiene una espada, y en la otra banda un Cristo crucificado.
    • c1550-a1606 Alcázar, B. Obra poética [2001] 194 Esp (CDH )
      / Si estás determinada en dar contento / a tu hermosa y fresca primavera, / Lucrecia, ¡espada y capa, ya quisiera! / Mas, ¿quién convertirá tu pensamiento? / Sospecho que aunque vengan a rogarte / frailes —que es lo que agora más se precia—, / descalzos ante ti y arrodillados, / no te podrán mudar, ni serán parte.
    • c1550-a1606 Alcázar, B. Obra poética [2001] 343 Esp (CDH )
      / Básteos que el mundo ha sabido / cuán rendido me tenéis, / sin que de la espada uséis / con el que tenéis rendido.
    • 1606 Góngora Argote, L. Poesías 1606 [2000] Poesías Esp (CDH )
      Con la estafeta pasada / me dio aviso un gentilhombre / que amenazáis con mi nombre / y que matáis con mi espada; / vivís, señora, engañada, / que el amor que os he propuesto / no es hijo de Marte en esto, / antes de él es tan distinto, / que si me habláis en el quinto, / no os he de hablar en el sexto.
    • 1606 Góngora Argote, L. Poesías 1606 [2000] Poesías Esp (CDH )
      / Que yo a la verdad resista / cosa me parece fea, / y que noble espada sea / mordaza de un coronista.
    • a1607 Carrillo Sotomayor, L. LErudición poética [1990] Esp (CDH )
      Nuestra madre España, después de haber encubierto las antiguas desgracias con tan desacostumbradas vitorias al valor de los hombres, acordóse de sí, o (por mejor decir) sus hijos, colgando las espadas, tuvieron memoria de ella. Atreviéronse las plumas a hacer alardes de los ingenios.
    • a1607 Carrillo Sotomayor, L. LErudición poética [1990] Esp (CDH )
      ¿Soldado rudo y sin entendimiento / vistiera de arte tanta obra gloriosa? / No supo del escudo varios lazos, / el mar y tierras, ni del alto cielo / las estrellas Cabrillas y Virgilias, / ni del mar jubilado el Arctos claro, / diferentes ciudades, ni de Orión / resplandecïente espada; y pida / que se le den las armas que no entiende.
    • c1603-c1607 Juan Bautista Concepción (Juan García López) Pláticas Religiosos [2002] Esp (CDH )
      assí sentados en orden en el suelo, las manos debajo del scapulario y con esa compostura, aunque los tiros hoy sean sin bala y la spada se juegue sin derramar sangre, sin tener que advertir ni que decir. ¿No han visto el otro que busca y junta flores y de ellas hace ramilletes y los pone sobre su scriptorio? Los cuales, sin hablar, hablan con una particular hermosura que la composición de las flores hace. Aunque hoy no hablemos, hablamos assí compuestos, porque, aunque en la tierra podría ser nos esté Dios mirando y agradándose nos ponga sobre los scritos de su eterna predestinación, parece está pidiendo siquiera algo el Sanctíssimo Sacramento que hoy hemos de recibir. Para lo cual adviertan que quiere Dios allí un alma humillada, deshecha, un hombre todo negado; que eso quiere decir negado, deshecho: que no sea carne, que no tenga propia voluntad, que no tenga propio parecer, etc. De eso sirve la Religión: de deshacer un hombre; y cuando más deshecho, más hecho y más conforme el gusto de Dios. Porque, assí como Dios es nuestro manjar, assí nosotros lo somos suyo. Meus cibus est ut faciam voluntatem Patris mei, dijo cuando la samaritana.
    • 1609 Inca Garcilaso Comentarios Reales Incas [1985] II, 222 Perú (CDH )
      Suplícote, por quien eres, perdones estos pobres, y si no te dignas de concederme esta petición, a lo menos concédeme que, pues soy natural de esta provincia que te ha enojado, sea yo la primera en quien descargue la espada de tu justicia, por que no vea la total destrucción de los míos".
    • 1609 Anónimo Romances germanía [1945] Esp (CDH )
      / Iugador de media espada / de sobaco aliuiador, / hijo es de vn Mesonero, / muy peruerso en condicion.
    • 1609 Anónimo Romances germanía [1945] 60 Esp (CDH )
      / A la capa llama Nuue, / dize al sombrero Tejado: / Respeto llama a la espada, / que por ella es respetado.
    • 1610 Góngora Argote, L. Poesías 1610 [2000] 303 Poesías Esp (CDH )
      / Calpe desde su opuesta cumbre espera, / aunque lo ha dividido el mar en vano, / el término segundo del Tebano / complicado al primero, y penetrada / la ardiente Libia vuestra ardiente espada, / que el Nigris no en su bárbara ribera, / el Nilo sí con militar decoro, / la sed os temple ya en celada de oro.
    • 1611 Covarrubias, S. Tesoro Cast Esp (NTLLE)
      ESPADA, la comun arma de que se vsa; y los hombres la traen de ordinario ceñida para defensa, y para ornato y demostracion de que lo son; y a los que no están tenidos en esta reputación, les dizen que traen ruecas. Es símbolo de la justicia, y de la potestad [...].
    • a1612 Fdz Andrada, A. Epístola Fabio [1993] 74 Esp (CDH )
      / Peculio propio es ya de la privanza / cuanto de Astrea fue, cuanto regía / con su temida espada y su balanza.
    • 1600-1612 Ledesma, A. Conceptos espirituales I [1969] 72 Esp (CDH )
      / Y sin temor de la espada / entre los dos os meteys? / vos la capa sacareys / de los reparos rasgada.
    • 1612 Mira Amescua, A. Esclavo demonio [1984] 67 Esp (CDH )
      / Accidental fue el suceso, / no quiero en él parte agora: / llegó tu espada primero, / fue tu suerte venturosa.
    • 1612 Mira Amescua, A. Esclavo demonio [1984] Esp (CDH )
      Dame una espada o montante; / vengaré esta grave injuria, / que es mi vejez elefante, / y ha cobrado nueva furia / viendo este tigre delante.
    • c1579-a1613 Argensola, L. Rimas [1950] 34 Esp (CDH )
      / Ya como con el mismo sobresalto / que aquel vió en la espléndida comida / encima su cabeza la homicida / espada, que suspensa estava en alto, / con muerte amenazando por momentos; / i si los labios secos y sedientos / para dezir endechas humedezco, / mis lágrimas amargas les ofrezco.
    • c1579-a1613 Argensola, L. Rimas [1950] 168 Esp (CDH )
      / ¡O guerreros hermosos i espantables! / De fuego bibran todos gruesas lanzas, / de fuego tienden arcos i saetas, / son sus espadas pálidos cometas, / i el mismo Dios contra el linage humano / armó con rayo la terrible mano.
    • 1614 Góngora Argote, L. Poesías 1614 [2000] Poesías Esp (CDH )
      / Léase, pues, de este prudente Numa / el largo cetro, la gloriosa espada, / en culto estilo ya con verdad suma.
    • 1614 Salas Barbadillo, A. J. Ingeniosa Elena [1985] Esp (CDH )
      — Qualquier daño que me sucediera justamente lo merecía, pues ya que esta noche tuve antojo de ponerme un adereço de espada y daga de los muchos que tiene el desposado, escogí éste, que se le dio el mal acondicionado viejo de su tío a mi amo * día de San Pedro, este verano passado en una jornada que hizo a La Montaña; que bastava ser don de manos tan avarientas para recelar dél qualquiera mal sucesso.
    • 1614 Salas Barbadillo, A. J. Ingeniosa Elena [1985] Esp (CDH )
      a quemar tu hazienda, a echar por el suelo tu reputación, a bolver las buenas voluntades de tus deudos y amigos espadas que desseen bañarse en tu sangre. ¿Que fias en tu muger porque agora es santa y virtuosa? ¡Ay, qué poco le deves a la experiencia! ¡Mal conoces las flaquezas de nuestra naturaleza miserable! Amigo, el cavallo más bien castigado, el que se a llevado en fiestas públicas los ojos y las voluntades de la plaça, si sube en él un mal ginete que a un mismo tiempo le tira la rienda * a dos manos y le clava las espuelas con dos pies, arroja cozes y no para hasta tendelle por el suelo con verguença suya y risa de los ojos que le veen. La muger honesta, la de más buen exemplo, si la ponen ocasiones apretadas se cansa, si no en ésta en aquélla, y si no en aquélla en la otra, y dando córcobos corre desenfrenada y no para hasta dar con el marido y su honra por uno y otro despeñadero, sin dexar barranco adonde a él y a ella no los arrastre. * Verdades he dicho y muchos me oyen. A quien bien le parecieren cárguese dellas y provea su casa, que yo de valde las ofrezco.
    • 1614 Vega Carpio, F. L. Rimas sacras [2003] Esp (CDH )
      DEL BEATO IGNACIO DE LOYOLA, / CUANDO COLGÓ LA ESPADA / EN MONSERRATE
    • 1614 Vega Carpio, F. L. Rimas sacras [2003] Esp (CDH )
      / Porque Vos, vencedor esclarecido, / como sois noble, nunca habéis probado / lo que corta la espada en un rendido.
    • 1615 Cervantes Saavedra, M. Gallardo esp [1995] Comedias y entremeses Esp (CDH )
      <E_B/>Fernando ¡Miente el villano! / Yo me entregué, sin poner / pies a huir ni a espada mano.
    • 1615 Cervantes Saavedra, M. Retablo maravillas [1995] Comedias y entremeses Esp (CDH )
      y, por Dios vivo, que si echo mano a la espada, que los haga salir por las ventanas, que no por la puerta!
    • 1615 Cervantes Saavedra, M. Retablo maravillas [1995] Comedias y entremeses Esp (CDH )
      que, aunque fantásticos, no dejarán de dar alguna pesadumbre, y aun de hacer las fuerzas de Hércules con espadas desenvainadas.
    • 1615 Cervantes Saavedra, M. Laberinto amor [1995] Comedias y entremeses Esp (CDH )
      Éntrase Porcia. / Sale Julia con una rica rodela y una espada, todo en la mano; sale también Manfredo.
    • 1615 Cervantes Saavedra, M. Laberinto amor [1995] Comedias y entremeses Esp (CDH )
      Toma Manfredo la espada y la rodela.
    • 1615 Cervantes Saavedra, M. Pedro Urdemalas [1995] Comedias y entremeses Esp (CDH )
      / Las danzas de las espadas / hoy quedarán arrimadas, / a despecho de hortelanos, / envidiosos los gitanos, / las doncellas afrentadas.
    • 1615 Cervantes Saavedra, M. Entretenida [1995] 679 Comedias y entremeses Esp (CDH )
      / Sé cierto que decir puedo, / y mil veces referillo: / espada, mujer, membrillo, / a toda ley, de Toledo.
    • 1615 Cervantes Saavedra, M. Gallardo esp [1995] Comedias y entremeses Esp (CDH )
      Entra el capitán Guzmán, con espada y rodela.
    • 1615 Cervantes Saavedra, M. Gallardo esp [1995] Comedias y entremeses Esp (CDH )
      Entra a esta sazón Buitrago, un soldado, con la espada sin vaina, oleada con un orillo, tiros de soga; finalmente, muy malparado. Trae una tablilla con demanda de las ánimas de purgatorio, y pide para ellas. Y esto de pedir para las ánimas es cuento verdadero, que yo lo vi, y la razón porque pedía se dice adelante.
    • 1615 Cervantes Saavedra, M. Rufián dichoso [1995] 360 Comedias y entremeses Esp (CDH )
      Salen Lugo, envainando una daga de ganchos, y el Lobillo y Ganchoso, rufianes. Lugo viene como estudiante, con una media sotana, un broquel en la cinta y una daga de ganchos; que no ha de traer espada.
    • 1615 Cervantes Saavedra, M. Casa celos [1995] Comedias y entremeses Esp (CDH )
      Éntrase Malgesí, y entra Bernardo del Carpio, armado, y tráele la celada un Vizcaíno, su escudero, con botas y fieltro y su espada.
    • 1615 Cervantes Saavedra, M. Casa celos [1995] Comedias y entremeses Esp (CDH )
      Vanse a herir con las espadas; salen del hueco del teatro llamas de fuego, que no los deja llegar.
    • 1615 Cervantes Saavedra, M. Gran Sultana [1995] Comedias y entremeses Esp (CDH )
      / Entre una y otra muerte, / por entre puntas de espadas / contra mí desenvainadas, / entrara, mi bien, a verte.
    • 1615 Cervantes Saavedra, M. Juez divorcio [1995] Comedias y entremeses Esp (CDH )
      y yo tengo de tener todo el día la espada más lista que un sacabuche, para defendella; y no ganamos para pagar penas de pesos no maduros, ni de condenaciones de pendencias. Querría, si vuesa merced fuese servido, o que me apartase della, o, por lo menos, le mudase la condición acelerada que tiene en otra más reportada y más blanda; y prométole a vuesa merced de descargalle de balde todo el carbón que comprare este verano; que puedo mucho con los hermanos mercaderes de la costilla.
    • 1615 Cervantes Saavedra, M. Guarda cuidadora [1995] Comedias y entremeses Esp (CDH )
      Vuelve el sotasacristán Pasillas, armado con un tapador de tinaja y una espada muy mohosa; viene con él otro sacristán, con un morrión y una vara o palo, atado a él un rabo de zorra.
    • 1615 Cervantes Saavedra, M. Guarda cuidadora [1995] Comedias y entremeses Esp (CDH )
      Más de dos mil espadas están sobre él, que relumbran que me quitan la vista.
    • 1615 Cervantes Saavedra, M. Gallardo esp [1995] Comedias y entremeses Esp (CDH )
      / Mentí; rendiles la espada; / díjeles que mi intención / era venir a ponerme / de grado en su sujeción, / y que quisiesen traerme / a reconocer patrón.
    • 1617 Arias Saavedra, H. Carta 18/07/1617 [1937-1938] II, 67 Cartas y memoriales Argentina (CDH )
      Por ser tan odiosa la Reformaçion del dicho puerto en todas las prouinçias de Tucuman por los tratos y contratos que tenian por el y el aprouechamietno general que a todos se sseguia fueron tan mal Reçiuidos los dichos comisarios que hauiendo vno dellos en la çiudad de santiago del estero de aquella prouinçia presso y secrestado los bienes a luis gomez de lezcano alguaçil mayor que fue del dicho puerto y muy culpado en los dichos delitos le fue a la mano el teniente de gouernador don alonso de herrera y guzman y le ympidio y quito el vsso de la dicha comission sacandosela del pecho con mal tratamiento de palabra y obra y con escandalo hechando mano a las espadas y solto el presso y saco los papeles del pecho al dicho comissario y le tubo presso tomando para todo por color que no yba justificada la comission y sobrello proçedio con conoçimiento de caussa de que fue apelado a la dicha Real audiençia y no a benido la determinaçion ni autos sino solo la Relaçion del dicho comisario que ba con esta.
    • 1617 Cascales, F. Tablas poéticas [1975] 67 Esp (CDH )
      Y esto se hará mirando el verisímil y necessario. «Verisímil» es quando pende una cosa de otra al parecer, aunque puede faltar aquello, como: está amarillo y descolorido, luego ama; anda peinado y oloroso, luego es lascivo. Esto, aunque puede salir verdad, también puede ser falsa coniectura. «Necessario» es quando una cosa pende de otra: tiene leche, luego a parido; el sol luze, luego de día es. Esto es forçoso que sea, y es consequencia de la naturaleza. Ay otra del hecho, como: Pedro fue hallado a solas con Iuana, luego tuvo accesso con ella. Esto es verisímil, pero puede faltar. Pedro sacó a Ivan su espada sangrienta del cuerpo, luego matóle. Esto necessariamente se sigue. Ni más ni menos, las acciones se an de conseguir unas a otras en el poema, según el necessario o el verisímil. Exempli gratia: Virgilio se propone esta actión una y simple en la Eneida. Eneas, ganada Troya, viene a Italia, avisado del oráculo, a poblar una nueva ciudad; corre tormenta en su navegación y viene a dar a Cartago, adonde cuenta muchas cosas de Troya; Dido se enamora dél, y no pudiendo averle, ausente, se mata. Eneas camina para Italia y la conquista.
    • c1617 Ruiz Alarcón, J. Ganar amigos [1959] México (CDH )
      Marqués:¿Fue bueno a bueno la muerte?Don Fernando: Los dos solos desnudamos / cuerpo a cuerpo las espadas, / y el otro fue el desdichado.
    • c1600-1618 Belmonte Bermúdez, L. Hispálica [1974] 12 Esp (CDH )
      / Yo la paciencia cantaré española / por largo tiempo en el pesado cerco, / sola en mil siglos, en los nuestros sola / contra el moro feroz, rebelde y terco; / y el vaso armado en la sangrienta ola / del ancho Betis, que al profundo Huerco / ánima tanta derramó indignada, / huyendo el rojo filo a goda espada.
    • c1600-1618 Belmonte Bermúdez, L. Hispálica [1974] 14 Esp (CDH )
      / Sentí en el pecho la rabiosa punta / por católico brazo encaminada, / que a mí me hiere cuando el moro apunta / el osado español con viva espada; / con voz llorosa y la color difunta, / gemí la afrenta, para mí guardada, / mas ya el nuevo dolor que en mí se anida, / remedio sin hallarlo, el viejo olvida.
    • c1618 Castro, G. Mocedades Cid [1996] Esp (CDH )
      Corren una cortina, y parece el altar de Santiago, y en él una fuente de plata, una espada y unas espuelas doradas.
    • 1620 Góngora Argote, L. Poesías 1620 [2000] Poesías Esp (CDH )
      No hay que agradeceros nada / cuando agradecerlo importe, / si es vuestra vara de corte, / que lo sea vuestra espada; / la resolución honrada, / más que la dichosa suerte, / canta la Fama de suerte que / nos dice en trompas de oro / que no solo os temió el toro, / pero que os huyó la muerte.
    • c1619-1620 Ruiz Alarcón, J. Verdad sospechosa [1999] México (CDH )
      don garcía / Dame la capa y espada, / ¿qué causa le he dado yo?
    • c1619-1620 Ruiz Alarcón, J. Verdad sospechosa [1999] 140 México (CDH )
      / ¿Qué cosa es que la fama / diga a mis oídos mesmos / que a Salamanca admiraron / vuestras mentiras y enredos? / ¡Qué caballero y qué nada! / Si afrenta al noble y plebeyo / sólo el decirle que miente, / decid, ¿qué será el hacerlo / si vivo sin honra yo, / según los humanos fueros, / mientras de aquel que me dijo / que mentía, no me vengo? / ¿Tan larga tenéis la espada, / tan duro tenéis el pecho, / que penséis poder vengaros / diciéndolo todo el pueblo? / ¿Posible es que tenga un hombre / tan humildes pensamientos, / que viva sujeto al vicio / mas sin gusto y sin provecho? / El deleite natural / tiene a los lacivos presos, / obliga a los cudiciosos / el poder que da el dinero, / el gusto de los manjares / al glotón, el pasatiempo / y el cebo de la ganancia / a los que cursan el juego; / su venganza al homicida, / al robador su remedio, / la fama y presunción
    • 1621 Góngora Argote, L. Poesías 1621 [2000] Poesías Esp (CDH )
      / Su fin, ya que no acerbo, no maduro, / dulcemente llorando, / acusa la clemencia en mármol duro, / de sus vertidas bien lágrimas blando, / al tronco de Minerva suspendida / la invicta espada que ciñó en su vida.
    • 1621 Vega Carpio, F. L. Filomena [2003] Esp (CDH )
      y que mirase que, después que andaba con él, no le había dado disgusto ni sacado la espada; porque Celio era pacífico y tan prudente y cuerdo, que componía todos los disgustos que a los demás caballeros se ofrecían, y que con su entendimiento había solicitado tanta autoridad entre ellos, que le tenían envidia de que él le favoreciese y con tan justa razón se le inclinase.
    • 1621 Vega Carpio, F. L. Filomena [2003] 97 Esp (CDH )

      Entró en la recámara disimulado, y habló con Otavio fingido, alabándole las armas, el aseo y cuidado con que estaban puestas las espadas de diversos maestros, cortes y guarniciones, de que tenía muchas. Hizo Celio armar de la gola al tonelete a Otavio, y él se armó de unas armas negras. Concertaron de ensayarse para un torneo.

    • 1622 Quevedo Villegas, F. Sueño muerte [2003] 394 Sueños y discursos Esp (CDH )
      espátulas son espadas en su lengua; píldoras son balas; clísteris y melecinas, cañones, y así se llaman cañón de melecina. Y bien mirado, si así se toca la tecla de las purgas, sus tiendas son purgatorios y ellos los infiernos, los enfermos los condenados y los médicos los diablos, y es cierto que son diablos los médicos, pues unos y otros andan tras los malos y huyen de los buenos, y todo su fin es que los buenos sean malos y que los malos no sean buenos jamás.
    • 1622 Quevedo Villegas, F. Sueño muerte [2003] 446 Sueños y discursos Esp (CDH )
      Muy angosto, muy a teja vana las carnes, devanado en un cendal, con unas mangas por greguescos y una esclavina por capa y un soportal por sombrero, amarrado a una espada, se llegó a mí un rebozado y llamome en la seña de los sombrereros:
    • 1623 Almansa Mendoza, A. Relaciones 1623 [2001] 345 Cartas y relaciones Esp (CDH )
      Continuáronse los besamanos de los señores grandes y grandes cabezas de las casas, con gran porfía en los acompañamientos de amigos y deudos, y si hubieran de ir todos los que lo son, muchas personas reales fueran en los acompañamientos, y en los de los presidentes, empezando por el de Castilla, Catón cristiano, a quien les acompañaron sus consejos; y el conde de la Puebla del Maestre, mayordomo que asiste al príncipe, obligó a todos los señores, naturales y extranjeros, a acompañar al Consejo, como al que sólo por antonomasia se le llama. También fueron lucidos los besamanos del patriarca, arzobispo de Santiago y Évora. Fuéronle a besar la mano los embajadores del emperador, Francia, Polonia, Venecia y Saboya, Lorena, Génova, Luca y Parma, Mantua y Urbina, todos con grande ostentación. Hiciéronse cuatro personas graves de la junta: fray Pedro Ramírez y fray Juan de San Agustín, y ambos de esta religión, y el provincial de los capuchinos y fray Juan de la Fuente, dominico. Despacháronse diez correos a las ciudades principales, dándoles noticia de la venida de su alteza, y a todos los señores y prelados, para los efectos que en las cartas queda visto. Y el día en que celebró su majestad las honras de su padre que está en gloria, se entretuvo su alteza en el campo, y las más tardes han corrido lanzas y entretenídose en ver el juego de armas en que muchos hombres principales tomaron la espada.
    • 1623 Almansa Mendoza, A. Cartas 1623 [2001] Cartas y relaciones Esp (CDH )
      y muchas tardes en ver jugar las armas, a cuyo ejercicio acudieron a palacio el maestro mayor de ellas y el de su majestad, y don Luis de Narváez, primor de la destreza verdadera, y otros maestros de esta corte y de diversas partes, y caballeros y señores aficionados a ellas, para los cuales hubo días en que se dieron a los que se aventajaron premios de guantes, bandas, medias y cortes de jubones de tela y aderezos de espadas, lo cual estímanlo de manera que la frecuencia creció y el punto de la reputación apretó hasta salir descalabrados y heridos los más diestros, y un maestro con un ojo menos que le sacaron y le saltó al suelo de una estocada, a quien su majestad mandó dar cien escudos para curarse; en cuyo ejercicio se ha visto claro que excede la fuerza, ligereza y osadía a toda cualquier destreza del arte.
    • 1623 Almansa Mendoza, A. Cartas 1623 [2001] Cartas y relaciones Esp (CDH )
      Avisan de Santander que fue tan grande la provisión por el cuidado del licenciado Quiñones que en tan gran concurso de gentes no hubo falta, ni juntándose diferentes naciones no se metió mano a la espada ni hubo desgracia: sólo una noche, un barril de pólvora que en una casa tenían para festejar las noches con las luminarias e invenciones de fuego, se pegó y voló una casa de una parte a otra. Entró el Quiñones y sacó un hombre y una mujer y una criatura que estaban enterrados, los dos muertos y la criatura viva en brazos de la mujer. La armada fue de catorce navíos de guerra, tales cual nunca se han visto, muy reforzados y llenos de piezas de batir naranjeras, el que menos sesenta, y tan galanes que de alcorza no pudieran ser más lindos. Y la real de su alteza había de pasar, llamada El Príncipe. Es un prodigio o castillo en el mar, en la cual dio, el domingo 24 del pasado, banquete a todos los señores y caballeros, tan grande que, demás del matalotaje con que, de parte de su majestad, se le sirvió, traían dos de las naves cargadas de regalo para él.
    • c1621-1623 Quevedo Villegas, F. Mundo caduco [2005] Esp (CDH )
      Esto dijo, cuando con un cristo en las manos llegó un fraile carmelita descalzo de Calatayud, a quien su santidad inviaba de Roma a traer al duque una espada del Espíritu Santo.
    • c1621-1623 Quevedo Villegas, F. Mundo caduco [2005] Esp (CDH )
      «Esta espada, rayo de la Iglesia, templada con bendiciones de su pastor, ha de acompañar esos deseos. Revístase vuestra alteza en el serafín que guardó la puerta del paraíso y echó dél los inobedientes, imitando esta hazaña con la iglesia católica y los herejes. Hoy es día de Todos los Santos: a socorrerse han juntado su causa. Vuestra alteza dé la batalla, que en pocas horas tendrá la victoria.»
    • 1624 Almansa Mendoza, A. Cartas 1624 [2001] Cartas y relaciones Esp (CDH )
      ¡Gentil contera de tan buena espada!
    • 1624 Góngora Argote, L. Poesías 1624 [2000] Poesías Esp (CDH )
      Con Marfisa en la estacada / entrastes tan mal guarnido, / que su escudo, aunque hendido, / no lo rajó vuestra espada.
    • 1624 Vega Carpio, F. L. Circe [2003] Esp (CDH )
      — La espada es la respuesta.
    • 1624 Vega Carpio, F. L. Circe [2003] Esp (CDH )

      No quedo confiado ni temeroso; lo primero, por lo que siempre favoreció mi humildad a mi conocimiento; y lo segundo, porque también le sucede a la pluma como a los que toman muchas veces la espada. Por lo menos recibiré las heridas en el ánimo, y no en el miedo.

    • 1625 Almansa Mendoza, A. Relación 1625 [2001] Cartas y relaciones Esp (CDH )
      y, como advirtió Salustio, In Catilina, con ella las cosas grandes se deshacen, y al contrario las pequeñas crecen), las armas y espadas de plata, penachos blancos y negros, rosas y tocas de penacheras negras sobrepuestas de plata, mantos romanos negros y sobrepuestos de plata, picas de guerra, mangas negras, cuentos de hierros plateados, y de la invención de estas calzas fueron todas las demás, por no repetir.
    • 1625 Almansa Mendoza, A. Relación 1625 [2001] Cartas y relaciones Esp (CDH )
      y al que les parecía mejor, primero poniendo por cuenta de su cuadrilla por auto de secretario los aciertos de la pica o de la espada para hacer juicio después, que a las cuadrillas se había de premiar, y no a los singulares. Y, habiendo combatido casi la mitad, pudo la noche oscurecer la región. Entraron sesenta hachas y tantas almenaras, tiranas del imperio de las sombras; / y el cielo, en tantos ojos de sus estrellas, se paró a mirar el combate, pues dijo Séneca no haber visto cosa más digna de la vista de los dioses que la constancia y valor de combatirse los héroes. Acabóse el torneo, y por delante de los jueces se corrió una cortina de damasco y se quedaron a oscuras para librarse de los ruegos de los padrinos y hacer el juicio libre, imitación de los de Ariepago, que oían los pleiteantes sin luces para refrenar los afectos que sacan de un alma la sangre y la amistad. Y, habiéndose altercado sobre el precio de la espada, se mandó que uno de cada cuadrilla de dos en quien estaba dudoso el juicio tornasen a la lid, y fueron don Luis Soler y don Carlos Copons. Hiciéronlo con tanto coraje que con razón dijo Jemes el turco, en tiempo de don Alonso, rey de Aragón y Nápoles, que aunque era poco para veras era mucho para burlas, si bien las burlas en las armas de los españoles siempre han sido veras.
    • 1625 Paravicino, H. Sermón StaIsabel [1994] Esp (CDH )
      Mas, donde hay espadas que cortan lenguas, hay manos que las afilan. Pero muy gigante nombre a un vicio que le pareció tan de los muchachos a alguna pluma canónica. Cigarras * las llamó una y otra erudición, y que no servía el quererles quebrar las alas, sino de hacer su estruendo (que ellas piensan que es su canto) más importuno. Moscas no asqueó llamarlas la cultura, por infamarlas, y me empeñara yo a que estos torpes e importunos partos de la corrupción se han de alejar levemente con la mano, como lo hacía el otro docto ocupado: no apretar cuidadosamente con el estilo, como se ocupaba el otro príncipe ocioso. Que las plumas con las moscas, y a más en nuestros términos, son para aventar, no para escribir. No sé cómo he interrumpido el examen que llevaba, con embarazarme en la envidia.
    • 1625 Paravicino, H. Sermón StaIsabel [1994] 166 Esp (CDH )
      Con la ardiente espada en la mano, miraba el querubín desde la puerta del Paraíso que perdió Eva, romper a Adán la tierra. Suelte la cuchilla y asga de la reja: que desde la puerta de la iglesia de Santa María, le está mirando Isidro. Éste fue el primer intento de Dios en sus santos pobres.
    • 1625 Paravicino, H. Panegírico funeral Felipe III [1994] Esp (CDH )
      Pues habiendo heredado el Señor Rey Don Felipe Segundo, ya de la espada y mano, ya de la prudencia y autoridad de su Padre, el reino de Túnez en Africa, la república de Sena y la ciudad de Placencia en Italia, Aste y Vercelí en el Piamonte [...].
    • 1626 Caro, R. Días geniales [1978] Esp (CDH )
      Es tan uno este de las mujeres espartanas con el baile de los lusitanos y de las mujeres bastetanas, que no se puede negar, y muy semejante todo lo dicho a lo que vemos en la danza de las espadas, que es aquella saltación pírrica o ballimachia de que primero dijimos que hiriendo los pies el suelo a compás, usan de las espadas y broqueles haciendo un género de batalla muy graciosa.
    • 1626 Céspedes Meneses, G. Soldado Píndaro [1975] Esp (CDH )
      Avíanle dexado inadvertidamente sobre un bufete sus vestidos y espada, y en viéndola, incitado de su furor y desacuerdo, envistió con ella, y en un instante con nosotros, y repitiendo con turbada voz estas mismas palabras, dixo:
    • 1626 Céspedes Meneses, G. Soldado Píndaro [1975] I, 31 Esp (CDH )

      [...] y proseguimos asta un lugar que se llama Torrijos; al qual yendo rodeando, por negarnos la entrada, siendo ya bien claro el día, dimos en una choça donde, llegándome a mirarla curiosamente, hallé que estava sola y, más escrudiñándola, entre unas pajas una muy buena espada. Parecióme a propósito para nuestra jornada y juzgándolo assí, la saqué al compañero, que muy alegre, por ser de maior cuerpo, se la puso en la cinta; y yo lo consentí, tiniendo por mejor que si el dueño viniesse en seguimiento della la hallasse en su poder y no en el mío.

    • 1613-1626 Góngora Argote, L. Soledades II [1994] 463 Esp (CDH )
      / Cóncavo fresno, a quien gracioso indulto / de su caduco natural permite / que a la encina vivaz robusto imite, / y hueco exceda al alcornoque inculto, / verde era pompa de un vallete oculto, / cuando frondoso alcázar no de aquélla / que sin corona vuela y sin espada, / susurrante Amazona, Dido alada, / de ejército más casto, de más bella / república, ceñida en vez de muros / de cortezas: en esta pues Cartago / reina la abeja, oro brillando vago, / o el jugo beba de los aires puros, / o el sudor de los cielos, cuando liba / de las mudas estrellas la saliva; / burgo eran suyo el tronco informe, el breve / corcho, y moradas pobres sus vacíos / del que más solicita los desvíos / de la isla plebeyo enjambre leve.
    • 1626 Góngora Argote, L. Poesías 1626 [2000] 610 Poesías Esp (CDH )
      / Llaves dos tales, tales dos espadas, / escondiendo con velas ambos mares, / cuantos le dio sacrílegos altares / Europa a la herejía / extirparán un día, / y otro, no solo, no, abominaciones, / darán de Babilonia al fuego, entrando / los muros de Sión, mas alternando / himnos sagrados, cánticos divinos, / abrirán paso a cuantos peregrinos / tan libres podrán ya como devotos, / besando el mármol, desatar sus votos.
    • 1626 Quevedo Villegas, F. Buscón [1980] 29 Esp (CDH )
      Vino la justicia, comenzó a hacer información, prendió a berceras y muchachos, mirando a todos qué armas tenían y quitándoselas, porque habían sacado algunos dagas de las que traían por gala, y otros espadas pequeñas. Llegó a mí, y, viendo que no tenía ningunas, porque me las habían quitado y metídolas en una casa a secar con la capa y sombrero, pidióme como digo las armas, al cual respondí, todo sucio, que, si no eran ofensivas contra las narices, que yo no tenía otras. Y de paso quiero confesar a v. m. que, cuando me empezaron a tirar las berenjenas, nabos, etcétera, que, como yo llevaba plumas en el sombrero, entendí que me habían tenido por mi madre y que la tiraban, como habían hecho otras veces; y así, como necio y muchacho, empecé a decir: — "Hermanas, aunque llevo plumas, no soy Aldonza de San Pedro, mi madre", como si ellas no lo echaran de ver por el talle y rostro. El miedo me disculpa la ignorancia, y el sucederme la desgracia tan de repente.
    • 1626 Quevedo Villegas, F. Buscón [1980] 75 Esp (CDH )
      Y diciendo esto, envásole a cada uno a puerta cerrada la espada por los pechos, y luego los acogotamos. Porque no se oyese el ruido que hacían, todos a la par dábamos grandísimos gritos como que cantábamos, y así espiraron en nuestras manos.
    • 1628 Paravicino, H. Panegírico funeral Margarita Austria [1994] Esp (CDH )

      [...] y hallo de nuevo una oposición: que temió la muerte como mujer, es verdad, y como varón, de ese temor mismo vino a desearla. Bien así vimos a Elías huir la espada de Jezabel *y gritar después por ella, que se congojó tanto, si no se desestimó a sí mismo, el ánimo generoso, viéndose ocupado del miedo, que por librarse de él, escogió la muerte.

    • 1628 Quevedo Villegas, F. Disc Diablos [2003] 507 Esp (CDH )
      Sé yo que si le prestan las espadas todas no tendrán vuelta, con decir que no hay ninguna sin ella, y aun el día de san Antón en su poder no tendrá vuelta. Lo que le dan, aunque sea viejo, nunca es traído, sino llevado. Él no paga nada, mas todo lo pagará con las setenas.
    • 1628 Quevedo Villegas, F. Disc Diablos [2003] Esp (CDH )
      Más traidor fue tu llanto que su espada; sentimiento mandado fue el tuyo. De la piedad hiciste venganza. Más atroz fuiste mirándole muerto que venciéndole vivo. Ojos hipócritas no han de estar en la primera cabeza del mundo. Nosotros empezamos la restauración con tu muerte, no apresuramos la venida de Nerón.
    • a1630 Mogrovejo Cerda, J. Endiablada [1999] Perú (CDH )
      Invoqué para mi socorro una escuadra de santos, de quien hice cabo a la Virgen de Atocha, crucifiquéme desde la frente hasta la cintura, metí mano a la espada y prevíneme para esta aventura, no a fuer de don Quijote pero del Marqués de las Navas que las tuvo con vivos y muertos. Busqué el rosario, había olvidádoseme. Arranqué una bolsa de reliquias, que traía en el brazo, de una cinta y, apretada entre las manos como cuenta de perdón, nada rezando y todo oyendo, me quedé hecho puente de sus palabras, siendo las primeras del que estaba entre las tiendas.
    • c1630 Rojas Zorrilla, F. Obligados [1963] Esp (CDH )
      Sale DON LUIS, con espada y broquel, medio desnudo
    • 1631 Quiñones Benavente, L. Civilidades [2001] 152 Jocoseria Esp (CDH )
      / Pues ya el zas, si le advierto, / («alzó la espada y ¡zas! dejóle muerto»), / es vergüenza el decillo, / más gente ha muerto el zas que el tabardillo.
    • 1632 Vega Carpio, F. L. Dorotea [1998] Esp (CDH )

      ¿Para qué será bueno que ande de recoleta por un lindo, que todo su caudal son sus calcillas de obra y sus cueras de ámbar; esto de día, y de noche broqueletes y espadas, y todo virgen, capita untada con oro, plumillas, banditas, guitarra, versos lascivos y papeles desatinados?

    • 1633 Paravicino, H. Jesucristo desagraviado [1994] 267 Esp (CDH )
      Así lo notó San Agustín en Balán, * que acostumbrado a ver embelecos, no le asombró el oír hablar un bruto. Materia ésta de que me dicen que hay gran trabajo en nuestro lugar en no vulgar gente, y aun en vulgar también. Pero, sea la gente que fuere, la hechicería es una superstición que cae muy cerca de la infidelidad, mucho de la idólatra, y nunca en las pestes se miró la calidad de las personas, sino el riesgo de pegarse a todos el mal. La majestad humana ofendida no admite equidades en el castigo: la divina lesa * no ha de respetar en la satisfación delincuentes. Trate soberanamente, como lo hace este Santo Oficio en su mayor Consejo o en sus Tribunales menores causas semejantes. Apelliden de su parte a los que son de la de Dios, y a su fuego, como los levitas a sus espadas, * pasen los que hubieron errado, besándose las manos a sí mismos, como dijo Job * que, como allá Moisés, acá será nuestro dueño el que primero desnude el acero real, que demás de su celo católico, sobre toda manera grande (que la verdad y la obligación no han de coger temor a la lisonja) hallará en sus progenitores raros ejemplos. Dejo de referir los públicos: alguno de no tan común noticia, digno de la oración más espirituosa, referiré. Estaba enferma desahuciadamente en esta corte una gran señora: juzgaron los médicos por forzosas a su salud las experiencias de un herbolario eminente, morisco de Valencia, que estaba preso en la Inquisición de Toledo. Escribió el Señor Rey Don Felipe Segundo un papel al Cardenal Quiroga, Inquisidor General entonces, para que le fiase el preso y que él le daba su palabra real de restituírsele. Llevóle un gentilhombre de la Cámara, y leyéndole el Inquisidor General, respondió con celo santo: Señor, decidle al Rey que tome su oficio, y si quiere hacer esto, acabe primero la Inquisición. Llevó bien cuidadoso el gentilhombre la respuesta, oyóla mejor atento Su Majestad, y díjole: «A la verdad, Fulano, Quiroga nos enseña a ser cristianos».
    • 1633 Paravicino, H. Jesucristo desagraviado [1994] 270 Esp (CDH )
      ¿Para cuándo son las espadas? ¿Adónde tenéis las manos? Cuanto fuego azufrado llovistes en cinco ciudades alguna vez, * a aquel aposento se le usurpasteis obedientes, restituídsele justicieros.
    • 1634 Quiñones Benavente, L. Guardainfante II [2001] 306 Jocoseria Esp (CDH )
      Juan ¿Qué es que me prendan? / Yo me vo a volver galán, / y a traer en la cabeza / un gran canalón de fieltro, / un tejarón de guedejas, / sola una vaina en la espada, / en los calzones sesenta, / dos sábanas por lenzuelos, / cuatro colchones por piernas, / seis pabellones por ligas, / y por zapatos dos lesnas; / que desfegurarme puedo, / si dejo, sin que me sientan, / entre estos dos majaderos / el cuero como culebra.
    • 1634 Vega Carpio, F. L. Tomé Burguillos [2003] 571 Esp (CDH )
      / Platos suelen estar en espetera, / y espadas en recámara, señora, / y así la bigotera mixtifora, / pues no se queda en tres a la primera.
    • 1634 Vega Carpio, F. L. Tomé Burguillos [2003] Esp (CDH )
      / Así mozo infeliz, cuando le advierte / el valle, el prado en flor anticipada, / desmaya ramas y pimpollos vierte, / siendo de aquella fábrica dorada / tan breve el fin, que aun ignoró la muerte / si fue con la desdicha o con la espada.
    • 1634 Vega Carpio, F. L. Tomé Burguillos [2003] 685 Esp (CDH )
      Andaba entonces Guruguz de ronda, / con una escuadra vil de sus esbirros, / cuyo abuelo nacido en Trapisonda, / curaba hipocondríacos y cirros, / y viéndolos andar a la redonda, / como si fueran Césares o Pirros, / los dos valientes gatos, / con fuerte anhelo descansando a ratos, / llegaron a ponerse de por medio, / que fue difícil, pero fue remedio. / Mas como respetar a la justicia, / de gente principal respeto sea, / y lo contrario bárbara malicia, / luego Marramaquiz rindió la espada: / ¿quién habrá que lo crea? / Mas viendo Guruguz que no quería / que el amistad quedase confirmada, / sino permanecer en su porfía, / llevolos a la cárcel, enojado [...]. /
    • 1624-1635 Quiñones Benavente, L. Cuatro galanes [2001] Jocoseria Esp (CDH )
      Soldado Como espía perdida, / que no estima la vida / y la lleva jugada, / fiado en su valor más que en su espada, / sin temor del castigo, / en el campo me entré del enemigo.
    • 1633-1635 Quiñones Benavente, L. Puente Segoviana I [2001] Jocoseria Esp (CDH )
      Matos Estas dos hermosas puentes / por espada y daga os ciño, / para que de sed mate al más amigo.
    • 1633-1635 Quiñones Benavente, L. Puente Segoviana II [2001] Jocoseria Esp (CDH )
      Matos Este lagar y esta cuba / por espada y daga os ciño.
    • c1630-1636 Calderón Barca, P. Vida es sueño [2003] Esp (CDH )
      Sale Rosaura con baquero, espada y daga.
    • 1636 Quiñones Benavente, L. Muertos vivos [2001] Jocoseria Esp (CDH )
      Híncase Cosme de rodillas y Juan alza la espada.
    • 1636-1637 Quiñones Benavente, L. Jácara Olmedo [2001] Jocoseria Esp (CDH )
      Sale Borja con el arpa a un lado, como espada, tañendo y cantando.
    • 1638 Quiñones Benavente, L. Loa Rueda y Ascanio [2001] Jocoseria Esp (CDH )
      Sacan a un talego de dineros, con capa, espada y sombrero.
    • 1638 Rdz Freile, J. Carnero [1997] 95 Colombia (CDH )
      Partieron todos en tropa hacia las casas reales, terciadas las capas y empuñados en las espadas, diciendo palabras injuriosas. Estaba el Adelantado D. Gonzalo Jiménez de Quesada debajo de los portales de la plaza, hablando con el capitán Alonso de Olaya el cojo, y aunque había oído la voz del pregón, no sabía la sustancia. Mas de ver a los capitanes alborotados hablando en altas voces, de los delanteros se informó del caso, dejó al capitán Olaya que se juntó con los demás, y con la mayor presteza que pudo, subió a la sala del Acuerdo, donde halló al oidor Melchor Pérez de Artiaga, a quien se atribuyó este auto, porque el presidente estaba ausente como queda dicho. Hallólo el Adelantado con una partesana en las manos, diole voces diciendo: a la vara del rey, a la vara del rey, que no es tiempo de partesana. Díjose que la presidenta doña María había acudido a la sala para con su presencia reparar parte del daño, le puso el oidor la vara en las manos. Unos capitanes acudieron a la ventana del Acuerdo con las espadas desnudas, las puntas en lo alto, diciendo en altas voces: Echadnos acá ese ladrón, echadnos acá ese bellaco, y otras palabras injuriosas.
    • c1638 Rojas Zorrilla, F. Entre bobos [1995] Esp (CDH )
      Salen don PEDRO, en jubón con sombrero, capa y espada, y CABELLERA, medio desnudo, por el patio del mesón
    • c1638 Rojas Zorrilla, F. Entre bobos [1995] Esp (CDH )
      Sale don LUCAS, medio vestido, ridículamente, con espada y una luz, por el aposento de ALFONSA
    • 1639 Pellicer Ossau Salas Tovar, J. Avisos 1639 [2002] 44 Avisos Esp (CDH )
      El otro trozo del exército de Francia caminó hacia Sant-Omer. Al pasar una rivera para ponerse sobre Borburque, le salió al encuentro el Señor Marqués de Fuentes; y el 4 de Agosto, día de Santo Domingo de Guzmán, patrón de su casa, se dio la batalla, que duró ocho horas. Estorvóle el pasage, quedando el enemigo con gran pérdida, pero á la vista. De los nuestros murieron cien Españoles, y ciento y cincuenta heridos. Quedaron en la campaña difuntos seis Capitanes y Don Luis de Mieses, Sargento mayor del tercio del Señor Don Josef de Saavedra, Vizconde de Rivas. Escriben que estuvieron tan aventurados el Señor Marqués de Fuentes, el Señor Conde de Fuensaldaña y Don Andrea Cantelmo, que fue necesario menear muy bien las manos y las espadas para escaparse. El Holandés caminó al parage de la Moja. Nuestro exército pasó al País de Vaas, donde estuvo hasta ahora la vuelta de Liera para seguirle. Es lastimosa cosa lo mal parado que está todo. Sin dinero, sin gente y tres mil caballos desmontados. Su Alteza pasó de Gante á Amberes con calentura, de que estuvo sangrado dos veces.
    • 1639 Pellicer Ossau Salas Tovar, J. Avisos 1639 [2002] Avisos Esp (CDH )
      Pasaron de las razones á las espadas, y de la pendencia resultó quedar el Señor Conde de Oropesa herido de una bien dichosa estocada en la garganta, que ha sido más de espanto que de peligro. No se sabe los agresores, y así hay bastante materia en que esparcirse los discursistas.
    • 1636-1639 Quiñones Benavente, L. Verdad [2001] Jocoseria Esp (CDH )
      Repiten. Sale Mazana con cadena y espada dorada.
    • 1636-1639 Quiñones Benavente, L. Verdad [2001] Jocoseria Esp (CDH )
      Hombre 3º La espada o lo que costó.
    • 1640 Requejo Salcedo, J. Relac hist y geogr Panamá [1908] Panamá (CDH )
      y el segundo, Blas de Atienza, y Basco Nuñez de Valboa tomó possesión dél, metido hasta los muslos en el agua, con espada y rodela en las manos, por los reyes de Castilla y Leon, a 29 de Setiembre, dia de San Miguel, año de 1513 (Capítulo 2, libro 10, a foxas 33 de la mesma Historia de Herrera).
    • 1641 Acuña, C. Descubrimiento Amazonas [1891] Ecuador (CDH )
      ay entre algunos dellos herramientas de yerro, como son hachas, machetes, podones y cuchillos, y preguntando con cuydado por los lenguas, de donde les vienen, responden que las compran de los naturales que por aquella parte están más cercanos al mar, á los quales se las dan unos hombres blancos como nosotros, que vsan nuestras mesmas armas, espadas y arcabuzes, que en la costa del mar, tienen su habitacion y que solo se distinguen de nosotros en el cabello, que á vna mano le tienen todos amarillo, señas bastantes para poderse colegir con claridad, son los Olandeses, que hácia la boca del Rio Dulce, ó el Felipe, ha dias tienen tomada posesion.
    • 1641 Pellicer Ossau Salas Tovar, J. Avisos 1641 [2002] Avisos Esp (CDH )
      El de Villanueva le tiró un candelero y, sacando la espada, le hirió, aunque ligeramente; mas ya están amigos.
    • 1641 Pellicer Ossau Salas Tovar, J. Avisos 1641 [2002] Avisos Esp (CDH )
      Resolvióse Trejo en que no havía medio sino el de las Espadas: con esto dio Trejo el Broquel a vn amigo, i pidió los dejasen solos, supuesto que Abarca no iba acompañado. Quedáronse aquellos Cavalleros. Y salieron los dos al prado. Trejo iba con ánimo de quitalle la Espada al contrario, pero sucedió tan al revés de lo que pudo imaginar, pues Abarca le atravesó de vna Estocada Hígado i Baço. Cayó Trejo mortal.
    • 1641 Vélez Guevara, L. Diablo [1999] Esp (CDH )
      El Prado boqueaba coches en la última jornada de su paseo, y, en los baños de Manzanares, los Adanes y las Evas de la Corte, fregados más de la arena que limpios del agua, decían el Ite, río es, cuando don Cleofás Leandro Pérez Zambullo, hidalgo a cuatro vientos, caballero huracán y encrucijada de apellidos, galán de noviciado y estudiante de profesión, con un broquel y una espada, aprendía a gato por el caballete de un tejado, huyendo de la justicia, que le venía a los alcances por un estrupo que no lo había comido ni bebido, que en el pleito de acreedores de una doncella al uso estaba graduado en el lugar veintidoseno, pretendiendo que el pobre licenciado escotase solo lo que tantos habían merendado; y como solicitaba escaparse del «para en uno son» —sentencia difinitiva del cura de la parroquia y auto que no lo revoca si no es el vicario Responso, juez de la otra vida—, no dificultó arrojarse desde el ala del susodicho tejado, como si las tuviera, a la buharda de otro que estaba confinante, nordesteado de una luz que por ella escasamente se brujuleaba, estrella de la tormenta que corría, en cuyo desván puso los pies y la boca a un mismo tiempo, saludándolo como a puerto de tales naufragios y dejando burlados los ministros del agarro y los honrados pensamientos de mi señora doña Tomasa de Vitigudino, doncella chanflona que se pasaba de noche como cuarto falso, que, para que surtiese efecto su bellaquería, había cometido otro estelionato más con el capitán de los jinetes a gatas que corrían las costas de aquellos tejados en su demanda y volvían corridos de que se les hubiese escapado aquel bajel de capa y espada que llevaba cautiva la honra de aquella señora mohatrera de doncellazgos, que juraba entre sí tomar satisfación deste desaire en otro inocente chapetón de embustes doncelliles, fiada en una madre que ella llamaba tía, liga donde había caído tanto pájaro forastero.
    • 1642 Pellicer Ossau Salas Tovar, J. Avisos 1642 [2002] Avisos Esp (CDH )
      pero sucedió que, llegando a las Puertas de Barcelona, los detuvo la centinela y llegó recado del Virey al Señor Don Pedro, diciendo con buen modo que el Pueblo de Barcelona le havía hecho saber que no quería que estos Señores ni la Gente entrasen con Espadas, i para exemplo le suplicava se las quitasen los Cabos mayores. Sintiéronlo mucho i, apeándose el Señor Marqués Toralto, hiço pedaços la suya en las Ruedas del Coche, i a su exemplo los demás, de que mostraron sentimiento los Franceses. Entraron al fin i al Señor Don Pedro i a Toralto los hospedó en su Casa el Virey, i al Barón de Letosa, Fray Vincencio, Pellicer y otros Cabos Principales i heridos en Casas Particulares, i a los Capitanes. A los Soldados ordinarios, que pasaban de 500, llevaron a varios quarteles y les dan vn trato muy regular, regalándoles a porfía la infinita gente que hay en Barcelona. Todo esto lo confirma Don Juan de Arellano que llegó anoche embiado de Barcelona, con salvoconducto al punto de los rescates. También vino ayer el Capitán Don Juan de Balboa, embiado de Tarragona por el Señor Marqués de la Hinojosa, diciendo cómo embió a Barcelona a tratar de los Rescates, por el sueldo de vn Mes, que estava ya ajustado, i que respondieron que los que prendieron peleando con Fray Vincencio los darían; mas los que se rindieron a Merced corría distinto negocio.
    • 1642 Pellicer Ossau Salas Tovar, J. Avisos 1642 [2002] Avisos Esp (CDH )

      Estos son los que han sido Vandoleros i saben los Passos. Quedava diligenciando embiar más, i luego subirá a las Montañas a ir levantando Gente que remitir. Da quenta de cómo Barbarroja, Capitán de los Micheletes, está ya reducido al Servicio de Su Magestad i sería de gran beneficio. Que el Maestro Moliner estava en Barcelona trabajando con la Espada de la Confessión.

    • 1640-1642 Saavedra Fajardo, D. Empresas [1999] 224 Esp (CDH )
      Más se teme en los príncipes el saber que el poder. Un príncipe sabio es la seguridad de sus vasallos, y un ignorante la ruina. De donde se infiere cuán bárbara fue la sentencia del emperador Lucinio, que llamaba a las sciencias peste pública, y a los filósofos y oradores veneno de las repúblicas. No fue menos bárbara la reprehensión de los godos a la madre del rey Alerico, porque le instruía en las buenas letras, diciendo que le hacía inhábil para las materias políticas. A diferente luz las miraba Enea Silvio, cuando dijo que a los plebeyos eran plata, a los nobles oro, y a los príncipes piedras preciosas. Refirieron al rey don Alfonso de Nápoles haber dicho un rey que no estaban bien las letras a los príncipes, y respondió: ?Esa más fue voz de buei que palabra de hombre.? Por esto dijo el rey don Alonso: ?Acucioso debe el rey ser en aprender los saberes; ca por ellos entenderá las cosas de reyes, y sabrá mejor obrar en ellas.? Igualmente se preciaba julio César de las armas y de las letras; y así se hizo esculpir sobre el globo del mundo con la espada en una mano y un libro en la otra, y este mote: Ex utroque Caesar, mostrando que con la espada y las letras adquirió y conservó el imperio. No las juzgó por tan importantes el rey de Francia Ludovico Undécimo, pues no permitió a su hijo Carlos Octavo que estudiase, porque había reconocido en sí mismo que la sciencia le hacía pertinaz y obstinado en su parecer, sin admitir el consejo de otros. Pero no le salió bien, porque quedó el rey Carlos incapaz, y se dejó gobernar de todos con grave daño de su reputación y de su reino. Los estremos en esta materia son dañosos. La profunda ignorancia causa desprecio y irrisión y comete disformes errores, y la demasiada aplicación a los estudios arrebata los ánimos y los divierte del gobierno.
    • 1643 Pellicer Ossau Salas Tovar, J. Avisos 1643 [2002] Avisos Esp (CDH )
      Los Papeles que tenía el Señor Protonotario se dieron a Andrés de Roças, i al Protonotario, por apartarle del Consejo de Aragón, le dieron el de Indias de Capa i Espada, i le pasaron el Oficio de Protonotario de aquella Corona a su sobrino, hijo del Señor Justicia de Aragón, su Hermano, i entanto le sirve el Secretario Pedro de Villanueva. Quedó el Protonotario con la Secretaría de Estado de la Parte de España, que tenía antes, i con la del Estado de Flandres que tenía Roças. Con esto sacó su Oficio de Palacio i le llevó a su Casa. Bien es verdad que por enfermedad de Roças continuó el despacho con Su Magestad como antes, hasta poco antes de la Jornada, que Roças estuvo bueno i se entregó de los Papeles, i se dieron sus Ausencias i Enfermedades a Don Fernando Ruiz de Contreras.
    • 1643 Pellicer Ossau Salas Tovar, J. Avisos 1643 [2002] Avisos Esp (CDH )
      i, saliendo a la Calle disgustados, rebatiéndole a Cegrí la Espada los que querían poner paz, le atravesó el otro i murió al punto sin poder confessar. Ha hecho gran lástima, porque era muy pacífico, bien quisto i con muchos Amigos. Dexa quatro Hijos en su Mujer, Sobrina del Señor Obispo de Soria. El Matador está retrahído. No hay más que avisar.
    • 1640-1644 Calderón Barca, P. Alcalde Zalamea [1998] Esp (CDH )
      Don Lope(Aparte.) A la puerta / de la calle ¿no es mi cuarto? / Y en él ¿no está una rodela?Crespo(Aparte.) ¿No tiene puerta el corral, / y yo una espadilla vieja? Don LopeBuenas noches.CrespoBuenas noches. /
    • 1644 Enríquez Gmz, A. Siglo pitagórico [1991] 138 Esp (CDH )
      Hacía una sangría por excelencia (o por señoría), * pero había de ser en ayunas, que después de haber bebido (porque él no comía jamás) de cinco picadas apenas acertaba una; y como mi padre le conocía la enfermedad, aplicábale la mañana por remedio. Era tan noble que jamás sacó sangre baja: siempre picaba alto. Cuando sangraba del tobillo a alguna dama, asistía mi padre con una luz, y mi tío traía la sangre más peligrosa, a pesar de los humores más ocultos. Tenía a fuentes apestado el lugar, y así daba botones de fuego * a los racionales como si no lo fueran. Estaban reputadas sus tientas por tentaciones del diablo, y jamás abrió posterna * que no la hiciese. Alegrábase su alma cuando oía espadas en la calle, pero si no había heridos, decía que todos eran unos cobardes. Sus ingüentos eran bufones de las heridas: entretenían un año —y dos— las llagas; era grande alegrador de un casco, pero más del suyo. *
    • 1644 Enríquez Gmz, A. Siglo pitagórico [1991] 174 Esp (CDH )
      Llamaron los malsines, * y, como los conocían por amigos (siendo traidores), abrieron luego. Entramos todos con aquella espantosa palabra de «¡Ténganse a la Justicia!». Los corchetes, * agarraron de la moza y cerraron la puerta. El escribano y alguacil, siguiendo al juez, subieron la escalera con tanto ánimo como si fueran a ganar la Casa Santa. Llevaba el alguacil una linterna; dio luz a una cuadra, no halló persona; dio luz a una alcoba, hija de la cuadra, no halló alma; hizo oriente a otra, no halló cuerpo, y con la prisa que llevaban todos, se dejaron por mirar un aposento cuya ventana daba en otra calle. Ellos iban coléricos; yo no llevaba sino admiración, cuando siento abrir el aposento y salir un hombre con una espada en la mano y una vela en la otra.
    • 1644 Pellicer Ossau Salas Tovar, J. Avisos 1644 [2002] Avisos Esp (CDH )
      Fórmanle el Señor Conde de Castrillo, que es Governador de aquella Pressidencia, Don Pedro Gonçález de Mendoça, Don Pablo Arias Templado i el Protonotario, que es Consejero de Capa i Espada. Estos han de consultar Vireynados, Obispados, Goviernos, Plaças i demás Oficios de las Indias, sin que los demás tengan en ello mano alguna. Todos los otros Oydores han reclamado desta Resolución a Su Magestad (Dios le guarde), repressentando el agravio que se les hace i la nota de su Reputación, pues parece es darlos por Ministros no limpios. Pidieron licencia al Señor Conde de Castrillo para ir en Persona todos a Çaragoça. No se la ha dado, pero hace consulta i, en el Interim, no se innova en lo que antes se hacía hasta ver lo que el Rey resuelve.
    • 1644 Pellicer Ossau Salas Tovar, J. Avisos 1644 [2002] 499 Avisos Esp (CDH )
      que, estando cumpliendo con esta Obligación en casa de vn Cavallero Portugués del Apellido de Mascareñas, salió de noche a la Calle a vna Necessidad i, passando vn Hombre, le atravessó la Espada por el Cuerpo, de modo que murió allí; i el Enfermo ha mejorado. Que son Secretos sólo reservados a Dios.
    • 1597-1645 Quevedo Villegas, F. Poesías [1969-1971] Esp (CDH )
      / Dejas espada y lanza al desdichado, / y poder y razón para vencerte; / no sabe pueblo ayuno temer muerte; / armas quedan al pueblo despojado.
    • 1597-1645 Quevedo Villegas, F. Poesías [1969-1971] Esp (CDH )
      Arroja las balanzas, sacra Astrea, / pues que tienen tu mano embarazada; / y si se mueven, tiemblan de tu espada: / que el peso y la igualdad no las menea.
    • 1597-1645 Quevedo Villegas, F. Poesías [1969-1971] I, 268 Esp (CDH )
      * / ¿No ves lo que te dicen esos leños, * / vistiendo de escarmientos las arenas, * / y aun en ellas los huesos de sus dueños, * / que muertos alcanzaron tierra apenas? / ¿Por qué truecas las aves en pilotos / y el canto de ellas en sus roncos votos? * / ¡Oh qué de miedos te apareja airado * / con su espada Orïón, y en sus centellas * / más veces te dará el cielo nublado * / temores, que no luz, con las estrellas! * / Aprenderás a arrepentirte en vano, * / hecha juego del mar furioso y cano.
    • 1597-1645 Quevedo Villegas, F. Poesías [1969-1971] Esp (CDH )
      Toreador que cae siempre de su caballo y nunca saca la espada
    • 1597-1645 Quevedo Villegas, F. Poesías [1969-1971] Esp (CDH )
      Persuade a la Justicia que arroje el peso, pues usa sólo de la espada *
    • 1646 Anónimo Estebanillo González [1990] I, 47 Esp (CDH )
      Ejecutóse su precepto, y, habiéndole alzado al tal temerario la mitad de su bosque de tabaco, se armó una pendencia en la calle, a cuyo ruido de espadas se asomó mi maestro a la puerta; y viendo que en ella había algunos criados del Duque su amo, se arrojó a la calle a ver si la podía apaciguar, quedando el bravo con un pilar que anhelaba a remontación y otro que amagaba precipicio. Y por durar mucho la pendencia y hacer tardanza mi amo, no cesaba el matasiete de echar tacos y porvidas. Preguntóme muy a lo crudo si era oficial; y yo, pareciéndome caso de menos valer decirle que no lo era, le respondí que sí.
    • 1646 Anónimo Estebanillo González [1990] I, 80 Esp (CDH )
      preguntóle a mi inocente Judas la causa de su lamento, y él le dijo que, después de haberme vendido un carnero y dádole ocho reales por él, le había ido siguiendo con intención de quitárselos, y que alcanzándolo en aquel puesto se lo había pedido con muchos retos y amenazas, y que porque me los había negado había metido mano a la espada para matarlo y robarlo. Ellos, sin oír mi disculpa, que bastaba a Inés ser quien es, llegaron a mí y despojándome de la durindana me dieron tantos cintarazos con ella y tantos palos con los chuzos que, después de haberme abarrado como encina, me dejaron hecho un pulpo a puros golpes.
    • c1647-c1648 Cáncer Velasco, J. Vejamen secretario [2005] 153 Obras varias Esp (CDH )
      y mohíno con su ignorancia, tomé mi espada y mi capa, y me salí de casa; y al pasar por la de mi zapatero, que vive enfrente, que también había oído lo que don Juan Vélez me había dicho, me dijo: «¡Ah, señor don Jerónimo, sea para bien la secretaría! Ahora me parece que será tiempo de pagarme aquellos cuatro pares de zapatos, pues ha tanto tiempo que vuestra merced me los debe». Acabé de desesperarme y fuime a dar con mi cuerpo, sin saber lo que me hacía, al Prado. Senteme debajo de un álamo, al mismo tiempo que un estudiante gorrón andaba paseándose por una de las calles del Prado, tomando muy recio de memoria versos de Virgilio; y más adelante estaban dos italianos hablando de la grandeza del reino de Nápoles y del gran socorro que había enviado a Su Majestad. Yo, que estas cosas las oía sin escuchallas, sin que me sirviesen de embarazo, al ruido de tanta variedad me dormí, porque yo tengo grandísima facilidad en dormirme y en despertar, y lo hago en un abrir y cerrar de ojos. Y como los sueños son ecos monstruosos de las voces de los sucesos del día, y yo me llevé en la fantasía socorro de Nápoles, versos latinos y toda la Academia Castellana, empecé a soñar disparates.
    • c1635-c1651 Cáncer Velasco, J. Méndez de Haro [2005] 308 Obras varias Esp (CDH )
      / Todo a vos se os deberá, / porque en la empresa más ardua / vuestro cuidado se queda / en prendas de vuestra espada.
    • c1635-c1651 Cáncer Velasco, J. Fáb Minotauro [2005] 292 Obras varias Esp (CDH )
      / Minos, en vez de corregir su afrenta, / Minos, en vez de ensangrentar la espada, / juzgó la fiera por deidad esenta / y a las humanas leyes preservada, / y la misma maldad que representa / hizo su neutra especie venerada, / que en la gentilidad ciega, y sin tino, / era lo más culpable más divino.
    • c1635-c1651 Cáncer Velasco, J. Jácara [2005] Obras varias Esp (CDH )
      Torote el de Andalucía, / aquel jayán cuya espada / tiene ya, de puro vieja, / gastadas todas las marcas, / porque encontró a la Chamusca / con Mirlón el de Triana, / le dijo los evangelios / la mano sobre la cara.
    • c1635-c1651 Cáncer Velasco, J. Fuerza hermosura [2005] 213 Obras varias Esp (CDH )
      / El rayo quitó a Jove y el tridente / al grande rey de los azules hielos, / la espada a Marte llena de despojos.
    • 1651 Gracián, B. Criticón 1.ª parte [1993] Esp (CDH )
      Si mi pluma fuera tan bien cortada como la espada de V. S. es cortadora, aun pareciera excusable la ambición del patrocinio; ya que no llegue a tanto, solicita una muy valiente defensa. Nació con V. S. el valor en su patria, Lisboa, creció en el Brasil entre plausibles bravezas y ha campeado en Cataluña entre célebres victorias. Rechazó V. S. al bravo Mariscal de la Mota en los asaltos que dio a Tarragona por el puesto de San Francisco, que V. S. con su tercio y su valor tan bizarramente defendió. Desalojó después al que llamaban el invencible conde de Ancuhurt, sacándole de las trincheras sobre Lérida, acometiendo con su regimiento de la Guarda el fuerte Real, que ocupó y defendió contra el general recelo. Y de esta calidad pudiera referir otras muchas facciones, aconsejadas primero de la prudencia militar de V. S. y ejecutadas después de su gran valor.
    • 1651 Gracián, B. Criticón 1.ª parte [1993] Esp (CDH )
      ¿Pensabais hallar ahora un don Alonso el Magnánimo en Italia, un Gran Capitán en España, un Enrico IV en Francia, haciendo corona de su espada y de sus guarniciones lises? Ya no hay tales héroes en el mundo ni aun memoria de ellos.
    • 1663 Carvajal Saavedra, M. Navidades [1993] 22 Esp (CDH )
      Mandaron a un criado que mirara si estaban en el cuarto de la viuda y en diciéndoles que sí, atándose uno de los lienzos en la cabeza, otro en una pierna y dos en los brazos, estribando en la espada, ayudado de don Enrique y de un criado, entró en la sala de repente, dando a entender que venía herido.
    • 1703 Garau, F. Sabio instruido [2003] 28 Esp (CDH )
      No esté siempre desembainada la espada, ni siempre el azote a mano, porque no aga de repente la ira, lo que aia de llorar de espacio. El enojo de los ánimos briosos, dize el Espíritu Santo, son comunmente su ruina: Iracundia animositatis, subversio illius est. Eccl. 2. 28. Nunca jeren sin enojarse las avejas: pero tampoco se vengan jamás sin destruírse: Apes, non sine avulsione viscerum aculeum figunt. Aristot. l. 9. hist. c. 4. y nunca quema la leña, que no se abrasse. Assí lo dezía David de sus contrarios: Circundederunt me sicut apes: et exarserunt sicut ignis in spinis. Psalm. 117. 2. Alij legunt: exarserunt extinguendose. Y aun lo confessó de sí mismo alguna vez: Turbatus est à furore oculus meus. Caietanus vertit Tineavit ab ira. Ps. 30. 8. Turbóme la razón el furor: cegóme la ira: dejóme sin vista el enojo, que es locura ardiente, aunque breve: y ahi el primer mal: el segundo es, el proprio daño; pues como la polilla destruie a quien la produjo, assí la ira Tineavit, nace para ruína de quien la concibió.
    • 1723 Oviedo Baños, J. HConquista Venezuela [2002] 186 Venezuela (CDH )
      Muy magnífico y reverendo señor, más quisiera hazer a V. P. elrecibimiento con ramos y flores, que con arcabuzes y tiros de artillería, por avernos dicho aquí muchas personas ser más que generoso en todo;y cierto por las obras hemos visto oy en este día ser más de lo que nos decían, por ser tan amigo de las armas y exercicio militar como lo es V. P. y assí vemos, que la virtud honra y nobleza alcançaron nuestros mayores con la espada en la mano.
    • 1723 Oviedo Baños, J. HConquista Venezuela [2002] 25 Venezuela (CDH )
      y como los indios (observando los movimientos de los nuestros) solo aguardaban la ocasión, apenas los vieron separados, quando saliendo de la emboscada les embistieron con tal ímpetu y presteza que, quando pusieron mano a las espadas para defenderse, ya estaba Alfinger muy mal herido; pero sin perder el ánimo, disimulando la herida, hizo rostro valerosamente a la multitud de bárbaros que le acometía por todas partes, vengando la alevosía de su muerte con quitar la vida a muchos de sus contrarios, hasta que, socorrido de los demás españoles, se retiraron los indios, quedando Alfinger tan desangrado y postrado de las heridas que, sin que aprovechassen los remedios, murió dentro de tres días, dexando perpetuada la memoria de sus atrocidades en los recuerdos que hasta oy da de ellas su sepulcro, a seis o siete leguas de distancia de la ciudad de Pamplona, que después pobló Pedro de Ursua, cuyo sitio, por aver sido donde la muerte puso término a la bárbara crueldad de aquel tyrano, mantiene todavía el título de su nombre, siendo comúnmente conocido por el valle de Miser Ambrosio, aunque el coronista Herrera, contra la evidencia de vna verdad tan clara, pone esta muerte en Coro, por yerro conocido de las relaciones que le dieron para formar su historia.
    • 1723 Oviedo Baños, J. HConquista Venezuela [2002] Venezuela (CDH )
      pero los indios, que ocultamente le avían seguido los passos, apenas le vieron desmontarse de el cavallo para descansar vn poco, quando cogiéndolo a manos, le cortaron con su misma espada la cabeza; el cavallo espantado con el tropel y alboroto de los indios, corrió furioso por aquellos pajonales, y teniendo mejor tino que su dueño, entró por el alojamiento relinchando, de que maliciaron todos el infausto paradero, que avía tenido Orejón.
    • 1723 Oviedo Baños, J. HConquista Venezuela [2002] Venezuela (CDH )
      Chanza, que, teniéndola el Freyre por pesada, parecióle mejor mudar de medio, y metiendo mano a vna mala espadilla que llevaba, embistió con los indios con tan valiente brío que a pocos lances dexó heridos tres o quatro de los que más le molestaban, y temerosos los demás tuvieron por partido más seguro dexarle el passo franco y retirarse, dándole lugar, para que sin otro accidente, al cabo de algunos días llegasse a Barquisimeto, con la noticia del infeliz suceso de Narbáez, para contristación general de la provincia; atribuyendo todos la desgracia de aquella infausta jornada a castigo conocido de la justicia divina, para que, pereciendo con tan desastrado fin los marañones, sirviesse de escarmiento tan merecido premio a sus maldades.
    • 1725 Torres Villarroel, D. Correo [2000] Esp (CDH )
      Hasta los trajes han mudado los médicos, pues en otro tiempo vestían ropas que les determinaron las escuelas y ahora se arman de soldados, con cabelleras, tacones y espadas; y no los tiene el rey mejores. Pues si entre tantos arbitrios hubiera dispuesto la política enviarlos a los enemigos, allí apocarían el número de las gentes, y acá nos quedarían nuestros vivos menos enfermos.
    • 1725 Torres Villarroel, D. Correo [2000] 154 Esp (CDH )
      Y, como a mí me enseñó la hambre en poco tiempo el oficio de astrólogo, él se puso a médico y empezó a matar sin licencia. De un lugar le arrojaban y de otro se huía, y vino rodando por mil desdichas a la corte, donde nos vimos los dos. Y le conocí pobre, roto y trasijado. Y oí decir al mismo tiempo que había llegado a la corte un hombre milagroso que curaba, instar incantamenti, hasta las terceras especies de todas enfermedades. Yo, como siempre fui perdido por los hombres aplicados, lo andaba por este, y me lo apareció mi deseo en la casa de un amigo. Y cuando pensó mi ventura hallar a Galeno me encontré con este que te he contado, con cabellera, pliegues en la casaca, espada y bastón, y a la puerta de la calle su silla, cuando le convenía mejor una albarda. Desengañóse el lugar y huyó de él. Pero tan insolente bergante, que constándome a mí que sabía leer mal el romance —y sin la menor práctica ni en una barbería—, hablaba de unos sujetos tan insignes como el Dr. Díaz, el Dr. Suñol y de todos los médicos que se mantienen hoy en la corte, como habló de mí Don Jerónimo Ruiz de Benecerta.
    • 1726 Feijoo, B. J. Theatro crítico universal, I [1998] Esp (CDH )
      Por esso Dionysio, Tyrano de Sicilia, desengañó oportunamente al otro embidioso de su felicidad, haziéndose sentar a vn espléndido banquete debaxo de la punta de vna espada, que pendía de frágil hilo sobre su cuello, y dándole a conocer, que esse puntualmente era el estado en que le tenía su fortuna.
    • 1726 Feijoo, B. J. Theatro crítico universal, I [1998] Esp (CDH )
      Una Marulla, natural de Lemnos, Isla de el Archipiélago, que en el sitio de la fortaleza de Cochin, puesto por los Turcos, viendo muerto a su padre, arrebató su espada, y rodela, y convocando con su exemplo toda la Guarnición, en cuya frente se puso, dio con tanto ardor sobre los Enemigos, que no solo rechazó el assalto; más obligó al Baja Solimán a levantar el sitio: hazaña que premió el General Loredano de Venecia, cuya era aquella Plaza, dándole a escoger para marido qualquiera que ella quisiesse de los más ilustres Capitanes de su Exército, y ofreciéndole dote competente en nombre de la República. Una Blanca de Rossi, muger Bautista Porta, Capitán Paduano, que después de defender valerosamente, puesta sobre el muro, la Plaza de Bassano en la Marca Trevisana, siendo luego cogida la Plaza por trayción, y preso, y muerto su marido por el Tyrano Ezelino, no teniendo otro arbitrio para resistir los ímpetus brutales de este furioso enamorado de su belleza, se arrojó por vna ventana; pero después de curada, y convalecida (acaso contra su intención) de el golpe, padeciendo debaxo de la opresión de aquel Bárbaro el oprobrio de la fuerça, satisfizo la amargura de su dolor, y la constancia de su fe conyugal, quitándose la vida en el mismo sepulchro de su marido, que para este efecto avía abierto. Una Bonna, paysana humilde de la Valtelina, a quien encontró en van marcha suya Pedro Brunoro, famoso Capitán Parmesano, en edad corta guardando ovejas en el campo, y prendado de su intrépida viveza, la llevó consigo para cómplice de su incontinencia; pero ella se hizo también partícipe de su gloria, porque después de fenecer la vida deshonesta con la santidad de el matrimonio, no solo como Soldado particular peleó ferozmente en quantos encuentros se ofrecieron, pero vino a ser tan inteligente en el Arte Militar, que algunas empressas se fiaron a su conducta, especialmente la conquista de el Castillo de Pavono, a favor de Francisco Esforcia, Duque de Milán, contra Venecianos, donde en medio de hazer el oficio de Caudillo, pareció en las primeras filas al assalto. Una María Pita, heroyna Gallega, que en el sitio puesto por los Ingleses a la Coruña el año de 1589 estando ya los Enemigos aloxados en la brecha, y la Guarnición dispuesta a capitular, después que con ardiente, aunque vulgar facundia, exprobró a los nuestros su cobardia, arrancando espada, y rodela de las manos de vn Soldado, y clamando, que quien tuviesse honra la siguiesse, encendida en corage se arrojó a la brecha; de cuyo fuego marcial saltando chispas a los corazones de los Soldados, y Vecinos, que prendieron en la pólvora de el honor, con tanto ímpetu cerraron todos sobre los Enemigos, que con la muerte de mil y quinientos (entre ellos vn hermano de el General de Tierra Enrique Noris) los obligaron a levantar el sitio. Phelipe Segundo premió el valor de la Pita, dándole por los días de su vida grado, y sueldo de Alferez Vivo, y Phelipe Tercero perpetuó en sus descendientes el grado, y sueldo de Alferez Reformado.
    • 1727-1728 Torres Villarroel, D. Visiones [1991] 174 Esp (CDH )
      Después de algunos días prosiguió dando lecciones para aporrearse los cascos, hasta que se aburrieron totalmente las espadas y se empezaron a colgar de la cinta dijes con contera, mondadientes con puño y alfileres con vaina. Hiciéronse armas comunes las apoplejías de plomo, los cólicos de munición, los médicos de horqueta, * los aforismos * de Albacete. Conque al pobre diablo se le acabó este medio de proseguir la vida; y después de haber enfadado al mundo con su misma necesidad, paró en este Hospicio que llaman de los pobres.
    • 1727-1728 Torres Villarroel, D. Visiones [1991] Esp (CDH )
      ¡Que se arrimaron las espadas en Castilla, que después de ser adorno eran defensa!
    • c1730 Pita, S. Príncipe [1951] 83 Cuba (CDH )
      / Aquí comienza mi historia, / aquí mis bienes acaban, / y aquí empieza mi derrota, / pues aunque no fué delito / ser mi espada más dichosa, / fué a lo menos para el alma / tragedia tan lastimosa, / que mis potencias la sienten / y mis sentidos la lloran.
    • c1730 Pita, S. Príncipe [1951] 102 Cuba (CDH )
      / Si abusáis de mis favores, / si el concierto os desagrada, / elegid campo; os daré / satisfacción con espada.
    • 1732 RAE DiccAutoridades (NTLLE)
      ESPADA. s.f. Arma bien conocida, y de que comunmente usan los hombres para defensa y ornáto, y se trahe ceñida en la cintúra. Compónese de una hoja de acéro larga, angosta y puntiaguda, con su empuñadúra y guarnicion [...].
    • 1702-1736 Arzans Orsúa Vela, B. HPotosí [1945] 31 Perú (CDH )
      Toledo con medias y espadas; Segovia con paños; Valencia y Murcia con rasos y sedas; Córdoba con sedas, mantos y otros tejidos; Madrid con abanicos, estuches y mil juguetes y curiosidades; Sevilla con mantos y todo género de tejidos, puntas blancas de seda, oro, plata, estameñas, sombreros de castor y todo género de lencería; Flandes con tapicería, espejos, láminas, ricos escritorios; Cambray, puntas, encajes e indecibles géneros de mercaderías; Holanda con lienzos y paños; Alemania con espadas y todo género de acero; Génova con papel; Calabria y la Pulla con sedas; Nápoles con medias y tejidos; Florencia con rasos; la Toscana con paños preciosos bordados y tejidos de admirable primor; Milán con galanas puntas de oro y plata y telas ricas; Roma con relevantes pinturas y láminas; Inglaterra con bayetas y sombreros y todo género de tejidos de lana; Venecia con cristalinos vidrios; Chipre y las Costas de África con cera blanca; la India oriental con grana, cristales, careyes, marfiles y preciosas piedras; Ceylán con diamantes; Arabia con aromas; Persia, el Cairo y Turquía con alfombras; Terranate, Malaca y Goa con todo género de especiería, almizcle, losa blanca; la China ropa de seda; Cabo Verde y Angola con negros; la Nueva España con cochinilla, añil, vainilla, cacao y preciosas maderas; el Brasil con su palo; las Malucas con pimienta y especiería; la India Oriental, la Isla Margarita, Panamá, Cubagua, Puerto Viejo y otros muchos con todos géneros de perlas, que allí se pescan, como son fantasía, cadenilla, media cadenilla, pedrería, rostrillo, berrucos, aljófar común, topos catorcenos, amarillas, arenas y bromas; Quito, Riobamba, Cajamarca, Tarama, Bombón, Guamalíes, Cuzco y otras provincias de estas Indias con ricos paños, rayas, bayetas, jerguetas, lienzos de algodón, pabellones y alfombras, sombreros y otros tejidos; de Chanchapoyas le traen aquellos curiosos cortados y baraúndas labradas con todo primor y aseo sobre sutilísimos lienzos. En Tucumán, Santa Fe, Misque, Cochabamba y otras provincias le cuidan con gran copia de cera, pieles de antas, baquetas, badanilla, miel de abejas, algodones en copos y tejidos, canastos y varias resinas.
    • 1702-1736 Arzans Orsúa Vela, B. HPotosí [1945] 31 Perú (CDH )
      Alemania con espadas y todo género de acero; Génova con papel; Calabria y la Pulla con sedas; Nápoles con medias y tejidos; Florencia con rasos; la Toscana con paños preciosos bordados y tejidos de admirable primor; Milán con galanas puntas de oro y plata y telas ricas; Roma con relevantes pinturas y láminas; Inglaterra con bayetas y sombreros y todo género de tejidos de lana; Venecia con cristalinos vidrios; Chipre y las Costas de África con cera blanca; la India oriental con grana, cristales, careyes, marfiles y preciosas piedras; Ceylán con diamantes; Arabia con aromas; Persia, el Cairo y Turquía con alfombras; Terranate, Malaca y Goa con todo género de especiería, almizcle, losa blanca; la China ropa de seda; Cabo Verde y Angola con negros; la Nueva España con cochinilla, añil, vainilla, cacao y preciosas maderas; el Brasil con su palo; las Malucas con pimienta y especiería; la India Oriental, la Isla Margarita, Panamá, Cubagua, Puerto Viejo y otros muchos con todos géneros de perlas, que allí se pescan, como son fantasía, cadenilla, media cadenilla, pedrería, rostrillo, berrucos, aljófar común, topos catorcenos, amarillas, arenas y bromas; Quito, Riobamba, Cajamarca, Tarama, Bombón, Guamalíes, Cuzco y otras provincias de estas Indias con ricos paños, rayas, bayetas, jerguetas, lienzos de algodón, pabellones y alfombras, sombreros y otros tejidos; de Chanchapoyas le traen aquellos curiosos cortados y baraúndas labradas con todo primor y aseo sobre sutilísimos lienzos. En Tucumán, Santa Fe, Misque, Cochabamba y otras provincias le cuidan con gran copia de cera, pieles de antas, baquetas, badanilla, miel de abejas, algodones en copos y tejidos, canastos y varias resinas.
    • 1737 Mayans Siscar, G. Vida Cervantes [1984] Esp (CDH )
      En otra, hablando della, dijo: Ésta es la segunda parte de Don Quijote de la Mancha, no compuesta por Cide Hamete su primer autor, sino por un aragonés que él dice ser natural de Tordesillas. Aunque Cervantes, pues, en alguna parte le llamó autor tordesillesco, sólo fue por hablar en suposición de la ficción de su patria i quizá para tratarle con apodo equívoco a rocín tordillo, como si dijera autor arrocinado. En suposición, pues, de que la obra se finge averse escrito en Tordesillas i de averse impresso en Tarragona, como lo manifiestan la aprovación del libro i licencia para imprimirle, se entenderá fácilmente lo que dijo Cervantes en el principio de su discretíssimo prólogo del segundo tomo aludiendo a la ficción de la patria i realidad de la impressión en Tarragona. Sus palabras son éstas: Válame Dios i con quánta gana deves de estar esperando aora, letor ilustre (o quier plebeyo), este prólogo creyendo hallar en él venganzas, riñas i vituperios del autor del segundo Don Quijote, digo de aquel que dicen que se engendró en Tordesillas i nació en Tarragona, pues en verdad que no te he de dar este contento que, puesto que los agravios despiertan la cólera en los más humildes pechos, en el mío ha de padecer excepción esta regla. Quisieras tú que lo diera del asno, del mentecato i del atrevido, pero no me passa por el pensamiento. Castíguele su pecado, con su pan se lo coma i allá se lo aya. I poco más adelante: Paréceme que me dices que ando mui limitado i que me contengo mucho en los términos de mi modestia, sabiendo que no se ha de añadir aflición al afligido i que la que deve de tener este señor sin duda es grande, pues no osa parecer a campo abierto i a cielo claro encubriendo su nombre, fingiendo su patria, como si huviera hecho alguna traición de lesa magestad. Aquellas palabras señor i grande son misteriosas para mí, i, sea lo que fuere, yo estoi persuadido a que el enemigo de Cervantes era mui poderoso quando un escritor, soldado, animoso i diestro en el manejo de la pluma i de la espada no se atrevió a nombrarle. Si ya no es que fuesse hombre tan vil i despreciable que ni aun quiso que se supiesse su nombre para que con la misma infamia no lograsse alguna fama.
    • 1737 Mayans Siscar, G. Orígenes [1984] 415 Esp (CDH )
      El dotor Benito Arias Montano, en unos apuntamientos manuscritos que se hallan en la librería del Escurial; Juan de Melo, toledano, que escrivió Siete centurias de adagios castellanos que merecieron la juiciosa aprobación de Ambrosío de Morales, pero no han llegado a ver la pública luz; Blasco de Garai en sus dos Cartas en refranes, a las quales van juntas otras dos de incierto autor; Juan Mal-Lara en su Filosofía vulgar; su émulo Juan Sorapán de Rieros en la Medicina española contenida en proverbios vulgares de nuestra lengua; a cuyas colecciones de refranes se pudieran añadir muchos millares más que se hallan esparcidos en varios libros, como en el Diálogo de las lenguas, en la Vida de Don Quijote, en la comedia Eufrosina i en muchíssimos otros; de suerte que entre otras obras de alguna útil invención me atrevería a disponer una filosofía moral mui cumplida (la Vulgar de Juan Mal-Lara es mui pobre i no tiene artificio) compuesta toda de refranes españoles, para cuyo fin tengo recogidos muchos millares de ellos. Los refranes, como no se afecten ni usen fuera de tiempo contra el decoro i gravedad de las personas i lugar, no son despreciables, como algunos piensan, supuesto que Salomón, el hombre más sabio que ha tenido el mundo, inspirado por el Espíritu Santo, los alabó i autorizó en sumo grado. Después de cuyo egemplo es ocioso citar a otros, aunque grandes varones. Me contentaré con decir lo que Sinesio, que los refranes son las reliquias de la filosofía antigua, i añadiré que conservan muchas costumbres, como se puede observar en la eruditíssima carta que escrivió don Juan Lucas Cortés, cuyo original me comunicó mi estrechíssimo amigo don Josef Bermúdez, del Consejo del rei nuestro señor, i su fiscal en la Real Junta de Aposentos, ministro de gran entereza, dotrina i prudencia, i de exquisitíssimo gusto en todo género de cosas que merecen aprecio. Tan grande número, pues, de refranes, de los quales hai muchíssimos que no se sabe que están escritos, manifiesta la abundancia de nuestra lengua i contribuye mucho a la conservación de muchas voces. Yo bien sé que los árabes tienen ochenta nombres para significar el león, mil para la espada i, desta suerte, una multitud innumerable; pero fuera de que esso nace de la grande extensión de su lengua, usándose en unas partes los vocablos que no se usan en otras, ¿de qué sirve essa abundancia sino de cargar de voces la memoria de los hombres, haciéndoles perder el tiempo en aprender las palabras que significan las circunstancias de las cosas, pudiéndole lograr en encomendar a la memoria las mismas cosas? Porque una vez que distingamos las principales especies de espada, como espadín, alfange, estoque, cimitarra, montante i pocas más, ¿de qué sirve mayor número, pudiéndose explicar las otras diferencias por adgetivos, cuya significación sabe qualquiera? Yo comparo esta abundancia a la de los sinónimos que, dado que los aya rigurosamente tales, sólo sirven para la variedad i harmonía del decir, i aumentan el número de las voces, pero no de los vocablos. I concediendo que la lengua arábiga sea la más copiosa de quantas hai, la española, que tanto ha tomado de ella, por fuerza ha de ser mui abundante.
    • 1737 Mayans Siscar, G. Orígenes [1984] 415 Esp (CDH )
      El dotor Benito Arias Montano, en unos apuntamientos manuscritos que se hallan en la librería del Escurial; Juan de Melo, toledano, que escrivió Siete centurias de adagios castellanos que merecieron la juiciosa aprobación de Ambrosío de Morales, pero no han llegado a ver la pública luz; Blasco de Garai en sus dos Cartas en refranes, a las quales van juntas otras dos de incierto autor; Juan Mal-Lara en su Filosofía vulgar; su émulo Juan Sorapán de Rieros en la Medicina española contenida en proverbios vulgares de nuestra lengua; a cuyas colecciones de refranes se pudieran añadir muchos millares más que se hallan esparcidos en varios libros, como en el Diálogo de las lenguas, en la Vida de Don Quijote, en la comedia Eufrosina i en muchíssimos otros; de suerte que entre otras obras de alguna útil invención me atrevería a disponer una filosofía moral mui cumplida (la Vulgar de Juan Mal-Lara es mui pobre i no tiene artificio) compuesta toda de refranes españoles, para cuyo fin tengo recogidos muchos millares de ellos. Los refranes, como no se afecten ni usen fuera de tiempo contra el decoro i gravedad de las personas i lugar, no son despreciables, como algunos piensan, supuesto que Salomón, el hombre más sabio que ha tenido el mundo, inspirado por el Espíritu Santo, los alabó i autorizó en sumo grado. Después de cuyo egemplo es ocioso citar a otros, aunque grandes varones. Me contentaré con decir lo que Sinesio, que los refranes son las reliquias de la filosofía antigua, i añadiré que conservan muchas costumbres, como se puede observar en la eruditíssima carta que escrivió don Juan Lucas Cortés, cuyo original me comunicó mi estrechíssimo amigo don Josef Bermúdez, del Consejo del rei nuestro señor, i su fiscal en la Real Junta de Aposentos, ministro de gran entereza, dotrina i prudencia, i de exquisitíssimo gusto en todo género de cosas que merecen aprecio. Tan grande número, pues, de refranes, de los quales hai muchíssimos que no se sabe que están escritos, manifiesta la abundancia de nuestra lengua i contribuye mucho a la conservación de muchas voces. Yo bien sé que los árabes tienen ochenta nombres para significar el león, mil para la espada i, desta suerte, una multitud innumerable; pero fuera de que esso nace de la grande extensión de su lengua, usándose en unas partes los vocablos que no se usan en otras, ¿de qué sirve essa abundancia sino de cargar de voces la memoria de los hombres, haciéndoles perder el tiempo en aprender las palabras que significan las circunstancias de las cosas, pudiéndole lograr en encomendar a la memoria las mismas cosas? Porque una vez que distingamos las principales especies de espada, como espadín, alfange, estoque, cimitarra, montante i pocas más, ¿de qué sirve mayor número, pudiéndose explicar las otras diferencias por adgetivos, cuya significación sabe qualquiera? Yo comparo esta abundancia a la de los sinónimos que, dado que los aya rigurosamente tales, sólo sirven para la variedad i harmonía del decir, i aumentan el número de las voces, pero no de los vocablos. I concediendo que la lengua arábiga sea la más copiosa de quantas hai, la española, que tanto ha tomado de ella, por fuerza ha de ser mui abundante.
    • 1740 Cañizares, J. Anillo Giges [1983] Esp (CDH )
      Arranca la espada y pone la guarnición en el suelo. Vase a arrojar sobre la espada y le detiene Giges.
    • 1740 Cañizares, J. Anillo Giges [1983] Esp (CDH )
      Arranca la espada y pone la guarnición en el suelo. Vase a arrojar sobre la espada y le detiene Giges.
    • 1742 Feijoo, B. J. Cartas eruditas, I [2004] Esp (CDH )
      Metiendo una espada hasta la mitad, la porción sumergida en un punto de tiempo se hacía líquida; y el que hacía el experimento quedaba no más que con la mitad de la espada en la mano. No excede, ni aun iguala a esta violencia la actividad de los mejores espejos ustorios, que hasta aora se han fabricado, como en orden al de Mr. Tschirnhaus se puede ver en el tomo y lugar citado arriba, de la Historia de la Academia, núm. 3, y 4. Y en orden al de Mr. Villete, en nuestro segundo tomo, disc. 14, núm. 3.
    • 1742 Feijoo, B. J. Cartas eruditas, I [2004] Esp (CDH )
      y el que hacía el experimento quedaba no más que con la mitad de la espada en la mano. No excede, ni aun iguala a esta violencia la actividad de los mejores espejos ustorios, que hasta aora se han fabricado, como en orden al de Mr. Tschirnhaus se puede ver en el tomo y lugar citado arriba, de la Historia de la Academia, núm. 3, y 4. Y en orden al de Mr. Villete, en nuestro segundo tomo, disc. 14, núm. 3.
    • 1743 Torres Villarroel, D. Vida I-IV [1972] Vida Esp (CDH )

      [...] y yo empecé con furia implacable a meterme en cuantos desatinos y despropósitos rodean a los pensamientos y las inclinaciones de los muchachos. Aprendí a bailar, a jugar la espada y la pelota, torear, hacer versos, y paré todo mi ingenio en discurrir diabluras y enredos, para librarme de la reclusión y las tareas en que se deben emplear los buenos colegiales de aquella casa.

    • 1743 Torres Villarroel, D. Vida I-IV [1972] 149 Vida Esp (CDH )
      Yo conozco que es importante que estén ocultos los primeros principios y muchas circunstancias de los medios y los fines de este escandaloso suceso, por lo que determino contentar al lector con instruirle de las verdades más públicas, para que pueda entretenerse sin el resentimiento de los fabricantes de mi pasada penalidad. Es cierto que en los libros de las novelas, ya fingidas, ya certificadas, y en los lances cómicos inciertos o posibles, no se encuentra aventura tan prodigiosa ni tan honrada como la que me arrojó a padecer los rigores de un largo y enfadoso destierro. El que quisiere quedar instruido, registre algunos papeles míos, que con facilidad se tropiezan en las librerías, y hallará (aunque revueltos con estudiada confusión) los motivos de mi ignominia y mi desgracia. En las dedicatorias a mis almanaques de los años de 34 y 35, hechas a los excelentísimos señores marqués de la Paz y don Josef Patiño, que aún duran en el libro intitulado Extracto de los pronósticos de Torres, está patente mi inocencia, y embozada con los rodeos de una astucia loable la raíz principal de las conjuraciones que labraron mis desconsuelos y desdichas. En dos membretes impresos en Bayona de Francia, el uno dictado por don Juan de Salazar, compañero en la conturbación, en la fatalidad, la fuga y la fatiga, y el otro proferido por mí al rey nuestro señor, suplicando a su piedad con lastimosos y rendidos ruegos para que nos oyese su justicia, aparecen también algunas luces de la clara verdad de este suceso. En estos papeles, en la representación que los ministros hicieron a su real majestad y en la confesión de don Juan, consta solamente que, provocado este caballero de las injurias de un clérigo poco detenido, se dejó coger de las insolencias de la cólera, y, abochornado de sus azufres, tiró de la espada y abrió con ella en los cascos del provocante un par de roturas de mediana magnitud. Dicen que fue el herido con las manos en la cabeza, no a curarse, sino a solicitar la ira de un contrario poderoso, en cuya confianza y valimiento apoyaba su reprehensible temeridad. Arbitraron (para prevenir con más eficacia sus rencores y nuestras pesadumbres) que con las heridas frescas partiese quejoso a informar al presidente de Castilla. Así lo hizo el buen sacerdote, y marchó colérico, sanguino, con las dos faltriqueras en los cascos, y ante su tribunal dijo que aquellas heridas se las había impreso don Juan de Salazar, y añadió, finalmente, que don Diego de Torres había tenido la culpa. Éste es todo el hecho público y ésta es la historia que se cantaba en aquel tiempo. Los antecedentes, motivos y crueles asechanzas que pusieron a don Juan en la precisión de examinar ciertas osadías del herido, y otras diligencias de sus alianzas, quedarán encubiertas hasta el fin del mundo.
    • 1747 Juan, J. / Ulloa, A. Noticias América [1985] Perú (CDH )
      Allí fue preciso, para armar los tres regimientos que levantó el virrey marqués de Villagarcía, dos de caballería de a 500 hombres y uno de infantería de 1.000 hombres, que se fabricasen en Lima las espadas para los primeros; pero, como no había quien lo supiese hacer con perfección, después de haber consumido en ellas muy considerables sumas, quedaron con temple tan malo que continuamente se rompían en los ejercicios, y tan pesadas que no se podían manejar. No hubo igual providencia para suplir la falta de armas de fuego, pues, aunque el virrey dispuso que se comprasen todas las que hubiese, sin poner más límite en los precios que la voluntad de los que las vendían, nunca se pudieron completar, a mucha diferencia, las que se necesitaban, y con particularidad las pistolas para la caballería, que no se les pudo proveer de ellas hasta que de Buenos Aires se remitieron al inicio de 1743 las que había llevado la escuadra que comandaba don José Pizarro. Pero como era general la falta en todos aquellos reinos y fue preciso que quedasen algunas en Buenos Aires, otras en Chile, y que se remitiesen otras a Panamá, aunque se suplió con ellas lo más preciso, no lucieron en ningún paraje, y menos que en todos en las ciudades de Valles, adonde no alcanzaron, siendo el único paraje de lo interior del país adonde se enviaron, a la provincia de Tarma, por la urgencia que había de armar gente contra los indios sublevados. Pero para que mejor se conozca cuán escasas estaban, nos parece conveniente dar noticia de los socorros que el virrey envió para contener aquella sublevación, que aunque parecerán pequeños, porque en realidad lo son, eran cuantiosos respecto al estado en que se hallaban aquellos reinos.
    • 1747 Juan, J. / Ulloa, A. Noticias América [1985] Perú (CDH )
      23. Todo suma 3.850 armazones de fusiles y bayonetas para otros tantos infantes, y 3.000 de carabinas, pares de pistolas y espadas para la caballería. Con esta providencia estarían todos los puertos guardados y en un estado admirable para resistir a cualquier enemigo que los quisiese invadir, y la gente que acudiera a su socorro, hallaría las necesarias cuando no las llevase, o dejaría las lanzas para tomar otras más aventajadas.
    • c1750 Rdz Campomanes, P. Bosquejo [1984] Esp (CDH )

      Para ello se promulgará pragmática mandando que dentro de seis meses en la Audiencia o tribunal regio superior de cada provincia acudan todos los nobles que quisiesen titularse como les corresponde don a pedir con certificación del ayuntamiento y libros capitulares a pedir confirmación del título de don o del privilegio de espada.

    • 1737-a1754 Luzán, I. Poética [1977] Esp (CDH )
      Sabía, por ejemplo, el P. Ceva que los arcos, las saetas, las espadas, los venenos y las bombas fueron invenciones de los hombres; pero, su feliz fantasía le sugirió un origen más grande, más maravilloso y no inverisímil.
    • 1737-a1754 Luzán, I. Poética [1977] Esp (CDH )
      En la canción de Lupercio Leonardo a Felipe segundo, que hemos citado en uno de los capítulos antecedentes, ciertamente que parecían objetos muy remotos y muy ajenos del asunto el aplicar remedio a las dolencias, el ser invocado, la espada rigurosa, el olivo sacro, las trompas, los ejércitos, las banderas, las balas, la muerte, la victoria, los consejos, las borrascas, los pilotos, las cosechas, etc., y, sin embargo, el ingenio del poeta supo descubrir las relaciones que todos estos objetos podían tener con su principal argumento y halló el medio de enlazarlos y unirlos.
    • 1737-a1754 Luzán, I. Poética [1977] 403 Esp (CDH )
      [...] y otras, las que llamamos de capa y espada, en las que intervienen caballeros y damas, o personas inferiores, en su traje regular, que entonces era la capa y la espada de golilla en los hombres, sin decoración ni mudanza de escena.
    • 1758 Isla, J. F. Fray Gerundio [1992] 77 Esp (CDH )
      No ha habido en el mundo ni un sólo personaje que haya sacado la espada para defender al autor que le busca por mecenas; ni, lo que más es, aunque la sacara, pudiera defenderle. Demos que sea el más poderoso monarca del mundo. Podrá colmar de honras al benemérito autor. Podrá hacer que, en sus dominios, ni se escriba ni aun se hable contra él y que se tribute un exterior respeto a sus obras.
    • 1758 Isla, J. F. Fray Gerundio [1992] 178 Esp (CDH )
      Le hubiera abandonado a vuestra reverendísima los dos sermones con sus dos predicadores —y aunque fuesen otros dos mil como ellos— sin que hubiésemos sacado las espadas. Porque, al fin, vuestra reverendísima tiene muchísima razón en todo lo que dice de los tales dos sermones y de todos los demás que sean tales como los susodichos. Convengo en eso, y, por lo mismo, esgrimo la pluma, en este escrito, para ver si los puedo desterrar, no sólo de España, sino de todo el mundo; porque, más o menos, en todo el mundo hay orates con el nombre de oradores. Si el ungüento de la barba de Aarón sanó en Francia a tantos predicadores relajados como dice vuestra reverendísima, no desconfío de que el sebo del entendimiento de fray Gerundio haga en España iguales prodigios. En todo caso yo tendré grande consuelo si, al acabar de oír un sermón de los que tanto se usan, dice el auditorio que «ha estado admirable el padre fray Gerundio», que «el padre Gerundio lo ha dicho asombrosamente» y que «no ha podido decir más el señor don Gerundio».
    • 1760 Feijoo, B. J. Cartas eruditas, V [2004] 172 Esp (CDH )
      Pero fuera de que las producciones del amor de Dios, en el corazón humano, tienen un valor, una dignidad muy superior a las del temor, como ya insinué arriba, se debe atender también a que las impressiones, que hace el amor en las almas, son más constantes que las del temor. La razón es, porque la impressión del amor es dulce, suave, grata; por lo que hallándose bien el corazón con ella, bien lexos de aspirar a borrarla, la abriga y procura su conservación; al contrario, la del temor es áspera, desapacible, y como violenta, con que le resiste el corazón quanto puede. El amor le alhaga, el temor le oprime. El amor se goza, el temor se padece. Por esto el amor, siendo siempre acto de la voluntad, muchas veces es también objeto de ella, esto es, le ama la voluntad con otro acto de amor reflexo. Al contrario, en el temor halla siempre un huésped enojoso, a quien dio entrada por no poder negársela; como se concede alojamiento al enemigo, que se hace abrir la puerta con la espada en la mano. Assí con todas sus fuerzas se aplica a echarle fuera, y muchas veces lo logra.
    • 1762 Fdz Moratín, N. Petimetra [1989] Esp (CDH )
      FÉLIX Tal arrogancia merece / con la espada la respuesta; / ahora es buena ocasión.
    • 1762 Fdz Moratín, N. Petimetra [1989] 133 Esp (CDH )
      * / Damián perdió los estribos / y el color se le mudó / al punto que a Félix vio / con la espada en cueros vivos, / y con tiple de capón, * / muy preciado de prudente, / le dijo: «No es ser valiente / esto, Félix, ni es razón / de que dos amigos tales, / como somos vos y yo, / se maten por lo que no / puede valer cuatro reales; / y así a su elección dejemos / el que ella escoja el que quiera; / y, haciendo de esta manera, / los dos nos satisfaremos».
    • 1769 Cruz, R. Casamiento desigual [1990] Esp (CDH )
      Espejo / Di la verdad, que, si es cierto, / yo le haré justicia seca, * / y atravesará mi espada / los cuerpos de ellos y de ella.
    • 1770 Cadalso, J. Solaya circasianos [1982] Esp (CDH )
      [Hadrio, Casiro y Heraclio, por distintos parajes, cada uno con una antorcha en una mano, y la espada en la otra, oscurecido el teatro, aunque no del todo]
    • c1771 Cadalso, J. Noches lúgubres [2000] Esp (CDH )
      Pues aquí está el cadáver, y ese hombre está ensangrentado, tiene la espada en la mano y con la otra procura deshacerse del muerto, parece indicar no ser otro el asesino. Prended a ese malvado. Ya sabéis lo importante de este caso. El muerto es un personaje cuyas calidades no permiten el menor descuido de nuestra parte. Sabéis los antecedentes de este asesinato y los fines que se proponían. Atadle.
    • 1772 Cadalso, J. Supl Eruditos violeta [1818] 227 Esp (CDH )
      otros, hechos unos filósofos de pesebre, andan todo el dia muy erguidos de cuello como pavos, siempre de militar, y sin espada como los perros, hablando de Montesquieu, y de Rouseau, sin haberlos visto mas que por la pasta, pues estos dos caballeros no creo hayan estado jamas vestidos de otra tela: otros se levantan por la mañana con ánimo de escribir una obra que ilustre á toda la nacion; y murió este buen pensamiento en el momento que viene el peluquero, pues entónces empieza diferente conversacion y mas interesante; y así se va pasando esta miserable vida. Para estos no hay ciencia ni facultad que no tengan en la Política, que es la ciencia á quien esta casta de gentes fatiga mas, es una chirinola: las obras Griegas de Tucídides y Herodoto, y las Latinas de Salustio y Titolivio, las miran como un pequeño principio, para introducirse á la política: Xenofonte y Polivio, valen poco; porque se derriten en reflexîones: Tácito, aunque nada económico en ellos, es demasiado falso; todo se le vuelve querer adivinar, y al último se evapora en mil pensamientos quiméricos: el caballero Bacón, aunque excedió á todos los que le habian precedido por su penetrante espíritu y sano juicio, fué muy tonto, pues supo unir la Política con la Religion: á Baltasar Gracian apénas se le entiende: y el Marqués de Santa Cruz en sus reflexîones militares, aunque son siempre entretegidas de la mas fina y sana política, es Español, y así vale muy poco: Saavedra por lo mismo vale menos: el bueno y bonísimo es el Baron de Puffendorf: Barbeirac excelente y excelentísimo: Grocio, ilustre é ilustrísimo: Gregorio Letti, eminente y eminentísimo; y despues, para desensebar, las memorias de Sully, del Mariscal de Bassompierre, los despachos de monsieur d'Ossat, y las cartas del Cardenal Mazarini.
    • 1772 Cadalso, J. Eruditos violeta [1818] 48 Esp (CDH )
      Otro, al tiempo que los enemigos sitiadores asaltaban las murallas, se estaba con mucha seriedad haciendo una demostracion geométrica, y los soldados que no entendian de mas ángulos que los que formaban con la espada, acabáron con él y con la figura, que era el objeto de su embeleso, ó tal vez de su vanidad. En consecuencia de esto, es preciso que os distingais tambien por algun capricho de semejante naturaleza é importancia, para que la gente que os vea pasar por la calle, diga: allá vá un filósofo. Unos habeis de estar, por exemplo, siempre distraidos, habeis de entrar en alguna botillería preguntando si tienen botas inglesas, ó en alguna librería preguntando si alquilan coches para el sitio. Otros aunque tengais los ojos muy buenos y hermosos, habeis de llevar un sempiterno anteojo en conversacion con la nariz. Otros habéis de comer precisamente á tal ó tal hora, y que sea extravagante, como si dixéramos á las nueve de la mañana, ó á las seis de la tarde; y si los estómagos tuviesen hambre á otras horas, que tengan paciencia, y se vayan afilosofando. Otros habeis de correr, como volantes, por esas calles de Dios, atropellando á quanto chiquillo salga de las puertas en hora menguada para él y su triste madre.
    • 1772 Cadalso, J. Supl Eruditos violeta [1818] 219 Esp (CDH )

      Ya vmd. comprenderá que nuestra facultad no se hizo para ilustrar al mundo con la pluma, sino con la espada; pero estamos hoy todos tan revueltos, que yo espero ver un tratado de Equitacion escrito por algun Capuchino, en donde nos diga que este uso fué muy conocido en tiempo de Salomón [...].

    • 1772 Cruz, R. Usías [1986] Esp (CDH )
      Chinica Yo se la tengo jurada / a uno de ellos, y a no ser / porque siempre lleva espada, / y porque le tengo miedo...
    • 1769-1773 Jovellanos, G. M. Muerte Munuza [1984] Esp (CDH )
      Antes de acabar de instruirle sobre los motivos de su repentina vuelta, le pregunta la causa de la reclusión de su hermana y de Rogundo. Munuza le dice que como premio de sus altos servicios y como prueba de lo mucho que le estimaba. Pelayo se sorprende al oír tal intento y tal insulto, se enfurece y le impropera. El tirano procura mitigarle, y no consiguiéndolo, manda asegurarle secretamente en el castillo, y que se acelere la preparación de su desposorio con Dosinda. Se subleva el pueblo; los gijoneses se apoderan del fuerte, y al tiempo de conducir los moros a él a Pelayo, Rogundo, libre, les arrebata la presa, y capitaneando a los nobles, lleva el exterminio a todas partes. Lo sabe Munuza, que rabioso quiere correr al combate; le detiene Achmet, su confidente, y en este estado le presentan los moros a Pelayo desarmado, quien procura recobrar su espada, amparado de los asturianos. Munuza, que le ve inerme, va a él con un puñal en la mano; pero Rogundo, que en este tiempo se había aparecido en el fondo de la escena advirtiendo el peligro de Pelayo, vuela a herir a Munuza; lo advierte Achmet, y procura estorbarlo para defender al tirano; de modo que, interpuesto entre Munuza y Pelayo, defiende sin querer la vida de éste, y no la de aquél, que cae herido por Rogundo. Pelayo se apodera de su hermana; Munuza se retira a morir, sostenido por Achmet; huyen de Gijón los moros asustados, y Pelayo, Rogundo, Suero y los demás asturianos celebran esta acción, tan venturosa para la restauración y tranquilidad de aquel país.
    • 1769-1773 Jovellanos, G. M. Muerte Munuza [1984] Esp (CDH )
      Pelayo pierde la espada y procura cobrarla, defendido de los suyos. Munuza corre hacia él con un puñal en la mano; en este tiempo se habrá descubierto Rogundo en el fondo de la escena, quien advirtiendo el peligro en que está Pelayo, corre a herir a Munuza; Acmeth, que advierte la acción de Rogundo, procura estorbarla para defender al tirano, de modo que interpuesto entre Munuza y Pelayo, defiende sin arbitrio la vida de éste y no la de Munuza, que cae herido por Rogundo)
    • c1775 Concolorcorvo Lazarillo [1965] Perú (CDH )
      Así como los escritores graves, por ejemplo, el Plomo, y aun los leves, v.g., el Corcho, dirigen sus dilatados prólogos a los hombres sabios, prudentes y piadosos, acaso por libertarse de sus críticas, yo dirijo el mío, porque soy peje entre dos aguas, esto es, ni tan pesado como los unos ni tan liviano como los otros, a la gente que por vulgaridad llaman de la Hampa o Cáscara amarga, ya sean de espada, carabina y pistolas, ya de bolas, guampar y lazo. Hablo finalmente con los cansados, sedientos y empolvados caminantes, deteniéndolos un corto espacio.
    • 1774-1775 Requena, F. Descripción Guayaquil [1984] Ecuador (CDH )

      Fuera de estas seis poblaciones, hay por sus campos 256 casas habitadas por los hacendados que tienen en ellas sus siembras y ganados: con esta gente y con la que se ha dicho hay en los pueblos, se numeran en este partido 5.045 almas, entre ellas 1.121 hombres capaces de tomar las armas, los 269 blancos y los demás indios, pardos y mestizos; todos tienen sus lanzas y machetes, y sólo se encuentran entre toda esta gente 28 escopetas y algunas espadas y sables.

    • 1775 Anónimo Muy buenas tardes [1932] Tonadillas teatrales Esp (CDH )
      / Mas lo que no perdieron / en la refriega / fué los matamaridos, / que eran de piedra; / porque sirvieron / de espadas y fusiles / para el encuentro.
    • c1771-1777 Fdz Moratín, N. Arte putear [1995] 131 Esp (CDH )
      / El arte de verter sangre humana / con la espada fatal es aprehendido / de príncipes y grandes, y es leído / el libro de políticas aleves / para oprimir la libertad del pueblo / sin que él lo advierta.
    • 1772-1778 García Huerta, V. Raquel [1982] Esp (CDH )
      En ademán de echarse sobre la espada.
    • 1755-1779 Caulín, A. HNueva Andalucía I [1966] Venezuela (CDH )
      y puestos en el campo de la pelea, ensangrentaron las espadas tan à satisfaccion, que no pudiendo los Indios resistir al mortal estrago que experimentaban, se dieron desordenados à la fuga, ocultandose en lo espeso de la montaña, que es lo que comunmente hacen, quando vén desesperado el triunfo de su empresa.
    • 1782 Iriarte, T. Fábulas [1992] Esp (CDH )
      La espada y el asador
    • 1782 Iriarte, T. Fábulas [1992] 188 Esp (CDH )
      / Llevaos la tabla, y el mi corbatín / pintadme al proviso en vez de golilla; * / cambiadme esa espada en el mi espadín, / y en la mi casaca trocad la ropilla; / ca non habrá naide en toda la villa * / que, al verme en tal guisa, conozca mi gesto.
    • 1784 Arroyal, L. Epigramas [1784] 10 Esp (CDH )
      / Humilde en el Convento y el Palacio, / santo en la celda y en el alto trono, / manso con el cayado y con la espada, / supo unir con prudencia el grande espacio / que hay de Obispo, Virey, Juez y Patrono, / y el mejor Padre de su patria amada.
    • 1784 Arroyal, L. Epigramas [1784] Esp (CDH )
      Quando tu boda tratada / está, Margarita bella, / ¿me regalas una espada? / sin duda quieres con ella / me mate al verte casada.
    • 1784 Meléndez Valdés, J. Bodas Camacho [2004] Esp (CDH )
      Camacho, Quiteria, Bernardo, Petronila, Don Quijote, Sancho, y número de convidados se descubrirán, si pareciere, en un teatro capaz, adornado de alfombras y ramos, para ver desde él más cómodamente las danzas. / Danza primera de espadas. Los zagales que la componen, vestidos galanamente y adornados de cintas y lazos de varios colores, forman graciosas diferencias al compás de los instrumentos pastoriles del coro, que cantará en los intermedios, dividido en dos bandas.
    • 1784 Meléndez Valdés, J. Bodas Camacho [2004] Esp (CDH )
      Repiten sus bailes y vueltas. Los zagales de la primera danza dejan sus espadas y bailan mezclados con ellas, cantando el coro en los intermedios.
    • 1781-1784 Samaniego, F. M. Fábulas [1988] Esp (CDH )
      A don Javier María de Munive e Idiaquez, conde de Peñaflorida, director perpétuo de la real sociedad vascongada de los amigos del país. / Mientras que con la espada en mar y tierra / Los ilustres varones / Engrandecen su fama por la guerra, / Sojuzgando naciones, / Tú, Conde, con la pluma y el arado, / Ya enriqueces la patria, ya la instruyes, / Y haciendo venturosos has ganado / El bien que buscas y el laurel que huyes. / Con darte todo al bien de los humanos / No contento tu celo, / Supo unir a los nobles ciudadanos / Para felicidad del patrio suelo. / La hormiga codiciosa / Trabaja en sociedad fructuosamente, / Y la abeja oficiosa / Labra siempre, ayudada de su gente. / Así unes a los hombres laboriosos / Para hacer sus trabajos más fructuosos. / Aquél viaja observando / Por las naciones cultas; / Éste con experiencias va mostrando / Las útiles verdades más ocultas. / Cuál cultiva los campos, cuál las ciencias; / Y de diversos modos, / Juntando estudios, viajes y experiencias, / Resulta el bien en que trabajan todos. / ¡En que trabajan todos! Ya lo dije, / Por más que yo también sea contado. / El sabio Presidente que nos rige / Tiene aun al más inútil ocupado. / Darme, Conde, querías un destino, / Al contemplarme ocioso e ignorante. / Era difícil; mas al fin tu tino / Encontró un genio en mí versificante. / A Fedro y Lafontaine por modelos / Me pusiste a la vista, / Y hallaron tus desvelos / Que pudiera ensayarme a fabulista. / Y pues viene al intento, / Pasemos al ensayo: va de cuento.
    • 1781-1784 Samaniego, F. M. Fábulas [1988] 113 Esp (CDH )
      El asno y júpiter / "No sé cómo hay Jumento / Que, teniendo un adarme de talento, / Quiera meterse a burro de hortelano. / Llevo a la plaza desde muy temprano / Cada día cien cargas de verdura, / Vuelvo con otras tantas de basura, / Y para minorar mi pesadumbre, / Un criado me azota por costumbre. / Mi vida es ésta; ¿qué será mi muerte, / Como no mude Júpiter mi suerte?" / Un Asno de este modo se quejaba. / El dios, que sus lamentos escuchaba, / Al dominio le entrega de un tejero. / "Esta vida, decía, no la quiero: / Del peso de las tejas oprimido, / Bien azotado, pero mal comido, / A Júpiter me voy con el empeño / De lograr nuevo dueño." / Envióle a un curtidor; entonces dice: / "Aun con este amo soy más infelice. / Cargado de pellejos de difunto / Me hace correr sin sosegar un punto, / Para matarme sin llegar a viejo, / Y curtir al instante mi pellejo." / Júpiter, por no oir tan largas quejas, / Se tapó lindamente las orejas, / Y a nadie escucha, desde el tal pollino, / Si le hablan de mudanza de destino. / Sólo en verso se encuentran los dichosos, / Que viven ni envidiados ni envidiosos. / La espada por feliz tiene al arado, / Como el remo a la pluma y al cayado; / Mas se tienen por míseros en suma / Remo, espada, cayato, esteva y pluma. / Pues ¿a qué estado el hombre llama bueno? / Al propio nunca; pero sí al ajeno.
    • 1785 Trigueros, C. M. Teatro burlesco [2001] Esp (CDH )
      Aún no entendía yo de limpiarme los mocos, cuando terciaba ya en cualquiera conversación como muy hombre, y acostumbraba llevar mi espada arrastrando como un Gerineldos; y sabía también enamorar mejor que ahora, que ya soy un pobre viejo, y no encuentro las razones y pláticas agradables como en aquel tiempo, que las tenía abundantes y tan prontas como si me las encontrase en el bolsillo.
    • 1785 Trigueros, C. M. Precipitado [1988] Esp (CDH )
      Por la cruz de esta espada te conjuro, tente, * y no más te acerques.
    • 1785 Trigueros, C. M. Teatro burlesco [2001] Esp (CDH )

      El Juanillo salió un muchacho que dábalas todas. Es verdad que yo me esmeré en darle la mejor educación que pude, y aprendió a leer y cuasi a escribir, y aun a sumar. Pero principalmente se adiestró a jugar la espada, y aún mejor a los trucos, a repicar una guitarra, y a bailar un fandango zapateado y un baile inglés, que no tenía quién se le pusiese delante.

    • 1785 Anónimo Esp antigua [1932] Tonadillas teatrales Esp (CDH )
      / Además de aquesto, / lloro la desgracia / de ver que en esta era / se han vuelto en España / los coletos chupas, / las espadas cañas, / las guedejas rizos / y los hombres nada.
    • c1786 Chantre Herrera, J. HMisiones Marañón [1901] Ecuador (CDH )

      Él introdujo sus hijos en el reino de México; él los despachó al Perú; él los enderezó á las Filipinas, enviando á todas las partes descubiertas y que se esperaban descubrir, varones apostólicos, llenos de zelo de la conversión de todo el mundo, que, sucediéndose unos á otros, sujetaron con la espada de la divina palabra más almas á Dios y á la corona de España, que rindieron los primeros conquistadores con el fuego y estruendo de las armas.

    • 1786 Montengón, P. Eusebio [1998] Esp (CDH )
      Picado yo en lo más vivo del honor y ciego del enojo que su injuria encendió en mi pecho, lo pasé de parte a parte con mi espada, dejándolo yerto en el suelo. Huyo inmediatamente a mi casa y cuento a mi padre el funesto accidente. Él, echando de ver tarde el efecto pernicioso de su condescendencia, y agitado de mil desazones y del dolor de perderme tal vez para siempre, hácenme pasar a Plymouth, en donde me embarqué en el primer navío que hacía vela, y era uno que partía para Quebec. Llevaba conmigo caudal considerable para esperar muy holgadamente mejor fortuna; mas ésta, que se ríe de las seguridades en que afianzan los hombres sus esperanzas, aunque me dio feliz navegación, no quiso que gozase de mi tesoro, sepultándolo en el mar cuando ya tocábamos el puerto, dando el bastimento * en un bajío * por descuido del piloto.
    • 1786 Montengón, P. Eusebio [1998] 351 Esp (CDH )
      pero luego que comenzó a declararme él mismo las iniquidades de Kirke con mi hija Elena, por lo que Cecilia le había contado, mi acerbo sentimiento, transformándose en rabia, me impele a tomar una espada que tenía en la cabecera, para vengar con ella mi violada hija.
    • 1787 Iriarte, T. Señorito mimado [1986] Esp (CDH )
      CRISTÓBAL / Yo salgo / a una breve diligencia / que importa al fin deseado / de corregir extravíos / de este mozo... / (Toma el sombrero, la espada y el bastón, que están sobre una silla.
    • 1787 Quintana, M. J. Carta Matilde [1969] 63 Poesías Esp (CDH )
      ¿Te burlas de esto? / No burlarás de Dios que desde el cielo / ya te amenaza con la aguda espada / de su justicia y su furor violento.
    • 1787 Terreros Pando, E. DiccCastVocesCienciasArtes (NTLLE)
      ESPADA, arma ofensiva, que se ciñe al lado, que corta, taja, hiere de punta, y está en uso en casi todas las Naciones [...].
    • 1790 Jovellanos, G. M. Diario 1790 [1994] Diario Esp (CDH )
      en uno se halló un esqueleto con una grande espada al lado. Señal de claustro, y aun restos de una casa y chimenea. Arquitectura de la iglesia parecida a la de Salamanca, del siglo XII. Cuerpo de la iglesia, cuadrilongo; capilla mayor semicircular; pequeña cornisa general de labor de escaques, apoyada sobre ménsulas labradas con carátulas y bichos; partido el alto con fajas de la misma labor; dos columnas de arriba abajo, apoyadas en zócalos; doble plinto, base regular, capitel entallado de pájaros como para sostener la cornisa, y cortando las fajas.
    • 1790 Quintana, M. J. Canción Guzmán Bueno [1969] 245 Poesías Esp (CDH )
      " / Esto sereno dijo, / y arroja al campo su fulmínea espada, / ¿Qué es esto, nuevo Abraham? ¿Tú no te irritas? / ¿Tanto puede tu honor, tu virtud tanto, / que olvidando de padre la ternura / en angustia tan grande no te agitas? / ¿No te conmueven el gemido y llanto / de tu mujer y la eternal tristura / que ajará su hermosura? / Nada te inmuta.
    • 1790 Quintana, M. J. Epístola [1969] 97 Poesías Esp (CDH )
      / El hijo de Favila acaudillando / en medio de Gijón a los Astures, / y las fuertes cadenas quebrantando / de la Patria oprimida; el Cid Rodrigo, / obligando a su mismo Soberano / a jurar de que cómplice no fuera / en la pérfida muerte de su hermano; / Guzmán, que desde el muro de Tarifa / ve al bárbaro cruel que le presenta / de un hijo amado la funesta muerte, / o de su ilustre nombre el vil desdoro, / y el Héroe no faltando a su decoro, / con generoso brazo al punto arroja / su espada fulminante al campo moro, / ¿no son, Valerio, acciones que merecen / alabanza inmortal? ¿No son acciones / donde un genio elevado como el tuyo / puede brillar y eternizarse puede? / Héroes sublimes, si mi humilde lira, / que sólo amores débiles suspira, / fuese bastante a vuestros grandes hechos, / yo mi voz levantando cantaría / la España ennoblecida en vuestras glorias, / y de vuestras espléndidas victorias / la rápida carrera seguiría.
    • 1791 RAE DRAE 3.ª ed. (NTLLE)
      ESPADA. s. f. Arma blanca compuesta de una hoja de acero cortante, larga como de una vara, angosta y puntiaguda, con su guarnicion y empuñadura [...].
    • 1791 Anónimo Mágica blanca [1792] Esp (CDH )
      la Paloma se levanta dos pies y medio de la mesa, el que hace el juego punza con una espada ó cuchilla, la sombra ó la imagen; el compañero, que ve el movimiento del Jugador, hiere en el mismo momento la Paloma, que forceja hasta caer en el plato; una patada, que sirve de señal, advierte al compañero que sólo falta cortar la cabeza y el que hace el juego imita los movimientos de un hombre que va á cortar la cabeza á una Paloma.
    • 1792 Bolaños, J. Portentosa vida [1992] 100 México (CDH )
      allí ver un rey compungido y humillado, un instrumento músico pero en silencio, un cetro y una corona por los suelos, y últimamente un ángel con una espada, una espiga y una cadavera en las manos. ¡O qué expectáculo tan triste!, mas luego que el embaxador le hizo saber al afligido monarca cómo en castigo de su delito determinaba la Muerte entrar en sus dominios; o con los estragos de una sangrienta guerra, o con las tribulaciones de una hambre, o con los horrores de una peste, y que de estos tres partidos le daba opción para elegir el que menos le incomodara, aquel corazón que nunca conoció la cara al miedo con haber visto tantas veces muy cercana la muerte en tantos riesgos y peligros, no pudo menos aora que acobardarse y llenarse de angustias con semejante embaxada.
    • 1792 Bolaños, J. Portentosa vida [1992] 47 México (CDH )
      [...] y en tan desesperada causa oprimidos de sus mismas angustias, levantan los ojos acia arriba y divisan pendiente sobre sus cabezas la espada de la Divina Justicia que les pronostica un millón de desastrados males [...].
    • 1792 Fdz Moratín, L. Cartas 1792 [1973] Epistolario Esp (CDH )
      No es caballero tampoco el que no fía su razón a su espada, el que no admite y provoca el desafío por motivos ridículos y despreciables, el que no defiende el paso de una calle o de una puerta a la Justicia, haciendo resistencia contra ella, matando e hiriendo a quantos le amenazan con el nombre del Rey y abriéndose el paso a la fuga, que siempre se verifica, sin que estos delitos se vean castigados, como era consiguiente, sino antes bien, aplaudidos con el nombre de heroicidad y de valor. En otras piezas el personage principal es un contravandista o un facineroso y se recomiendan como hazañas las atrocidades dignas del suplicio; en una palabra, quanto puede inspirar relaxación de costumbres, ideas falsas de honor, quixotismo, osadía, desemvoltura, inobediencia a los magistrados, desprecio de las leyes y de la suprema autoridad, todo se reúne en tales obras y éstas se representan en los Theatros de Madrid y el Gobierno lo sufre con indiferencia.
    • 1793 Andrés, C. Trad Origen Literatura, VI y VII [2000] 459 Esp (CDH )
      No había precisión de tener una buena calamita y por ello se escaseaban las investigaciones y los gastos que frecuentemente costaba su adquisición. Podían usarse varillas de acero perfectamente duro y evitar de este modo el trabajo de mudar con frecuencia en las navegaciones la aguja de la brújula; y si alguna vez las agujas de esta nueva forma tuviesen necesidad de retocarse, podía hacerse con mucha facilidad; cuando, al contrario, vernos en Musschenbroek cuán largo y enfadoso fuese el tocar perfectamente con la piedra imán las agujas comunes. Todas estas ventajas excitaban mayor deseo en el público de comprehender el artificio de tales varas tocadas con la piedra imán; pero Knight hacía de ello un misterio y no quería revelar a nadie su importante secreto. Entre tanto Maire construía en París, sin misterio alguno, calamitas artificiales, harto más fuertes que las comunes, pegando la barrita de acero que quería tocar con la piedra imán sobre otra del mismo metal; Duhamel; y Duhamel era muchas veces su compañero en esta simplicísima operación y testigo de sus maravillosos efectos. Dos planchas de Knight, como dos preciosas reliquias, pararon después en Francia, una en poder de Réaumur y la otra de Buffon, y éstas renovaron a Duhamel la memoria de las calamitas artificiales de Maire. Desde luego se puso en compañía de éste a hacer experiencias de su método en algunas planchas, o puntas de espada de magnitud diversa, colocando la una sobre la otra, al modo de Maire; la planchita pequeña unida a otra mayor adquiría fuerza atractiva, cuando, al contrario, la grande la perdía; aumentábase notablemente con esta operación la fuerza de la plancha tocada con la piedra imán y se veían varios otros fenómenos, con admiración de los doctos físicos. Después de estas experiencias de Duhamel, formó Maire una calamita artificial que aún llevó más adelante la fuerza magnética y que, siendo compuesta de 36 planchitas que todas juntas pesaban seis libras, atraía un peso de 45. Antheaume y otros. Nuevas noticias sobre las calamitas de Knight estimularon a Duhamel a hacer sobre ellas nuevas investigaciones y en compañía de Antheaume, docto físico y versado en la perfección de la brújula, emprendió nuevas experiencias. El éxito correspondió felizmente a sus deseos y, prosiguiendo en hacerlas y con la nueva operación que inventaron para las calamitas artificiales, llegaron a darlas una fuerza igual y aun tal vez superior a la de las barras de Knight tocadas con la piedra imán. Otro método para hacer las calamitas artificiales inventó Michell; otro Canton; otro Epino; y otros, otros físicos y mecánicos y de este modo se ha ido aumentando más y más la virtud magnética y se han acarreado mayores luces a la Magneteología.
    • 1793 Montengón, P. Eudoxia [1990] Esp (CDH )
      "Apenas descerrajaron los amotinados (continuó a decir Maximio) las puertas de la cárcel, entran en ella con gran alboroto y vocería, poniendo en mis manos libres una espada, diciéndome que jurase sobre ella que vengaría la patria de sus traidores y violadores de la justicia y de la inocencia.
    • 1794 Jovellanos, G. M. Diario 1794 [1994] Diario Esp (CDH )
      A las cuatro vienen a buscarnos a casa el ahijado y sus parientes, y amigo, el arcediano D. Bernardino de Sierra, que debe bendecir la espada y cruz. A Santa Clara. Gran gentío. Bello retablo dorado; parece de Vega. Se toma primero el título y comisión del canciller. Preguntas: ¿Queréis ser caballero, etc? ¿Deseáis, idem? ¿Estáis enterado de sus estatutos y de las obligaciones que impone y pronto a cumplirlas? / Se hace una cruz con la espada y se le ciñe.
    • 1794 Jovellanos, G. M. Diario 1794 [1994] Diario Esp (CDH )
      A las cuatro vienen a buscarnos a casa el ahijado y sus parientes, y amigo, el arcediano D. Bernardino de Sierra, que debe bendecir la espada y cruz. A Santa Clara. Gran gentío. Bello retablo dorado; parece de Vega. Se toma primero el título y comisión del canciller. Preguntas: ¿Queréis ser caballero, etc? ¿Deseáis, idem? ¿Estáis enterado de sus estatutos y de las obligaciones que impone y pronto a cumplirlas? / Se hace una cruz con la espada y se le ciñe. Juramento, oraciones, exhortación. Sierra de eclesiástico. Peñalba de padrino.
    • 1789-1794 Viana, F. X. Diario viaje I [1958] I, 193 Uruguay (CDH )
      Entre cuantos funestos hechos nos presentan las historias de los pueblos, que por no sobrevivir a sus infortunios, han preferido una muerte honrosa entre las espadas, las ruinas, las llamas, los tósigos, y los precipicios, no se encuentra suicidio alguno, con la valerosa y fría indiferencia de labrarse sus sepulcros pausadamente y enterrarse en ellos; pues la desesperación exige siempre un acto precipitado. Lo contrario sería tanto más violento cuanto que se trata de una nación acostumbrada a ser subyugada, y de un carácter poco feroz y guerrero, como vemos en todos los hechos de la conquista del Perú, pareciendo en aquel caso más verosímil, el que se enterrasen sin el trabajo de labrar sus sepulcros, esteras y redes, y el cubrirse después en los grandes subterráneos que para depósito de los cadáveres tenían en todas sus casas; pues según el Sr. Ulloa, no se construía ninguna que no tuviese este sitio capaz de contener cuantos falleciesen durante su existencia, o de lo contrario en sus guacas, como acostumbraban a fabricar en las inmediaciones de sus adoratorios.
    • 1795 Arjona, M. M. Poesías [1871] Poesías Esp (CDH )
      / No ejércitos triunfales / Te hacen llorar destrozos inmortales, / Ni ves correr tus lágrimas mezcladas / A la sangre enemiga en sus espadas.
    • 1795 Arjona, M. M. Poesías [1871] Poesías Esp (CDH )
      [...] Ni ves correr tus lágrimas mezcladas / A la sangre enemiga en sus espadas. / Tu augusto vencedor te abraza tierno, / Y de piedad brillándole el semblante, / Descanso te promete y gozo eterno / Y paz festiva, en dichas abundante. / No es la espada el honor de su corona, / Y apénas ha vencido, la abandona [...]. /
    • 1795 Quintana, M. J. Paz Esp-Fr 1795 [1969] Poesías Esp (CDH )
      Dos lustros ya de plácido sosiego / sobre el regazo de la paz hermosa / gozado el mundo había; / y adormecido el fuego / de la discordia atroz, la espada ociosa / entre el polvo y orín se consumía.
    • 1790-1796 Jovellanos, G. M. Memoria policía [1997] Esp (CDH )
      Lidiábase en los torneos a pie y a caballo, con lanza o con espada, en liza o en campo abierto, y con variedad de armaduras y de formas. La justa era de ordinario una parte del espectáculo, a veces separada, y siempre más frecuente, como que necesitaba de menor aparato y número de combatientes. Distinguíase del torneo en que éste figuraba una lid en torno de muchos con muchos, y aquélla una lid de encuentro de hombre a hombre. Y otro tanto se puede decir de los juegos de caña y sortija, porque estas diversiones, juntas o separadas, admitían un mismo ceremonial y unas mismas leyes con más o menos pompa, según el lugar y la ocasión con que se celebraban.
    • 1797 Quintana, M. J. A J. Padilla [1969] 182 Poesías Esp (CDH )
      / La espada centellante arda en su mano, / y al verle sobre el trono / pálido tiemble el opresor tirano.
    • c1797 Anónimo Ciencia currutaca [1932] Tonadillas teatrales Esp (CDH )
      La espada.
    • c1797 Anónimo Ciencia currutaca [1932] Tonadillas teatrales Esp (CDH )
      La espada de aquestas gentes / es mueble muy excusado; / pero si alguno la usase / debe llevarla en la mano.
    • 1798 Blanco White, J. M. Égloga Mesías [1994] 136 Poesías Esp (CDH )
      un pastor al abundoso valle / Conduce su ganado, y entre tanto Que / pace la menuda hierbezuela / Numera cuidadoso sus corderos, / Y si tal vez de la manada incauto / Se apartó alguno errante, por la selva / Lo busca fatigado, y en sus hombros / Lo vuelve alegre al conocido aprisco; / Tal vez de fresco ramo Convidados, / Los corderillos tiernos se le acercan / Y pacen en su mano sin recelo: / Así el pastor de pueblos, amoroso, / Cuidará su rebaño, y los humanos / Disfrutarán seguros su terneza, / Ya las guerras cesaron: las agudas / Espadas ya no más en vuestros campos / Brillarán, ni la trompa en los guerreros / Encenderá furores homicidas.
    • 1798 Blanco White, J. M. Égloga Mesías [1994] 137 Poesías Esp (CDH )
      / / El labrador solícito convierte / La feroz lanza en podadera humilde, / Y el hierro de la espada en el arado / Hiende la tierra en extendido sulco.
    • 1799 Anónimo Moderna educación [1932] Tonadillas teatrales Esp (CDH )
      / Se lleva un mondadientes / en vez de espada y daga, / y en vez de manto honesto / una mantilla clara.
    • 1800 Quintana, M. J. A Guzmán el Bueno [1969] 250 Poesías Esp (CDH )
      / Ella elevó a Guzmán; de ella inspirado, / "Conóceme, tirano, respondía; / y si es que espada en tu cobarde mano / falta a la atrocidad, ahí va la mía; / que yo consagro mi inocente hijo / sobre las aras de mi patria amada.
    • 1800 Quintana, M. J. A Guzmán el Bueno [1969] 250 Poesías Esp (CDH )
      " / Esto sereno dijo, / y arroja al campo la fulmínea espada.
    • c1806 Jovellanos, G. M. Descripción castillo Bellver [1970] 323 Esp (CDH )
      Y allí en fin el humilde Bendinat, do el héroe fatigado reparó sus fuerzas, recompensando el beneficio con la ilustre memoria que dejó a su nombre. Escenas memorables, cubiertas de sangre y de gloria, que Mallorca verá con ternura y respeto mientras obedezca a los descendientes del gran Príncipe que las ganó con la punta de su espada.
    • 1808 Arjona, M. M. Poesías [1871] 537 Poesías Esp (CDH )
      / ¡Oh! ¡cuán acerbo luto / Dejas á tu familia conturbada! / Mira la angustia que Licinia muestra, / Sobre su rostro exánime pintada; / Mírala en el umbral arrodillada, / Con una mano contener tu diestra, / Y sujetar con la otra la infelice / Prenda de vuestra union, y «¿adónde armado / Vas de sola virtud ¡oh esposo! (dice) / Cuando el sangriento Opimio y el Senado / Bajo la toga esconden las espadas? / No esperes ya en las leyes despreciadas, / Ni en los dioses, que vieron indolentes / Perecer á tu hermano.
    • 1808 Quintana, M. J. Al armamento [1969] 327 Poesías Esp (CDH )
      / Álzase España, en fin: con faz airada / hace a Marte señal, y el Dios horrendo / despeña en ella su crujiente carro; / al espantoso estruendo, / al revolver de su terrible espada, / lejos de estremecerse, arde y se agita, / y vuela en pos el Español bizarro.
    • 1808 Quintana, M. J. Al armamento [1969] 328 Poesías Esp (CDH )
      " / ¿Y tú callas, Madrid? Tú, la señora / de cien provincias, que cual ley suprema / adoraban tu voz, ¿callas ahora? / ¿Adonde están el cetro, la diadema, / la augusta majestad que te adornaba? / "No hay majestad para quien vive esclava; / ya la espada homicida / en mí sus filos ensayó primero.
    • 1808 Quintana, M. J. A España [1969] 319 Poesías Esp (CDH )
      ¡Oh, vergüenza! ¿Acaso / pensáis que espadas son para el combate / las que mueven sus manos codiciosas? / No en tanto os estiméis; grillos, esposas, / cadenas son, que en vergonzosos lazos / por siempre amarren tan inertes brazos.
    • c1798-1809 Álvz Cienfuegos, N. Poesías [1980] 91 Esp (CDH )
      / ¿Quién sabe si, al presente, / el Ser eterno tu castigo intenta, / y la espada sangrienta, / envuelta en muerte y llanto, / contra tí va a esgrimir? Detén, oh santo / Señor, el golpe funeral, espera; / en mí se cebe tu venganza fiera: / me ofendió, y la perdono.
    • a1810 Blanco White, J. M. Al Gral Wellington [1994] 253 Poesías Esp (CDH )
      / ¿Qué nuevos campeones / Hacen temblar mis águilas temidas? / ¡Mis águilas, terror de las naciones, / A qué extraño poder miro abatidas! / Temblaron a mi vista los imperios / Y cayeron los tronos conmovidos / Al eco de mi voz: bajo mi espada / Iba ya a ver entrambos hemisferios.
    • a1810 Blanco White, J. M. Verdad [1994] 239 Poesías Esp (CDH )
      / ¡Huye, huye los filos de su espada! / Mas nunca el vil temor, numen divino, / Pudiste conocer: grabó en tu estrella / El eterno destino / Que no tenga poder ni fuerza alguna / La espada sobre ti, ni tú con ella.
    • a1810 Blanco White, J. M. Verdad [1994] 239 Poesías Esp (CDH )
      / ¡Huye, huye los filos de su espada! / Mas nunca el vil temor, numen divino, / Pudiste conocer: grabó en tu estrella / El eterno destino / Que no tenga poder ni fuerza alguna / La espada sobre ti, ni tú con ella.
    • c1789-p1810 Marchena, J. Poesías [1892] Esp (CDH )
      / La espada que tajante / En tu mano, Batilo, al poderoso / Opresor amenaza herida y muerte.
    • 1814 Arjona, M. M. Poesías [1871] Poesías Esp (CDH )
      / Mas de su espada, que áun gloriosa vive, / Ármate, España, y al tirano aterra; / Y en tu naciente libertad recibe / Nuevo valor para tu honrosa guerra.
    • 1799-1815 Conde de Noroña Poesías [1871] Esp (CDH )
      , / Ver ondear al céfiro ligero, / Del monarca español los tafetanes, / Relumbrar los fusiles, / Y arder los campeones como Aquíles? / ¿La juventud, que el cielo, siempre justo, / Adornó de mil dones, / Ha de ser desgastada entre legiones, / Y mirando al Furor con rostro adusto / Cuando se ensoberbece, / Y á sus gritos la tierra se estremece? / ¿El rumor del combate denodado, / El cañon horroroso, / El bridon de la Bélica fogoso / Que relincha, la rabia del soldado, / Y las duras espadas / Han de ocupar su mente y sus miradas? / ¿Por un aplauso vano, ó por la fama, / Cosas todas de viento, / Hemos de abandonar aquel contento / Y aquellos dulces gustos que derrama / Sobre nuestras cabezas / La diosa tutelar de las bellezas? / No, Venegas: mi Amira y tu Belisa, / Con semblante halagüeño, / Nos convidan á huir tan fiero ceño / Y á buscar con ardor su dulce risa; / Que en sus labios hermosos / Hallarémos combates más graciosos.
    • 1799-1815 Conde de Noroña Poesías [1871] 442 Esp (CDH )
      / Al de arnés tresdoblado, / Al que pica ó espada manejaba! / En su sangre bañado / Contínuo se veía, / Y en la lid le encontraba siempre el día.
    • 1817 Quiróz, J. M. Memoria Instituto [1985] Memorias Veracruz México (CDH )
      y además, hebillas, espadas, sables y otras piezas cuyo monto es poco conocido; y en esta duda, parece que puede graduarse sin exceso en un mil pesos al año.
    • c1790-a1820 Arjona, M. M. Poesías [1871] Poesías Esp (CDH )
      / Otro busto, otro trofeo / No divierte allí la vista; / Sólo la espada del héroe / Sobre la tumba está fija.
    • c1790-a1820 Arjona, M. M. Poesías [1871] 535 Poesías Esp (CDH )
      / ¡Ay! ¡Si allí me fuera dado / Arrancar la espada invicta / Con que en su trono los vicios / Mesalio temblar hacia! / ¡Ah opresores! vuestra sangre, / En justa pena vertida, / El sepulcro colorára / Do yace la virtud misma.
    • c1790-a1820 Arjona, M. M. Poesías [1871] Poesías Esp (CDH )
      Del dragon la cabeza orgullosa / Con tu espada, Miguel, quebrantaste, / Y proteges con lúcido escudo / A la Iglesia del fiero combate.
    • c1790-a1820 Arjona, M. M. Poesías [1871] 544 Poesías Esp (CDH )
      / Venciste, ¡oh muerte! / Por tu desgracia; / Porque ese golpe / Rompió tu espada.
    • c1790-a1820 Arjona, M. M. Poesías [1871] 521 Poesías Esp (CDH )
      / Sus ojos pavorosos se deleitan / En la sangre vertida, en los destrozos / De míseras ciudades, de su boca / Sólo salen oráculos terribles / De muertes y de horrores, que su mano / Confirma furibunda, revolviendo / La fulminante espada; su vestido / Es voraz fuego, y el mortal que llega / Por desgracia á mirarla, devorado.
    • c1790-a1820 Arjona, M. M. Poesías [1871] Poesías Esp (CDH )
      / Si la espada y la lira / Unirse entónces vieron, / La lira más amables / De la voz del pastor hará los ecos.
    • c1790-a1820 Arjona, M. M. Poesías [1871] Poesías Esp (CDH )
      / No armados yo en torrentes bajar viera / Del Alpe, ó que el frances del Po tenida / La agua en tu sangre á sus caballos diera; / Ni de espada no tuya á tí ceñida / Prestar tu brazo á guerra forastera, / Esclava, ya venciendo, ó ya vencida.
    • 1822 Quirós, J. M. Memoria Instituto [1985] 288 Memorias Veracruz México (CDH )
      mas esto no se opone a que, en mi concepto, no es propio del estado clerical mezclarse en negocios temporales, ajenos de su profesión, * ni en los políticos y civiles, * porque el incensario corresponde al sacerdote, y la espada y el bastón al Rey y a sus ministros. El barón de Bielfeld, dice, que debe excluirse de la dirección de los negocios públicos a todo eclesiástico, y aun a los militares, porque conviene no confundir los empleos, a fin de que cada uno desempeñe el que ejerce en la sociedad. Agregase lo notable y repugnante que se haría en todo país culto, y con más particularidad en las cortes extranjeras, que los primeros agentes y los demás funcionarios públicos del gobierno de Mégico fuesen presbíteros; ya han proferido algunos espíritus turbulentos, y enemigos del presente sistema, que vendrá a convertirse en levítico dentro de poco tiempo; y nadie ignora cuán reparable se ha hecho que, el mayor número de los diputados nombrados en América para el congreso peninsular, fuesen eclesiásticos. No por esto se entienda que deban rechazarse a los que se hallen adornados de todos los conocimientos que piden unos cargos de tanta consideración y trascendencia al beneficio o detrimento de la nación: lo que desea es, que no parezcan ni sean unos verdaderos concilios, sus consejos, ministerios y asambleas.
    • c1790-1823 Arriaza, J. B. Poesías [1822-1826] I, 1ª, 85 Esp (CDH )
      mí! / Cuando solo se esten viendo / En el cielo las señales / Con que asusta á los mortales / El supremo Criador, / Oyese el tronar horrendo / En las cavernas mas hondas; / Y del mar las turbias ondas / Se levanten con furor: / Cuando impelido del Noto / El soberbio mar Tirreno / Quiera desde su hondo seno / Las estrellas asaltar: / Y emplee el triste piloto, / En vez de la ciencia, el ruego, / Viendo ser su nave el juego / De la cólera del mar: / Entre los roncos clamores / De gente que atribulada / Ante sus ojos la espada / De la muerte ven lucir: / Yo haré que de mis amores / Tan negro horror se despida, / Y ¡adios, Silvia de mi vida! / Se oirá en los vientos gemir.
    • 1825 Núñez Taboada, M. DiccLengCastellana (NTLLE)
      ESPADA, s. f. Arma blanca compuesta de una hoja de acero cortante, larga con su empuñadura [...].
    • 1825 Olmedo, J. J. A J. Araujo [1960] Epistolario Ecuador (CDH )
      El Libertador mismo, con todas sus buenas intenciones y con todo su poder, no podrá sobreponerse al ímpetu hasta que todas las espadas se hayan convertido en arados. Entre tanto es preciso que nos consolemos con esperanzas y con las probabilidades de que la generación venidera será más feliz.
    • 1826 Bello, A. Noticia Victoria Junín [1985] 268 Crítica literaria Venezuela (CDH )
      que a Junín domina? / ¿que el campo desde allí mide, y el sitio / del combatir y del vencer designa? / ¿que la hueste contraria observa, cuenta, / y en su mente la rompe y desordena, / y a los más bravos a morir condena, / cual águila caudal, que se complace / del alto cielo en divisar su presa / que entre el rebaño mal segura pace? / ¿quién el que ya desciende / pronto y apercibido a la pelea? / Preñada en tempestades le rodea / nube tremenda; el brillo de su espada / es el vivo reflejo de la gloria; / su voz, un trueno; su mirada, un rayo.
    • 1826 Heredia, J. M. Byron [1947] Escritos literarios Cuba (CDH )
      Sus himnos habían llamado más de una vez a aquel pueblo infeliz a que renovase los días antiguos, y el poeta no vaciló en volar a su auxilio con su lira, su oro y su espada. Ya los proscriptos por la libertad en toda Europa acudían a reunirse alrededor del nuevo Tirteo, cuando la muerte lo arrancó de repente a las musas y a la libertad de un pueblo que le adoraba. Murió en Missolonghi el 10 de abril de 1824 a los 37 años de edad. Los griegos desolados tributaron a su memoria los honores fúnebres que merecía, y su cadáver volvió a Inglaterra, dejando en Grecia su corazón.
    • 1826 Heredia, J. M. Buenos Aires y Brasil [1947] Escritos literarios Cuba (CDH )
      No conserva su espada con la cual ha ofrecido volar a donde quiera que haya tiranos? Esperamos que en esta ocasión le iluminará su estrella, y que el ángel de América no abandonará su causa victoriosa.
    • 1826 Heredia, J. M. Teatro VI [1947] Escritos literarios Cuba (CDH )
      La espada de Estremera en Alfonso es muy de moda para que conviniese al guerrero cántabro.
    • 1826 Heredia, J. M. Teatro IX [1947] Escritos literarios Cuba (CDH )
      Entonces hallan el cadáver de Dermidio y la espada sangrienta que reconoce Oscar por suya.
    • 1826 Heredia, J. M. Comunicado Prieto [1947] Escritos literarios Cuba (CDH )
      "que sin encomendarse a Dios ni al diablo sacó la espada y se metió a poeta".
    • 1816-1827 Fdz Lizardi, J. J. Periquillo Sarniento [1997] México (CDH )
      El dinero en poder de un mozo inmoral y relajado es una espada en las manos de un loco furioso. Como no sabe hacer de él el uso debido, constantemente sólo le sirve de perjudicarse a sí mismo y perjudicar a otros abriendo sin reserva la puerta a todas las pasiones, facilitando la ejecución de todos los vicios y acarreándose por consecuencia necesaria un sinnúmero de enfermedades, miserias, peligros y desgracias.
    • 1816-1827 Fdz Lizardi, J. J. Periquillo Sarniento [1997] México (CDH )
      Muchos militares ha habido que penetrados de estos conocimientos se han aplicado a las letras lo mismo que a las armas, y nos han dejado en sus escritos un eterno testimonio de que supieron manejar la pluma con la misma destreza que la espada. Tales fueron los Franciscos Santos, * los Geraldos Lobos, * los Ercillas, * los Cadalsos y otros varios.
    • 1828 Larra, M. J. Duende [2000] Fígaro Esp (CDH )
      y menos se puede evitar el que muchos de estos tontos quieran echarla de valientes, y vayan todos los días a desafiar al redactor, que tiene entonces que dejar a todas horas la pluma para tomar la espada, y dar satisfacción particularmente a cada individuo de los que componen el público de lo que sólo ha dicho a éste en general;
    • 1829 Bello, A. Poesías Fdz Madrid [1985] Crítica literaria Venezuela (CDH )
      / Venid Colombianos / que aún quedan tiranos, / aún brilla la espada del Libertador.
    • 1829 Quintana, M. J. Canción [1969] 364 Poesías Esp (CDH )
      / ¿Qué la beldad no alcanza / cuando se une al poder? El mismo cielo / obedece a su anhelo, / si al cielo acaso conmover le agrada: / a una sola voz suya, a una mirada, / apaga Jove el iracundo rayo, / depone Marte la sangrienta espada.
    • 1834 Larra, M. J. Carta a bachiller I [2000] Fígaro Esp (CDH )
      Tiene su correspondiente espada, su gorro y su enagüilla de glacé. Dicen que cuesta mucho; pero más ha costado el llegar a ese punto. Si vuesa merced tiene baraja, como es de suponer, mirando al rey de espadas podrá formar una idea aproximada, y por ende verá que es bonito; y que si bastan, como es de creer, para costearle los sesenta mil reales del procerazgo, ha de ser curioso el ver a esos señores vestidos y hablando, todo a un tiempo.
    • 1835 Larra, M. J. Por ahora [2000] Fígaro Esp (CDH )
      Es la espada de Alejandro, que corta todo nudo gordiano; es la panacea universal que templa todos los dolores. Buena jornada habríamos echado si no pudiéramos contestar a todo: «Por ahora».
    • 1835 Larra, M. J. Duelo [2000] 364 Fígaro Esp (CDH )
      Para todo corazón bien puesto la duda no puede ser de larga duración, y el mismo juez que con la ley en la mano sentencia a pena capital al desafiado indistintamente o al agresor, deja acaso la pluma para tener la espada en desagravio de una ofensa personal.
    • 1836 Larra, M. J. Horas invierno [2000] Fígaro Esp (CDH )
      donde su espada no deje un rasgo de sangre, no imprimirá tampoco su pluma ni un carácter solo, ni una frase, ni una letra.
    • 1840 Bello, A. Leyendas J. J. Mora [1985] Crítica literaria Venezuela (CDH )
      — "Lo que al alma aprisionada" / (le dice) "ofreceros toca, / los sostendrá con la espada, / con la pluma y con la boca; / buena fama bien ganada, / pecho firme como roca, / y honra pura como armiño: / vuestro esclavo —Pedro Niño".
    • 1840 Bello, A. Leyendas J. J. Mora [1985] 336 Crítica literaria Venezuela (CDH )
      / Las empinadas almenas / se rendían al amago / de su espada; y la fortuna / postró de la media-luna.
    • 1844 Foz, B. Vida P. Saputo [1986] 150 Esp (CDH )
      ¿Qué hacéis con vuestros paseos nocturnos en la ermita, y con vuestros credos y salves? Aunque viniérades toda vuestra vida, cuanto más nueve noches, no enmendaríades la mala obra que le hicisteis ni le volveréis la honra que le habéis quitado, ni redimiríades la obligación que tenéis con ella. No vais bien, mozo, no vais bien; y el confesor que os ha impuesto esa penitencia es un ignorante que os lleva a la perdición con ese engaño que queréis hacer a Dios y habéis hecho al mundo y a la muchacha. Yo os lo digo y creedme: si queréis vivir en paz de vuestra alma, y no ser desgraciado en este mundo y condenado en el otro, cumplid primero la penitencia, ya que os la han impuesto, y después la palabra a aquella simple inocente moza. Demás que yo sé que ella os quiere, y con todo porque la engañaste, cada día pide a Dios que os castigue. ¡Y os castigará!... ¡Y ahora mismo! ¡Aquí mismo por mi mano!... si no os arrepentís inmediatamente y vais mañana a pedille perdón y ofrecelle vuestra mano. ¿Lo entendéis?... Dijo estas palabras con gran fuerza y severidad; y el mozo estaba ya tan bascoso, que al oírlas cayó en tierra de rodillas y dijo temblando y llorando: — Lo haré, señor ángel, lo haré; ¡no me matéis!, ¡no me matéis, por Dios! — ¡Sí que lo haré! — ¡Ay, Señor!, ¡dejadme ir a pedir perdón a la Virgen Santísima!... — Id en hora buena, dijo Pedro Saputo con la misma severidad; pero tened entendido que si no cumplís, si mañana mismo no vais a casa de la moza, y quedáis conforme, os quitaré la vida de repente con una espada invisible que traigo conmigo. Porque, * ¡villano! — ¡Señor, señor!, gritó el mozo medio muerto. — Andad, malaventurado; seguid vuestro camino, y mañana nos veremos aquí o en otra parte. Y diciendo esto le tomó del brazo y de una sacudida le levantó y echó camino adelante con tal furia, que al infeliz le pareció que el remate sería abrírsele la tierra a los pies y caer en el más profundo abismo del infierno. Anduvo diez o doce pasos cayendo y no cayendo y exclamando: — Virgen Santísima, ¡perdón!, ¡perdón!, y muriéndose de horror y de miedo de que de vuelo se le llevasen los demonios. La oscuridad los separó en tanto, y llegando el mozo a la puerta de la capilla hizo muchos actos de contrición y estuvo dos horas allí con la boca seca pidiendo misericordia a Dios y a María Santísima.
    • 1844 Foz, B. Vida P. Saputo [1986] Esp (CDH )
      — Paréceme, señoras y madres mías, les dijo, que la oración de coro me ha acabado de convertir en hombre, no sólo porque lo soy ya perfecto en mi cuerpo, sino porque me siento unas fuerzas extraordinarias, y un gran deseo de manejar espadas y arcabuces, y de montar y correr caballos; y hasta el rostro se me ha mudado. Y diciendo esto braceaba y apretaba los puños, y ponía el semblante fuerte y levantado. Y aun para prueba, dijo, mirad y perdonad (y tomó a sor Mercedes y la jugó como a una muñeca, y luego a la priora, aunque más gruesa); y se admiraron las buenas monjas, y creyeron que efectivamente era ya hombre o lo iba a acabar de ser muy aprisa. La escena fue divertida, la risa grande, y después la admiración y el pasmo de aquellas dos benditas mujeres, sin poder resolverse del todo a creer lo que veían, ni tampoco dejar de creerlo. En conclusión acordaron no decir nada a la comunidad y dar ocho días de tiempo a Geminita para que se reconociese mejor y pudiera afirmar y ratificar lo que acababa de declararles.
    • 1844 Gil Carrasco, E. Señor Bembibre [1989] Esp (CDH )
      Traía calzadas unas grandes espuelas de oro, espada de rica empuñadura y pendiente del cuello un cuerno de caza primorosamente embutido de plata, que resaltaba sobre su exquisita ropilla obscura, guarnecida de finas pieles. En una palabra, era uno de aquellos hombres que en todo descubren las altas prendas que los adornan, y que involuntariamente cautivan la atención y simpatía de quien los mira.
    • 1844 Gil Carrasco, E. Señor Bembibre [1989] 118 Esp (CDH )
      ¿Qué queréis? la desesperación me ha hecho acordar entonces de que era noble, de que penábais por mí, de que tenía una espada y de que con ella cortaría vuestras ligaduras.
    • 1844 Gmz Avellaneda, G. Espatolino [1981] Novelas Cuba (CDH )
      pues cuando perdió la conquistadora espada que le abría su puertas, recibió las llaves de San Pedro.
    • 1844 Gmz Avellaneda, G. Espatolino [1981] Novelas Cuba (CDH )
      La corona del rey, la tiara del pontífice, la espada del héroe, y este puñal que te horroriza en mi mano, todo es una misma cosa, Anunziata; no hay más que instrumentos de diferentes formas, destinados al mismo fin... armas para el combate perpetuo en que se agita la humanidad: armas para la lucha en que cada egoísmo se esfuerza por entronizarse.
    • 1847 Mitre, B. Soledad [1928] Argentina (CDH )
      Levantaron la cabeza y vieron á un oficial seguido por un soldado que venia en direccion á ellos. El que venia adelante era un joven como de veinte y cuatro años. Su fisonomia tostada era grave y severa aunque llena de dulzura. Sus ojos grandes y negros le daban mucha expresion y su mirada parecia indicar un caracter entusiasta aunque modificado por los azares de la vida. Su pelo negro, el arco de ébano de su bigote, y las pobladas patillas que rodeaban su rostro acababan por imprimirle el sello de aquella belleza varonil que casi siempre es el distintivo de las almas bien templadas. Estaba sencillamente vestido con un uniforme azul de caballeria, unas largas botas granaderas, una gorra redonda con un galon de oro, su espada al costado y un pequeño poncho de seda verde forrado en paño de grana.
    • 1849 Fernán Caballero Gaviota [1997] Esp (CDH )
      San Miguel lleva una en la punta de la espada y no parece sino que me la está presentando. *
    • 1849 Fernán Caballero Gaviota [1997] Esp (CDH )

      Vestía chaqueta y pantalón de basto paño pardo, chaleco de piqué de colores moribundos, *adornado de algunos zurcidos, obras maestras en su género, faja de lana encarnada, como las gastan las gentes del campo, sombrero calañés de ala ancha, con una cucarda, que había sido encarnada y que el tiempo, el agua y el sol habían vuelto de color de zanahoria. *En los hombros de la chaqueta había dos estrechos galones de oro problemático, destinados a sujetar dos charreteras. Y una espada vieja, colgada de un cinturón ídem, completaba este conjunto medio militar y medio paisano.

    • 1850 Coronado, C. Jarilla [2001] Esp (CDH )
      — conducid al valle al buen Pacheco, y venid luego a recibir conmigo los rayos que caigan en las alturas para dar temple a las espadas que han de vencer al de Santiago.
    • 1850 Coronado, C. Jarilla [2001] Esp (CDH )
      Las nubes habían bajado a la loma de la sierra, y envolvían a los nobles caballeros, haciendo brillar con sus relámpagos sus cascos, sus escudos, sus acicates y sus espadas como millares de centellas. Las torres del castillo oscuras y formidables, más crecidas al parecer con la espesa niebla, semejaban los poderosos agentes de las tempestades que bajaban del cielo a arrebatar los hombres. Hubiérase dicho que el vapor elevaba a aquellas gentes atrevidas para hundirles en las nubes y deshacerlas entre los rayos.
    • 1842-1851 Mesonero Romanos. R. Escenas matritenses [1993] Esp (CDH )
      y considerando por otro lado que todos o gran parte de aquellos objetos podrían haber sido conquistados en buena guerra, me disponía ya a dirigirles una alocución romántica, cual si fuera espada del Cid o escudo de Carlo Magno.
    • 1842-1851 Mesonero Romanos. R. Escenas matritenses [1993] 157 Esp (CDH )

      Los aplausos de un lado, las risas generales por otro, y más que todo, el aire triunfal de don Pedro, enfurecieron al sobrino don Tello, en términos que desapareciendo de su imaginación toda idea de ficción escénica, arremetió con don Pedro a bofetones; éste, viéndose bruscamente atacado, quiso tirar de su espada, pero por desgracia no tenía hoja y no pudo salir.

    • 1853 Castelar, E. Lucano [1861] 124 Discursos Esp (CDH )
      El tribuno era el representante de la revolución, el senador el representante de la resistencia, y esta lucha, que en la esfera política había sido fecunda en derechos y en progresos, al llegar á las entrañas de la sociedad, se planteaba de una manera triste, pavorosa; no habia remedio, estaba próxima la muerte de la República. La libertad podía haber concedido dignidad al pueblo; pero no habia matado su hambre. El pueblo romano habia de adorar al hombre que, aun á costa de la libertad política, resolviese el grande, el pavoroso, el inmenso problema social. Los plebeyos pedían participación en las herencias por los reyes legadas á Roma, y que los territorios conquistados no se acumularan sobre familias privilegiadas, y despues de muchas leyes, de infinitas proposiciones de los tribunos, se habia visto que la República no podía llenar estas tenaces aspiraciones del pueblo; y su alma, desbordada, iba rompiendo, como una gran inundación los valladares y diques fortísimos que la contenían y aprisionaban. Sila quiso esterminar á los plebeyos, pero mataba á los individuos, y de sus restos renacía con mas fuerza la idea social alimentada por torrentes de sangre. Mario perseguía á los patricios, y su espada destruía con sus golpes todas las columnas de la antigua República. En estas luchas crecía en influencia la clase de los caballeros, término medio entre patricios y plebeyos, y que ora volvía los ojos al pueblo, ora al patriciado, segun las varias oscilaciones de la fortuna. Esta clase estaba representada por Cicerón, que al mismo tiempo que pide en la oracion contra Verres que el derecho de juzgar no sea esclusivo del Senado, pide, oponiéndose á las proposiciones de Rulo, que la ley agraria sea condenada como el mas gran mal que puede sobrevenir á la República.
    • 1853 Castelar, E. Lucano [1861] Discursos Esp (CDH )
      orador, porque la palabra era en los comicios y en el Senado lo que la espada en los campos; poeta y dado al amor y en el vestir galano, porque con todas estas cualidades se ganaba el corazón de las mujeres, y con el corazón de las mujeres la mitad de Roma; espléndido, disipado, vicioso, cargado de deudas, porque asi daba, pan y gladiadores al pueblo, cuyos vicios y virtudes personificaba; y á pesar de su proverbial afeminación y de su natural delicado, en las marchas andaba á pié cincuenta millas por dia; en los sitios era el primero que llegaba á la brecha, y en los combates parecia feroz leon de la Numidia. Este es el hombre; ¿y el guerrero? Como guerrero no tiene rival en el mundo antiguo. Pasea sus gloriosas enseñas por Grecia, destroza con sus hachas los bosques druídicos de las Gálias, penetra en la nebulosa Bretaña, pasma á los reyes de Egipto, se corona vencedor en Alejandría como si quisiera eclipsar con la lumbre de su gloria la gloria de Alejandro, arrastra su carro triunfal por el Asia; y su génio inquieto le lleva á disparar el rayo de la guerra en las orillas del Rhin, en las selvas de la Germania, como si presintiera que en su seno ocultaba el destino á los ejecutores de las grandes, sentencias divinas, á los futuros verdugos de su patria. ¿Y cómo político? Antes de su imperio, Roma pesaba sobre la tierra, y él preparaba la ciudad eterna á todas las gentes y á todos los pueblos. El Senado gobernaba al mundo como el señor al esclavo, y él señala asiento en aquel asilo de las tradiciones sagradas á senadores estranjeros, que van apoderándose del espíritu de Roma para convertirlo en espíritu del mundo.
    • 1854 Castelar, E. Disc Jurado [1861] 40 Discursos Esp (CDH )
      y el pueblo, nuevo Viriato, empuñó su lanza, y turbó aquel dulce sueño, llevando á los conquistadores la muerte en la punta de su espada, ahuyentándolos con la sombra solo de sus banderas municipales, y quebrantando con heróico esfuerzo y con sin par constancia las oprobiosas cadenas de la madre patria. (Aplausos).
    • 1855 Castelar, E. Disc León Español [1861] 51 Discursos Esp (CDH )

      Leamos el artículo: «Nuestros adversarios, dice, se hacen de mil suertes distintas la oposición á si mismos». Este es, pues, un artículo de polémica entre dos periódicos. Decidme, con la mano puesta sobre el corazón; ¿es digno, es honroso que la justicia arroje su espada en la balanza de las controversias políticas?

    • 1851-1855 Mármol, J. Amalia [2000] Argentina (CDH )
      — Y de ese modo no acabaremos de tomar precauciones en toda la noche —contesta otro de ellos, al parecer el más joven de todos, y de cuya cintura pendía una larga espada, medio cubierta por los pliegues de una capa de paño azul que colgaba de sus hombros.
    • 1851-1855 Mármol, J. Amalia [2000] Argentina (CDH )
      — Sea, yo saldré delante con Merlo, y el señor —dijo el joven de la espada a la cintura, señalando al que acababa de hacer la indicación. Y diciendo esto, tiró el pasador de la puerta, la abrió, se embozó en su capa, y atravesando a la vereda opuesta con los personajes que había determinado, enfiló la calle de Belgrano, con dirección al río.
    • 1856 Castelar, E. Discurso 20/05/1856 [1861] Discursos Esp (CDH )
      Italia, que colgó de sus templos, como despojo de sus victorias, la cadena de todas las religiones desde Brahma hasta Jesús, y vió troncharse á sus plantas la espada de los galos, cuyos sacerdotes le tejieron una corona con la verde encina y el sagrado muérdago, y la verbena rociada de lágrimas de la luna; Italia, región de las grandes ciudades, de la inmortal Roma, de la orgullosa Milán, de la riente Nápoles, de esa hermosísima Venecia que cantó Byron, asentada en azul alfombra, llevando en su frente corona de algas y perlas, y á sus plantas amarrado el león, y en sus manos el áureo tridente que rigió los mares y avasalló los vientos; diosa de las aguas que se contempla en el Adriático ceñida de espumas como Citerea de su nacarada concha: Italia, corazon de la humanidad, que canta suspiros del cisne de Posaro, y llora lágrimas de Donnicetti y de Bellini; Italia, patria de los genios, que despertaron al mundo antiguo; de Colón, que creó en la tierra un nuevo hemisferio, de Galileo, que arrojó en los cielos nuevos astros; Italia, tranquilo puerto á donde han arribado todas las civilizaciones náufragas: templo en que han tenido un altar todas las grandes ideas, lámpara sagrada que ha guardado el fuego del alma del mundo, cuando parecía, próximo á estinguirse; Italia, perseguida, atormentada, escupida, no pierde su inspiración; y desde el fondo de su oscuro calabozo tiñe con los matices del iris los palacios de sus señores, y desde el potro de sus tormentos cincela estátuas, y del centro de la hoguera en que se abrasa, entona deleitosos cantares, porque las llamas no son poderosas a estinguir su voz; y cargada de cadenas, forcejea por levantarse á unirse á la cruzada de la idea democrática, que no será el dominio de un hombre sobre otro hombre, ni de un pueblo sobre otro pueblo, sino el reinado práctico de Dios en la tierra por medio de la razón y de la justicia. (Prolongados aplausos y repetidas aclamaciones). Pero direis: el deseo de la independencia de Italia, es un deseo de la democracia. No, señores, no; es un deseo humano.
    • 1859 Castelar, E. Discurso 05/05/1859 [1861] 195 Discursos Esp (CDH )
      necesitaria la lógica inflexible del señor Rodríguez, lógica de dos filos, que aniquila á los enemigos, y, levantándose sobre los abismos de la ciencia, los ilumina como una espada de fuego; necesitaria conocer las leyes de la filosofía y de la historia como el señor Suarez, que parece haber conversado con los sábios de todas las edades, segun la profundidad de sus pensamientos; necesitaria esa facultad que tiene el señor Moraita de hacer visibles, claras, palpables, las ideas mas abstractas; facultad propia de las inteligencias brillantes y límpidas; necesitaria conocer el desarrollo de la idea del derecho en el espíritu por medio de la historia; la idea del derecho, que es la mas alta y elevada de la ciencia moderna, como el señor Alzugaray, que ha consagrado á esa idea un talento sin sombras y una vida sin mancha; necesitaria ese inmenso, ese profundo espíritu del señor Canalejas, espíritu filosófico, que enlaza y sistematiza las ideas como la atracción enlaza los astros; y con todas estas cualidades, tan varias, tan brillantes y multiformes, que no puede reunir un solo hombre, que acaso no reúna toda una generación, pronunciaría un discurso que fuera como la centelleante corona de esta magnífica obra. (Aplausos).
    • 1859 Castelar, E. Discurso 05/05/1859 [1861] 221 Discursos Esp (CDH )
      yo no veo el absolutismo desde Covadonga hasta Leon, porque lo que veo es un pueblo que busca un refugio en el universal naufragio, reyes levantados en el escudo de los soldados, esclavos recogiendo las rotas espadas de los godos, jueces que protegen bajo su manto las nacientes monarquías, condes que arrojan desde sus trotones de batalla claros fueros á sus pueblos; yo no veo el absolutismo desde Leon hasta Toledo, porque lo que veo es el nacimiento del municipio cristiano en 1020, fecha que todo buen español debe llevar aquí, en el pecho, la semilla de nuestro jurado, la transformación del Concilio en Córtes, la idea feudal penetrando por el Pirineo con Sancho de Navarra, y estendiéndose invasora como toda idea hija de su tiempo hasta los llanos de Castilla; no veo el absolutismo desde Toledo hasta las Navas porque lo que veo es nuestra legislación municipal florecer, nuestros Ayuntamientos robustecerse, nuestras Córtes reunirse al pié de Cuenca, nuestros ejércitos señoriales y feudales salvar la cristiandad en las Navas de Tolosa; yo no veo el absolutismo desde las Navas al Salado, porque lo que veo es la Universidad levantarse para educar en la libertad al estado llano, los jurisconsultos forjar la unidad de la justicia, los siervos de la Gleba dejar los eslabones de sus cadenas en los propios de los pueblos, el derecho romano surgir como un nuevo astro sobre el caos feudal de la Edad-Media; yo no veo el absolutismo desde el Salado hasta Granada, porque lo que veo es don Pedro el Cruel bañarse en sangre de la nobleza, la casa bastarda inaugurar una política señorial tambien bastarda; Juan I sellar nuestro movimiento político democrático, don Alvaro de Luna recoger del polvo la autoridad herida de los reyes, la monarquía enflaquecida é impotente en don Enrique IV, la gran revelación social concluida en la gran Isabel; yo no veo que fueran educados en el absolutismo aquellos soldados aragoneses que conquistaron á Nápoles y Sicilia y sostuvieron á Atenas y Constantinopla, porque aquellos soldados habían sido educados á la sombra del privilegio general; ni que fueran hechuras del absolutismo los descubridores de América, porque todos habian visto nuestras Córtes, habian respirado gozosos el viento de nuestras libertades. Criando veo las consecuencias del absolutismo es cuando veo nuestras escuadras anegadas en el mar, nuestros ejércitos rotos en los campos de batalla, la bandera morada de Castilla en el lodo, Lanuza en el cadalso, nuestras Córtes mudas, nuestros municipios destrozados, la amortizacion estendiéndose como una lepra por nuestros campos, el rey de dos mundos, el amo del Perú, convertido en un mendigo, yendo de puerta en puerta á pedir limosna; absolutismo estranjero, traido á este suelo por gente estraña, la misma que hoy atormenta á nuestra raza en Italia. (Profunda sensacion); absolutismo sostenido por familias estranjeras; absolutismo de que la nacion se limpió cuando fue dueña de sí misma en 1812, y que si mas tarde restauraron bayonetas estranjeras, fué para demostrar á todas las generaciones, para decir á todos los siglos siempre, que el absolutismo ha sido y será un eterno estranjero en nuestra patria. (Ruidosos y repetidos aplausos).
    • 1859 Castelar, E. Civilización [1861] Discursos Esp (CDH )
      el arma que maneja Roma, su martillo, su espada, no hace más que reparar la tierra á la unidad de la especie humana, que traía el cristianismo; como el argumento, la dialéctica que Alejandría manejaba, no hizo mas que preparar la conciencia á recibir la unidad divina; de suerte que Roma y Alejandria, tan grandes, son como dos hermosas víctimas coronadas de flores, que la Providencia y el progreso presentan en el divino altar de Jesucristo.
    • 1860 Arenal, C. Visitador [1993] Esp (CDH )
      Y luego, nosotros, cristianos, hemos divinizado el dolor, le adoramos en los altares, personificado en la bendita entre todas las mujeres, en la triste entre las tristes, en esa divina Madre que tiene una lágrima eternamente suspendida y un corazón atravesado por la espada del desconsuelo.
    • 1860 Gmz Avellaneda, G. Mujer [1981] Novelas Cuba (CDH )
      Veremos a la disoluta Antonina, siempre pronta a lavar las manchas del tálamo nupcial con la sangre enemiga que sabe verter su espada en los campos de batalla, al lado de su esposo Belisario. Veremos a las matronas de Alba Real —en Hungría— defender heroicamente aquella plaza sitiada por los turcos, cuando ya los hombres desalentados trataban de rendirla. Veremos a Juana de Arco, de cuya maravillosa historia no necesito recordaros hechos.
    • c1860 Gmz Avellaneda, G. Cacique [1981] Novelas Cuba (CDH )
      A la idea de que dos hombres igualmente enamorados de ella se habían encontrado en su jardín, preveía la incomparable capitana la consecuencia inmediata de semejante suceso, y se halló presa de tan terrible angustia e insoportable ansiedad, que —sin atender a las súplicas y reflexiones de su esclava— tornó desatentada al mismo paraje de que había huido, resuelta a interponer su hermoso pecho entre las espadas de D. Alonso y Don Diego.
    • c1860 Gmz Avellaneda, G. Cacique [1981] Novelas Cuba (CDH )

      Oyólo Estrella, y echó a correr despavorida a refugiarse en su casa; en tanto que Don Alonso —tirando frenético de la espada— se precipitaba hacia la entrada del cenador, donde se encontró frente a frente con el joven cacique de Turmequé.

    • 1861 Castelar, E. Carta segunda [1861] 410 Discursos Esp (CDH )
      V. cree que el pensamiento, esencia del alma, como las plantas, solo puede nacer en ciertas regiones. Pues yo creo que el pensamiento es del espíritu, y el espiritu es universal, y está donde quiera que se levanta la humanidad. Si por no haber nacido en Alemania no podemos comprender la ciencia del Norte, V. no puede comprender la ciencia del Mediodía porque no se ha mecido su cuna bajo las ramas de los grandes árboles de la India; porque no ha pisado V. las arenas del desierto que rodean á Jerusalén; porque no ha oído el rumor de las ondas que besan las sandálias de mármol de Alejandría; porque no ha respirado el aire que baja del Hibla y del Himeto á acariciar á Grecia; porque no tiene ni un átomo de la tierra sagrada del Panteón y del Foro en su cuerpo, ni una gota de sangre latina en sus venas; porque no ha podido sentarse en la Sorbona á escuchar la voz de Abelardo y Santo Tomás; porque no ha oído como Marsilio Ficino el lamento de las almas de los platónicos, que vagaban por las orillas del Arno en los jardines de Florencia; porque no entiende las palabras perfumadas de mirto y de azahar que se exhalaban de los filigranados muros de las escuelas de Córdoba y Sevilla; porque no alcanza cómo todas nuestras ideas filosóficas se trasformaron en una revolucion y se resumieron en derechos, agitando el mundo, porque, hijo del Norte, descendiente de aquellas tribus que profanaron nuestros templos y destruyeron nuestras estátuas, y sepultaron en lodo y sangre á la reina de las naciones, lo único que de la vida histórica tiene en sí, es algun átomo de la gleba de los castillos feudales, algunas partículas del hierro de Arminio, de Alarico ó de Atila. ¿Le parece á V. lógico que V., por no ser indio, no pueda comprender á Capila, y por no ser griego á Platon, y por no ser africano á San Agustin, y por no ser francés á Descartes, y por no ser español á Luis Vives, y por no ser italiano á Vico? Pues eso es lo que V. sostiene en su carta. Y yo le digo que, cuando siento rebajar asi la capacidad intelectual de mi raza, me levanto como San Pablo, cuando le querían azotar, y esclamo con orgullo: civis romanus sum. Soy de esa raza que ha escrito en bronce el derecho de la humanidad, y ha dado la ley de la unidad á la ciencia, al arte, al mundo entero; soy de esa raza que ha tenido en sus manos la espada de los héroes y el cincel de los artistas; soy de esa raza que ha encarnado en el verbo de la realidad y de la vida todas las grandes ideas; soy de esa raza que ha derramado el agua del bautismo sobre la frente de los bárbaros; soy de esa raza que ha devuelto el Oriente á Europa, y ha descubierto el Nuevo Mundo, oculto como un secreto de Dios, en la soledad del Océano; soy de esa raza que ha quebrantado las cadenas de todos los esclavos; soy de esa raza que ha roto el cetro de los tiranos y ha escrito en el espacio la eterna ley de la libertad; soy de esa gran raza ciclópea que tiene en sí las ideas de toda la historia; soy de esa raza á la cual debeis artes, ciencias, política, religión, todas las grandes iniciaciones en el mundo de la hermosura y de la verdad. Pero dejémonos de razas, señor doctor, y recuerde cuán injustamente V. me ha provocado. La ciencia es incondicional, es absoluta. El pensamiento es humano y está sobre las condiciones del tiempo y del espacio. Delante de la ciencia, como delante de la religión, no hay griegos, ni romanos, ni bárbaros, sino hombres, y solo hombres.
    • 1861 Castelar, E. Discurso 13/05/1861 [1861] 236 Discursos Esp (CDH )
      El señor Saavedra, valiente, soldado, hábil orador, profundo matemático, fiel reflejo de aquellos caballeros de los siglos décimo quinto y décimo sesto, que asi manejaban la pluma como la espada, ha puesto con gran acuerdo el fin del progreso en la armónica aplicacion de todas nuestras facultades á la vida.
    • 1861 Castelar, E. Discurso 13/05/1861 [1861] 255 Discursos Esp (CDH )
      perdimos el temor que nuestros predecesores tuvieran á los cometas, y donde ellos vieron la espada de fuego pronta á espulsarlos del eden de la vida, vemos nosotros, ó una débil gasa de materia cósmica, ó la esperanza y el presentimiento de un nuevo mundo: adivinamos que mas allá del alcance de nuestra vista, de nuestros telescopios y de nuestras observaciones, acaso hierven nuevos planetas, renovándose todos los dias el milagro de la creacion; y lejos de caer abrumados con la idea de nuestra pequeñez bajo la inmensa pesadumbre de tanta grandeza, como la materia misma se espiritualiza en nuestras manos con el gas, la electricidad y el impalpable magnetismo, aunque perdidos en las ondas de orbes y de soles, prorrumpimos en himnos de triunfo, conociendo que la inmensidad y el cielo son tambien la patria de nuestro organismo, y que por habitante del gran cosmos, nuestro cuerpo tiene, como nuestro espíritu, lo infinito por sagrado y luminoso santuario. (Bien, bien).
    • 1861 Castelar, E. Disc inauguración [1861] 303 Discursos Esp (CDH )
      Xenóphanes, el gran filósofo que separó por vez primera el espíritu de la naturaleza, es un soldado sin mas patrimonio que su lira y su espada; Sócrates, el justo Sócrates que dió conocimiento de sí misma á la conciencia, era hijo de un artista; Terencio, el mas gran poeta cómico de Roma, fué esclavo; Horacio, el mas gran lírico, liberto; y Virgilio, el mas gran épico, labrador, nacido en las cabañas, entre pastores, bajo los sauces, oyendo el mugir de los bueyes, el balar de las ovejas; los tres génios mas profundos de la literatura moderna, Shakespeare, Cervantes y Moliere, pobres eran tambien, pues Shakespeare fué palafrenero y no lord; Cervantes soldado y no rey, y Moliere un cómico, á quien negaba hasta la sepultura la barbárie de su gran siglo; pero ¿qué mucho? hasta el mismo Divino Mártir que os ha redimido, eterno modelo de perfección moral y religiosa que adorará mientras tenga conciencia el género humano, Jesucristo, nació en un establo, llamó padre á un artesano, vivió la vida del pobre, buscó por apóstoles pescadores, diseminó su doctrina entre el pueblo, cual si hubiera querido que así como su muerte redimió del error el alma, su vida redimiera del envilecimiento el trabajo. (Ruidosos y prolongados aplausos que interrumpen por algun tiempo al orador).
    • 1861 Castelar, E. Disc Ateneo [1861] 333 Discursos Esp (CDH )
      cuando un emperador de este linaje, decía, ocupaba el trono, las guardias pretorianas, que conocían al emperador, que presenciaban sus deformes vicios, que sentían en si el núcleo de todo poder, que miraban pendientes de sus lanzas toda autoridad y toda justicia, recogían las riendas del Estado, jugaban con ellas al azar, destronaban al emperador, vendían la púrpura cesárea al que mas la pujaba, sacaban desde lo alto de los muros de la ciudad eterna, resguardo salvador en otro tiempo del derecho, á pública subasta el Imperio, lo vendían á un senador rico, y luego tornaban á destrozar con sus espadas sus mismas hechuras, como para enseñar eternamente á las generaciones, que esos poderes que se creen eternos, porque tienen solo en su abono la fuerza, son débiles cuando les falta la justicia, y haciéndose tiránicos, solo pueden engendrar en su maldita esterilidad la anarquía en el gobierno, la desolación en los pueblos.
    • 1864 Bécquer, G. A. Celda [1985] Esp (CDH )
      Por ambos lados del camino, y saltando y cayendo con un murmullo apacible por entre las retorcidas raíces de los árboles, corren dos arroyos de agua cristalina y transparente, fría como la hoja de una espada y delgada como su filo. El terreno sobre el cual flotan las sombras de los chopos, salpicadas a trecho de manchas inquietas y luminosas, se halla salpicado de una hierba alta, espesa y finísima, entre la que nacen tantas margaritas blancas, que semejan a primera vista esa lluvia de flores con que alfombran el suelo los árboles frutales en los templados días de abril. En los ribazos y entre los zarzales y los juncos del arroyo crecen las violetas silvestres, que, aunque casi ocultas entre sus rastreras hojas, se anuncian a gran distancia con su intenso perfume; y por último, también cerca del agua, y formando como un segundo término, déjase ver, por entre los huecos que quedan de tronco a tronco, una doble fila de nogales corpulentos con sus copas redondas, compactas y oscuras.
    • 1864 Bécquer, G. A. Celda [1985] 130 Esp (CDH )
      Dos guerreros inmóviles y vestidos de su fantástica y blanca armadura velarían día y noche de hinojos a sus costados, y mientras que mi estatua de alabastro riquísimo y transparente, con sus arreos de batallar, su espada sobre el pecho y un león a los pies, dormiría majestuosa sobre el túmulo [...].
    • 1850-a1865 Bello, A. Literatura latina [1985] Crítica literaria Venezuela (CDH )
      Un yelmo cubría muchas veces sus cabellos canos, tomaba la espada y el escudo, y corría con los habitantes a defender las puertas contra los ataques de los escuadrones bárbaros que inundaban la llanura, sedientos de sangre y pillaje. La poesía era todo su consuelo. Allí compuso sus Tristes y sus Pónticas, elegías admirables en que conserva todas las gracias de su estilo. Guardémonos de creerle, cuando nos dice que las desgracias habían extinguido su genio, y que, viviendo entre los tomitanos, raza mezclada que hablaba un griego corrompido, se había hecho sármata, y perdido la pureza de su idioma nativo. Todo agrada en aquellos melancólicos trenos; y si repite a menudo sus quejas, sus votos, los dolores de tantas pérdidas amargas, la expresión es siempre natural, ingenua, variada: el poeta habla la lengua todopoderosa del infortunio, de un infortunio sin medida, sin término, sin esperanza.
    • 1867 Tamayo Baus, M. Drama nuevo [1995] Esp (CDH )
      (Dirígese hacia la derecha llevándose la mano a la espada. El blanco entre esta primera parte y la segunda ha de ser brevísimo, casi instantáneo.)
    • 1867 Tamayo Baus, M. Drama nuevo [1995] Esp (CDH )
      / ¡Y la suya primero! / (Toma dos espadas de una panoplia.
    • 1869 Altamirano, I. M. Clemencia [1959] México (CDH )
      usted no es soldado de profesión, sino que ha tomado la espada para defender a su patria;
    • 1869 Altamirano, I. M. Clemencia [1959] México (CDH )
      Pero no temas, no es mi espada la que él verá enfrente, sino mi látigo.
    • 1871 Facundo HChucho [1890] México (CDH )
      quería pegarle con su espadita á un niño pobre; la madre del niño pobre estaba pidiendo limosna á Elena.
    • 1871 Facundo HChucho [1890] México (CDH )
      yo le cambiaré á mi hijo su espadita de fierro por una de cartón.
    • 1872 Hernández, J. Martín Fierro [1994] 71 Argentina (CDH )
      * / Porque todo era jugarle / por los lomos con la espada, / y, aunque usté no hiciera nada, / lo mesmito que en Palermo* / le daban cada cepiada* / que lo dejaban enfermo.
    • 1872 Hernández, J. Martín Fierro [1994] 123 Argentina (CDH )
      "* / Peló la espada y se vino / como a quererme ensartar, / pero yo sin tutubiar / le volví al punto a decir: / "—Cuidado no te vas a pér... tigo,* / poné cuarta* pa salir.
    • 1873 Pz Galdós, B. Trafalgar [1995] Esp (CDH )
      »Rindióse el San Juan y cuando subieron a bordo los oficiales de las seis naves que lo habían destrozado, cada uno pretendía para sí el honor de recibir la espada del brigadier muerto. Todos decían: "Se ha rendido a mi navío", y por un instante disputaron reclamando el honor de la victoria para uno u otro de los buques a que pertenecían. Quisieron que el comandante accidental del San Juan decidiera la cuestión, diciendo a cuál de los navíos ingleses se había rendido, y aquél respondió: "A todos, que a uno solo jamás se hubiera rendido el San Juan.
    • 1874 Alarcón, P. A. Sombrero [1993] Esp (CDH )
      Tenía cuarenta y ocho años, y llevaba sombrero de tres picos, mucho más pequeño que el de su señor (pues repetimos que el de éste era descomunal), capa negra como las medias y todo el traje, bastón sin borlas, y una especie de asador por espada.
    • 1874 Alarcón, P. A. Sombrero [1993] Esp (CDH )
      — ¡Infames! —gritó el viejo, echando mano a la espada, y encontrándose sólo con el sitio o sea con la faja de molinero murciano.
    • 1845-1874 Sarmiento, D. F. Facundo [1993] Argentina (CDH )
      Necesítase, empero, para desatar este nudo que no ha podido cortar la espada, estudiar prolijamente las vueltas y revueltas de los hilos que lo forman, y buscar en los antecedentes nacionales, en la fisonomía del suelo, en las costumbres y tradiciones populares los puntos en que están pegados.
    • 1845-1874 Sarmiento, D. F. Facundo [1993] Argentina (CDH )
      Desde Chile nosotros nada podemos dar a los que perseveran en la lucha bajo todos los rigores de las privaciones y con la cuchilla exterminadora que, como la espada de Damocles, pende a todas horas sobre sus cabezas. ¡Nada! excepto ideas, excepto consuelos, excepto estímulos, arma ninguna nos es dado llevar a los combatientes, si no es la que la prensa libre de Chile suministra a todos los hombres libres.
    • 1874 Valera, J. Pepita Jiménez [1997] 209 Esp (CDH )
      cita a un señor de la Vera, que fue con una embajada de los Reyes Católicos para Boabdil, y que en el patio de los Leones se enredó con los moros en disputas teológicas, y, apurado ya de razones, sacó la espada y arremetió contra ellos para acabar de convertirlos, y cita por último, al hidalgo vizcaíno don Íñigo de Loyola, el cual, en una controversia que tuvo con un moro sobre la pureza de María Santísima, harto ya de las impías y horrorosas blasfemias con que el moro le contradecía, se fue sobre él espada en mano, y si el moro no se salva por pies, le infunde el convencimiento en el alma por estilo tremendo. * Sobre el lance de san Ignacio contesto yo a mi padre que fue antes de que el santo se hiciera sacerdote, y sobre los otros ejemplos digo que no hay paridad.
    • 1862-1875 Blest Gana, A. Martín Rivas [1983] Chile (CDH )
      Las tropas desfilan, por fin, en columna por la calle central de la Alameda, en medio de la concurrencia que deja libre el paso, y los oficiales que marchan delante de sus mitades, reparten saludos a derecha e izquierda con la espada, absorbiéndose a veces en esta ocupación hasta hacerse pisar los talones por la tropa que marcha tras ellos.
    • 1875 Palma, R. Tradiciones peruanas III [1967] Perú (CDH )
      — Pues de buen grado no quieren ser nuestras las vicuñitas, hombres somos para conquistarlas con la punta de la espada.
    • 1875 Palma, R. Tradiciones peruanas III [1967] Perú (CDH )
      El esclavo que trabajaba en el campo vivía perennemente amagado del látigo y el grillete, y el que lograba la buena suerte de residir en la ciudad tenía también, como otra espada de Damocles, suspendida sobre su cabeza la amenaza de que, al primer renuncio, se abrirían para él las puertas de hierro de un amasijo.
    • 1876 Gorriti, J. M. Pozo [2002] Argentina (CDH )
      Recalando el rostro, la espada y el azul uniforme de los patriotas bajo el embozo de su capa de viaje, el joven se deslizaba a la sombra de los muros, con el rápido paso del que conoce su camino, deteniéndose tan sólo, para absorber en suspiros el ambiente perfumado de la noche.
    • 1879 León Mera, J. Cumandá [1998] Ecuador (CDH )
      Las masas de follaje de que ésta se componía, bañadas de lleno por la luz, dilataban a su vez la sombra sobre otras masas que tenían detrás, y sólo por tal cual resquicio daban paso a algunos rayos solares que, como largas y relucientes espadas de cristal, penetraban hasta lo profundo de la espesura. Sorprendidas por ellos, las mariposas se despertaban en las hojas de las flores, y alegres y en fantástica danza batían las alas cubiertas de oro, diamantes y rubíes. Las pintadas avecillas gozaban, asimismo, de las delicias de la mañana, y se sacudían, arreglaban las plumas, o tendían el cuello para alcanzar la gota de rocío que temblaba en la hoja vecina, o cantaban sus amores en aquella hora en que la naturaleza es toda puro amor, y en aquel lenguaje que lo entiende sólo la Divinidad que lo ha enseñado.
    • 1879 Selgas Carrasco, J. Hechos [1889] 265 Esp (CDH )
      la cruz es su espada; no lleva sobre su cabeza el esplendor de esas coronas que hoy vemos vacilar en las sienes de todos los reyes; su corona es la corona sencilla y perpetua del sacerdote.
    • 1882 Montalvo, J. Siete tratados, II [1882] 41 Ecuador (CDH )
      ofreció al médico, su espada por testigo, que no tendria la menor cólera, ni saldria de sus quicios si le diesen cantaleta. En cuanto á la quietud material, el físico sabidor le dijo que el mover un brazo pudiera causarle la muerte. Vuelve Paraselso dos horas despues, y se da de hocicos con un soldado que huye despavorido. Entra de prisa al cuarto del moribundo: todo silencio; la cama, sarcófago vacío. Vuelve la vista á un lado y á otro: el señor general, tras una puerta, en camisa, cogido de su lanza. Sin tiempo para ganar el lecho cuando oyó al doctor, habia tomado iglesia en ese venerable humilladero.
    • 1839-1882 Villaverde, C. Cecilia Valdés [1992] 67 Cuba (CDH )
      Allí no había más luz que la mortecina de una lamparita de aceite en una mesa, sobre la cual se veía un nicho o retablo de titiritero, donde se veneraba una figura de talla, con traje talar o de mujer, que miraba al cielo y tenía clavada en el pecho una espada cuya empuñadura parecía de plata. En el lado opuesto había un catre con colgaduras de seda ya ajadas, y a la cabecera una silla de cuero, que en el momento que entró allí seña Josefa la había desocupado una anciana negra, escuálida, imagen de la muerte, cuya cabeza blanca contrastaba con el ébano de su cuello largo y huesoso. Tenía en la mano derecha un rosario y varios escapularios al pecho sobre la camisa blanca; ciñéndola el talle de la falda de cañamazo una correa negra y larga a lo fraile Agustino. Estaba como embebida o rezando con gran fervor, y al tocarle en el hombro seña Josefa, alzó de repente la cabeza, la volvió hacia la puerta del aposento, vio en ella de pie al desconocido, hizo un movimiento de horror o de susto y desapareció por la puerta del fondo sin decir palabra.
    • 1839-1882 Villaverde, C. Cecilia Valdés [1992] Cuba (CDH )
      No tocó ni se detuvo delante de la puerta, sino que empujó con suavidad la hoja de la derecha o macho, la cual estaba sujeta con una media bala de hierro en el suelo. Había sido de bermellón la pintura de dicha puerta, pero lavada por las lluvias, el sol y el tiempo, no le quedaban sino manchas rojas oscuras en torno de la cabeza de los clavos y en las molduras profundas de los tableros. La ventanilla, que era de espejo y alta, sólo tenía tres o cuatro balaústres, había perdido la pintura primitiva, quedándole un baño ligero de plomo. Por lo que toca al interior, su apariencia era más ruin, si cabe, que el exterior. Se componía de una salita, dividida por un biombo para formar una alcoba, cuya puerta daba precisamente hacia la de la calle, y otra a la derecha con salida al patio angosto y no más largo que el fondo de la casita. A la izquierda de la entrada y a la altura de una vara, había un hueco en la pared medianera, a modo de nicho, en cuyo fondo se veía una Madre Dolorosa de cuerpo entero, aunque muy reducido, con una espada de fuego que le atravesaba el pecho de parte a parte. Alumbraban día y noche tan peregrina pintura dos mariposas, es decir, dos hornillas con su pábilo correspondiente, flotando en tres partes de agua y una de aceite, dentro de vasos ordinarios de vidrio. Una guirnalda de todas flores artificiales y de pedazos de cartulina dorada y plateada, ajadas, descoloridas y polvorosas adornaban el retablo. Y en torno, por las paredes, en el biombo y detrás de las puertas y ventana, gran número de letreros, por ejemplo: ¡Ave María Purísima! ¡La Gracia de Dios sea en esta casa! ¡Viva Jesús! ¡Viva María! ¡Viva la Gracia y muera el Pecado! Con otros muchos por el estilo, que no hay para qué repetirlos. Las estampas, sin cuadro, pegadas a las paredes con obleas o engrudo, eran más numerosas que los letreros, todas de santos, impresas por el impresor Boloña en papel común y recogidas de manos de los demandantes de los conventos a cambio de limosnas, o compradas a la puerta de las iglesias en los días de fiestas.
    • 1839-1882 Villaverde, C. Cecilia Valdés [1992] Cuba (CDH )
      — Allá par los Sitios ha habío la mar y la morene lotra noche. Tondá quiee prendré los mataores del bodeguer de la calle Manrico y la Estreya. Elle estaba en un mortorio. El gobernaó manda prendeslo. Dentra Tondá, elle solito con su espá, coge dos; Malanga, lo sijo de mi marío huye po patio y toavía anda escondío. Ese, ese, ma malo que toos. Conque pa que vea la caserite. No se pue un fiá de naide. Adiós, caserite! Mucha salú.
    • 1884 Cané, M. Juvenilia [1999] Uruguay (CDH )
      No de otra manera dejaron los persas penetrar el espanto en sus corazones cuando vieron a Pallas Athenea flotar sobre el ejército griego, armada de la espada dórica, en el llano de Maratón. Vino rápido hacia mí... Luego me tomó del brazo y me condujo consigo. No intenté resistir, y echando a mis compañeros una mirada que significaba claramente: "¡Ya lo veis! ¡Los dioses nos son contrarios!", seguí con la cabeza baja a mi vencedor. Llegados a la sala del vicerrector, recibí nuevas pruebas de la pujanza de su brazo, y un cuarto de hora después me encontraba ignominiosamente expulsado con todos mis petates, es decir, con un pequeño baúl, del lado exterior de la puerta del colegio. Eran las ocho y media de la noche. Medité.
    • 1884 Pz Galdós, B. Bringas [1994] Esp (CDH )
      Vimos media docena de chicos que jugaban a los soldados con gorros de papel, espadas y fusiles de caña. Más allá, en un espacio ancho y alumbrado por enorme ventana con reja, las cuerdas de ropa puesta a secar nos obligaban a bajar la cabeza para seguir andando. En las paredes no faltaban muñecos pintados ni inscripciones indecorosas. No pocas puertas de las viviendas estaban abiertas, y por ellas veíamos cocinas con sus pucheros humeantes y los vasares orlados de cenefas de papel. Algunas mujeres lavaban ropa en grandes artesones; otras se estaban peinando fuera de las puertas, como si dijéramos, en medio de la calle.
    • 1884 Pz Galdós, B. Bringas [1994] 78 Esp (CDH )
      No había día de cumpleaños de reyes o príncipes en que él no pescara una cruz o grado. Cuando ya no le podían dar nada superior, en orden de milicia, a los dos entorchados, me le agraciaron con el título de conde de Santa Bárbara (de una finca que tenía en Navarra), nombre que por tener cierto olorcillo de pólvora, cuadraba bien a su oficio, aunque se decía de él que nunca había olido más que la que gastamos en salvas. La fama de valiente que gozaba debió fundarse en que era muy bruto. En el desorden de nuestras ideas fácilmente convertimos en héroes a los que apenas saben escribir su nombre. Lo cierto es que don Pedro Minio, marqués de Santa Bárbara, era persona imponente en una parada, o pasando revista de inspección en los cuarteles, o dando militares gritos en las varias Direcciones que desempeñó. Salvo algunas escaramuzas sin importancia en que tomó parte durante la primera guerra civil, la historia militar de nuestro país no le dijo nunca: «Esta boca es mía» Pero pasará a la posteridad por los célebres dichos de la espada de Demóstenes, * la tela de Pentecostés * y el alma de Garibaldi, por aquello de ir a La Habana haciendo escala en Filipinas, con otras cosillas que, coleccionadas por sus subalternos, forman un delicioso centón de disparates. La Reina los sabía de corrido y los contaba con mucha sal. Pero no revolvamos las cenizas de esta nulidad, de quien la condesa decía, en el más escondido pliegue de la confianza, que era una bestia condecorada, y ocupémonos de su viuda.
    • 1884-1885 Clarín Regenta [1990] Esp (CDH )
      honra habladora, así con la espada como con la discreta lengua. Quintanar manejaba el florete, la espada española, la daga. Esta afición le había venido de su pasión por el teatro. Cuando trabajaba como aficionado, había comprendido en los numerosos duelos que tuvo en escena la necesidad de la esgrima, y con tal calor lo tomó, y tal disposición natural tenía, que llegó a ser poco menos que un maestro. Por supuesto, no entraba en sus planes matar a nadie; era un espadachín lírico. Pero su mayor habilidad estaba en el manejo de la pistola; encendía un fósforo con una bala a veinticinco pasos, mataba un mosquito a treinta y se lucía con otros ejercicios por el estilo.
    • 1885 Martí, J. Lucía Jerez [1994] 116 Cuba (CDH )
      No se le dijera entonces un abogado de estos tiempos, sino uno de aquellos trovadores que sabían tallarse, hartos ya de sus propias canciones, en el mango de su guzla, la empuñadura de una espada. El fervor de los cruzados encendía en aquellos breves instantes de heroica dicha su alma buena; y su deleite, que le inundaba de una luz parecida a la de los astros, era sólo comparable a la vasta amargura con que reconocía, a poco que en el mundo no encuentran auxilio, sino cuando convienen a algún interés que las vicia, las obras de pureza. Era de la raza selecta de los que no trabajan para el éxito, sino contra él. Nunca, en esos pequeños pueblos nuestros donde los hombres se encorvan tanto, ni a cambio de provechos ni de vanaglorias cedió Juan un ápice de lo que creía sagrado en sí, que era su juicio de hombre y su deber de no ponerlo con ligereza o por paga al servicio de ideas o personas injustas; sino que veía Juan su inteligencia como una investidura sacerdotal, que se ha de tener siempre de manera que no noten en ella la más pequeña mácula los feligreses; y se sentía Juan, allá en sus determinaciones de noble mozo, como un sacerdote de todos los hombres, que uno a uno tenía que ir dándoles perpetua cuenta, como si fuesen sus dueños, del buen uso de su investidura.
    • 1888 Acevedo Díaz, E. Ismael [1991] Uruguay (CDH )
      la espada vencedora había cortado al casco la cimera, y, vuelta a la vaina sin deshonra, cedido a una política liberal la palabra para desarticular sin violencia los huesos al «esqueleto de un gigante». Bradford diluyó sobre los vencidos palabras misteriosas y proféticas: Montevideo vio brillar la primera en América latina una estrella luminosa, Southern star, que enseñaba el rumbo a la mirada inquieta del pueblo, para ocultarse bien pronto entre las densas nubes de la tormenta.
    • 1889 Rubén Darío Matuschka [1950] Cuentos Nicaragua (CDH )
      No pierdas de vista al capitán, y atiende a su espada y a su grito. No huyas, pero tampoco quiero que te maten, Nicolasín, porque entonces yo moriría también.
    • 1890 Rubén Darío Betún [1950] Cuentos Nicaragua (CDH )
      en la capotera, un pantalón rojo, una levita de militar, un, kepis con galones y una espada con su vaina brillante. El señor estaba de buen humor, porque se fué al lecho y dió un cariñoso golpecito en una cadera a la linda mujer.
    • 1890 Rubén Darío Betún [1950] Cuentos Nicaragua (CDH )
      la dama y la espada. ¡La dama! ¡Sí! Él encontraba algo de sobrehumano en aquella hermosura que despedía aroma como una flor. En sus doce años, sabía ya ciertos asuntos que le habían referido varios pícaros compañeros. Aquella pubertad naciente sentía el primer formidable soplo del misterio. ¡Y la espada! Esa es la que llevan los militares al cinto. La hoja al sol es como un relámpago de acero.
    • 1892 Fdz Medina, B. Charamuscas [1892] Uruguay (CDH )
      Á un lado del arco estaba el comisario, de pañuelo de golilla al cuello y espada al cinto, con tres hombres maduros que eran los jueces de la corrida; bien montados todos en caballos con ricos aperos.
    • 1893 Rubén Darío Sonrisa [1950] Cuentos Nicaragua (CDH )
      El anciano imperial acaricia su barba argentina con su mano enguantada de acero, y mira a Rogerio, que, delicado y gentil como un San Jorge, se inclina, con la diestra en el puño de la espada, y con exquisita arrogancia cortesana.
    • 1893 Rubén Darío Cátedra [1950] Cuentos Nicaragua (CDH )
      Yo hago mover a un mismo tiempo y por un mismo impulso la espada del César y la guillotina de la revolución. Y quemo y purifico la boca del poeta con las brasas que quedan de los tronos incendiados.
    • 1895 Lpz Bago, E. Separatista [1997] Esp (CDH )
      Media docena, que manifestaban * por la espada más ardientes amores que por la mujer, o que amando se cansaban menos. Seis extravagantes. Y aun estos, al caer en guardia, bien a las claras dejaban ver no estar del todo exentos de pecado, haber sido infieles a esa castidad que pide el acero para la mayor firmeza de los músculos, para la seguridad en los a fondo, * para la agilidad y el vigor de las piernas, castidad que no siempre la juventud puede dar. A los primeros pases, en las contras * y dobles contras sobre todo, enervábanse las muñecas, exageraban el doigté * y el florete se les caía de las manos. En los golpes de tac-tac resultaban desarmes no buscados, solo con que el maestro, al contestar, empleara un poco de energía.
    • 1895 Lpz Bago, E. Separatista [1997] Esp (CDH )
      Se citaban los nombres de los mejores tiradores, como los de grandes paladines que hubieran hecho por una santa causa, más servicios con la espada, o por lo menos más positivos que los que prestaban con la pluma o la palabra los hombres de talento sacerdotes de esa causa misma. Fulano, que había herido gravemente a cinco militares en sendos encuentros a sable y en uno a espada mató a un peninsular metiéndole en un engaño de contra un palmo de acero en el pecho. Zutano, gran tirador de pistola, que llevaba ya tres duelos a quince pasos. El herido en el último, un cubano también, pero afiliado al partido de la Unión Constitucional, * estaba todavía en la cama y los médicos desesperaban de su curación. ¡Ah! El combate personal, cuerpo a cuerpo, el desahogo de todas las iras, de todos los odios, ¡la venganza! El duelo para la paz, hasta tanto que volviese la ocasión de la guerra. Romper zapatillas sobre la plancha de la sala, alimentando la esperanza de ir algún día a la manigua.
    • a1896 Silva, J. A. Sobremesa [1996] Colombia (CDH )
      Sobre el rojo de la pared, cubierta con opaco tapiz de lana, brillaban las cinceladuras de los puños y el acero terso de las hojas de dos espadas cruzadas en panoplia sobre una rodela, y destacándose del fondo oscuro del lienzo, limitado por el oro de un marco florentino, sonreía con expresión bonachona, la cabeza de un burgomaestre flamenco, copiada de Rembrandt.
    • 1898 Costa, J. Colectivismo agrario [1898] 220 Esp (CDH )

      Las vinculaciones habían sido combatidas desde su cuna y sin interrupción, con argumentos jurídicos y económicos incontrastables, por el obispo Santiago de Simancas, el licenciado Fernández Navarrete. López Bravo, Sancho de Moncada, el canónigo Castro, Campomanes, Jovellanos y otros; pero la espada tenía doble filo, y vino á suceder en esto lo mismo que en otra contienda sobre amortización y desamortización, que los mismos argumentos usados en las dos centurias precedentes por Pereyra, Autúnez, Angulano, Campomanes, etc.

    • 1898 Ganivet, Á. Pío Cid [1983] Esp (CDH )
      ¿No ve su mercé que esa es un agua crúa que traspasa lo mesmo que una espá? Yo he metío na más que la mano, y se me ha quedao acorchá, que cuasi no la siento.
    • 1898 Rubén Darío Roma [1950] Cuentos Nicaragua (CDH )
      La Venus maternal reproduce en la sangre romana sus llamas y sus rosas, alimentando los flancos victoriosos de donde brotarán ciudadanos innúmeros, hábiles en las artes de la paz, dueños del campo, robustos en las faenas agrícolas y gozosos en la existencia urbana, adoradores de la claridad y de la fuerza; Marte Vengador hace reverdecer los viejos laureles y crecer y vestirse de hojas fragantes los nuevos; castigará siempre las afrentas de la Patria, armará el brazo nacional y mantendrá el decoro y la dignidad Capitolina; y Apolo Palatino, no tan solamente el de Accio, ni aquél cuyo templo ostenta sobre la cuadriga de oro la figura del Sol, sino el Arquero eterno, el Numen que anima y animará por siglos de siglos la romana mente, encenderá el corazón romano, y hará que el verbo latino, la sangre latina, perpetúen su imperio, en una victoria inacabable. Yo sueño con una fiesta de Roma, repetida como los juegos seculares, a la cual concurrirán en lo porvenir todas las naciones del universo. Si un Dios ha de venir que se revele más grande que los dioses conocidos, hoy ocultos, o enfermos, o prófugos, él presidiría, encarnado en un sacerdote magno, los coros ofertorios y las pompas sagradas. Los ministros del culto nuevo darían gracias a la potestad divina por las victorias logradas, por la riqueza, por la conservación de la Salud popular y de la Belleza consagrada y respetada; por las espigas de los surcos y las rosas de los jardines, por los senos y vientres que dan al amor y a la patria culto y vástagos. Sería el reino apolíneo bajo la corona de Roma. Y las naciones agitarían palmas, celebrando la supremacía y la espada de oro de la conquistadora que daba la paz y la dicha. No en el templo de Apolo Palatino, sino en la plaza pública, resonaría el Carmen secular escrito por el primer poeta de la tierra, y cantado por un inmenso coro de hombres y mujeres poseedores de juventud y de hermosura. Se estremecería el corazón del orbe. Iría el canto bajo la azul cúpula celeste, sobre las colinas llevado por el viento propicio al mar.
    • 1899 Rodó, J. E. Rubén Darío [1956] 72 Uruguay (CDH )
      y es el cisne del Norte el que canta entonces, dominando el estrépito del martillo formidable de Tor y las trompas que celebran la espada de Argantir.
    • 1900 Magón Chepe [1947] Cuentos Costa Rica (CDH )
      Dicho esto y ya se fué saliendo don Chepe, sin sombrero, con la espada y un buen clavo.
    • 1900 Magón Episodios [1947] Cuentos Costa Rica (CDH )
      En el campo se ha recogido un pedazo de espada con el nombre. «Barrios».
    • 1901 Díaz Mirón, S. Canción [1947] Lascas México (CDH )
      / Ven y place al que tiene la voz dorada, / y perennes ortigas y eternas rosas, / y en el talón espuela y al cinto espada.
    • 1901 Toro Gmz, M. NDiccEnciclLengCast (NTLLE)
      Espada, f. Arma blanca, con hoja de acero, recta, puntiaguda y cortante [...].
    • 1902 Blasco Ibáñez, V. Cañas [1902] Esp (CDH )
      tablas enormes con falanges de condenados todos rojos, como si acabasen de ser cocidos, y ángeles de plumaje de cotorras arreándolos con flamígeras espadas.
    • 1902 Díaz Rdz, M. Sangre Patricia [1925] Venezuela (CDH )
      Á cada mandoble de su espada nacía una leyenda; y en la punta de sus armas, como en el centro de su genio, resplandecía la promesa de un Dorado enorme y prodigioso.
    • 1902 Díaz Rdz, M. Sangre Patricia [1925] Venezuela (CDH )
      ¿Ó bien el heroísmo, en vez de palpitar y moverse en la sangre de la acción, llegaría á fijarse en ese noble y tranquilo heroísmo de la palabra que hace una espada del verbo? En suma, ¿continuaría él, Tulio Arcos, la epopeya color de sangre de su abuelo de la Conquista y de sus demás abuelos libertadores, ó bien recogería, prolongándola, enriqueciéndola con su propia riqueza, la tradición de luz, de enseñanza y de bravura, personificada en el último de sus abuelos insignes? Tal vez las dos tradiciones llegarían en él á su fin más alto, confundidas en una sola unidad perfecta, como un perfecto fruto ambiguo que fuese á la vez rojo y blanco, acerbo y dulce. Ó tal vez, extinguida en una locura de actividad la fuerza de la raza, ésta no daría en él sino vanas flores. Bien podía ser, bien podía todo reducirse á una floración de sueños vanos. La historia de su familia, ¿no hacía muy probable esta hipótesis? Desde el origen, su familia había venido en hazañas múltiples despilfarrando su capacidad para la acción; y así como ésta disminuía, bien podía en grado igual, y de insensible modo, haber venido aumentando su capacidad para el sueño.
    • 1895-1902 Unamuno, M. Casticismo [1991] Esp (CDH )
      Francisco Pizarro, en el momento de ir a pasar su Rubicón, traza con la espada una gran raya en tierra y dice:
    • 1902 Valle-Inclán, R. M. Sonata otoño [1996] Esp (CDH )

      Concha estaba perdida en el laberinto, sentada al pie de la fuente y llorando sin consuelo. En esto se le apareció un Arcángel: No llevaba espada ni broquel: Era cándido y melancólico como un lirio: Concha comprendió que aquel adolescente no venía a pelear con Satanás. Le sonrió a través de las lágrimas y el Arcángel extendió sobre ella sus alas de luz y la guió...

    • 1902 Valle-Inclán, R. M. Sonata otoño [1996] Esp (CDH )
      Concha se levantó besando el rosario, cruzó el presbiterio santiguándose y llamó a sus hijas para rezar ante el sepulcro del guerrero, donde también estaba enterrado Don Miguel Bendaña. Aquel señor de Brandeso era el abuelo de Concha. Hallábase moribundo cuando mi madre me llevó por primera vez al Palacio. Don Miguel Bendaña había sido un caballero déspota y hospitalario, fiel a la tradición hidalga y campesina de todo su linaje. Enhiesto como un lanzón, pasó por el mundo sin sentarse en el festín de los plebeyos. ¡Hermosa y noble locura! A los ochenta años, cuando murió, aún tenía el alma soberbia, gallarda y bien templada, como los gavilanes de una espada antigua. Estuvo cinco días agonizando, sin querer confesarse. Mi madre aseguraba que no había visto nada semejante. Aquel hidalgo era hereje. Una noche, poco después de su muerte, oí contar en voz baja que Don Miguel Bendaña había matado a un criado suyo.
    • 1904 Blest Gana, A. Transplantados [1904] Chile (CDH )
      Cucho y Antuco, naturalezas blandas, cerebros sin cultura, saturados de esa peculiar vanidad de los advenedizos de la riqueza, que sólo alcanza á expresarse en toda su extensión, componiendo del inglés la voz de snobismo, se sintieron anonadados ante ese estallido de indignación de sus ironísimas consortes. Sumisos, prometieron que no reincidirían. Pero la sumisión en uno y otro era distinta, así como la contrición y la atracción para los teólogos. Antonio Cuadrilla se sometía á la obediencia por amor á su mujer. En el fondo de su pecho rugía una amarga protesta contra esa ley de la elegancia mundana que obliga al marido á desentenderse de las ligerezas de su consorte, con tal que se mantenga en la esfera del buen tono. En su temor de los sarcásticos reproches de su Dolorcitas, de miedo á sus desdenes, el pobre mozo había llegado á soportar su martirio con semblante amable, como el gladiador antiguo que sabía encontrar una sonrisa al caer atravesado por la espada enemiga.
    • 1904 Blest Gana, A. Transplantados [1904] II, 403 Chile (CDH )
      Los suizos, con el gran sombrero apuntado, arrogantes con sus galoneadas casacas de amplios faldones, ostentando sobre el pecho el ancho tahalí bordado, del que pendía la inofensiva espada, bajaron del coro y pasaron, solemnes, por la calle del medio, con sus largas alabardas al hombro. Los ojos de los concurrentes los seguían en su marcha hacia la gran puerta del templo, donde se formaba el séquito para la entrada solemne. Aquel principio de la ceremonia, impacientemente esperado, hacía correr una sensación visible de bienestar por la concurrencia.
    • 1905 Hnqz Ureña, P. Ensayo III [1905] 39 Ensayos críticos República Dominicana (CDH )

      Más tarde, Byrne, noblemente inspirado por los heroísmos de la revolución, abandonó sus deliciosas excentricidadespara abordar el género heroico. En mi sentir, y á pesar de algunos rasgos brillantes de Efigiesy Lira y Espada, esta no es su cuerda: y como que para cantar hazañas épicas quiso adoptar un estilo más ajustado á la tradición clásico-romántica, á poco Byrne abandonó totalmente el estilo modernista [...].

    • 1905 Pardo Bazán, E. Quimera [1991] Esp (CDH )
      La sola idea del peligro y del horrendo combate, la perspectiva del momento en que hundiré mi espada hasta el puño en el escamoso pecho de la Quimera, mientras sus garras de acero pugnarán por clavarse en mi cuerpo y resbalarán sobre la tersura de la coraza, ¡ah! estremece mi corazón de gozo y de locura, como a la virgen el abrazo del esposo. Casandra, Casandra mía, ¿de qué nos sirve haber sido concebidos en el vientre de nuestras madres y haber visto la luz de Apolo y gustado el tuétano y el añejo vino, si hemos de vivir en cobarde oscuridad? Antes morir joven, espiga segada verde aún, que envejecer en miserable inacción. Déjame ir a la Quimera.
    • 1905 Pardo Bazán, E. Quimera [1991] Esp (CDH )
      (Belerofonte armado con coraza, espada y escudo, un pastor.)
    • 1905 Rubén Darío Cantos vida [1995] 352 Nicaragua (CDH )
      Y la espada francesa, por él desenvainada, / Brilla bien en la tierra de la capa y la espada. / ¡Bienvenido, Cyrano de Bergerac! Castilla / Te da su idioma, y tu alma como tu espada brilla / Al sol que allá en tus tiempos no se ocultó en España. /
    • 1905 Rubén Darío Cantos vida [1995] 352 Nicaragua (CDH )
      / Y la espada francesa, por él desenvainada, / Brilla bien en la tierra de la capa y la espada.
    • 1905 Rubén Darío Cantos vida [1995] 352 Nicaragua (CDH )
      / Y la espada francesa, por él desenvainada, / Brilla bien en la tierra de la capa y la espada.
    • 1906 Chocano, J. S. Alma América [1906] 253 Perú (CDH )
      LA ESPADA DEL VIRREY
    • 1906 Chocano, J. S. Alma América [1906] 15 Perú (CDH )
      Llevó á ellas la pura / ilusión, la fe dulce, la divina locura, / todo cuanto es Ensueño, todo cuanto es Encanto, / todo cuanto es Idea; todo, sí, todo cuanto / puede dar á esas gentes nuestra más bella gala, / para que se defiendan del Puño con el Ala... / — Amiga: yo hacia España regreso, porque ahora / parece que hace en ella su insinuación la aurora / y le es precisa el alma de grandes decisiones: / espumas de corceles, melenas de leones, / radiantes armaduras, heráldicas proezas, / espadas que se cansen de cercenar cabezas; / todo un ardor de lucha, toda uña santa ira, / en cetro, crucifijo, tizona, yunque y lira.
    • 1906 Lugones, L. Caballos [1988] Cuentos Argentina (CDH )
      el mar de sangre con que la inundara al caer atravesado por la espada de un servidor...
    • 1906 Rubén Darío Psiquia [1950] 286 Cuentos Nicaragua (CDH )
      no es la fuerza, y así no me he conmovido ante el desfile de los conquistadores que han pasado cubiertos de hierro, con sus enormes hachas y espadas, semejantes por su fortaleza a los invisibles caballeros de los truenos; no es la ciencia, cuya última palabra he aprendido ¡oh padre! gracias a ti y a los genios que han venido a mis evocaciones; y así tampoco delante de los sabios y magos ha pronunciado mi lengua una sola palabra. ¡Oh extranjero! —exclamó con voz más alta y solemne—, el secreto cuya posesión será mi única dicha, tan solamente un hombre puede enseñármelo, un hombre de tu país, que en estos momentos pasa a muchas leguas de aquí, camino de la Galia, vestido con una áspera túnica, apoyado en un tosco bordón, ceñidos los riñones con una cuerda. Ruégote ¡oh enviado del verdadero Dios! vea yo mi felicidad, sabiendo el misterio que ansío conocer, y así seré la princesa más feliz de la tierra.
    • 1907 Benavente, J. Intereses creados [1995] Esp (CDH )
      ¡Pues voto a..., que si alguien me descubre por tu hablar sin medida...! (Le amenaza y le pega con la espada.)
    • 1907 Benavente, J. Intereses creados [1995] Esp (CDH )
      ¡Válgame vuestra espada!
    • 1905-1907 Coloma, L. Jeromín [2003] Esp (CDH )
      y sin pensarlo, que es como se hacen las hazañas, dejose caer en el corral con tremendo salto y arremetió contra los moriscos sin más armas que su espada, empujando a unos, derribando a otros, hiriendo a muchos, haciendo huir a todos, y cuando ya estuvo el campo despejado, lanzose en mitad de la hoguera tragando humo, revolviendo llamas, escarbando brasas hasta dar con la sagrada imagen. Hallola al fin medio carbonizada, y sacola triunfante por la puerta, alzada en alto, dando gritos de furor que pedían venganza, con la espada en la mano, chamuscado el cabello, abrasadas las ropas y ennegrecidas y ensangrentadas las manos y la cara.
    • 1907 Lillo, B. Sub Sole [2001] Chile (CDH )
      En el fondo, guardadas por los ángeles con espadas de fuego, estaban las puertas del Purgatorio y del Paraíso y a espalda del arcángel veíase una concavidad negra por la que asomaba, apoyándose en sus garras y alas membranosas, la terrífica figura de Satanás.
    • 1907 Rubén Darío Canto errante [1977] 331 Nicaragua (CDH )
      ¡Gloria sobre el ejército que en lo futuro marche / con los ojos en ti como en sol sin ocaso! / ¡Gloria a ti, que a Catón y a Marco Aurelio hubiste / rimando versos que eran siempre de cosas puras, / pues las Gracias brindaron a tu espíritu, triste / de pensar, los diamantes de sus minas oscuras! / ¡Gloria a ti que en tu tierra, fragante como un nido, / rumorosa como una colmena y agitada / como un mar, ofrendaste, vencedor del olvido, / paladín y poeta, un lauro y una espada! / ¡Gloria a ti, pensativo de los grandes momentos / para traer el triunfo del instante oportuno, / o cuando hechos relámpagos iban tus pensamientos / vibrando en tus vibrantes arengas de tribuno! / ¡Ya tu imagen el útil del estatuario copia; / ya el porvenir te nimba con un eterno rayo; / las líricas victorias vierten su cornucopia, / la Fama el clarín alza que dora el sol de Mayo! / ¡Gloria a ti que, provecto como el destino plugo, / la ancianidad tuviste más límpida y más bella; / tu enorme catafalco fuera
    • 1905-1909 Echeverría, A. J. Concherías [1953] 98 Concherías Costa Rica (CDH )
      En el me perdonás si te mato hay una mezcla de religiosidad y resolución, digna de los más clásicos tiempos de la capa y la espada.
    • 1889-1909 Echeverría, A. J. Poesías [1953] 273 Concherías Costa Rica (CDH )
      / Aquí para el caballero / el escudo es el derecho / aquí no hay otro pertrecho, / ni admitimos otra espada / que la piedad levantada / que haga palpitar el pecho.
    • 1906-1910 Barrett, R. Dolor paraguayo [1987] Paraguay (CDH )
      ¿O es que la violencia, con espada al cinto o no, es siempre mala? Me inclino a lo último. Si la guerra nos es aún necesaria, es que todavía estarnos malditos. La guerra en sí es odiosa y sobre todo la guerra moderna. No nos extrañemos de la facilidad con que el sable, en tiempo de paz, se convierte en látigo de Obolensky. Continúa la triste obra sangrienta a que está condenado.
    • 1906-1910 Barrett, R. Dolor paraguayo [1987] Paraguay (CDH )
      De lengua al agraviado caballero / Ha de servir la espada y no la pluma?
    • 1910 Magón Propia [1947] Cuentos Costa Rica (CDH )
      ¡Y se rompió el cabello y cayó la espada...!
    • 1911 Rubén Darío Pascuas [1950] 304 Cuentos Nicaragua (CDH )
      Un ejemplo será la aparición del cometa de 1557, que no duró sino un cuarto de hora, y que anunció sucesos terribles. Signos en el cielo, desgracias en la tierra. Mi abuelo habla de ese cometa que él vió en su infancia y que era enorme, de un color sangriento, que en su extremidad se tornaba del color del azafrán. Vea usted esta estampa que lo representa, y su explicación por Lycosthenes. Vea usted los prodigios que vieron sus ojos. Arriba hay un brazo armado de una colosal espada amenazante, tres estrellas brillan en la extremidad, pero la que está en la punta es la mayor y más resplandeciente. A los lados hay espadas y puñales, todo entre un círculo de nubes, y entre esas armas hay unas cuantas cabezas de hombres. Más tarde escribía sobre tales fantásticas maravillas Simon Goulard, refiriéndose al cometa: "Le regard d'icelle donna telle frayeur a plusieurs qu'aucuns en moururent; autres tombèrent malades". Y Petrus Greusserus, discípulo de Lichtenberg —el astrólogo— dice un autor, que, habiendo sometido el fenómeno terrible a las reglas de su arte, sacó las consecuencias naturales, y tales fueron los pronósticos, que los espíritus más juiciosos padecieron perturbación durante más de medio siglo. Si Lycosthenes señala los desastres de Hungría y de Roma, Simon Goulard habla de las terribles asolaciones de los turcos en tierra húngara, el hambre en Suabia, Lombardía y Venecia, la guerra en Suiza, el sitio de Viena de Austria, sequía en Inglaterra, desborde del océano en Holanda y Zelanda y un terremoto que duró ocho días en Portugal. Lycosthenes sabía muchas cosas maravillosas.
    • 1911 Rubén Darío Pascuas [1950] 304 Cuentos Nicaragua (CDH )
      Signos en el cielo, desgracias en la tierra. Mi abuelo habla de ese cometa que él vió en su infancia y que era enorme, de un color sangriento, que en su extremidad se tornaba del color del azafrán. Vea usted esta estampa que lo representa, y su explicación por Lycosthenes. Vea usted los prodigios que vieron sus ojos. Arriba hay un brazo armado de una colosal espada amenazante, tres estrellas brillan en la extremidad, pero la que está en la punta es la mayor y más resplandeciente. A los lados hay espadas y puñales, todo entre un círculo de nubes, y entre esas armas hay unas cuantas cabezas de hombres. Más tarde escribía sobre tales fantásticas maravillas Simon Goulard, refiriéndose al cometa: "Le regard d'icelle donna telle frayeur a plusieurs qu'aucuns en moururent; autres tombèrent malades". Y Petrus Greusserus, discípulo de Lichtenberg —el astrólogo— dice un autor, que, habiendo sometido el fenómeno terrible a las reglas de su arte, sacó las consecuencias naturales, y tales fueron los pronósticos, que los espíritus más juiciosos padecieron perturbación durante más de medio siglo. Si Lycosthenes señala los desastres de Hungría y de Roma, Simon Goulard habla de las terribles asolaciones de los turcos en tierra húngara, el hambre en Suabia, Lombardía y Venecia, la guerra en Suiza, el sitio de Viena de Austria, sequía en Inglaterra, desborde del océano en Holanda y Zelanda y un terremoto que duró ocho días en Portugal. Lycosthenes sabía muchas cosas maravillosas. Los peregrinos que retornaban de Oriente contaban visiones celestes.
    • 1914 Cestero, T. M. Sangre [2003] República Dominicana (CDH )
      Colocado en su trono, de modo que se moviera al menor contacto, lucía espada, cruces y medallas; cimera empenachada y adarga embrazada en la diestra. En la izquierda sostenía una calabaza o vasija llena de agua de tuna. Los jinetes contrarios, a escape, le pegaban con la siniestra, y el muñeco a su vez, aplicábales un lamparón bermejo. La victoria era de quien salía ileso del encuentro, y para él, la ofrenda de un lazo con ancha moña rizada que antes se ostentó en corpiño femenil, o palma que, las más de las veces, correspondió al triunfante Peroleño.
    • 1914 Ortega Gasset, J. Meditaciones Quijote [1990] Esp (CDH )
      En aquellas magníficas guerras —nuestro mar conserva en sus reflejos innumerables el recuerdo de aquellas espadas refulgentes de lumínica sangre solar—, en aquellas magníficas guerras luchaban dos pueblos idénticos en todo lo esencial. Probablemente no hubiera variado mucho la faz de los siglos siguientes si la victoria se hubiera transferido de Roma a Cartago. Ambas estaban del alma helénica a la misma absoluta distancia. Su posición geográfica era equivalente y no se habrían desviado las grandes rutas del comercio. Sus propensiones espirituales eran también equivalentes: las mismas ideas habrían peregrinado por los mismos caminos mentales. En el fondo de nuestras entrañas mediterráneas podíamos sustituir a Scipión por Aníbal sin que nosotros notásemos la suplantación.
    • 1916 Arniches, C. Srta Trevélez [1993] Esp (CDH )
      (Coge una espada.)
    • 1916 Jiménez, J. R. Platero [1987] Esp (CDH )
      Dos fríos terribles se cruzaron en mi pecho cual dos espadas que se cruzaran como dos fémures bajo una calavera... Todo el pueblo está socavado de aljibes y galerías, Platero. El aljibe más grande es el del patio del Salto del Lobo, plaza de la ciudadela antigua del Castillo. El mejor es este de mi casa que, como ves, tiene el brocal esculpido en una pieza sola de mármol alabastrino. La galería de la Iglesia va hasta la viña de los Puntales y allí se abre al campo, junto al río.
    • 1916 Lynch, B. Caranchos [1984] Argentina (CDH )
      Don Panchito tomaba una navaja, un bisturí, una cuchilla, una espada, un hacha, una hoz, una guadaña, cualquier instrumento, en fin, capaz de cortar, de hendir alguna cosa, y ya se le tenía abstraído para rato, y por más ocupado que estuviese, probando y reprobando aquel filo en el cutis de sus dedos, con un interés y una complacencia que resultaban curiosísimos.
    • 1918 Vallejo, C. Heraldos [1985] 26 Perú (CDH )
      Cae el pomo roto / de una espada humanicida! / Y en el mómico valle de oro santo, / la brasa de sudor se apaga en llanto! / Queda un olor de tiempo abonado de versos, / para brotes de mármoles consagrados que hereden / la aurífera canción / de la alondra que se pudre en mi corazón!
    • 1919 Pellicer, C. A Bolívar [2002] Antología México (CDH )
      / Desnuda sobre el cielo los rayos de tu espada / y úngenos con los ínclitos áloes de tu bondad.
    • 1919 Pellicer, C. A Bolívar [2002] Antología México (CDH )
      / Si una fuerza envidiosa desordenara el trazo / con que impusiste aquí los senderos al Sol, / cincela con tu espada y funde con tu brazo / (oh escultor desta América), el hondo corazón / de las Veinte Repúblicas atentas a tu abrazo / para mostrarle al mundo tu milagro de Amor.
    • 1920 Carmen Lyra Cuentos Tía Panchita [2003] Costa Rica (CDH )
      hoy mandaba al gigantón de San Cristóbal, mañana a San Luis rey, pasado mañana a San Miguel Arcángel con así espada: –Qué Uvieta, que manda a decir Nuestro Señor que dejés apearse a la Muerte del palo de uva, que si no vas a ver la que le va a pasar.
    • 1921 Miró, G. SDaniel [1988] Esp (CDH )
      En seguida llamó al capitán pidiéndole promesa de enmendarse, y él se la dio jurándola por la cruz de su espada. Corrió el medianero a la cerería, donde tuvo un grave coloquio con sus dueños. Lloró la hija; resistieron los padres; porfió don Daniel. Vino el capitán y les fue ganando con su charla de aventurero.
    • 1921 Miró, G. SDaniel [1988] Esp (CDH )

      Para cumplirlo, Roma impone a sus soldados una vida esforzada. Les obliga a marchas rápidas y penosas, a caminar veinticuatro millas en cinco horas soportando armas de doble peso y fardeles de equipaje que no han de menester. Con ellos saltan fosos, escalan setos y muros, bregan y hacen ejercicios de espada, de arco, de jabalina y pica, y después se bañan en el Tíber.

    • 1921 Pz Ayala, R. Belarmino [1996] Esp (CDH )
      un haz de luz * venía al soslayo a clavarse en ella, como una espada en la cabeza de un mártir.*
    • 1924 Pellicer, C. Oda [2002] 185 Antología México (CDH )
      / Loadas sean España y Portugal; / la espada del Cid y las brújulas de Colón / y de Vasco de Gama.
    • 1926 Andrenio (Eduardo Gómez de Barquero) De Gallardo a Unamuno [1926] 26 Esp (CDH )
      Se alzaron contra Gallardo báculos, espadas, papeles y hasta el cascabel de la locura. Se publicaron pastorales en contra; se pronunciaron sermones; se imprimieron hojas de protesta; se discutió el asunto en las Cortes; se instruyó un proceso contra Gallardo, que fué reducido a prisión. En suma, aquel librito levantó gran polvareda. Abrió un litigio político en que se multiplicaron los incidentes, entre los cuales no faltó la nota cómica, representada por el cartel de desafío que dirigió a Gallardo el estrafalario sujeto antes aludido, Xaramillo, que ganó así una celebridad ridícula. El desenlace resultó favorable para Gallardo, pues fué el último que rió, ya que sólo se le amonestó ligeramente, quemándose por fórmula un corto número de ejemplares del Diccionario recogidos al principio del proceso. Los enemigos de Gallardo no salieron horros.
    • 1926 Arlt, R. Juguete rabioso [1993] Argentina (CDH )
      Algunas veces en la noche, hay rostros de doncellas que hieren con espada de dulzura. Nos alejamos, y el alma nos queda entenebrecida y sola, como después de una fiesta. Realizaciones excepcionales... se fueron y no sabemos más de ellas, y sin embargo nos acompañaron una noche, teniendo la mirada fija en nuestros ojos inmóvil... y nosotros heridos con espadas de dulzura, pensamos cómo sería el amor de esas mujeres con esos semblantes que se adentraron en la carne. Congojosa sequedad del espíritu, peregrina voluptuosidad áspera y mandadora.
    • 1926 Arlt, R. Juguete rabioso [1993] 94 Argentina (CDH )
      Realizaciones excepcionales... se fueron y no sabemos más de ellas, y sin embargo nos acompañaron una noche, teniendo la mirada fija en nuestros ojos inmóvil... y nosotros heridos con espadas de dulzura, pensamos cómo sería el amor de esas mujeres con esos semblantes que se adentraron en la carne. Congojosa sequedad del espíritu, peregrina voluptuosidad áspera y mandadora.
    • 1926 Maeztu, R. Quijote [1981] 23 Esp (CDH )
      "Los religiosos —dice Don Quijote— con toda paz y sosiego piden al cielo el bien de la tierra; pero los soldados y caballeros ponemos en ejecución lo que ellos piden, defendiéndolo con el valor de nuestros brazos y filos de nuestras espadas, no debajo de cubierta, sino al cielo abierto, puestos por blanco de los insufribles rayos del sol en el verano y de los erizados hielos del invierno. Así que somos ministros de Dios en la tierra y brazos por los que se ejecuta en ella su justicia." No se trata únicamente, como vemos, de los libros de caballería, sino del ideal caballeresco, del impulso que empuja a los espíritus nobles a intentar la realización de empresas grandes, sin reparar en los peligros ni detenerse a calcular las propias fuerzas. Por acometer esta aventura Don Quijote, que después de haberse metido a caballero andante "es valiente, comedido, liberal, bien criado, generoso, cortés, atrevido, blando, paciente, sufridor de trabajos, de prisiones, de encantos", aunque monomaníaco, cae víctima del mozo de mulas que le apalea, de los molinos de viento que le ensartan en su giro, de los yangüesos que le maltratan, de los pastores que le apedrean, de los galeotes que le desarman, de la maritornes que le cuelga, de los cuadrilleros que le enjaulan, del cabrero que le golpea, y del Ama, y la sobrina, y el Cura, y el Barbero, y el Bachiller, y los Duques, que le burlan y escarnecen en todo el curso del libro, con crueldad que hace reír a los lectores niños y llorar a los hombres generosos, hasta que el pobre Don Quijote renuncia a su sueño, se recluye en su casa, reniega de la caballería andante, concibe el propósito de trocarse en pastor, cuando se encuentra vencido y humillado en Barcelona, y sólo gana la estimación de sus convecinos al recobrar el juicio, para morirse de melancolía. "En los nidos de antaño, no hay pájaros hogaño", dice poco antes de hacer su testamento.
    • 1926 Maeztu, R. Quijote [1981] 28 Esp (CDH )
      "¡Fragílidad, tienes nombre de mujer!" En materia de idealistas sólo odiamos a los que, en vez de socorrernos con sus dádivas, levantan las espadas contra nuestra inquiedad, aunque éstos sean quizá los que realicen la mayor suma posible de bondad.
    • 1926 Pellicer, C. Variaciones [2002] 277 Antología México (CDH )
      / Y en la otra orilla levantó la Aurora / cetros, espadas, lámparas y cruces.
    • 1928 Carrasquilla, T. Marquesa Yolombó [1984] Colombia (CDH )
      por eso se sacaba el señorío de una dama, como el valor de un caballero, por su espada.
    • 1929 Espina, A. Luna copas [1929] 129 Esp (CDH )
      Y en la vertiginosa inmovilidad de su figura física (que ya no conservaba nada del puño deportista, ni del gesto superador, de antiguo brío norteamericano, sino el cándido pasmo vencido de la —de la que muere incluso por la espada de juguete de un fantoche, grosero y plebeyo, de bazar— sierva de un pequeño dios), un dorado crepúsculo de cintas, como serpentinas de colores, se la entró, algarabizando sus nervios, hasta ese punto de divina entrañación,. en el que el ser nuevo anuncia, gozoso. también, su animal advenimiento.
    • 1929 Espina, A. Luna copas [1929] 140 Esp (CDH )
      ¡Son siete espadas las que lleva clavadas en su corazón! Su nueva religión tampoco la exime de ostentar en el pecho, teñida en sangre, la famosa panoplia. La panoplia de la Virgen. Mi pobre amiga se extingue en su clausura voluntaria.
    • 1929 Gallegos, R. Doña Bárbara [1997] Venezuela (CDH )
      Además, portaba bajo el brazo izquierdo aquella espada con vaina de cuero que siempre llevaba consigo sin necesidad ni razón.
    • 1929 Parra. T. Memorias Mamá Blanca [1991] Venezuela (CDH )
      La otra, por la tristeza inmensa que me da el saber que sobre las amadas cenizas, siempre triunfante, siempre terrible, cual un ángel de exterminio con una espada de fuego, guardando las puertas de todo lo amable, en lugar de la gracia, como castigo, nos ha quedado el énfasis.
    • 1931 Uslar Pietri, A. Lanzas [1993] Venezuela (CDH )
      Cuando regresaron al campamento encontraron al coronel Días con la espada de puño de plata ceñida y las pistolas en la faja, paseándose de un extremo al otro, como un tigre enjaulado. Las manos a la espalda y la vista clavada en tierra.
    • 1932 Reyles, C. Gaucho Florido [1969] 150 Uruguay (CDH )
      De un repente la puerta se abrió de par en par y aparesió de espada, esa espada que tiene pa' no sé qué en la cabesera de la cama. Sin duda creyó que era alguna pelea entre los peones. Y empesó a relampaguear la chusa.
    • 1933 Blanco Fombona, R. Camino Imperfección [1991] 255 Venezuela (CDH )
      y según el testimonio de Lucas (XII, 36), aconseja a sus discípulos armarse de espadas. Su misión consiste en exaltar a los buenos para que merezcan la recompensa del Padre y, sin embargo, anuncia que Dios, indiferente a la virtud, hace lucir el sol para los buenos y para los malos. (San Mateo, V, 45). Desprecia el trabajo porque los lirios del campo no hilan y están vestidos de hermosura; ni los pajaritos del cielo se afanan y, con todo, se alimentan. Perdona a la adúltera, escarnece a los sacerdotes, desobedece las leyes, es un rebelde... y predica el amor, la humildad, la obediencia; asegura que los últimos serán los primeros y, siendo un Dios, muere como un hombre. Hermosa vida, hermosa teoría, no exentas de contradicciones.
    • 1933 Blanco Fombona, R. Camino Imperfección [1991] Venezuela (CDH )
      El equilibrio se conserva por un cruce de espadas. Si alguna de estas espadas sale a guerra de conquista, en tierra de Europa, el equilibrio se rompe.
    • 1933 Mtz Estrada, E. Radiografía Pampa [1991] Argentina (CDH )
      Así perdió toda idea de medida, de orden, de tiempo. Lo enorme, lo inmensurable, lo eterno en lo presente, llenan la imaginación. Millares de leguas, centenares de miles de vacas. El Monarca repartía el continente en varios trozos: a Pizarro 270 leguas al sur del Río Santiago; a Almagro 200 leguas del país; a Mendoza 200 leguas desde la concesión de Almagro, a Alcazaba 200 leguas de las más cercanas a los límites de la gobernación encomendada a Mendoza. Azara calculó que habría en estos campos alrededor de cuarenta millones de cabezas de ganado. Los animales no necesitan tantos meses para la gestación, tantos para la cría; se multiplican como los números en la mente; el mineral no necesita extraerse con laboriosos métodos, porque está a flor de tierra, apilado, en barras, amonedado, hecho crucifijos y espadas. Lo ilusorio reemplazó a lo verdadero. La verdad, la tierra ilimitada y vacía, la soledad, eso no se advierte, pues forma como la carne y los huesos del que va andando: materia inadvertida en que bulle un sueño derramado por los bordes de lo que contiene la realidad, del horizonte para afuera.
    • 1934 Storni, A. Mundo [1990] 299 Argentina (CDH )
      / Alzad la espada / de lona, / clavadlo contra el firmamento, / y lanzaos al mar.
    • 1935 Gallegos, R. Canaima [1935] 153 Venezuela (CDH )
      Era hermosa aquella criatura predilecta de la tierra y ante la soberana belleza el tajo de la espada flamígera se convertía todo en luz para hacerla resplandecer. Fue recia y larga la lucha y en ella se fatigaron los elementos.
    • 1935 Loynaz, D. M. Jardín [1992] Cuba (CDH )
      Confundidas en un rincón, yacían armas anticuadas, pistolas finamente fundidas en acero y plata, espadas que no se habían enmohecido, con empuñaduras de oro pálido, estoques damasquinados, dagas en cuyas vainas se embutían almendras de cristal, y otras muchas de formas desusadas;
    • 1935 Loynaz, D. M. Jardín [1992] Cuba (CDH )
      será como su escudo de oro, como su espada de luz.
    • 1936 García Lorca, F. Bernarda Alba [1991] Esp (CDH )
      Bernarda Con el ángel San Miguel / y su espada justiciera.
    • 1937 Palés Matos, L. Tuntún [1978] 181 Puerto Rico (CDH )
      / El mar infatigable, el mar rebelde / contra su sino de forzado eterno, / para tirar del rischa en que la Aurora / con rostro arrociblanco de luna japonesa / rueda en su sol naciente sobre el agua; / para llenar las odres de las nubes; / para tejer con su salobre vaho / el broderí intangible de las nieblas; / para lanzar sus peces voladores / como últimas palomas mensajeras / a los barcos en viaje sin retorno; / para tragarse —hindú maravilloso— / la espada de Vishnú de la centella, / y para ser el comodín orfebre / cuando los iris, picaflores mágicos, / tiemblan libando en su corola azul, / o cuando Dios, como por distraerse, / arrójale pedradas de aerolitos / que él devuelve a las playas convertidas / en estrellas de mar y caracolas.
    • 1940 Cabral, M. Compadre Mon [2003] República Dominicana (CDH )
      / Ya ves, palabra, ya ves, / herida tú, sin edad... / ¿Qué hará contigo el soldado? / ¿Qué harán los grillos? ¿Qué hará / en la punta de la espada / la eternidad?
    • 1940 Cabral, M. Compadre Mon [2003] República Dominicana (CDH )
      En esta tierra en donde las miradas / se alimentan del árbol y la tarde, / no siempre son los ojos las espadas. /
    • 1941 Alegría, C. Mundo [1978] Perú (CDH )
      Saben mucho los gobiernos. Ahí estaban los impuestos a la sal, a la coca, a los fósforos, a la chicha, a la chancaca, que no significaban nada para los ricos y sí mucho para los pobres. Ahí estaban los estancos. La ley de servicio militar no se aplicaba por parejo. Un batallón en marcha era un batallón de indios en marcha. De cuando en cuando, a la cabeza de las columnas, en el caballo de oficial y luciendo la relampagueante espada de mando, pasaban algunos hombres de la clase de los patrones. A ésos les pagaban. Así era la ley. Rosendo Maqui despreciaba la ley. ¿Cuál era la que favorecía al indio? La de instrucción primaria obligatoria no se cumplía. ¿Dónde estaba la escuela de la comunidad de Rumi? ¿Dónde estaban las de todas las haciendas vecinas? En el pueblo había una por fórmula.
    • 1941 Pellicer, C. Exágono [2002] Antología México (CDH )
      / Iluminó la acera el puño de su espada.
    • 1942 Baquero, G. Saúl [1995] 58 Cuba (CDH )
      SAÚL SOBRE SU ESPADA
    • 1942 Baquero, G. Saúl [1995] 59 Cuba (CDH )
      / Compulsando los desconocidos ojos / Las desconocidas figuras de los yacientes que no son más / Separando con todo su cuerpo la borboteante marea de cuerpos / Hasta comenzar a adivinarles en el punto más alto del combate / Donde la batalla canta infernalmente su libertad de sangre / Viéndoles arder desde lejos en hogueras de un fuego inextinguible / adivinados como estatuas en la ternura del trigo / Los hijos enhiestos ayer torres de la más clara porcelana / Nubes ya, áspero polvo, vencidos, / Como vivas espadas o ríos inmortales como tres reyes / De un imperio comenzado en el mar empuñando la esfera / Reyes de toda tierra donde florezcan hombres de batalla / Como tres danzas o altares.
    • 1943 Fdz Flórez, W. Bosque animado [1997] Esp (CDH )
      En los establos penumbrosos, los bueyes fumaban su propio aliento, y en el balcón techado del cura, el gato —con la cola pegada al costado izquierdo, como una espada—, sentado sobre su vientre, miraba con ojos de chino una hora y otra hora, entre los barrotes pintados de azul, cómo caían tubitos de cristal desde las tejas, adormecido en romanticismo.
    • 1924-1945 Mistral, G. Ternura [1996] Chile (CDH )
      Caminando de Este a Oeste / con su arrastre de metales, / hacen la ronda de espadas / doce mil palmeras reales.
    • 1924-1945 Mistral, G. Ternura [1996] Chile (CDH )
      Allega y no tengas miedo / de la piña con espadas... / Por vivir en el plantío / su madre la crió armada... / Suena el cuchillo cortando / la amazona degollada / que pierde todo el poder / en el manojo de dagas.
    • 1933-1946 Asturias, M. Á. Señor Presidente [2000] Guatemala (CDH )
      ¡No en el Callejón de Escuintilla, antaño sellado por la fama de cadetes que estrenaban sus espadas en carne de gendarmes malandrines, remozando historias de mosqueteros y caballerías!
    • 1933-1946 Asturias, M. Á. Señor Presidente [2000] Guatemala (CDH )
      El descharchado general Canales avanzaba a la hora de una derrota que no conocería la historia, adelantándose al verdadero, al que se iba quedando atrás como fantoche en un baño de oro y azul, el tricornio sobre los ojos, la espada rota, los puños de fuera y en el pecho enmohecidas cruces y medallas.
    • 1946 Pellicer, C. Morelos [2002] Antología México (CDH )
      Imaginad: / una espada / en medio de un jardín.
    • 1946 Pellicer, C. Morelos [2002] 220 Antología México (CDH )
      / ¡Ah! ¡Si yo pudiera arrojar mi corazón / y provocar una grieta en la montaña! / ¡Hablar en piedra y escribir en llamas! / La espada silenciosa que abrió el cerrado pecho: / ni un corazón que surja: todo estaba desierto.
    • 1947 Yáñez, A. Filo Agua [1992] México (CDH )
      Siguió haciendo calor. El cielo se comenzó a despejar y el crepúsculo fue maravilloso: el polvo se había hecho luz voladora y de las nubes emergían rayos como pintados. Principió la noche. Llegó el sueño a los niños. Asedió el cansancio a los mayores; el cansancio de la inútil espera durante días, durante las horas de este día en que previno el mundo sucesos que no llegan, fenómenos que no se ven, emociones que no se sienten. Dieron las doce de la noche y la catástrofe no se produjo, ni se vio, ni se sintió el más leve roce de la cauda, por muchos imaginada como lluvia de filosas espadas o de mínimas estrellas. Hubo quien dominó el sueño hasta el amanecer.
    • 1930-1948 Asturias, M. Á. Leyendas Guatemala [1977] Guatemala (CDH )
      La calle se hunde como la hoja de una espada quebrada en el puño de la plaza. La plaza no es grande. La estrecha el marco de sus portales viejos, muy nobles y muy viejos. Las familias principales viven en ella y en las calles contiguas, tienen amistad con el obispo y el alcalde y no se relacionan con los artesanos, salvo el día del apóstol Santiago, cuando, por sabido se calla, las señoritas sirven el chocolate de los pobres en el Palacio Episcopal.
    • 1930-1948 Asturias, M. Á. Leyendas Guatemala [1977] Guatemala (CDH )
      De improviso sintió caer sobre sus hombros la capa aventurera, la espada ceñida a su cintura, la bota a su pierna, la espuela a su talón, la pluma a su sombrero.
    • 1948 Gmz Serna, R. Automoribundia [1948] 809 Esp (CDH )
      Para mí uno de los momentos épicos de mi vida fué una noche en que, a semejanza del trovador de las calles obscuras que descubre al caballero herido por la espada del destino, me encontré tirada en el suelo, en mi calle, una chimenea.
    • 1948 Gmz Serna, R. Automoribundia [1948] Esp (CDH )
      Además, había un cuarto trastero que tenía artillería de oposición, con sus baúles de conquistador de Indias, con sus espadas, con el fajín morado del brigadier con dos borlas de acariciadores flecos.
    • 1948 Marechal, L. Adán Buenosayres [1999] Argentina (CDH )
      Rompió al fin la cadena de aquellos brazos y levanto el cuaderno en el aire; pero Ruth se irguió sobre la punta de sus pies y trató de alcanzarlo, apoyándose toda en el pecho de Adán. ¿Qué hizo él entonces? Pasó el cuaderno por detrás de Ruth, y ella fue ahora la prisionera de su abrazo. ¡La hormiga de oro se resistió, justo es decirlo! Pero Adán la estrechaba más y más, y sus ojos se encontraron y se fundieron sus respiraciones. Y una gran seriedad se hizo en ellos de pronto. Y en el instante mismo en que una embriaguez compartida los acercaba sin remedio, se oyó en la trastienda un arrastrarse de zapatones, y entre las cortinas verdes apareció la temible cabeza de doña Sara. ¡El Cuco! Adán y Ruth se distanciaron rápidamente, como si entre ambos hubiera caído una espada de hielo, Adán para dirigir al Cuco un forzado "buenas tardes", Ruth para recoger las olvidadas monedas que su cliente había depositado en el mostrador. Más que contestar, doña Sara ladró al saludo torpe que Adán Buenosayres acababa de dirigirle: fue un ladrido que valía una invitación a retirarse con armas y banderas. Así lo entendió él, de modo tal que, sin despedirse, giró sobre sus talones y alcanzó la puerta de la tenducha en medio de un oprobioso silencio.
    • 1948 Marechal, L. Adán Buenosayres [1999] Argentina (CDH )
      Con su español enrevesado que esgrimía como una espada rota, mister Chisholm trataba de responder a tantos enemigos; pero su voz no se oía bajo el peso de las muchas que lo acosaban. Franky se había dirigido al diván celeste, y, dejándose caer entre su hermana Ethel y Ruty Johansen, agitaba su cabeza pelirroja en un tremendo ataque de risa.
    • 1949 Pellicer, C. Fierro Malo [2002] 215 Antología México (CDH )
      / Las espadas europeas / las luces amenazaron.
    • 1950 Alonso, D. Poesía española [1993] Esp (CDH )
      un monarca, un imperio y una espada.
    • 1950 Blanco, A. E. Giraluna [1973] I, 619 Venezuela (CDH )
      / Si el silencio fuera mío, / con un silencio que amara, / de esos que nunca se saben / hasta que hay cigarra, / te haría un mundo sin odios, / sin niños con caras pálidas, / sin mujeres con ojeras / y sin hombres con espadas; / y tendría mi silencio / guardadito en una caja, / y le pondría alcanfor / para que no lo picaran las cigarras.
    • 1950 Fdz-Flórez, D. Lola [1950] Esp (CDH )
      Continuamos bajando y ya se nos echaba encima el brillo del río, que parecía una espada tirada en lo hondo. Lo atravesamos y comenzamos a subir fatigosamente las cuestas, pues el coche no carburaba.
    • 1950 Pablo Neruda Canto general [1981] 6 Chile (CDH )
      / útero verde, americana / sabana seminal, bodega espesa, / una rama nació como una isla, / una hoja fue forma de la espada, / una flor fue relámpago y medusa, / un racimo redondeó su resumen, / una raíz descendió a las tinieblas.
    • 1950 Pablo Neruda Canto general [1981] Chile (CDH )
      / Alguien que me esperó entre los violines / encontró un mundo como una torre enterrada / hundiendo su espiral más abajo de todas / las hojas de color de ronco azufre: / más abajo, en el oro de la geología, / como una espada envuelta en meteoros, / hundí la mano turbulenta y dulce / en lo más genital de lo terrestre.
    • 1949-1952 Borges, J. L. Aleph [1986] Argentina (CDH )
      El sol de la mañana reverberó en la espada de bronce. Ya no quedaba ni un vestigio de sangre.
    • 1949-1952 Borges, J. L. Aleph [1986] Argentina (CDH )
      El cobarde se prueba entre las espadas; * el misericordioso, el piadoso, busca el examen de las cárceles y del dolor ajeno. El nazismo, intrínsecamente, es un hecho moral, un despojarse del viejo nombre, que está viciado, para vestir el nuevo. En la batalla esa mutación es común, entre el clamor de los capitanes y el vocerío; no así en un torpe calabozo, donde nos tienta con antiguas ternuras la insidiosa piedad. No en vano escribo esa palabra; la piedad por el hombre superior es el último pecado de Zarathustra. Casi lo cometí (lo confieso) cuando nos remitieron de Breslau al insigne poeta David Jerusalem.
    • 1929-1952 Cuadra, P. A. Tierra prometida [1952] Nicaragua (CDH )
      Otro mundo / que iba subiendo en estaciones / sin la espada violenta de la prisa, / lento y delicado como el alba y la rosa.
    • 1949-1953 Asturias, M. Á. Hombres maíz [1992] Guatemala (CDH )
      El moro nos ha dado su alfanje con miel de abeja, el cristiano su espada con miel de Credo, y el turco se ha cortado las orejas para navegar en ellas y llegar por mares desconocidos a morir a Constantinopla. *
    • 1949-1953 Asturias, M. Á. Hombres maíz [1992] Guatemala (CDH )
      San Miguel Acatán, le tardaba el andar, el alejarse, el irse, quedó a sus espaldas y a la cola del chucho, entre las agujas de los eucaliptos que jalan rayos y centellas, iguales a la espada del Arcángel que bajo su zapato de oro tiene aplastada la cabeza del Diablo; los mechones de los pinos fragantes, de buena trementina; y las manchas verdes de los demás árboles.
    • 1953 Carpentier, A. Pasos [1985] 71 Cuba (CDH )
      Tuve como una fogarada de ira contra el estúpido oficio de fingimiento que siempre se interponía entre nuestras personas como la espada del ángel de las hagiografías; contra aquel drama que había dividido nuestra casa, arrojándome a la otra —aquella cuyas paredes se adornaban de figuraciones astrales—, donde mi deseo hallaba siempre un ánimo propicio al abrazo. ¡Y era por favorecer esa carrera en sus comienzos desafortunados, por ver feliz a la que entonces mucho amaba, que había torcido mi destino, buscando la seguridad material en el oficio que me tenía tan preso como lo estaba ella! Ahora, de espaldas a mí, Ruth me hablaba a través del espejo, mientras ensuciaba su inquieto rostro con los colores grasos del maquillaje: me explicaba que al terminarse la función, la compañía debía emprender, de inmediato, una gira a la otra costa del país y que por ello había traído sus maletas al teatro. Me preguntó distraídamente por la película presentada la víspera. Iba a contarle de su éxito, recordándole que el fin de ese trabajo significaba el comienzo de mis vacaciones, cuando tocaron a la puerta. Ruth se puso de pie, y me vi ante quien dejaba una vez de ser mi esposa para transformarse en protagonista; se prendió una rosa artificial en el talle y, con un leve gesto de excusa, se encaminó al escenario, cuyo telón a la italiana acababa de abrirse removiendo un aire oliente a polvo y a maderas viejas.
    • 1953 Carpentier, A. Pasos [1985] 106 Cuba (CDH )
      Allí, en pleno sol, estaba la ciudad. El periodista que se había instalado a mi lado —pues Mouche dormía en toda la anchura del asiento de atrás—, me hablaba con una mezcla de sorna y cariño de aquella capital dispersa, sin estilo, anárquica en su topografía, cuyas primeras calles se dibujaban ya debajo de nosotros. Para seguir creciendo a lo largo del mar, sobre una angosta faja de arena delimitada por los cerros que servían de asiento a las fortificaciones construidas por orden de Felipe II, la población había tenido que librar una guerra de siglos a las marismas, la fiebre amarilla, los insectos y la inconmovilidad de peñones de roca negra que se alzaban, aquí y allá, inescalables, solitarios, pulidos, con algo de tiro de aerolito salido de una mano celestial. Esas moles inútiles, paradas entre los edificios, las torres de las iglesias modernas, las antenas, los campanarios antiguos, los cimborrios de comienzos del siglo, falseaban las realidades de la escala, estableciendo otra nueva, que no era del hombre, como si fueran edificaciones destinadas a un uso desconocido, obra de una civilización inimaginable, abismada en noches remotas. Durante centenares de años se había luchado contra raíces que levantaban los pisos y resquebrajaban las murallas: pero cuando un rico propietario se iba por unos meses a París, dejando la custodia de su residencia a servidumbres indolentes, las raíces aprovechaban el descuido de canciones y siestas para arquear el lomo en todas partes, acabando en veinte días con la mejor voluntad funcional de Le Corbusier. Habían arrojado las palmeras de los suburbios trazados por eminentes urbanistas, pero las palmeras resurgían en los patios de las casas coloniales, dando un columnal empaque de guardarrayas a las avenidas más céntricas —las primeras que trazaran, a punta de espada, en el sitio más aproximado, los fundadores de la primitiva villa. Dominando el hormigueo de las calles de Bolsas y periódicos, por sobre los mármoles de los Bancos, la riqueza de las Lonjas, la blancura de los edificios públicos, se alzaba bajo un sol en perenne canícula el mundo de las balanzas, caduceos, cruces, genios alabados, banderas, trompetas de la Fama, ruedas dentadas, martillos y victorias, con que se proclaman, en bronce y piedra, la abundancia y prosperidad de la urbe ejemplarmente legislada en sus textos. Pero cuando llegaban las lluvias de abril nunca eran suficientes los desagües, y se inundaban las plazas céntricas con tal desconcierto del tránsito, que los vehículos, conducidos a barrios desconocidos, derribaban estatuas, se extraviaban en callejones ciegos, estrellándose, a veces, en barrancas que no se mostraban a los forasteros ni a los visitantes ilustres, porque estaban habitadas por gente que se pasaban la vida a medio vestir, templando el guitarrico, aporreando el tambor y bebiendo ron en jarros de hojalata. La luz eléctrica penetraba en todas partes y la mecánica trepidaba bajo el techo de los goterones. Aquí las técnicas eran asimiladas con sorprendente facilidad, aceptándose como rutina cotidiana ciertos métodos que eran cautelosamente experimentados, todavía por los pueblos de vieja historia. El progreso se reflejaba en la lisura de los céspedes, en el fausto de las embajadas, en la multiplicidad de los panes y de los vinos, en el contento de los mercaderes, cuyos decanos habían alcanzado a conocer el terrible tiempo de los anofeles.
    • 1953 Sender, R. J. Réquiem campesino [1995] Esp (CDH )
      San Miguel con su brazo desnudo alzaba la espada sobre el dragón. En un rincón chisporroteaba una lámpara sobre el baptisterio.
    • 1955 Cortázar, J. Trad Memorias Adriano [1982] 152 Argentina (CDH )
      El aire estaba pesado, la primavera ardía como en otras partes el verano. Por primera vez en la ascensión de una montaña me faltó el aliento; tuve que apoyarme un momento en el hombro del preferido. Una tormenta, prevista desde hacía rato por Hermógenes, entendido en meteorología, estalló a un centenar de pasos de la cumbre. Los sacerdotes salieron a recibirnos a la luz de los relámpagos; empapado hasta los huesos, el pequeño grupo se reunió junto al altar preparado para el sacrificio. En el momento de cumplirse, un rayo, estallando sobre nosotros, mató al mismo tiempo al victimario y a la víctima. Pasado el primer instante de horror, Hermógenes se inclinó con la curiosidad del médico sobre los fulminados; Chabrias y el sumo sacerdote lanzaban gritos de admiración: el hombre y el cervatillo sacrificados por aquella espada divina se unían a la eternidad de mi Genio: aquellas vidas sustituidas prolongaban la mía. Aferrado a mi brazo, Antínoo temblaba, no de terror como lo creí en ese momento, sino bajo la influencia de un pensamiento que comprendí más tarde. Espantado ante la idea de la decadencia, es decir de la vejez, había debido prometerse mucho tiempo atrás que moriría a la primera señal de declinación, y quizá antes. Hoy creo que esa promesa, que tantos nos hemos hecho sin cumplirla, remontaba en su caso a los primeros tiempos, a la época de Nicomedia y de nuestro encuentro al borde de la fuente. Ello explicaba su indolencia, su ardor en el placer, su tristeza, su total indiferencia a todo futuro.
    • 1955 Cortázar, J. Trad Memorias Adriano [1982] Argentina (CDH )
      Arrancándome de las manos su espada, que yo tenía empuñada, huyó gritando. Lo encontraron en el fondo del parque; divagaba bajo las estrellas en su jerga bárbara. Calmaron lo mejor posible a aquella bestia espantada, y nadie volvió a hablar del incidente. Pero a la mañana siguiente advertí que Celer había sustituido sobre la mesa de trabajo situada junto a mi lecho, un estilo de metal por un cálamo de madera.
    • 1944-1956 Borges, J. L. Ficciones [1986] Argentina (CDH )
      El modus operandi, sin embargo, merece recordación. El director de una de las cárceles del estado comunicó a los presos que en el antiguo lecho de un río había ciertos sepulcros y prometió la libertad a quienes trajeran un hallazgo importante. Durante los meses que precedieron a la excavación les mostraron láminas fotográficas de lo que iban a hallar. Ese primer intento probó que la esperanza y la avidez pueden inhibir; una semana de trabajo con la pala y el pico no logró exhumar otro hrön que una rueda herrumbrada de fecha posterior al experimento. Éste se mantuvo secreto y se repitió después en cuatro colegios. En tres fue casi total el fracaso; en el cuarto (cuyo director murió casualmente durante las primeras excavaciones) los discípulos exhumaron —o produjeron— una máscara de oro, una espada arcaica, dos o tres ánforas de barro y el verdinoso y mutilado torso de un rey con una inscripción en el pecho que no se ha logrado aún descifrar. Así se descubrió la improcedencia de testigos que conocieran la naturaleza experimental de la busca... Las investigaciones en masa producen objetos contradictorios; ahora se prefiere los trabajos individuales y casi improvisados. La metódica elaboración de hrönir (dice el Onceno Tomo) ha prestado servicios prodigiosos a los arqueólogos. Ha permitido interrogar y hasta modificar el pasado, que ahora no es menos plástico y menos dócil que el porvenir. Hecho curioso: los hrönir de segundo y de tercer grado —los hrönir derivados de otro hrön, los hrönir derivados del hrön de un hrön— exageran las aberraciones del inicial; los de quinto son casi uniformes; los de noveno se confunden con los de segundo; en los de undécimo hay una pureza de líneas que los originales no tienen. El proceso es periódico: el hrön de duodécimo grado ya empieza a decaer.
    • 1944-1956 Borges, J. L. Ficciones [1986] Argentina (CDH )
      Así combatieron los héroes, tranquilo el admirable corazón, violenta la espada, resignados a matar y a morir.
    • 1957 Cunqueiro, Á. Merlín [1969] Esp (CDH )
      — Son gente de Iglesia, que no gastan espada.
    • 1957 Cunqueiro, Á. Merlín [1969] Esp (CDH )
      — Yo ya sabía que ustedes eran gente de Iglesia— le dije cuando remató de beber, añadiendo que una criada mayor que teníamos en la casa se lo conoció porque no traían espada.
    • 1957 Cunqueiro, Á. Merlín [1969] Esp (CDH )
      Enrojeció el enano y perdió toda arrogancia, y aun medio se escondió tras mi amo, y los que estaban sentados en el arca al oír aquel dato se pusieron de pie y echaron mano de las espaditas que traían al cinto, pero el príncipe don París con mucha autoridad los sosegó diciendo:
    • 1958 Carpentier, A. Guerra [1970] Cuba (CDH )
      —¡El Camino de Santiago!—gimió el soldado, cayendo de rodillas ante su espada, clavada en el tablado del piso, cuya empuñadura dibujaba el signo de la cruz.
    • 1958 Carpentier, A. Guerra [1970] Cuba (CDH )
      Lo poco que gana tocando el atambor cuando hay arco a la vista, encabezando alguna procesión, o tratando de concertar a las zambas que tocan maracas en los Oficios de Calenda, se lo gasta en el bodegón de un allegado del Gobernador, próximo la Casa del Pan, que suele recibir, de tarde en tarde, barricas del peor morapio. Pero aquí no puede hablarse de vino de Ciudad Real, ni de Ribadavia, ni de Cazalla. El que le baja por el gaznate, esmerilándole la lengua, es malo, agrio, y caro por añadidura, como todo lo que de esta isla se trae. Se le pudren las ropas, se le enmohecen las armas, le salen hongos a los documentos, y cuando alguna corroña es tirada en medio de la calle, unos buitres negros, de cráneo pelado, le destrenzan las tripas como cintas de Cruz de Mayo. Quien cae al agua de la bahía es devorado por un pez gigante, ballena de Jonás, con la boca entre el cuello y la panza, que allí llaman tiburón. Hay arañas del tamaño de la rodela de una espada, culebras de ocho palmos, escorpiones, plagas sin cuento. En fin, que cuando tintazo avinagrado se le sube a la cabeza, Juan de Amberes maldice al hideputa de indiano que le hiciera embarcar para esta tierra roñosa, cuyo escaso oro se ha ido, hace años, en las uñas de unos pocos. De tanto lamentar su miseria en un calor le tiene el cuerpo ardido y la piel como espolvoreada de arena roja, se le inflaman los hipocondrios, se le torna pendenciero el ánimo, a semejanza de los vecinos de la villa, cocinados en su maldad, y una noche de tinto mal subido, arremete contra Jácome de Castellón, el genovés, por fullerías de dados, y le larga una cuchillada que lo tumba, bañado en sangre, sobre las ollas de una mondonguera. Creyéndolo muerto, asustado por la gritería de las negras que salen de sus cuartos abrochándose las faldas, toma Juan un caballo que encuentra arrendado a una reja de madera, y sale de la ciudad a todo galope, por el camino del astillero, huyendo hacia donde se divisan, en días claros, las formas azules de lomas cubiertas de palmeras. Más alla debe haber monte cerrado, donde ocultarse de la justicia del Gobernador.
    • 1958 Fuentes, C. Región [1968] 402 México (CDH )
      y sólo el hermano juzgando con la espada, juzgando en nombre de las palabras no dichas y el silencio estruendoso de la madre y la hermana, compensando sus juicios mudos con la sangre y el hierro y todos los muertos que lo eran en juicio de la madre inválida y la hermana virgen —así era su casa cuando Mercedes llegó de Morelia, a los trece años, vestida de calicó y con el pelo castaño hecho en dos trenzas que le caían hasta el talle y con las puntas de los senos irritadas y nuevas, y con dolores de vientre que quería comunicarle con la vista a su madre y a su hermana y que ninguna de las dos entendía o le explicaba, porque la madre ya había olvidado eso y la hermana lo escondía entre los trapos negros de su vergüenza.
    • 1959 Arreola, J. J. Bestiario [1972] México (CDH )
      En vez de echar mano a la espada, el hijodalgo guardó las distancias y desfizo el entuerto de una manera ingeniosa. Se colocó frente al dragón, es cierto, pero de modo que la dama quedara de por medio, equidistante. Y cuando ella iba a dar el paso decisivo hacia la bestia mitológica, ayudado por un grupo de sacripantes, el doncel arrastró a la indecisa hasta el nido de murciélagos donde cobró inmediatamente el precio de su fama, como suelen hacer tales héroes (exceptuando a San Jorge, aunque ya vimos que su aventura es apócrifa).
    • 1959 Arreola, J. J. Bestiario [1972] México (CDH )
      Y entre ellos el poeta Lucilio, que paseó aquí con aires de conquistador, y que volvió a Roma maltrecho y abatido, caídas la espada y la lira, boto ya el fino dardo de su epigrama.
    • 1960 Pellicer, C. Cien líneas [2002] 231 Antología México (CDH )
      / ¿Por qué hay todavía en mi América / tantos vendepatrias? ¿Somoza, Trujillo? / ¿Y tantos que no tienen nombre resonante? / ¿Por qué en lugar de tantas liras / no tenemos más espadas / para acabar con todo lo que hay en nosotros mismos / de cómplices de la miseria y de asesinos de la esperanza? / ¿Por qué el que canta / mejor no habla? / ¿por qué tener escondidas las palabras / como si viviéramos solamente de noche / y pasáramos el día en la cama / acariciando un hermoso cuerpo / y devorando ésta y aquella otra manzana? / la hiel goteaba sobre el reló cada vez más negro / y en su viaje la soledad lícitamente se poblaba.
    • 1960 Usigli, R. Corona fuego [1966] 778 México (CDH )
      / Lo seguiremos hasta donde va / porque está ungido por la Majestad / de nuestro señor Carlos de Castilla, / porque en su espada toda España brilla, / porque nos da la gloria para la eternidad.
    • 1960 Usigli, R. Corona fuego [1966] México (CDH )
      / Diles tú cuántas veces no los salvó mi lengua / del español que, como su espada, es impaciente, / y cuántas les serví de escudo y de defensa / porque la misma sangre nos liga y nos enciende.
    • 1961 Caro Baroja, J. Brujas [1966] Esp (CDH )
      III) La de los que invocan siempre a demonios trazando figuras mágicas, colocando a un niño en medio de círculos, sirviéndose de una espada, un espejo, etc. El inquisidor, sin embargo, advierte algo que es digno de tenerse en cuenta para formular teorías generales de la Magia. Si se pide al Demonio cosas que le son propias, como el que tiente a una mujer con pensamientos lujuriosos y en la operación se sirve del modo imperativo diciéndosele «te mando», «te ordeno», «te exijo», la herejía no se halla bien marcada.
    • 1961 Caro Baroja, J. Brujas [1966] Esp (CDH )
      La familiaridad de los sacerdotes con las sacristanas y las feligresas, su afición al baile, el juego de pelota, sus hábitos militares cuando iban a las fiestas de los pueblos vecinos con espada y lanza corta, parecen a De Lancre escandalosos. * Al principio no osó sentar mano sobre aquella clase respetada. Pero, al fin, le dio pie a ello un pobre viejo, chiflado sin duda, sacerdote de Azcain, apellidado Arguibel. *
    • 1961 Martín-Santos, L. Tiempo silencio [1996] 118 Esp (CDH )
      El suicida del viaducto, juntito a donde debiera estar la catedral y sólo luce el esplendor de la Casa. Viaducto para borrachos cogidos en una trampa. Yo también, puesto en celo, calentado pródigamente como las ratonas del Muecas, acariciado de putas, mimado de viejas, robado de animales de experiencia, pensando en cánceres experimentales pero amigo de literatos, viviendo en pensión modesta pero bebiendo las noches de los sábados, pendiente de una bolsita en el cuello recalentador de la ciudad, hasta que caiga sobre mí la orden del presidente y me coloque frente a mis obligaciones ineludibles y —como hombre de honor inspirado para la defensa de la familia y del status actualis situationis— consiga que todo permanezca en los mejores parabienes y regulaciones instituidas, para bien del hombre y de los pueblos, desde la lejana noche de la edad media cuando ellos con su sable levantado consiguieron dar forma a expensas de la morisma de los campos de Toledo y de las zonas bajas donde había empezado a trabajar las huertas, a la nueva nación, pueblo elegido, ciudad aséptica, sin huerta, donde el hombre se alimenta de espíritu y aire puro por los siglos de los siglos. Amén. Más agua, más para borrar la huella de la boca. Agua traída desde la lejana sierra con largos canales que han pagado los hombres que sudan a lo lejos , para que —llegada— tan pura no desentone del pneuma local y no impida querer mandar, que no convierta las cabezas en esponjas, sino que los varones que respiran continúen siempre clarividentes, siempre con la capacitada espada en alto, dirigiendo, dando forma a la inerte corpulencia venosa de los lejanos virreinatos. Agua que no bañe, agua sólo para beber, agua que no envuelva como una niebla o una nube próxima, sino que se introduzca por los poros finos del cuerpo, que desopile pero no empape, que no hinche, que no engorde la piel, que no embastezca el perfil duro, casi córneo del imperio de secano.
    • 1961 Sábato, E. Héroes [1986] Argentina (CDH )
      Como si su madrecama, pérfida y reptante, lograra salvar los grandes fosos que él desesperadamente cavaba cada día para defender su torre, y ella como víbora implacable, volviese cada noche a aparecer en la torre como fétido fantasma, donde él se defendía con su espada filosa y limpia. ¿Y qué pasaba, Dios mío, con Alejandra? ¿Qué ambiguo sentimiento confundía ahora todas sus defensas? La carne se le aparecía de pronto como espíritu, y su amor por ella, se convertía en carne, en caliente deseo de su piel y de su húmeda y oscura gruta de dragón-princesa. Pero, Dios, Dios, ¿y por qué ella parecía defender esa gruta con llameantes vientos y gritos furiosos de dragón herido? «No debo pensar», se dijo, apretándose las sienes, y trató de permanecer como si retuviera la respiración de su cabeza. Trató de que el tumulto se detuviera. Quedó tenso y vacío por un fugitivo segundo. Y luego, ya limpio por un instante siquiera, pensó con dolorosa lucidez pero con marcos molina, allá en la playa, no fue así, pues ella lo quiso o lo deseó y lo besó furiosamente, de modo que era a él, a Martín, a quien rechazaba.
    • 1962 Carpentier, A. Siglo luces [1979] 25 Cuba (CDH )
      Al fondo, había un armario de sacristía, cuya madera llamó la atención de Monsieur Jiug por el esplendor de sus nervaduras: "Sólido...Hermoso". Para que la solidez pudiera palparse, Sofía abrió el mueble, mostrando el grosor del batiente. Pero ahora estaba más interesado el forastero por los trajes viejos que colgaban de una varilla metálica: ropas que habían pertenecido a miembros de la familia materna, edificadora de la casa; al académico, al prelado, al alférez de navío, al magistrado; vestidos de abuelas, rasos desteñidos, levitas austeras, encajes de baile, muselinas verdecidas por el salitre, percales e indianas; disfraces de un día: de pastora, de echadora de cartas, de princesa incaica, de dama antañona. "¡Magnífico para representar personajes!", exclamó Esteban. Y concertados repentinamente en una misma idea, empezaron a sacar aquellas polvorientas reliquias, en un gran revuelo de polillas, haciéndolas resbalar, escaleras abajo, sobre el pasamanos de caoba encerada. Poco después, en el Gran Salón transformado en teatro, alternando en representar y adivinar, los cuatro se dieron, por turno, a interpretar papeles diversos: bastaba con trastocar las prendas, modificar sus formas con alfileres, admitir que una dormilona era un peplo romano o una túnica antigua, para caracterizar a un héroe de la historia o de la novela, con ayuda de alguna escarola transformada en corona de laurel, una pipa a modo de pistola, un bastón al cinto remedando la espada. Monsieur Jiug, evidentemente afecto a la antigüedad, hizo de Mucio Scévola, de Cayo Graco, de Demóstenes —un Demóstenes prestamente identificado cuando se le vio salir al patio en busca de piedrecitas— Carlos, con flauta y tricornio de cartón, fue reconocido por Federico de Prusia, aunque mucho se empeñara en demostrar que había querido representar al flautista Quantz. Esteban, con una rana de juguete traída de su cuarto, remedó los experimentos de Galvani —terminando ahí su actuación, porque el polvo de las ropas le hacía estornudar peligrosamente. Sofía, barruntándose que Monsieur Jiug era poco versado en cosas españolas, se encarnizaba malignamente en hacer de Inés de Castro, Juana la Loca o la Ilustre Fregona, acabando por afearse en lo posible, torciendo la cara, embobando la expresión, para animar un personaje inidentificable que resultó ser, en medio de las protestas de los demás, "cualquier infanta de Borbón". Cuando el alba estuvo próxima, Carlos propuso la celebración de una "gran massacre". Colgando los trajes con delgados hilos de un alambre tendido entre los troncos de palmeras, luego de ponerles grotescas caras de papel pintado, se dieron todos a derribarlos a pelotazos.
    • 1962 Carpentier, A. Siglo luces [1979] 69 Cuba (CDH )
      Por ello no había sonado la voz de España en esa ceremonia memorable, donde hasta un turco tomara la palabra. "Bien hacen en despreciarnos, que aún no somos nada —decía Martínez de Ballesteros encogiéndose de hombros—. Pero ya nos llegará la hora". Por lo pronto, sabía de hombres valiosísimos que ya se disponían a venir a Francia para ponerse al servicio de la Revolución. Entre ellos, un joven Abate Marchena, a quien daba por un espíritu superior, a juzgar por el tono de sus cartas y unas traducciones de poemas latinos que le había mandado...Pero no todo era, para Esteban, pasarse las noches en animadas tertulias y andar de papanatas por las calles, asistiendo a desfiles y celebraciones cívicas. Un día memorable fue iniciado en la Logia de los Extranjeros Reunidos, penetrando en el vasto mundo fraternal y laborante que Víctor sólo le hubiera revelado a retazos. Para él habían encendido el Templo, resplandeciente y arcano, donde, al fulgor de las espadas, le tocara andar, trémulo y deslumbrado, hacia las Columnas Jachim y Boaz, el Delta y el Tetragrama, el Sello de Salomón, y la Estrella del Número de Oro. Allí estaban, envueltos en sus aureolas y emblemas, los Caballeros Kadosh y los Caballeros de la Rosacruz y los Caballeros de la Serpiente de Bronce y los Caballeros del Arca Real y los Príncipes del Tabernáculo y los Príncipes del Líbano y los Príncipes de Jerusalén, y el Gran Maestre Arquitecto y el Sublime Príncipe del Real Secreto, hacia cuyos Grados comenzaría la ascensión de Quien, demudado por la emoción, sintiéndose indigno de tanto honor, avanzaba hacia los misterios del Grial, de la transformación de la Piedra Bruta en Piedra Cúbica, de la Resurrección del Sol en la Acacia, en el seno de una Tradición conservada, recobrada que, retrocediendo vertiginosamente en el tiempo, alcanzaba las grandes ceremonias iniciacas del Egipto, a través de Jacobo Boehme, las Bodas Químicas de Christian Rosencreutz y el Secreto de los Templarios. Esteban se había sentido Uno con Todo, alumbrado, iluminado, ante el Arca que ahora habría de edificar en su propio ser, a semejanza del Templo construido por el maestro Hiram-Abif. Estaba en el centro del Cosmos: sobre su cabeza se abría el Firmamento; sus pies hollaban el camino que conduce del Occidente al Oriente. Salido de las sombras del Gabinete de Reflexión, desnudo el pecho en el lugar del corazón, desnuda la pierna derecha, descalzo el pie izquierdo, el Aprendiz había respondido a las tres preguntas rituales sobre lo que el Hombre debía a Dios, a Sí mismo y a los Demás, al cabo de las cuales se habían agrandado las luces, las altas luces de un Siglo hacia cuyo prodigioso acontecer había ido ciegamente, vendado, como arrastrado por una voluntad superior, desde la tarde de los Grandes Incendios de Portau-Prince. Entendía, ahora, el exacto sentido de la alucinada navegación —semejante a la de Perceval en busca de sí mismo— hacia la Ciudad Futura que, por una vez, no se había situado en América, como la de Tomás Moro o la de Campanella, sino en la propia cuna de la Filosofía...Aquella noche, incapaz de dormir, anduvo hasta la madrugada por barrios viejos, resudados de pátina, cuyas callejas tortuosas le eran desconocidas.
    • 1962 Fuentes, C. Muerte Artemio Cruz [1962] 86 México (CDH )
      Escuchó el chicoteo sobre las ancas de la caballada, el tronido seco de algunos fusiles y quedó solo en la llanura. ¿Huían? Giró sobre sí mismo, llevándose las manos a la cabeza. No entendía. Era preciso partir de un lugar, con una misión clara, y jamás perder ese hilo dorado: sólo de esa manera era posible comprender lo que sucedía. Bastaría un minuto de distracción para que todo el ajedrez de la guerra se convirtiera en un juego irracional, incomprensible, hecho de movimientos jironados, abruptos, carentes de sentido. Esa nube de polvo... esos caballos furiosos que avanzaban a galope... ese jinete que grita y agita un fierro blanco... ese tren detenido en la distancia... esa polvareda cada vez más cercana... ese sol cada minuto más próximo a la cabeza aturdida... esa espada que le roza la frente... esa cabalgata que pasa a su lado y lo arroja al suelo...
    • 1962 Fuentes, C. Muerte Artemio Cruz [1962] México (CDH )
      imprecación, propósito saludo, proyecto de vida, filiación, recuerdo, voz de los desesperados, liberación de los pobres, orden de los poderosos, invitación a la riña y al trabajo, epígrafe del amor, signo del nacimiento, amenaza y burla, verbo testigo, compañero de la fiesta y de la borrachera, espada del valor, trono de la fuerza, colmillo de la marrullería, blasón de la raza, salvavida de los límites, resumen de la historia:
    • 1962 Mujica Láinez, M. Bomarzo [1996] Argentina (CDH )
      Girolamo había desclavado de las panoplias algunas piezas de armaduras —unas manoplas, una rodela, un casco de los denominados borgoñotas, una espada, una gola decorada con ataujías— y, vistiéndolas y ciñéndolas, daba grandes pasos y lanzaba voces roncas, como si fuera uno de los condottieri de nuestra estirpe, el condottiero que aspiraba a ser. Su estatura y su vigor, excepcionales para sus quince años, le permitían pavonearse así, a pesar de la carga de hierro. En cambio Maerbale, que tenía diez años, se había improvisado un manto de cardenal con un raído género púrpura; se había colgado del cuello la cruz bizantina que le había regalado nuestro abuelo y, con el don mímico que lo caracterizaba, se divertía imitando al cardenal Franciotto y distribuía a diestro y siniestro exageradas bendiciones, a las que añadía unos macarrónicos latines, muy distintos de los que nos enseñaba porfiadamente nuestro preceptor, Messer Pandolfo.
    • 1962 Vargas Llosa, M. Ciudad perros [1997] Perú (CDH )
      [...] alza la cabeza, su mirada distingue como en un remolino los muros de la Prevención, varios soldados sentados en una banca, la estatua del héroe que amenaza con la espada desenvainada a la neblina y a las sombras [...].
    • 1962 Vargas Llosa, M. Ciudad perros [1997] Perú (CDH )
      Al pasar por el "Bar Zela" escuchó galanterías alarmantes, un grupo de hombres maduros levantó hacia ella media docena de copas como un haz de espadas, un joven le hizo adiós y tuvo que esquivar a un borracho que pretendía atajarla. "Pero no, pensó Teresa. No será militar, sino ingeniero. Sólo que tendré que esperarlo cinco años. Es un montón de tiempo. Y si después no quiere casarse conmigo ya seré vieja y nadie se enamora de las viejas." Los otros días de la semana, los portales estaban semidesiertos. Cuando pasaba al mediodía junto a mesas solitarias y quioscos de revistas, sólo veía a los lustrabotas de las esquinas y a fugaces vendedores de diarios. Ella iba apresurada a tomar el tranvía para almorzar a toda carrera y regresar a tiempo a la oficina. Pero los sábados, en cambio, recorría el atestado y ruidoso Portal más despacio, mirando siempre al frente, secretamente complacida: era agradable que los hombres la elogiaran, era agradable no tener que volver al trabajo en la tarde. Sin embargo, años atrás, los sábados eran días temibles.
    • 1963 Cortázar, J. Rayuela [1991] Argentina (CDH )
      De muchacho, en el café, cuántas veces la ilusión de la identidad con los camaradas nos hizo felices. Identidad con hombres y mujeres de los que conocíamos apenas una manera de ser, una forma de entregarse, un perfil. Me acuerdo, con una nitidez fuera del tiempo, de los cafés porteños en que por unas horas conseguimos librarnos de la familia y las obligaciones, entramos en un territorio de humo y confianza en nosotros y en los amigos, accedimos a algo que nos confortaba en lo precario, nos prometía una especie de inmortalidad. Y ahí, a los veinte años, dijimos nuestra palabra más lúcida, supimos de nuestros afectos más profundos, fuimos como dioses del medio litro cristal y del cubano seco. Cielito del café, cielito lindo. La calle, después, era como una expulsión, siempre, el ángel con la espada flamígera dirigiendo el tráfico en Corrientes y San Martín. A casa que es tarde, a los expedientes, a la cama conyugal, al té de tilo para la vieja, al examen de pasado mañana, a la novia ridícula que lee a Vicki Baum y con la que nos casaremos, no hay remedio.
    • 1963 Cortázar, J. Rayuela [1991] Argentina (CDH )
      Imaginé otros gestos, el de las mujeres alzando el borde de las faldas, el de los hombres buscando el puño de la espada. Como las palabras perdidas de la infancia, escuchadas por última vez a los viejos que se iban muriendo. En mi casa ya nadie dice «la cómoda de alcanfor», ya nadie habla de «las trebes» —las trébedes—. Como las músicas del momento, los valses del año veinte, las polkas que enternecían a los abuelos.
    • 1945-1964 Cortázar, J. Final juego [1995] 129 Argentina (CDH )
      Yo no creía que hubiera odio entre nosotros, era a la vez menos y peor que el odio, un hastío en el centro mismo de algo que había sido a veces una tormenta o un girasol o si preferís una espada, todo menos ese tedio, ese otoño pardo y sucio que crecía desde adentro como telas en los ojos.
    • 1964 Vélez, A. Cuentecito Uña Mula Cuentos chilenos Chile (CDH )
      — Mire, esa espá que usté tiene no le sirve, va a abrir un cuarto donde hay muchas espás, y hay una espaíta chiquita que está mogosita, esa espaíta le sirve para que pelee con el gigante. Al lado de la mano izquierda, en el centro del corazón, en el dedo este, áhi tiene la muerte el gigante y si no, no lo mata. Hágale el empeño por eso al lado izquierdo.
    • 1964 Vélez, A. Cuentecito Uña Mula Cuentos chilenos Chile (CDH )
      — Mire, esa espá que usté tiene no le sirve, va a abrir un cuarto donde hay muchas espás, y hay una espaíta chiquita que está mogosita, esa espaíta le sirve para que pelee con el gigante. Al lado de la mano izquierda, en el centro del corazón, en el dedo este, áhi tiene la muerte el gigante y si no, no lo mata. Hágale el empeño por eso al lado izquierdo.
    • 1966 Goytisolo, J. Señas identidad [1996] 263 Esp (CDH )
      [...] y la esperanza cuando va escoltada por la fe y por el amor es un valor cotizable en la bolsa del espíritu y la juventud por muy exigente que sea sigue teniendo su vértice común en ese nombre mágico que en toda la ancha piel de toro resuena como un homenaje de fervor y erguido con su espada invencible es el semáforo que cela día y noche y marca nuestra ruta por nuevos y sapientísimos caminos [...].
    • 1966 Marsé, J. Teresa [1996] Esp (CDH )
      Ya más seguro de sí, el murciano consideraba ciertas posibilidades favorables, si bien por otra parte la espada pendía de nuevo a unos centímetros de su cabeza: estaba a punto de quedarse sin un céntimo y no veía el modo de apañar algo sin arriesgarse demasiado.
    • 1967 Benet, J. Región [1996] 236 Esp (CDH )
      El hombre es una pieza arqueológica; en tiempos de mi padre se creía que era posible redimirle de su esclavitud y liberarle de la explotación por sus semejantes; y todo eso ha venido a parar en que ya nadie explota pero todos somos explotados, por el Estado, por la religión, por el bien común, por lo que sea y contra lo que nadie puede luchar de forma que lejos de suprimir la explotación lo que se ha hecho es transformarla en cosa invulnerable y sacramental. Y los que antes eran unos retrógrados hoy serán unos adelantados y así será siempre, en este mundo. Lo que no sabía la generación de mi padre es que aquella fuerza común que había de liberarles de sus opresores iba, inconsciente, taimada y sibilinamente (y lo que es peor, con el consenso de todos) a transformarse en un instrumento impersonal y electivo de explotación contra el que, por su propia índole, no cabe lucha alguna. Me imagino que así debe ser el reino de los cielos: apenas nos hemos apercibido de ello y estamos cruzando sus umbrales. Y todo por hablar demasiado de los hombres y de sus derechos. Pero ¿es que se habían preocupado alguna vez de aquella palabra?, ¿una denominación común implicaba unos derechos?, ¿no bastaba con llamarse Sebastián o Mazón o Tomé para saber lo poco que había de común entre ellos?, ¿qué derechos podían gozar en común sólo porque una palabra, cuyo significado a diario se cuidaban de negar, les abrazase a todos para destruir aquella condición diferencial que les había bautizado? Así que la cabeza del rey Sidonio —Como reza la leyenda— saltando sobre las aguas revueltas del Torce y remontándose aguas arriba hacia sus escondidas fuentes ¿apunta hacia el poder omnímodo de un río y de un monte que no admiten otra jerarquía ni otro estado de cosas que el dictado de sus caprichos? ¿Y la locura del joven Aviza, abriendo las entrañas del cadáver de su padre para purgarle del vino que lo mató (y al clamor de las copas sucede el de las espadas ultrajadas), informará para siempre la conducta de un pueblo desahuciado y envilecido, empujado hacia la decadencia y el atraso a fin de preservar su legítima potestad? Tal es el enigma que en estos años, quizá en estos días, se ha de resolver. Cuando se levanta el telón para dar comienzo al segundo acto (o tercero, cuarto... ¿qué más da?) se advierte al instante que el escenario ha cambiado: la escena representa, con un decorado convencional, un paraje semejante al anterior pero el estado del tiempo es mucho menos apacible que en los días venturosos de la mina y la casa de juego; corre una ligera brisa setembrina —no se sabe qué preludia— y las urces se agitan con un susurro singular; acaso como símbolo de la paz perdida, en el centro, una pastora tocada a la usanza del país, apacienta el rebaño que bala entre las peñas sin temor. Yo no he visto nunca pacer a las ovejas con temor, pero eso, amiga mía, es igual. Al pronto surge por el lateral derecho una agitada turba de caballeros vestidos a la moda de 1925, los unos a caballo, los seguidores a pie, armados de toda clase de instrumentos. En segundo plano, apenas visibles, se distinguen unos militares con sus teresianas azules.
    • 1967 Benet, J. Región [1996] 38 Esp (CDH )
      [...] hasta la llegada de las primeras nieves en el mes de diciembre, cuando ambas fuerzas decidieron retirarse, por toda la duración del invierno, a sus respectivas bases de Región y Macerta, manteniendo levantadas las espadas y dejando el puerto al cuidado de los leñadores.
    • 1964-1967 Cabrera Infante, G. Tristes Tigres [1967] Cuba (CDH )
      Su mano actual, ya hecha (ante aquel adjetivo tonsorial mis manos eran el feto impensado de una mano y la mano del artista anónimo que grabó con perfección la escena de tragedia romántica que un día será alegoría, esa mano hecha ya polvo y olvido, era la no idea de una mano, según el concepto de una mano que tiene su manicura) empuñaba grotesca la pluma como una espada comercial y ambas subían y bajaban con precisión falsa por gratuita. De no haber sido ése el comienzo del momento de la vista y de las reflexiones marinas, habría oído los rumores de la suma, ya que tengo tan buen oído como ojo. En realidad, si fuera más modesto yo sería el autor de Cuadros en una Exposición y no Mussorgsky.
    • 1967 Viñas, D. Hombres [1967] Argentina (CDH )
      eran las hormigas que habían empezado a bajar desde la mansarda, a lo largo de las cañerías y royendo los zócalos hasta meterse por las rajaduras de las paredes para seguir un itinerario que brotaba por detrás de las panoplias, alcanzaba el filo de esas espadas cruzadas o reaparecía en un lamparón descolorido encima de una edición de las «Cartas quillotanas».
    • 1969 Monterroso, A. Oveja negra [1969] Guatemala (CDH )
      Los generales arengaban a sus tropas con las espadas en alto, al mismo tiempo que la nieve se teñía de púrpura con la sangre de los heridos.
    • 1970 Borges, J. L. Informe Brodie [1986] Argentina (CDH )
      Otro dijo que era muy de Maneco elegir una espada. A nadie le asombró que le temblara en aquel momento la mano; a todos, que a Duncan le pasara lo mismo.
    • 1970 Borges, J. L. Informe Brodie [1986] Argentina (CDH )
      Resolvieron mentir lo menos posible y elevar el duelo a cuchillo a un duelo con espadas. Cuatro se ofrecieron como padrinos, entre ellos Acebal. Todo se arregla en Buenos Aires; alguien es siempre amigo de alguien.
    • 1970 Bryce Echenique, A. Julius [1996] Perú (CDH )
      Camino al jardín, cruzaron el inmenso corredor lleno de armaduras, espadas, escudos, lleno de objetos de brusco metal, vasos enormes como para tomar sangre en las películas de terror y candelabros de fierro negro que descansaban pesadísimos sobre mesas como las que Robin Hood usaba para comer cuando andaba en buenas relaciones con los reyes de Inglaterra. A ambos lados del corredor, anchas puertas protegidas por implacables armaduras que adorada Cinthia sentía al pasar, dejaban entrever oscuros salones, el del billar, el del plano, el del tren eléctrico, el escritorio, el comedor, la biblioteca, el otro y todavía otro más que Vilma no lograba explicarse. «Llegamos», —dijo, por fin.
    • 1970 Bryce Echenique, A. Julius [1996] Perú (CDH )
      Estaba sentada junto a un inmenso ventanal y, a su lado, Cinthia tosiendo y Julius volteado, mirando hacia el interior de la casa, hacia el corredor de las armaduras, las espadas y los escudos. En ese instante salió la tía Susana, horrible, y Cinthia le dijo: «Me gusta tu casa, tiíta, ¿puedo entrar a ver?» Entonces la tía, sorprendida, le dijo que sí, después de todo los hijos de Susan siempre habían sido medio raritos. Cinthia cogió a Julius de la mano, «ven», le dijo, y para fastidiar más a la tía horrible, le dijo que iba a estar leyendo en la biblioteca. Julius como que captó algo y la siguió. Vilma se incorporaba también para seguirlos, pero la tía la detuvo.
    • 1970 Rivarola Matto, J. B. Yvypóra [2003] Paraguay (CDH )
      Estaba de rodillas, con las manos unidas en la cruz de la espada. Rezando, seguramente. ¿Quién lo habría puesto? ¡Nadie! ¡Qué notable! ¿O acaso un ánima? No era probable que la casualidad dibujara imagen tan perfecta. Todos los intentos que hiciera Miguelí por reproducirla fracasaron lamentablemente y le valieron quedarse después de hora en la escuela por ensuciar con garabatos su cuaderno de castellano.
    • 1970 Rivarola Matto, J. B. Yvypóra [2003] Paraguay (CDH )
      Otra dificultad era que su cabeza se resistía a figurarse a todos de espada y armadura. La imagen de Basilio, por ejemplo, se le escabullía a cada rato y por ahí venía entrando, lo más campante, al mismísimo Camelot, descalzo y de sombrero-pirí, el machete agarrado por el medio y con el filo hacia arriba.
    • 1971 Aub, M. Gallina ciega [1995] Esp (CDH )
      Navajillas de Albacete, pulseras, cajitas, espaditas de Toledo. Dulces, mazapanes, bisutería. Delantales, relojes, carteras, tapones y cajas de corcho, fondos de vaso o de botella de madera de olivo, cucharas de palo para dar envidia a todas las cocineras. Corbatas horrendas. Poca gente. La mar tranquila, todavía dormida, en el puertecillo.
    • 1972 García Hortelano, J. Mary Tribune [1999] 367 Esp (CDH )
      De un momento a otro, en mi territorio que era aquel jardín, se instalarían los correspondientes ángeles con las espadas flamígeras. El abejorro buscaba probar el néctar de mis venas. Eva Tribune y el Serafín Bert andarían por el segundo set, licuando sus esencias en sudor. Ni abejorro, ni mariposa: mosca, dorada por el poniente, que amarilleaba la bóveda, alargaba la espalda de Tub, permitía a ellas descuajarse con el raqueteo. Por vez primera desde el año de mi nacimiento, me consideraba excesivamente dichoso. Para Andrés, en todo el continente sólo había dos hombres.
    • 1972 Shimose, P. Quiero escribir [1988] Bolivia (CDH )
      / Pasan lista en los cuarteles, revisan los retretes, / registran parques zoológicos en busca de una espada, / mueven cántaros de chicha, remueven genealogías, / Dios los cría y tú los juntas, los reúnes y complotan / en congresos celestiales y conspiran, / marchan a la catedral, imprimen manifiestos contra el sueño.
    • 1972 Torrente Ballester, G. Saga/Fuga [1995] 206 Esp (CDH )
      Allí mismo la ciudad entera se dividió en partidarios de una y otra tesis, y dio la casualidad de que los godos seguían el dictamen del señor Irureta y, los nativos, el de don Perfecto. Pero resultó que el recuento obtenido allí mismo de las palabras que los presentes recordaban, aumentó en muy poco la cantidad inicial de 23 Machos contra 19 Hembras. Al mismo don Acisclo le hubiera complacido comprobar cómo, en el fondo, para el régimen de cada cual, bastaban tres palabras, lo más cuatro, y, éstas, de las extendidas y corrientes. Todo lo cual fue tomado a risa por don Perfecto. "Mi loro, señores, conoce muchas más." "¿Por qué no lo trae?" "Porque no es necesario." "Sin embargo, van ustedes perdiendo." "Pero le apuesto aquí mismo que ganaremos por una diferencia de cien." Hubo una especie de estremecimiento colectivo, y la mayor parte de aquellos caballeros, honestos en lo que cabe, no comprendía en su conciencia la necesidad de todo un diccionario para designar cosas que estaban al alcance de la mano. Pero no se trataba entonces de averiguar por qué la raza se había especializado en semejantes invenciones, como los árabes en nombres para la espada, sino de alcanzar la victoria de un bando sobre otro. Don Federico de Lapuente, Ingeniero de Obras Públicas, tuvo una frase feliz. "¡Exploremos el gineceo!"; y después de haber explicado que con eso quería decir que había que interrogar a las mujeres y a las criadas, la reunión fue poco a poco disolviéndose, y aquella noche abundaron diálogos como éste: "Oye, mi vida, ¿y tú cómo le llamas a esto?" "¿Cómo?" "A esto... y a eso." "¿Y a ti qué te importa?" "Verás, mujer, es que en el Casino... (y aquí la versión personal del acontecimiento). De manera que, claro, hay que ganar." "Pero, ¡qué cosas se os ocurren a los hombres!" "Comprendo que es raro, pero, ya ves..." "¿Y vais a ganar vosotros, o los de aquí?" "Nosotros, por supuesto." "Pues... yo no le doy ningún nombre. Yo le llamo como tú: eso y esto." "Pero ¿es posible?" "Como lo oyes." "Y, la criada, ¿tú crees...?" "Pero, mi vida, ¿con qué cara voy a ir a la criada con semejante pregunta?" "Pues como quien no quiere la cosa. Por ejemplo: Óigame, María, ¿cómo le llaman en su aldea a eso que tienen los hombres?" "Me da una vergüenza atroz, y, además, a lo mejor es pecado." "Nosotros no lo hacemos por pecado, sino por patriotismo." "Si es así, la cosa cambia. De todos modos..." En pocos días los resultados de las exploraciones llevadas febrilmente a cabo por docenas de caballeros, y, en secreto, por bastantes damas, se centralizaron, la de los godos, en el bar del Casino, y la de los nativos, en el local de la Sociedad lírica Santa Lilaila de Barallobre, que congregaba a todos los poetas y músicos de la ciudad, preparaba los versos de los mayos y sostenía una nutrida rondalla de pulso y púa. La diferencia estaba en que, en la Sociedad Santa Lilaila se trabajaba gratis, y se habían formado comisiones que se turnaban, en tanto que los del Casino habían tomado a sueldo al oficinista de la entidad, que era nativo y del que se sospechaba que hacía trampa, lo cual no pasa de vil calumnia y pataleo de vencidos, ya que el señor Figueira, que era el interesado, lo más que hacía era anticipar las cifras antes de que se hiciesen públicas. Todo el mundo preguntaba: "Óigame, don Fulano, ¿y qué nombres conoce usted...?" "Pues, mire, don Zutano, conocía tres o cuatro, pero ya se los di al señor Hinojosa." "¡Vaya, hombre, cuánto lo siento!" Proliferaron espontáneamente subcomisiones sin carácter oficial, en los comercios, en las tabernas, en los puestos del mercado, y hay quien asegura que penitente hubo que, después de ser absuelto, interrogó sobre el particular al cura. Y el cura, si el penitente era nativo —lo eran casi todos los presbíteros—, hurgaba en la memoria y arriesgaba un par de nombres.
    • 1973 Castellanos, R. Mujer [1995] México (CDH )

      La costumbre de que el hombre tenga que ser muy macho y la mujer muy abnegada. La complicidad entre el verdugo y la víctima, tan vieja que es imposible distinguir quién es quién.

      Ante esto yo sugeriría una campaña: no arremeter contra las costumbres con la espada flamígera de la indignación ni con el trémolo lamentable del llanto sino poner en evidencia lo que tienen de ridículas [...].

    • 1973 Edwards, J. Non grata [1973] Chile (CDH )
      La Nave del Estado y la Espada de Damocles formaban parte del mismo arsenal, y alguien había tenido, años atrás, la idea de formar un museo imaginario con aquellos objetos.
    • 1973 Edwards, J. Non grata [1973] Chile (CDH )
      La Espada de Damocles se exhibiría en una vitrina, sobre almohadilla de terciopelo, y cerca de ella, en lugar igualmente destacado, el visitante encontraría la Carabina de Ambrosio...
    • a1973 Neruda, P. Confieso [1993] Ch (CDH )
      Era una antigua espada, larga y aguda, con empuñadura trabajada por florecientes plateros, una empuñadura como una rosa abierta.
    • 1974 Sábato, E. Abaddón [1983] Argentina (CDH )
      Ahí estaba, imperioso y férreo, don Pedro de Mendoza, señalando con su espada la ciudad que su real gana decidía fundar aquí: santa maría de los buenos ayres, 1536. Qué bárbaros, era el calificativo que siempre se le ocurría.
    • 1975 Mendoza, E. Caso Savolta [1994] Esp (CDH )
      El infortunado Puentegarcía, al verse a los pies de aquellos facinerosos, sintió un estremecimiento convulsivo, vio ráfagas de luz, círculos luminosos y espadas de fuego.
    • 1975 Mendoza, E. Caso Savolta [1994] Esp (CDH )
      Había policías estacionados en las aceras y en el cruce se veían jinetes con capa, espada y tricornio. Al paso del matrimonio los policías los miraban con recelo. Cerca de la plaza oyeron un ruido sordo y el suelo empezó a trepidar. Se arrimaron a la tapia de una villa. Por la cuesta subían caballos y carrozas. Los policías apostados en las aceras se llevaron las manos al cinto, alertados al menor imprevisto.
    • 1975 Umbral, F. Mortal y rosa [1995] 53 Esp (CDH )
      Los ojos son espadas. Espadas en alto. En el amor, los ojos son lagos que se comunican, que se trasvasan. Ojos de mujer y de hombre. Pero en la vida vamos agrediendo y sangrando con los ojos, por los ojos. Fósforo de ojos, mirada fosfórica, el brillo de los ojos en la oscuridad del cuerpo, ojos fluviales en la sequedad de la carne.
    • 1975 Umbral, F. Mortal y rosa [1995] 53 Esp (CDH )
      Espadas en alto. En el amor, los ojos son lagos que se comunican, que se trasvasan. Ojos de mujer y de hombre. Pero en la vida vamos agrediendo y sangrando con los ojos, por los ojos. Fósforo de ojos, mirada fosfórica, el brillo de los ojos en la oscuridad del cuerpo, ojos fluviales en la sequedad de la carne. Peces, los ojos, que navegan por la luz o me navegan el cuerpo.
    • 1976 Pacheco, J. E. Islas [2000] México (CDH )
      / Y halló su identidad en el idioma / que vino con la cruz hecha de espadas.
    • 1976 Puig, M. Beso [2002] Argentina (CDH )
      De todos modos ya ese soldado había muerto pero otro cruzado se dio cuenta que era la mujer la que lo había matado y la empezó a seguir y por la nieve ella se escapó y primero eran pisadas de mujer las huellas que quedaban y al acercarse al bosque eran de pantera, y el cruzado la siguió y se metió al bosque que era de noche, hasta que vio en la oscuridad los ojos verdes brillantes de alguien que lo esperaba agazapado, y él hizo con la espada y el puñal una cruz y la pantera se quedó quieta y se transformó de nuevo en mujer, ahí echada medio dormida, como hipnotizada, y el cruzado retrocedió porque oyó otros rugidos que se acercaban y eran las fieras que la olieron a la mujer y se la comieron. El cruzado llegó casi desfalleciente a la aldea y lo contó. Y la leyenda es que la raza de las mujeres pantera no se acabó y están escondidas en algún lugar del mundo, y parecen mujeres normales, pero si un hombre las besa se pueden transformar en una bestia salvaje.
    • 1976 Puig, M. Beso [2002] Argentina (CDH )
      El salón es grande, hay varias mesas de trabajo, de diseño, cada arquitecto tiene una, pero ahora ya se han ido y está todo sumido en la oscuridad, salvo la mesa del muchacho, que tiene un vidrio y de abajo del vidrio viene la luz, entonces las caras están iluminadas de abajo, y los cuerpos echan una sombra medio siniestra contra las paredes, sombras de gigantes, y la regla de dibujo parece una espada cuando él o la colega la agarran para trazar una línea. Pero trabajan callados. Ella lo relojea de tanto en tanto, y aunque se muere por saber qué es lo que lo preocupa, no le pregunta nada.
    • 1977 Hnz Norman, I. Novela criolla [1977] 50 Puerto Rico (CDH )
      Las palabras con supresiones fonéticas como "camará", "asomao", "seña Chapa", "quiée trabajá", "uté", "suidá", "marío", "siñó", "aonde", "Santa Cru", "po pa puelta", junto a las deformaciones en boca de los negros como "Po la mano é larienda, lamo" por "Por la mano de la rienda, amo", "Dentra Tondá, elle solito con su espá, coge dos" por "Entra Tondá, él solito con su espada, coge a dos", "¡Güena jería! Se conose que el paidito sabe su ofisio", por "¡Buena herida! Se conoce que el pardito sabe su oficio", le añaden un subido sabor local. La fonética del lenguaje en todos los estados sociales, desde las clases cultas hasta el ignorante bozal, ofrece un buen campo para el estudio lingüístico del español en Cuba a principios del siglo pasado. En este sentido, Olga Blondet Tudisco apunta: "Y aunque no ofrece mucha regularidad y exactitud científica la transcripción de la lengua popular que hace Villaverde, es posible, sin embargo, sacar una serie de conclusiones respecto de los rasgos fonéticos y gramaticales más importantes".
    • 1977 Hnz Norman, I. Novela criolla [1977] 50 Puerto Rico (CDH )
      Las palabras con supresiones fonéticas como "camará", "asomao", "seña Chapa", "quiée trabajá", "uté", "suidá", "marío", "siñó", "aonde", "Santa Cru", "po pa puelta", junto a las deformaciones en boca de los negros como "Po la mano é larienda, lamo" por "Por la mano de la rienda, amo", "Dentra Tondá, elle solito con su espá, coge dos" por "Entra Tondá, él solito con su espada, coge a dos", "¡Güena jería! Se conose que el paidito sabe su ofisio", por "¡Buena herida! Se conoce que el pardito sabe su oficio", le añaden un subido sabor local. La fonética del lenguaje en todos los estados sociales, desde las clases cultas hasta el ignorante bozal, ofrece un buen campo para el estudio lingüístico del español en Cuba a principios del siglo pasado. En este sentido, Olga Blondet Tudisco apunta: "Y aunque no ofrece mucha regularidad y exactitud científica la transcripción de la lengua popular que hace Villaverde, es posible, sin embargo, sacar una serie de conclusiones respecto de los rasgos fonéticos y gramaticales más importantes".
    • 1977 Paso, F. Palinuro [1982] 45 México (CDH )
      «Muy bien, muy bien», dijo el abuelo Francisco cuando Palinuro le enseñó el retrato de Estefanía bajo un árbol. «Qué es lo que vas a ser tú cuando seas grande, ¿un artista? ¿un pintor?» Palinuro le dijo que sí a su abuelo y le preguntó qué es lo que iba a ser él cuando fuera chico. «Ahhh... Mmmm... cuando yo sea chico —le contestó el abuelo Francisco— déjame ver... cuando yo sea chico, sí claro, eso es: cuando yo sea chico, voy a ser un niño como tú, con tus años, tus ojos y tus fiestas». «¿Y cuándo seas más chico todavía?» «Ah, pues cuando sea más chico todavía, voy a tener la edad que tú tenías cuando naciste». «¿Cuántos años tenía yo cuando nací, abuelo?» «Bueno, años no. Tenías menos de un año. Incluso menos de un mes, menos de una semana, menos de un día. Con decirte que ni siquiera habías cumplido una hora o un minuto, y ni siquiera un segundo... Pero en cuanto naciste... ¡Dios mío, en cuanto se nace el tiempo se le echa encima a uno, y ya nunca lo deja en paz a ninguna hora del día!» «¿Y cuántos años vas a tener cuando te mueras, abuelo?» «Bueno, exactamente no sé, pero estoy seguro que serán bastantes, porque ya los tengo. Incluso a veces me parece que tengo muchos más, a pesar de que mi padre siempre me dijo que había yo perdido varios años. Y como te decía, además, cuando me muera, tendré también varios meses y varias semanas y días. Esto, si no muero en mi cumpleaños, y si sí me muero en mi cumpleaños, de todos modos tendré también varios minutos y varios segundos y décimas de segundo y millonésimas de segundo, y así hasta la eternidad, porque yo le prometí a tu abuela Altagracia que mi muerte, aunque corra más rápido que Aquiles, nunca me alcanzará mientras esté vivo: esto me lo enseñó un gringo viejo que conocerás después». «¿Y qué es lo que guardas en tu ropero, abuelo?» «¿En mi ropero? Ah, en mi ropero hay muchísimas cosas. Por ejemplo mis prismáticos que están hasta arriba, en lo más inexpugnable del ropero, y desde allí contemplan la Revolución. Pero los puse al revés, para que la vean en miniatura en vista de que está tan lejos. En mi ropero, también, hay otras cosas que te voy a contar si me prometes no decírselo a nadie. Ven, siéntate acá conmigo y escucha: en mi ropero hay tres soldados que están escondidos desde los tiempos de la Revolución, desde antes que Venustiano Carranza fuera asesinado en Tlaxcalantongo. Uno es un capitán muy joven, casi un muchacho. Tiene un uniforme verde olivo agujereado en una pierna del pantalón, y en el hombro los zarpazos de oro que ganó en el Pacto de la Ciudadela. El otro es un mayor que se encontró una estrella en los flancos anaranjados de El Rellano y se la puso en la gorra con el permiso de mi general Villa. El tercero es un coronel, algo viejo y muy flaco, que guardó como recuerdo su fusil Rexer y después se retiró del ejército para dedicarse sólo a la política. Por la noche, cuando todos están dormidos, yo abro la puerta del ropero para que salgan. Tomamos unos tragos mientras se les desarruga el uniforme y luego caminamos por el jardín para que estiren un poco las piernas. Se afeitan después, sobre todo si han pasado varios días sin que me acuerde de ellos: ten en cuenta que les crecen veintitantos metros diarios de barba. Pero esto no quiere decir que se les salga del ropero y se les enrede en las piernas, en las espadas, en los rosales y en los trolebuses, no: veintitantos metros es el largo total de la suma según calculamos el otro día que estábamos muy aburridos de todos los miles y miles de pelitos que les salen a cada uno. Se ponen después agua de colonia para quitarse el olor a naftalina, y nos sentamos a platicar. ¿Que de qué platicamos? De todo, porque el que no fue cadete en una academia militar y visitó West Point, como el capitán, fue un libertino, como el mayor, o un masón, como el coronel; así que nuestras pláticas, lo mismo que yo de una mesa a otra, van como un columpio, de las batallas a las muchachas del trópico que fuman cigarros color violeta con boquillas doradas, y vuelven a las batallas, y vuelven a las muchachas y vuelven a las batallas. O a veces, simplemente, raptamos a las muchachas y nos las llevamos a las batallas, y amarramos el columpio a un árbol, como si fuera un caballo, para usarlo en caso de emergencia. Pero también otras veces el capitán, el mayor y el coronel se van a visitar al Gran Arquitecto, y se regresan en ferrocarril a Sonora, donde encienden un gran vivaque mientras cae la nieve. Luego nos ponemos a jugar pókar en la mesa donde juego pókar. Al capitán le gustan las espadas; qué quieres: está muy joven, acaba de leer a Von Clausewitz y apenas ayer participó en la carga de los seis mil dragones en Paredón. El mayor prefiere las copas: ya pasada la Revolución, hay que despreocuparse y hacer lo que tu tío Austin, o lo que hacía el mayor: tomar el barco Siboney para Nueva Orleáns, beber al ritmo creciente de las mareas azules y jugar en los casinos que brotan de pronto en altamar como las islas Espórades. Ah, cada vez que me entero que un viajero ilustre pierde hasta la camisa y salta por la borda de su vida para convertirse en calamar impreso, me acuerdo de los salones de juego donde engordaba yo a mis vellocinos de oro: qué no diera yo por vivir otra vez esos tiempos, con esas muchachas de cabezas arrebatadas en blondas o en trenzas negras: si tú hubieras amado a Patty O'Hara, la irlandesa, que cuando la conocí también me vio cara de adivino, como tú me la has visto, y me preguntó si yo podía leerle su destino en las manos. Y yo le enseñé mis manos mexicanas de ferrocarrilero, de presidente municipal, de capitán y de mayor, que olían a pólvora y a papel carbón y le dije que su destino no estaba en sus manos sino en las mías. Y entonces... Ah, pero esas son manzanas de otro costal. Y ahora, volvamos a nuestro juego: el coronel, desde luego, guarda los oros en las mangas de su uniforme y no sólo porque se siente un poco viejo y avaro, sino también porque tiene que financiar su campaña para gobernador del Estado y quiere comprarse un escritorio para guardar sus memorias, una casa para guardar el escritorio y un jardín para guardar la casa. Y yo, claro, que ya no me interesan las espadas, que me he quedado sin oros y que me hacen daño las copas, me reservo los bastos para darles de palos a todos. Pero antes de ponernos a jugar bajamos las persianas, corremos las cortinas y cerramos las contraventanas y las contrapersianas, por si nos pesca el amanecer: hace tantos años que no salen a la calle, que si les diera la luz del sol, se volverían polvo y nos costaría mucho trabajo barrerlos, imagínate, tendríamos que invitar a nuestros amigos para que nos ayudaran a barrer: a don Próspero, al vendedor de lotería, al general que tiene un ojo de vidrio, y luego, ¿cómo sabríamos cuál es el polvo de cada quién? Senador, me dice el capitán todas las noches, tengo tres caballos de espadas. Y yo le contesto: pues en esos tres caballos van a cabalgar mis tres reyes de bastos. ¿Que si yo gano siempre? Mira: el mayor le gana al capitán, es una orden. El coronel le gana al mayor, es otra orden. Y luego llego yo y les gano a todos. Pero no por eso creas que soy rico. Hace un buen tiempo que les gané el poco dinero que tenían y comenzaron a apostar otras cosas para seguir jugando y no fastidiarnos con nuestras historias. El coronel, que había sido un hombre muy gordo desde que era mayor, me apostó todos los kilos que había subido gracias a las comilonas políticas que organizaba en el Prendes, y a los desayunos del Hotel Waldorf de Nueva York en que por lo menos se comía media docena de huevos, y un hot-cake elevado al cubo. Y por eso me ves ahora con esta barriga que parece un barril elástico y donde guardo siempre mis reservas de risa. Por eso, también, necesito una tina tan grande para bañarme como lo hago cada sábado sin falta, a menos que el sábado sea un 23 de julio, que es el aniversario de la muerte de uno de mis hijos, que se cayó en esa tina y se ahogó cuando tenía cuatro años, y no me baño, te digo, porque cada 23 de julio tu abuela Altagracia llena la tina de flores. Por su parte el mayor, que había coleccionado las cartas de sus amantes, también las fue perdiendo. Perdió poco a poco todas las de Patty O'Hara y una vez, con un par de ases, yo mismo le gané al mayor una carta de amor escrita en papel azul y con perfume de Myrurgia, donde Francine, que era francesa como su nombre lo decía, amenazaba al mayor con injertarse en una mejilla una lágrima de cristal si el mayor no volvía a Tampico. Un sábado en la noche el mayor perdió, contra cuatro damas de bastos, una carta que venía en un sobre donde tu abuela Altagracia le juraba amor eterno al capitán. Porque esa carta primero fue del capitán, que la perdió con el mayor. Ah, el pobre capitán, que al fin no tenía otra cosa que apostar sino sus recuerdos, también los perdió uno por uno. Ultimamente se estaba quedando muy callado y muy triste porque ya no tenía abuelos, ni perros, ni novias, ni batallas de qué hablar: resultaba que el mayor, además de ser capitán, había hecho la primera comunión del capitán; que el coronel era hijo único de la mamá del capitán, y que yo tenía en la pierna la cicatriz de la bala que le habían metido al capitán. Nos dio tanta pena, que quisimos regresarle unas apuestas, pero como no se acordaba de ellas nos dijo que no eran suyas. Me parece que lo mejor será que se invente otra infancia, otra academia militar y otros amigos: ya ni de sus amigos se acuerda, ya no se acuerda de nada, y a veces me da miedo de que no se acuerde de que está vivo y se nos muera. Ahora, te voy a enseñar. Pero antes corre las cortinas...» Y el abuelo Francisco puso el Danubio Azul en el gramófono, rodó su silla hasta el ropero, le dio vuelta a la llave, golpeó tres veces el suelo con su bastón, como un ujier, y las puertas comenzaron a abrirse, y se abrieron lentamente, como las puertas de una ciudad sitiada y vencida; como las puertas de Troya, como las puertas de Cartago, como las puertas de Celaya se abrieron al empuje de los dorados de Villa, y allí, dentro del ropero del abuelo, estaban los uniformes y los paquetes de cartas descoloridas y el fusil del coronel y los recuerdos del capitán. «Mira, dijo el abuelo. Miren, niños: así era el capitán cuando tenía quince años, como Dick Sand. Y así era cuando tenía tres años y el pelo largo: todavía lo vestían como niña porque así se usaba. Esta fotografía es de la madre del capitán, y está rodeada de una guirnalda de sus flores favoritas: las camelias. Ella era alta y tenía los ojos azules como tú, Estefanía, o como el cielo de su tierra, Castilla. De ella heredó tu madre Clementina el don de silbar como un ángel las arias de Don Juan y del Baja Selim. Qué digo como un ángel: como Emilia Leovalli, como Diana Durbin, como Al Jolson. Ni los corsés de barbas de ballena pudieron ahogar el mirlo que tenía en el pecho desde que era una niña no más alta que la paciencia de su madre... ¡Ah!... Y ésta, ésta es la primera espada que le dieron en la academia al capitán. Y aquí está con su novia en el Parque de La Piedad; como ves, su novia sería igualita a tu abuela Altagracia, si no fuera tan distinta... ¡Han pasado tantos años! Y estos son los libros de Julio Verne que leyó el capitán. Cuando aprendas a leer serán tuyos y viajarás con Héctor Servadac en un cometa, y por la noche acompañarás a los músicos que tocan por las calles de la Isla de Hélice». El abuelo Francisco encendió un puro y escupió un camafeo en el bacín de latón dorado. «Me parece —dijo—, que es al capitán al que más quiero de mis amigos». «¿Y un día me vas a contar lo de la bala en la pierna, abuelo»?, le preguntó Palinuro.
    • 1977 Viezzer, M. Si permiten [1980] Bolivia (CDH )

      Yo pensaba en mi responsabilidad de madre y de dirigente y entonces mi papel en México me parecía bastante difícil, al recordar lo que me había dicho aquella señorita. Yo me sentía entre la cruz y la espada, como decimos vulgarmente. Pero yo estaba decidida de llevar a cabo la misión que me habían confiado los compañeros y compañeras.

    • 1978 Cousté, A. Biografía Diablo [1978] 80 Argentina (CDH )
      Alertado, el Diablo volvió por cuarta vez, pero armado en esta oportunidad con espada y rodela, y en hábito de capuchino: Adam, inflexible, volvió a rechazarlo, usando esta vez como arma el crucifijo que llevaba al pecho. Otras cuatro veces aún —bajo las variadas formas de cerdo, asno, tonel de vino y rueda de carro— interfirió el accidentado viaje de Adam a su abadía, pero finalmente hubo de darse por vencido. La leyenda afirma, y es para creerlo, que el abate no volvió a salir de su refugio en lo que le quedó de vida.
    • 1978 Fdz Santos, J. Extramuros [1994] 132 Esp (CDH )
      La espada del Señor pareció dividir a la comunidad en dos mitades, las que aún tenían por santa a la nueva priora y las que en pocos días ya osaban motejarla de impostora. Así andaba en suspenso todo: rezos, trabajos, visitas, colaciones. Hasta el sueño se perdonaba con tal de ceder o condenar, de asistir a los diversos capítulos que, en las celdas, cada noche, tenían lugar hasta que el día amenazaba. No se trataba ya de sus llagas que parecían barridas, olvidadas. Sus repentinas valedoras, en su afán por salvarla, descubrían ahora nuevos prodigios que añadir al molino de su fama y que una vez extramuros, crecían y se multiplicaban.
    • 1978 Galeano, E. Días [1979] Uruguay (CDH )
      Allí quedaron los caracoles cubanos y las espadas chinas, los tapices de Guatemala, los discos y los libros y todo lo demás. Llevarme algo hubiera sido una estafa. Todo eso era de ella, tiempo compartido, tiempo que agradezco; y me lancé al camino, hacia lo no sabido, limpio y sin carga.
    • 1965-1980 Arenas, R. Mundo Alucinante [1997] Cuba (CDH )
      Pero oyes la voz de la mujer que canta. Oigo esa canción y entonces a qué voy a temer. ¡Oyela! ¡Oyela! "Es la misma canción de siempre". La misma que pedíamos que nos cantaran para dormirnos. Ay: esa voz. La que nos decía meciéndonos... La que hablaba de serenos repartiendo mazazos entre las nubes y ángeles con espadas y cornetas.
    • 1980 Piglia, R. Respiración artificial [1980] 46 Argentina (CDH )
      Ayer, cuando la cosa se había puesto demasiado pesada, a la madrugada, bajé a la calle y me quedé un rato mirando trabajar unos tipos de Obras Sanitarias (o de Gas del Estado) que hacían un túnel en medio de la noche, los tipos laburaban cavando ese túnel y yo me crucé enfrente hasta el bar Ramos y pedí una cerveza y una ginebra doble porque esa mezcla es el recurso recomendado por Dickens a quienes están a punto de suicidarse. No porque yo hubiera decidido suicidarme o algo por el estilo, sino porque me gustaba esa idea: pensar que era un suicida que camina (se desliza, mejor) por la ciudad en la madrugada mientras unos tipos cavan un túnel en medio de la noche, alumbrados por los focos amarillos de las lámparas; todo eso me parecía (como cuando tenía 18 años) una aventura. ¿No era eso una aventura? ¿Una de esas aventuras que yo había tenido, sin buscarlas, cuando tenía 18 años? ¿A esta desesperación habían quedado reducidas mis aventuras? Entonces entré en el bar Ramos que a esa hora estaba casi vacío, salvo una mesa donde unos tipos más o menos borrachos acompañaban a unas coperas del Bajo. Se trataba de una especie de festejo o acontecimiento privado y lo encaraban con solemnidad. Sobre todo uno de ellos, vestido con un traje cruzado y corbata lavalliére, el pelo teñido de un color arratonado, que de pie y en medio de una leve oscilación que lo obligaba a sostenerse con una mano del respaldo de la silla tratando de mantener la dignidad, levantó la copa para decir un discurso o hacer un brindis por una de las damas presentes (la señorita Giselle) que por lo visto esa noche festejaba su cumpleaños o algún aniversario parecido. «Alzo la copa y brindo», decía el curda, «por la flor que engalana esta petit fête, la hermosa señorita Giselle, porque en ella las primaveras de la vida que se han sucedido a través de los años, porque en ella las primaveras se van uniendo, una tras otra, se van uniendo en ella las primaveras» (hablaba medio en verso) «hasta convertir en un ramo de rosas los años fragantes de su vida. Brindo por ella», dijo el curda, «y no por nosotros o por mí, para quienes los años son como el anuncio de la muerte, como la espada de Temístocles que pende sobre nuestros corazones» (dijo la espada de Temístocles ¿no es maravilloso?). Después de lo cual todos los curdas y las damas aplaudieron y la señorita Giselle atravesó su cuerpo vestido de raso sobre la mesa para abrazarlo mientras le decía «Gracias Marquitos. Gracias, mi querido, estoy tan emocionada, sos el artista al que las chicas siempre vamos a querer». Y le dio un beso y todos estaban emocionados y Giselle volvió a sentarse, pero Marquitos siguió de pie, sosteniéndose con suma dignidad del borde de la silla para no oscilar de un modo demasiado ostentoso y entonces empezó otra vez a decir el mismo discurso. «Quiero brindar y alzo esta copa nuevamente», dijo. «Quiero volver a brindar y alzo esta copa porque yo también estoy hondamente emocionado en esta noche inolvidable» y se pasó el revés de la mano por los ojos, «hondamente emocionado y brindo», dijo Marquitos, «por las damas y los amigos aquí presentes y en especial», dijo, y se detuvo un instante, «en especial». En especial sería bueno que la terminaras; finishela con el brindis Marcos, le dijo uno de los tipos y Marcos se dio vuelta con suma lentitud hasta quedar de cara a la señorita Giselle, saludó con una inclinación leve y se sentó con mucho cuidado otra vez a la mesa, también él como un artista incomprendido que escucha una música y no la puede tocar, mientras yo terminaba de tomar la cerveza mezclada con ginebra siguiendo el consejo del novelista inglés Charles Dickens y en ese momento, con los tipos que afuera seguían cavando el túnel bajo la luz amarilla, me puse a pensar en el cuadro de Frans Hals: Si yo mismo fuera el invierno sombrío.
    • 1980 Piglia, R. Respiración artificial [1980] 46 Argentina (CDH )
      Ayer, cuando la cosa se había puesto demasiado pesada, a la madrugada, bajé a la calle y me quedé un rato mirando trabajar unos tipos de Obras Sanitarias (o de Gas del Estado) que hacían un túnel en medio de la noche, los tipos laburaban cavando ese túnel y yo me crucé enfrente hasta el bar Ramos y pedí una cerveza y una ginebra doble porque esa mezcla es el recurso recomendado por Dickens a quienes están a punto de suicidarse. No porque yo hubiera decidido suicidarme o algo por el estilo, sino porque me gustaba esa idea: pensar que era un suicida que camina (se desliza, mejor) por la ciudad en la madrugada mientras unos tipos cavan un túnel en medio de la noche, alumbrados por los focos amarillos de las lámparas; todo eso me parecía (como cuando tenía 18 años) una aventura. ¿No era eso una aventura? ¿Una de esas aventuras que yo había tenido, sin buscarlas, cuando tenía 18 años? ¿A esta desesperación habían quedado reducidas mis aventuras? Entonces entré en el bar Ramos que a esa hora estaba casi vacío, salvo una mesa donde unos tipos más o menos borrachos acompañaban a unas coperas del Bajo. Se trataba de una especie de festejo o acontecimiento privado y lo encaraban con solemnidad. Sobre todo uno de ellos, vestido con un traje cruzado y corbata lavalliére, el pelo teñido de un color arratonado, que de pie y en medio de una leve oscilación que lo obligaba a sostenerse con una mano del respaldo de la silla tratando de mantener la dignidad, levantó la copa para decir un discurso o hacer un brindis por una de las damas presentes (la señorita Giselle) que por lo visto esa noche festejaba su cumpleaños o algún aniversario parecido. «Alzo la copa y brindo», decía el curda, «por la flor que engalana esta petit fête, la hermosa señorita Giselle, porque en ella las primaveras de la vida que se han sucedido a través de los años, porque en ella las primaveras se van uniendo, una tras otra, se van uniendo en ella las primaveras» (hablaba medio en verso) «hasta convertir en un ramo de rosas los años fragantes de su vida. Brindo por ella», dijo el curda, «y no por nosotros o por mí, para quienes los años son como el anuncio de la muerte, como la espada de Temístocles que pende sobre nuestros corazones» (dijo la espada de Temístocles ¿no es maravilloso?). Después de lo cual todos los curdas y las damas aplaudieron y la señorita Giselle atravesó su cuerpo vestido de raso sobre la mesa para abrazarlo mientras le decía «Gracias Marquitos. Gracias, mi querido, estoy tan emocionada, sos el artista al que las chicas siempre vamos a querer». Y le dio un beso y todos estaban emocionados y Giselle volvió a sentarse, pero Marquitos siguió de pie, sosteniéndose con suma dignidad del borde de la silla para no oscilar de un modo demasiado ostentoso y entonces empezó otra vez a decir el mismo discurso. «Quiero brindar y alzo esta copa nuevamente», dijo. «Quiero volver a brindar y alzo esta copa porque yo también estoy hondamente emocionado en esta noche inolvidable» y se pasó el revés de la mano por los ojos, «hondamente emocionado y brindo», dijo Marquitos, «por las damas y los amigos aquí presentes y en especial», dijo, y se detuvo un instante, «en especial». En especial sería bueno que la terminaras; finishela con el brindis Marcos, le dijo uno de los tipos y Marcos se dio vuelta con suma lentitud hasta quedar de cara a la señorita Giselle, saludó con una inclinación leve y se sentó con mucho cuidado otra vez a la mesa, también él como un artista incomprendido que escucha una música y no la puede tocar, mientras yo terminaba de tomar la cerveza mezclada con ginebra siguiendo el consejo del novelista inglés Charles Dickens y en ese momento, con los tipos que afuera seguían cavando el túnel bajo la luz amarilla, me puse a pensar en el cuadro de Frans Hals: Si yo mismo fuera el invierno sombrío.
    • 1981 Veloz Maggiolo, M. Sombra Castañeda [2005] República Dominicana (CDH )
      «¡Quién nos hubiera dicho que el hombre extraordinario a quien hace apenas dos días vimos partir sonriente de su despacho del Palacio Nacional, iba a volver a él pocas horas después cobardemente inmolado! Pero ahí está la tremenda realidad con toda su elocuencia aterradora. Muda está ya la boca de donde salieron tantas órdenes de mando. Inmóviles se hallan sobre el pecho, donde el corazón ha cesado de latir, las manos que sostuvieron la espada que simbolizó durante cuarenta años toda la fuerza física de la nación. Exánime y vilmente atravesado por los proyectiles, yace ahí el pecho heroico donde flameó orgullosamente, como si flotara en su asta, el lienzo tricolor.»
    • 1982 Allende, I. Casa espíritus [1995] 88 Chile (CDH )
      Se lo contó a la niña mientras podaba las rosas, sólo para entretenerla, porque la quería mucho y le daba lástima que fuera muda. Clara sacó la pizarrita del bolsillo de su delantal y escribió la interpretación del sueño de Honorio: tendrás mucho dinero, te durará poco, lo ganarás sin esfuerzo, juega al diecinueve. Honorio no sabía leer, pero Nívea le leyó el mensaje entre burlas y risas. El jardinero hizo lo que le decían y se ganó ochenta pesos en una timba clandestina que había detrás de una bodega de carbón. Se los gastó en un traje nuevo, una borrachera memorable con todos sus amigos y una muñeca de loza para Clara. A partir de entonces la niña tuvo mucho trabajo descifrando sueños a escondidas de su madre, porque cuando se supo la historia de Honorio iban a preguntarle qué quería decir volar sobre una torre con alas de cisne; ir en una barca a la deriva y que cante una sirena con voz de viuda; que nazcan dos gemelos pegados por la espalda, cada uno con una espada en la mano, y Clara anotaba sin vacilar en la pizarrita que la torre es la muerte y el que vuela por encima se salvará de morir en un accidente, el que naufraga y escucha a la sirena perderá su trabajo y pasará penurias, pero lo ayudará una mujer con la que hará un negocio; los gemelos son marido y mujer forzados en un mismo destino, hiriéndose mutuamente con golpes de espada.
    • 1982 Mujica Láinez, M. Escarabajo [1993] Argentina (CDH )
      En ese momento reconoció a su mujer en una pareja que hacia él ganaba terreno por la calle penumbrosa, sin la decente sarta de esclavos robustos, con espadas y antorchas, imprescindible en la Roma contemporánea, que la protegería de ladrones y criminales. Como luego le aprendí al Senador las mañas y los impulsos, sé que a la sazón en su interior lidiaron el júbilo de recuperar a la bella Tulia y los celos avivados por quien, solitario, se la devolvía.
    • 1982 Mujica Láinez, M. Escarabajo [1993] 125 Argentina (CDH )
      vi lidiar entre ellas, sin que las asiera ningún combatiente, lanzas y espadas sucias de herrumbre, que sacudía la torrencial violencia; y después me enteré de que ciertos cuerpos que arreaba la acuática furia, destripados, camino del último desagüe y del inmenso sepulcro del mar, eran los de Vitelio, todavía enorme, a quien tiraron al Tíber untado de excrementos; de Cómodo, el abominable; de Heliogábalo, aún fino y hermoso... emperadores... amos del Mundo, presto devorados por la fauna hambrienta del río.
    • 1983 Ribeyro, J. R. Geniecillos [1983] 93 Perú (CDH )
      Era la única vez en sus veintidós años de vida en que había sentido vitorear su nombre. «Treinta conventos arrasados, ochocientos sacerdotes...» Y Pirulo: «Por casualidad, ¿no habían hermanos allí?» El ómnibus atestado de alumnos, todos fatigados y felices después de ese paseo a Chosica, que regresaban cantando, entre el cerro pelado y las sacuaras del río. ¿Quién fue el que propuso la competencia? El hermano Simón. En el ómnibus viajaban las clases A y B. La clase A había dado ese mes 25 soles para la Santa Infancia y la clase B, donde estaba Ludo, sólo 22. «Y en el castillo, durante largos meses, padeciendo hambre y sed, heroicamente, rodeados por todas partes...» «El lugar es conocido por sus espadas y por sus cuchillos», intervino Pirulo, «los asesinos de clase usan puñales...» El hermano Simón propuso el juego a las dos clases rivales, porque ellas no se emulaban sólo en las notas o en los partidos de fútbol, sino en la cantidad de dinero que cada semana, cada mes, cada año, daban para la Santa Infancia. «Y aquellos hombres eran tan brutos que destruían los crucifijos, quemaban el dinero...» «Sin duda, unos verdaderos cuadrúpedos.» El día anterior al paseo había sido santo de Ludo y le habían regalado cuarenta soles que guardaba en billetes y metálico en su monedero. Alguno de la clase A dio un sol, otros le imitaron y pronto esta clase aventajó a la B por diez soles. Ludo abrió su monedero y ofreció cinco soles a la Santa Infancia, los turrones, los alfajores de un mes. «Y para colmo de males, los bolcheviques, ¿sabéis vosotros quiénes eran los bolcheviques?» La voz de Pirulo se dejó escuchar: «Claro, yo tuve un tío que era bolchevique. Nada de propiedad, decía, nada de herencias. Todos libres. Un tío cojonudo.» La competencia continuó.
    • 1985 Alape, A. La paz, la violencia 319 Colombia (CDH )
      Era la formación político-militar que iba a hacer cumplir los triunfos reivindicativos o políticos de ANAPO. Allí, en esa parte del proceso nosotros nos equivocamos en el sentido de haberle inyectado a ANAPO, una serie de planteamientos izquierdistas y revolucionarios que fueron exagerados para el desarrollo de ANAPO. Allí volvimos a cometer los errores que ha cometido la izquierda tradicional, de pensar que los propios análisis son los análisis de la población, inclusive volvimos a caer en el error del vanguardismo. Sin embargo la ligazón de ANAPO, en cuanto hecho social y político, es total, tanto que las acciones militares nuestras son hechas con base en la militancia de ANAPO. Nuestra propaganda se reparte oficialmente en cada comando de ANAPO, que hay en cada barrio, y nos da un espacio social y político tan inmenso que hoy todavía estamos recogiendo su cosecha. Además a eso le agregamos un elemento ideológico, el elemento bolivariano, desde nuestra primera acción que fue la toma de la espada del Libertador. Allí ya estaba el cuadro completo de lo que queríamos ser: un movimiento antioligárquico, un movimiento que sirviera de factor dinamizador de la unidad del movimiento guerrillero, un movimiento revolucionario, patriótico y un accionar político-militar ligado a cada sector y al nivel de conciencia y organización de las masas. Por eso nos alejamos en ese momento, de toda discusión de izquierda, de todo el accionar y la forma de organización de la izquierda tradicional en Colombia.
    • 1985 Alape, A. La paz, la violencia Colombia (CDH )
      De una manera más o menos intensa, los tres gobiernos anteriores al de Betancur tuvieron que afrontar los problemas relacionados con el orden público, problemas ciertamente afines a conflictos de naturaleza social y política. Y cada uno, acorde con la situación que vivía y producto del propio análisis, le imprimió un sello particular y personal a la forma de encarar y buscar posibles soluciones a éstos. / También es evidente, que en los últimos períodos presidenciales, la violencia de carácter político ha venido profundizándose hasta convertirse en un elemento de mucha influencia en el quehacer diario del país. Nada escapa a esa influencia. Todo tipo de actividad está contaminado, en un tenso ambiente donde se respira violencia en sus distintas manifestaciones. Y ese elemento ha creado una dependencia vital —en unos casos más profunda que en otros— de gobierno-Fuerzas Armadas. Se podría decir que esa relación es como un cordón umbilical necesario y definitivo para sostener y defender la estabilidad de las instituciones. / Cada gobierno tuvo su o sus conflictos. Pastrana inicia su período bajo el espectro de las elecciones de 1970, cuando fue elegido Presidente, acontecimiento que para muchos sectores de la opinión pública, fue el resultado de una maniobra típica de fraude electoral. El orden público en el campo fue menos delicado, salvo la confrontación con la guerrilla del ELN y los resultados militares de la Operación Anorí, en la que fue prácticamente aniquilado un frente importante de este núcleo armado. En la administración Pastrana surge, con su estilo característico del uso de la propaganda armada, el M-19, con el robo de la espada del Libertador. / En el período de López Michelsen, los problemas de orden público estuvieron esencialmente relacionados con los conflictos de tipo urbano, como el Paro Cívico de 1977, donde no hubo por parte del gobierno, un manejo político adecuado. De inmediato los generales de la República le hacen llegar el famoso documento, en que le plantean a López cuestiones constitucionales de mucho fondo, que indudablemente llevaban a la futura promulgación del Estatuto de Seguridad. La cuestión le quedó endosado al gobierno de Turbay. López tuvo otros problemas, la Emergencia Económica, la Bonanza Cafetera, los altos intereses, la universidad, la huelga de los médicos. En cuanto a la guerrilla, afrontó las primeras acciones del M-19, como el secuestro del líder sindical, José Raquel Mercado, que tanta repercusión tuvo. En su gobierno se realizó un intento de dialogar con grupos guerrilleros del ELN. / Lo crudo de la confrontación directa, militar, la agudización de la violencia viene a situarse en el país desde el discurso mismo de posesión de Turbay, el 7 de agosto de 1978. Cuando se plantea como necesaria una ley que sin tener el nombre del Estado de Sitio produzca los mismos efectos para la defensa de las instituciones. Esa ley especial resultó ser el Estatuto de Seguridad, que condujo al país, desde el comienzo de su aplicación, a un estado de guerra interior, utilizando medios excepcionales para combatir esa guerra y proyectar la acción militar hacia una serie de objetivos políticos y sociales. Es el comienzo de nuevos métodos de interrogatorios, de torturas a los presos políticos, que levantó en Colombia un gran debate sobre las libertades públicas, como nunca antes se había producido. De modo que Turbay administra ese proceso con el Estatuto de Seguridad y a medida que se intensifica la represión contra las acciones de los grupos insurgentes, surge y se multiplica un estado de violencia. La violencia viene a ser un subproducto de la represión.
    • 1985 Cardoza Aragón, L. Guatemala [1985] Guatemala (CDH )
      Aquel color en hombres con sotana o espada siempre significó para ellos muerte y miseria.
    • 1985 García Márquez, G. Amor [1987] Colombia (CDH )
      En el centro de la biblioteca, sobre el escritorio de su padre, estaba tendido sin ataúd el que fuera Juvenal Urbino de la Calle, con el último espanto petrificado en el rostro, y con la capa negra y la espada de guerra de los caballeros del Santo Sepulcro. A su lado, de luto íntegro, trémula pero muy dueña de sí, Fermina Daza recibió las condolencias sin dramatismo, sin moverse apenas, hasta las once de la mañana del día siguiente, cuando despidió al esposo desde el pórtico diciéndole adiós con un pañuelo.
    • 1985 Merino, J. M. Orilla oscura [1995] Esp (CDH )
      Pero pocos instantes después, el ademán inconfundible de un san Marcelo con la espada en una mano y grandes ropajes le devolvió la que, en igual actitud y con el mismo tamaño y policromía, presidiera sus misas infantiles en aquella ciudad del otro lado del mar. Observó con mayor detenimiento las otras figuras y su sorpresa se hizo abrumadora: imágenes entrevistas en las iglesias familiares, o sobre algún altarcillo casero, o en el misal materno, que conservaba cuidadosamente entre sus hojas los recordatorios de multitud de primeras comuniones y de óbitos, en que se reproducían, estaban todas aquí, rodeándole con la firme seguridad de una existencia real: el san Diego negro y el dulce nombre niño, carigordo, vestido de blanco, flanqueaban a María dormida, a María muerta en su ataúd de cristal, envuelta en gasa y rodeada de flores de papel y tela, con un rosario entre las manos pálidas, finas, lánguidas, y un brillo sutil bajo los párpados vencidos. Alrededor estaban la pequeñas urnas con figuras de tres palmos y un gran belén con imágenes rechonchas ante aquel forillo que tanto le sorprendía de niño, pues representaba un paisaje fluvial.
    • 1985 Merino, J. M. Orilla oscura [1995] 152 Esp (CDH )
      Habló de lanzas, espadas, flechas.
    • 1986 Cabrera Infante, G. Habana [1993] 411 Cuba (CDH )
      Espada, caballeros. Miré la hora. No era tan tarde para La Habana, que solía ser una ciudad nocturna, que dejaba atrás los hábitos de aldea andaluza cada día más y se acercaba ahora a esa calidad noctámbula de la vida en la noche de una capital. Mi ideal era vivir de noche, atender a mis asuntos y a mis amores, dormir de día y suicidarme ante un edicto adverso, abriéndome las venas bajo una ducha tibia. Petronio, servidor de mi Cesar. De regreso de Roma no creía que Margarita se hubiera acostado todavía.
    • 1986 Díez Rdz, L. M. Fuente edad [1993] Esp (CDH )
      Toribia alargó el brazo y cruzó la badila como una espada.

      — De testigos os quiero. Porque aquí ya no hay ni clientela ni negocio. Esta es la casa de un degenerado.

    • 1986 Díez Rdz, L. M. Fuente edad [1993] Esp (CDH )
      Llevaba en una mano la campanilla que batía entre sus cantinelas, y en la otra el espadín de su padre, alzado con el gesto amenazador del ángel que portara la espada de fuego.
    • 1986 García Ramis, M. Felices días [1995] 142 Puerto Rico (CDH )
      Gareth de Orkney el triste y Gallahad, el más puro y dulce de los hombres, y a la espada Excalibur. Pero sobre todo, supe que mi héroe era Arturo, el que fracasó en su intento, el sabio, muerto sin razón, llorado por las reinas ataviadas de negro, su cuerpo viajando en la barca que navega por el río arropado de niebla.
    • 1986 Skármeta, A. Cartero Neruda [1996] Chile (CDH )
      — Ya que estamos en Shakespeare, te contestaré como Mercurio cuando lo ensarta la espada de Tibaldo.
    • 1986 Soriano, O. Rendido león [1987] Argentina (CDH )
      El francés hubiera preferido que Mister Burnett y el commendatore Tacchi usaran la nobleza de la espada para lavar la afrenta a primera sangre, pero el británico se negaba a entrar en razón.
    • 1988 Aguilera Malta, D. Pelota [1988] Ecuador (CDH )
      De esos felices tiempos recordaba haber visto unas estampas que los domingos les mostraba el Señor Cura. Algunas describían aspectos de la Historia Sagrada, con sus milagros y sus mártires. Otras, reproducían ángeles. Desde luego no tenían nada que ver con quien lo había salvado ahora. Éste, carecía de alas. No portaba la espada flamígera. No vestía las vaporosas ropas blancas. Pero él estaba seguro que ella era más ángel que todos los ángeles. ¿Y entonces? Tal vez tenía todo aquello, pero lo había guardado, oculto. Por otra parte, ¿para qué le iba a servir en ese barrio? No arguyó nada más, ni agregó una sola palabra. Simplemente, apoyando las manos en el suelo, trató de levantarse.
    • 1975-1988 Istarú, A. Estación Fiebre [1991] Costa Rica (CDH )
      tu boca vela de roja nervadura / para mi sed ruidosa dame / tu fuego / enervada frambuesa de tu encía / boca donde desgarrar / este grito desgreñado / donde terriblemente muerto así / ya nunca más la roja / sed encarnadísima / frambuesa y rocío espeso / tu saliva / luz distraída que se alojó en tu boca / dame espada de duro clavel / tu dentadura / para esta fiebre con su lanza / sobre mi lengua desiertos que ha fundado / su ácido encaje señora lenta / arráncame este borde cárdeno / la garra furibunda de la melancolía / para tu boca vuelo yo y la hoguera / hundir las estrellas apretadas / entre tu boca cristal sin juicio / traigo a beber el mar / dame esta granada irreprochable / un tesón de mediodías sobre tu labio menor / toda ternura tocó este nido / el anís del verano / para mi roja / dame / porque la sed / mis senos dos tigres de bengala dos / desquiciados pelícanos en llamas / hasta tu boca norte
    • 1988 Pz-Reverte, A. Maestro esgrima [1995] Esp (CDH )
      Luis de Ayala soltó una jovial carcajada y se puso a recorrer a grandes pasos la galería adornada con valiosos tapices flamencos y panoplias de antiguas espadas, floretes y sables. Tenía el cabello abundante y crespo, lo que le daba cierto parecido con la melena de un león. Todo en él era vital, exuberante: grande y fornido de cuerpo, recio vozarrón, propenso al gesto ampuloso, a los arrebatos de pasión y de alegre camaradería. A sus cuarenta años, soltero, apuesto y —según afirmaban— poseedor de notable fortuna, jugador e impenitente mujeriego, el marqués de los Alumbres era el prototipo del aristócrata calavera en que tan pródiga se mostró la España del XIX: no había leído un libro en su vida, pero podía recitar de memoria la genealogía de cualquier caballo famoso en los hipódromos de Londres, París o Viena. En cuanto a mujeres, los escándalos con que de vez en cuando obsequiaba a la sociedad madrileña constituían la comidilla de los salones, siempre ávidos de novedad y murmuraciones. Llevaba los cuarenta como nadie, y la sola mención de su nombre bastaba para evocar, entre las damas, románticos lances y pasiones tempestuosas.
    • 1988 Pz-Reverte, A. Maestro esgrima [1995] Esp (CDH )
      Cuando retornó al salón, la joven contemplaba un viejo óleo oscurecido por los años, colgado de la pared entre antiguas espadas y dagas herrumbrosas.
    • 1988 Rojo, J. A. Hotel Madrid [1988] Bolivia (CDH )
      En nuestros días ya no hay barbas blancas, tal vez porque no haya ya batallas ni espadas casi: sólo guerras anónimas. Pero los hombres siguen impasibles observando las alturas con las batas blancas de la ciencia y con complicados mecanismos. Es el futuro, como quien dice, y no hay muchos misterios sino ecuaciones que, al final, se traducen en inmensas naves donde tipos con inmensos cascos zarpan hacia el firmamento. Y después mandan desde allí fotografías y materiales varios donde los expertos descifran al detalle informaciones infinitas que otros expertos entienden a la perfección.
    • 1988 Rojo, J. A. Hotel Madrid [1988] Bolivia (CDH )
      Ni los anaqueles llenos de papeles, ni el rostro de los ancianos carcomidos por el tiempo, ni siquiera mi espada. Color y luz solamente, trozos arbitrarios que combinan un paisaje en derredor, construyendo para mis pupilas una naturaleza nueva. El silencio es tan inmenso como la nieve y el monocorde carraspeo de mis entrañas, eso, para recordarme que aún respiro, que vivo.
    • 1989 Landero, L. Juegos [1993] Esp (CDH )
      «Es como intentar tachar una equis, con pluma o espada», se dijo, y en ese instante el presente se le desplomó encima con un derrumbe de instrumentos de música.
    • 1989 Soler, R. Panamá [1989] Panamá (CDH )
      Con el apoyo de la oligarquía conservadora, el asentimiento del imperio y la flamígera espada de san Miguel Arcángel, el Santo Patrono del Partido Panameñista, Arnulfo Arias obtuvo el triunfo en las urnas, en mayo de 1968.
    • 1990 Uslar Pietri, A. Visita tiempo [1993] 25 Venezuela (CDH )
      Bombardas y fuegos de artificio estremecían los Oficios y salpicaban de falsas estrellas el cielo de la tarde. Hubo una hora en que fue creciendo el estruendo y el vocerío. Atrevidamente se metió en el templo. Parecía vacío, en lo alto de la escalera del campanario estaba un lego que miraba hacia la calle. Trepó hasta allí. Vio, como un barco en un río, avanzar por lo más apretado de la calle un grupo de caballeros, un estallido de brillos, y sedas, altas plumas, espadas, picas desnudas, entre el redoblar de tambores, y a la cabeza de todos aquel joven, apenas sonriente, que agitaba la mano para saludar.
    • 1990 Vázquez Montalbán, M. Galíndez [1993] 157 Esp (CDH )
      Nos gusta bailar para superar con el movimiento la angostura de los valles. Nuestros bailes son ágiles, bailes de hombres ágiles pero ceremoniosos, como en la ezpata-dantza en la que los bailarines son guerreros que enarbolan las espadas, las banderas sobre sus cabezas y al final alzan en alto el cuerpo del guerrero muerto, acercándolo al cielo, Jesús, siempre al Cielo, un cielo de dioses y de brujas.
    • 1990 Vázquez Montalbán, M. Galíndez [1993] Esp (CDH )
      Nuestros bailes son ágiles, bailes de hombres ágiles pero ceremoniosos, como en la ezpata-dantza en la que los bailarines son guerreros que enarbolan las espadas y las banderas sobre sus cabezas y al final alzan en alto el cuerpo del guerrero muerto, acercándolo al cielo, Jesús, siempre al cielo, un cielo de dioses y de brujas.
    • 1991 Peri Rossi, C. Babel Bárbara [2005] Uruguay (CDH )
      Con voces inmisericordes / Con coros báquicos y aleluyas / Con palacios destruidos cuyas ruinas soberbias admiramos / Con espacios blancos donde flotan irreales / barcos hundidos / Con una corte de princesas de tarot / y espadas de cartón para los juegos de la tarde / Con la fuerza del Antiguo Testamento / cuyos apocalípticos pecados / son siempre más intensos / que los mediocres desacatos del presente / Con las herejías ebrias de fe / de los hijos rebeldes de la Iglesia / Con fantasías nocturnas llenas de presentimientos / Con los presagios de los sueños / y de las hojas de los tréboles / Con la turbia mirada de los ocelotes en celo / Con esta sujeción al deseo / llamada —otrosí— abnegación / Sin ninguna simplicidad / Te amo.
    • 1992 Belli, G. Mujer habitada [1995] Nicaragua (CDH )
      que no podrían con los caballos, los bastones de fuego, las duras y relucientes espadas; que no había más que rendirse y esperar, porque sus dioses parecían más poderosos que los nuestros.
    • 1992 Posse, A. Atardecer caminante [1992] 14 Argentina (CDH )
      Se decía que ordenaba colgar a los caciques guanches de las orejas y de los pulgares contra el muro ardiente del castillo. Agonizaban hasta resultar sólo pellejos salados por el aire del Atlántico, desgarrados por los buitres. En Canarias se inventó el Imperio Atlántico que hoy goza nuestro nuevo Rey, Imperio donde nunca se pone el Sol, como tan atinadamente se dijo. Mi abuelo señaló el camino en Canarias que luego seguirían el genovés y sus hermanos; y Cortés, los Pizarros y todos los otros. Como a las Canarias, a América llegó sólo el dios de los señores. La única cruz que refulgía por allá era la de las empuñaduras de las espadas toledanas.
    • 1992 Roa Bastos, A. Vigilia Almirante [1992] 54 Paraguay (CDH )
      Me hicieron comprar uniforme, sombrero y espada de capitán general, talabartes y tiros del mejor cuero adornados con virolas de oro y plata. Me alimentaron y hasta me alojaron en sus palacios. Los aristócratas andaluces declinaron después su interés en financiar el proyecto del Descubrimiento en el cuidado de evitar disensiones con los Monarcas. «Éste es un negocio real», dijo con el semblante nublado el conde de Niebla. «No lo admitiría Su Majestad», dijo después, umbroso, el quinto conde de la Umbría.
    • 1993 Fuentes, C. Naranjo [1993] México (CDH )
      Entre todas las novedades producidas por mi capitán don Hernán Cortés para impresionar a los indios —fuego de arcabuces, espadas de fierro, abalorios de cristal— ninguna importó tanto como los caballos de la Conquista. Una escopeta lanza un estallido que se desvanece en humo; una tizona puede ser vencida por una espada india de dos manos; el vidrio engaña, pero la esmeralda también. En cambio, el caballo es, está allí, tiene vida propia, se mueve, tiene la suma de poder del nervio, el lustre, el músculo, el belfo babeante y las pezuñas como alianza del terreno, resortes del trueno y gemelas del acero. Los ojos hipnóticos. El jinete que la monta y desmonta, añadiendo a la metamorfosis perpetua de la bestia vista ahora y jamás imaginada antes, no digamos por los indios, ni siquiera por uno solo de sus dioses.
    • 1993 Sarduy, S. Cantantes [1967] Cuba (CDH )
      no es ya una, sino dos espadas las que lleva. Con el segundo cuchillo, el que se dobla pero no se parte, abre la maleza.
    • 1993 Sarduy, S. Cantantes [1967] Cuba (CDH )
      Mientras más se sutiliza la Amarilla, más líquida se vuelve, la espada que sabéis más ígnea;
    • 1994 Boullosa, C. Duerme [1994] México (CDH )
      Una espada en la mano, y cortaría a estos marimaricas la cabeza, que poco la han de usar. Prometo no tocarles su preciado culo, será lo único ponderable en sus personas. Pero no lo digo. Casi lo digo. ¿Lo digo? Ahora no son mis criados sino dos soldados quienes me escoltan.
    • 1994 Boullosa, C. Duerme [1994] México (CDH )
      No importa, reconstruyo el camino que me lleva a ellos, lo vuelvo a emprender en la imaginación, en cualquier descuido me apodero de espada y ropas de algún confiado español, sé que ataviada de mujer no soy fea, y si lo hice en Honfleur bien lo puedo hacer en Nueva España. Ya vestido así, llego a ellos, les cuento mi aventura (omitiendo mi paso por las enaguas) y esto se acabó. Pero el puro imaginarlo me incomoda. No soy gente de vivir sentada, sino de hacer, de emprender, de ocupar el cuerpo y la imaginación en cosas ciertas y llanas. Reconstruyo de un modo y otro las escenas y no consigo hacerlas calzar, algo no cuaja. Es por este maldito ataúd, ¿quién podría sentirse bien envuelto en él? Tengo una de mis muñecas sobre el pecho abierto y empieza a incomodarme la herida, pero no puedo moverme; no sé si haya alguien escuchándome en el salón, podrían oírme.
    • 1994 Boullosa, C. Duerme [1994] México (CDH )
      Yo ya me arremangué mis enaguas de algodón y presento la espada. Los soldados me hacen ronda.
    • 1994 Salvador Lara, J. HContemp Ecuador [1994] Ecuador (CDH )
      Pizarro trazó con su espada una línea en la arena y arengó a los 80 sobrevivientes que lo habían acompañado en la isla del Gallo, diciéndoles: "Por aquí (señalando el sur), sufrimiento y trabajos pero quizá gloria y riquezas; por allá (señalando el norte), pobreza y olvido en Panamá. ¡El que sea buen castellano, escoja!" Y uniendo la acción a las palabras, él fue el primero en atravesar la raya y apenas catorce le siguieron: Cristóbal de Peralta, Nicolás de Rivera, Pedro de Candía, Domingo de Soraluce, Francisco de Cuéllar, Alonso de Molina, Pedro Arcón, García de Jerez, Antón de Carrión, Alonso Briceño, Martín de Páez, Juan de la Tor, Martín Trujillo y Bartolomé Ruiz. Como éste era el piloto del navío, Tafur le obligó a retornar a Panamá conduciendo a todos los demás expedicionarios. Trujillo murió poco después en la isla de la Gorgona, a donde Pizarro, con los pocos bastimentos que les habían dejado, condujo a los suyos, para lo cual hubo de construir una pequeña y tosca embarcación. Siete meses transcurrieron allí en medio de penalidades sin cuento, hasta que un buen día apareció un navío conduciendo a Almagro, que al fin había obtenido autorización del gobernador para rescatar a Pizarro y sus trece compañeros.
    • 1994 Solares, I. Nen [1994] 19 México (CDH )
      Con aquel sol inquebrantable que los seguía, brillaban las armaduras, las espadas, las ballestas, como recién salidas de la armería. El relincho de los caballos, el ladrido de los perros, hasta el balido de un carnero, que subía lastimoso de las bodegas, delataban unos corazones convulsos, como los corazones de todos los que iban en la nave.
    • 1994 Solares, I. Nen [1994] México (CDH )
      — Una verdadera locura ésta de hacerse a la mar, Felipe —comentaba Juan, un soldado del que se hizo amigo en Cuba compartiendo paseos a las playas de Santiago de Baracoa, hermosas nativas, algunas garrafas de vino tinto y, lo más importante, un cierto tono grave y hasta metafísico en las pláticas. Además, su mayor edad y su vasta experiencia como soldado ofrecían a Felipe, quien acababa de alistarse, una enseñanza necesarísima. Desde que se aficionó al tabaco en Cuba, Juan no soltaba una pequeña pipa de caña—. La razón debería impedirnos salir a mar abierto, abandonar a los nuestros; la tierra, que es el único sitio en donde deben asentarse nuestros pies. Lo demás es pecado —el humo de la pipa dibujándole helechos en la cara. / Felipe lo contradecía: quizá porque acababa de alistarse, pero qué emoción terrestre podía compararse con la de cruzar el gran mar, plantar sus espadas en las ardientes riberas del nuevo mundo, quemar templos diabólicos, derrumbar ídolos, sojuzgar a los idólatras, difundir la palabra de Cristo, algo que había que vivir. Felipe aseguraba que desde muy niño reafirmó su decisión de hacerse a la mar cuando, en una carpintería cercana a su casa en Sevilla, veía cepillar un gran mástil, o cuando las sábanas que se oreaban en el patio le semejaban, ya, velas hinchándose. Podía estarse horas a la sombra de un velamen, mirando las olas, con el alma a salvo. / — El putañero, que también soy, lo dejo en tierra. El mar me redime. / — El mar es la nada, de la que venimos y a la que vamos —replicaba Juan, el polemista. / El alistamiento como soldado y la partida de Sevilla rumbo a Cuba habían reconciliado un tanto a Felipe con su madre y con su abuelo, con quienes vivía desde que su padre, también soldado, murió en la campaña de Italia. Un tanto pero no lo suficiente. La relación estaba seriamente afectada desde tiempo atrás. Una espina en el corazón de los tres, te juro, algo con lo que no podía más. ¿Tienes alguna idea de lo que es vivir, como hijo único, con tu madre y con tu abuelo? O pones muros o mar de por medio o te condenas a las llamas eternas definitivamente, ahí mismo, en tu propio hogar. O el convento o las armas, sencilla elección si mi vocación religiosa acababa de frustrarse dramáticamente. Después de todo, un soldado español es alguien, ¿no? Las comisuras de la boca de Juan se distendieron en una mueca sarcástica. / Dentro de un puchero, su madre le recordó a Felipe la sangre aragonesa y catalana que llevaba en las venas por el lado de ella, casi nada. Los aragoneses conquistaron las Baleares, Sicilia, Cerdeña, Córcega y los lejanos ducados de Atenas y Neopatria en Grecia. Por otra parte, por la rama de su abuela materna, los catalanes fueron los últimos soldados que combatieron en los muros de Constantinopla contra las huestes de Mahomet II. Soldado español, hijito mío. Hasta un pez que quisiera cruzar el Mediterráneo debía llevar sobre sus escamas las barras de Aragón. ¿Cómo no correr detrás de tal relumbre? / — Una locura. / — ¿Cuál? / — Ésta, la de ser soldados. / — ¿Y el convento? / — Peor. / — ¿Entonces? / — Darse cuenta de que todo es locura y ya, qué más. Locura que transita por las calles enmascarada, sube a las naves, toma las amas, descubre nuevos mundos; locura implícita en el orden establecido, en las leyes que nos gobiernan. Locura pura. ¿Sabías que en tu amada Sevilla hay ahora una ley que prohíbe pintar cruces blancas en los basureros y en las puertas de los burdeles?. Dice la ley que con esas cruces no sólo no se evitaban basureros y burdeles, sino que se da lugar—nomás imagínate— a basureros y burdeles en apariencia santificados con cruces blancas a sus entradas. ¿Lo sabías? Entérate de lo que sucede a tu alrededor. / Los labios de Felipe se curvaron apenas en un mohín conciliatorio. Juan continuó, enfático. / — La ventaja es que nosotros los soldados tenemos nuestras propias canonjías, te lo reconozco. Encontré en uno de los arcones que acabamos de bajar a la bodega este trozo de las Noticias de Madrid, por ahí olvidado. Tú sabes que ni siquiera Madrid —donde el gobierno evita normalmente que permanezcan tropas, con excepción de las guardias reales escapa a las fechorías que cometen nuestros queridos compinches. Qué gremio el nuestro, Felipe. Oficiales en desgracia que asedian las oficinas del Consejo de Guerra y las antecámaras de palacio; inválidos de guerra, verdaderos o simulados, que solicitan la calidad de los transeúntes narrando sus hazañas, ablandando los corazones más duros; soldados que saben lo que es el hambre y están dispuestos a apagarla aun a costa de la cárcel. Soldados de España, en fin, que nos refieren a lo más sagrado que poseemos, ya no se diga a lo familiar como en tu caso. Por eso mira, lee este trozo de nota, entérate. / "No hay noche de Madrid en que ladrones y soldados no vuelvan a cobrar nuevas víctimas, que por lo general amanecen en las calles, muertos o heridos; lo mismo que casas escaladas y doncellas o viudas llorando violencias y robos. Tanto puede la confianza que tienen los soldados españoles en ser protegidos por el Consejo de Guerra, que se han vuelto un peligro público. En Madrid han muerto atrozmente, en tan sólo los últimos quince días, setenta y están heridos en los hospitales otros cuarenta, entre mujeres y hombres atracados. Hazañas éstas de soldados, defensores de la patria." / Y Juan metió el mar dentro de una voluta de humo.
    • 1995 Britton, R. M. No pertenezco [1995] Panamá (CDH )
      ¡Al calor de las copas se dicen muchas tonterías, mientras no sea necesario desnudar el pecho a la espada! Clubes políticos han florecido por todo el país aumentando la división y el odio entre partidos. Hay que ver los estandartes y símbolos que sus miembros escogen, empeñados en ser reconocidos a distancia por sus enemigos; cintas azules, bayetones rojos, cualquier cosa con tal de fomentar nuevos conflictos. Detrás del escudo de reformas sociales se esconden tantas ambiciones y mezquindades... "¿Qué sería de los nuevos granadinos si nos quitaran la política?" piensa José Hilario, mientras frota con la mano enguantada la empuñadura de plata de su bastón, en un gesto de elegante hastío. La luz mortecina de un atardecer de invierno tiñe de gris los vidrios empañados por el calor de la multitud, que atiborra la sala. La gente sigue llegando mientras algunos esclavos proceden a encender las bujías colocadas en altos candelabros.
    • 1995 Britton, R. M. No pertenezco [1995] 154 Panamá (CDH )
      En abril del cincuenta y cuatro, Melo se presentó ante el Presidente Obando, ofreciéndole la dictadura, posición que sería respaldada por sus tropas. Pero al Presidente aún le restaba un resquicio de nobleza y rechazó la propuesta, aunque no se atrevió a ofrendar su espada en contra de tamaña infamia.
    • 1995 Villena, L. A. Burdel Byron [1995] 48 Esp (CDH )
      Pero yo soy un buque negro. El oscuro corazón de los sueños. Mi madre murió y sentí un vacío que no esperaba. Aquella mujer despótica y borracha, ¿qué luz guardaba sobre mí, qué aliento? Después murió Edleston, apenas cumplidos los veintiún años. Me hicieron llegar el corazón de cornalina roto. ¿Tú sabes, Lily —bebía champán—, qué siniestro Dios ha erigido este mundo? Un Dios que se manifiesta a los judíos y se oculta a los negros, un Dios que hace sufrir a los inocentes hasta el delirio, y pone espadas en las manos de sus sectarios que las utilizan para combatirse entre sí. Un Dios que hizo un mundo para deshacerlo. El pobre Edleston era la belleza que se eleva en la inocencia. Como todos los muertos jóvenes está en un altar de deseo. Se ha llevado, para mí, la música suave de la carne. Ahora es un pudridero y sólo puede habitar el recuerdo: quizá un recuerdo manchado... Seguía bebiendo champán.
    • 1995 Villena, L. A. Burdel Byron [1995] 87 Esp (CDH )
      Darse cuenta de que se había casado con un hombre hermoso y por tremendo que fuera él, no negarse, nunca negarse entonces a la alegría. Byron exclamó: ¿Thammuz? Un nombre muy bello para Sigfrido. Le llamaré Sigfrido. Algo lejos de lo que había esperado yo, el Lord estrechó fuertemente, con aires espartanos, la mano larga de Sigfrido. Quiero que entres en seguida a mi servicio. ¿Sabes batirte? ¿Te gustan las espadas? Thammuz/Sigfrido dijo que no sabía. Byron le respondió que cuidaría de inmediato de su aprendizaje. Y empezó un discurso —que no puedo recordar— sobre la virtud de las armas. Le vi contento. La verdad es que yo esperaba algo similar a una escena de arte: Sigfrido desnudo posando ante el Lord.
    • 1996 Santiago, E. Sueño América [1996] Puerto Rico (CDH )
      Los vendedores ofrecen globos, piraguas, algodón azucarado, pretzels calientes, espadas plásticas que se iluminan, peluches. Todo lo que ven, Janey y Johnny lo quieren y Darío se para en casi cada quiosco para comprárselo.
    • 1999 Varela, B. Concierto animal [2001] 241 Perú (CDH )
      soñamos como vivimos / esperando sin certeza ni ciencia / lo único que sospechamos definitivo / el acorde final en esta vaga música / que nos encierra / a veces la duda / explícita como una flor / con pétalos y señales nos induce / a girar en nuestros ejes / a tener sed / a beber entintando labios imaginados / en el odre más viejo y mortal / lugar oscuro sitio de luz / sería el cielo en el ojo que se mira / en la mano que se cierra / para asirse a sí misma / en lo inmensamente abierto / a la postre como quien cierra un ataúd / o una carta / un rayo de sol / como una espada asomará para cegarnos / y abrir de par en par la oscuridad / como una fruta asombrosamente herida / como una puerta que nada oculta / y sólo guarda lo mismo
    • 2000 Fdz Retamar, R. Siempre [2000] Aquí Cuba (CDH )
      / La noche va a ser cortada por un viaje como por una / espada.
    • 2000 Fdz Retamar, R. Otro poema conjetural [2000] 92 Aquí Cuba (CDH )
      / Cómo no repararon en que laberintos, bibliotecas, tigres, / espadas, saberes occidentales y orientales / Eran transparentes metáforas del pobre corazón de aquel / muchacho / Que simplemente quería ser feliz con una muchacha / Como sus amigos corrientes en Buenos Aires o en Ginebra.
    • 2000 Quesada, R. Big Banana [2000] 125 Honduras (CDH )
      Tal como Leo lo decía, no había duda en transportarse inmediatamente desde Aqueduc Avenue del Bronx hasta alguna zona montañosa de Centroamérica para hacerle eco a Francisco Morazán y combatir junto a él, ganar batallas a caballo y espada.
    • 2001 Obando Bolaños, A. Violento paraíso [2001] Costa Rica (CDH )
      Semejan, quizá, colas de cometas o espadas repentinas que se desvanecen entre los rincones tan pronto han aparecido.
    • 2001 Obando Bolaños, A. Violento paraíso [2001] 107 Costa Rica (CDH )
      Estos nuevos habitantes serán feroces cazadores —como los gatos— cuando tengan que serlo, y serán luego quietas estatuas de ébano y alabastro —como los gatos— cuando tengan que serlo. La muerte será solo una falta de comida o una falta de tacto a la hora de saltar de las murallas o los templos hasta las cisternas. Nada más. Una incomodidad transitoria que se resolverá de inmediato en la nueva quietud, en la nueva ferocidad y necesidad de sexo y comida que el nuevo inicio marcará para cada uno de ellos. No será un fin ni un principio sino un abultamiento en la cadena de donde agarrarse para seguir adelante. Krys soñará todo esto en el fondo del laberinto que será su ciudad mágica junto al lago, su templo de hachas y espadas y gatos y recuerdos que no dejará lugar a dudas de quienes fueron sus constructores; los niños más ancianos del mundo, los que siempre buscaron el pasado en el futuro y así aprendieron a no distinguir uno del otro. La ciudad tendrá el sello de un pueblo que representa a los demás pueblos, o los representa a todos en sus características esenciales. Por eso será importante reconstruir la ciudad con todo y su basura y su decadencia, para que el monumento de Krys sea total, y ella, desde la cisterna donde administra el destino de los gatos, pueda sonreír en la noche eterna cuyo único fin sería, entonces, adorar cada vez más la ausencia del tiempo.
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      espada [...] f. Arma blanca, larga, recta, aguda y cortante, con guarnición y empuñadura [...].
    • 1998-2002 Fresán, R. Velocidad Cosas [2002] Argentina (CDH )
      Avancé rumbo al departamento fotográfico por los pasillos de la redacción con la fotografía en alto como si se tratara de una espada y no demoré en darme cuenta de que una pequeña multitud me seguía. Estoy seguro que fui feliz, que fue el momento más feliz de mi vida. Yo abría la marcha y Chivas Gonçalves Chivas cerraba la procesión y no pude evitar pensar que estábamos unidos por un vínculo tangible e imposible de negar que, si bien no éramos parte de un único ser indivisible, yo bien podía aspirar a ser su brazo derecho, su escudero, su segundo de a bordo, su hombre de confianza y, con el tiempo, el perfecto amanuense para narrar su leyenda. Boswell o Watson.
    • 2002 Mtz Salguero, J. Combate místico [2002] Bolivia (CDH )
      La espada le cortó en la frente abriéndole una herida. La sangre le impedía ver.
    • 2005 Cardenal, E. Versos Pluriverso [2005] 74 Nicaragua (CDH )
      / Después las primeras riquezas y las primeras espadas.
    • 2005 Cardenal, E. Versos Pluriverso [2005] 74 Nicaragua (CDH )
      / Las espadas aparecen con el bronce / y ya no ha habido paz hasta hoy.
    • 2005 Iwasaki, F. Neguijón Perú (CDH )
      Si había pelea, motín o venganza, les convenía esconderse o simplemente alejarse del zafarrancho, pues Linares y el «Muñones» habían sobrevivido gracias a su talento para escribir memoriales y billetes de amor, y no precisamente por sus habilidades con la espada o los puñales.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] f. Arma blanca, larga, recta, aguda y cortante, con guarnición y empuñadura [...].
    • 2022 Arana, F. "Longinus" Pluma Caly Ar (CORPES)
      Siendo muy joven di claras muestras de mi capacidad para la pelea. No tenía temor por nada. Era bueno en el combate cuerpo a cuerpo. Terriblemente bueno. Muy fuerte. No se ha visto peleador con espada, puñal o jabalina como lo era yo. Y tan endiabladamente bueno era en el combate que todos me respetaban. Amaba ir al frente en cada una de las batallas que fueron llegando una a una a mí. Fui parte de las campañas de expansión de Roma. Luchaba para el César. Todo por el César. Conocí la verdadera gloria... Toda. Y yo era bravo. Educado con metal. Carecía de modales. Pero usted sigue pensando errado sobre el contenido de la bolsa, y sobre mi identidad...
    1. s. Frecuentemente, como complemento directo de blandir, ceñir, desenvainar, desnudar, empuñar, envainar, esgrimir o jugar.
      docs. (1140-2020) 122 ejemplos:
      • c1140 Anónimo Poema Cid [1993] 106 Esp (CDH )
        Una niña de nuef años a ojo se parava: / — ¡Ya Campeador, en buen ora cinxiestes espada! / El rey lo ha vedado, anoch d'él entró su carta / con grant recabdo e fuertemientre sellada. /
      • 2020 Riaño, P. H. Invisibles Esp (CORPES)
        Una vez en aquel pinar perdido de Classe, cerca de Rávena (Italia), una escena dantesca interrumpe su paseo y su llanto: un hombre vestido como un noble, a caballo y enloquecido, persigue a una mujer aterrorizada y desnuda. Dos mastines voraces acompañan al perseguidor, que blande una espada con la que amenaza a su presa. Y le dan caza. Los perros la muerden.
      • c1140 Anónimo Poema Cid [1993] 106 Esp (CDH )
        Una niña de nuef años a ojo se parava: / — ¡Ya Campeador, en buen ora cinxiestes espada! / El rey lo ha vedado, anoch d'él entró su carta / con grant recabdo e fuertemientre sellada. /
      • a1348 Anónimo Poema Alfonso XI [1991] Esp (CDH )
        E luego fue acostunbrado / de provar caballería: / echándose al tablado / las espadas esgremía. /
      • 1440 Rdz Padrón, J. Siervo [2003] Esp (CDH )
        E en punto, escrymió la cruel espada contra la adfortunada Lyesa, la qual, agramente llorando, fincada la rodilla delante d'él, gritando y diziendo tales temerosas palabras [...].
      • 1459 Palencia, A. Trad Triunfo militar [1996] Esp (CDH )
        Et aun más, como sy anduviera en lid, ora esgrimiendo diestramente la espada, ora governando diestramente la lança, fizo pasmar el pueblo que le mirava.
      • c1400-1498 Anónimo Baladro [1999] Esp (CDH )
        E gastará la sombra a la saña de Mercurio, pasará los términos; e el río, que es duro como fierro, desnudará la espada rebuelta.
      • c1550-1580 Luis de León Trad sacras [1990] 479 Poesías Esp (CDH )
        Por Ti la espada esgrimo; tu cuidado / haze mi braço diestro en la pelea, / y fuerte más que azero bien templado. /
      • 1588 Malón Chaide, P. Conversión Magdalena [1930] Esp (CDH )
        Y claro está que un hombre como Sansón más fácilmente envainará una espada que pesara un quintal, que una culebra, que no pesa una libra.
      • 1615 Cervantes Saavedra, M. Baños Argel [1995] 244 Comedias y entremeses Esp (CDH )
        Como persona aplicada / a la Iglesia, y no al trabajo, / mejor meneo el badajo / que desenvaino la espada.
      • c1687 Bances Candamo, F. Rey y dama [2003] Esp (CDH )
        MADAMA DE SAN POLAquella voz es del Conde, / ¡o cómo el alma imagina / lo que no desea!EL CONDE DE SAN POLConmigo / no suponéis.CARLOS DUMELINOQuien lo diga...MADAMA DE SAN POLTened.(Empuñan las espadas.)
      • 1703 Garau, F. Sabio instruido [2003] 408 Esp (CDH )
        Es possible, Señor, que inundais en diluvios la tierra toda? arrojais del Cielo la tercera parte de los Ángeles, para arder en llamas devoradoras como carbones eternos? y teneis llenas de condenados a infinitos tormentos las carceles del infierno? y aun con todo esso no aveis desembainado la espada, y solo disteis con la baina el golpe: No: ejiciam gladium, aun no he sacado la espada; aun no la he empuñado desnuda, esso se guarda para el día del juízio: Ego ejiciam gladium meum de vagina.
      • 1772 Cadalso, J. Supl Eruditos violeta [1818] 243 Esp (CDH )
        Y así sepa vmd. que blandir la espada, y gobernar la pluma lo pueden hacer todos aquellos que sean tan avarientos de gloria, como... pero al caso: digo que yo no puedo muy bien, aunque no me toca, ni jamas la he estudiado, hablar de Medicina, diciendo que esta es una ciencia muy recomendable, pues los dos objetos suyos son, conservar la salud, y restablecerla quando se ha perdido [...].
      • c1788-c1796 Forner, J. P. Exequias Leng cast [2000] 290 Esp (CDH )

        La suprema obligación de los soberanos está en celar que las leyes de la naturaleza no padezcan detrimento entre los hombres: éste fue el escalón primero que los subió a la soberanía, y su potestad, en los primeros impulsos, sólo a este fin empuñó el cetro y ciñó la espada.

      • 1808 Quintana, M. J. A España [1969] 321 Poesías Esp (CDH )
        ¡Guerra, guerra, Españoles! En el Betis / ved del Tercer Fernando alzarse airada / la augusta sombra; su divina frente / mostrar Gonzalo en la imperial Granada; / blandir el Cid su centellante espada, / y allá sobre los altos Pirineos, / del hijo de Jimena / animarse los miembros giganteos. /
      • 1834 Larra, M. J. Doncel [2003] Esp (CDH )

        Quitóse un capotillo propio de caza, púsose una loriga ricamente recamada de oro sobre terciopelo verde: vistió una fuerte cota de menuda malla; ciñó una espada y calzó las botas con la espuela de oro, insignia de caballeros de la más alta jerarquía.

      • 1834 Mtz Rosa, F. Conjuración Venecia [1993] Esp (CDH )

        Despojadas de su prerrogativa cien familias ilustres, perseguidas otras, amenazadas todas, ansían en secreto la caída de los usurpadores y el recobro de los antiguos fueros: a una voz, a un acento, no habrá noble veneciano, digno de su estirpe, que no empuñe la espada en nuestro favor.

      • 1836 Larra, M. J. Dios nos asista [2000] Fígaro Esp (CDH )
        Felizmente para todos, algunos amigos tuyos y míos, que así saben mover la pluma como esgrimir la espada, enderezaron la opinión en artículos luminosos, probando lo que ninguno debía tener olvidado [...].
      • 1844 Foz, B. Vida P. Saputo [1986] Esp (CDH )
        A su llegada le visitaron en cuerpo los del concejo, luego de formalidad y con el afecto que siempre, los dos hidalgos y medio que había en el lugar y los tres caballeros que se daban a entender que lo eran por tener caballo y ceñir espada los días festivos.
      • 1851-1860 Gmz Avellaneda, G. Dolores [1981] Novelas Cuba (CDH )
        Hizo una reverencia a la dama concluyendo esta frase, y tornando a ceñirse su espada salió precipitado del aposento.
      • 1870 Mansilla, L. V. Indios Ranqueles [1957] Argentina (CDH )
        Con la otra blandía una espada de inconmensurable largor, cuya hoja de bruñido acero resplandecía como meteoro, centelleando en ella diamantinas letras que era menester leer con la rapidez del pensamiento para adivinar que decían: In hoc signo vinces.
      • 1882 Montalvo, J. Siete tratados, II [1882] Ecuador (CDH )

        Tras que este ejemplo de rigor era justo desagravio de la autoridad ofendida, no habia otra manera de poner á raya los disparos de la ambicion, la cual se sale de madre siempre que no se le opone sino el consejo y las caricias. No en vano ciñe espada el príncipe, dice un gran averiguador de verdades: no en vano ciñe espada el caudillo de una revolucion: libertad y anarquía son cosas muy diferentes.

      • 1896 Magón Empleo [1947] Cuentos Costa Rica (CDH )

        Entró el General Guardia con su brillante uniforme de gala, sombrero elástico coronado de ancha pluma de avestruz, frac azul cubierto de bordados de laurel y encino, pantalón de ante con anchísimo galón, bota de charol hasta la rodilla y espuela de oro; ceñía banda escarlata y espada damasquina cubierta de pedrería, calzaba finísimo guante de piel de Suecia y colgaba de su pecho valiosa placa de brillantes [...].

      • 1899 Picón-Febres, G. Sargento Felipe [2003] Venezuela (CDH )
        [...] cuando la guerra atraviesa por el campo en su corcel de fuego, hambrienta de infamias y maldades, desparramada al viento su cabellera ignífera, blandiendo enfurecida la espada segadora, asordando los espacios con los truenos de su ira, espumando odio la boca y sembrando por doquiera la riza y el desastre [...].
      • 1908 Larreta, E. Gloria Ramiro [1908] Argentina (CDH )
        Acto continuo, como un hombre resuelto á desatar el nudo de modo harto breve, vistióse el coleto de ante y ciñóse la espada que le diera don Rodrigo del Aguila. Luego, desnudando la hoja, oprimió con ambas manos la guarnición sobre su pecho, para rezar de aquella guisa una larga plegaria. En acabando persignóse con la empuñadura, y haciendo correr á lo largo del acero indefinible mirada, envainóle otra vez en silencio.
      • 1926 Maeztu, R. Quijote [1981] Esp (CDH )
        En el punto preciso en que las languideces voluptuosas le van a hacer olvidarse de sí mismo, Don Juan pega un brinco, se ciñe la espada, mira en torno suyo, alza y baja los hombros y se arroja a la nueva aventura.
      • 1936-1939 Marañón, G. Conde-Duque [1990] 144 Esp (CDH )
        [...] y rozó al del Conde, lo cual bastó para que, sin más explicaciones, el irascible prócer saltase al arroyo y desenvainando la espada, «desbarrigase» con ella a todas las mulas de la carroza arzobispal.
      • 1947 Yáñez, A. Filo Agua [1992] 68 México (CDH )
        Envainen sus espadas y no expongan al pueblo... No, no, yo les aseguro que don Román es ajeno por completo y tiene más pena que yo; no vayan a molestarlo, porque sobre ser injusto, complicaría la situación; déjenlo en paz...
      • 1962 Mujica Láinez, M. Bomarzo [1996] 284 Argentina (CDH )

        Alejandro de Médicis, tal vez por orden del papa y con innegable fastidio, me ciñó las espuelas; mi abuelo me ciñó la espada; besé la punta de los dedos cesáreos; toqué con los labios su rodilla y oí al cardenal Orsini que me recomendaba por lo bajo:

        — No te enredes en la espada, Vicino. Aquí está Segismundo. Vete a casa y acuéstate a descansar.

      • 1976 Uslar Pietri, A. Oficio difuntos [1976] Venezuela (CDH )

        Le trajeron la mula aperada y el sable del viejo guerrero. Montó inmediatamente y blandió la espada. Era como su ceremonia de consagración.

      • 1985 Cardoza Aragón, L. Guatemala [1985] Guatemala (CDH )
        Mirad otra vez esta tumba cuya lúgubre pompa ¡ay! me detiene en la revista de los bienes que nos vinieron por su mano. La espada que ciñe es regalo de la reina de Inglaterra. / Tanto bien hecho a su país, tanta gloria adquirida en el extranjero, vino a recibir también el eterno sello de Dios. /
      • 1992 Belli, G. Mujer habitada [1995] Nicaragua (CDH )
        Mientras su padre buscaba evadir el conflicto, refugiado en su habitación, la madre de pie al lado de la puerta, empuñaba la espada del ángel exterminador y la expulsaba con ojos furiosos del paraíso terrenal.
      • 1996 Olivas Weston, R. Cocina Virreinato Perú [1996] Pe (CDH )

        La ceremonia se iniciaba con un juramento ante el rector y luego el maestre-escuela le confería el grado de la siguiente manera: le daba un beso en la mejilla en prueba de fraternal amistad, le ponía el anillo de oro en el dedo como símbolo de sus desposorios con la sabiduría y, a excepción de los teólogos, le ceñía la espada y le calzaba las espuelas doradas, armándolo soldado de la verdad, miembro del claustro y aspirante a los títulos de catedrático y rector.

      • 2002 Mtz Salguero, J. Combate místico [2002] Bolivia (CDH )
        Enseguida empuñó una espada y se lanzó a la carga; Calixto, sorprendido, retrocedió y levantó el bastón de peregrino que estaba próximo a él, logrando parar el golpe.
      • 2006 García Robles, H. "Trovadores y damas" El País digital. Cultural (Montevideo): elpais.com.uy/Suple/Cultural Ur (CORPES)
        Contienen también pasajes de gran belleza y expresividad, como el de Raimbaut de Vaqueiras, que narra cómo el trovador pudo acechar en su cámara a la bella Beatriz de Monferrato, por un tragaluz, viéndola en ropa íntima, ceñirse la espada de su esposo —sorprendente actitud que la dama cumple sin sospechar que es observada—.
      • 2011 Gil, J. Burlador y estragos Esp (CORPES)
        Así se explica que la única muerte que hubo que lamentar en toda la obra, la de don Gonzalo de Ulloa —curiosamente, la única figura sin tacha—, se produjera en defensa del honor de su hija, y ello porque doña Ana era noble. Los plebeyos, sin poder desenvainar una espada que la ley les vedaba ceñirse, se tuvieron que contentar con atronar la corte con sus quejas.
      • 2020 Riaño, P. H. Invisibles Esp (CORPES)
        Una vez en aquel pinar perdido de Classe, cerca de Rávena (Italia), una escena dantesca interrumpe su paseo y su llanto: un hombre vestido como un noble, a caballo y enloquecido, persigue a una mujer aterrorizada y desnuda. Dos mastines voraces acompañan al perseguidor, que blande una espada con la que amenaza a su presa. Y le dan caza. Los perros la muerden.
      • c1140 Anónimo Poema Cid [1993] 106 Esp (CDH )
        Una niña de nuef años a ojo se parava: / — ¡Ya Campeador, en buen ora cinxiestes espada! / El rey lo ha vedado, anoch d'él entró su carta / con grant recabdo e fuertemientre sellada. /
      • c1140 Anónimo Poema Cid [1993] 107 Esp (CDH )
        La oración fecha, luego cavalgava, / salió por la puerta e Arlançón passava; / cabo essa villa en la glera posava, / fincava la tienda e luego descavalgava. / mio Cid Ruy Díaz, el que en buen ora cinxo espada, / posó en la glera cuando no·l' coge nadi en casa, / derredor d'él una buena conpaña; / assí posó mio Cid commo si fuesse en montaña. /
      • 1247 Anónimo Fueros Aragón (BNM 458) [2004] Esp (CDH )
        [...] que quando algun cauallero querra perseuerar & beuir en tanta malicia. por la qual deue seer despuesto de so caueria. & de so officio quel era acomendado. quando sera uenido ad aquella sazon & ad aquella ora que el deua seer despuesto. deue se cennir el espada. Aquesto todo feito. el princep de la tierra prenda el cuytiello de la part de çaga sobre las renes. & talle la correa de la espada. assi que la espada se caya en tierra por si misma.
      • 1240-1250 Anónimo LAlexandre [2007] 153 Esp (CDH )
        El diziembre exido, entrante el janero, / en tal día naçiera e era dia santero, / el infant venturado, de don Mars compañero, / quiso çeñir espada por seer cavallero. /
      • c1250 Anónimo Vidal Mayor [1956] 437 Esp (CDH )

        (3) E si alguna uegada uiere el yfançón ad aqueill rey en periglo de muert, en batailla o en otro logar, tan ayna como aqueill yfançón coynnosciere al rey que ha menester cauaillo pora esquiuar aqueill mal, aqueill yfançón tenido es de dar el su cauaillo al rey, quoanto quiere que eill fincare depués en periglo. (4) Et eixo mismo es entre quoal se quiere cauaillero et entre aqueill qui lo cinnió de la espada.

      • 1270-1284 Alfonso X Estoria España II [1995] fol. 246r Esp (CDH )
        Et el moro cuydaua / que gelo fazie por desdennar le / et desque entendio quelo fazie por / onrrar le fue mucho alegre et començo / adezir Omillome çid Ruy / diaz el campeador el meior xristiano nin / mas onrrado que cinxo espada nin / caualgo cauallo de mill annos aca.
      • a1300 Anónimo Caballero Cisne [1979] 275 Esp (CDH )
        E desí ciñó la espada e santiguóse tres vezes, e luego despidióse del Emperador e de quantos aý estavan, e encomendólos a Dios, e entró en su batel. E començó el cisne a nadar con él e a yrse muy alegremente; assí que en poco de rato lo perdieron de vista, que nunca jamás dél pudieron saber parte.
      • a1300 Anónimo Caballero Cisne [1979] Esp (CDH )
        Señor, pues me Dios a mí quiso dar ventura acabada sobre quantas dueñas casadas fueron, en haver marido tan complido de todas las bondades en sí, sobre quantos otros que en el mundo espada pudieron ceñir, e me quiso Dios estremar a ser más desaventurada que todas, en lo perder por tan gran desaventura, pídovos por merced que, pues la mi dicha quiso Dios que fuesse, que tan desaventurada fincasse, e de todos los bienes del mundo e de todos los plazeres que en él son, que me dexedes alguna señal de las vuestras, o el escudo, o la lança, o la espada, o el vuestro cuerno de marfil, con que tome algún poco de conorte en los muy grandes pesares en que sé que ha de ser toda la mi vida, aquella poca que fuere, quando a vos no viere.
      • 1300-1305 Anónimo LCifar [2003] Esp (CDH )
        Y preguntole en Emperador cómo le fizieran cavallero y él le dixo que tuviera vigilia en la iglesia de Santa María toda la noche en pie & otro día en la mañana que fuera el Rey allá a oír missa &, la missa dicha, que se llegó el Rey al altar y que le diera una palmada y le ciñera la espada y gela desciñera su hermano el mayor.
      • 1300-1305 Anónimo LCifar [2003] Esp (CDH )
        Estonces el Emperador mandó que le vistiessen otros paños más nobles & ciñóle él la espada. & cavalgaron & fuéronse al palacio del Emperador.
      • 1300-1305 Anónimo LCifar [2003] Esp (CDH )
        E devéis aprender jugar del espada, que mucho cumple al cavallero saber bien esgremir. & devéis ser bien mesurados en comer y en bever & no ser glotones. & no habléis mucho, que el mucho fablar no puede ser sin errar y queda hombre enverguonçado por el yerro en que cayó por querer mucho fablar, & mayormente dezir mal de otro no refrenando su lengua, que el seso del hombre está debaxo la lengua; e por ende, no faze bien en callar el que sabiamente sabe fablar, como no faze bien en fablar el que fabla torpemente, que dizen que Dios escucha & oye lo que dize cada lengua. E por ende, bienaventurado es el que es más largo de sus bienes que de su palabra, que de todas las cosas del mundo está bien el hombre que aya mucha abundancia, mas no de las palabras, porque empescen las que son demasiadas. E por ende, muy mejor es al hombre ser mudo por que no fable que no que fable mal, que en todo mal fablar ay daño, tan bien para el alma como para el cuerpo, donde dize la Sagrada Escriptura que quien no guarda la lengua no guarda su alma. & si fabla hombre en lo que no es necessario ante de hora y de sazón es torpedad. E por ende, deve hombre mirar lo que dixere que sea verdad, que la mentira pone al hombre en vergüença, que no puede hombre aver peor enfermedad que ser malfablado & malcriado, que acaesce a las vezes por el coraçón grandes yerros & por la lengua grandes males; & a las vezes son peores las palabras que los golpes del cuchillo.
      • p1325 Anónimo Avisación [2000] fol. 11v Esp (CDH )
        E asy lo fazen todos los que presentes fueren. E dende adelante no n se an de injuriar syn desafio, el qual desafio es apartarse de aq uella amistança entre fijos dalgo, ca no n cae entre villanos. Despues desto algu nd cauall ero o el sen nor natural le çin ne la espada, e aq uel se llama su padrino. E a de onrrar al tal padrino en tanto que no n pelea contra el sy no n en fauor de la gua rda del rey.
      • a1348 Anónimo Poema Alfonso XI [1991] Esp (CDH )
        E luego fue acostunbrado / de provar caballería: / echándose al tablado / las espadas esgremía. /
      • c1370 Anónimo Trat Comunidad (Esc. &-II-8) [1988] Esp (CDH )

        Que q uandoalguno es puesto en grado de prinçipado legítimament e, asý como Dios, le deve ser prometida la lealtad, e lo deve om nediligent ementeservir e amar, e así mesmo deve jurar que en algunt tienpo non dexará la cavall eríanin fuyrá a muerte por onor. E el juramento fecho, dévele de çeñir una espada, e poner dos espuelas, e de allí adelante han los previllegios de los cavalleros.

      • c1400 Anónimo Mocedades Rodrigo BNP Esp. 12 [1995] fol. 196r Esp (CDH )
        Dixo Rey mucho me plaze / por que non so tu vassallo / Rey fasta que non te armasses / non deujas tener Reynado / Ca non esperas palmada de moro / njn de xpistiano. / Mas ve velar al padron de santiago / quando oyeres la missa / Armate con tu mano / Et tu te ciñe la espada / con tu mano. & tu / deciñe commo de cabo / E tu te sey el padrino. / Et tu sey el afijado / Et llamate cauallero del padron de santiago / E seryas tu mj señor / Et mandarias el tu Reynado / Essas horas dixo el rey / en tanto fue acordado. /
      • c1378-1406 Lpz Ayala, P. Rimado [1987] 189 Esp (CDH )
        A ésta traen la paz e verdat aconpañada; / rresplandesçe commo estrella, en la tierra do es guardada; / el rrey que, la touiere çeñirá muy noble espada; * / mas bien cate, si la ouiere, que la tenga bien tenprada. /
      • c1313-c1410 Anónimo Cuento Tristán Leonís [1995] fol. 73v Esp (CDH )
        [...] Ca todos aquellos caualleros / de cornualla son asaz / fermosos & bjen pareçientes / mas vos sabedes bjen / que omnes [son] & mal dito sea el rrey / que espada çiñe atales caualleros / & el rrey començo a dezir / tanto mal que non era y njnguno / delos otros que non oviese vergueña / & mayor mente gariete / auja grand malenconja del rrey / & eso mesmo el huesped & / vna donzella su fija aquien pesaua / mucho por aquellas pa[la]bras / que el rrey dezia & ansi / estovieron aquella noche en / aquel solaz conel rrey que non / fazia sino[n] escarnezer de / los caualleros de Cornualla [...]. /
      • 1427-1428 Villena, E. TradEneida Lib. I-III [1994] 470 Esp (CDH )
        E cuáles fueron puédese colligir tomó defensivas e ofensivas, porque dize sant Esidoro en este paso que se vistió perpunte, e Virgilio dize que se çiñó espada e levó dardo, siquiere alavesa, en la mano.
      • 1440 Rdz Padrón, J. Siervo [2003] Esp (CDH )
        E en punto, escrymió la cruel espada contra la adfortunada Lyesa, la qual, agramente llorando, fincada la rodilla delante d'él, gritando y diziendo tales temerosas palabras [...].
      • 1459 Palencia, A. Trad Triunfo militar [1996] Esp (CDH )
        Et aun más, como sy anduviera en lid, ora esgrimiendo diestramente la espada, ora governando diestramente la lança, fizo pasmar el pueblo que le mirava.
      • 1471-1476 García Salazar, L. Bienandanzas [2000] Esp (CDH )
        — Omíllome, Çid, vençedor de las batallas e el más onrado christiano que çiñió espada e cabalgó a cavallo.
      • 1482-1492 Rdz Montalvo, G. Amadís I y II [1991] I, 242 Esp (CDH )
        Assí despedido del rey Garínter y de la Reina, armado de todas armas, cuando quiso su espada ceñir no la halló, y no osó preguntar por ella, comoquiera que mucho le dolía porque era muy buena y fermosa [...].
      • c1400-1498 Anónimo Baladro [1999] Esp (CDH )
        E gastará la sombra a la saña de Mercurio, pasará los términos; e el río, que es duro como fierro, desnudará la espada rebuelta.
      • c1400-1498 Anónimo Baladro [1999] Esp (CDH )
        Entonces tomó el cavallero sus armas e subió encima de su cavallo e ciñó otra espada con la suya que tenía, así que levó dos espadas. E de sí tomó su escudo e su lança e fuese contra do cuidó que fallaría al rey Rión con su hueste.
      • c1499-1502 Rojas, F. Celestina [2000] Esp (CDH )

        ¡Allá, allá, con los hombres como vosotros, contra los que ciñen espada mostrad vuestras iras, no contra mi flaca rueca! Señal es de gran cobardía acometer a los menores y a los que poco pueden.

      • 1512 Anónimo Crón Popular Cid [1992] Esp (CDH )

        E, con alegría que ovo, dixo:

        "Omíllame a ti, Cid, auenturado & el mejor cristiano & más honrrado que ciñió espada & caualgó en cauallo de mill años acá.
      • 1521 Piamonte, N. HEmperador Carlomagno [1995] Esp (CDH )
        Para con vuestros enemigos son necessarias las armas, mas agora estáis entre amigos y delicadas damas que nunca vistieron armas ni ciñeron espada.
      • 1534 Boscán, J. Trad Cortesano [1994] Esp (CDH )
        «El bailar en el campo» respondió miser Federico «a mí por ninguna vía puede contentarme, ni sé qué fruto o deleite se saque dél; mas el luchar, el saltar y el correr, ya que alguno quiera todavía usallo con los villanos, hágalo a lo menos a manera de probarse y (como se suele decir) por un pasatiempo y casi por burla, no por competencia ni por honra; y aun así no quiero que se ponga en ello sino cuando tuviere casi por cierto que ha de llevar lo mejor; que no podría sino parecer muy mal y ser una cosa harto fea, quedar un caballero llevado de un villano, especialmente en lucha. Por esto creo yo que todavía será mejor dexar de hacello, a lo menos en presencia de muchos; porque en tal caso el vencer traería poca ganancia y el ser vencido mucha pérdida. También el juego de la pelota suele ser las más veces en público y es una de las cosas en que parece bien haber muchos que miren. Quiero, pues, que así este exercicio, como los otros que no son de armas, haga nuestro cortesano como cosa fuera de su oficio y de la cual no muestre querer ni esperar honra; y no parezca que ponga en ello mucho tiempo ni diligencia, aunque lo haga a maravilla bien; y no le acaezca como a algunos que, porque son inclinados a música y saben dos puntos en ella, en hablando con alguno, quienquiera que sea, luego, por poco que cese la plática, comienzan con un falsete a cantar entre dientes. Otros hay que andando por las calles, y aun por la iglesia, dan a cada paso sus arremetidas de bailar. Otros, que adondequiera que topen con un amigo suyo, luego hacen un ademán o se ponen en alguna postura de jugar de espada o de luchar o de otra cosa a que más sean inclinados».
      • c1573 Hermosilla, D. Diál pajes [2003] Esp (CDH )

        Y son: quel que ha de ser armado caballero, la noche antes, él y otros, por honrarle, velan sus armas en una iglesia, y éstas han de ser blancas dentro, denotando la limpieza con que ha de vivir; y en la mañana, en oyendo misa, ha de ir delante del rey o de otro señor que no reconozca señor en lo temporal, todo armado salvo la cabeça, y pedir la orden de caballería. Y el rey le calça las espuelas o manda a otro caballero que se las calçe. Y el mismo rey le çiñe la espada y le da un bofetón.

      • c1573 Hermosilla, D. Diál pajes [2003] Esp (CDH )
        Y después, él y los demás caballeros que allí se hallan le besan en la boca en señal de paz. Y luego llega un caballero muy prinçipal, cual el noble señala, y le çiñe la espada, y éste es su padrino. Otras particularidades que hay y lo que estas cirimonias sinifican, que todo es cosa notable, en las mesmas leyes lo podréis vos ver más cumplidamente, y yo tardaría mucho en deçíroslo y vos sacaríades poco provecho dello si no os habéis de armar caballero.
      • c1550-1580 Luis de León Trad sacras [1990] 479 Poesías Esp (CDH )
        Por Ti la espada esgrimo; tu cuidado / haze mi braço diestro en la pelea, / y fuerte más que azero bien templado. /
      • c1550-1580 Luis de León Trad sacras [1990] 499 Poesías Esp (CDH )
        Hermosísimo Esposo, / más que Adán y sus hijos esparcido / de gracias y sabroso, / y ansina más querido, / y de Dios para siempre bendecido, / ciñe tu rica espada, / prepotente de gloria y de grandeza, / y salga bienhadada / essa tu gentileza, / descúbrase a todos tal riqueza, / sobre sublimes ruedas / de justicia, verdad y mansedumbre [...]. /
      • 1582 Herrera, F. Obras [1985] 377 Poesía Esp (CDH )
        Los impios i robustos, indinados, / las ardientes espadas desnudaron / sobre la claridad i hermosura / de tu gloria i valor, i no cansados [...]. /
      • 1588 Malón Chaide, P. Conversión Magdalena [1930] Esp (CDH )
        Y claro está que un hombre como Sansón más fácilmente envainará una espada que pesara un quintal, que una culebra, que no pesa una libra.
      • 1596 Lpz Pinciano, A. Philosofía [1953] Esp (CDH )
        y en hora buena jugad la espada a dos manos, que yo espero el golpe.
      • 1598 Vega Carpio, F. L. Arcadia [1975] Esp (CDH )
        Lope de Vega Carpio es quien ha dado / La muerte a este Fitón que ocio derrama, / Con la espada que ciñe del aviso. /
      • 1598 Vega Carpio, F. L. Arcadia [1975] Esp (CDH )
        Este ligero que sobre aquel caballo juega la espada, y en cuyo pavés resplandecen diez y nueve castillos en campo rojo, * es el leonés Bernardo del Carpio.
      • 1600 Sigüenza, J. HOrden SJerónimo II [1907] 39 Esp (CDH )
        [...] es labrador insensato, que sin cultiuar la tierra espera coger las miesses, como mercader ignorante, que sin trato de auentura piensa enriquecerse, o soldado loco que sin desnudar espada espera corona y triumpho.
      • 1602-1604 Vega Carpio, F. L. Hermosura Angélica [2002] Esp (CDH )
        Angélica la bella resucita, / y amor con su hermosura a todos ciega; / Marte la espada esgrime, el asta juega, / porque ella a Venus la corona quita.
      • 1605 Cervantes Saavedra, M. Quijote I [2004] Esp (CDH )
        — ¡Oh tú, quienquiera que seas, atrevido caballero, que llegas a tocar las armas del más valeroso andante que jamás se ciñó espada! Mira lo que haces, y no las toques, si no quieres dejar la vida en pago de tu atrevimiento.
      • 1605 Lpz Úbeda, F. Pícara Justina [1977] Esp (CDH )
        Eso es no saber que Cupido jamás ciñó espada ni daga, ni embrazó adarga ni escudo, ni empuñó lanza ni chuzo, ni jugó montante ni alabarda. Son dos cosas entre sí muy diferentes cursar valentía y profesar amor, que lo uno vive en el alma y es huésped del cuerpo, y lo otro vive en el cuerpo y sólo tiene por mesonera al alma.
      • c1550-a1606 Alcázar, B. Obra poética [2001] 588 Esp (CDH )
        Déjese ya de jornada, / donde tan poco ha ganado, / y allá se muestre esforzado / con los que ciñen espada / de quien ha sido alcanzada / la victoria de un pastor. / Mirad qué mengua de amor.
      • 1615 Cervantes Saavedra, M. Entretenida [1995] Comedias y entremeses Esp (CDH )
        Quiñones¿Qué tengo de responder? / ¿Ciño espada? No la ciño. / Y más, que es mengua si riño / con... CristinaQuiñones, a placer: / que es Ocaña hombre de bien, / y espadachín además.
      • 1615 Cervantes Saavedra, M. Rufián dichoso [1995] Comedias y entremeses Esp (CDH )
        Marido¿Soy hombre yo de amenazas? / Tengo valor, ciño espada. LugoNo hay valor que pueda nada / contra las traidoras trazas.
      • 1615 Cervantes Saavedra, M. Casa celos [1995] Comedias y entremeses Esp (CDH )
        Soy más varón en las obras / que mujer en el semblante; / ciño espada y traigo escudo, / huigo a Venus, sigo a Marte [...]. /
      • 1615 Cervantes Saavedra, M. Baños Argel [1995] 244 Comedias y entremeses Esp (CDH )
        Como persona aplicada / a la Iglesia, y no al trabajo, / mejor meneo el badajo / que desenvaino la espada.
      • c1600-1618 Belmonte Bermúdez, L. Hispálica [1974] 105 Esp (CDH )
        / Quiere llegarla más al vaso amigo / para jugar de la temida espada, / cuando en el pecho un bárbaro enemigo, / una lanza le deja atravesada: / otra buscando por el aire abrigo, / la dura espalda le barrena armada, / dudando el alma temerosa y fría, / por cuál herida de las dos saldría.
      • 1621 Paravicino, H. Epitafio Felipe III [1994] 100 Esp (CDH )
        Sirvan de testigos los mismos interesados, y entre muchos, los rebeldes de Holanda, * admitidos a intermisión de guerra, con los cuales (esperando su reducción y juzgando su legítimo dueño acción más propia de sí el perdón que el castigo), si no envainó la espada, levantóla.
      • p1622 Quiñones Benavente, L. Abadejillo [2001] Jocoseria Esp (CDH )
        Salí aquí, suelo gallina.Desnuda la espada. JuanaRepórtese, y dadle presto / un paño con que se limpie.
      • p1622 Quiñones Benavente, L. Borracho [2001] Jocoseria Esp (CDH )
        GalánMete mano, o por vida...

        Métesela en el seno.

        SoldadoYa la tengo metida.GalánDesnuda aquesa espada. SoldadoA las doncellas / no las desnuda nadie, sino ellas.GalánDesabrígala, digo.
      • 1624 Vega Carpio, F. L. Circe [2003] Esp (CDH )
        Jugaba dos espadas y dos mazas con notable gallardía y destreza y, en medio de esta fiereza y valentía, escribía y hablaba tiernamente.
      • 1626 Céspedes Meneses, G. Soldado Píndaro [1975] Esp (CDH )
        Ceñíme espada, no sin cuerpo y edad suficiente a regirla; entrava ya en diez y ocho años, y dos antes, gracias al generoso arrimo de don Gutierre, me avía echo en todas armas algo plático y diestro.
      • c1630 Rojas Zorrilla, F. Obligados [1963] 35 Esp (CDH )
        / Cencerrea la guitarra, / va a jugar zaino y cruel / espada, daga y broquel, / después a tirar la barra.
      • 1633 Paravicino, H. Oración fúnebre sor Margarita [1994] 333 Esp (CDH )
        No tengamos ánimo, ni para hablar en ella, para remediarla sí, que cuando Dios más justiciero desnuda la espada, filos de rayo, dice Moisés * que la da, y suele tener bien espaciosos siglos los rayos para formarse ellos [...].
      • 1631-1634 Quiñones Benavente, L. Dueña [2001] Jocoseria Esp (CDH )
        ViejoYa está dentro.

        Mete la mano en el seno.

        BernardoDesnude la espada, digo. ViejeteFuera en la calle muy feo / desnudar una doncella.
      • c1638 Rojas Zorrilla, F. Entre bobos [1995] Esp (CDH )
        CABELLERA ¿Quién es? / Es el mejor caballero, / más bizarro y más galán / que alabar puede el exceso; / y a no ser pobre, pudiera / competir con los primeros; / juega la espada y la daga / poco menos que el Pacheco / Narváez, que tiene ajustada / la punta con el objeto; / si torea, es Cantillana; / es un Lope si hacer versos; / es agradable, cortés, / es entendido, es atento, / es galán sin presunción, / valiente sin querer serlo, / queriendo serlo bienquisto, / liberal tan sin estruendo / que da y no dice que ha dado, / que hay muy pocos que hagan esto.
      • 1640-1642 Saavedra Fajardo, D. Empresas [1999] 282 Esp (CDH )
        Esta no puede detenerse mucho en responder, y aquélla sí. Seyano, aunque tan valido de Tiberio, le hablaba por memoria. Pero hay negocios de tal calidad, que es mejor tratallos que estribillos, principalmente cuando no es bien dejar la prenda de una escritura, que es un testimonio perpetuo, sujeto a más interpretaciones que las palabras, las cuales, como pasan ligeras y no se retienen fielmente, no se puede hacer por ellas reconvención cierta. Pero, o ya responda el príncipe de una, u de otra suerte, siempre es de prudentes la brevedad, y más conforme a la majestad de los príncipes. Imperial la llamó Tácito. De la lengua y de la espada se ha de jugar sin abrirse; el que descubre el pecho peligra. Los razonamientos breves son eficaces y dan mucho que pensar. Ninguna cosa más propia del oficio de rey que hablar poco y oír mucho. No es menos conveniente saber callar que saber hablar. En esto tenemos por maestros a los hombres, y en aquello a Dios, que siempre nos enseña el silencio en sus misterios.
      • 1597-1645 Quevedo Villegas, F. Poesías [1969-1971] Esp (CDH )
        Aquí una mano violenta, / más segura que atrevida, * / atajó el paso a una vida * / y abrió camino a una afrenta; * / que el poder que, osado, intenta * / jugar la espada desnuda, / el nombre de humano muda / en inhumano, y advierta / que pide venganza cierta / una salvación en duda.
      • 1679 Abarca Bolea, A. F. Vigilia y octavario SJuan Baptista [1994] 86 Esp (CDH )
        Pasaba sin otros cuidados, sólo puesta la mira en el Criador, agradeciendo las grandes misericordias que usaba con quien jamás supo servirle. Y una tarde que, cuando el sol llega a su ocaso, contemplaba las divinas grandezas, oí unas lamentables voces que salían de un vecino collado y, sin poder distinguir si la voz era humana o silbos de alguna espantosa fiera, armado con la señal del católico, arrimado a un ñudoso y familiar bastón y ayudado del valeroso ánimo, subí el repecho y, escudriñando cuevas y requiriendo peñas, di con la causa de mi admiración. Entre las quiebras de dos peñas fuertes formó la naturaleza un valle tan profundo que sólo pudiera la temeridad emprender a sondalle. En este, pues, sepulcro de vivientes se oían tristes lamentos; apliqué el oído por si podía entender algo y, aunque conocí ser persona humana, no pude entender lo que articulaba su voz, ya por distinta de mi nativa lengua, ya porque las congojas de quien hablaba no dieron lugar a declararse. Quitóme el temor el verla sin compañía en su desdicha y, deseoso de socorrerla, busqué trazas cómo dar paso franco a la inhabitable profundidad. Pulí un pedernal, ayudado de la espada que siempre ceñí; con ambas cosas fui aliñando unos agudos palos, cuyas puntas clavé en las peñas, que, aunque con poca seguridad, pude llegar hasta el fin de mi deseo. Hallé tendida en la tierra a una mujer de tan hermoso rostro que pude juzgar ilusión lo que veía prodigio. Traía prendido el cabello con ricos lazos de perlas y piedras de inestimable valor; el traje, tan incógnito a mis ojos como la lengua a mis oídos; toda ella era un perfecto dechado de la Madre del Amor, en la hermosura, y un retrato de Diana en los instrumentos bélicos de que iba pertrechada, milagro de la divina providencia no haberla muerto las mismas flechas que llevaba para su defensa. Dila a entender, con cortesana demostración, que era hombre y no fiera, que, según mi erizado pelo y rotos vestidos, pudo imaginallo. Hícele señas de subirla al monte; admitiólo con apariencias agradecidas.
      • c1687 Bances Candamo, F. Rey y dama [2003] Esp (CDH )
        MADAMA DE SAN POLAquella voz es del Conde, / ¡o cómo el alma imagina / lo que no desea!EL CONDE DE SAN POLConmigo / no suponéis.CARLOS DUMELINOQuien lo diga...MADAMA DE SAN POLTened.(Empuñan las espadas.)
      • 1703 Garau, F. Sabio instruido [2003] 408 Esp (CDH )
        Es possible, Señor, que inundais en diluvios la tierra toda? arrojais del Cielo la tercera parte de los Ángeles, para arder en llamas devoradoras como carbones eternos? y teneis llenas de condenados a infinitos tormentos las carceles del infierno? y aun con todo esso no aveis desembainado la espada, y solo disteis con la baina el golpe: No: ejiciam gladium, aun no he sacado la espada; aun no la he empuñado desnuda, esso se guarda para el día del juízio: Ego ejiciam gladium meum de vagina.
      • 1703 Garau, F. Sabio instruido [2003] Esp (CDH )
        y empuñar por caiado la lanza, o jugar como la onda la espada. Non possunt, quia non vsum habeo. Quitamelo allá; que si me crié Pastor, solo como pastor venceré.
      • 1723 Oviedo Baños, J. HConquista Venezuela [2002] Venezuela (CDH )
        No con menos confusión se hallaban por su parte los infantes, pues oprimidos de la muchedumbre de los indios, aún no tenían desahogo para jugar las espadas; pero como el valor en los aprietos suele valerse de vna temeridad para lograr vn remedio, viéndose ya quasi perdidos y que los indios aclamaban con repetidas voces la victoria, fiados Juan de Campos y Alonso de Grados en las fuerças corporales con que adornó su robustez naturaleza, atravesaron por medio de el exército enemigo en busca de Cayaurima, y encontrándolo en la frente que hacía oposición a los ginetes, se abrazaron con él, cargándolo entre los dos para llevarlo prisionero. Acción, que advertida por Cobos, conoció luego consistía en el buen sucesso de ella la felicidad de aquel empeño en que se hallaban todos, y para que no la malograsse algún descuido, haciéndoles espaldas con parte de los cavallos, los fue comboyando, hasta que amparado de el abrigo de el alojamiento quedó assegurado en él el prisionero.
      • 1724 Palomino Castro Velasco, A. Parnaso español [1936] 106 Esp (CDH )

        El Señor Archiduque Alberto y la Serenísima Señora Infanta Doña Isabel, su esposa, hicieron dél mucha estimación; porque habiéndoles retratado, con grande acierto, sentados en sus sillas; le ciñó espada dicho Señor Archiduque en presencia de su consorte, y le puso a el cuello una riquísima cadena de oro; llamándole honra de su Patria. Sacóle también un hijo de pila, y le pusieron por Su Alteza, el nombre de Alberto; y muchas veces le venía a ver a sus casas cuando asistía en Ambers.

      • 1727-1728 Torres Villarroel, D. Visiones [1991] 321 Esp (CDH )
        Éstos acechan a los obispados para cargarlos de pensiones, que después hacen caballeratos; y arrojan el cuello, se ciñen espada, y son clérigos pegotes que roen de la Iglesia sin servirla en nada.
      • 1772 Cadalso, J. Supl Eruditos violeta [1818] 243 Esp (CDH )
        Y así sepa vmd. que blandir la espada, y gobernar la pluma lo pueden hacer todos aquellos que sean tan avarientos de gloria, como... pero al caso: digo que yo no puedo muy bien, aunque no me toca, ni jamas la he estudiado, hablar de Medicina, diciendo que esta es una ciencia muy recomendable, pues los dos objetos suyos son, conservar la salud, y restablecerla quando se ha perdido [...].
      • 1778 Fdz de Bobadilla, J. Almirante Alpárez Talan Delze Historia de Costa Rica Costa Rica (CDH )
        En fee de lo cual mando yo el Gobernador se le libre título de Capitán, dando como da el referido Almaral, y yo en nombre del Rey mano, fee y palabra de mantener recíproca paz y tranquilidad, cuyo contrato se concluyó dándonos las manos y entregándole el bastón en el R.l nombre de S. M. (que Dios guarde), como lo pide, y ciñéndole la espada, cuyo acto quedó así concluido y lo firmó conmigo los supradhos.
      • 1796 Basadre, V. Memoria comercio [1985] Memorias Veracruz México (CDH )

        Si la profesión de los ejercicios se debe medir por sus utilidades ¿quién será tan obstinado que se oponga a rendir los primeros elogios al comercio que según el canciller Bacon es la basa fundamental de la felicidad pública? [...] por desgracia de nuestra nación se cuentan muchos hombres que fundando el valor de la nobleza en el nacimiento, desprecian todos los ejercicios por útiles y benéficos que sean y creen incompatible con su orgullo y vanidad todo lo que no sea ceñirse una espada, o vestirse una toga y se olvidan que estas clases son gloriosas, no por otro título que porque aquélla sirve intrépidamente cuando conspiran nuestros enemigos a oprimir nuestra libertad, y ésta porque cuida de hacernos justicia en nuestras quejas, al mismo tiempo que conserva el rigor de las leyes, alma de la tranquilidad, con que si éstas son tan bien recibidas por las ventajas que producen al Estado, no debe ser menos honrosa, atendida y estimada la del comercio influyendo tanto sobre el aumento y prosperidad de los reinos.

      • c1788-c1796 Forner, J. P. Exequias Leng cast [2000] 290 Esp (CDH )

        La suprema obligación de los soberanos está en celar que las leyes de la naturaleza no padezcan detrimento entre los hombres: éste fue el escalón primero que los subió a la soberanía, y su potestad, en los primeros impulsos, sólo a este fin empuñó el cetro y ciñó la espada.

      • 1808 Quintana, M. J. A España [1969] 321 Poesías Esp (CDH )
        ¡Guerra, guerra, Españoles! En el Betis / ved del Tercer Fernando alzarse airada / la augusta sombra; su divina frente / mostrar Gonzalo en la imperial Granada; / blandir el Cid su centellante espada, / y allá sobre los altos Pirineos, / del hijo de Jimena / animarse los miembros giganteos. /
      • c1798-1809 Álvz Cienfuegos, N. Poesías [1980] 96 Esp (CDH )
        Sí: que al oirle desnudar la espada / tiemblan los muros de diamante, tiemblan / ríos y montes.
      • c1789-p1810 Marchena, J. Poesías [1892] Esp (CDH )
        Desciende, del sagrado / Monte, Calíope santa, y las loores / De Batilo me inspira; dí cuál fuera / De los brazos de Baco y los amores / Por Temis arrancado: / Cuál la Diosa severa / Blandir le enseña la amenazadora / Espada del delito vengadora.
      • 1799-1815 Conde de Noroña Poesías [1871] Esp (CDH )
        Y aunque ya sin vigor, ánimo ostenta. / Segunda vez atruena el bronce herido / Los montes cavernosos; / Levántanse clamores horrorosos, / Mézclase el vencedor con el vencido, / Y la Muerte, cansada, / Desea que se envaine ya la espada. /
      • c1790-a1820 Arjona, M. M. Poesías [1871] Poesías Esp (CDH )
        Haciendo huir en vergonzosa fuga / A los muy pocos que con vida dejas. / Ya esgrimas, como médico ó soldado, / O la espada ó la pluma en las recetas, / Los campos-santos guardan tus trofeos, / Y las campanas tus victorias cuentan.
      • c1790-a1820 Arjona, M. M. Poesías [1871] Poesías Esp (CDH )
        Cuando á nuestros campos / La gente otomana / Sus tropas dirige / Y acude á las armas, / En nuestra defensa / Desnuda la espada / Santiago el Grande / La hueste comanda. /
      • c1790-a1820 Arjona, M. M. Poesías [1871] 507 Poesías Esp (CDH )
        Y más, al mirar, gime, / Patente ya la célica morada, / Y que airado no esgrime / El serafin flamígero la espada; / Que nuevo eden de vida / A delicias sin término convida. / Mas ¿dónde, lira mia, / Dónde tu dulce admiracion te lleva? /
      • c1790-1823 Arriaza, J. B. Poesías [1822-1826] I, 1ª, 71 Esp (CDH )
        Si por cumplir el cargo que escogiste, / Cual valeroso jóven sobresales; / Aspirando á virtudes mas sublimes / La dura espada involuntario esgrimes. /
      • 1834 Larra, M. J. Doncel [2003] Esp (CDH )
        En medio del furor de guerrear que debía animar a todos en aquella época, algunos ministros del Altísimo no dudaban acompañar las huestes, armados a la vez como los guerreros, y aun cuando no desenvainasen en las lides la poderosa espada de Damasco y de Toledo para herir con ella al enemigo, esta costumbre arrastraba a algunos a autorizar trances de rebelión del soberbio rico-hombre contra la majestad de su rey y señor natural.
      • 1834 Larra, M. J. Doncel [2003] Esp (CDH )

        Quitóse un capotillo propio de caza, púsose una loriga ricamente recamada de oro sobre terciopelo verde: vistió una fuerte cota de menuda malla; ciñó una espada y calzó las botas con la espuela de oro, insignia de caballeros de la más alta jerarquía.

      • 1834 Mtz Rosa, F. Conjuración Venecia [1993] Esp (CDH )

        Despojadas de su prerrogativa cien familias ilustres, perseguidas otras, amenazadas todas, ansían en secreto la caída de los usurpadores y el recobro de los antiguos fueros: a una voz, a un acento, no habrá noble veneciano, digno de su estirpe, que no empuñe la espada en nuestro favor.

      • 1836 Larra, M. J. Dios nos asista [2000] Fígaro Esp (CDH )
        Felizmente para todos, algunos amigos tuyos y míos, que así saben mover la pluma como esgrimir la espada, enderezaron la opinión en artículos luminosos, probando lo que ninguno debía tener olvidado [...].
      • 1836 Larra, M. J. Horas invierno [2000] Fígaro Esp (CDH )
        El Norte hubo de desenvainar la espada de Waterloo, y lanzó contra el principio democrático el credo de la Santa Alianza.
      • 1836 Larra, M. J. Necrología Campo Alange [2000] 628 Fígaro Esp (CDH )
        Alistado voluntariamente en las filas de los defensores de la causa de la libertad y del Mediodía de Europa, desenvainó la espada, y desgraciadamente para no volverla a envainar.
      • 1836 Larra, M. J. Necrología Campo Alange [2000] 629 Fígaro Esp (CDH )
        Campo Alange, demasiado noble para ser hombre de partido, se vio español y nada más y no envainó la espada. No queremos ofender a nadie; pero si los demás que como él pensaban habían ofrecido hasta entonces su vida a la patria, él ofreció más, ofreció su opinión.
      • a1840 Blanco White, J. M. Retirada franceses Santarem [1994] 264 Poesías Esp (CDH )
        Alza tu brazo, ¡oh noble Lusitania!, / El brazo que a esgrimir la espada altiva / Te enseñó Beresford. Mientras tus armas / Dirija Wellington, sigue segura [...]. /
      • 1844 Foz, B. Vida P. Saputo [1986] Esp (CDH )
        A su llegada le visitaron en cuerpo los del concejo, luego de formalidad y con el afecto que siempre, los dos hidalgos y medio que había en el lugar y los tres caballeros que se daban a entender que lo eran por tener caballo y ceñir espada los días festivos.
      • 1847 Estébanez Calderón, S. Escenas andaluzas [1985] Esp (CDH )
        — ¿Y usted, Manolito, no juega la espada?
      • 1854 Castelar, E. Disc Jurado [1861] Discursos Esp (CDH )
        ¿á cuántas sentencias han dado ocasión? ¿qué jueces se han visto precisados á blandir la espada del castigo? ¿habrá acaso muchos infelices llorando sus estravíos en las cárceles?
      • 1855 Castelar, E. Disc León Español [1861] 51 Discursos Esp (CDH )
        Cuando en una sociedad la justicia baja de su trono y empuña su espada centelleante como la del serafín del paraíso para perderse entre los partidos y batirse por ellos, llorad, sí, llorad por esa sociedad, porque está muerta.
      • 1851-1860 Gmz Avellaneda, G. Dolores [1981] Novelas Cuba (CDH )
        Hizo una reverencia a la dama concluyendo esta frase, y tornando a ceñirse su espada salió precipitado del aposento.
      • 1860 Gmz Avellaneda, G. Mujer [1981] Novelas Cuba (CDH )
        [...] y presentándose a éste, blandiendo espadas en sus blancas manos, le declaran que no obedecerán nunca un decreto que las deshonra, pues todas están dispuestas a vencer o a morir con sus conciudadanos.
      • 1870 Mansilla, L. V. Indios Ranqueles [1957] Argentina (CDH )
        Con la otra blandía una espada de inconmensurable largor, cuya hoja de bruñido acero resplandecía como meteoro, centelleando en ella diamantinas letras que era menester leer con la rapidez del pensamiento para adivinar que decían: In hoc signo vinces.
      • 1875 Palma, R. Tradiciones peruanas III [1967] Perú (CDH )

        [...] y agotados los denuestos, desenvainó don Antonio la espada y despabiló con ella el candil que estaba pendiente del techo.

      • 1882 Montalvo, J. Siete tratados, II [1882] Ecuador (CDH )

        Tras que este ejemplo de rigor era justo desagravio de la autoridad ofendida, no habia otra manera de poner á raya los disparos de la ambicion, la cual se sale de madre siempre que no se le opone sino el consejo y las caricias. No en vano ciñe espada el príncipe, dice un gran averiguador de verdades: no en vano ciñe espada el caudillo de una revolucion: libertad y anarquía son cosas muy diferentes.

      • 1882 Pardo Bazán, E. Francisco Asís [1903] I, 185 Esp (CDH )
        "Tancredo —dijo Francisco, dando su propio nombre al joven hidalgo, a quien veía por vez primera—, bastante tiempo has ceñido el tahalí, la espada y el traje militar; ahora es necesario que tomes por tahalí tosca cuerda, por espada una cruz, y que adorne tus pies descalzos, en vez de refulgente acicate, el polvo y el fango. Sígueme, pues, y te haré soldado de Cristo."
      • 1884 Ortega Munilla, J. Cleopatra [1993] Cuba (CDH )
        Asió Recuerillo de un trozo de sarmiento y lo blandió como Alejandro su espada, no con menos orgullo y gentileza.
      • 1896 Magón Empleo [1947] Cuentos Costa Rica (CDH )

        Entró el General Guardia con su brillante uniforme de gala, sombrero elástico coronado de ancha pluma de avestruz, frac azul cubierto de bordados de laurel y encino, pantalón de ante con anchísimo galón, bota de charol hasta la rodilla y espuela de oro; ceñía banda escarlata y espada damasquina cubierta de pedrería, calzaba finísimo guante de piel de Suecia y colgaba de su pecho valiosa placa de brillantes [...].

      • 1899 Picón-Febres, G. Sargento Felipe [2003] Venezuela (CDH )
        [...] cuando la guerra atraviesa por el campo en su corcel de fuego, hambrienta de infamias y maldades, desparramada al viento su cabellera ignífera, blandiendo enfurecida la espada segadora, asordando los espacios con los truenos de su ira, espumando odio la boca y sembrando por doquiera la riza y el desastre [...].
      • 1908 Larreta, E. Gloria Ramiro [1908] Argentina (CDH )
        Acto continuo, como un hombre resuelto á desatar el nudo de modo harto breve, vistióse el coleto de ante y ciñóse la espada que le diera don Rodrigo del Aguila. Luego, desnudando la hoja, oprimió con ambas manos la guarnición sobre su pecho, para rezar de aquella guisa una larga plegaria. En acabando persignóse con la empuñadura, y haciendo correr á lo largo del acero indefinible mirada, envainóle otra vez en silencio.
      • 1926 Maeztu, R. Quijote [1981] Esp (CDH )
        En el punto preciso en que las languideces voluptuosas le van a hacer olvidarse de sí mismo, Don Juan pega un brinco, se ciñe la espada, mira en torno suyo, alza y baja los hombros y se arroja a la nueva aventura.
      • 1933 Mtz Estrada, E. Radiografía Pampa [1991] Argentina (CDH )
        Así clavó la cruz y el rollo y desafiaba a la voz de su conciencia, cuando, armado, blandía la espada y retaba al condómino ausente.
      • 1936-1939 Marañón, G. Conde-Duque [1990] 144 Esp (CDH )
        [...] y rozó al del Conde, lo cual bastó para que, sin más explicaciones, el irascible prócer saltase al arroyo y desenvainando la espada, «desbarrigase» con ella a todas las mulas de la carroza arzobispal.
      • 1947 Yáñez, A. Filo Agua [1992] 68 México (CDH )
        Envainen sus espadas y no expongan al pueblo... No, no, yo les aseguro que don Román es ajeno por completo y tiene más pena que yo; no vayan a molestarlo, porque sobre ser injusto, complicaría la situación; déjenlo en paz...
      • 1953 Draghi Lucero, J. Noches argentinas [1953] 196 Argentina (CDH )
        Llegó el día y la hora de la partida y el rodante ciñó su espada, llamó a su perro fiel y pidió la bendición a sus padres. "Dios le haga su gracia, hijito", lo bendijeron viejo y vieja, y ya se despidió de su hermano con un abrazo.
      • 1962 Cortázar, J. Cronopios [2003] Argentina (CDH )
        Al alba el enemigo desenvaina lentamente la espada y avanza hacia la tienda del general. Entra y lo mira. El ejército del general se desbanda. Sale el sol.
      • 1962 Mujica Láinez, M. Bomarzo [1996] Argentina (CDH )
        Hasta que por fin mi abuelo se sometió a regañadientes, pues los acontecimientos lo fueron desengañando y repitiéndole que ése no era su destino, y que resultaba más fácil blandir una espada y aullar en mitad de una pelea, flotantes al viento las banderas y las barbas, que especular en el secreto sutil de los cónclaves, y trasladó su intención a los hombros y a la mente de mi hermano menor, el pequeño Maerbale.
      • 1962 Mujica Láinez, M. Bomarzo [1996] 284 Argentina (CDH )

        Alejandro de Médicis, tal vez por orden del papa y con innegable fastidio, me ciñó las espuelas; mi abuelo me ciñó la espada; besé la punta de los dedos cesáreos; toqué con los labios su rodilla y oí al cardenal Orsini que me recomendaba por lo bajo:

        — No te enredes en la espada, Vicino. Aquí está Segismundo. Vete a casa y acuéstate a descansar.

      • 1962 Mujica Láinez, M. Bomarzo [1996] Argentina (CDH )
        y otros sacaron en conclusión que el emperador jugaría su espada en Levante, de donde procedían las perlas, y que sus soldados usufructuarían las riquezas de los turcos.
      • 1970 Goytisolo, J. Reivindicación [1973] 24 Esp (CDH )

        [...] piro sin perder la confianza en Dios: espirando que las cosas se arreglen, que alguna persona caritativa se acuerde de ellos y les eche una mano: y esgrimir limpiamente la espada para la estocada final: poca cosa esta vez [...].

      • 1973 Aguilera Malta, D. Secuestro [1973] Ecuador (CDH )
        Empuñó su espada. A guisa de caballo de juguete, puso el arma entre sus piernas. Se dio dos golpes en los glúteos. Y, cabalgando el improvisado rocín de acero impoluto —¡Toledo, antaño! ¡Hogaño, all U. S. Steel! desapareció por la ventana.
      • 1976 Uslar Pietri, A. Oficio difuntos [1976] Venezuela (CDH )

        Le trajeron la mula aperada y el sable del viejo guerrero. Montó inmediatamente y blandió la espada. Era como su ceremonia de consagración.

      • 1981 Bryce Echenique, A. Martín Romaña [1995] Perú (CDH )
        Desenvainé la espada de Pizarro, tracé varias veces la famosa raya sobre la ingrata arena, y muerto de sed, les grité: ¡Atrás!, ¡A España los que quieran morir pobres!, ¡Al Sur!, ¡Al Dorado los que quieran pasarla en grande!
      • 1985 Cardoza Aragón, L. Guatemala [1985] Guatemala (CDH )
        Mirad otra vez esta tumba cuya lúgubre pompa ¡ay! me detiene en la revista de los bienes que nos vinieron por su mano. La espada que ciñe es regalo de la reina de Inglaterra. / Tanto bien hecho a su país, tanta gloria adquirida en el extranjero, vino a recibir también el eterno sello de Dios. /
      • 1992 Belli, G. Mujer habitada [1995] Nicaragua (CDH )
        Mientras su padre buscaba evadir el conflicto, refugiado en su habitación, la madre de pie al lado de la puerta, empuñaba la espada del ángel exterminador y la expulsaba con ojos furiosos del paraíso terrenal.
      • 1992 Roa Bastos, A. Vigilia Almirante [1992] Paraguay (CDH )
        Desenvainé la espada. Me la cogió con el meñique y la quebró en mis narices como si de un mondadientes se tratara y yo no fuera más que un alfeñique de azúcar cande.
      • 1994 Salvador Lara, J. HContemp Ecuador [1994] Ecuador (CDH )
        Salieron de sus edificios los soldados de infantería con sus adargas y arcabuces, y las cabalgaduras en tropel con cascabeles en las patas y sus jinetes blandiendo las espadas, y retumbó el cañón manejado por Pedro de Candía, y Atahualpa cayó prisionero en uno de los más arriesgados golpes de mano de la historia [...].
      • 1996 Olivas Weston, R. Cocina Virreinato Perú [1996] Pe (CDH )

        La ceremonia se iniciaba con un juramento ante el rector y luego el maestre-escuela le confería el grado de la siguiente manera: le daba un beso en la mejilla en prueba de fraternal amistad, le ponía el anillo de oro en el dedo como símbolo de sus desposorios con la sabiduría y, a excepción de los teólogos, le ceñía la espada y le calzaba las espuelas doradas, armándolo soldado de la verdad, miembro del claustro y aspirante a los títulos de catedrático y rector.

      • 2002 Mtz Moreno, A. Con toga [2002] 9 El Salvador (CDH )
        "Y no es acaso quijotesco aquello que cuentan dijo Bolívar a raíz del terremoto de Caracas, el 26 de marzo de 1812, cuando, atribuyéndolo un fraile a azote de Dios, irritado por haberse desconocido a Fernando VII, el ungido del Señor, el futuro libertador, que se hallaba en la turba, entre las ruinas, desenvainando la espada y obligando a bajar de la mesa que le servía de púlpito al fraile predicador, gritó: "Si se opone la Naturaleza, lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca".
      • 2002 Mtz Salguero, J. Combate místico [2002] Bolivia (CDH )
        Enseguida empuñó una espada y se lanzó a la carga; Calixto, sorprendido, retrocedió y levantó el bastón de peregrino que estaba próximo a él, logrando parar el golpe.
      • 2006 García Robles, H. "Trovadores y damas" El País digital. Cultural (Montevideo): elpais.com.uy/Suple/Cultural Ur (CORPES)
        Contienen también pasajes de gran belleza y expresividad, como el de Raimbaut de Vaqueiras, que narra cómo el trovador pudo acechar en su cámara a la bella Beatriz de Monferrato, por un tragaluz, viéndola en ropa íntima, ceñirse la espada de su esposo —sorprendente actitud que la dama cumple sin sospechar que es observada—.
      • 2011 Gil, J. Burlador y estragos Esp (CORPES)
        Así se explica que la única muerte que hubo que lamentar en toda la obra, la de don Gonzalo de Ulloa —curiosamente, la única figura sin tacha—, se produjera en defensa del honor de su hija, y ello porque doña Ana era noble. Los plebeyos, sin poder desenvainar una espada que la ley les vedaba ceñirse, se tuvieron que contentar con atronar la corte con sus quejas.
      • 2020 Riaño, P. H. Invisibles Esp (CORPES)
        Una vez en aquel pinar perdido de Classe, cerca de Rávena (Italia), una escena dantesca interrumpe su paseo y su llanto: un hombre vestido como un noble, a caballo y enloquecido, persigue a una mujer aterrorizada y desnuda. Dos mastines voraces acompañan al perseguidor, que blande una espada con la que amenaza a su presa. Y le dan caza. Los perros la muerden.
    2. s. Frecuentemente, en un complemento con a.
      docs. (1200-2014) 54 ejemplos:
      • c1200 Almerich Fazienda Ultra Mar [1965] 101 Esp (CDH )
        He ellos que yvan fuyendo ante los de Israel, echo Nuestro Sennor piedras grandes del cielo a la tierra e murieron dent muchos; mas fueron los que murieron de piedras que los que murieron a espada.
      • 2014 Reviriego Picón, F. "Pena muerte cine" Pena muerte Esp (CORPES)
        Mas la cuestión política de la alta traición en ocasiones puede esconder curiosas motivaciones, incluso de «cama», como la que precede a la condena a muerte de Tomás Moro en 1535 por el divorcio de Enrique VIII de Catalina de Aragón en 1533 para poder casarse con Ana Bolena, que sería decapitada (a espada, que no hacha) tres años después.
      • c1200 Almerich Fazienda Ultra Mar [1965] 101 Esp (CDH )
        He ellos que yvan fuyendo ante los de Israel, echo Nuestro Sennor piedras grandes del cielo a la tierra e murieron dent muchos; mas fueron los que murieron de piedras que los que murieron a espada.
      • c1240 Anónimo LApolonio [1992] 258 Esp (CDH )
        Por esto Tarssiana no n era ssegurada, / non sse tenyé q ue era d e la cuyta ssacada, / si el traydor falsso q ue l' á conprada, / non ffuesse lapidado ho muerto a espada. /
      • c1252-1257 Berceo, G. Poema StaOria [1992] 551 Esp (CDH )
        Entre los innocentes so, madre, heredada, * / los que puso Erodes por Christo a espada. / Yo non lo merezría de seer tan honrada, * / mas plogo a Don Christo la su virtut sagrada.
      • a1260 Anónimo Macabeos (Esc. I-j-6) [1930] 317 Esp (CDH )
        Pues tu faz uengança sobrest ombre e sobre su huest e mueran a espada, amenbra te de los denosteos dellos, e no los dexes durar.
      • c1270 Alfonso X Estoria Espanna [2002] fol. 73r Esp (CDH )
        E a su mugier otro ssi mataronla a espada. & a la fija menuzaronla toda a las paredes. E sabet que desta muerte de gayo aparescieron sennales ante que el muriesse.
      • c1280 Alfonso X Gral Estoria IV [2002] fol. 81v Esp (CDH )
        Euas que yo los uisitare. & sobresto morran los sos mancebos a espada. & los sos fijos. & las sus fijas de fambre. & non fincara dellos ninguno.
      • 1332 Anónimo LOrden caballería banda Castilla [1918] Esp (CDH )
        Que fabla de la pena que debe haber el Cavallero de la vanda que fuere a otro Cavallero de la vanda, o metiere mano a espada para él.
      • 1344 Anónimo Crónica de 1344 [1992] fol. 64r Esp (CDH )
        [...] vos luego por la mañana confesar vos hedes de / todos vuestros pecados muy bien & Resçebjredes /. / el Cuerpo de nuestro saluador jhesu xpisto & pues que / esto oujeredes fecho non dubdedes de nada de yr / feryr en(n)la hueste delos barbaros llamando dios / ayuda [&] santiago que çierta mente sepas que todos / los vençeras & a espada todos los mataras / /.
      • c1350 Anónimo Sumas historia troyana Leomarte [1995] fol. 35r Esp (CDH )
        [...] & avn despues que hercoles / entro enla çibdat mando rreleuar / los tenplos en que estaua mucha / gente de mugeres / de viejos / & de / njnnos mas non gente de prouecho / & todo lo al fue puesto a espada / & rrobo que non quedo cosa njnguna / Et / asi quedo destruyda troya la terçera / vez /.
      • 1377-1396 Fdz Heredia, J. Flor ystorias Orient [2003] fol. 24r Esp (CDH )
        Aquella ciudat sobreprendieron aquellos .x. mil. tartaros en tal manera que los habitadores de aquella no huuieron spaçio ni tiempo de defenderse. La ora los tartaros prendieron aquella çiudat et mataron a spada todos quantos hombres et fembras hi trobaron. Apres derrocaron los muros, por que quando tornassen no trobasen ningun empachamiento. Aquesta ciudat fue antiguament clamada Alexandria, mas agora la nombran las gentes Puerta de Fierro.
      • c1400 Anónimo Biblia (Esc. I-j-4) Pentateuco [1953] Esp (CDH )

        Et tollere las malas animalias dela tierra e espada non pasara por vuestra tierra; e seguiredes avuestros enemigos, e caeran delante vos aespada.

      • c1422-1433 Guadalfajara Trad Biblia Alba II [1920-1922] Esp (CDH )
        E sy non quisieredes e fuerdes rebelles, a espada seredes afinados, que la boca del Señor lo fabla.
      • 1442 Mena, J. Homero [1989] Esp (CDH )
        E Megas firió con lança esgremida a Fideo, moço de Merión, en las armas mató a espada al fuyente Erpedinio, y al muerto mançebo despojó juntamente de la vida y de las armas.
      • c1470 Anónimo Demanda Grial [1907] Esp (CDH )
        «Don cauallero, yd vuestra via, que no puede ser que yo meta mano en vos a espada, vos seyendo a pie e yo a cauallo»
      • 1471-1476 García Salazar, L. Bienandanzas [2000] Esp (CDH )
        E mató a todos a espada e quemó al lugar. E vengóse la vengança de mugeres e fijos que fueron echados en la mar.
      • p1480-1484 Pulgar, H. Crón Reyes Católicos [1943] I, 298 Esp (CDH )
        Los de dentro, visto el daño que, reçibían, e el poco fruto que facían en la defensa, desanpararon la villa e retruxéronse a la fortaleza, e las gentes del rey entraron en ella por fuerça de armas, e todos quantos pudieron aver pusieron a espada, que ninguno escapó.
      • 1521 Piamonte, N. HEmperador Carlomagno [1995] 446 Esp (CDH )
        E en aquel tiempo los romanos avían muerto a espada a su emperador y entre ellos avía discordia, ca los unos querían a Constantino, hijo del emperador muerto, y los senadores no consentían que fuesse emperador.
      • 1569 Ercilla, A. Araucana I [1993] Esp (CDH )
        Se enresta ¡oh illustre Alonso! a temerosa / lanza, se arranca a espada que fulmina, / creyó que julgareis que determina / s'o conquistar a terra bellicosa. /
      • 1605 Inca Garcilaso Florida Inca [1988] Perú (CDH )
        Los cuales, viendo las dificultades y defensas que el passo tenía, se apearon de los cavalleros más bien armados y, a espada y rodela, y otros con hachas, ganaron el passo y derribaron las palizadas y barreras que avía hechas para que los cavallos no pudiessen passar ni sus dueños ofenderles.
      • 1592-a1631 Argensola, B. L. Rimas [1951] 458 Esp (CDH )
        En tus aguas sus fuertes armas templan / los que da la mentira y del engaño / a espada y lança la soberuia tiemplan; / los que buscan el simple desengaño, / y huyen las colores y matizes / con que el mundo colora nuestro daño; / los que quieren hechar firmes raízes / a su quietud, abráçense contigo, / que a su deseo en nada contradizes. /
      • c1650 Solís Valenzuela, P. Desierto prodigioso [1977-1985] Colombia (CDH )

        Al fin, yo no sé qué enfermedad ha de ser, ni cómo, ni quándo; no sé si me dará una modorra con que me trastorne todo el juicio; no sé si moriré a espada, o ahogado, como otros muchos; mas echémoslo todo como podíamos dessear: que sea la vida los dos mil años y que en ellos me suceda todo a pedir de voca, teniendo todas las honrras, hazienda, gusto y passatiempos que en esta vida se pueden dessear, y, por dezirlo todo en una palabra, todos quantos desseos yo tubiere cumplidos sin mescla de pesadumbre ni pena; y que al fin me dé una enfermedad en que me dure el juicio hasta lo último.

      • 1834 Larra, M. J. Doncel [2003] Esp (CDH )
        Yo, Macías, doncel del poderoso rey de Castilla don Enrique III, a ti, don Enrique de Aragón de Villena, conde de Cangas y Tineo, tomamos por testigos a todos los aquí presentes, te desafiamos de mal caballero, descortés y aleve, y te retamos a muerte como matador de tu esposa la muy ilustre doña María de Albornoz, a ti y a todos los caballeros de tu casa, a lanza o a espada, a pie o a caballo, mientras corra la sangre en las venas, renunciando a la mía, y sobre esto Dios y la Virgen de Atocha me ayuden.
      • 1862 Villamartín, F. Nociones arte militar [1989] 282 Esp (CDH )
        Napoleón no había querido batirse con España de bueno a bueno, y se veía precisado a batirse con cuarenta Españas a todo trance, a espada y a puñal.
      • 1873-1876 Caro, M. A. Trad Eneida Virgilio [1873-1876] Colombia (CDH )
        Gran domador de potros vino luégo / Mesapo, el hijo de Neptuno: el hado / Le protege, y ni á espada ni con fuego / Su sacra vida vulnerar es dado.
      • 1881 Echegaray, J. Gran Galeoto [1989] Esp (CDH )
        Brotando fuego el semblante / se arroja sobre Nebreda; / y el pobre Vizconde rueda; / y es un campo de Agramante * / aquel centro principal. / Resumen de la jornada: / hoy es el duelo y a espada / en un salón. No sé cuál.
      • 1895 Lpz Bago, E. Separatista [1997] Esp (CDH )
        Un reloj, y por restantes adornos, una cromo-litografía del cuadro L'Affaire d'honneur, el conocido desafío a espada entre dos cocottes: una panoplia de armas de duelo, armas de verdad; el retrato del boxeador Sullivan, y una gran fotografía en que podía verse al maestro Pini, * con un sable muy grande, blandiéndolo de una manera que podría ser magistral, pero que desde el punto de vista artístico resultaba grotesca.
      • 1916 Arniches, C. Srta Trevélez [1993] Esp (CDH )

        Gonzalo¡Ah, Valladares, sí; ya me han dicho... que se concertó el duelo en condiciones terribles!

        ArístidesA espada francesa. Con todas las agravantes.

        Gonzalo¿Y Valladares está en cama?

      • 1944-1949 Baroja, P. Última vuelta [1978] Esp (CDH )
        Se contaba de esta señora que se había desafiado hacía años a espada francesa en la Casa de Campo con una mujer por rivalidades amorosas, y que había quedado ella herida en un brazo, y que a la noche siguiente se presentó en un palco del Teatro Real con el brazo vendado.
      • 1961 Sábato, E. Héroes [1986] Argentina (CDH )
        Con lanza y tercerola, a espada y cuchillo, mutilándose y degollándose con el furor de los hermanos.
      • c1940-a1966 Amaya Amador, R. Cuentos [1997] Honduras (CDH )
        Ya ellos habían leído novelas y cuentos donde los héroes peleaban a espada, como también habían visto algunas películas de ese tipo.
      • 1988 Vázquez-Figueroa, A. Caribes [1990] Esp (CDH )
        Cerca ya del mediodía acertó a descubrirlo al fin en un claro del bosque, librando un duro combate de entrenamiento a espada con un enloquecido marqués de Gándara, que saltaba de un lado a otro, reía y alborotaba como un auténtico chicuelo.
      • 2006 González-Llorente, J. M. "Última partida" Confesión Comandante Cu (CORPES)
        Fue ella quien predijo la muerte de su padre, el valeroso rey guerrero que con su inspiración y con su espada había edificado un reino sobre los cadáveres de sus más potentes y aviesos enemigos. "No morirás a espada, en la batalla", le había profetizado ella a su padre.
      • 2013 García, R. "Rescatan cañones barco Barbanegra" El Mercurio (Santiago de Chile) Ch (CORPES)
        Pero su retiro no fue tal y mantuvo su actividad hasta que se enfrentó con una flota enviada por el gobernador de Virginia hacia fines de 1718. Barbanegra se enfrentó en persona con el teniente inglés Robert Maynard, quien luego de pelear a espadas y balazos, terminó cortándole la cabeza.
      • 2014 Reviriego Picón, F. "Pena muerte cine" Pena muerte Esp (CORPES)
        Mas la cuestión política de la alta traición en ocasiones puede esconder curiosas motivaciones, incluso de «cama», como la que precede a la condena a muerte de Tomás Moro en 1535 por el divorcio de Enrique VIII de Catalina de Aragón en 1533 para poder casarse con Ana Bolena, que sería decapitada (a espada, que no hacha) tres años después.
      • c1200 Almerich Fazienda Ultra Mar [1965] 101 Esp (CDH )
        He ellos que yvan fuyendo ante los de Israel, echo Nuestro Sennor piedras grandes del cielo a la tierra e murieron dent muchos; mas fueron los que murieron de piedras que los que murieron a espada.
      • c1240 Anónimo LApolonio [1992] 258 Esp (CDH )
        Por esto Tarssiana no n era ssegurada, / non sse tenyé q ue era d e la cuyta ssacada, / si el traydor falsso q ue l' á conprada, / non ffuesse lapidado ho muerto a espada. /
      • c1252-1257 Berceo, G. Poema StaOria [1992] 551 Esp (CDH )
        Entre los innocentes so, madre, heredada, * / los que puso Erodes por Christo a espada. / Yo non lo merezría de seer tan honrada, * / mas plogo a Don Christo la su virtut sagrada.
      • a1260 Anónimo Macabeos (Esc. I-j-6) [1930] 310 Esp (CDH )
        Los q ue eran con Iudas tanxieron las trompas, e entraro n en los otros, e fueron q uebrantados los barbaros e fuxieron del campo. E los q ue fuyen postremeros murieron a espada; e segudaron los fasta Gazeron e fasta los campos de Ydumea e de Azoto e de Ianne [...].
      • a1260 Anónimo Macabeos (Esc. I-j-6) [1930] 317 Esp (CDH )
        Pues tu faz uengança sobrest ombre e sobre su huest e mueran a espada, amenbra te de los denosteos dellos, e no los dexes durar.
      • a1260 Anónimo Nuevo Testamento (Esc. I-j-6) [1970] 215 Esp (CDH )

        En aquel tiempo Herodes el rey enuio poder por fazer mal a algunos de la eglesia. E mato a espada a Yague, ermano de Iohan.

      • c1270 Alfonso X Estoria Espanna [2002] fol. 73r Esp (CDH )
        E a su mugier otro ssi mataronla a espada. & a la fija menuzaronla toda a las paredes. E sabet que desta muerte de gayo aparescieron sennales ante que el muriesse.
      • c1275 Alfonso X Gral Estoria I [2002] fol. 179r Esp (CDH )
        [...] e diles ques guarden que ninguno non sea osado de acostarse al mont nin se acueste de la raya que les fizieres adelant, ca el quil tanxere muerte morrá, e non de mano sola mas de piedras o a espada; e por este juizio passará tan bien la bestia que el monte tanxiere como ell omne.
      • c1275 Alfonso X Gral Estoria I [2002] Esp (CDH )
        E assí como cuenta Jerónimo en el XXXIo capítulo del Número mataron ý los ebreos tantos d'ellos que non avie ý cuenta, e murieron ý aquellos V reis, e ý fue el profeta Balaam, fijo de Beo, assí como diz la Biblia, e ý murió a espada.
      • c1275 Alfonso X Gral Estoria II [2003] Esp (CDH )
        Et muertos aquellos todos a espada que a los de Jsrahel segudauan contral desierto; uinieron la huest a la uilla & fizieron le lo que a Jherico. & aun peor ca la derribaron & sobresso quemaron la.
      • c1280 Alfonso X Gral Estoria IV [2002] Esp (CDH )
        Si noN en la tarde. & a la tarde parecie. & aun mas cuenta ende aquella estoria. que yendo los omnes por ella que se les ascondie. & mayormientre a los que yuan por mal fazer. & sobresto segund cuenta la estoria. entro Nabuchodonosor estonces todas las cibdades de Çayd. & los moradores dessas cibdades ueyendo como les entrarie Nabuchodonosor & los matarie a espada. abrieronle las puertas. & pero con todo esto ouo y cibdades que non quisieron obedescer a Nabuchodonor.
      • c1280 Alfonso X Gral Estoria IV [2002] fol. 81v Esp (CDH )
        Euas que yo los uisitare. & sobresto morran los sos mancebos a espada. & los sos fijos. & las sus fijas de fambre. & non fincara dellos ninguno.
      • a1284 Alfonso X Gral Estoria V [2002] fol. 60v Esp (CDH )
        Et por ende conuenga a nos de acabar nuestra vegez con muerte natural & ayamos ya sso el çesar alguno otro fecho synon morir a espada.
      • 1332 Anónimo LOrden caballería banda Castilla [1918] Esp (CDH )
        Que fabla de la pena que debe haber el Cavallero de la vanda que fuere a otro Cavallero de la vanda, o metiere mano a espada para él.
      • 1344 Anónimo Crónica de 1344 [1992] fol. 64r Esp (CDH )
        [...] vos luego por la mañana confesar vos hedes de / todos vuestros pecados muy bien & Resçebjredes /. / el Cuerpo de nuestro saluador jhesu xpisto & pues que / esto oujeredes fecho non dubdedes de nada de yr / feryr en(n)la hueste delos barbaros llamando dios / ayuda [&] santiago que çierta mente sepas que todos / los vençeras & a espada todos los mataras / /.
      • c1350 Anónimo Sumas historia troyana Leomarte [1995] fol. 35r Esp (CDH )
        [...] & avn despues que hercoles / entro enla çibdat mando rreleuar / los tenplos en que estaua mucha / gente de mugeres / de viejos / & de / njnnos mas non gente de prouecho / & todo lo al fue puesto a espada / & rrobo que non quedo cosa njnguna / Et / asi quedo destruyda troya la terçera / vez /.
      • c1348-1379 Anónimo GCrón Alfonso XI [1976] Esp (CDH )
        [...] mas despues plugo a Dios quel fue bien vengado, * e otrosi que vn dia fueron los moros vençidos e muchos muertos a espada, y el rreal que tenian sobre Taron fue desbaratado, asi como adelante oyredes.
      • 1377-1396 Fdz Heredia, J. Flor ystorias Orient [2003] fol. 24r Esp (CDH )
        Aquella ciudat sobreprendieron aquellos .x. mil. tartaros en tal manera que los habitadores de aquella no huuieron spaçio ni tiempo de defenderse. La ora los tartaros prendieron aquella çiudat et mataron a spada todos quantos hombres et fembras hi trobaron. Apres derrocaron los muros, por que quando tornassen no trobasen ningun empachamiento. Aquesta ciudat fue antiguament clamada Alexandria, mas agora la nombran las gentes Puerta de Fierro.
      • c1400 Anónimo Biblia (Esc. I-j-4) Pentateuco [1953] Esp (CDH )

        Et tollere las malas animalias dela tierra e espada non pasara por vuestra tierra; e seguiredes avuestros enemigos, e caeran delante vos aespada.

      • c1422-1433 Guadalfajara Trad Biblia Alba II [1920-1922] Esp (CDH )
        E sy non quisieredes e fuerdes rebelles, a espada seredes afinados, que la boca del Señor lo fabla.
      • c1422-1433 Guadalfajara Trad Biblia Alba I [1920-1922] Esp (CDH )

        [...] e Simon e Leui entraron el lugar a espada el dia terçero que se auian rretajado.

      • c1422-1433 Guadalfajara Trad Biblia Alba I [1920-1922] Esp (CDH )
        [...] ¿como sopieran los fijos de Leui cognosçer los quel bezerro adoraron para los matar a espada?
      • 1442 Mena, J. Homero [1989] Esp (CDH )
        E Megas firió con lança esgremida a Fideo, moço de Merión, en las armas mató a espada al fuyente Erpedinio, y al muerto mançebo despojó juntamente de la vida y de las armas.
      • 1442 Mena, J. Homero [1989] Esp (CDH )
        E asimesmo cayó muerto sobre sus armas Alcathones, yerno de Anchises, al qual mató a espada Retro, duque de grand coraçón. Estonçes el fermoso Deifebo firió con cruda lança a Ascalafo fasta lo someter so sonbras mortales.
      • 1431-1449 Díaz Games, G. Victorial [1994] 297 Esp (CDH )

        E mandó que no curasen de tomar ninguna cosa que los enpechase, salvo honbres, e mugeres, e criaturas; e los que non pudiesen traer ni prender, que todos los pusiesen a espada e los matasen.

      • c1449 Torre, F. LVeynte cartas [1983] 132 Esp (CDH )
        E qué es de vosotros, griegos vituriosos e desfazedores de aquesto, o qué es lo que tenéys de aquellas vitorias; procurastes e trabajastes aquesta destruyçión, posistes a espada, a fuego e a robo todas estas cossas, e ya acabado uuestro propósito e desseo, qué os aprouecha, o qué es lo que d'ello tenéys e vos dexan?
      • c1470 Anónimo Demanda Grial [1907] Esp (CDH )
        «Don cauallero, yd vuestra via, que no puede ser que yo meta mano en vos a espada, vos seyendo a pie e yo a cauallo»
      • 1467-1475 Escavias, P. Repertorio Príncipes [1972] Esp (CDH )
        Mas, luego que el noble rrey Banba lo sopo, enbió allá su hueste, e mataron los más de los alarbes a espada e los otros los * levaron cativos, e quemaron las naves.
      • 1471-1476 García Salazar, L. Bienandanzas [2000] Esp (CDH )
        E asentaron real sobre Vavilonia e ganáronla e mataron a espada quantos en ella avía, del chico al grande, a muy grandes penas e tormentos.
      • 1471-1476 García Salazar, L. Bienandanzas [2000] Esp (CDH )
        E mató a todos a espada e quemó al lugar. E vengóse la vengança de mugeres e fijos que fueron echados en la mar.
      • p1480-1484 Pulgar, H. Crón Reyes Católicos [1943] Esp (CDH )
        — Combatamos las torres, e pongamos a espada todos los del mayordomo.
      • p1480-1484 Pulgar, H. Crón Reyes Católicos [1943] I, 298 Esp (CDH )
        Los de dentro, visto el daño que, reçibían, e el poco fruto que facían en la defensa, desanpararon la villa e retruxéronse a la fortaleza, e las gentes del rey entraron en ella por fuerça de armas, e todos quantos pudieron aver pusieron a espada, que ninguno escapó.
      • 1521 Piamonte, N. HEmperador Carlomagno [1995] 446 Esp (CDH )
        E en aquel tiempo los romanos avían muerto a espada a su emperador y entre ellos avía discordia, ca los unos querían a Constantino, hijo del emperador muerto, y los senadores no consentían que fuesse emperador.
      • 1521 Piamonte, N. HEmperador Carlomagno [1995] 585 Esp (CDH )
        Y entrado Carlo Magno en la cibdad, mandó que a los que quisiessen ser christianos no fiziessen mal alguno y que los otros muriessen a espada.
      • 1569 Ercilla, A. Araucana I [1993] Esp (CDH )
        Se enresta ¡oh illustre Alonso! a temerosa / lanza, se arranca a espada que fulmina, / creyó que julgareis que determina / s'o conquistar a terra bellicosa. /
      • 1605 Inca Garcilaso Florida Inca [1988] Perú (CDH )
        Los cuales, viendo las dificultades y defensas que el passo tenía, se apearon de los cavalleros más bien armados y, a espada y rodela, y otros con hachas, ganaron el passo y derribaron las palizadas y barreras que avía hechas para que los cavallos no pudiessen passar ni sus dueños ofenderles.
      • 1612 Díaz Guzmán, R. HRío Plata [2001] 42 Paraguay (CDH )

        Y fue el auxilio de esta manera: que estando en su mayor fuerza el asalto, llegaron dos bergantines en que venían el capitán Simón Jaques y Diego de Abreu, y oyendo la gritería y bocinas de los indios, reconocieron lo que podía ser, y desde afuera comenzaron a disparar los pedreros, versos y demás artillería que traían en los bergantines, asestando a los escuadrones de los indios con que hicieron gran riza; y saltando en tierra con gran determinación, tornando los capitanes la vanguardia, peleando cara a cara con el enemigo a espada y rodela, le rompieron de manera que le fue forzoso desamparar el puesto [...].

      • 1592-a1631 Argensola, B. L. Rimas [1951] 458 Esp (CDH )
        En tus aguas sus fuertes armas templan / los que da la mentira y del engaño / a espada y lança la soberuia tiemplan; / los que buscan el simple desengaño, / y huyen las colores y matizes / con que el mundo colora nuestro daño; / los que quieren hechar firmes raízes / a su quietud, abráçense contigo, / que a su deseo en nada contradizes. /
      • c1650 Solís Valenzuela, P. Desierto prodigioso [1977-1985] Colombia (CDH )

        Al fin, yo no sé qué enfermedad ha de ser, ni cómo, ni quándo; no sé si me dará una modorra con que me trastorne todo el juicio; no sé si moriré a espada, o ahogado, como otros muchos; mas echémoslo todo como podíamos dessear: que sea la vida los dos mil años y que en ellos me suceda todo a pedir de voca, teniendo todas las honrras, hazienda, gusto y passatiempos que en esta vida se pueden dessear, y, por dezirlo todo en una palabra, todos quantos desseos yo tubiere cumplidos sin mescla de pesadumbre ni pena; y que al fin me dé una enfermedad en que me dure el juicio hasta lo último.

      • 1834 Larra, M. J. Doncel [2003] Esp (CDH )
        Yo, Macías, doncel del poderoso rey de Castilla don Enrique III, a ti, don Enrique de Aragón de Villena, conde de Cangas y Tineo, tomamos por testigos a todos los aquí presentes, te desafiamos de mal caballero, descortés y aleve, y te retamos a muerte como matador de tu esposa la muy ilustre doña María de Albornoz, a ti y a todos los caballeros de tu casa, a lanza o a espada, a pie o a caballo, mientras corra la sangre en las venas, renunciando a la mía, y sobre esto Dios y la Virgen de Atocha me ayuden.
      • p1855 Bello, A. Diccionario galicismos Baralt Estudios gramaticales lingüísticos Ve (CDH )

        Pero, pocas líneas más abajo, se admite "reñir a sable o pistola", porque hay en castellano otras expresiones idiomáticas del mismo género, como "ponerse a brazos con alguno", "andar a estocadas", etc. Creo que entre estas últimas es menos obvia la analogía que entre las anteriores; y con todo eso, "vender a pérdida"se condena como afrancesado, "pelear a espada", no.

      • 1862 Villamartín, F. Nociones arte militar [1989] 282 Esp (CDH )
        Napoleón no había querido batirse con España de bueno a bueno, y se veía precisado a batirse con cuarenta Españas a todo trance, a espada y a puñal.
      • 1873-1876 Caro, M. A. Trad Eneida Virgilio [1873-1876] Colombia (CDH )
        Gran domador de potros vino luégo / Mesapo, el hijo de Neptuno: el hado / Le protege, y ni á espada ni con fuego / Su sacra vida vulnerar es dado.
      • 1881 Echegaray, J. Gran Galeoto [1989] Esp (CDH )
        Brotando fuego el semblante / se arroja sobre Nebreda; / y el pobre Vizconde rueda; / y es un campo de Agramante * / aquel centro principal. / Resumen de la jornada: / hoy es el duelo y a espada / en un salón. No sé cuál.
      • 1895 Lpz Bago, E. Separatista [1997] Esp (CDH )
        Fulano, que había herido gravemente a cinco militares en sendos encuentros a sable y en uno a espada mató a un peninsular metiéndole en un engaño de contra un palmo de acero en el pecho.
      • 1895 Lpz Bago, E. Separatista [1997] Esp (CDH )
        Un reloj, y por restantes adornos, una cromo-litografía del cuadro L'Affaire d'honneur, el conocido desafío a espada entre dos cocottes: una panoplia de armas de duelo, armas de verdad; el retrato del boxeador Sullivan, y una gran fotografía en que podía verse al maestro Pini, * con un sable muy grande, blandiéndolo de una manera que podría ser magistral, pero que desde el punto de vista artístico resultaba grotesca.
      • 1916 Arniches, C. Srta Trevélez [1993] Esp (CDH )

        Gonzalo¡Ah, Valladares, sí; ya me han dicho... que se concertó el duelo en condiciones terribles!

        ArístidesA espada francesa. Con todas las agravantes.

        Gonzalo¿Y Valladares está en cama?

      • 1944-1949 Baroja, P. Última vuelta [1978] Esp (CDH )
        Se contaba de esta señora que se había desafiado hacía años a espada francesa en la Casa de Campo con una mujer por rivalidades amorosas, y que había quedado ella herida en un brazo, y que a la noche siguiente se presentó en un palco del Teatro Real con el brazo vendado.
      • 1961 Sábato, E. Héroes [1986] Argentina (CDH )
        Con lanza y tercerola, a espada y cuchillo, mutilándose y degollándose con el furor de los hermanos.
      • c1940-a1966 Amaya Amador, R. Cuentos [1997] Honduras (CDH )
        Ya ellos habían leído novelas y cuentos donde los héroes peleaban a espada, como también habían visto algunas películas de ese tipo.
      • 1988 Vázquez-Figueroa, A. Caribes [1990] Esp (CDH )
        Cerca ya del mediodía acertó a descubrirlo al fin en un claro del bosque, librando un duro combate de entrenamiento a espada con un enloquecido marqués de Gándara, que saltaba de un lado a otro, reía y alborotaba como un auténtico chicuelo.
      • 2006 González-Llorente, J. M. "Última partida" Confesión Comandante Cu (CORPES)
        Fue ella quien predijo la muerte de su padre, el valeroso rey guerrero que con su inspiración y con su espada había edificado un reino sobre los cadáveres de sus más potentes y aviesos enemigos. "No morirás a espada, en la batalla", le había profetizado ella a su padre.
      • 2013 García, R. "Rescatan cañones barco Barbanegra" El Mercurio (Santiago de Chile) Ch (CORPES)
        Pero su retiro no fue tal y mantuvo su actividad hasta que se enfrentó con una flota enviada por el gobernador de Virginia hacia fines de 1718. Barbanegra se enfrentó en persona con el teniente inglés Robert Maynard, quien luego de pelear a espadas y balazos, terminó cortándole la cabeza.
      • 2014 Reviriego Picón, F. "Pena muerte cine" Pena muerte Esp (CORPES)
        Mas la cuestión política de la alta traición en ocasiones puede esconder curiosas motivaciones, incluso de «cama», como la que precede a la condena a muerte de Tomás Moro en 1535 por el divorcio de Enrique VIII de Catalina de Aragón en 1533 para poder casarse con Ana Bolena, que sería decapitada (a espada, que no hacha) tres años después.
    3. s. Frecuentemente, en un complemento con de de golpe.
      docs. (1237-2001) 46 ejemplos:
      • c1237 Anónimo LDoce Sabios [1975] 76 Esp (CDH )
        E el fuerte e esforçado témenlo e non se atreven a él los suyos nin los estraños, e más vençe su nonbre que el golpe de su espada.
      • 2001 Obando Bolaños, A. Violento paraíso [2001] Costa Rica (CDH )
        Escuchaba voces de auxilio entreveradas con risas y gritos de los soldados, con golpes de espada contra los escudos de cuero como cuando la soldadesca incita a sus campeones.
      • c1237 Anónimo LDoce Sabios [1975] 76 Esp (CDH )
        E el fuerte e esforçado témenlo e non se atreven a él los suyos nin los estraños, e más vençe su nonbre que el golpe de su espada.
      • c1270 Anónimo HTroyana [1976] 263 Esp (CDH )
        E Vlixes justo otrosy con Matan, e diol vna tan grand ferida en la pierna, que a pocas la ouiera de perder por ende. E sobreuieno y estonçe Almedian, su hermano, e dio a Vlixes muy grandes tres golpes de la espada; mas al cabo caramente fueron conplados.
      • a1284 Alfonso X Gral Estoria V [2002] fol. 123r Esp (CDH )
        Et los marineros quando aquel mal vieron & las conpannas de ponpeo que ally eran otrosy consejo non pudieron y dar gujsaron la naue muy priuado & fuxeron con grant mjedo & sonauan las espaldas de magno ponpeo & los pechos de los golpes de las espadas que le dauan.
      • 1270-1284 Alfonso X Estoria España II [1995] fol. 229v Esp (CDH )
        Et / ellos assy fablando vieron al Cid que vinie / en pos vn moro & llegando aellos / alcançol & diol tal golpe del espada / quel fendio fasta las oreias & dio con / el muerto en tierra Et quandol vio ordonno / dixol sennor çid uuestro yerno fernant / gonçales uos a sabor de aiudar en esta / fazienda ca mato vn moro & gano / este cauallo Quando esto oyo el Cid / plogol de coraçon cuydando quel dizie / ordonno verdat.
      • a1300 Anónimo Caballero Cisne [1979] 151 Esp (CDH )

        [...] assí que, le diera un tan gran golpe de la espada por encima de la cabeça, que fiziera fincar los ynojos en tierra e quel tenía de aquella guisa delante sí.

      • a1325 Anónimo Crón veinte reyes (Esc Y-I-12) [1995] fol. 10r Esp (CDH )
        El conde / commo auie grand sabor de vengar / delos nauarros non qujso / atender plazos luengos mas / paro luego sus azes. & el Rey otrossy / las suyas & fueron luego / los castellanos ferir enlos nauarros / & fue la fazienda atal / que murien muchos del vn cabo / & del otro & tan grande era la / priesa del lidiar & tan a coraçon / lo auien que muy lexos oyen / los golpes delas espadas & de / las astas delas lanças que quebrauan. /
      • 1379-1384 Fdz Heredia, J. Trad Vidas Plutarco II [2002] fol. 22v Esp (CDH )

        No res menos, de capitanes mas hauja Sertorio, porque alli do era combatio el ualientment & puso en uencimjento a sus enemjgos. & vno de piet, grant de persona, se fue contra Ponpeyo, & començaronde combater ensemble & dauanse grandes colpes de las espadas.

      • 1385 Fdz Heredia, J. Gran Crón Esp I (BNM 10133) [1995] fol. 539v Esp (CDH )
        [...] & combatiendo se alli / entramas las huestes por cruel batalla / non podiendo sobrar los unos / alos otros. acaesçio que alboyn fijo / del rey andoyn / & turismundo fijo / del rey turisindo se encontraron. entre / los quales fecha cruel & singular batalla / finalment alboyn firio tan / grant colp dela espada a turismundo / quelo echo muerto del cauallo. /
      • 1376-1396 Fdz Heredia, J. HTroyana [2003] Esp (CDH )
        Pues, los dos meses de la tregua passados, el rey Priamo cobdiciando uengar la muert de su fillo con golpes de spadas, el mismo ordeno todas las azes et metio los caudillos en ellas; et ordeno de entrar el mismo personalment en la batalla, et escullio XXM caualleros en su haz.
      • c1400 Anónimo Miraglos Santiago [1990] 100 Esp (CDH )
        Aquel que lo avié a descabeçar dio'l tres golpes de la espada, mas non le pudo fazer mal ninguno.
      • 1431-1449 Díaz Games, G. Victorial [1994] Esp (CDH )

        Ved aquí dos cosas notables fechas por aquel donzel: el grand golpe de la espada, e el súbito avisamiento, por do el rey fue librado del grand peligro en aquella ora, e los que con él yvan.

      • c1470 Anónimo Demanda Grial [1907] Esp (CDH )
        Estonce le dio vn tal golpe del espada, que le entro fasta los mellos, e Danubro cayo en tierra ferido a muerte: e Agamenor descendio a el, y començole a desfazer el yelmo por le cortar la cabeça [...].
      • 1482-1492 Rdz Montalvo, G. Amadís I y II [1991] Esp (CDH )

        [...] dexadme con aquel cavallero que mal os dixo, y si de la primera lançada no le matare, nunca quiero traer armas; y si tal su ventura fuere que le no acierte a derecho golpe, lo semejante faré del primer golpe de spada.

      • c1495 Flores, J. Grimalte [1988] Esp (CDH )
        Pues, di, Pánfilo, quando en la estraña tierra y entre los tus enemigos me osaste seguir, y muchas vezes a mí mostravas esfuerço menospreciando el golpe de su espada; y agora que me tienes en tu tierra, entre el favor de los tuyos, eres medroso [...].
      • c1400-1498 Anónimo Baladro [1999] Esp (CDH )
        Entonces se dexó correr a él e feriolo por el yelmo de un tan grant golpe de la espada, que le fizo caer en tierra amortecido; e echose sobre él e travole del yelmo e tirógelo e echógelo a lueñe; e diole tales tres golpes de la mançana del espada, que las mallas del barbote le metió por la cabeça; e diole vozes que se otorgase por vencido, si no, que lo mataría.
      • 1521 Piamonte, N. HEmperador Carlomagno [1995] Esp (CDH )
        Y desto fue triste Oliveros y con grande enojo le dio un gran golpe de espada. Y Fierabrás se cubrió del escudo, y descendió el golpe al arzón de la silla y uvo de cortar una cadena en que estavan asidos y atados los barriles del bálsamo, y cayeron entramos en el suelo.
      • 1559 Montemayor, J. Diana [1996] 284 Esp (CDH )
        Y a este tiempo ya el caballero solo tenía uno de los tres tendido en el suelo de un golpe de espada, con el cual le acabó la vida; pero los otros dos, que muy valientes eran, le traían ya tal que no se esperaba otra cosa sino la muerte.
      • 1587 Mena, F. Trad HEtiópica [1954] Esp (CDH )

        Aquéste es aquel Tíamis; todos tengan ojo en él.

        Y no lo hubo bien dicho, cuando todos, revolviendo sus barcos, le encerraron en medio. El cual peleando valerosamente, a unos mataba, y a otros hería, haciendo desde allí cosas que eran dignas de admiración. No había ninguno de todos que le tirase golpe de espada o lanza, antes procuraba cada uno con toda diligencia si pudiese tomalle vivo.

      • 1605 Inca Garcilaso Florida Inca [1988] Perú (CDH )
        Con este trabajo a puro golpe de espada, recibiendo muchos flechazos, ganaron la primera empalizada y la segunda.
      • 1626 Almansa Mendoza, A. Relaciones 1626 [2001] 464 Cartas y relaciones Esp (CDH )
        Acabados los combates en singular, don Jerónimo de Peguera y sus compañeros, con licencia de los jueces, pusieron precio de cincuenta escudos a otros tres, que fueron Vicente Magarola, Eril y Soler: a un bote de pica y tres golpes de espada, y se torneó con garbo y coraje.
      • 1745 Feijoo, B. J. Cartas eruditas, II [2004] 87 Esp (CDH )
        Ménage, que en otra parte reprueba otro pensamiento de el Tasso, que yo no hallo menos hermoso que el antecedente, y está en aquel passo, en que la bella Armida, viéndose despreciada y abandonada de Ricardo, a quien antes tenía hechizado, deshecha en lágrimas le ruega la lleve consigo, no ya para tratarla como dama, sino como esclava suya, y que en las batallas la dé el oficio de escudero, poniéndola delante de sí a recibir los golpes de espadas y flechas, que los sarracenos le destinaren a él.
      • c1786 Chantre Herrera, J. HMisiones Marañón [1901] Ecuador (CDH )
        Y aunque suele ser tan grueso como el cuello de un hombre, con un golpe de espada, hacha ó machete se corta fácilmente por ser la madera muy floja, jugosa y esponjada.
      • c1795 Glz Castillo, J. I. Poesías [1914] 422 Esp (CDH )
        Ya los nobles / se ponen en defensa; chocan fieros / ambos bandos, y al golpe de la espada / comienzan a exhalarse los alientos.
      • 1803 Blanco White, J. M. Triunfo beneficencia [1994] Poesías Esp (CDH )
        No sueño, no: mirad, a la vislumbre / Que esparce el hacha, del furor sangriento / El estrago fatal. La pesadumbre / Ved de los hierros que con presta mano / Cierra el terror violento, / Ministro fiel del escuadrón tirano. / La turba aprisionada / Sólo espera ya el golpe de la espada. /
      • c1806 Jovellanos, G. M. Descripción castillo Bellver [1970] 323 Esp (CDH )
        Parécele que aún oye botes de lanza y azagayas, y golpes de espada y cimitarras, y el choque de adargas y escudos, y el relincho de los caballos, sordamente confundidos con la vocería de la chusma en las naves, y la horrenda aclamación y muerte que sonaba en el campo y repetían los cerros y cañadas vecinas.
      • 1822 Fdz Moratín, L. Cartas 1822 [1973] Epistolario Esp (CDH )
        Lauros le den al adalid valiente, / que al golpe de su espada vengadora / triunfa; y su esfuerzo y sus hazañas llora / la humanidad, si el lloro se consiente. /
      • 1851-1855 Mármol, J. Amalia [2000] Argentina (CDH )

        Le falta perseverancia en sus combinaciones, y le sobra susceptibilidad cuando sus amigos quieren darle un consejo, o memorarle una línea de conducta; su espíritu altivo se resiente entonces de que lo quieren gobernar, y obra luego por sí solo y bajo la inspiración de sus ideas: los obstáculos le irritan, y cuando no puede vencerlos en el momento al golpe de su fuerte espada, cambia de ideas y de plan, separándose rápidamente del obstáculo, sin pensar en las consecuencias de tal conducta.

      • 1862 Castelar, E. Hermana caridad [2002] Esp (CDH )
        — Y en este instante, en los desiertos de África, a los golpes de enemigas espadas, bajo los rayos de un sol abrasador, sin auxilio ninguno perecen;
      • 1941 G. Amezúa Mayo, A. Discurso de contestación [1941] Esp (CDH )

        Maravillosa resistencia física la suya, y por ella también se empareja con nuestros descubridores; pero si éstos tuvieron que abrirse paso tantas veces al través de la selva a puros golpes de espada, García Sanchiz lleva consigo un arma acaso más poderosa aún: nuestra lengua castellana, con la que conquistará para España tantas y tan resonantes victorias.

      • 1948 Gmz Serna, R. Automoribundia [1948] Esp (CDH )
        La rebeldía lleva a lo peor que se da en la vida, que es la ejecución del hombre por el hombre, y justifica ese acto espantable de levantarle la coleta y darle el golpe seco de la espada.
      • 1982 Allende, I. Casa espíritus [1995] 88 Chile (CDH )
        A partir de entonces la niña tuvo mucho trabajo descifrando sueños a escondidas de su madre, porque cuando se supo la historia de Honorio iban a preguntarle qué quería decir volar sobre una torre con alas de cisne; ir en una barca a la deriva y que cante una sirena con voz de viuda; que nazcan dos gemelos pegados por la espalda, cada uno con una espada en la mano, y Clara anotaba sin vacilar en la pizarrita que la torre es la muerte y el que vuela por encima se salvará de morir en un accidente, el que naufraga y escucha a la sirena perderá su trabajo y pasará penurias, pero lo ayudará una mujer con la que hará un negocio; los gemelos son marido y mujer forzados en un mismo destino, hiriéndose mutuamente con golpes de espada.
      • 1990 Uslar Pietri, A. Visita tiempo [1993] Venezuela (CDH )
        Cuando Aurelio se lleva a la aturdida Leonora, salta a la escena, espada en mano, un hermano de ésta. Se cruzan las espadas y las voces. «Sacrílego», «enviado de Satanás», «mi noble y santa hermana», borboteaba la voz del vengador. Aurelio, entre golpes de espada, hacía mofa.
      • 1992 Roa Bastos, A. Vigilia Almirante [1992] Paraguay (CDH )
        Mis tres golpes de espada, cargada con aquel recuerdo, presente siempre en mi ánima con el peso de un mal pensamiento, castigaron el palo sin yo quererlo con tanta fuerça y ruido, que dejaron una ferida profunda en su madera duríssima y violáçea. La reacçión airada del árbol ante esa herida gratuita rebotó en el metal de la espada.
      • 2001 Obando Bolaños, A. Violento paraíso [2001] Costa Rica (CDH )
        Escuchaba voces de auxilio entreveradas con risas y gritos de los soldados, con golpes de espada contra los escudos de cuero como cuando la soldadesca incita a sus campeones.
      • c1237 Anónimo LDoce Sabios [1975] 76 Esp (CDH )
        E el fuerte e esforçado témenlo e non se atreven a él los suyos nin los estraños, e más vençe su nonbre que el golpe de su espada.
      • c1270 Anónimo HTroyana [1976] 263 Esp (CDH )
        E Vlixes justo otrosy con Matan, e diol vna tan grand ferida en la pierna, que a pocas la ouiera de perder por ende. E sobreuieno y estonçe Almedian, su hermano, e dio a Vlixes muy grandes tres golpes de la espada; mas al cabo caramente fueron conplados.
      • a1284 Alfonso X Gral Estoria V [2002] fol. 123r Esp (CDH )
        Et los marineros quando aquel mal vieron & las conpannas de ponpeo que ally eran otrosy consejo non pudieron y dar gujsaron la naue muy priuado & fuxeron con grant mjedo & sonauan las espaldas de magno ponpeo & los pechos de los golpes de las espadas que le dauan.
      • 1270-1284 Alfonso X Estoria España II [1995] fol. 229v Esp (CDH )
        Et / ellos assy fablando vieron al Cid que vinie / en pos vn moro & llegando aellos / alcançol & diol tal golpe del espada / quel fendio fasta las oreias & dio con / el muerto en tierra Et quandol vio ordonno / dixol sennor çid uuestro yerno fernant / gonçales uos a sabor de aiudar en esta / fazienda ca mato vn moro & gano / este cauallo Quando esto oyo el Cid / plogol de coraçon cuydando quel dizie / ordonno verdat.
      • a1300 Anónimo Caballero Cisne [1979] 149 Esp (CDH )
        Mas ante que el Duque oviesse encoger el bravo contra sí, el Cavallero del Cisne, que no sabía menos de esgremir que él, e sabía muy más, dióle un golpe de la espada sobre el yelmo en derecho del rostro, tan grande, que un pedaço dél vino a tierra, e cortóle la nariz a bueltas del beço; ansí que le parescían todos los dientes de delante, e todo se cobrió de sangre fasta los pies.
      • a1300 Anónimo Caballero Cisne [1979] 151 Esp (CDH )

        [...] assí que, le diera un tan gran golpe de la espada por encima de la cabeça, que fiziera fincar los ynojos en tierra e quel tenía de aquella guisa delante sí.

      • a1325 Anónimo Crón veinte reyes (Esc Y-I-12) [1995] fol. 10r Esp (CDH )
        El conde / commo auie grand sabor de vengar / delos nauarros non qujso / atender plazos luengos mas / paro luego sus azes. & el Rey otrossy / las suyas & fueron luego / los castellanos ferir enlos nauarros / & fue la fazienda atal / que murien muchos del vn cabo / & del otro & tan grande era la / priesa del lidiar & tan a coraçon / lo auien que muy lexos oyen / los golpes delas espadas & de / las astas delas lanças que quebrauan. /
      • 1379-1384 Fdz Heredia, J. Trad Vidas Plutarco II [2002] fol. 22v Esp (CDH )

        No res menos, de capitanes mas hauja Sertorio, porque alli do era combatio el ualientment & puso en uencimjento a sus enemjgos. & vno de piet, grant de persona, se fue contra Ponpeyo, & començaronde combater ensemble & dauanse grandes colpes de las espadas.

      • 1385 Fdz Heredia, J. Gran Crón Esp I (BNM 10133) [1995] fol. 539v Esp (CDH )
        [...] & combatiendo se alli / entramas las huestes por cruel batalla / non podiendo sobrar los unos / alos otros. acaesçio que alboyn fijo / del rey andoyn / & turismundo fijo / del rey turisindo se encontraron. entre / los quales fecha cruel & singular batalla / finalment alboyn firio tan / grant colp dela espada a turismundo / quelo echo muerto del cauallo. /
      • 1376-1396 Fdz Heredia, J. HTroyana [2003] Esp (CDH )
        Pues, los dos meses de la tregua passados, el rey Priamo cobdiciando uengar la muert de su fillo con golpes de spadas, el mismo ordeno todas las azes et metio los caudillos en ellas; et ordeno de entrar el mismo personalment en la batalla, et escullio XXM caualleros en su haz.
      • c1400 Anónimo Miraglos Santiago [1990] 100 Esp (CDH )
        Aquel que lo avié a descabeçar dio'l tres golpes de la espada, mas non le pudo fazer mal ninguno.
      • 1431-1449 Díaz Games, G. Victorial [1994] Esp (CDH )

        Ved aquí dos cosas notables fechas por aquel donzel: el grand golpe de la espada, e el súbito avisamiento, por do el rey fue librado del grand peligro en aquella ora, e los que con él yvan.

      • c1470 Anónimo Demanda Grial [1907] Esp (CDH )
        Estonce le dio vn tal golpe del espada, que le entro fasta los mellos, e Danubro cayo en tierra ferido a muerte: e Agamenor descendio a el, y començole a desfazer el yelmo por le cortar la cabeça [...].
      • c1470 Anónimo Demanda Grial [1907] Esp (CDH )
        [...] pero era vno de los caualleros de la corte que mas amaua el linage del rey Van; estonce le fue ferir de vn golpe del espada, que le fizo caer en tierra el yelmo de la cabeça.
      • 1482-1492 Rdz Montalvo, G. Amadís I y II [1991] I, 222 Esp (CDH )
        Assí éstas como otras más cercanas a nos de aquel señalado duque Godofré de Bullón en el golpe de espada, * que en la puente de Antiocho dio y del turco armado, que cuasi dos pedaços fizo seyendo ya * rey de Jherusalem.
      • 1482-1492 Rdz Montalvo, G. Amadís I y II [1991] I, 335 Esp (CDH )

        [...] mas el de las armas de los leones, que se temía de muerte, punó de se librar dellos y dio al uno tal golpe de la espada en el braço diestro, que gelo hizo caer en tierra con la espada, y començó a fuir contra el castillo, diziendo a grandes bozes [...].

      • 1482-1492 Rdz Montalvo, G. Amadís I y II [1991] Esp (CDH )

        [...] dexadme con aquel cavallero que mal os dixo, y si de la primera lançada no le matare, nunca quiero traer armas; y si tal su ventura fuere que le no acierte a derecho golpe, lo semejante faré del primer golpe de spada.

      • c1495 Flores, J. Grimalte [1988] Esp (CDH )
        Pues, di, Pánfilo, quando en la estraña tierra y entre los tus enemigos me osaste seguir, y muchas vezes a mí mostravas esfuerço menospreciando el golpe de su espada; y agora que me tienes en tu tierra, entre el favor de los tuyos, eres medroso [...].
      • c1400-1498 Anónimo Baladro [1999] Esp (CDH )
        Entonces se dexó correr a él e feriolo por el yelmo de un tan grant golpe de la espada, que le fizo caer en tierra amortecido; e echose sobre él e travole del yelmo e tirógelo e echógelo a lueñe; e diole tales tres golpes de la mançana del espada, que las mallas del barbote le metió por la cabeça; e diole vozes que se otorgase por vencido, si no, que lo mataría.
      • 1512 Anónimo Crón Popular Cid [1992] Esp (CDH )

        E viole el Cid & fue ferir a vn alguazil, que andaua muerto por prender a don Áluar Fáñez; & diole atán gran golpe de la espada que lo atrauesó de parte en parte & cayó en tierra. & tomó el cauallo el Cid & diole a don Áluar Fáñez, alabándolo mucho de sus buenos fechos & dixo [...].

      • 1521 Piamonte, N. HEmperador Carlomagno [1995] 447 Esp (CDH )
        Alcançava muy grandes fuerças, que muchas vezes le vieron fender yelmos y cabeça fasta los dientes de un golpe de espada y siendo cavallero alçar un hombre armado tan alto como su cabeça con un braço solo.
      • 1521 Piamonte, N. HEmperador Carlomagno [1995] Esp (CDH )
        Y desto fue triste Oliveros y con grande enojo le dio un gran golpe de espada. Y Fierabrás se cubrió del escudo, y descendió el golpe al arzón de la silla y uvo de cortar una cadena en que estavan asidos y atados los barriles del bálsamo, y cayeron entramos en el suelo.
      • 1559 Montemayor, J. Diana [1996] 284 Esp (CDH )
        Y a este tiempo ya el caballero solo tenía uno de los tres tendido en el suelo de un golpe de espada, con el cual le acabó la vida; pero los otros dos, que muy valientes eran, le traían ya tal que no se esperaba otra cosa sino la muerte.
      • 1569 Ercilla, A. Araucana I [1993] 128 Esp (CDH )
        De vencer cada uno deseoso, / buscaba nuevo modo, industria y arte / de encaminar el golpe de la espada / por do diese a la muerte franca entrada. /
      • 1569 Ercilla, A. Araucana I [1993] 446 Esp (CDH )
        Cobarde corazón, por cierto indigno / de algún golpe de espada valerosa, / pues fue por eleción y no destino / perder una sazón tan venturosa; / tú me apartaste, ¡oh flaco!, del camino / de un eterno vivir y a vergonzosa / muerte he venido ya con mengua tuya, / por más que la mi diestra lo rehúya. /
      • 1587 Mena, F. Trad HEtiópica [1954] Esp (CDH )

        Aquéste es aquel Tíamis; todos tengan ojo en él.

        Y no lo hubo bien dicho, cuando todos, revolviendo sus barcos, le encerraron en medio. El cual peleando valerosamente, a unos mataba, y a otros hería, haciendo desde allí cosas que eran dignas de admiración. No había ninguno de todos que le tirase golpe de espada o lanza, antes procuraba cada uno con toda diligencia si pudiese tomalle vivo.

      • 1605 Inca Garcilaso Florida Inca [1988] Perú (CDH )
        Con este trabajo a puro golpe de espada, recibiendo muchos flechazos, ganaron la primera empalizada y la segunda.
      • 1615 Cervantes Saavedra, M. Casa celos [1995] Comedias y entremeses Esp (CDH )
        GalalónLlegué y vencí todo junto, / porque yo no pierdo punto / si acaso importa la prisa. / Maltratóme aquesta mano / de un bravo golpe de espada, / de que quedó magullada, / porque fue el golpe de llano.
      • 1626 Almansa Mendoza, A. Relaciones 1626 [2001] 464 Cartas y relaciones Esp (CDH )
        Acabados los combates en singular, don Jerónimo de Peguera y sus compañeros, con licencia de los jueces, pusieron precio de cincuenta escudos a otros tres, que fueron Vicente Magarola, Eril y Soler: a un bote de pica y tres golpes de espada, y se torneó con garbo y coraje.
      • 1642 Pacheco Narváez, L. Advertencias armas [1898] Esp (CDH )
        Y porque del más cercano símbolo de las veras, que es el torneo de á pie, en que hay botes de lanza y golpes de espada, lo han reducido á tal estado que se atreven á él las mujeres y los niños, como por juego y entretenimiento, con poca ventaja en los hombres cuando lo ejercen [...].
      • 1745 Feijoo, B. J. Cartas eruditas, II [2004] 87 Esp (CDH )
        Ménage, que en otra parte reprueba otro pensamiento de el Tasso, que yo no hallo menos hermoso que el antecedente, y está en aquel passo, en que la bella Armida, viéndose despreciada y abandonada de Ricardo, a quien antes tenía hechizado, deshecha en lágrimas le ruega la lleve consigo, no ya para tratarla como dama, sino como esclava suya, y que en las batallas la dé el oficio de escudero, poniéndola delante de sí a recibir los golpes de espadas y flechas, que los sarracenos le destinaren a él.
      • c1786 Chantre Herrera, J. HMisiones Marañón [1901] Ecuador (CDH )
        Y aunque suele ser tan grueso como el cuello de un hombre, con un golpe de espada, hacha ó machete se corta fácilmente por ser la madera muy floja, jugosa y esponjada.
      • c1795 Glz Castillo, J. I. Poesías [1914] 422 Esp (CDH )
        Ya los nobles / se ponen en defensa; chocan fieros / ambos bandos, y al golpe de la espada / comienzan a exhalarse los alientos.
      • 1803 Blanco White, J. M. Triunfo beneficencia [1994] Poesías Esp (CDH )
        No sueño, no: mirad, a la vislumbre / Que esparce el hacha, del furor sangriento / El estrago fatal. La pesadumbre / Ved de los hierros que con presta mano / Cierra el terror violento, / Ministro fiel del escuadrón tirano. / La turba aprisionada / Sólo espera ya el golpe de la espada. /
      • c1806 Jovellanos, G. M. Descripción castillo Bellver [1970] 323 Esp (CDH )
        Parécele que aún oye botes de lanza y azagayas, y golpes de espada y cimitarras, y el choque de adargas y escudos, y el relincho de los caballos, sordamente confundidos con la vocería de la chusma en las naves, y la horrenda aclamación y muerte que sonaba en el campo y repetían los cerros y cañadas vecinas.
      • 1822 Fdz Moratín, L. Cartas 1822 [1973] Epistolario Esp (CDH )
        Lauros le den al adalid valiente, / que al golpe de su espada vengadora / triunfa; y su esfuerzo y sus hazañas llora / la humanidad, si el lloro se consiente. /
      • 1851-1855 Mármol, J. Amalia [2000] Argentina (CDH )

        Le falta perseverancia en sus combinaciones, y le sobra susceptibilidad cuando sus amigos quieren darle un consejo, o memorarle una línea de conducta; su espíritu altivo se resiente entonces de que lo quieren gobernar, y obra luego por sí solo y bajo la inspiración de sus ideas: los obstáculos le irritan, y cuando no puede vencerlos en el momento al golpe de su fuerte espada, cambia de ideas y de plan, separándose rápidamente del obstáculo, sin pensar en las consecuencias de tal conducta.

      • 1862 Castelar, E. Hermana caridad [2002] Esp (CDH )
        — Y en este instante, en los desiertos de África, a los golpes de enemigas espadas, bajo los rayos de un sol abrasador, sin auxilio ninguno perecen;
      • a1911 Anónimo Recreo hijos [1911] Esp (CDH )

        — Ninguno. Y ya que me tuteas, voy a hablarte yo de la misma manera. Quería proponerte un negocio.

        — Habla.

        ...caía muerto al golpe de la espada...

        — Antes contéstame: ¿eras tú la liebre que he perseguido?

      • 1937 Mencos Franco, A. Lit Guatemalteca Colonial [1937] 43 Guatemala (CDH )

        [...] que bien podían ser secundadas las conquistas de la predicación evangélica por la fuerza de las armas y los golpes de la espada, y que debía aceptarse como elemento provechoso a los intereses de los conquistadores y a la enseñanza de los indios, no precisamente la esclavitud antigua, pero sí el sistema de encomiendas y una suave y tolerable servidumbre vigilada por las Ordenes religiosas.

      • 1941 G. Amezúa Mayo, A. Discurso de contestación [1941] Esp (CDH )

        Maravillosa resistencia física la suya, y por ella también se empareja con nuestros descubridores; pero si éstos tuvieron que abrirse paso tantas veces al través de la selva a puros golpes de espada, García Sanchiz lleva consigo un arma acaso más poderosa aún: nuestra lengua castellana, con la que conquistará para España tantas y tan resonantes victorias.

      • 1948 Gmz Serna, R. Automoribundia [1948] Esp (CDH )
        La rebeldía lleva a lo peor que se da en la vida, que es la ejecución del hombre por el hombre, y justifica ese acto espantable de levantarle la coleta y darle el golpe seco de la espada.
      • 1982 Allende, I. Casa espíritus [1995] 88 Chile (CDH )
        A partir de entonces la niña tuvo mucho trabajo descifrando sueños a escondidas de su madre, porque cuando se supo la historia de Honorio iban a preguntarle qué quería decir volar sobre una torre con alas de cisne; ir en una barca a la deriva y que cante una sirena con voz de viuda; que nazcan dos gemelos pegados por la espalda, cada uno con una espada en la mano, y Clara anotaba sin vacilar en la pizarrita que la torre es la muerte y el que vuela por encima se salvará de morir en un accidente, el que naufraga y escucha a la sirena perderá su trabajo y pasará penurias, pero lo ayudará una mujer con la que hará un negocio; los gemelos son marido y mujer forzados en un mismo destino, hiriéndose mutuamente con golpes de espada.
      • 1990 Uslar Pietri, A. Visita tiempo [1993] Venezuela (CDH )
        Cuando Aurelio se lleva a la aturdida Leonora, salta a la escena, espada en mano, un hermano de ésta. Se cruzan las espadas y las voces. «Sacrílego», «enviado de Satanás», «mi noble y santa hermana», borboteaba la voz del vengador. Aurelio, entre golpes de espada, hacía mofa.
      • 1992 Roa Bastos, A. Vigilia Almirante [1992] Paraguay (CDH )
        Mis tres golpes de espada, cargada con aquel recuerdo, presente siempre en mi ánima con el peso de un mal pensamiento, castigaron el palo sin yo quererlo con tanta fuerça y ruido, que dejaron una ferida profunda en su madera duríssima y violáçea. La reacçión airada del árbol ante esa herida gratuita rebotó en el metal de la espada.
      • 2001 Obando Bolaños, A. Violento paraíso [2001] Costa Rica (CDH )
        Escuchaba voces de auxilio entreveradas con risas y gritos de los soldados, con golpes de espada contra los escudos de cuero como cuando la soldadesca incita a sus campeones.
    4. s. Frecuentemente, con el complemento en mano.
      docs. (1250-2020) 43 ejemplos:
      • 1240-1250 Anónimo LAlexandre [2007] 507 Esp (CDH )
        Dio salto en la villa su espada en mano, / fue fiera maravilla como escapó sano; / mas com' era en priessa argudo e liviano, / cobró en un ratillo el buen rëy greçiano. / El pueblo de Sudraca, quando fue acordado, / fue el rey Alexandre en piedes levantado, / firieron en él todos a coto assentado, / non firié más apriessa pedrisco en tavlado. /
      • 2020 Arriaga, G. Salvar fuego [2020] Mx (CORPES)
        Los vellos se erizan. Los ojos lagrimean. Escozor en la nariz. Músculos engarrotados. Inútil huir, no hay donde ocultarse. Las ráfagas vuelan las tiendas de campaña. Las banderas son arrancadas de los mástiles. Los valientes desean emprender la batalla. Correr espada en mano a degollar al pueblo enemigo resguardado detrás de los muros de la ciudad. Imposible. El viento fétido sopla ya en la planicie.
      • 1240-1250 Anónimo LAlexandre [2007] 507 Esp (CDH )
        Dio salto en la villa su espada en mano, / fue fiera maravilla como escapó sano; / mas com' era en priessa argudo e liviano, / cobró en un ratillo el buen rëy greçiano. / El pueblo de Sudraca, quando fue acordado, / fue el rey Alexandre en piedes levantado, / firieron en él todos a coto assentado, / non firié más apriessa pedrisco en tavlado. /
      • c1280 Alfonso X Gral Estoria IV [2002] Esp (CDH )

        [...] & affeytaran ende de cabo a aquellos sos dioses. & estos qui lo fazen. non son librados de rouiga nin de tinna. & ellos uestidos de pannos de porpola; alimpiaran la faz de los dioses por el poluo de la su casa ques leuantara mucho entrellos de la mucha yent que uerna y. a aquella uanidad. & el ydolo ceptro tiene como omne. & como alcalde de tierra. que non mata al qui yerra contra el & otrossi tiene alguno. espada en mano & alguno segur. & non libra assi mismo con estas armas. nin de batalla. nin de ladrones pues si assi mismo non libra dellos. & non deffende [...].

      • 1270-1284 Alfonso X Estoria España II [1995] fol. 13r Esp (CDH )
        Bramant quando se uio tan / mal ferido; diosse a foyr quanto mas / pudo. Maynet descendio por la espada / durendart. & caualgo & fue empos / el con amas las espadas en mano. matando / en aquellos que fallaua delante si; / que de parte de Bramant eran.
      • 1549 Urrea, J. Trad Orlando Ariosto [1988] 138 Esp (CDH )
        Señorea Burgenia el viejo Ermante; / y Gidoarte es conde de Crosteria. / Estos otros, dispuestos a Levante, / ingleses son; tornemos a la Hesperia; * / treinta mil escoceses han venido, / Zerbín, * hijo del rey, los ha traído. / Entre dos unicornios león alzado / con una espada en mano plateada, / estandarte es del rey, encomendado / a su hijo Zerbín, con tal armada. /
      • 1578 Ercilla, A. Araucana II [1993] 556 Esp (CDH )
        Nuestra gente con orden y osadía / siguiendo su derrota y firme intento, / a la enemiga opuesta arremetía, / que aun de esperar no tuvo sufrimiento; / y a recebir a Fenistón salía / con paso no menor y atrevimiento / y el diestro Julián de Valenzuela, / la espada en mano, al pecho la rodela. /
      • 1586 Barahona Soto, L. Lágrimas Angélica [1981] 349 Esp (CDH )
        Aquiles con el rostro airado y fiero / salió, la espada en mano, y embrazado / aquel escudo de hermoso acero / que Tetis hizo vario y estrellado; / sin armas el circaso caballero / le quiso acometer, mas se ha acordado / de que el escudo puede haber, y espada, / del rey de Ponto, y fue a buscar la entrada.
      • 1606 Ledesma, A. Conceptos espirituales II [1969] 324 Esp (CDH )
        Y aunque en la muger es mengua / y cosa muy reprouada / hazer de la lengua espada, / sino solamente lengua. / La lengua del orador / ha de ser espada en mano, / que à vezes es cirujano, / y à vezes ensalmador. /
      • c1687 Bances Candamo, F. Rey y dama [2003] 150 Esp (CDH )
        Espada en mano venía / siguiendo el Conde el alcance, / para romper con furor / nuestros cuarteles, y entrarse / en Dorlan, cuando saliendo / yo a su opósito con tales / mangas de mosquetería / rocié, que fueron bastantes, / granizando en plomo lluvias / y en humo, densos volcanes, / a que sus cóleras quiten / y sus ímpetus rechacen; / y a este abrigo pues pudieran / prontas volver a formarse / nuestras tropas, que feroces / renovaron el combate. /
      • 1724 Palomino Castro Velasco, A. Parnaso español [1936] Esp (CDH )
        Moisés está señalándoles el mar Bermejo, que han pasado a pie enjuto, a tiempo que se ve inundado en sus ya trabadas ondas el exército de los egipcios, que los seguía, y en lo alto se descubre el Señor de los Exércitos mandando a usa turba de Angeles que, con espada en mano, centellas y rayos que despiden horrorosas nubes, muestren su indignación y en ellos executen el estrago.
      • 1747 Anónimo Relac Puerto Rico [1918] Puerto Rico (CDH )
        Por lo que toca a fuera á cada estribo iban dos oficiales montados á caballo, con espada en mano, vestidos de azul vniformemente, guarnecidos de galones, con vandoleras encarnadas á la similitud de aquellas guardias del cuerpo real (respecto de que iban en custodia de los referidos retratos) delante iba la máscara, formada en dos alas, cada uno de distinto trage [...].
      • 1737-a1754 Luzán, I. Poética [1977] 404 Esp (CDH )
        [...] el punto de honor, las espadas en mano, el duelo por cualquier cosa y el matarse un caballero por castigar en otro lo que él mismo ejecutaba [...].
      • 1774-1778 Cadalso, J. Cartas marruecas [2000] 87 Esp (CDH )
        Lo demuestran en varios lances, pero con singular gloria en la batalla de Fontenoy, arrojándose con espada en mano sobre una infantería formidable, compuesta de naciones duras y guerreras, y la deshicieron totalmente, ejecutando entonces lo que no había podido lograr su ejército entero, lleno de oficiales y soldados del mayor mérito.
      • 1786 Montengón, P. Eusebio [1998] Esp (CDH )
        Era almirante de la división de Sprague el joven Ossory, hijo del conde de Ormont, el cual, viendo la rabiosa tenacidad con que Tromp combatía a Sprague, llevado del ardor de su ánimo juvenil, resuelve abordar al holandés Tromp y decidir la batalla espada en mano.
      • 1847 Estébanez Calderón, S. Escenas andaluzas [1985] Esp (CDH )

        Aquí estaba la batería, señores; la gente, cansada ya de matar gabachos y sin recelo de ser salteada, apagadas mechas y botafuegos, se entregaba al descanso, si no al sueño, por aquí y por acullá y entre las gualderas o avantrenes de los cañones, y veo que mi susodicho hermano, único que velaba, entretenido sin duda en contar los ápices ardientes de su cigarro o en sacar augurio de las ruedas azuladas del humo, observa otro enjambre de franceses que como garduños en vivar se acercaban, bayoneta calada y espada en mano, a darnos la alborada.

      • 1850-a1865 Bello, A. Literatura latina [1985] Crítica literaria Venezuela (CDH )

        Las sátiras de Lucilio eran esencialmente morales. Verdadero censor, hacía temblar a los malvados, como si los persiguiese espada en mano:

        Ense velut stricto quoties Lucilius ardens / Infremuit, rubet auditor, cui frigida mens est / Criminibus...
      • 1871 Fdz Glz, M. Francisco Estevan [1871] Esp (CDH )

        Francisco Estévan tenia como suele decirse barro á mano.

        Y se enfangaba, como suele decirse tambien.

        Iba ardiente, terrible, espada en mano delante de sus marinos, que atropellaban por todo.
      • 1876 Gorriti, J. M. Pozo [2002] Argentina (CDH )

        — Yo me hallaba entonces a la otra banda del río, encaramado en la copa de una ceiba vaciando sobre aquellos diablos la carga de mi fusil; y vi al capitán arrojarse, espada en mano, al centro de la columna. ¡Caramba! ¡Hubo un fiero remolino! Estocada por aquí, mandoble por allá...

      • 1839-1882 Villaverde, C. Cecilia Valdés [1992] Cuba (CDH )

        En casa me aguardaba Señorita con espada en mano. Yo, sin embargo, no temía nada, porque esperaba que me defendería el amo. ¡Qué había de defenderme!

      • 1935-1936 Carrasquilla, T. Hace tiempos [1951] Colombia (CDH )

        Revuelan pañuelos por arriba, revuelan pañuelos por abajo; el viva repercute, y el héroe, espada en mano, en el corcel de un magnate, asoma bajo el arco.

      • 1970 Bryce Echenique, A. Julius [1996] 189 Perú (CDH )
        Siguió siendo tan simpático como inmundo Martinto, pero eso de estar en clases distintas separa mucho a los niños y, al año siguiente, él ya tenía un amigo narigón y se pasaba el día entero, espada en mano, tratando de volarle la nariz.
      • 1985 Cardoza Aragón, L. Guatemala [1985] Guatemala (CDH )

        Las tres torres patricias saltan de los mitos y se instalan en los escudos coloniales. Al conquistar la independencia, desaparece Santiago, cabalgando espada en mano sobre nuestros campos.

      • 1990 Uslar Pietri, A. Visita tiempo [1993] Venezuela (CDH )
        Desde las batallas, hasta el crucifijo que iban a quemar los moriscos y que el señor, espada en mano, logró rescatar de las llamas. Aquel mismo crucifijo que ahora estaba en la cabecera de su lecho. O la herida que recibió en el asalto de Túnez junto al Emperador.
      • 1994 Salvador Lara, J. HContemp Ecuador [1994] 349 Ecuador (CDH )
        Llegaron a brillar las armas blancas. El mismo Bolívar, espada en mano, dio el ejemplo en el asalto al farallón enemigo.
      • 2001 Obando Bolaños, A. Violento paraíso [2001] 361 Costa Rica (CDH )
        Las mujeres devotas de este culto fingen buscar a Dionisos hasta que deciden que "debe andar lejos con las musas". Luego se sientan en círculos y se formulan unas a otras acertijos hasta que el sacerdote del dios sale corriendo del templo con espada en mano y mata a la primera o primero que atrape. /
      • 2009 Arango, A. Viaje Elsinor Cu (CORPES)
        Los soldados tiran a Leonardo dentro de su celda. El Capitán se apresura a cerrarla en el instante en que Laertes entra corriendo, espada en mano. Parece enloquecido. El Rey viene detrás de él. Laertes corre hasta la celda de Leonardo y golpea los barrotes con su espada. Leonardo se refugia en el fondo.
      • 2020 Arriaga, G. Salvar fuego [2020] Mx (CORPES)
        Los vellos se erizan. Los ojos lagrimean. Escozor en la nariz. Músculos engarrotados. Inútil huir, no hay donde ocultarse. Las ráfagas vuelan las tiendas de campaña. Las banderas son arrancadas de los mástiles. Los valientes desean emprender la batalla. Correr espada en mano a degollar al pueblo enemigo resguardado detrás de los muros de la ciudad. Imposible. El viento fétido sopla ya en la planicie.
      • 1240-1250 Anónimo LAlexandre [2007] 507 Esp (CDH )
        Dio salto en la villa su espada en mano, / fue fiera maravilla como escapó sano; / mas com' era en priessa argudo e liviano, / cobró en un ratillo el buen rëy greçiano. / El pueblo de Sudraca, quando fue acordado, / fue el rey Alexandre en piedes levantado, / firieron en él todos a coto assentado, / non firié más apriessa pedrisco en tavlado. /
      • c1280 Alfonso X Gral Estoria IV [2002] Esp (CDH )

        [...] & affeytaran ende de cabo a aquellos sos dioses. & estos qui lo fazen. non son librados de rouiga nin de tinna. & ellos uestidos de pannos de porpola; alimpiaran la faz de los dioses por el poluo de la su casa ques leuantara mucho entrellos de la mucha yent que uerna y. a aquella uanidad. & el ydolo ceptro tiene como omne. & como alcalde de tierra. que non mata al qui yerra contra el & otrossi tiene alguno. espada en mano & alguno segur. & non libra assi mismo con estas armas. nin de batalla. nin de ladrones pues si assi mismo non libra dellos. & non deffende [...].

      • 1270-1284 Alfonso X Estoria España II [1995] fol. 13r Esp (CDH )
        Bramant quando se uio tan / mal ferido; diosse a foyr quanto mas / pudo. Maynet descendio por la espada / durendart. & caualgo & fue empos / el con amas las espadas en mano. matando / en aquellos que fallaua delante si; / que de parte de Bramant eran.
      • 1549 Urrea, J. Trad Orlando Ariosto [1988] 138 Esp (CDH )
        Señorea Burgenia el viejo Ermante; / y Gidoarte es conde de Crosteria. / Estos otros, dispuestos a Levante, / ingleses son; tornemos a la Hesperia; * / treinta mil escoceses han venido, / Zerbín, * hijo del rey, los ha traído. / Entre dos unicornios león alzado / con una espada en mano plateada, / estandarte es del rey, encomendado / a su hijo Zerbín, con tal armada. /
      • 1566 Urrea, J. Diál honra militar [2003] Esp (CDH )
        Pues si en este campo donde aquel ha combatido comigo y me ha dado de palos yo me le presento con la espada en mano, ques la legítima arma de cauallero y, teniendo él otra, voy para él, prouocándole y requiriéndole que buelua a responder por sí, y aquel me huye y no osa esperar ni venir a las armas comigo, yo le he vencido con la misma solenidad con que suele vencer el actor que echa del campo a su enemigo.
      • 1578 Ercilla, A. Araucana II [1993] 556 Esp (CDH )
        Nuestra gente con orden y osadía / siguiendo su derrota y firme intento, / a la enemiga opuesta arremetía, / que aun de esperar no tuvo sufrimiento; / y a recebir a Fenistón salía / con paso no menor y atrevimiento / y el diestro Julián de Valenzuela, / la espada en mano, al pecho la rodela. /
      • 1578 Ercilla, A. Araucana II [1993] 570 Esp (CDH )
        Yo de aquella visión mal satisfecho, / con un temor, que agora aun no le niego, / la espada en mano y la rodela al pecho, / llamando a Dios, sobre él aguijé luego. / Mas el bulto se puso en pie derecho, / y con medrosa voz y humilde ruego / dijo: «Señor, señor, merced te pido, / que soy mujer y nunca te he ofendido. /
      • c1580 Tamariz, C. Novelas [1974] 253 Esp (CDH )
        No fue el gentil Antonio peresoso / en viéndose en tal peligro no pensado, / antes salió entre todos animoso, / el rostro con su lienso bien tapado. / Y con su espada en mano, presuroso, / se hizo dar lugar y se a escapado, / salió de casa y de entre todos ellos / sin que lo conociese nadie dellos. /
      • a1582 Anónimo Historia zamora 104 Romancero historiado Rodríguez Esp (CDH )
        Pues te han cabido las suertes / ve a vengar a tus hermanos, / que embidia tengo a sus muertes / porque en morir como fuertes / los que matan son los sanos. / Y pues tienes aparejo / con la lança y espada en mano / ve mi hijo y claro espejo / a morir por tu concejo / pues esta tan claro y llano. /
      • 1586 Barahona Soto, L. Lágrimas Angélica [1981] 349 Esp (CDH )
        Aquiles con el rostro airado y fiero / salió, la espada en mano, y embrazado / aquel escudo de hermoso acero / que Tetis hizo vario y estrellado; / sin armas el circaso caballero / le quiso acometer, mas se ha acordado / de que el escudo puede haber, y espada, / del rey de Ponto, y fue a buscar la entrada.
      • c1600 Mejía Cerda, R. Versos Comedia Zarzuela Cancionero tradicional (c1500-1702) Esp (CDH )
        Pensóse el villano / que me adormecía; / tomó espada en mano, / fuese a andar por villa.
      • 1606 Ledesma, A. Conceptos espirituales II [1969] 324 Esp (CDH )
        Y aunque en la muger es mengua / y cosa muy reprouada / hazer de la lengua espada, / sino solamente lengua. / La lengua del orador / ha de ser espada en mano, / que à vezes es cirujano, / y à vezes ensalmador. /
      • 1677-1678 Valencia, J. A. Diario noticias [1877] Esp (CDH )
        Verificóse algo de esto el miércoles pasado, porque habiendo S. A. ido á las Descalzas Reales á ver á Sor Margarita de Austria, su hija, á la vuelta, que fue de noche, se vió á S. A. y su familia ir hasta el Retiro con espada en mano, por los muchos corros de embozados, más que lo ordinario, que toparon en todo el camino; y aunque se ha deseado saber alguno, no se ha conseguido: recelos que duran todo lo que tardase en salir la Reina, que es quien los alienta.
      • c1687 Bances Candamo, F. Rey y dama [2003] 150 Esp (CDH )
        Espada en mano venía / siguiendo el Conde el alcance, / para romper con furor / nuestros cuarteles, y entrarse / en Dorlan, cuando saliendo / yo a su opósito con tales / mangas de mosquetería / rocié, que fueron bastantes, / granizando en plomo lluvias / y en humo, densos volcanes, / a que sus cóleras quiten / y sus ímpetus rechacen; / y a este abrigo pues pudieran / prontas volver a formarse / nuestras tropas, que feroces / renovaron el combate. /
      • 1724 Palomino Castro Velasco, A. Parnaso español [1936] Esp (CDH )
        Moisés está señalándoles el mar Bermejo, que han pasado a pie enjuto, a tiempo que se ve inundado en sus ya trabadas ondas el exército de los egipcios, que los seguía, y en lo alto se descubre el Señor de los Exércitos mandando a usa turba de Angeles que, con espada en mano, centellas y rayos que despiden horrorosas nubes, muestren su indignación y en ellos executen el estrago.
      • 1747 Anónimo Relac Puerto Rico [1918] 166 Puerto Rico (CDH )

        Toda esta ilustre comitiba, acompañaba por una parte el Estandarte Real, y por la otra los dos hermosísimos retratos de S. M. y de la serenísima señora doña María Bárbara de Verganza; que se fixaron en las tasas públicas de Cdo. cuyas paredes se miraron adornadas con vna inestimable colgadura, y dho. sr. Gobernador puso una guardia de Infantería mandando se mantubieran centinelas a los dos lados de los Retratos y Estandartes; otra de a caballo mandó poner á la Puerta con Espada en mano [...].

      • 1747 Anónimo Relac Puerto Rico [1918] Puerto Rico (CDH )
        Por lo que toca a fuera á cada estribo iban dos oficiales montados á caballo, con espada en mano, vestidos de azul vniformemente, guarnecidos de galones, con vandoleras encarnadas á la similitud de aquellas guardias del cuerpo real (respecto de que iban en custodia de los referidos retratos) delante iba la máscara, formada en dos alas, cada uno de distinto trage [...].
      • 1737-a1754 Luzán, I. Poética [1977] 404 Esp (CDH )
        [...] el punto de honor, las espadas en mano, el duelo por cualquier cosa y el matarse un caballero por castigar en otro lo que él mismo ejecutaba [...].
      • 1770 Cadalso, J. Solaya circasianos [1982] Esp (CDH )
        [Viendo a su hermana rodeada de tártaros, los ataca espada en mano. Éstos huyen y Casalia también, dejando a Solaya en brazos de su hermano] [...].
      • 1774-1778 Cadalso, J. Cartas marruecas [2000] 87 Esp (CDH )
        Lo demuestran en varios lances, pero con singular gloria en la batalla de Fontenoy, arrojándose con espada en mano sobre una infantería formidable, compuesta de naciones duras y guerreras, y la deshicieron totalmente, ejecutando entonces lo que no había podido lograr su ejército entero, lleno de oficiales y soldados del mayor mérito.
      • 1786 Montengón, P. Eusebio [1998] Esp (CDH )
        Era almirante de la división de Sprague el joven Ossory, hijo del conde de Ormont, el cual, viendo la rabiosa tenacidad con que Tromp combatía a Sprague, llevado del ardor de su ánimo juvenil, resuelve abordar al holandés Tromp y decidir la batalla espada en mano.
      • c1790-1823 Arriaza, J. B. Poesías [1822-1826] Esp (CDH )
        Hoyse presenta á mi memoria triste / Tu fin sangriento ¡ó malogrado hermano! / Con tanta pena, que la gloria en vano / Tu cara imágen de laurel reviste. / "Viva mi patria, y muera yo"dijiste, / Firme en el muro, y con espada en mano; / Responde el trueno del cañon tirano, / Y envuelto en sangre á su rigor cediste. /
      • 1847 Estébanez Calderón, S. Escenas andaluzas [1985] Esp (CDH )

        Aquí estaba la batería, señores; la gente, cansada ya de matar gabachos y sin recelo de ser salteada, apagadas mechas y botafuegos, se entregaba al descanso, si no al sueño, por aquí y por acullá y entre las gualderas o avantrenes de los cañones, y veo que mi susodicho hermano, único que velaba, entretenido sin duda en contar los ápices ardientes de su cigarro o en sacar augurio de las ruedas azuladas del humo, observa otro enjambre de franceses que como garduños en vivar se acercaban, bayoneta calada y espada en mano, a darnos la alborada.

      • 1849 Fernán Caballero Gaviota [1997] Esp (CDH )

        — Por lo que veo —dijo el veterano—, el hermano Gabriel no pertenece a la iglesia militante. ¿No se acuerda usted de que los judíos, antes de edificar el templo, habían conquistado la tierra prometida, espada en mano? *¿Habría iglesias y sacerdotes en la Tierra Santa si los cruzados no se hubieran apoderado de ella, lanza en ristre?

      • 1851-1855 Mármol, J. Amalia [2000] Argentina (CDH )

        — Eduardo, no hagamos locuras —repitió Daniel, volviendo a la dulzura natural con que trataba a su amigo—, no hagamos locuras. Si se tratase de defenderla de un hombre, de dos hombres, de más que fuesen, con la espada en mano, yo te dejaría muy tranquilo el placer de entretenerte con ellos.

      • 1851-1855 Mármol, J. Amalia [2000] Argentina (CDH )

        Era un duelo a muerte entre la libertad y el despotismo, entre la civilización y la barbarie; y estaban ya sobre el campo los dos rivales con la espada en mano, prontos a atravesarse el corazón, teniendo por testigos de su terrible combate a la humanidad y la posteridad.

      • 1850-a1865 Bello, A. Literatura latina [1985] Crítica literaria Venezuela (CDH )

        Las sátiras de Lucilio eran esencialmente morales. Verdadero censor, hacía temblar a los malvados, como si los persiguiese espada en mano:

        Ense velut stricto quoties Lucilius ardens / Infremuit, rubet auditor, cui frigida mens est / Criminibus...
      • 1871 Fdz Glz, M. Francisco Estevan [1871] Esp (CDH )

        Francisco Estévan tenia como suele decirse barro á mano.

        Y se enfangaba, como suele decirse tambien.

        Iba ardiente, terrible, espada en mano delante de sus marinos, que atropellaban por todo.
      • 1874 Valera, J. Pepita Jiménez [1997] 209 Esp (CDH )
        [...] y cita por último, al hidalgo vizcaíno don Íñigo de Loyola, el cual, en una controversia que tuvo con un moro sobre la pureza de María Santísima, harto ya de las impías y horrorosas blasfemias con que el moro le contradecía, se fue sobre él espada en mano, y si el moro no se salva por pies, le infunde el convencimiento en el alma por estilo tremendo.
      • 1875 Palma, R. Tradiciones peruanas III [1967] Perú (CDH )

        — Chavarría salió de capa y con espada en mano, y tuvo un desafío con un inglés, al cual estiró sin más ni menos. —¡Cáscaras con Chavarría!

      • 1876 Gorriti, J. M. Pozo [2002] Argentina (CDH )

        — Yo me hallaba entonces a la otra banda del río, encaramado en la copa de una ceiba vaciando sobre aquellos diablos la carga de mi fusil; y vi al capitán arrojarse, espada en mano, al centro de la columna. ¡Caramba! ¡Hubo un fiero remolino! Estocada por aquí, mandoble por allá...

      • 1877 Barros, Á. Guerra [1975] Argentina (CDH )
        Supóngase que dos hombres, espada en mano, se disputan la victoria. El uno tomando la iniciativa ataca desde luego vigorosamente, es natural que el otro adopte la defensiva parando los primeros golpes; pero si en ella se encierra, si se limita a parar los golpes del contrario, sin contestar, al fin será vencido.
      • 1839-1882 Villaverde, C. Cecilia Valdés [1992] Cuba (CDH )

        En casa me aguardaba Señorita con espada en mano. Yo, sin embargo, no temía nada, porque esperaba que me defendería el amo. ¡Qué había de defenderme!

      • a1896 Silva, J. A. Sobremesa [1996] Colombia (CDH )
        [...] hay que asaltar el poder, espada en mano y fundar una tiranía, en los primeros años apoyada en un ejército formidable y en la carencia de límites del poder y que se transformará en poco tiempo en una dictadura con su nueva constitución suficientemente elástica para que permita prevenir las revueltas de forma republicana por supuesto [...].
      • 1935-1936 Carrasquilla, T. Hace tiempos [1951] Colombia (CDH )

        Revuelan pañuelos por arriba, revuelan pañuelos por abajo; el viva repercute, y el héroe, espada en mano, en el corcel de un magnate, asoma bajo el arco.

      • 1970 Bryce Echenique, A. Julius [1996] 189 Perú (CDH )
        Siguió siendo tan simpático como inmundo Martinto, pero eso de estar en clases distintas separa mucho a los niños y, al año siguiente, él ya tenía un amigo narigón y se pasaba el día entero, espada en mano, tratando de volarle la nariz.
      • 1981 Arrau, S. Digo [1992] Chile (CDH )
        Salen tras Lautaro. Cambio gradual de ambientación, hasta volver a la de "Tucapel". Se oye la fuerte lluvia y la cometa del toqui. Entra Valdivia, espada en mano. Por otro sector y retrocediendo, Altamirano. También Agustinillo. Desde otro sector y también retrocediendo, Castillo.
      • 1985 Cardoza Aragón, L. Guatemala [1985] Guatemala (CDH )

        Las tres torres patricias saltan de los mitos y se instalan en los escudos coloniales. Al conquistar la independencia, desaparece Santiago, cabalgando espada en mano sobre nuestros campos.

      • 1990 Uslar Pietri, A. Visita tiempo [1993] Venezuela (CDH )
        Desde las batallas, hasta el crucifijo que iban a quemar los moriscos y que el señor, espada en mano, logró rescatar de las llamas. Aquel mismo crucifijo que ahora estaba en la cabecera de su lecho. O la herida que recibió en el asalto de Túnez junto al Emperador.
      • 1994 Salvador Lara, J. HContemp Ecuador [1994] 349 Ecuador (CDH )
        Llegaron a brillar las armas blancas. El mismo Bolívar, espada en mano, dio el ejemplo en el asalto al farallón enemigo.
      • 2001 Obando Bolaños, A. Violento paraíso [2001] 361 Costa Rica (CDH )
        Las mujeres devotas de este culto fingen buscar a Dionisos hasta que deciden que "debe andar lejos con las musas". Luego se sientan en círculos y se formulan unas a otras acertijos hasta que el sacerdote del dios sale corriendo del templo con espada en mano y mata a la primera o primero que atrape. /
      • 2009 Arango, A. Viaje Elsinor Cu (CORPES)
        Los soldados tiran a Leonardo dentro de su celda. El Capitán se apresura a cerrarla en el instante en que Laertes entra corriendo, espada en mano. Parece enloquecido. El Rey viene detrás de él. Laertes corre hasta la celda de Leonardo y golpea los barrotes con su espada. Leonardo se refugia en el fondo.
      • 2020 Arriaga, G. Salvar fuego [2020] Mx (CORPES)
        Los vellos se erizan. Los ojos lagrimean. Escozor en la nariz. Músculos engarrotados. Inútil huir, no hay donde ocultarse. Las ráfagas vuelan las tiendas de campaña. Las banderas son arrancadas de los mástiles. Los valientes desean emprender la batalla. Correr espada en mano a degollar al pueblo enemigo resguardado detrás de los muros de la ciudad. Imposible. El viento fétido sopla ya en la planicie.
    5. s. Se usa en expresiones comparativas para ponderar la agudeza de algo, así como su brillantez, su largura, su delgadez o su facilidad para cortar o clavarse.
      docs. (1275-2020) 39 ejemplos:
      • c1275 Alfonso X Gral Estoria I [2002] Esp (CDH )
        Ell otro enemigo que la cocadriz á por natura pora en ell agua son unos delfines que se crían en el Nilo otrossí como las cocadrizes, mas son más pequeños de cuerpo que los de la mar, e an por somo de los espinazos una espadaña que taja como espada, e an por natura e como por su costumbre de andar por somo dell agua en las noches trebejando, e cuando los vee la cocadriz de noche andar por el Nilo corre e debátese sobr'ellos por comerlos, ca assí como dixiemos, son peces que se muestran sobre ell agua más que otros.
      • 2020 Mírez, A. Perfectos mentirosos. Mentiras secretos. Ve (CORPES)
        — ¡¿Eso te lo enseñó tu madre, la sidosa?! —gritó un chico desde alguna de las filas de adelante. Eso último me atravesó como una espada. El asombro desapareció y dio paso a una furia que me despertó unas terribles ganas de levantarme, arrancar la silla del suelo y lanzársela a quien le cayera; pero también me sentí ofendida, atacada de una manera tan nueva que no supe si una actitud defensiva me daría una mejor posición o lo empeoraría todo.
      • c1275 Alfonso X Gral Estoria I [2002] Esp (CDH )
        Ell otro enemigo que la cocadriz á por natura pora en ell agua son unos delfines que se crían en el Nilo otrossí como las cocadrizes, mas son más pequeños de cuerpo que los de la mar, e an por somo de los espinazos una espadaña que taja como espada, e an por natura e como por su costumbre de andar por somo dell agua en las noches trebejando, e cuando los vee la cocadriz de noche andar por el Nilo corre e debátese sobr'ellos por comerlos, ca assí como dixiemos, son peces que se muestran sobre ell agua más que otros.
      • a1280 Alfonso X Gral Estoria III [1994] Esp (CDH )
        Mas son las cosas d'ella amargas como la yerva assensio, e agudas como espada que taja de amas partes.
      • c1280 Alfonso X Gral Estoria IV [2002] Esp (CDH )

        Fijo pequeste non lo fagas otra uez. mas ruega por lo passado que te sea perdonado. assi como de faz de culuebro fuy de los peccados. & si a ellos llegares recebirte an. Dientes de Leon los dientes daquel culuebro. & que matan las almas de los omnes como espada tornadiza aguda damas partes. todo tuerto es de la partida della & contra las sus feridas non ay sanidad.

      • c1285 Anónimo LCien Capítulos [1998] Esp (CDH )
        E el buen omne es bien enfrenado que non dize todo lo que sabe. E non quieras dezir cosas que non sean creídas maguer que puedas provallas. La lengua es llave del seso. La lengua es como espada tajante.
      • c1400 Anónimo Viaje Mandevilla (Esc. M.III.7) [1995] fol. 71v Esp (CDH )
        Et eillos Responden todos a vna voz / quanto que vos comandaredes sera fecho / Et de pues dize lemperador / estonz Seppades que daqui adelant mj palabra sera tallant / como vna espada / de pues lo asientan sobre vn / feutre [BLNK] negro / et assi lo meten en su cathedra & lj / meten su corona / Et de pues toda la tierra li jmbia presentes / en aquel dia / ell ha mas de .lx. gamellos sin las joyas / de nobles hombres doro & de piedras preciosas qui son sin / extimation & sin cauallos sin paynnos doro & de porpora / da camocaz & de tartaras que son sin nombre / [...].
      • c1422-1433 Guadalfajara Trad Biblia Alba II [1920-1922] Esp (CDH )
        Generaçion que los sus dientes son como espadas, e los sus colmillos como cuchillos, con los quales comen los humilles de la tierra e los mesquinos de los omnes.
      • 1438 Mtz Toledo, A. Corbacho [1990] 171 Esp (CDH )
        Demás un todoseda con que cubría su cara —que paresçía a la rreyna Sabba— por mostrarse más fermosa; axorcas de alámbar * engastonadas en oro; sortijas diez o doze, donde ay dos diamantes, un çafir, dos esmeraldas; lúas * forradas de martas para dar con el alyendo * luzor en la su cara e rrevenir los afeytes: reluzía como una espada con aquel agua destilada.
      • 1482-1492 Rdz Montalvo, G. Amadís I y II [1991] Esp (CDH )

        Y fue assí desta guisa: que ella ovo cuatro tablas tan grandes, que assí como arca *una criatura con sus paños encerrar pudiesse, y tanto larga como una espada, y hizo traer ciertas cosas para un betún con que las pudiesse juntar, sin que en ella ninguna agua entrasse, y guardólo todo debaxo de su cama sin que Elisena lo sentiese, fasta que por su mano juntó las tablas con aquel rezio betún, y la fizo tan igual y tan bien formada como la fiziera un maestro.

      • 1494 Burgos, V. Trad Proprietatibus Rerum Anglicus [1999] fol. 235r Esp (CDH )
        La palma segund dize la glosa sobre el Psalterio es arbol muy alto pero no tanto como el & ccedil;edro & ha la raiz aspera & redonda & muy profunda, su tronco es aspero & duro & no puede podreçerse. su corteza es ruda & puñente & ccedil;erca de tierra e por esto es fuerte para subir en el, las hojas son luengas estrechas & agudas como una espada e cortantes a los costados & suaves al medio e son buenas para hazer seras & çestas & muchas otras cosas [...].
      • 1516 Bernal, F. Floriseo [2003] Esp (CDH )
        Y en derredor d'ellos están seis grandes dragones e, a la entrada del río, está una bestia muy espantosa. Ésta es de grandeza de un cavallo, con dos cabeças hazia atrás e delante, e es su cobertura de unas rezias conchas que arma no las pueden passar. E tiene en cada frente un cuerno tan luengo e tan agudo como espada, e de sus ojos parece salir fuego.
      • c1541-a1550 Castillejo, C. Poesías [1927-1928] II, 29 Esp (CDH )
        La causa de mi conquista, / Que me desmaya la vista / Cuando bien la estoy mirando. / Hoy la estuve contemplando / Que es cuadrada, / A esquina viva sacada, / Y todas sus cuatro esquinas / Son tan agudas y finas, / Que cortan como una espada. /
      • 1569 Torquemada, A. Jardín [1994] 880 Esp (CDH )

        Otro pescado se halla, llamado xifia, que en alguna manera se parece con la vallena; y quando abre la boca es tan grande y tan profunda que espanta a los que la miran. Los ojos tiene espantables, y el espinazo tan agudo como una espada, y es muy dañoso, porque metiéndose debaxo de los navíos, los corta o trastorna para comer a los que van dentro.

      • 1621 Salas Barbadillo, A. J. Sabia Flora [1907] Esp (CDH )
        ¡Oh nuevo prodigio, que vemos en Madrid un rostro que no brilla como espada, aunque mata más que muchas! ¡Oh bella claridad de semblante! cada mejilla es un Abril, cada labio es una aurora.
      • 1844 Gil Carrasco, E. Señor Bembibre [1989] Esp (CDH )
        Por fin don Álvaro hizo uno de aquellos esfuerzos que sólo a las naturalezas extremadamente enérgicas y altivas son permitidos, y dijo con una frialdad irónica y desdeñosa que atravesaba como una espada el corazón de la infeliz:

        — En ese caso, sólo me resta pediros perdón de las muchas molestias que con mis importunidades os he causado [...].

      • 1861 Castro, R. Flavio [1993] 274 Esp (CDH )
        En este mismo instante tu sangre circula con dificultad, porque el viento que se infiltra por las quebradas de las montañas te ha helado y aterido con su gentil soplo que penetra en el pecho como una espada. ¡Oh!, hija mía, necesitas recobrar el calor perdido, es preciso que tomes el remedio que voy a prepararte.
      • 1862 Gutiérrez, R. Lázaro [1862] Argentina (CDH )
        Oh! la desgracia de mi vida entera / que cruza el corazon como una espada, / —mi corazon misántropo— que nada / busca en el mundo ni del mundo espera!
      • c1875 Costa, J. HRevolución española [1992] 117 Esp (CDH )

        [...] la doctrina del pacto social que, aunque en el fondo errónea ha servido de instrumento para la renovación y purificación de la libertad, proclamóla el P. Mariana en el siglo XVI, mas quedando baldía y ociosa, y teniendo que encaminarse a otra república, a Suiza, y bullir y agitarse y resplandecer como espada de fuego en las poderosas manos de Rousseau para elaborar la revolución y poner remedio al absolutismo que la misma doctrina no había podido a tiempo prevenir [...].

      • 1884 Ortega Munilla, J. Cleopatra [1993] Cuba (CDH )

        Quedóse aterrado Valentín: la desgracia estaba consumada. Aquel pobre señor estaba completamente loco. La terrible certidumbre le entró en el corazón como una espada.

      • 1916 Jiménez, J. R. Platero [1987] Esp (CDH )
        ¡Qué bello está el cielo esta tarde, Platero, con su metálica luz de otoño, como una ancha espada de oro limpio!
      • 1919 Arguedas, A. Raza [1988] Bolivia (CDH )
        Checa, con un gesto, señaló el corral, donde estaban atados por las patas dos cerdos de hocico puntiagudo y flacos como espadas.
      • 1941 Alegría, C. Mundo [1978] Perú (CDH )
        Los rayos se sucedieron rasgando el espacio como flechas, como llamas, como hilos trémulos, como látigos [...] A veces llegaban hasta la misma pampa y algunos se clavaban como espadas y otros corrían como bolas de fuego.
      • 1950 Pablo Neruda Canto general [1981] 170 Chile (CDH )
        [...] yo te voy a borrar con esperanza: / no entrarás a mi amor organizado, / no entrarás a mi pecho con los tuyos, / con los que te crearon escupiendo / tu forma degradada, / yo apartaré tu arcilla de la tierra / hasta que te construyan los metales / y salgas a brillar como una espada.
      • 1962 Mujica Láinez, M. Bomarzo [1996] 454 Argentina (CDH )

        Salió del lecho revuelto, y sus finas piernas brillaron un segundo, como espadas. Luego retrocedió, asustada, descalza, cubriéndose los pechos con las manos, hacia el fondo de la cámara penumbrosa.

      • 2005 Iwasaki, F. Neguijón Perú (CDH )
        La santidad que resplandecía tras el pecado tenía que ser como la espada que saliendo del fuego era templada en la nieve: melancólica por adustión. Como San Agustín, que antes de ser fanal de la teología fue pagano y fornicario. Como Santa María Egipcíaca, que murió ermitaña después de conocer más de diez mil varones. O como San Azades de Persia, alumno de Putifar y hervido en el aceite del martirio por renegar de su maestro. Por lo tanto, la misma adustión que convertía en santidad la melancolía del pecador, al docto mustio de corazón le podía descoser la manera de raciocinar.
      • 2016 Muñoz, J. L. Cazadores nieve Esp (CORPES)
        Le da cierto miedo ver así al cojo. Ufano con su botín de guerra en las manos, tomado por las orejas peludas, con la boca abierta y una lengua negra que asoma por entre colmillos como espadas. Aún hay sangre roja en los bordes aserrados del ancho cuello.
      • 2020 Mírez, A. Perfectos mentirosos. Mentiras secretos. Ve (CORPES)
        — ¡¿Eso te lo enseñó tu madre, la sidosa?! —gritó un chico desde alguna de las filas de adelante. Eso último me atravesó como una espada. El asombro desapareció y dio paso a una furia que me despertó unas terribles ganas de levantarme, arrancar la silla del suelo y lanzársela a quien le cayera; pero también me sentí ofendida, atacada de una manera tan nueva que no supe si una actitud defensiva me daría una mejor posición o lo empeoraría todo.
      • c1275 Alfonso X Gral Estoria I [2002] Esp (CDH )
        Ell otro enemigo que la cocadriz á por natura pora en ell agua son unos delfines que se crían en el Nilo otrossí como las cocadrizes, mas son más pequeños de cuerpo que los de la mar, e an por somo de los espinazos una espadaña que taja como espada, e an por natura e como por su costumbre de andar por somo dell agua en las noches trebejando, e cuando los vee la cocadriz de noche andar por el Nilo corre e debátese sobr'ellos por comerlos, ca assí como dixiemos, son peces que se muestran sobre ell agua más que otros.
      • a1280 Alfonso X Gral Estoria III [1994] Esp (CDH )
        Mas son las cosas d'ella amargas como la yerva assensio, e agudas como espada que taja de amas partes.
      • c1280 Alfonso X Gral Estoria IV [2002] Esp (CDH )

        Fijo pequeste non lo fagas otra uez. mas ruega por lo passado que te sea perdonado. assi como de faz de culuebro fuy de los peccados. & si a ellos llegares recebirte an. Dientes de Leon los dientes daquel culuebro. & que matan las almas de los omnes como espada tornadiza aguda damas partes. todo tuerto es de la partida della & contra las sus feridas non ay sanidad.

      • c1285 Anónimo LCien Capítulos [1998] Esp (CDH )
        E el buen omne es bien enfrenado que non dize todo lo que sabe. E non quieras dezir cosas que non sean creídas maguer que puedas provallas. La lengua es llave del seso. La lengua es como espada tajante.
      • c1400 Anónimo Viaje Mandevilla (Esc. M.III.7) [1995] fol. 71v Esp (CDH )
        Et eillos Responden todos a vna voz / quanto que vos comandaredes sera fecho / Et de pues dize lemperador / estonz Seppades que daqui adelant mj palabra sera tallant / como vna espada / de pues lo asientan sobre vn / feutre [BLNK] negro / et assi lo meten en su cathedra & lj / meten su corona / Et de pues toda la tierra li jmbia presentes / en aquel dia / ell ha mas de .lx. gamellos sin las joyas / de nobles hombres doro & de piedras preciosas qui son sin / extimation & sin cauallos sin paynnos doro & de porpora / da camocaz & de tartaras que son sin nombre / [...].
      • c1422-1433 Guadalfajara Trad Biblia Alba II [1920-1922] Esp (CDH )
        Generaçion que los sus dientes son como espadas, e los sus colmillos como cuchillos, con los quales comen los humilles de la tierra e los mesquinos de los omnes.
      • 1438 Mtz Toledo, A. Corbacho [1990] 171 Esp (CDH )
        Demás un todoseda con que cubría su cara —que paresçía a la rreyna Sabba— por mostrarse más fermosa; axorcas de alámbar * engastonadas en oro; sortijas diez o doze, donde ay dos diamantes, un çafir, dos esmeraldas; lúas * forradas de martas para dar con el alyendo * luzor en la su cara e rrevenir los afeytes: reluzía como una espada con aquel agua destilada.
      • 1438 Mtz Toledo, A. Corbacho [1990] 171 Esp (CDH )
        Seys mugeres con ella, moça para la falda, moscadero de pavón todo algaliado; safumada, almiscada, las çejas algaliadas, rreluziendo como espada.
      • 1438 Mtz Toledo, A. Corbacho [1990] 176 Esp (CDH )
        Fazen más agua de blanco de huevos cochos, estylada * con mirra, cánfora, angelotes, * trementina —con tres aguas purificada e bien lavada que torna como la nieve blanca—, rraýzes de lirios blancos, bórax fino: de todo esto fazen agua destillada con que rreluzen como espada.
      • 1482-1492 Rdz Montalvo, G. Amadís I y II [1991] Esp (CDH )

        Y fue assí desta guisa: que ella ovo cuatro tablas tan grandes, que assí como arca *una criatura con sus paños encerrar pudiesse, y tanto larga como una espada, y hizo traer ciertas cosas para un betún con que las pudiesse juntar, sin que en ella ninguna agua entrasse, y guardólo todo debaxo de su cama sin que Elisena lo sentiese, fasta que por su mano juntó las tablas con aquel rezio betún, y la fizo tan igual y tan bien formada como la fiziera un maestro.

      • 1494 Burgos, V. Trad Proprietatibus Rerum Anglicus [1999] fol. 235r Esp (CDH )
        La palma segund dize la glosa sobre el Psalterio es arbol muy alto pero no tanto como el & ccedil;edro & ha la raiz aspera & redonda & muy profunda, su tronco es aspero & duro & no puede podreçerse. su corteza es ruda & puñente & ccedil;erca de tierra e por esto es fuerte para subir en el, las hojas son luengas estrechas & agudas como una espada e cortantes a los costados & suaves al medio e son buenas para hazer seras & çestas & muchas otras cosas [...].
      • 1516 Bernal, F. Floriseo [2003] Esp (CDH )
        Y en derredor d'ellos están seis grandes dragones e, a la entrada del río, está una bestia muy espantosa. Ésta es de grandeza de un cavallo, con dos cabeças hazia atrás e delante, e es su cobertura de unas rezias conchas que arma no las pueden passar. E tiene en cada frente un cuerno tan luengo e tan agudo como espada, e de sus ojos parece salir fuego.
      • a1424-1520 Anónimo Canc Fdz Íxar [1956] Esp (CDH )
        Guardate de mal conpanero, que asy es como espada, que ha fermosa vista e faze mal señal. No te acuestes a rey, sy es loco; nin a la mar, sy es fuerte. No te aconpanes con malos, que quien los aconpaña es grande su pensamiento. Aprende algun ofiçio, por eso que sy vienes a pobreza, non ayas menester de ninguno. Guardate de conosçer a ty mesmo, antes que quieras conosçer a otro. Quieras para la gente, lo que quieres para ty mesmo.
      • 1527-1550 Casas, B. Apologética historia [1992] Esp (CDH )
        Traían eso mesmo unas hachuelas pequeñas, como de armas, al otro lado, las cuales se ataban a las muñecas con ciertas manijas de cuerda como fiadores, porque no se les soltasen peleando, con un astil como de tres palmos, y con éstas se hacían grande daño y cortábanse las cabezas como con un espada.
      • c1541-a1550 Castillejo, C. Poesías [1927-1928] II, 29 Esp (CDH )
        La causa de mi conquista, / Que me desmaya la vista / Cuando bien la estoy mirando. / Hoy la estuve contemplando / Que es cuadrada, / A esquina viva sacada, / Y todas sus cuatro esquinas / Son tan agudas y finas, / Que cortan como una espada. /
      • 1569 Torquemada, A. Jardín [1994] 880 Esp (CDH )

        Otro pescado se halla, llamado xifia, que en alguna manera se parece con la vallena; y quando abre la boca es tan grande y tan profunda que espanta a los que la miran. Los ojos tiene espantables, y el espinazo tan agudo como una espada, y es muy dañoso, porque metiéndose debaxo de los navíos, los corta o trastorna para comer a los que van dentro.

      • c1550-1580 Luis de León Trad clásicas [1990] 337 Poesías Esp (CDH )
        En el verano nuevo quando el frío / humor en la alta sierra desatado / desciende convertido en largo río, / y el campo con el zéfiro alentado / el seno afloja, que cerrava el frío, / al punto gima el buey con el arado / hincándolo, y la reja, de gastada / con el arar, relumbre como espada. /
      • 1621 Salas Barbadillo, A. J. Sabia Flora [1907] Esp (CDH )
        ¡Oh nuevo prodigio, que vemos en Madrid un rostro que no brilla como espada, aunque mata más que muchas! ¡Oh bella claridad de semblante! cada mejilla es un Abril, cada labio es una aurora.
      • 1844 Gil Carrasco, E. Señor Bembibre [1989] Esp (CDH )
        Por fin don Álvaro hizo uno de aquellos esfuerzos que sólo a las naturalezas extremadamente enérgicas y altivas son permitidos, y dijo con una frialdad irónica y desdeñosa que atravesaba como una espada el corazón de la infeliz:

        — En ese caso, sólo me resta pediros perdón de las muchas molestias que con mis importunidades os he causado [...].

      • 1861 Castro, R. Flavio [1993] 274 Esp (CDH )
        En este mismo instante tu sangre circula con dificultad, porque el viento que se infiltra por las quebradas de las montañas te ha helado y aterido con su gentil soplo que penetra en el pecho como una espada. ¡Oh!, hija mía, necesitas recobrar el calor perdido, es preciso que tomes el remedio que voy a prepararte.
      • 1862 Gutiérrez, R. Lázaro [1862] Argentina (CDH )
        Oh! la desgracia de mi vida entera / que cruza el corazon como una espada, / —mi corazon misántropo— que nada / busca en el mundo ni del mundo espera!
      • c1875 Costa, J. HRevolución española [1992] 117 Esp (CDH )

        [...] la doctrina del pacto social que, aunque en el fondo errónea ha servido de instrumento para la renovación y purificación de la libertad, proclamóla el P. Mariana en el siglo XVI, mas quedando baldía y ociosa, y teniendo que encaminarse a otra república, a Suiza, y bullir y agitarse y resplandecer como espada de fuego en las poderosas manos de Rousseau para elaborar la revolución y poner remedio al absolutismo que la misma doctrina no había podido a tiempo prevenir [...].

      • 1884 Ortega Munilla, J. Cleopatra [1993] Cuba (CDH )

        Quedóse aterrado Valentín: la desgracia estaba consumada. Aquel pobre señor estaba completamente loco. La terrible certidumbre le entró en el corazón como una espada.

      • 1900-1909 Echeverría, A. J. Postales [1953] 213 Concherías Costa Rica (CDH )
        Por entre el denso follaje / de la arboleda cercana / algunos rayos de luz, / como filosas espadas / penetran, y al dar de punta / sobre la mullida grama / por la lluvia de la noche / con mil gotas coronada, / arrancan de ellas reflejos / de coloración tan varia, / tan fulgente, tan radiante / que rubíes, esmeraldas, / diamantes, y en fin, la gaya / colección de pedrería / de la flora subterránea / valen poco, nada valen / con sus iris comparada. /
      • 1916 Jiménez, J. R. Platero [1987] Esp (CDH )
        ¡Qué bello está el cielo esta tarde, Platero, con su metálica luz de otoño, como una ancha espada de oro limpio!
      • 1919 Arguedas, A. Raza [1988] Bolivia (CDH )
        Checa, con un gesto, señaló el corral, donde estaban atados por las patas dos cerdos de hocico puntiagudo y flacos como espadas.
      • 1921 Miró, G. SDaniel [1988] Esp (CDH )
        Sin saberlo, estaba poseída de lo hondo y magnífico de la sensación de las cosas. El silencio la traspasaba como una espada infinita. Un pájaro, una nube, una gota de sol caída entre follaje, le despertaba un eco sensitivo.
      • 1924 Rivera, J. E. Vorágine [1995] 204 Colombia (CDH )
        Pensativo, junto a las linfas, * demoraba el garzón soldado, de rojo quepis, * heroica altura y marcial talante, cuyo ancho pico es prolongado como una espada; y a su redor revoloteaba el mundo babélico de zancudas y palmípedas, desde la corocora lacre, que humillaría al ibis egipcio, hasta la azul cerceta * de dorado mono y el pato ilusionante de color de rosa, que en el rosicler del alba llanera tiñe sus plumas.
      • 1941 Alegría, C. Mundo [1978] Perú (CDH )
        Los rayos se sucedieron rasgando el espacio como flechas, como llamas, como hilos trémulos, como látigos [...] A veces llegaban hasta la misma pampa y algunos se clavaban como espadas y otros corrían como bolas de fuego.
      • 1947 Loynaz, D. M. Juegos Agua [1993] Cuba (CDH )
        ¡Agua de siete velos desnudándote y nunca / desnuda! ¡Cuándo un chorro tendrás que rompa el broche / de mármol que te ciñe, y al fin por un instante / alcance a traspasar como espada, la Noche!
      • 1950 Pablo Neruda Canto general [1981] 170 Chile (CDH )
        [...] yo te voy a borrar con esperanza: / no entrarás a mi amor organizado, / no entrarás a mi pecho con los tuyos, / con los que te crearon escupiendo / tu forma degradada, / yo apartaré tu arcilla de la tierra / hasta que te construyan los metales / y salgas a brillar como una espada.
      • 1962 Mujica Láinez, M. Bomarzo [1996] 454 Argentina (CDH )

        Salió del lecho revuelto, y sus finas piernas brillaron un segundo, como espadas. Luego retrocedió, asustada, descalza, cubriéndose los pechos con las manos, hacia el fondo de la cámara penumbrosa.

      • 1972 Torrente Ballester, G. Saga/Fuga [1995] 209 Esp (CDH )
        "¿Busca la Piedra Filosofal?" "Busco la palabra que destruya lo que el fiat creó, y la palabra que permita reconstruirlo luego, organizado de otra manera." "Luego, lo que usted busca es el verbo." "Ni más ni menos, pero un verbo de doble filo, como una espada."
      • 1985 Cardoza Aragón, L. Guatemala [1985] Guatemala (CDH )
        El sueño de Guatemala o de México, que soñaba Landívar, lo hemos soñado yendo al mismo mar y naciendo en la misma tierra, como nuestros ríos que bajan a las costas o meditan en campos de luminosidad tan pura y tan dormida, que un sonido súbito nos atraviesa como espada.
      • 1994 Salvador Lara, J. HContemp Ecuador [1994] 383 Ecuador (CDH )
        En la larga actuación de primera línea en la vida pública del Ecuador, de 1820 a 1847, el año de su muerte, Olmedo fue exponiendo en manifiestos, mensajes, cartas y escritos literarios, y desde luego en sus poemas, una doctrina política limpia y resplandeciente, como una espada ideal, que es necesario recoger, enaltecer y ponerla como ejemplo, caracterizada precisamente por aquellos valores que constituyen lo más noble de la vocación nacional: las aspiraciones de fe, libertad, cultura, y correlativamente de derecho y justicia, orden y progreso.
      • 1999 Volpi, J. Busca Klingsor [1999] México (CDH )
        ¿Cómo asumir que su voz era cierta y responsable, aguda como una espada, inclemente como nuestra traición? ¿Cómo? Y, no obstante, yo lo hacía, incapaz de soportar la idea contraria, demasiado débil para pensar que sus palabras fuesen una vana delicadeza, una confusión o una duda.
      • 2005 Iwasaki, F. Neguijón Perú (CDH )
        La santidad que resplandecía tras el pecado tenía que ser como la espada que saliendo del fuego era templada en la nieve: melancólica por adustión. Como San Agustín, que antes de ser fanal de la teología fue pagano y fornicario. Como Santa María Egipcíaca, que murió ermitaña después de conocer más de diez mil varones. O como San Azades de Persia, alumno de Putifar y hervido en el aceite del martirio por renegar de su maestro. Por lo tanto, la misma adustión que convertía en santidad la melancolía del pecador, al docto mustio de corazón le podía descoser la manera de raciocinar.
      • 2016 Muñoz, J. L. Cazadores nieve Esp (CORPES)
        Le da cierto miedo ver así al cojo. Ufano con su botín de guerra en las manos, tomado por las orejas peludas, con la boca abierta y una lengua negra que asoma por entre colmillos como espadas. Aún hay sangre roja en los bordes aserrados del ancho cuello.
      • 2020 Mírez, A. Perfectos mentirosos. Mentiras secretos. Ve (CORPES)
        — ¡¿Eso te lo enseñó tu madre, la sidosa?! —gritó un chico desde alguna de las filas de adelante. Eso último me atravesó como una espada. El asombro desapareció y dio paso a una furia que me despertó unas terribles ganas de levantarme, arrancar la silla del suelo y lanzársela a quien le cayera; pero también me sentí ofendida, atacada de una manera tan nueva que no supe si una actitud defensiva me daría una mejor posición o lo empeoraría todo.
    6. s. En ocasiones, con el modificador blanca.
      docs. (1414-2014) 23 ejemplos:
      • c1414 Anónimo Trad Lanzarote Lago [1999] fol. 43r Esp (CDH )
        E lanzarote se dexo yr ael E el cauallero no lo oso atender E comenzo de fuir lo mas que pudo E lanzarote lo demostro y lo desdeño muj mal E llamole cobarde E fuydor mas atended a esta blanca espada que tan bien taja que mas vil mente ardida y corajosa que vida vergonzosa [...].
      • 2014 RAE DLE (NTLLE)
        espada [...] espada blanca. f. espada (| arma blanca).
      • c1414 Anónimo Trad Lanzarote Lago [1999] fol. 43r Esp (CDH )
        E lanzarote se dexo yr ael E el cauallero no lo oso atender E comenzo de fuir lo mas que pudo E lanzarote lo demostro y lo desdeño muj mal E llamole cobarde E fuydor mas atended a esta blanca espada que tan bien taja que mas vil mente ardida y corajosa que vida vergonzosa [...].
      • 1552 Hnz Villaumbrales, P. Peregrinación [2003] Esp (CDH )

        En la derecha mano traía una espada desnuda, alçada en alto, torcido por ella un ramo de olivo con una letra en esta manera:

        La blanca espada castiga / los perversos malhechores. / El ramo de verde oliva / a las veces los mitiga / la pena de sus errores.
      • 1580 Sierra, P. Espejo príncipes II [2003] 24 Esp (CDH )
        ¡Y tú, mi castíssima Diana, recibe assí mesmo lo que con tanta sangre te ofrezco! / »Y diziendo esto, sacó una blanca espada que debaxo de su manto secreta traía y, afirmando el pomo en el suelo del tablado, con presteza no pensada se lançó encima, sin podérselo estorvar la gente que con ella estava.
      • 1618 Espinel, V. Marcos Obregón [1972] I, 95 Esp (CDH )
        Miré la casa muy de espacio, aunque se podía ver muy de presto porque no vi en toda ella si no es un espejo muy grande en un poyo muy pequeño de una ventana y unas redomillas que lo acompañaban, con un cofrecillo pequeñuelo; y mirando a un rincón, vi un montante con ciertas espadas de esgrima, dagas y espadas blancas, una rodela y broquel.
      • 1641 Vélez Guevara, L. Diablo [1999] 97 Esp (CDH )
        Va con ellos don Francisco de Mendoza, gentilhombre cortesano, favorecido de todos y diestro en entrambas sillas de la espada blanca y negra.
      • 1660 Zabaleta, J. Día fiesta tarde [1983] 427 Esp (CDH )
        Tenía el mejor lugar en aquel derecho, y declaró el maestro que le tocaba. Mientras éste se quitaba la capa y la espada blanca, el que le aguardaba, que era un hombre alto con media vara de pescuezo, gastaba el tiempo en pasar la negra, que tenía en la mano, por debajo de el pie izquierdo, y luego llevarla al ojo derecho.
      • 1703 Garau, F. Sabio instruido [2003] 408 Esp (CDH )
        O Santo Dios! quando empuñe Dios su espada blanca, su espada desnuda, su espada sin baina para ensangrentarla en el corazón de los impios, y la aguze como rajo!
      • 1732 RAE DiccAutoridades (NTLLE)
        ESPADA BLANCA. Se llama la acerada y puntiagúda con que nos defendemos y ofendemos: y se trahe de ordinario ceñida y metida en la váina [...].
      • 1994 García Cortázar, F. / Glz Vesga, J. M. Breve HEspaña [1994] Esp (CDH )

        Como cantan los poetas de ambos bandos:

        Hoy el diablo ha retrocedido desembarazándose de la causa de los enemigos. / Los partidarios de la herejía han sabido entonces en el extremo oriente donde están o en el extremo occidente que el fetichismo no era más que mentira. / En Santiago cuando llegaste con las espadas blancas semejantes a una luna que se pasea por la noche entre sus estrellas... /
      • 2002 Chimal, C. Último año estero Mx (CORPES)
        Todo lo que creas, destruyes, haces, dices y comes. Toda la gente que conoces, todo lo que desprecias, con todos los que peleas, todo eso está por venir y todo está en armonía... bajo el sol... pero el sol ha sido eclipsado por la luna'. Cuando volví a la vida, la mujer se había largado. Luego iniciamos una peregrinación hasta la península de Kola acompañados de otros líderes espirituales, todos ellos aficionados a la alquimia sideral, como el príncipe y yo. En aquellas latitudes el Sol tiene una espada blanca y la clava en la tierra.
      • c1414 Anónimo Trad Lanzarote Lago [1999] fol. 43r Esp (CDH )
        E lanzarote se dexo yr ael E el cauallero no lo oso atender E comenzo de fuir lo mas que pudo E lanzarote lo demostro y lo desdeño muj mal E llamole cobarde E fuydor mas atended a esta blanca espada que tan bien taja que mas vil mente ardida y corajosa que vida vergonzosa [...].
      • 1552 Hnz Villaumbrales, P. Peregrinación [2003] Esp (CDH )

        En la derecha mano traía una espada desnuda, alçada en alto, torcido por ella un ramo de olivo con una letra en esta manera:

        La blanca espada castiga / los perversos malhechores. / El ramo de verde oliva / a las veces los mitiga / la pena de sus errores.
      • 1580 Sierra, P. Espejo príncipes II [2003] 24 Esp (CDH )
        ¡Y tú, mi castíssima Diana, recibe assí mesmo lo que con tanta sangre te ofrezco! / »Y diziendo esto, sacó una blanca espada que debaxo de su manto secreta traía y, afirmando el pomo en el suelo del tablado, con presteza no pensada se lançó encima, sin podérselo estorvar la gente que con ella estava.
      • a1607 Vélez Guevara, L. Comedia Rey Sebastián [1972] Esp (CDH )
        Maestro¡Quién podrá en el mundo / a Vuestra Magestad.!)Rey Pues dese modo, * / ¿para qué quiero yo sauer posturas / que con la espada blanca me parece * / que un león desatado no me yguala. MaestroEl respeto, Señor, de la persona / real, en qualquier pecho pone miedo, / que el sol que hiere a quien miralle quiere.
      • 1609 Vega Carpio, F. L. Jerusalén conquistada [1951] I, 191 Esp (CDH )
        Disculpase de todo, y no es oydo, / Que no los tiene la ambicion ayrada, / Porque tras esto dizen, que ha perdido / Dos ò tras vezes la ciudad sagrada: / Quexase ayrado à los Francesses Guido, / Iurando no cubrir la blanca espada, / Hasta que se corone à pesar suyo, / Triste Ierusalen que Reyno el tuyo! /
      • 1609 Vega Carpio, F. L. Jerusalén conquistada [1951] II, 336 Esp (CDH )
        Tras el deciende Garzeràn sacando / La blanca espada, à quien el brazo tiene / Roselina bellissima llorando, / El Español la mira, y se detiene: / Llegan los dos al tiempo que espirando / El alma agradecida se detiene / A los años que tuuo compañia / Con el cuerpo que amò, y en quien viuia. /
      • 1611 Covarrubias, S. Tesoro Cast Esp (NTLLE)
        Llamamos espadas blancas las azeradas con que nos defendemos, y ofendemos, a diferencia de las de esgrima, que son de solo hierro, sin lustre, sin corte, y con un boton en la punta. A las espadas blancas llamó Lampridio en la vida de Comodo, luzientes [...].
      • 1612 Vega Carpio, L. Fuente Ovejuna [1993] 51 Esp (CDH )
        Sacad esa blanca espada, / que habéis de hacer, peleando, / tan roja como la cruz, / porque no podré llamaros / Maestre de la cruz roja / que tenéis al pecho, en tanto / que tenéis la blanca espada; / que una al pecho y otra al lado, / entrambas han de ser rojas; / y vos, Girón soberano, / capa del templo inmortal / de vuestros claros pasados.
      • 1612 Vega Carpio, L. Fuente Ovejuna [1993] 52 Esp (CDH )
        Sacaré la blanca espada / para que quede su luz / de la color de la cruz, / de roja sangre bañada. /
      • c1613 Vélez Guevara, L. Serrana Vera [1967] Esp (CDH )
        A ndrés .Herónimo, la serrana / es ésta que allá en Plasencia... / ya te acuerdas.G erónimo . ¿Pues no basta / para memoria los toques / que contra negras y blancas / espadas nos dió a los dos / con sola una negra espada? / Su casa pienso que es ésta.
      • 1618 Espinel, V. Marcos Obregón [1972] I, 95 Esp (CDH )
        Miré la casa muy de espacio, aunque se podía ver muy de presto porque no vi en toda ella si no es un espejo muy grande en un poyo muy pequeño de una ventana y unas redomillas que lo acompañaban, con un cofrecillo pequeñuelo; y mirando a un rincón, vi un montante con ciertas espadas de esgrima, dagas y espadas blancas, una rodela y broquel.
      • 1623 Anónimo Relación de las fiestas reales de toros Actos públicos en Madrid Esp (CDH )

        Hizieron su passeo, y el Principe ansi mismo le honró, quando por diferentes puertas fueron entrando, los que se veran: el Marques de Vela, en quien competian valor, destreza, y gala, acompañado de veynte y quatro lacayos, de tela blanca, guarnecido en harpon de bideos, y cabaches negros, plumas y guarniciones de espada blancas.

      • 1580-a1627 Góngora Argote, L. Romances [1998] 469 Esp (CDH )
        Derramará valentía / en vn corrillo de dueñas / el matador de palabras, / con mil porvidas y penas, / y en viendo vna espada blanca / en manos de vna muñeca, / para poner tierra en medio / saca fuerças de flaqueça. /
      • c1631-1632 Calderón Barca, P. Burlas amor [1995] Esp (CDH )
        Por burla al mar me entregué, / por burla el rayo encendí, / con blanca espada esgrimí, / con brava fiera jugué; / y así, en el mar me anegué, / del rayo sentí el ardor, / de acero y fiera el furor; / luego, si saben matar / fiera, acero, rayo y mar, / no hay burlas con el amor.
      • 1641 Vélez Guevara, L. Diablo [1999] 97 Esp (CDH )
        Va con ellos don Francisco de Mendoza, gentilhombre cortesano, favorecido de todos y diestro en entrambas sillas de la espada blanca y negra.
      • 1642 Cala, C. Desengaño espada [1892] Esp (CDH )

        Lo que habéis de hacer contra este tal, es que perfiléis el cuerpo muy bien, el brazo recto bajaréis la espada al ángulo agudo atajando la espada que divierte, metiendo la vuestra debajo de la contraria, sea por de dentro ó sea por de fuera, que desta manera se comienza el círculo, y sin apartar vuestra espada de la contraria, iréis haciendo círculos por de dentro ó por de fuera, enderezando siempre el brazo recto para herir, atajando siempre con el círculo sin apartarse de la espada contraria.

        Este círculo se ha probado más bien con la espada blanca, que con la negra, y se ha visto la certeza que tiene.
      • 1660 Zabaleta, J. Día fiesta tarde [1983] 427 Esp (CDH )
        Tenía el mejor lugar en aquel derecho, y declaró el maestro que le tocaba. Mientras éste se quitaba la capa y la espada blanca, el que le aguardaba, que era un hombre alto con media vara de pescuezo, gastaba el tiempo en pasar la negra, que tenía en la mano, por debajo de el pie izquierdo, y luego llevarla al ojo derecho.
      • 1703 Garau, F. Sabio instruido [2003] 408 Esp (CDH )
        O Santo Dios! quando empuñe Dios su espada blanca, su espada desnuda, su espada sin baina para ensangrentarla en el corazón de los impios, y la aguze como rajo!
      • 1732 RAE DiccAutoridades (NTLLE)
        ESPADA BLANCA. Se llama la acerada y puntiagúda con que nos defendemos y ofendemos: y se trahe de ordinario ceñida y metida en la váina [...].
      • 1994 García Cortázar, F. / Glz Vesga, J. M. Breve HEspaña [1994] Esp (CDH )

        Como cantan los poetas de ambos bandos:

        Hoy el diablo ha retrocedido desembarazándose de la causa de los enemigos. / Los partidarios de la herejía han sabido entonces en el extremo oriente donde están o en el extremo occidente que el fetichismo no era más que mentira. / En Santiago cuando llegaste con las espadas blancas semejantes a una luna que se pasea por la noche entre sus estrellas... /
      • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
        espada [...] ~ blanca. f. La ordinaria, de corte y punta.
      • 2002 Chimal, C. Último año estero Mx (CORPES)
        Todo lo que creas, destruyes, haces, dices y comes. Toda la gente que conoces, todo lo que desprecias, con todos los que peleas, todo eso está por venir y todo está en armonía... bajo el sol... pero el sol ha sido eclipsado por la luna'. Cuando volví a la vida, la mujer se había largado. Luego iniciamos una peregrinación hasta la península de Kola acompañados de otros líderes espirituales, todos ellos aficionados a la alquimia sideral, como el príncipe y yo. En aquellas latitudes el Sol tiene una espada blanca y la clava en la tierra.
      • 2014 RAE DLE (NTLLE)
        espada [...] espada blanca. f. espada (| arma blanca).
    7. s. En ocasiones, con los complementos de doble filo o de dos filos.
      docs. (1533-2010) 31 ejemplos:
      • 1533 Pz Chinchón, B. Leng Erasmo [1975] 112 Esp (CDH )
        Y no halla otro remedio sino que pongamos saetas poderosas y agudas, que son la palabra de Dios, más aguda que espada de dos filos que corta hasta partir el alma y el spíritu, y que pongamos carbones o brasas destruydoras, para que, conoscida nuestra flaqueza, dexemos de tenernos en mucho, por las falsas lisonjas de los lisonjeros, y para que, desconfiados de nuestras propias fuerças, bivamos y alentemos en la misericordia de solo Dios.
      • 2010 Stefano, V. Paleografías Ve (CORPES)
        Una mosca de buen tamaño se agachó sobre sus patas y se quedó inmóvil sobre el doblez de la sábana. Cuando ella levantó la mano para espantarla, la mosca ya había alzado el vuelo. Rodaron en el sueño, uno al lado del otro, sin tocarse, sin alejarse ni acercarse, como Tristán e Isolda con la ropa puesta y una adánica espada de doble filo en el espacio de la mayor proximidad entre ellos.
      • 1533 Pz Chinchón, B. Leng Erasmo [1975] 112 Esp (CDH )
        Y no halla otro remedio sino que pongamos saetas poderosas y agudas, que son la palabra de Dios, más aguda que espada de dos filos que corta hasta partir el alma y el spíritu, y que pongamos carbones o brasas destruydoras, para que, conoscida nuestra flaqueza, dexemos de tenernos en mucho, por las falsas lisonjas de los lisonjeros, y para que, desconfiados de nuestras propias fuerças, bivamos y alentemos en la misericordia de solo Dios.
      • 1542 Anónimo Baldo [2002] Esp (CDH )
        Allí se entra por medio aquel muy buen cavallero Baldo, trompillando y derribando a los villanos por el suelo y matándolos. Allí ya no peleavan con piértigas ni con palas sino con muy tajantes espadas de dos filos y lanças que parescía una muy grandíssima haz de espadas y lanças como de trigo.
      • 1603 Luque Fajardo, F. Fiel desengaño [1955] Esp (CDH )

        De manera que, si bien lo miráis, carísimo Florino, esta es una maldad estraña, digna de grande castigo; y no será pequeño el que han de llevar de aquel severo Juez, que el día final empleará su majestad en los codiciosos fulleros los acerados filos de su espada, no ya por mano de ángel, como en el paraíso , sino por sí mesmo, que así lo vido San Juan en sus revelaciones , armado para el día del juicio y última venganza, con una espada de dos filos en su boca, sinificadora del rigor de tal justicia.

      • 1609 Suárez Figueroa, C. Constante Amarilis [2002] 117 Esp (CDH )
        Sobre él estava sentado pomposamente un garçón de aspecto cruelíssimo, mas en extremo hermoso. Tenía desnudas todas las partes del cuerpo. En su mano derecha se vía una llama ardiente y en la otra un arco dorado. De los lados le colgavan una aljava de saetas y una espada de dos agudos filos. Vestían alas sus pies, adornavan su cabeça rizos de oro.
      • 1653 Bocángel, G. Relación panegírica [2000] Esp (CDH )
        Diré que en los militares ardores de tantos inflamados pechos, en aquella blanca pompa de los tendidos mantos, parecían los ilustres campeones de Alcántara los que el salmista real figura, donde dice que oía alabanzas de Dios en su garganta, y en sus manos espadas de dos filos. Y si a David le pregunto cómo nos explica singularidad en la voz de muchos y pluralidad en las espadas de los mismos varones, presumiré que por los caballeros de Alcántara responde.
      • 1703 Garau, F. Sabio instruido [2003] Esp (CDH )

        Toda nuestra felizidad verdadera nos a de venir de aquel Dios, que vió San Juan, con espada de dos filos en la boca, y con siete Estrellas en la mano: Et habebat in dexterâ sua Stellas septem: et de ore ejus gladius utraque parte acutus exibat. Apoc. 1. 16.Si: espada a de aver que saque sangre, que no todo puede ser Estrellas que coronen. Ello se a de andar el camino que Dios quiere, aunque sea por espadas, y lanças que partan el corazón, si queremos llegar a las Estrellas, y al osculo sagrado de su paz.

      • c1786 Chantre Herrera, J. HMisiones Marañón [1901] Ecuador (CDH )
        Tenía reservada esta empresa á la virtud de la palabra divina, más penetrante que la espada de dos filos, manejada de unos pobres religiosos, que dando de mano á todo humano interés y con el fin puro de ganar almas al cielo, habían de plantar la fe y extender el reino de Jesucristo entre las muchas naciones de gentiles que fueron descubriendo, no sólo en aquel río principal, pero aun en otros muchos que en él desaguan.
      • 1792 Bolaños, J. Portentosa vida [1992] 163 México (CDH )
        Desgraciados los pecadores que jugando y perdiendo se van al infierno, y entonces comienza a sacar aquella terribilísima consequencia que como espada de dos filos les pasar de medio a medio toda la alma, ergo erravimus, y cierran la claúsula de su vida con aquella misma expresión con que acabó la suya el infeliz Enrique octavo de Inglaterra, omnia perdidimus, todo lo hemos perdido.
      • 1821 Olmedo, J. J. Al Gral Sucre [1960] Epistolario Ecuador (CDH )

        Yo soy más flemático y más bien me he reído; sin embargo habría querido estar de mejor humor para haber aguzado un poco la punta de la sátira y de la burla que hiere más que una espada de dos filos.

      • 1852 Fernán Caballero Clemencia [1984] Esp (CDH )
        Con esta frase de doble sentido, como una espada de dos filos, hacia doña Eufrasia alusión a las pretensiones nobiliarias de la familia de Paco Guzmán, que aunque fundadas, eran contestadas por personas que para hacerlo no tenían datos ni convicciones, y lo hacían sólo por el espíritu de hostilidad que vive y reina.
      • 1874 Valera, J. Pepita Jiménez [1997] Esp (CDH )

        — ¡El primero y el último!

        Yo aludía al beso profano; mas, como si hubieran sido mis palabras una evocación, se ofreció en mi mente la visión apocalíptica en toda su terrible majestad. Vi al que es por cierto el primero y el último, y con la espada de dos filos que salía de su boca me hería en el alma, llena de maldades, de vicios y de pecados.

      • 1882 Pardo Bazán, E. Francisco Asís [1903] I, 241 Esp (CDH )
        Pronunciaba la arenga, salió Francisco, y vuelto Hugolino al senado exclamó: — "Bien véis cómo el Espíritu Santo habla por boca del apostólico penitente: su palabra sale como espada de dos filos, penetrando hasta el fondo del corazón: no contristéis al espíritu de Dios, no seáis ingratos a los beneficios que os dispensa: realmente está en ese pobre, por medio del cual os manifiesta las maravillas de su poder." Callaron todos, y por entonces quedó asentada y firme la Pobreza.
      • 1908 Larreta, E. Gloria Ramiro [1908] Argentina (CDH )

        Cuando el escudero iba á ceñirse la ancha espada de dos filos, él, sin pronunciar una palabra, puso ambas manos en la empuñadura del arma, mirándole con expresión á la vez suplicante y resuelta.

      • 1914 Espina, C. Esfinge [1914] Esp (CDH )
        Y bravatero, jactancioso, revolvíase entre el escaño y el llar, y hacía con el pobre moquero raudos molinetes, en la actitud belicosa del antiguo fidalgo que empuñase una espada leonesa de dos filos.
      • 1940 Pz Urbel, J. SPablo [1940] 344 Esp (CDH )

        La fe en Cristo, sin cuya sangre no hay remisión; la fe en la palabra de Dios, viva y eficaz, más aguda que espada de dos filos; que penetra hasta separar el alma del espíritu, la medula y las articulaciones.

      • 1969 Asturias, M. Á. Maladrón [1969] Gu (CDH )
        Ciegos, enloquecidos, feroces, luchan en un cuerpo a cuerpo, sin retroceder ni avanzar, entre el polvo, los escudos, las rodelas, los penachos, la tempestad mágica de los arco-iris de plumas, el lloro animal de las piedras al despegarse de las hondas de pita, las chispas de los arcabuces, las varas tostadas, las espadas de dos y cuatro filos, los tambores, los caracoles, los atabales, los gritos de los que trenzados en aquel cuerpo a cuerpo, ni retroceden ni avanzan.
      • 1995 Serrano, M. Antigua vida mía [1995] Chile (CDH )

        No fue sino a la salida, sola dentro del auto, que medité en uno de sus decires:

        — Vives atravesada por una espada de doble filo, Josefina. ¿Conoces a Adrienne Rich?

        Le respondí con una sonrisa melancólica. ¿Valía la pena contarle cómo las sensibilidades y las existencias se entrecruzan, cómo al final somos todos los mismos, que la misma Adrienne Rich con la que él quiere definirme lo ha hecho por Violeta desde los siglos y los siglos? Asiento.

      • 2004 Gopegui, B. Lado frío almohada Esp (CORPES)
        Pienso en el dolor de dejar de ser lo que se es, en cuánto puede durar. Una espada de dos filos nos corta y luego, a cada paso, cada vez que las piernas se separan y los pies tocan el suelo, sentir que se pisan cuchillos afilados. Nunca nos duele tanto querer a alguien. La imagen de Andersen no deja de ser excesiva. Nunca nos duele tanto, pero nos duele.
      • 2007 Marías, J. Tu rostro mañana 3 [2007] Esp (CORPES)
        Otra noche había visto a un hombre sacar una espada en una discoteca, de dos filos, la sacó del abrigo y amenazó a la gente, que se apartó aterrada; cortó unas cuantas cosas con gran habilidad y dominio, una mesa, un par de sillas, unas cortinas, hizo añicos unas cuantas botellas y a dos mujeres les rajó la falda sin causarles el más mínimo daño, medía muy bien, era un artista; luego envainó la espada en su abrigo largo, se lo puso -eso lo obligaba a caminar muy rígido, como un espectro- y se marchó tan tranquilo, sin que nadie se atreviera a pararlo [...].
      • 2010 Stefano, V. Paleografías Ve (CORPES)
        Una mosca de buen tamaño se agachó sobre sus patas y se quedó inmóvil sobre el doblez de la sábana. Cuando ella levantó la mano para espantarla, la mosca ya había alzado el vuelo. Rodaron en el sueño, uno al lado del otro, sin tocarse, sin alejarse ni acercarse, como Tristán e Isolda con la ropa puesta y una adánica espada de doble filo en el espacio de la mayor proximidad entre ellos.
      • 1533 Pz Chinchón, B. Leng Erasmo [1975] 112 Esp (CDH )
        Y no halla otro remedio sino que pongamos saetas poderosas y agudas, que son la palabra de Dios, más aguda que espada de dos filos que corta hasta partir el alma y el spíritu, y que pongamos carbones o brasas destruydoras, para que, conoscida nuestra flaqueza, dexemos de tenernos en mucho, por las falsas lisonjas de los lisonjeros, y para que, desconfiados de nuestras propias fuerças, bivamos y alentemos en la misericordia de solo Dios.
      • 1542 Anónimo Baldo [2002] Esp (CDH )
        Allí se entra por medio aquel muy buen cavallero Baldo, trompillando y derribando a los villanos por el suelo y matándolos. Allí ya no peleavan con piértigas ni con palas sino con muy tajantes espadas de dos filos y lanças que parescía una muy grandíssima haz de espadas y lanças como de trigo.
      • 1562 Granada, L. Trad Escala espiritual S. Juan Clímaco [1906] 341 Esp (CDH )
        Por tanto os id, y así quedaré engrandescido: ó si no queréis iros, darme heis materia de alcanzar mayor humildad. Entonces ellos heridos con el golpe desta palabra (como con una espada de dos filos) desaparescieron y fuéronse.
      • 1585-1586 Glz Mendoza, J. HCosas Reino China [1944] 10 Esp (CDH )

        [...] y procurando que su Majestad, ayudado de la milicia espiritual de los predicadores y religiosos (que es la que conquista las almas y corazones con la espada de dos filos de la palabra del Señor) haga no menos gloriosas empresas en la Asia que las que tiene hechas en tantas partes de la Europa y Africa [...].

      • 1589 Pineda, J. Diálogos Agricultura cristiana [1963-1964] Esp (CDH )
        El señor Maestro, como sabe decir Sant Pablo que las palabras doctrinales penetran y traspasan más que la espada cortadora de dos filos y sus palabras sean siempre doctrinales, por no le ser dado matar con espada de hierro, traspasó con cuchillo doctrinal, y supo bien lo que hizo, pues el señor Policronio, como guerrero, supiera bien defender su capa y honor con las armas materiales.
      • 1589 Ribadeneira, P. Tratado Tribulación [1877] 11 Esp (CDH )
        Por esto dijo el Eclesiástico que el pecado es como espada de dos filos, y que es incurable su herida, porque obliga á pena temporal y á pena perdurable, y de suyo es incurable la herida que hace, porque ni con nuestras fuerzas ni con las de toda la naturaleza no se puede curar, si Dios, por los merecimientos de la sangre de su precioso Hijo, no la sana.
      • a1598 Cabrera, A. Consideraciones Evangelios Cuaresma [1906] 78 Esp (CDH )
        Y no sólo serán aquí juzgadas las malas obras, sino las buenas, que por eso dice adelante que traia en la boca una espada aguda de dos filos, que significa la sutileza del juicio de Dios, que cortará el cabello por medio en el aire. Virus est enim sermo Dei et efficax, et penetrabilior omni gladio ancipiti et pertingens usque ad divisionem animae ac spiritus: "Viva es, dice el Apóstol, la palabra de Dios, de grande eficacia, y más sutil y penetrante que espada de dos filos, tan afilada que llega á dividir el alma del espíritu".
      • 1603 Luque Fajardo, F. Fiel desengaño [1955] Esp (CDH )

        De manera que, si bien lo miráis, carísimo Florino, esta es una maldad estraña, digna de grande castigo; y no será pequeño el que han de llevar de aquel severo Juez, que el día final empleará su majestad en los codiciosos fulleros los acerados filos de su espada, no ya por mano de ángel, como en el paraíso , sino por sí mesmo, que así lo vido San Juan en sus revelaciones , armado para el día del juicio y última venganza, con una espada de dos filos en su boca, sinificadora del rigor de tal justicia.

      • 1605 Sigüenza, J. HOrden San Jerónimo III [1909] Esp (CDH )
        Razones fuertes llenas de rectitud, y quales las pinta la sabiduría diuina, que son como vn clauo que penetra los coraçones ò como espada de dos filos que diside lo verdadero de lo falso, y lo malo de lo bueno.
      • 1606 Ledesma, A. Conceptos espirituales II [1969] Esp (CDH )
        Con su pulpito y montante / nos quiere Pablo aduertir / que el predicar y reñir / es à vezes importante. / Estos dos varios estilos / luzen gran Perlado en vos, / que la palabra de Dios / es espada de dos filos. /
      • 1609 Suárez Figueroa, C. Constante Amarilis [2002] 117 Esp (CDH )
        Sobre él estava sentado pomposamente un garçón de aspecto cruelíssimo, mas en extremo hermoso. Tenía desnudas todas las partes del cuerpo. En su mano derecha se vía una llama ardiente y en la otra un arco dorado. De los lados le colgavan una aljava de saetas y una espada de dos agudos filos. Vestían alas sus pies, adornavan su cabeça rizos de oro.
      • c1590-1610 Cairasco Figueroa, B. Obra poética [1857] Esp (CDH )
        Trae alas en los piés, con que denota / La presta prontitud, pronta presteza, / Con que ha de obedecerse el Evangelio, / Y por el orbe todo predicarse. / Los brazos que denotan / De nuestra operacion los instrumentos, / Tambien lo son de la oracion cristiana; / Lleva en el diestro brazo levantada / La espada de dos filos, Verbum Dei, / Que divide la carne del espíritu. /
      • 1653 Bocángel, G. Relación panegírica [2000] Esp (CDH )
        Diré que en los militares ardores de tantos inflamados pechos, en aquella blanca pompa de los tendidos mantos, parecían los ilustres campeones de Alcántara los que el salmista real figura, donde dice que oía alabanzas de Dios en su garganta, y en sus manos espadas de dos filos. Y si a David le pregunto cómo nos explica singularidad en la voz de muchos y pluralidad en las espadas de los mismos varones, presumiré que por los caballeros de Alcántara responde.
      • 1657 Torres, B. Crón Agustina [1974] 240 Perú (CDH )
        Porque de su noble seno, como del Paladion Troyano han salido sapientíssimos Héroes, que con luzes de claríssimos ingenios, y con la espada de dos filos de la palabra divina han esclarecido este nuevo mundo, y debelado el error, la ignorancia, los vicios, ya rigiendo con el váculo pastoral sus Iglesias, ya regentando sus Cátedras, ya ocupando sus púlpitos, como constará de los libros, y capítulos siguientes.
      • 1703 Garau, F. Sabio instruido [2003] 36 Esp (CDH )

        Mas: tenga estrellas en la mano, con que favorezca, avive, y corone; pero salgale juntamente de la boca, a cada voz una espada de dos filos con que atemorize. Et habebat in dexterâ suâ stellas septem, et de ore ejus gladius utrâque parte acutus exibat, n. 16.

      • 1703 Garau, F. Sabio instruido [2003] Esp (CDH )

        Toda nuestra felizidad verdadera nos a de venir de aquel Dios, que vió San Juan, con espada de dos filos en la boca, y con siete Estrellas en la mano: Et habebat in dexterâ sua Stellas septem: et de ore ejus gladius utraque parte acutus exibat. Apoc. 1. 16.Si: espada a de aver que saque sangre, que no todo puede ser Estrellas que coronen. Ello se a de andar el camino que Dios quiere, aunque sea por espadas, y lanças que partan el corazón, si queremos llegar a las Estrellas, y al osculo sagrado de su paz.

      • c1786 Chantre Herrera, J. HMisiones Marañón [1901] Ecuador (CDH )
        Tenía reservada esta empresa á la virtud de la palabra divina, más penetrante que la espada de dos filos, manejada de unos pobres religiosos, que dando de mano á todo humano interés y con el fin puro de ganar almas al cielo, habían de plantar la fe y extender el reino de Jesucristo entre las muchas naciones de gentiles que fueron descubriendo, no sólo en aquel río principal, pero aun en otros muchos que en él desaguan.
      • 1792 Bolaños, J. Portentosa vida [1992] 163 México (CDH )
        Desgraciados los pecadores que jugando y perdiendo se van al infierno, y entonces comienza a sacar aquella terribilísima consequencia que como espada de dos filos les pasar de medio a medio toda la alma, ergo erravimus, y cierran la claúsula de su vida con aquella misma expresión con que acabó la suya el infeliz Enrique octavo de Inglaterra, omnia perdidimus, todo lo hemos perdido.
      • 1821 Olmedo, J. J. Al Gral Sucre [1960] Epistolario Ecuador (CDH )

        Yo soy más flemático y más bien me he reído; sin embargo habría querido estar de mejor humor para haber aguzado un poco la punta de la sátira y de la burla que hiere más que una espada de dos filos.

      • 1846 Navarro Villoslada, F. Blanca de Navarra [2003] Esp (CDH )

        En la silla del condestable se había colocado la insignia de esta dignidad: una descomunal espada de dos filos guarnecida de plata, que representaba la espada de la justicia.

        Hubo un momento de confusión y de conflicto. Llamose otra vez al presidente del brazo militar, y entonces el conde de Lerin se levantó gravemente y empuñando la espada del condestable, se sentó en el asiento del presidente, dejando en medio la silla del mariscal [...].

      • 1852 Fernán Caballero Clemencia [1984] Esp (CDH )
        Con esta frase de doble sentido, como una espada de dos filos, hacia doña Eufrasia alusión a las pretensiones nobiliarias de la familia de Paco Guzmán, que aunque fundadas, eran contestadas por personas que para hacerlo no tenían datos ni convicciones, y lo hacían sólo por el espíritu de hostilidad que vive y reina.
      • 1874 Valera, J. Pepita Jiménez [1997] Esp (CDH )

        — ¡El primero y el último!

        Yo aludía al beso profano; mas, como si hubieran sido mis palabras una evocación, se ofreció en mi mente la visión apocalíptica en toda su terrible majestad. Vi al que es por cierto el primero y el último, y con la espada de dos filos que salía de su boca me hería en el alma, llena de maldades, de vicios y de pecados.

      • 1882 Pardo Bazán, E. Francisco Asís [1903] I, 241 Esp (CDH )
        Pronunciaba la arenga, salió Francisco, y vuelto Hugolino al senado exclamó: — "Bien véis cómo el Espíritu Santo habla por boca del apostólico penitente: su palabra sale como espada de dos filos, penetrando hasta el fondo del corazón: no contristéis al espíritu de Dios, no seáis ingratos a los beneficios que os dispensa: realmente está en ese pobre, por medio del cual os manifiesta las maravillas de su poder." Callaron todos, y por entonces quedó asentada y firme la Pobreza.
      • 1908 Larreta, E. Gloria Ramiro [1908] Argentina (CDH )

        Cuando el escudero iba á ceñirse la ancha espada de dos filos, él, sin pronunciar una palabra, puso ambas manos en la empuñadura del arma, mirándole con expresión á la vez suplicante y resuelta.

      • 1914 Espina, C. Esfinge [1914] Esp (CDH )
        Y bravatero, jactancioso, revolvíase entre el escaño y el llar, y hacía con el pobre moquero raudos molinetes, en la actitud belicosa del antiguo fidalgo que empuñase una espada leonesa de dos filos.
      • 1940 Pz Urbel, J. SPablo [1940] 344 Esp (CDH )

        La fe en Cristo, sin cuya sangre no hay remisión; la fe en la palabra de Dios, viva y eficaz, más aguda que espada de dos filos; que penetra hasta separar el alma del espíritu, la medula y las articulaciones.

      • 1969 Asturias, M. Á. Maladrón [1969] Gu (CDH )
        Ciegos, enloquecidos, feroces, luchan en un cuerpo a cuerpo, sin retroceder ni avanzar, entre el polvo, los escudos, las rodelas, los penachos, la tempestad mágica de los arco-iris de plumas, el lloro animal de las piedras al despegarse de las hondas de pita, las chispas de los arcabuces, las varas tostadas, las espadas de dos y cuatro filos, los tambores, los caracoles, los atabales, los gritos de los que trenzados en aquel cuerpo a cuerpo, ni retroceden ni avanzan.
      • 1995 Serrano, M. Antigua vida mía [1995] Chile (CDH )

        No fue sino a la salida, sola dentro del auto, que medité en uno de sus decires:

        — Vives atravesada por una espada de doble filo, Josefina. ¿Conoces a Adrienne Rich?

        Le respondí con una sonrisa melancólica. ¿Valía la pena contarle cómo las sensibilidades y las existencias se entrecruzan, cómo al final somos todos los mismos, que la misma Adrienne Rich con la que él quiere definirme lo ha hecho por Violeta desde los siglos y los siglos? Asiento.

      • 2004 Gopegui, B. Lado frío almohada Esp (CORPES)
        Pienso en el dolor de dejar de ser lo que se es, en cuánto puede durar. Una espada de dos filos nos corta y luego, a cada paso, cada vez que las piernas se separan y los pies tocan el suelo, sentir que se pisan cuchillos afilados. Nunca nos duele tanto querer a alguien. La imagen de Andersen no deja de ser excesiva. Nunca nos duele tanto, pero nos duele.
      • 2007 Marías, J. Tu rostro mañana 3 [2007] Esp (CORPES)
        Otra noche había visto a un hombre sacar una espada en una discoteca, de dos filos, la sacó del abrigo y amenazó a la gente, que se apartó aterrada; cortó unas cuantas cosas con gran habilidad y dominio, una mesa, un par de sillas, unas cortinas, hizo añicos unas cuantas botellas y a dos mujeres les rajó la falda sin causarles el más mínimo daño, medía muy bien, era un artista; luego envainó la espada en su abrigo largo, se lo puso -eso lo obligaba a caminar muy rígido, como un espectro- y se marchó tan tranquilo, sin que nadie se atreviera a pararlo [...].
      • 2010 Stefano, V. Paleografías Ve (CORPES)
        Una mosca de buen tamaño se agachó sobre sus patas y se quedó inmóvil sobre el doblez de la sábana. Cuando ella levantó la mano para espantarla, la mosca ya había alzado el vuelo. Rodaron en el sueño, uno al lado del otro, sin tocarse, sin alejarse ni acercarse, como Tristán e Isolda con la ropa puesta y una adánica espada de doble filo en el espacio de la mayor proximidad entre ellos.
    8. s. En ocasiones, con los modificadores virgen o virginal.
      docs. (1591-1994) 14 ejemplos:
      • 1591 Anónimo Romances Flor I-III Romancero general Esp (CDH )
        Mal cortarán en la guerra / Vuestras vírgenes espadas, / Pues nunca vieron el sol, / Ni salieron de las vainas. /
      • 1994 Boullosa, C. Duerme [1994] México (CDH )

        — Tú no eres india, a mí no me engañas. Pero sí sé que eres mujer, ¿cómo voy a aceptar tu reto?

        — Acéptalo si no me tienes miedo... ¿Es tu espada virgen?

        — ¡Qué miedo te voy a tener!

      • 1591 Anónimo Romances Flor I-III Romancero general Esp (CDH )
        Mal cortarán en la guerra / Vuestras vírgenes espadas, / Pues nunca vieron el sol, / Ni salieron de las vainas. /
      • 1605 Lpz Úbeda, F. Pícara Justina [1977] Esp (CDH )

        Haga cuenta que no soy nacida y que en el vientre de mi madre me estoy todavía, que acá sabremos nacer y ser nacidas sin que nos madure ni partee el muy comadrero. Lo que podrá hacer es: a la señora su espada virginal la partee y saque del vientre de la vaina, que a fe de hija de agrio y nieta de dulce, que pienso que la vaina de la dicha durindana ha mucho años que está preñada, teniendo dentro en sí el intacto Joannes me fecit.

      • 1616 Anónimo Loa 444 Loas Esp (CDH )
        Mirad también los Narcisos / con las caras afeitadas, / con enrizados copetes / y con vírgenes espadas; / que como agora en el mundo / no hay mujeres con tal gracia, / por excederlas en esto / tienen por honra imitallas. /
      • 1580-a1627 Góngora Argote, L. Romances [1998] 82 Esp (CDH )
        [...] que la uida de galeón / no puede ser regalada, / no ai en él calle Maior, / ni la dama cortesana / con quien se pasa la noche / bailando la çarabanda; / mal cortarán en la guerra / vuestras vírgenes espadas, / pues nunca vieron el sol / ni salieron de las vaynas. /
      • 1663 Santos, F. Día Madrid [1992] Esp (CDH )
        Atentos estaban mirando en qué había de parar cuando, enfadado uno de muchas razones que había dejado pasar, habiendo procurado con la cordura posible reportar a su contrario y viendo que cortesía no bastaba para apaciguarle, dándole una puñada en los pechos, sacó la espada y, despidiendo la capa de los hombros, empuñó una daga, y el otro, aún no fuera de algunos traspiés que le había hecho dar, medio aturdido, viendo venir a su contrario, sacaba pies para sacar la espada virgen, tan lejos de mártir, y enfadado el otro, le tiró dos cintarazos, rematando con ponerle la espada a los pechos, dando con él y su miedo en el suelo.
      • 1706 Stevens, J. New Spanish English dictionary Esp (NTLLE)
        espada [...] espada virgen, a maiden sword, that was never drawn [...].
      • 1811 Gallardo, B. J. Apología palos dados [1928] Esp (CDH )
        Y para que se acabase de verificar que la fuerza todo lo arrolla, la Guardia que obviamente debia dirigirse, no contra el paciente ni su honrado alátere, sino contra el agresor y su compañero segun aquello de agentes y consintientes... parecíendola ser Menéses persona agente por verle forcejeando para desarmar al Artillero (lo que hay autores que dicen consiguió), al inocente Menéses fué á quien asestó las puntas de sus vírgenes espadas.
      • 1891 Coloma, L. Pequeñeces [1987] Esp (CDH )
        Ansioso de pisar suelo africano y teñir su espada virgen en sangre agarena, saltó Villamelón a tierra, en el sitio que llaman de Cabo Negro, con ánimos bastantes para atravesar todo Marruecos y llegar a Túnez, donde un su abuelo había ganado la Grandeza entrando en la Alcazaba con don Juan de Austria...
      • 1962 Mujica Láinez, M. Bomarzo [1996] 281 Argentina (CDH )
        Como militar que había sido, opinaba que los caballeros se hacen en la guerra y no entre genuflexiones, y dudaba mucho de que yo entrelazase el laurel guerrero a la espada virgen que me iban a ceñir.
      • 1992 Posse, A. Atardecer caminante [1992] Argentina (CDH )
        Al día siguiente al mediodía se acabó la aventura y —por decirlo en forma de síntesis— envainé una vez más mi espada virgen de sangre humana.
      • 1994 Boullosa, C. Duerme [1994] México (CDH )

        — Tú no eres india, a mí no me engañas. Pero sí sé que eres mujer, ¿cómo voy a aceptar tu reto?

        — Acéptalo si no me tienes miedo... ¿Es tu espada virgen?

        — ¡Qué miedo te voy a tener!

      • 1591 Anónimo Romances Flor I-III Romancero general Esp (CDH )
        Mal cortarán en la guerra / Vuestras vírgenes espadas, / Pues nunca vieron el sol, / Ni salieron de las vainas. /
      • 1605 Lpz Úbeda, F. Pícara Justina [1977] Esp (CDH )

        Haga cuenta que no soy nacida y que en el vientre de mi madre me estoy todavía, que acá sabremos nacer y ser nacidas sin que nos madure ni partee el muy comadrero. Lo que podrá hacer es: a la señora su espada virginal la partee y saque del vientre de la vaina, que a fe de hija de agrio y nieta de dulce, que pienso que la vaina de la dicha durindana ha mucho años que está preñada, teniendo dentro en sí el intacto Joannes me fecit.

      • 1611 Covarrubias, S. Tesoro Cast Esp (NTLLE)
        Espada [...] Espada virgen, se dize la que siempre a tenido su dueño en la vaina, y nunca riño con ella, ni sacó sangre.
      • 1616 Anónimo Loa 444 Loas Esp (CDH )
        Mirad también los Narcisos / con las caras afeitadas, / con enrizados copetes / y con vírgenes espadas; / que como agora en el mundo / no hay mujeres con tal gracia, / por excederlas en esto / tienen por honra imitallas. /
      • 1617 Minsheu, J. VocHispLatAngl Esp (NTLLE)
        Espáda virgen. L. Gladius nunquam evaginatus. A. a sword never drawen, or that never drew blood of his enemies.
      • 1580-a1627 Góngora Argote, L. Romances [1998] 82 Esp (CDH )
        [...] que la uida de galeón / no puede ser regalada, / no ai en él calle Maior, / ni la dama cortesana / con quien se pasa la noche / bailando la çarabanda; / mal cortarán en la guerra / vuestras vírgenes espadas, / pues nunca vieron el sol / ni salieron de las vaynas. /
      • 1663 Santos, F. Día Madrid [1992] Esp (CDH )
        Atentos estaban mirando en qué había de parar cuando, enfadado uno de muchas razones que había dejado pasar, habiendo procurado con la cordura posible reportar a su contrario y viendo que cortesía no bastaba para apaciguarle, dándole una puñada en los pechos, sacó la espada y, despidiendo la capa de los hombros, empuñó una daga, y el otro, aún no fuera de algunos traspiés que le había hecho dar, medio aturdido, viendo venir a su contrario, sacaba pies para sacar la espada virgen, tan lejos de mártir, y enfadado el otro, le tiró dos cintarazos, rematando con ponerle la espada a los pechos, dando con él y su miedo en el suelo.
      • 1706 Stevens, J. New Spanish English dictionary Esp (NTLLE)
        espada [...] espada virgen, a maiden sword, that was never drawn [...].
      • 1811 Gallardo, B. J. Apología palos dados [1928] Esp (CDH )
        Y para que se acabase de verificar que la fuerza todo lo arrolla, la Guardia que obviamente debia dirigirse, no contra el paciente ni su honrado alátere, sino contra el agresor y su compañero segun aquello de agentes y consintientes... parecíendola ser Menéses persona agente por verle forcejeando para desarmar al Artillero (lo que hay autores que dicen consiguió), al inocente Menéses fué á quien asestó las puntas de sus vírgenes espadas.
      • 1891 Coloma, L. Pequeñeces [1987] Esp (CDH )
        Ansioso de pisar suelo africano y teñir su espada virgen en sangre agarena, saltó Villamelón a tierra, en el sitio que llaman de Cabo Negro, con ánimos bastantes para atravesar todo Marruecos y llegar a Túnez, donde un su abuelo había ganado la Grandeza entrando en la Alcazaba con don Juan de Austria...
      • 1962 Mujica Láinez, M. Bomarzo [1996] 281 Argentina (CDH )
        Como militar que había sido, opinaba que los caballeros se hacen en la guerra y no entre genuflexiones, y dudaba mucho de que yo entrelazase el laurel guerrero a la espada virgen que me iban a ceñir.
      • 1962 Mujica Láinez, M. Bomarzo [1996] Argentina (CDH )

        Carecía para ello de influencia y de argumentos, y probablemente le gustaba la idea de que su marido, cuya proximidad la incomodaba, se sumara a los próceres que en esos momentos mismos aprestaban sus armas y sus almas para la gran acción. Me despedí de ella gravemente, en una ceremonia en la cual, delante de mis vasallos reunidos, besé su mano húmeda, de la que colgaba siempre, apresado entre el índice y el pulgar, un largo pañuelo flotante. Y me fui, seguido por seis arcabuceros, cuatro pajes y Antonello, que llevaba con ufanía, suspendida en el arzón, su espada virgen.

      • 1992 Posse, A. Atardecer caminante [1992] Argentina (CDH )
        Al día siguiente al mediodía se acabó la aventura y —por decirlo en forma de síntesis— envainé una vez más mi espada virgen de sangre humana.
      • 1994 Boullosa, C. Duerme [1994] México (CDH )

        — Tú no eres india, a mí no me engañas. Pero sí sé que eres mujer, ¿cómo voy a aceptar tu reto?

        — Acéptalo si no me tienes miedo... ¿Es tu espada virgen?

        — ¡Qué miedo te voy a tener!

    1. s. f. Con los complementos de dos manos y de a dos manos, para referirse a una espada grande que se esgrime con ambas manos.
      docs. (1449-2022) 32 ejemplos:
      • 1431-1449 Díaz Games, G. Victorial [1994] Esp (CDH )
        Acaesçió un día que andando jugando el rey con sus donzeles con espadas de dos manos, fuese para uno dellos que non traýa sinon cota, e diole por meytad del cuerpo un estocada, que le pasó el espada a la otra parte, e cayó muerto en tierra. E fue a los otros dando en ellos muy grandes golpes, que hecharon todos a fuyr dél.
      • 2022 Anónimo "Espadas famosas Historia España" [09-08-2022] Libertad Digital (Madrid) Esp (HD)
        La espada de los Reyes Católicos Esta espada perteneció a los Reyes Católicos y constituye uno de los objetos más emblemáticos de la Real Armería de Patrimonio Nacional. Se trata de una espada de dos manos, con pomo hexalobulado de campo calado por cuatro círculos y arriaz recto rematado a manera de medias lunas, todo ello grabado y dorado.
      • 1431-1449 Díaz Games, G. Victorial [1994] Esp (CDH )
        Acaesçió un día que andando jugando el rey con sus donzeles con espadas de dos manos, fuese para uno dellos que non traýa sinon cota, e diole por meytad del cuerpo un estocada, que le pasó el espada a la otra parte, e cayó muerto en tierra. E fue a los otros dando en ellos muy grandes golpes, que hecharon todos a fuyr dél.
      • c1453 Anónimo Crón Álvaro Luna [1940] Esp (CDH )

        En esta guisa cabalgó el nuestro Condestable, e començó a subir la cuesta contra el castillo; e salió el alcayde del castillo, con una espada de dos manos en la mano, demostrando mucha fiereza e valentía.

      • 1489 Anónimo HMelosina (Toulouse 1499-BL Ib 42463) [1995] fol. 95r Esp (CDH )
        Tomo / su espada de dos manos & hirio al rrey muy valiente mente sobre / el hielmo que la espada le salto del puño & hizo corbar el / rrey sobre el cuello de su cauallo & dela grand fuerça que lo hirio / le rronpio la correa del hielmo & dende torno rrenaldo a doblar / & le dio tantos golpes que le fue nesçessario caer a tierra [...].
      • 1528 Delicado, F. Lozana [1994] Esp (CDH )

        ¿Por qué no le dices tú a ese vizcaíno que me hable, que yo te lo haré manso, que te dará más? Y no le digas que me has dado nada, que yo le haré que pague él el agua y la fatiga, y a mi mozo quiero que le dé una espada de dos manos liviana.

      • 1534 Boscán, J. Trad Cortesano [1994] Esp (CDH )
        ¿No miráis cómo aquel nuestro amigo, del cual pocos días ha que os hablé, debía de haberse olvidado con quién y la causa por que hablaba, cuando por trabar plática con una gentil dama, a la cual hasta entonces nunca había visto, luego a las primeras palabras le comenzó a decir que había muerto tantos hombres y que era tan esforzado y que sabía muy bien jugar de espada de dos manos y encendióse tanto en esto que llegó la cosa a querelle mostrar cómo había el hombre de reparar algunos golpes de hacha * estando armado y cómo estando desarmado y decille las presas de los puñales?
      • 1553 Méndez, C. LEjercicio corporal [1999] Esp (CDH )
        El de las armas, assí como jugar espada de dos manos, rodela y espada, y espada y broquel, y las puntas que agora se usan, que en verdad se puede dezir desdichado, y no parecen los hombres sino demonios en aquella postura que agora se ponen para jugallo; y llámole desdichado por la manera que agora se usa, y aún porque algunos son muertos, no tomándolo de veras sino jugando de burla.
      • c1568-1575 Díaz Castillo, B. HNueva España [1982] 119 Esp (CDH )
        Y todos a una le respondimos que vamos mucho en buen hora, que Dios es fuerza verdadera; y así, comenzamos a caminar con el concierto que he dicho, y no muy lejos vieron nuestros corredores del campo hasta obra de treinta indios que estaban por espías, y tenían espadas de dos manos, rodelas, lanzas y penachos, y las espadas son de pedernales, que cortan más que navajas, puestas de arte que no se pueden quebrar ni quitar las navajas, y son largas como montantes, y tenían sus divisas y penachos [...].
      • 1589 Pineda, J. Diálogos Agricultura cristiana [1963-1964] Esp (CDH )
        Señor cormano, poco habéis ganado en esta esgrima con el señor Licenciado, que tan bien juega de la espada de dos manos.
      • 1828 Conde de Clonard (Serafín María de Sotto) Memorias tropas Casa Real P. 10 Esp (BD)
        Los guardias eslavos eran naturales del oriente, excelentes por su valentía, fidelidad y bella presencia: hacian el servicio en lo interior del alcázar, para lo que usaban de espada de dos manos, escudo y maza de armas: el Rey Abdala de Córdoba confirió al Wacir Abu Otman-Obeidala ben el Gamir la capitanía de esta guardia en el año 911.
      • 1846 Anónimo "Torre Londres robo singular" [22-10-1846] El Español (Madrid) Esp (HD)
        En las paredes se ven infinidad de armas antiguas. La hacha con que cortaron la cabeza á Ana Bolena, un collar de tormento, cepos y otros instrumentos de esta especie, una espada del siglo XIV, grandes espadas de dos manos , una especie de careta de hierro con cuernos de carnero que solia llevar el bufon de Enrique VIII, una silla antigua adornada de figuras y divisas escritas en alemán, varias piezas de una armadura ricamente dorada y hecha por Carlos, príncipe de Gales, una espada del tiempo de las cruzadas, etc.
      • 1849 Navarro Villoslada, F. Doña Urraca [2003] Esp (CDH )

        Helóse, al parecer, el ardiente clamoreo cuando se vio al ricohombre, a quien se creía maltrecho, levantarse de improviso todo cubierto de polvo y desnudar su enorme espada de dos manos, gritando a su victorioso rival:

        — ¡Maldito seas, miserable, que ya blasonas de valor por lo que debes a la suerte! Baja, baja del caballo y desnuda la espada.

      • 1853 Fdz Glz, M. Men Rodríguez Sanabria p. 28 Esp (BD)
        A lo largo de las paredes, se veian colgados de escarpias arneses de guerra, nuevos y relucientes, adargas, hachas, mazas de armas y largas espadas de á dos manos; fuertes picas cruzadas sobre estos objetos ó sostenidas en astilleros; arcos, ballestas, un arsenal completo, en fin, de armas de la época.
      • 1895 García Llansó, A. Armas y armaduras p. 37 Esp (BD)
        Durante el siglo décimo tercero, continuó considerándose la espada como la primera y más noble de las armas ofensivas. Usóse también en aquella época el alfanje, adoptado de los moros, el mandoble ó espada de dos manos, el estoque, propio de los franceses, espada fina y prolongada que introdujeron los mercenarios en nuestra patria y el laví ó glaví de los catalanes.
      • 1903 González Hurtebise, E. Arte tipográfico Tarragona XV XVI p. 6 Esp (BD)
        Durante los rudos días de la alta Edad Media recogiéronse las artes, las letras y las ciencias en los monasterios, y, aunque también los monjes ciñeron la loriga y empuñaron la espada de dos manos en defensa de la religión y de la patria, fué el monacato la única clase social que pudo consagrarse habitualmente al estudio.
      • 1910 Carvajal Melgarejo, L. Espada actualidad p. 36 Esp (BD)
        La Infantería usaba el montante ó espada de dos manos, empleada especialmente por los suizos en las guerras de la segunda mitad del siglo XV. En tiempo de Enrique II de Francia aun se hallaba en uso, y durante las guerras de religión sólo reapareció en algunas compañías de lansquenetes.
      • 1939 Anónimo "Trad Grupo nipón guerra Rusia, F. H. Hedges" [03-03-1939] Diario de la Marina (La Habana) Cu (HD)
        Los nuevos conscriptos son enviados a la zona septentrional de Manchukuo tan pronto ingresan al ejército, y reciben una instrucción distinta de la empleada hace dos años. Se les enseña de inmediato el modo de luchar. En lugar de perder el tiempo en aprender el orden cerrado y las ceremonias militares, aprenden enseguida el manejo de las armas de fuego y de la espada de dos manos y otros tópicos prácticos.
      • 1985 Sanchis Sinisterra, J. Retablo Eldorado [1992] Esp (CDH )
        Pelean con arcos, saetas, rodelas, lanzas grandes y espadas de dos manos, que cortan más que las nuestras.
      • 1993 Fuentes, C. Naranjo [1993] México (CDH )

        Una escopeta lanza un estallido que se desvanece en humo; una tizona puede ser vencida por una espada india de dos manos; el vidrio engaña, pero la esmeralda también. En cambio, el caballo es, está allí, tiene vida propia, se mueve, tiene la suma de poder del nervio, el lustre, el músculo, el belfo babeante y las pezuñas como alianza del terreno, resortes del trueno y gemelas del acero.

      • 2001 Mtz Lezea, T. Hijos Ogaiz s. n. Esp (BD)
        El señor de Egino llevaba al cinto una gruesa espada de dos manos, la misma que había pertenecido a su hermano, Johan, colgado veintiséis años atrás en lo alto del monte Aralar tras haber sido capturado con varios de sus hombres por el merino de las Montañas.
      • 2015 Alija, M. "Enzo Cherubino esgrima medieval" [25-07-2015] El Bierzo Digital (Ponferrada): elbierzodigital.com Esp (HD)
        Cherubino enseñará las técnicas medievales de combate con espada de dos manos y mano y media. Es oportuno señalar que aunque no se trata de los estiletes ligeros y redondeados de la esgrima deportiva, las espadas no pesan más de un kilo, con lo cual todo el mundo puede participar. El presidente de los Caballerosde Ulver, Gonzalo González García, indicaba que “mostrar y enseñar a todo el mundo una parte de la historia que tenemos muy confundida, la edad medieval, es el objetivo de nuestra asociación.
      • 2022 Anónimo "Espadas famosas Historia España" [09-08-2022] Libertad Digital (Madrid) Esp (HD)
        La espada de los Reyes Católicos Esta espada perteneció a los Reyes Católicos y constituye uno de los objetos más emblemáticos de la Real Armería de Patrimonio Nacional. Se trata de una espada de dos manos, con pomo hexalobulado de campo calado por cuatro círculos y arriaz recto rematado a manera de medias lunas, todo ello grabado y dorado.
      • 1431-1449 Díaz Games, G. Victorial [1994] Esp (CDH )
        Acaesçió un día que andando jugando el rey con sus donzeles con espadas de dos manos, fuese para uno dellos que non traýa sinon cota, e diole por meytad del cuerpo un estocada, que le pasó el espada a la otra parte, e cayó muerto en tierra. E fue a los otros dando en ellos muy grandes golpes, que hecharon todos a fuyr dél.
      • c1453 Anónimo Crón Álvaro Luna [1940] Esp (CDH )

        En esta guisa cabalgó el nuestro Condestable, e començó a subir la cuesta contra el castillo; e salió el alcayde del castillo, con una espada de dos manos en la mano, demostrando mucha fiereza e valentía.

      • 1489 Anónimo HMelosina (Toulouse 1499-BL Ib 42463) [1995] fol. 70r Esp (CDH )
        Bien somos / nos poco de virtud que vn honbre solo nos aga tan grand pabor / & dende con grand yra toca delas espuelas a su cavallo tan / fuerte mente que la sangre le salia por los costados & era este / vno delos mas fieros & fuertes honbres que oviesse enla moreria / & torno contra Urian con su espada de dos manos & dio / a Urian vn grand golpe sobre la çelada mas la copa era tan / fuerte que no pudo entrar & salto su espada sobre el cuello del / cavallo & fue tan fuerte que corto el guarda cuello & entro dentro / enla carne fasta la mejtad [...].
      • 1489 Anónimo HMelosina (Toulouse 1499-BL Ib 42463) [1995] fol. 95r Esp (CDH )
        Tomo / su espada de dos manos & hirio al rrey muy valiente mente sobre / el hielmo que la espada le salto del puño & hizo corbar el / rrey sobre el cuello de su cauallo & dela grand fuerça que lo hirio / le rronpio la correa del hielmo & dende torno rrenaldo a doblar / & le dio tantos golpes que le fue nesçessario caer a tierra [...].
      • p1504 Baeza, H. Cosas pasaron reyes Granada [1868] Esp (CDH )
        No pasó mucho tienpo quando se apareció una cometa hazia la parte del medio dia, allegada mucho al oriente, la qual parescia tan ancha v tan larga como vna espada de dos manos, y se mostraua desde las dos oras antes que esclaresciese el dia, y duraba hasta tanto que la claridad del sol la tapaua.
      • 1508 Montesino, A. Cancionero [1987] 143 Esp (CDH )
        Sus cabellos eran canos, / y salía de su boca / una espada de dos manos / que a su miedo a los cristianos / con sus dos hilos provoca; / y su voz era de son / de aguas que dan querellas, / y sus pies de buen latón, / y por nueva guarnición / en su diestra siete estrellas. /
      • 1527 Osuna, F. Abecedario espiritual III [2007] Esp (CDH )
        Y es de notar que a esta puerta se pone espada aguda y muy presta, porque aquí está el mayor peligro, como en puerta falsa y que está medio caída, al socorro de la qual hemos de ser muy ligeros meneando la espada de a dos manos, que es el temor servil o filial, porque assí, de miedo o de vergüença, se ponga resistencia.
      • 1527 Osuna, F. Abecedario espiritual III [2007] fol. CCXLVIIv Esp (CDH )

        [...] y la dificultad es porque el demonio y la carne las más vezes se conciertan contra nuestro buen desseo, como Eva y la serpiente contra Adam, y como Acab y Jezabel contra Helías, y como Herodes y Herodías contra sant Juan, y entonces lo más seguro es tomar espada de a dos manos, para que ni por mal ni por bien nos engañen.

      • 1528 Delicado, F. Lozana [1994] Esp (CDH )

        ¿Por qué no le dices tú a ese vizcaíno que me hable, que yo te lo haré manso, que te dará más? Y no le digas que me has dado nada, que yo le haré que pague él el agua y la fatiga, y a mi mozo quiero que le dé una espada de dos manos liviana.

      • 1534 Boscán, J. Trad Cortesano [1994] Esp (CDH )
        ¿No miráis cómo aquel nuestro amigo, del cual pocos días ha que os hablé, debía de haberse olvidado con quién y la causa por que hablaba, cuando por trabar plática con una gentil dama, a la cual hasta entonces nunca había visto, luego a las primeras palabras le comenzó a decir que había muerto tantos hombres y que era tan esforzado y que sabía muy bien jugar de espada de dos manos y encendióse tanto en esto que llegó la cosa a querelle mostrar cómo había el hombre de reparar algunos golpes de hacha * estando armado y cómo estando desarmado y decille las presas de los puñales?
      • 1553 Méndez, C. LEjercicio corporal [1999] Esp (CDH )
        El de las armas, assí como jugar espada de dos manos, rodela y espada, y espada y broquel, y las puntas que agora se usan, que en verdad se puede dezir desdichado, y no parecen los hombres sino demonios en aquella postura que agora se ponen para jugallo; y llámole desdichado por la manera que agora se usa, y aún porque algunos son muertos, no tomándolo de veras sino jugando de burla.
      • 1554 Cieza León, P. Crón Perú Esp (CDH )

        Se precian de tener los cabellos muy largos; las armas con que pelean son dardos y lanzas largas, de la palma negra que arriba dije; tiraderas, hondas, y unos bastones largos, como espadas de a dos manos, a quien llaman macanas.

      • c1568-1575 Díaz Castillo, B. HNueva España [1982] Esp (CDH )

        [...] e los indios naturales dél y otros sus comarcanos se juntaron todos, como la otra vez cuando nos mataron sobre cincuenta y seis soldados y todos los más nos hirieron, según dicho tengo en el capítulo que dello habla; y a esta causa estaban muy ufanos y orgullosos, y bien armados a su usanza, que son: arcos, flechas, lanzas, rodelas, macanas y espadas de dos manos, y piedras con hondas, y armas de algodón, y trompetillas y atambores [...].

      • c1568-1575 Díaz Castillo, B. HNueva España [1982] 119 Esp (CDH )
        Y todos a una le respondimos que vamos mucho en buen hora, que Dios es fuerza verdadera; y así, comenzamos a caminar con el concierto que he dicho, y no muy lejos vieron nuestros corredores del campo hasta obra de treinta indios que estaban por espías, y tenían espadas de dos manos, rodelas, lanzas y penachos, y las espadas son de pedernales, que cortan más que navajas, puestas de arte que no se pueden quebrar ni quitar las navajas, y son largas como montantes, y tenían sus divisas y penachos [...].
      • c1568-1575 Díaz Castillo, B. HNueva España [1982] Esp (CDH )
        Y estando en las estancias y maízales por mí ya dichas, tomando nuestra agua, vinieron por la costa muchos escuadrones de indios del pueblo de Potonchan (que así se dice), con sus armas de algodón que les daba a la rodilla, y con arcos y flechas, y lanzas y rodelas, y espadas hechas a manera de montantes de a dos manos, y hondas y piedras, y con sus penachos de los que ellos suelen usar, y las caras pintadas de blanco y prieto enalmagrados [...].
      • 1589 Pineda, J. Diálogos Agricultura cristiana [1963-1964] Esp (CDH )
        Señor cormano, poco habéis ganado en esta esgrima con el señor Licenciado, que tan bien juega de la espada de dos manos.
      • 1600-1612 Ledesma, A. Conceptos espirituales I [1969] 151 Esp (CDH )
        Por aquesta Cruz de Dios, / que es bordón, y estoque fino, / bordon para caminar, / y arma contra el enemigo. / Es espada de dos manos, / y tales las ha tenido, / que en vn monte con el solo / vn vandolero ha rendido. /
      • 1828 Conde de Clonard (Serafín María de Sotto) Memorias tropas Casa Real P. 10 Esp (BD)
        Los guardias eslavos eran naturales del oriente, excelentes por su valentía, fidelidad y bella presencia: hacian el servicio en lo interior del alcázar, para lo que usaban de espada de dos manos, escudo y maza de armas: el Rey Abdala de Córdoba confirió al Wacir Abu Otman-Obeidala ben el Gamir la capitanía de esta guardia en el año 911.
      • 1836 Moralejo, J. M. Trad Día San Valentin, IV, W. Scott [1828] p. 226 Esp (BD)
        Cuando se acercaba el momento fijado para el combate, llegó á los oidos del concurso el grito penetrante de una muger, que pedia le abrieran paso por en medio de la turba. Cediendo á sus importunidades la multitud le dejó pasar, y ella se adelantó muy apresurada, casi falta de respiracion y agobiada con el peso de la cota de malla y una espada de dos manos.
      • 1846 Anónimo "Torre Londres robo singular" [22-10-1846] El Español (Madrid) Esp (HD)
        En las paredes se ven infinidad de armas antiguas. La hacha con que cortaron la cabeza á Ana Bolena, un collar de tormento, cepos y otros instrumentos de esta especie, una espada del siglo XIV, grandes espadas de dos manos , una especie de careta de hierro con cuernos de carnero que solia llevar el bufon de Enrique VIII, una silla antigua adornada de figuras y divisas escritas en alemán, varias piezas de una armadura ricamente dorada y hecha por Carlos, príncipe de Gales, una espada del tiempo de las cruzadas, etc.
      • 1849 Navarro Villoslada, F. Doña Urraca [2003] Esp (CDH )

        Helóse, al parecer, el ardiente clamoreo cuando se vio al ricohombre, a quien se creía maltrecho, levantarse de improviso todo cubierto de polvo y desnudar su enorme espada de dos manos, gritando a su victorioso rival:

        — ¡Maldito seas, miserable, que ya blasonas de valor por lo que debes a la suerte! Baja, baja del caballo y desnuda la espada.

      • 1853 Fdz Glz, M. Men Rodríguez Sanabria p. 28 Esp (BD)
        A lo largo de las paredes, se veian colgados de escarpias arneses de guerra, nuevos y relucientes, adargas, hachas, mazas de armas y largas espadas de á dos manos; fuertes picas cruzadas sobre estos objetos ó sostenidas en astilleros; arcos, ballestas, un arsenal completo, en fin, de armas de la época.
      • 1895 García Llansó, A. Armas y armaduras p. 37 Esp (BD)
        Durante el siglo décimo tercero, continuó considerándose la espada como la primera y más noble de las armas ofensivas. Usóse también en aquella época el alfanje, adoptado de los moros, el mandoble ó espada de dos manos, el estoque, propio de los franceses, espada fina y prolongada que introdujeron los mercenarios en nuestra patria y el laví ó glaví de los catalanes.
      • 1903 González Hurtebise, E. Arte tipográfico Tarragona XV XVI p. 6 Esp (BD)
        Durante los rudos días de la alta Edad Media recogiéronse las artes, las letras y las ciencias en los monasterios, y, aunque también los monjes ciñeron la loriga y empuñaron la espada de dos manos en defensa de la religión y de la patria, fué el monacato la única clase social que pudo consagrarse habitualmente al estudio.
      • 1910 Carvajal Melgarejo, L. Espada actualidad p. 36 Esp (BD)
        La Infantería usaba el montante ó espada de dos manos, empleada especialmente por los suizos en las guerras de la segunda mitad del siglo XV. En tiempo de Enrique II de Francia aun se hallaba en uso, y durante las guerras de religión sólo reapareció en algunas compañías de lansquenetes.
      • 1939 Anónimo "Trad Grupo nipón guerra Rusia, F. H. Hedges" [03-03-1939] Diario de la Marina (La Habana) Cu (HD)
        Los nuevos conscriptos son enviados a la zona septentrional de Manchukuo tan pronto ingresan al ejército, y reciben una instrucción distinta de la empleada hace dos años. Se les enseña de inmediato el modo de luchar. En lugar de perder el tiempo en aprender el orden cerrado y las ceremonias militares, aprenden enseguida el manejo de las armas de fuego y de la espada de dos manos y otros tópicos prácticos.
      • 1985 Sanchis Sinisterra, J. Retablo Eldorado [1992] Esp (CDH )
        Pelean con arcos, saetas, rodelas, lanzas grandes y espadas de dos manos, que cortan más que las nuestras.
      • 1985 Sanchis Sinisterra, J. Retablo Eldorado [1992] 94 Esp (CDH )
        ¡Y qué cuchilladas y estocadas les damos, y con qué furia los perros pelean, y qué herir y matar hacen en nosotros con sus lanzas y macanas y espadas de dos manos...!
      • 1993 Fuentes, C. Naranjo [1993] México (CDH )

        Una escopeta lanza un estallido que se desvanece en humo; una tizona puede ser vencida por una espada india de dos manos; el vidrio engaña, pero la esmeralda también. En cambio, el caballo es, está allí, tiene vida propia, se mueve, tiene la suma de poder del nervio, el lustre, el músculo, el belfo babeante y las pezuñas como alianza del terreno, resortes del trueno y gemelas del acero.

      • 2001 Mtz Lezea, T. Hijos Ogaiz s. n. Esp (BD)
        El señor de Egino llevaba al cinto una gruesa espada de dos manos, la misma que había pertenecido a su hermano, Johan, colgado veintiséis años atrás en lo alto del monte Aralar tras haber sido capturado con varios de sus hombres por el merino de las Montañas.
      • 2015 Alija, M. "Enzo Cherubino esgrima medieval" [25-07-2015] El Bierzo Digital (Ponferrada): elbierzodigital.com Esp (HD)
        Cherubino enseñará las técnicas medievales de combate con espada de dos manos y mano y media. Es oportuno señalar que aunque no se trata de los estiletes ligeros y redondeados de la esgrima deportiva, las espadas no pesan más de un kilo, con lo cual todo el mundo puede participar. El presidente de los Caballerosde Ulver, Gonzalo González García, indicaba que “mostrar y enseñar a todo el mundo una parte de la historia que tenemos muy confundida, la edad medieval, es el objetivo de nuestra asociación.
      • 2022 Anónimo "Espadas famosas Historia España" [09-08-2022] Libertad Digital (Madrid) Esp (HD)
        La espada de los Reyes Católicos Esta espada perteneció a los Reyes Católicos y constituye uno de los objetos más emblemáticos de la Real Armería de Patrimonio Nacional. Se trata de una espada de dos manos, con pomo hexalobulado de campo calado por cuatro círculos y arriaz recto rematado a manera de medias lunas, todo ello grabado y dorado.
    2. s. f. Con el modificador media, para referirse a la espada corta, generalmente de hoja ancha.
      docs. (1500-2009) 15 ejemplos:
      • 1454-a1500 San Cristóbal, A. Trad Vegecio [2000] Esp (CDH )
        Los triarios se solian poner en pos de todas las hazes con escudos & baçinetes & capellinas & con quixotes & espadas & medias espadas & plomadas & con cada dos dardos, los quales tenian çercados a los que estavan delante dellos por que, si se vençiese la haz primera, estos reparasen enteramente la pelea & asi se cobrasen la vitoria. Otrosi todos los alfereses que levavan las sennales, aunque fuesen peones, levavan lorigas menores & capellinas cubiertas de pelos de osos, por espantar a los enemigos. E los çenturiones tenian escudos & capellinas & las çimeras tenianlas al traves con plata, por que los conosçiesen los suyos de sus quadrillas mas aina.
      • 2009 Llano, M. "Juana" Ratonera Esp (CORPES)
        Juana.— (Riendo.) ¿Sois de verdad señor o estoy hablando con uno de mis ángeles? Juan.— ¿Habéis oído?, cree que soy una Virgen. Os pondremos jubón y calzas. Botas y media espada... con eso bastará. Juana.— (Mostrando su espada.) Tengo la mía señor.
      • 1454-a1500 San Cristóbal, A. Trad Vegecio [2000] Esp (CDH )
        Los triarios se solian poner en pos de todas las hazes con escudos & baçinetes & capellinas & con quixotes & espadas & medias espadas & plomadas & con cada dos dardos, los quales tenian çercados a los que estavan delante dellos por que, si se vençiese la haz primera, estos reparasen enteramente la pelea & asi se cobrasen la vitoria. Otrosi todos los alfereses que levavan las sennales, aunque fuesen peones, levavan lorigas menores & capellinas cubiertas de pelos de osos, por espantar a los enemigos. E los çenturiones tenian escudos & capellinas & las çimeras tenianlas al traves con plata, por que los conosçiesen los suyos de sus quadrillas mas aina.
      • 1542 Anónimo Baldo [2002] Esp (CDH )

        Y luego Cíngar sacó la media espada que traía y córtale las ligaduras. Ya venía el carcelero diziendo:

        "¿No acabéis de confessar a este ribaldo?".

        "Esperá un poco, —dijo Cíngar— que luego saldré".

      • 1550 Anónimo Armas Duque Calabria, Continuación [01-01-1550] p. 61 Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos (Madrid) Esp (HD)
        Armas y efectos de guerra del Duque de Calabria [...] 14. Vna media espada porquera, con el pomo y cruz dorado, y la vayna de cuero negro, con su descarnador dorado.
      • c1527-1561 Casas, B. HIndias [1994] Esp (CDH )

        Con esta seguridad, creyendo que así fuera, descendió un indio, harto bien dispuesto, mancebo de veinticinco o treinta años, llorando; y, como el clérigo no traía reposo por ir a todas partes a estorbar que no matasen, salióse luego de la casa; y, así // como el mancebo descendió, *un español que allí estaba sacó un alfange o media espada y dale una cuchillada por los ijares que le echa las tripas de fuera, como si no hiciera nada.

      • 1613 Cervantes Saavedra, M. Rinconete 560 Novelas ejemplares Esp (CDH )

        Estaban los dos quemados del sol, las uñas caireladas y las manos no muy limpias; el uno tenía una media espada, y el otro un cuchillo de cachas amarillas, que los suelen llamar vaqueros.

      • 1607-1645 Duque Estrada, D. Comentarios desengañado [1982] 136 Esp (CDH )
        Pero engañóse, que nosotros nos habíamos retirado, y ganando el puesto, y cuando él bajó estábamos las espaldas a la puerta y los contrarios delante, y él, inadvertido de este caso, dio a uno que junto a mí estaba una puñalada que le pasó de parte a parte, derribándole en el suelo. Había en la tal pendencia medias espadas, dagas desguarnecidas, terciados, asadores, husos y hasta palos tostada la punta, que ellos llaman tostones.
      • 1723 Oviedo Baños, J. HConquista Venezuela [2002] Venezuela (CDH )

        [...] de suerte que en breve espacio solo quedó en la campaña, para vender bien la suya, vn indio llamado Tiuna, natural de Curucutí, quien con vna media espada, enhastada en vna guayca, desafiaba con repetidas voces a Losada.

        Hallábase cerca de él Francisco Maldonado, y no pudiendo sufrir su atrevimiento, hizo piernas al cavallo, llevando la lança baxa al embestirle, pero al executar el golpe, le huyó el indio el cuerpo con tal arte que passó la carrera de largo sin tocarle, y sin darle tiempo a rebolver el cavallo le tiró con la media espada vn bote tan violento que, passándole las armas y atravesándole vn muslo, lo derribó de el cavallo, y assegurándole con otro antes que se levantasse, le dio otra herida en vn brazo

      • 1892 Gutiérrez Brito, F. Trad Historia civilización, C. Seignobos p. 79 (BD)
        Hé aquí una orden de marcha dirigida al obispo de Fulda: "Os mandamos que estéis en el punto de cita el 20 de Junio con vuestros hombres, armados y equipados convenientemente. Iréis al sitio designado dispuesto á combatir donde os lo indique, esto es, con armas, instrumentos y provisiones. Cada jinete tendrá un escudo, una lanza, una media espada, un arco y un carcax lleno de flechas. En vuestros carros llevaréis útiles de especie diferente, azuelas, barrenas, taladros, hachas, azadas, palas de hierro y los demás necesarios en la guerra; y además de esto, víveres para tres meses y armas y ropas para seis.
      • 1912 Leguina, E. Glosario armería [1912] p. 429 Esp (BD)
        Media espada. Voz de Germanía. V. Terciado [| espada ancha de un tercio menos de la marca].
      • 1941 Fontecha, C. GlosVocesClásicos Esp (FG)
        espada [...] media espada, 'arma hecha de la mitad inferior de la hoja de una espada'
      • 1946 Dalmau, R. / Soler Janer, J. M. Historia traje p. 303 Esp (BD)
        La espada, ancha, de doble punta, o sea, en forma de horquilla o de cola de golondrina era el llamado chelidoniacus gladius (Isid. 18, 6, 7). Semispatha, o media espada; ancha y corta , que se llevaba colgando de la cintura [...].
      • 2003 Sánchez Adalid, J. Tierra sin mal [2021] s. n. Esp (BD)
        —¡Tomás! —exclamó extrañado su hermano—. ¿Se puede saber qué es eso? —¿No lo ves? —contestó él indiferente, sujetando las riendas del caballo y tirando de él hacia el portalón—. Es una media espada, Hernando. ¿Adónde piensas ir de tabernas sin una media espada? —¿Media? Pues parece entera. ¿De dónde la has sacado? —Estaba por ahí, entre los trastos del doblado de casa. Supongo que era del tío Pedro o de padre. ¿Qué importa eso? Es una espada. A cierta edad la gente lleva espada.
      • 2009 Llano, M. "Juana" Ratonera Esp (CORPES)
        Juana.— (Riendo.) ¿Sois de verdad señor o estoy hablando con uno de mis ángeles? Juan.— ¿Habéis oído?, cree que soy una Virgen. Os pondremos jubón y calzas. Botas y media espada... con eso bastará. Juana.— (Mostrando su espada.) Tengo la mía señor.
      • 1454-a1500 San Cristóbal, A. Trad Vegecio [2000] Esp (CDH )
        Los triarios se solian poner en pos de todas las hazes con escudos & baçinetes & capellinas & con quixotes & espadas & medias espadas & plomadas & con cada dos dardos, los quales tenian çercados a los que estavan delante dellos por que, si se vençiese la haz primera, estos reparasen enteramente la pelea & asi se cobrasen la vitoria. Otrosi todos los alfereses que levavan las sennales, aunque fuesen peones, levavan lorigas menores & capellinas cubiertas de pelos de osos, por espantar a los enemigos. E los çenturiones tenian escudos & capellinas & las çimeras tenianlas al traves con plata, por que los conosçiesen los suyos de sus quadrillas mas aina.
      • 1542 Anónimo Baldo [2002] Esp (CDH )

        Y luego Cíngar sacó la media espada que traía y córtale las ligaduras. Ya venía el carcelero diziendo:

        "¿No acabéis de confessar a este ribaldo?".

        "Esperá un poco, —dijo Cíngar— que luego saldré".

      • 1550 Anónimo Armas Duque Calabria, Continuación [01-01-1550] p. 61 Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos (Madrid) Esp (HD)
        Armas y efectos de guerra del Duque de Calabria [...] 14. Vna media espada porquera, con el pomo y cruz dorado, y la vayna de cuero negro, con su descarnador dorado.
      • c1527-1561 Casas, B. HIndias [1994] Esp (CDH )

        Con esta seguridad, creyendo que así fuera, descendió un indio, harto bien dispuesto, mancebo de veinticinco o treinta años, llorando; y, como el clérigo no traía reposo por ir a todas partes a estorbar que no matasen, salióse luego de la casa; y, así // como el mancebo descendió, *un español que allí estaba sacó un alfange o media espada y dale una cuchillada por los ijares que le echa las tripas de fuera, como si no hiciera nada.

      • 1613 Cervantes Saavedra, M. Rinconete 560 Novelas ejemplares Esp (CDH )

        Estaban los dos quemados del sol, las uñas caireladas y las manos no muy limpias; el uno tenía una media espada, y el otro un cuchillo de cachas amarillas, que los suelen llamar vaqueros.

      • 1613 Cervantes Saavedra, M. Rinconete Novelas ejemplares Esp (CDH )

        Acogiéronle de buena gana, y en menos de media hora le ganaron doce reales y veinte y dos maravedís, que fue darle doce lanzadas y veinte y dos mil pesadumbres. Y, creyendo el arriero que por ser muchachos no se lo defenderían, quiso quitalles el dinero; mas ellos, poniendo el uno mano a su media espada y el otro al de las cachas amarillas, le dieron tanto que hacer que, a no salir sus compañeros, sin duda lo pasara mal.

      • 1607-1645 Duque Estrada, D. Comentarios desengañado [1982] 136 Esp (CDH )
        Pero engañóse, que nosotros nos habíamos retirado, y ganando el puesto, y cuando él bajó estábamos las espaldas a la puerta y los contrarios delante, y él, inadvertido de este caso, dio a uno que junto a mí estaba una puñalada que le pasó de parte a parte, derribándole en el suelo. Había en la tal pendencia medias espadas, dagas desguarnecidas, terciados, asadores, husos y hasta palos tostada la punta, que ellos llaman tostones.
      • 1723 Oviedo Baños, J. HConquista Venezuela [2002] Venezuela (CDH )

        [...] de suerte que en breve espacio solo quedó en la campaña, para vender bien la suya, vn indio llamado Tiuna, natural de Curucutí, quien con vna media espada, enhastada en vna guayca, desafiaba con repetidas voces a Losada.

        Hallábase cerca de él Francisco Maldonado, y no pudiendo sufrir su atrevimiento, hizo piernas al cavallo, llevando la lança baxa al embestirle, pero al executar el golpe, le huyó el indio el cuerpo con tal arte que passó la carrera de largo sin tocarle, y sin darle tiempo a rebolver el cavallo le tiró con la media espada vn bote tan violento que, passándole las armas y atravesándole vn muslo, lo derribó de el cavallo, y assegurándole con otro antes que se levantasse, le dio otra herida en vn brazo

      • 1723 Oviedo Baños, J. HConquista Venezuela [2002] Venezuela (CDH )

        [...] alcançólos a ver desde su retiro el cacique Paramaconi, y acompañado de otro indio llamado Teconai, de quien debía de tener satisfacción para el empeño, por vna media ladera repechó la loma para salirles al encuentro; venían los dos con los carcaxes al hombro, en la vna mano los arcos y en la otra vnas fuertes lanças, hechas de palma, enhastadas en las puntas dos medias espadas, que les avía embiado Guaycaypuro de las que cogió en las minas; y de las penacheras de diversas plumas con que adornaban las cabezas, traían pendientes vna piel de tigre, que les colgaba por la espalda, o para demostrar mayor fiereza, o para hazer ostentación de mayor gala.

      • 1892 Gutiérrez Brito, F. Trad Historia civilización, C. Seignobos p. 79 (BD)
        Hé aquí una orden de marcha dirigida al obispo de Fulda: "Os mandamos que estéis en el punto de cita el 20 de Junio con vuestros hombres, armados y equipados convenientemente. Iréis al sitio designado dispuesto á combatir donde os lo indique, esto es, con armas, instrumentos y provisiones. Cada jinete tendrá un escudo, una lanza, una media espada, un arco y un carcax lleno de flechas. En vuestros carros llevaréis útiles de especie diferente, azuelas, barrenas, taladros, hachas, azadas, palas de hierro y los demás necesarios en la guerra; y además de esto, víveres para tres meses y armas y ropas para seis.
      • 1912 Leguina, E. Glosario armería [1912] p. 429 Esp (BD)
        Media espada. Voz de Germanía. V. Terciado [| espada ancha de un tercio menos de la marca].
      • 1941 Fontecha, C. GlosVocesClásicos Esp (FG)
        espada [...] media espada, 'arma hecha de la mitad inferior de la hoja de una espada'
      • 1946 Dalmau, R. / Soler Janer, J. M. Historia traje p. 303 Esp (BD)
        La espada, ancha, de doble punta, o sea, en forma de horquilla o de cola de golondrina era el llamado chelidoniacus gladius (Isid. 18, 6, 7). Semispatha, o media espada; ancha y corta , que se llevaba colgando de la cintura [...].
      • 2003 Sánchez Adalid, J. Tierra sin mal [2021] s. n. Esp (BD)
        —¡Tomás! —exclamó extrañado su hermano—. ¿Se puede saber qué es eso? —¿No lo ves? —contestó él indiferente, sujetando las riendas del caballo y tirando de él hacia el portalón—. Es una media espada, Hernando. ¿Adónde piensas ir de tabernas sin una media espada? —¿Media? Pues parece entera. ¿De dónde la has sacado? —Estaba por ahí, entre los trastos del doblado de casa. Supongo que era del tío Pedro o de padre. ¿Qué importa eso? Es una espada. A cierta edad la gente lleva espada.
      • 2009 Llano, M. "Juana" Ratonera Esp (CORPES)
        Juana.— (Riendo.) ¿Sois de verdad señor o estoy hablando con uno de mis ángeles? Juan.— ¿Habéis oído?, cree que soy una Virgen. Os pondremos jubón y calzas. Botas y media espada... con eso bastará. Juana.— (Mostrando su espada.) Tengo la mía señor.
    3. s. f. Con el modificador ancha o con los complementos de a caballo o de montar, para referirse a una espada recta usada particularmente por el cuerpo militar de caballería.
      docs. (1584-2020) 30 ejemplos:
      • c1553-a1584 Cieza León, P. Guerras civiles peruanas [1985] Esp (CDH )
        El marqués, con ánimo valeroso, echando de sí una ropa larga de grana que tenía vestida, se entró en su recámara a armarse, e se vistió unas corazas, e tomando una espada ancha que le sirvió en el descubrimiento, la sacó de la vaina, diciendo: «Vení acá vos, mi buena espada, compañera de mis trabajos.»
      • 2020 Rosa, B. Último sueño rey s. n. Esp (BD)
        Le ordenan que baje del caballo, cosa que hacen también ambos, observando de reojo los cuerpos que están inmóviles en el suelo. A uno, la bala le ha destrozado la cara. Los otros, con grandes manchas de sangre en el pecho, todavía respiran. Examinan la espada y descubren con sorpresa que es la espada de montar de un oficial de caballería del ejército.
      • c1553-a1584 Cieza León, P. Guerras civiles peruanas [1985] Esp (CDH )
        El marqués, con ánimo valeroso, echando de sí una ropa larga de grana que tenía vestida, se entró en su recámara a armarse, e se vistió unas corazas, e tomando una espada ancha que le sirvió en el descubrimiento, la sacó de la vaina, diciendo: «Vení acá vos, mi buena espada, compañera de mis trabajos.»
      • 1617 Anómino Inventario bienes racionero Docs AP Toledo Esp (CDH )
        Yten, una espada ancha de exaretar de a caballo.
      • 1618 Anónimo Inventario bienes C. Ugena Docs archivo prov Toledo (1580-1664) Esp (CDH )
        Mas otra espada ancha de acaballo que bale ochenta rreales.
      • 1642 Pacheco Narváez, L. Advertencias armas [1898] 257 Esp (CDH )

        La una es la batalla de espada contra espada (ya sea á la gineta ó brida) con notable error en el como y donde haya de llevar el diestro la suya, variando en esta misma, con sectas diferentes; otra de lanzas y dagas, no más ajustada que la antecedente; otro con lanza el de á caballo y espada el de á pié; otra con lanza el de á pié, y espada el de á caballo; y la otra del torneo, y justa Real, aunque de estas son menos los escritos que la continuada tradición en las provincias donde más se ejercita.

      • 1646 Anónimo Estebanillo González [1990] I, 149 Esp (CDH )

        [...] que estando yo un invierno de guarnición en la villa de Gueldres tuve una pendencia con un soldado, de nación albanés, sobre cierta matresa; y habiendo salido los dos en la campaña y metido mano a nuestras lenguas de acero, ayudado yo de mi destreza, le hice una conclusión, y con una espada ancha de a caballo que yo traía entonces le di tal cuchillada en el pescueso, que, como quien rebana hongos, di con su cabeza en tierra.

      • 1701 Villagutierre Sotomayor, J. HConquista Itzá [2002] Esp (CDH )
        Dio a entender quería ver vna espada ancha que tenía Felipe Díaz, y al verla desembaynar hasta la mitad, mostró enfado; y lo mismo hizo al ver vnas balas que le mostró el general Amézquita. No estrañó la escopeta ni las mulas ni cavallos ni los clarines y caxas que continuamente se tocavan haziendo llamadas porque le oyessen los perdidos si estavan en la isla o por aquellos montes.
      • 1768 Cruz, R. Mesón Villaverde [1915] Esp (CDH )
        (Sale Martínez , de capa, gorro, montera, espada ancha, muy serio, y se sienta sobre el banco en que está tendido Felipe.)
      • 1755-1779 Caulín, A. HNueva Andalucía I [1966] Venezuela (CDH )

        La Maya es abundantisima; la produce una mata semejante à la de Zábila, aunque sus hojas son mucho mas largas, y tienen figura de una hoja de espada ancha; cada mata hecha un racimo, que suele tener tres, quatro, y mas docenas; la forma de ellas es como la de un huevo de gallina; su cascara aspera, y amarilla; su medula blanca, y dulce; comense asadas, y cocidas, y son algo purgantes por naturaleza.

      • 1794 Anónimo "Continúan ofertas S. M." [01-03-1794] p. 309 Mercurio de España (Madrid) Esp (HD)
        Antonio Roxo, maestro cerrajero y armero de Toledo, un voluntario, y 20 espadas de á caballo guarnecidas y hechas por su mano.
      • 1789-1794 Malaspina, A. Viaje político-científico alrededor del mundo [1885] p. 466 Esp (BD)
        Usan además una especie de delantal de vaqueta prendido á la cabeza de la silla, con caída á uno y otro lado, que llaman armas ó defensas y les cubre los muslos y piernas, para no lastimarse corriendo en el monte. Sus armas ofensivas son la lanza, que manejan diestramente á caballo, la espada ancha y una escopeta corta, que llevan metida y afianzada en su funda.
      • 1823 Anónimo "Diputación provincial" [26-02-1823] Diario de Madrid (Madrid) Esp (HD)
        Don Jose Saumel un sable ingles sin correas, un presbitero que no dijo su nombre, un par de pistolas de arzon y una espada de montar, D. José Antonio Piñeiro, del coemrcio de lienzos de esta corte 24 camisas [...].
      • 1842 Anónimo "Diputacion provincial Caceres" [11-12-1842] Boletín Oficial de la Provincia de Cáceres (Cáceres) Esp (HD)
        Por un baston de caña de indias, puño dorado 70 Por un cinturon de espada de montar, plancha de plata 100 Por dos vestidos de señora de merino 220 [...].
      • 1852 Anónimo "España en la esposición. Artículo V" [07-02-1852] La Ilustración (Madrid) Esp (HD)
        La fábrica de Eibar, que con tanto celo como inteligencia dirige el señor Zuluaga, ha espuesto dos pares de escelentes pistolas, dos cuchillos de monte, una hermosísima espada de montar, una escopeta y una carabina: todos estos objetos están trabajados con el primor que tan acreditado tiene el establecimiento mencionado, y muy particularmente respecto á las armas de fuego, que sin la menor duda son los mejores que se fabrican en la Península.
      • 1881 Rojas, P. "Pliego condiciones" [28-07-1881] Boletín Oficial de la Provincia de Tarragona (Tarragona) Esp (HD)
        9.a Las hombreras ó tirantes del correaje, cinturones, porta-sables, porta-bayonetas y correas de la cartera de Infantería, así como el cinturon para espada de montar, guarda-mano ó borla y bandolera en Caballería, han de ser todos estos efectos de ante de Granada, bien curtido y del mejor que de esta clase se emplea para los del Cuerpo.
      • 1891 Anónimo "Uniforme guardia civil" [29-06-1891] El Adelanto (Salamanca) Esp (HD)
        Será potestativo de los guantes en despoblado, según las necesidades del servicio y condiciones del clima. Se sustituyen la espada de montar que usan los jefes, oficiales y tropa de los escuadrones por el sable.
      • 1931 Anónimo "Escolta presidencial" [12-09-1931] La Libertad (Madrid) Esp (HD)
        Para las marchas.— Guerrera de paño o caqui, calzón de paño o caqui, polainas de cuero o negras y el equipo diario del ganado. La espada de montar será recta y sin gavilanes, y en el centro, el escudo nacional.
      • 2015 Alvar Ezquerra, A. Embajador imperial Hans Khevenhüller s. n. Esp (BD)
        En nombre del Presidente del Consejo Real, Juan de Vega adquirió alfombras de El Cairo y Venecia [...] pero... ¡cómo le llamaron la atención el cuadro de la pintura de pájaros y un negro, un reloj de bronce de bolsillo, de sol, la espada que tenía en la empuñadura un reloj con un cuchillo punzón y con hilo de oro; otra espada ancha de caballo; los ramilletes de flores de caniquí o las colgadura de grana [...].
      • 2018 Cervera, C. "Auténtico Lejano Oeste " ABC (Madrid): abc.es Esp (CORPES)
        En tanto, se recuperó la lanza y las armas de astas, que estaban en desuso en Europa, para luchar contra los diestros jinetes indios. Además, en su equipo multiusos portaban espada ancha, dos pistolas y un pequeño escudo (las típicamente españolas adargas ovaladas). Las armas de pólvora eran importantes por el valor psicológico, no así determinantes porque, a falta de un mecanismo de repetición, los arcos indios podían realizar una veintena de lanzamientos en lo que un dragón recargaba.
      • 2020 Rosa, B. Último sueño rey s. n. Esp (BD)
        Le ordenan que baje del caballo, cosa que hacen también ambos, observando de reojo los cuerpos que están inmóviles en el suelo. A uno, la bala le ha destrozado la cara. Los otros, con grandes manchas de sangre en el pecho, todavía respiran. Examinan la espada y descubren con sorpresa que es la espada de montar de un oficial de caballería del ejército.
      • c1553-a1584 Cieza León, P. Guerras civiles peruanas [1985] Esp (CDH )
        El marqués, con ánimo valeroso, echando de sí una ropa larga de grana que tenía vestida, se entró en su recámara a armarse, e se vistió unas corazas, e tomando una espada ancha que le sirvió en el descubrimiento, la sacó de la vaina, diciendo: «Vení acá vos, mi buena espada, compañera de mis trabajos.»
      • 1590 Álava Viamont, D. Perfecto capitán [2000] Esp (CDH )
        Los cavallos lijeros llevarán una celada, un coselete, medios quijotes hasta la rodilla, manoplas, braçales y grandes espaldillas, y la celada sea bien cubierta, la vista quebrada o abierta, una espada ancha, una maça al arzón y una lança larga.
      • 1600 Vargas Machuca, B. LExercicios gineta [1600] fol. 66v Esp (CDH )

        [...] y alargando la rienda al cauallo, y batiendo los pies ha de ser todo vno, y a vn mismo tiempo: y es menester no perderle, porque si le yerra correra riesgo: y quando assi sucediere y se viere en el no se corte, sino ponga mano a su espada, y tirele las cuchilladas que mas pudiere, lleuando para tal efeto espada ancha, y cortadora y las cuchilladas que tirare, ora de tajo, ora de reues, conforme el toro con el estuuiere [...].

      • 1617 Anómino Inventario bienes racionero Docs AP Toledo Esp (CDH )
        Yten, una espada ancha de exaretar de a caballo.
      • 1618 Anónimo Inventario bienes C. Ugena Docs archivo prov Toledo (1580-1664) Esp (CDH )
        Mas otra espada ancha de acaballo que bale ochenta rreales.
      • 1619 Anónimo Inventario bienes Hernán García Docs AP Toledo Esp (CDH )
        Otra espada ancha de acaballo.
      • 1623 Vega Carpio, L. "Desdicha honra" 104 Novelas Marcia Leonarda Esp (CDH )
        No los hubo visto Felisardo, cuando, conociendo el peligro, se resolvió a morir como caballero, y no con varios tormentos a las manos de un verdugo infame. Bien quisiera el Bajá llevarle vivo, pero, no se dejando prender y resistiéndose en la cureña de la capitana, sembró la crujía de cuerpos muertos con sola una espada ancha que traía y una rodela embrazada.
      • 1634 Vega Carpio, L. Gatomaquia [1982] 124 Esp (CDH )
        Iba galán y bravo: / un cucharón sin cabo, / destos de hierro de sacar buñuelos, / por casco en la cabeza, / que en ella tienen la mayor flaqueza, / pues no suelen morir de siete heridas / (por quien dicen que tienen siete vidas), / y un golpe en la cabeza los atonta: / así la tienen a desmayos pronta; / broquel de cobertera, / espada de a caballo, que antes era / cuchillo viejo de limpiar zapatos, / que él solía llamar timebunt gatos [...].
      • 1634 Vega Carpio, F. L. Tomé Burguillos [2003] 677 Esp (CDH )
        Broquel de cobertera, / espada de a caballo, que antes era / cuchillo viejo de limpiar zapatos, / que él solía llamar timebunt gatos, / y por las manchas de los pies y el anca, / natural media blanca, / y capa de un bonete colorado, / abierto por un lado; / plumas de un pardo gorrión, cogido / por ligereza, pero no por arte. / Así rondaba el nuevo Durandarte, / galán favorecido, / porque son los favores de la dama / guarnición de las galas de quien ama. /
      • 1642 Pacheco Narváez, L. Advertencias armas [1898] 257 Esp (CDH )

        La una es la batalla de espada contra espada (ya sea á la gineta ó brida) con notable error en el como y donde haya de llevar el diestro la suya, variando en esta misma, con sectas diferentes; otra de lanzas y dagas, no más ajustada que la antecedente; otro con lanza el de á caballo y espada el de á pié; otra con lanza el de á pié, y espada el de á caballo; y la otra del torneo, y justa Real, aunque de estas son menos los escritos que la continuada tradición en las provincias donde más se ejercita.

      • 1644 Mtz Espinar, A. Arte Ballestería [1946] Esp (CDH )

        Cuando esta colérico no hay a que comparar su soberbia; los ojos le revientan sangre, la boca llena de espuma, sus golpes son muchos, sus heridas muy grandes, que yo he visto de una herida de un jabalí cortadas cuatro costillas a un perro, y de otra echar las tripas fuera a un caballo con la facilidad que pudiera un toro; y cortarle a otro perro el espinazo y dejarle partido, sin que pudiese menearse de allí, que con una espada de a caballo parece dificultoso.

      • 1646 Anónimo Estebanillo González [1990] I, 149 Esp (CDH )

        [...] que estando yo un invierno de guarnición en la villa de Gueldres tuve una pendencia con un soldado, de nación albanés, sobre cierta matresa; y habiendo salido los dos en la campaña y metido mano a nuestras lenguas de acero, ayudado yo de mi destreza, le hice una conclusión, y con una espada ancha de a caballo que yo traía entonces le di tal cuchillada en el pescueso, que, como quien rebana hongos, di con su cabeza en tierra.

      • 1673 Núñez Pineda Bascuñán, F. Cautiverio feliz [1863] Chile (CDH )
        Cuando al capitan Lientur (caudillo jeneral de aquel ejército) vi entrar armado desde los piés a la cabeza, sus armas aceradas en el pecho, la espada ancha desnuda y en la mano, un morrion y celada en la cabeza, sobre un feroz caballo armado de la propia suerte, que por las narices echaba fuero ardiente, espuma por la boca, pateando el suelo con el ruido de las cajas y trompetas, (y) [sic] no podia de ninguna suerte estar un punto sosegado, mui semejante al que en otra ocasion pintó Claudiano [...].
      • 1701 Villagutierre Sotomayor, J. HConquista Itzá [2002] Esp (CDH )
        Dio a entender quería ver vna espada ancha que tenía Felipe Díaz, y al verla desembaynar hasta la mitad, mostró enfado; y lo mismo hizo al ver vnas balas que le mostró el general Amézquita. No estrañó la escopeta ni las mulas ni cavallos ni los clarines y caxas que continuamente se tocavan haziendo llamadas porque le oyessen los perdidos si estavan en la isla o por aquellos montes.
      • 1768 Cruz, R. Mesón Villaverde [1915] Esp (CDH )
        (Sale Martínez , de capa, gorro, montera, espada ancha, muy serio, y se sienta sobre el banco en que está tendido Felipe.)
      • 1755-1779 Caulín, A. HNueva Andalucía I [1966] Venezuela (CDH )

        La Maya es abundantisima; la produce una mata semejante à la de Zábila, aunque sus hojas son mucho mas largas, y tienen figura de una hoja de espada ancha; cada mata hecha un racimo, que suele tener tres, quatro, y mas docenas; la forma de ellas es como la de un huevo de gallina; su cascara aspera, y amarilla; su medula blanca, y dulce; comense asadas, y cocidas, y son algo purgantes por naturaleza.

      • 1794 Anónimo "Continúan ofertas S. M." [01-03-1794] p. 309 Mercurio de España (Madrid) Esp (HD)
        Antonio Roxo, maestro cerrajero y armero de Toledo, un voluntario, y 20 espadas de á caballo guarnecidas y hechas por su mano.
      • 1789-1794 Malaspina, A. Viaje político-científico alrededor del mundo [1885] p. 466 Esp (BD)
        Usan además una especie de delantal de vaqueta prendido á la cabeza de la silla, con caída á uno y otro lado, que llaman armas ó defensas y les cubre los muslos y piernas, para no lastimarse corriendo en el monte. Sus armas ofensivas son la lanza, que manejan diestramente á caballo, la espada ancha y una escopeta corta, que llevan metida y afianzada en su funda.
      • 1803 RAE DRAE 4.ª ed. (S) (NTLLE)
        ESPADA ANCHA ó ESPADA DE Á CABALLO. La que tiene como tres dedos de ancho y sirva mas para dar cuchilladas que estocadas, por lo qual es propia de la caballería.
      • 1823 Anónimo "Diputación provincial" [26-02-1823] Diario de Madrid (Madrid) Esp (HD)
        Don Jose Saumel un sable ingles sin correas, un presbitero que no dijo su nombre, un par de pistolas de arzon y una espada de montar, D. José Antonio Piñeiro, del coemrcio de lienzos de esta corte 24 camisas [...].
      • 1828 Moretti, F. DiccMilitarEspFr Esp (BD)
        ESPADA ANCHA. Epée large. Espada con la hoja mas ancha que la comun destinada a la caballería.
      • 1842 Anónimo "Diputacion provincial Caceres" [11-12-1842] Boletín Oficial de la Provincia de Cáceres (Cáceres) Esp (HD)
        Por un baston de caña de indias, puño dorado 70 Por un cinturon de espada de montar, plancha de plata 100 Por dos vestidos de señora de merino 220 [...].
      • 1849 Corsini, L. VocMilitar [1849] p. 267 Esp (BD)
        ESPADA DE MONTAR. Arma usada generalmente por la caballería de línea, en los diversos ejércitos de Europa, y que consta de las mismas partes que el sable; con la diferencia de ser su hoja recta y de hechura muy variada; siendo unas estriadas, otras lisas, con punta mas ó menos estrecha ó prolongada, etc.
      • 1852 Anónimo "España en la esposición. Artículo V" [07-02-1852] La Ilustración (Madrid) Esp (HD)
        La fábrica de Eibar, que con tanto celo como inteligencia dirige el señor Zuluaga, ha espuesto dos pares de escelentes pistolas, dos cuchillos de monte, una hermosísima espada de montar, una escopeta y una carabina: todos estos objetos están trabajados con el primor que tan acreditado tiene el establecimiento mencionado, y muy particularmente respecto á las armas de fuego, que sin la menor duda son los mejores que se fabrican en la Península.
      • 1881 Rojas, P. "Pliego condiciones" [28-07-1881] Boletín Oficial de la Provincia de Tarragona (Tarragona) Esp (HD)
        9.a Las hombreras ó tirantes del correaje, cinturones, porta-sables, porta-bayonetas y correas de la cartera de Infantería, así como el cinturon para espada de montar, guarda-mano ó borla y bandolera en Caballería, han de ser todos estos efectos de ante de Granada, bien curtido y del mejor que de esta clase se emplea para los del Cuerpo.
      • 1891 Anónimo "Uniforme guardia civil" [29-06-1891] El Adelanto (Salamanca) Esp (HD)
        Será potestativo de los guantes en despoblado, según las necesidades del servicio y condiciones del clima. Se sustituyen la espada de montar que usan los jefes, oficiales y tropa de los escuadrones por el sable.
      • 1931 Anónimo "Escolta presidencial" [12-09-1931] La Libertad (Madrid) Esp (HD)
        Para las marchas.— Guerrera de paño o caqui, calzón de paño o caqui, polainas de cuero o negras y el equipo diario del ganado. La espada de montar será recta y sin gavilanes, y en el centro, el escudo nacional.
      • 2015 Alvar Ezquerra, A. Embajador imperial Hans Khevenhüller s. n. Esp (BD)
        En nombre del Presidente del Consejo Real, Juan de Vega adquirió alfombras de El Cairo y Venecia [...] pero... ¡cómo le llamaron la atención el cuadro de la pintura de pájaros y un negro, un reloj de bronce de bolsillo, de sol, la espada que tenía en la empuñadura un reloj con un cuchillo punzón y con hilo de oro; otra espada ancha de caballo; los ramilletes de flores de caniquí o las colgadura de grana [...].
      • 2018 Cervera, C. "Auténtico Lejano Oeste " ABC (Madrid): abc.es Esp (CORPES)
        En tanto, se recuperó la lanza y las armas de astas, que estaban en desuso en Europa, para luchar contra los diestros jinetes indios. Además, en su equipo multiusos portaban espada ancha, dos pistolas y un pequeño escudo (las típicamente españolas adargas ovaladas). Las armas de pólvora eran importantes por el valor psicológico, no así determinantes porque, a falta de un mecanismo de repetición, los arcos indios podían realizar una veintena de lanzamientos en lo que un dragón recargaba.
      • 2020 Rosa, B. Último sueño rey s. n. Esp (BD)
        Le ordenan que baje del caballo, cosa que hacen también ambos, observando de reojo los cuerpos que están inmóviles en el suelo. A uno, la bala le ha destrozado la cara. Los otros, con grandes manchas de sangre en el pecho, todavía respiran. Examinan la espada y descubren con sorpresa que es la espada de montar de un oficial de caballería del ejército.
    4. s. f. Con los complementos de cazo, de cazoleta o de taza, para referirse a una espada de guarnición redonda y cóncava.
      docs. (1838-2022) 17 ejemplos:
      • 1838 Anónimo (El Pobre Diablo) "Cosas de España" [18-09-1838] Eco del Comercio (Madrid) Esp (HD)
        Me envolví en una pequeña nube que me dieron, asomé mi nariz y curiosos ojos, por una rendija de ella, y asi me puse á pasar y á repasar mil veces por encima de España, sin ver mas por de pronto que á los hombres cambiando sus ropillas negras, sus plumas, sus calzas y sus espadas de cazoleta y gabilanes, por la capa de grana, el sombrero de tres picos, la redecilla del pelo y el largo casacon da los abates y cortesanos.
      • 2022 Dueñas Beraiz, G. "Espadín conchas hoja real toledana" [25-10-2022] La Tribuna de Toledo (Toledo) Esp (HD)
        Así en la España de finales del siglo XVII y comienzos del XVIII, quizás por influencia de Francia y después de la llegada de los Borbones al trono español, las largas hojas de las espadas de taza que hasta el momento eran las que predominaban en la corte española, se fueron sustituyendo por espadas de hoja más cortas y estrechas. Mientras que las guarniciones también se fueron haciendo más pequeñas y simples.
      • 1838 Anónimo (El Pobre Diablo) "Cosas de España" [18-09-1838] Eco del Comercio (Madrid) Esp (HD)
        Me envolví en una pequeña nube que me dieron, asomé mi nariz y curiosos ojos, por una rendija de ella, y asi me puse á pasar y á repasar mil veces por encima de España, sin ver mas por de pronto que á los hombres cambiando sus ropillas negras, sus plumas, sus calzas y sus espadas de cazoleta y gabilanes, por la capa de grana, el sombrero de tres picos, la redecilla del pelo y el largo casacon da los abates y cortesanos.
      • 1871 Pereda, J. M. Tipos y paisajes [1989] Esp (CDH )

        En cuanto al estrado, también corría parejas, en tamaño y conversación, con el salón de Ceremonias que conocemos. Pero no tenía retratos como éste. En su defecto, había un reloj de caja, muy antiguo, y un trofeo compuesto de dos sables corvos, una espada de cazoleta, un cuerno de caza y dos cuchillos de monte.

      • 1882-1883 Pardo Bazán, E. Cuestión palpitante [1989] Esp (CDH )

        Yo le aseguro a V. que Echegaray está inocente de los motines realistas que empiezan a estallar; yo le respondo a V. de que el ilustre autor de El Gran Galeoto*no viste nunca el prosaico gabán de Zola, y prefiere la ropilla de Lope de Vega; no me meto en si le viene estrecha u holgada; digo que viste ropilla y usa espada de cazoleta y chambergo con plumas, y bizarro cintillo de pedrería.

      • 1885 Martí, J. Lucía Jerez [1994] 117 Cuba (CDH )

        [...] como en las tierras calientes y floridas se despierta temprano el amor, que quiere casa, y lo mejor que haya en la ebanistería para amueblarla, y la seda más joyante y la pedrería más rica para que a todos maraville y encele su dueña, como la ciudad, infecunda en nuestros países nuevos, retiene en sus redes suntuosas a los que fuera de ella no saben ganar el pan, ni en ella tienen cómo ganarlo, a pesar de sus talentos, bien así como un pasmoso cincelador de espadas de taza, que sabría poblar éstas de castellanas de larga amazona desmayadas en brazos de guerreros fuertes, y otras sutiles lindezas en plata y en oro, no halla empleo en un villorrio de gente labriega, que vive en paz, o al puñal o a los puños remite el término de sus contiendas [...].

      • 1886 Pardo Bazán, E. Pazos [1987] Esp (CDH )

        Su entristecido arqueo de cejas le prestaba vaga semejanza con los retratos de Quevedo; su pescuezo flaco pedía a voces la golilla, y en vez de la vara que tenía en la mano, la imaginación le otorgaba una espada de cazoleta.

      • 1902 Pardón Bazán, E. De siglo a siglo p. 150 Esp (BD)
        Eran los tiempos del jubón, del coleto, de la valona, de las espadas de taza, de los chambergos con cintillo de pedrería; eran después los del tontillo, de la casaca, del espadín de acero, del calzón corto, de la media de seda que dibuja la pierna torneada y nerviosa...
      • 1912 Leguina, Enrique de Glosario de voces de armería Esp (BD)
        De taza. Las espadas de taza, cazo, ó cazoleta, comienzan en el siglo XVI, á pesar de la opinión de algunos escritores, que fijan su introducción en el XVII, diciendo uno muy ilustrado lo siguiente [...].
      • 1920 Canel, E. "Don Honorario Bravo" [17-12-1920] Diario de la Marina (La Habana) Cu (HD)
        El señor Presidente de la misma república D. Hipólito Irigoyen es caballero con espaldarazo, cota de malla, espada de cazoleta, botas de gamuza y chambergo con pluma.
      • 1939 Salinas, P. Carta Salinas Cartas. Correspondencia (1923-1951) Esp (CDH )
        Como muestra de adónde llevan esas cosas habrías podido sorprenderme hace dos domingos en el Metropolitan de New York, buscando alhajas españolas del xvi que representaran un barco y un tema religioso, y espadas de cazoleta, de Toledo.
      • 1950 Olives Pons, G. "Colección Pons Soler" [01-01-1950] p. 62 Revista de Menorca (Menorca) Esp (HD)
        Los números restantes, pertenecientes a la sub-sección de armas blancas, responden al siguiente detalle: Espada de taza circular plana con reborde arriba y abajo, gavilanes rectos, guardamano de hierro, pomo achatado, puño forrado de alambre, hoja de espada de verduguillo de cuatro mesas con canal cerca de la espiga [...].
      • 2007 Marías, J. Tu rostro mañana 3 [2007] Esp (CORPES)
        Y también armas blancas de países exóticos: gumías, yataganes, bolos de Filipinas, un kriss malayo... Y espadas de cazoleta, claro. —Hizo una pausa y se acordó de dos más—: Un kukri nepalés, y hasta un bhuj de la India, que era muy raro, mitad cuchillo y mitad hacha, se lo conocía también como "Cabeza de Elefante" porque tenía una labrada en latón entre la hoja y el mango, que era estrecho y largo...
      • 2019 Junciel, J. Secreto Rosanegra s. n. Esp (BD)
        [...] los hidalgos y los funcionarios paseaban arriba y abajo sin ir a ningún sitio, altivos, hablando de dineros y escupiendo calderillas, escribiendo su buena ventura en forma de gruesas cadenas de oro y paños finos, calcos limpios a medida de cada pie, espadas de cazoletas labradas en oro y esmeraldas con aceros sin mácula de pelea, calvas cubiertas por tejados de ala infinita con grandes y exóticas plumas de aves de las Indias.
      • 2022 Dueñas Beraiz, G. "Espadín conchas hoja real toledana" [25-10-2022] La Tribuna de Toledo (Toledo) Esp (HD)
        Así en la España de finales del siglo XVII y comienzos del XVIII, quizás por influencia de Francia y después de la llegada de los Borbones al trono español, las largas hojas de las espadas de taza que hasta el momento eran las que predominaban en la corte española, se fueron sustituyendo por espadas de hoja más cortas y estrechas. Mientras que las guarniciones también se fueron haciendo más pequeñas y simples.
      • 1838 Anónimo (El Pobre Diablo) "Cosas de España" [18-09-1838] Eco del Comercio (Madrid) Esp (HD)
        Me envolví en una pequeña nube que me dieron, asomé mi nariz y curiosos ojos, por una rendija de ella, y asi me puse á pasar y á repasar mil veces por encima de España, sin ver mas por de pronto que á los hombres cambiando sus ropillas negras, sus plumas, sus calzas y sus espadas de cazoleta y gabilanes, por la capa de grana, el sombrero de tres picos, la redecilla del pelo y el largo casacon da los abates y cortesanos.
      • 1853 [Gaspar y Roig] DiccEnciclLengEsp, I (NTLLE)
        ESPADA [...] ESPADA DE CAZO: la antigua cuya guarnición formaba una especie de cazo o copa para cubrir y abrigar la mano del que la manejaba.
      • 1871 Pereda, J. M. Tipos y paisajes [1989] Esp (CDH )

        En cuanto al estrado, también corría parejas, en tamaño y conversación, con el salón de Ceremonias que conocemos. Pero no tenía retratos como éste. En su defecto, había un reloj de caja, muy antiguo, y un trofeo compuesto de dos sables corvos, una espada de cazoleta, un cuerno de caza y dos cuchillos de monte.

      • 1872 Fuentes Ponte, J. Murcia que se fue [1872] Esp (CDH )

        En carrozas iban las señoras luciendo sus faldas y faldellines; el su escote adornado de piedras, tal estrenaba mejor encaje de Almagro ó de Malinas, entrometiendo no sólo modas de lazos en el tocado de su marañada cabellera, sino joyas: de caballeros era, si jóvenes, pasear en hacas, reverenciando al paso con aquellas damas, sin hablarles aunque de sus familias fueran; ó si ya de entrada edad y de ilustre casa, venir con algun Padre Provincial, seguidos del hermano acompañante, y detrás los criados y lacayos de librea con golilla de piojos, sombrero de galones, y espada de cazoleta.

      • 1882-1883 Pardo Bazán, E. Cuestión palpitante [1989] Esp (CDH )

        Yo le aseguro a V. que Echegaray está inocente de los motines realistas que empiezan a estallar; yo le respondo a V. de que el ilustre autor de El Gran Galeoto*no viste nunca el prosaico gabán de Zola, y prefiere la ropilla de Lope de Vega; no me meto en si le viene estrecha u holgada; digo que viste ropilla y usa espada de cazoleta y chambergo con plumas, y bizarro cintillo de pedrería.

      • 1884 Vega, R. Abuela [1884] p. 10 Esp (BD)
        CASTO. Sí, lo soy por línea recta; / pero no quiero que digas / padre, como en las tragedias. / Llámame papá. / ISABEL. ¿Papá? / CASTO. Sí, señora; papá á secas; / y si ves que un día ciño / la espada de cazoleta, / llámame entonces gritando: / "¡Padre de mis entretelas!".
      • 1885 Martí, J. Lucía Jerez [1994] 117 Cuba (CDH )

        [...] como en las tierras calientes y floridas se despierta temprano el amor, que quiere casa, y lo mejor que haya en la ebanistería para amueblarla, y la seda más joyante y la pedrería más rica para que a todos maraville y encele su dueña, como la ciudad, infecunda en nuestros países nuevos, retiene en sus redes suntuosas a los que fuera de ella no saben ganar el pan, ni en ella tienen cómo ganarlo, a pesar de sus talentos, bien así como un pasmoso cincelador de espadas de taza, que sabría poblar éstas de castellanas de larga amazona desmayadas en brazos de guerreros fuertes, y otras sutiles lindezas en plata y en oro, no halla empleo en un villorrio de gente labriega, que vive en paz, o al puñal o a los puños remite el término de sus contiendas [...].

      • 1886 Pardo Bazán, E. Pazos [1987] Esp (CDH )

        Su entristecido arqueo de cejas le prestaba vaga semejanza con los retratos de Quevedo; su pescuezo flaco pedía a voces la golilla, y en vez de la vara que tenía en la mano, la imaginación le otorgaba una espada de cazoleta.

      • 1892 Pz Galdós, B. Tristana [1892] 24 Esp (CDH )
        Mosquetes raros y arcabuces roñosos, pistolas, alabardas, espingardas de moros y rifles de cristianos, espadas de cazoleta, y también petos y espaldares que adornaban la sala del caballero entre mil vistosos arreos de guerra y caza, formando el conjunto más noble y austero que imaginarse puede, pasaron á precio vil á manos de mercachifles.
      • 1902 Pardón Bazán, E. De siglo a siglo p. 150 Esp (BD)
        Eran los tiempos del jubón, del coleto, de la valona, de las espadas de taza, de los chambergos con cintillo de pedrería; eran después los del tontillo, de la casaca, del espadín de acero, del calzón corto, de la media de seda que dibuja la pierna torneada y nerviosa...
      • 1912 Leguina, Enrique de Glosario de voces de armería Esp (BD)
        De taza. Las espadas de taza, cazo, ó cazoleta, comienzan en el siglo XVI, á pesar de la opinión de algunos escritores, que fijan su introducción en el XVII, diciendo uno muy ilustrado lo siguiente [...].
      • 1920 Canel, E. "Don Honorario Bravo" [17-12-1920] Diario de la Marina (La Habana) Cu (HD)
        El señor Presidente de la misma república D. Hipólito Irigoyen es caballero con espaldarazo, cota de malla, espada de cazoleta, botas de gamuza y chambergo con pluma.
      • 1939 Salinas, P. Carta Salinas Cartas. Correspondencia (1923-1951) Esp (CDH )
        Como muestra de adónde llevan esas cosas habrías podido sorprenderme hace dos domingos en el Metropolitan de New York, buscando alhajas españolas del xvi que representaran un barco y un tema religioso, y espadas de cazoleta, de Toledo.
      • 1950 Olives Pons, G. "Colección Pons Soler" [01-01-1950] p. 62 Revista de Menorca (Menorca) Esp (HD)
        Los números restantes, pertenecientes a la sub-sección de armas blancas, responden al siguiente detalle: Espada de taza circular plana con reborde arriba y abajo, gavilanes rectos, guardamano de hierro, pomo achatado, puño forrado de alambre, hoja de espada de verduguillo de cuatro mesas con canal cerca de la espiga [...].
      • 2007 Marías, J. Tu rostro mañana 3 [2007] Esp (CORPES)
        Y también armas blancas de países exóticos: gumías, yataganes, bolos de Filipinas, un kriss malayo... Y espadas de cazoleta, claro. —Hizo una pausa y se acordó de dos más—: Un kukri nepalés, y hasta un bhuj de la India, que era muy raro, mitad cuchillo y mitad hacha, se lo conocía también como "Cabeza de Elefante" porque tenía una labrada en latón entre la hoja y el mango, que era estrecho y largo...
      • 2019 Junciel, J. Secreto Rosanegra s. n. Esp (BD)
        [...] los hidalgos y los funcionarios paseaban arriba y abajo sin ir a ningún sitio, altivos, hablando de dineros y escupiendo calderillas, escribiendo su buena ventura en forma de gruesas cadenas de oro y paños finos, calcos limpios a medida de cada pie, espadas de cazoletas labradas en oro y esmeraldas con aceros sin mácula de pelea, calvas cubiertas por tejados de ala infinita con grandes y exóticas plumas de aves de las Indias.
      • 2022 Dueñas Beraiz, G. "Espadín conchas hoja real toledana" [25-10-2022] La Tribuna de Toledo (Toledo) Esp (HD)
        Así en la España de finales del siglo XVII y comienzos del XVIII, quizás por influencia de Francia y después de la llegada de los Borbones al trono español, las largas hojas de las espadas de taza que hasta el momento eran las que predominaban en la corte española, se fueron sustituyendo por espadas de hoja más cortas y estrechas. Mientras que las guarniciones también se fueron haciendo más pequeñas y simples.
  2. 1⟶metonimia
    s. f. Oficio o profesión de militar.
    docs. (1250-2012) 31 ejemplos:
    • a1250 Anónimo Bocados [1971] Esp (CDH )

      [3] Las cosas del mundo e de la fe son diyuso de dos cosas: La espada e la péñola.

    • 2012 González Ávila, J. M. "Hebras remembranzas, M. E. Garay" ABC Color Cultural (Asunción): abc.com.py Pa (CORPES)
      A través de sus estrofas podremos cabalgar al lomo de Mandiyú, y aprender de la firmeza y determinación de López; o poblar las trincheras del Gral. Díaz, y abrevar de su ingenio; acompañar una carga de Caballero, y asimilar su bravura y picardía; o cultivar la prudencia de Escobar y la generosa entrega de Valois Rivarola. Porque, como en un cuento de laberintos circulares de Jorge Luis Borges, la Patria se halla nuevamente ante una encrucijada de su historia, y no será esta vez la espada sino la pluma, la sabiduría y la determinación de sus hijos, quienes detendrán las afrentas a su ser.
    • a1250 Anónimo Bocados [1971] Esp (CDH )

      [3] Las cosas del mundo e de la fe son diyuso de dos cosas: La espada e la péñola.

    • 1583 Padilla, P. Romancero [1880] 347 Esp (CDH )
      De clarísimo y raro entendimiento / perfectísimos hombres, y la espuma / de los que á Marte siguen, que no cuento. / Y en effeto, es la cifra y es la suma / de los que en competencia siempre pueden, / ora tomar la espada ora la pluma. / Querer contar los casos que suceden / en este breue mundo cada dia, / no es cosa de las cosas que se pueden. /
    • 1614 Góngora Argote, L. Poesías 1614 [2000] 429 Poesías Esp (CDH )
      No entre delicias, no, si ya criado / entre grandezas, de la falda amada / a la magistral férula saliste. / En letras luego, en generosa espada / de Quirón no biforme ejercitado, / togado Aquiles cultamente fuiste. /
    • c1600-1618 Belmonte Bermúdez, L. Hispálica [1974] 156 Esp (CDH )
      ¡Oh españolas hazañas! ¿Qué hombre solo / las podrá celebrar con voz perfecta? / A Apolo toca, pues la mira Apolo, / y las puede cantar como poeta; / yo, apenas conocido en nuestro polo, / ¿cómo podré soñar en la sujeta / región del Austro de fiereza armado, / si bien la visité como soldado? / Penetra el mundo, sin moverse el dueño, / la fama de la pluma y de la espada, / y en tanto que él reposa en blando sueño, / llega su nombre a la región helada; / pues yo que alegre la persona empeño / por la región del sol más abrasada, / no quisiera más fama que en aquellas / provincias que medí con propias huellas. /
    • 1620 Salas Barbadillo, A. J. Caballero [1949] Esp (CDH )
      Entre otras prouincias possee vna, por su antigüedad venerable, a quien oy llaman Castilla la Vieja, donde se dieron los primeros pasos de su restauración quando sacudió el yugo tirano, bañada en sangre nobilíssima de mártyres, que la hazen fértil de frutos para el cielo, y rica de varones eminentes en la espada, y en la pluma tan yguales todos que los que escriuieron parece que cortaron sus plumas con el azero de los que pelearon, y los que pelearon, que buelan con las plumas de los que escriuieron [...].
    • 1787 Terreros Pando, E. DiccCastVocesCienciasArtes (NTLLE)
      ESPADA, se toma tambien por profesion militár, V. Unos siguen la toga, otros la espada.
    • 1853 [Gaspar y Roig] DiccEnciclLengEsp, I (NTLLE)
      ESPADA [...] Se toma tambien por la profesion militar.
    • 1882 Montalvo, J. Siete tratados, II [1882] 55 Ecuador (CDH )
      Mezquinos por demas se conceptuarian los franceses si no tuvieran más que talento y chispa: lo que endiosa á esa nacion perínclita es el genio, virtud incomprensible por medio de la cual sus grandes hombres componen las obras maestras de la pluma, la palabra y la espada: Bossuet, el "Discurso acerca de la Historia universal;" Massillon., sus "Oraciones fúnebres;" Napoleon, la conquista de Europa.
    • 1902 Pardón Bazán, E. De siglo a siglo p. 229 Esp (BD)
      Después de esta etapa, el caballero de Eon se batió firme y duro en Ostervich, en Utrecht, en varios lances y empeños, donde probó su corazón animoso. Cuando dejó la espada fue para volver á la diplomacia, en la cual pocos han mostrado tan maravillosas aptitudes: representó á Francia en Londres, y de puro leal y útil que se hacía al rey, empeñáronse los cortesanos en derrocarle, y lo consiguieron.
    • 1895-1902 Unamuno, M. Casticismo [1991] Esp (CDH )
      Recorra el lector en su memoria todo esto y llegue a la vivaz expansión del espíritu castellano, que produjo tantos misioneros de la palabra y de la espada, cuando el sol no se ponía en sus dominios, cuando llevaba a todas partes su idea de uniformidad católica, cuando brotó más potente a luz el casticismo castellano.
    • 1924 Rivera, J. E. Vorágine [1995] Colombia (CDH )

      — ¡Júreme, General, que contaremos con su valía!

      — Joven, poco me gusta jurar en cruz, porque soy ateo. ¡Mi religión es la de la espada!

      Y llevando la diestra al cinto, como garantía de su juramento, murmuró solemne:

      ¡Dios y Federación!

    • 1976 Uslar Pietri, A. Oficio difuntos [1976] Venezuela (CDH )

      La conversación tumultuosa y suelta era una mezcla de maledicencia y fraseología elevada. "Todos nuestros males vienen de la falta de cultura.""La lira y la espada.""Las armas y las letras.""El imperio del espíritu."

    • 1986 Cabrera Infante, G. Habana [1993] Cuba (CDH )
      Yo había conocido primero a su hermana Queta, que era una rubia bovina, tranquila, tal vez demasiado pasiva, que iba a la Biblioteca Nacional que estaba entonces en el Castillo de la Fuerza, la fortaleza militar más antigua de América —la pluma venciendo a la espada sin proponérselo.
    • 2004 Monterroso, A. Literatura y vida [2004] Guatemala (CDH )

      Opresores y oprimidos a través de cinco siglos; conquistadores de espada, de cruz y de pluma, todo mezclado.

    • 2009 Bonfil, C. "Foro" La Jornada (Ciudad de México): jornada.unam.mx Mx (CORPES)
      Cada una de las partes de esta narración posee un estilo propio bajo la arriesgada paleta cromática del cinefotógrafo John Bailey. Sobriedad del blanco y negro para la exploración biográfica: infancia de Mishima, despertar de su deseo homoerótico (cuyo símbolo mayor es la fascinación por el martirio de San Sebastián), primer distanciamiento con el servicio militar, opción por el quehacer literario, pasión por el fisioculturismo (el vigor juvenil como exorcismo de los estragos de una vejez indeseada), e ideología ultranacionalista. El heroico intento por alcanzar la armonía entre la pluma y la espada.
    • 2012 González Ávila, J. M. "Hebras remembranzas, M. E. Garay" ABC Color Cultural (Asunción): abc.com.py Pa (CORPES)
      A través de sus estrofas podremos cabalgar al lomo de Mandiyú, y aprender de la firmeza y determinación de López; o poblar las trincheras del Gral. Díaz, y abrevar de su ingenio; acompañar una carga de Caballero, y asimilar su bravura y picardía; o cultivar la prudencia de Escobar y la generosa entrega de Valois Rivarola. Porque, como en un cuento de laberintos circulares de Jorge Luis Borges, la Patria se halla nuevamente ante una encrucijada de su historia, y no será esta vez la espada sino la pluma, la sabiduría y la determinación de sus hijos, quienes detendrán las afrentas a su ser.
    • a1250 Anónimo Bocados [1971] Esp (CDH )

      [3] Las cosas del mundo e de la fe son diyuso de dos cosas: La espada e la péñola.

    • 1569 Ercilla, A. Araucana I [1993] Esp (CDH )
      Derrame por el mundo tus loores / la fama, y eternice tu memoria / porque jamás el tiempo la consuma. / Gocen ya, sin temor de que hay mayores, / tus hechos y tus libros de igual gloria, / pues la han ganado igual la espada y pluma.
    • 1583 Padilla, P. Romancero [1880] 347 Esp (CDH )
      De clarísimo y raro entendimiento / perfectísimos hombres, y la espuma / de los que á Marte siguen, que no cuento. / Y en effeto, es la cifra y es la suma / de los que en competencia siempre pueden, / ora tomar la espada ora la pluma. / Querer contar los casos que suceden / en este breue mundo cada dia, / no es cosa de las cosas que se pueden. /
    • c1604-1612 Vega Carpio, L. El alcalde mayor [2003] Esp (CDH )
      Dónde en este traxe yré? / Pero de qué me ha servido / de los libros que he leydo / toda la historia que sé? / Semiramis no regia / del Asia el Imperio todo? / Enadnes del propio modo / a su esposo no seguía? / No salió Teodora un día / de la cárcel transformada, / en varón? Pluma y espada / no han dado a mugeres nombre? / Pues desde agora soy hombre, / a dios dulce patria amada.
    • 1614 Góngora Argote, L. Poesías 1614 [2000] 429 Poesías Esp (CDH )
      No entre delicias, no, si ya criado / entre grandezas, de la falda amada / a la magistral férula saliste. / En letras luego, en generosa espada / de Quirón no biforme ejercitado, / togado Aquiles cultamente fuiste. /
    • c1600-1618 Belmonte Bermúdez, L. Hispálica [1974] 156 Esp (CDH )
      ¡Oh españolas hazañas! ¿Qué hombre solo / las podrá celebrar con voz perfecta? / A Apolo toca, pues la mira Apolo, / y las puede cantar como poeta; / yo, apenas conocido en nuestro polo, / ¿cómo podré soñar en la sujeta / región del Austro de fiereza armado, / si bien la visité como soldado? / Penetra el mundo, sin moverse el dueño, / la fama de la pluma y de la espada, / y en tanto que él reposa en blando sueño, / llega su nombre a la región helada; / pues yo que alegre la persona empeño / por la región del sol más abrasada, / no quisiera más fama que en aquellas / provincias que medí con propias huellas. /
    • 1620 Salas Barbadillo, A. J. Caballero [1949] Esp (CDH )
      Entre otras prouincias possee vna, por su antigüedad venerable, a quien oy llaman Castilla la Vieja, donde se dieron los primeros pasos de su restauración quando sacudió el yugo tirano, bañada en sangre nobilíssima de mártyres, que la hazen fértil de frutos para el cielo, y rica de varones eminentes en la espada, y en la pluma tan yguales todos que los que escriuieron parece que cortaron sus plumas con el azero de los que pelearon, y los que pelearon, que buelan con las plumas de los que escriuieron [...].
    • 1621 Vega Carpio, F. L. Filomena [2003] Esp (CDH )
      Cuando Italia se alabe / que a su Francisco vio triunfando en Roma, / aunque es tan digno, sabe / que de su misma patria el lauro toma, / pero que al suyo España / podrá decir que se le dio la extraña. / A ti del siglo solo, / única luz que con espada y pluma / fuiste Marte y Apolo, / el tiempo rinda innumerable suma / de aplausos y laureles, / con que en sus alas inmortales vueles. /
    • 1730 Feijoo, B. J. Theatro crítico universal, IV [2003] Esp (CDH )
      Todos tomaban la espada, y ninguno la pluma. De aquí viene la escasez de noticias que oy lloramos. Y aún no es lo más lamentable que con muchos de nuestros ilustres progenitores se haya sepultado la memoria de ellos y de sus hazañas por faltar autores que la comunicassen, sino que haya oy autores que quieran borrar la memoria de algunos pocos que por dicha especial se eximieron de aquel común olvido.
    • 1787 Terreros Pando, E. DiccCastVocesCienciasArtes (NTLLE)
      ESPADA, se toma tambien por profesion militár, V. Unos siguen la toga, otros la espada.
    • 1813 Romero Alpuente, J. Wellington España Ballesteros Ceuta Escritos Esp (CDH )

      General Elio, que sin estar en cuarteles de invierno dejaste tu espada para tomar la pluma, *y cual Icaro remontarte a unas regiones más altas que tus conocimientos; oficiales de Granada, que con tan tímida oficiosidad os apresurásteis a anunciar a la Regencia la ninguna parte que habíais tenido en la desobediencia de vuestro general; y vosotros seáis los que fuéreis que graduásteis de asalto y de insulto la consulta y consentimiento de los ejércitos y de los pueblos que invocaba, ¿tuvisteis presentes los derechos de todos los ciudadanos del mundo, cuando se trata de su independencia, y las obligaciones del español cuando corre algún riesgo la conservación de un solo castillo?

    • 1832 Gallardo, B. J. Artículos literarios [1928] Esp (CDH )

      En la varia que corrió Pero Lopez de Ayala, tenemos un clásico ejemplo de esta verdad. Revolviendo las crónicas del tiempo borrascoso en que vivió, en las cuáles aparece muy a menudo actor y cronista, le vemos generalmente envuelto en los sucesos prósperos y adversos de su tiempo, á que contribuyó no poco / "Tomando hora la espada, hora la pluma."

    • 1853 [Gaspar y Roig] DiccEnciclLengEsp, I (NTLLE)
      ESPADA [...] Se toma tambien por la profesion militar.
    • 1882 Montalvo, J. Siete tratados, II [1882] 55 Ecuador (CDH )
      Mezquinos por demas se conceptuarian los franceses si no tuvieran más que talento y chispa: lo que endiosa á esa nacion perínclita es el genio, virtud incomprensible por medio de la cual sus grandes hombres componen las obras maestras de la pluma, la palabra y la espada: Bossuet, el "Discurso acerca de la Historia universal;" Massillon., sus "Oraciones fúnebres;" Napoleon, la conquista de Europa.
    • 1880-1882 Montalvo, J. Catilinarias [1985] Ecuador (CDH )

      Estos le aprecian, éstos le quieren. Por lo demás, ¿qué relaciones un quídam sin talento ni riqueza? ¿qué distinciones un pícaro de más de marca? Inteligencia superior, grandes obras de la pluma o de la espada, caudales bien o mal invertidos se han menester para hallar puesto entre la gente de chapa de esos mundos.

    • 1902 Pardón Bazán, E. De siglo a siglo p. 229 Esp (BD)
      Después de esta etapa, el caballero de Eon se batió firme y duro en Ostervich, en Utrecht, en varios lances y empeños, donde probó su corazón animoso. Cuando dejó la espada fue para volver á la diplomacia, en la cual pocos han mostrado tan maravillosas aptitudes: representó á Francia en Londres, y de puro leal y útil que se hacía al rey, empeñáronse los cortesanos en derrocarle, y lo consiguieron.
    • 1895-1902 Unamuno, M. Casticismo [1991] Esp (CDH )
      Recorra el lector en su memoria todo esto y llegue a la vivaz expansión del espíritu castellano, que produjo tantos misioneros de la palabra y de la espada, cuando el sol no se ponía en sus dominios, cuando llevaba a todas partes su idea de uniformidad católica, cuando brotó más potente a luz el casticismo castellano.
    • 1911 Segovia, L. DiccArgentinismos Ar (BD)
      LA ESPADA. Fig. La carrera militar [...].
    • 1916 Ortega Gasset, J. El espectador, I [1983] 47 Esp (CDH )
      De todas suertes, el escultor ha esculpido aquí una de esas antítesis. Este mozo es guerrero de oficio: lleva cota de malla y piezas de arnés cubren su pecho y sus piernas. No obstante, el cuerpo revela un temperamento débil, nervioso. Las mejillas descarnadas y las pupilas intensamente recogidas declaran sus hábitos intelectuales. Este hombre parece más de pluma que de espada. Y, sin embargo, combatió en Loja, en Mora, en Montefrío bravamente. La historia nos garantiza su coraje varonil. La escultura ha conservado su sonrisa dialéctica.
    • 1924 Rivera, J. E. Vorágine [1995] Colombia (CDH )

      — ¡Júreme, General, que contaremos con su valía!

      — Joven, poco me gusta jurar en cruz, porque soy ateo. ¡Mi religión es la de la espada!

      Y llevando la diestra al cinto, como garantía de su juramento, murmuró solemne:

      ¡Dios y Federación!

    • 1911-1925 Suárez, M. F. Sueños Luciano Pulgar, I [1941] Colombia (CDH )
      Buena, magnífica ocasión, y ocasión hábilmente aprovechada por Reyes, quien mediante su talento y mediante la ocasión, logró efectuar en el discurso de poco tiempo, no la unión conservadora ni la unión liberal, sino la unión nacional, porque en realidad ese es el nombre que merece aquel concierto que se obró al rededor del presidente Reyes y en que cooperaron jefes de todos los partidos, caudillos de la revolución pasada, representantes de las tradiciones políticas, hombres distinguidos por sus facultades o circunstancias de inteligencia, versación, riqueza, posición, pluma o espada.
    • 1924-1942 Alberti, R. Prosas encontradas [1970] Esp (CDH )
      En nuestro punto de vista superior y al extendernos sobre los poetas y la poesía, dijimos antes, con nuestro admirado y eximio compañero Ricardo León, que había que volver a juntar en nuestra mesa, a manera de aquellos donosos y peregrinos ingenios que sabían trocar la espada por la pluma, el ánfora de Biblos y el vaso poroso de la ramblas.
    • 1944 Ridruejo, D. Poesía en armas [1944] 20 Esp (CDH )
      Las dichas y desdichas de un Garcilaso pasaron con los arpegios de su vihuela; el hecho de su vida militar y el de su obra poética permanecen, y no en paladina alternativa, sino en la vera expresión de quien fué, a la vez, "docto en la espada y en la pluma ardiente". /
    • 1959 Oliver Asín, J. Historia nombre «Madrid» [1991] Esp (CDH )
      En relación con el ambiente cultural de la futura capital de España, no podemos olvidar, como decíamos, a los musulmanes ilustres no madrileños, que vinieron aquí a hacer la «guerra santa» o a hacerse vecinos simplemente de , puesto que una prueba también de la existencia de ese ambiente, es el hecho de que aparezcan aquí, repito, tomando alguno de ellos no ya sólo la espada, sino también la pluma.
    • 1950-1959 Paz, O. Laberinto soledad [1993] México (CDH )
      La literatura de los pueblos modernos —con la significativa excepción de la española, en donde no aparecen sino como pícaros o huérfanos—, está poblada de adolescentes, solitarios en busca de la comunión: del anillo, de la espada, de la Visión.
    • 1976 Uslar Pietri, A. Oficio difuntos [1976] Venezuela (CDH )

      La conversación tumultuosa y suelta era una mezcla de maledicencia y fraseología elevada. "Todos nuestros males vienen de la falta de cultura.""La lira y la espada.""Las armas y las letras.""El imperio del espíritu."

    • 1985 Cardoza Aragón, L. Guatemala [1985] Guatemala (CDH )

      Su longevidad batalladora reclama una biografía en gran estilo. Fue incondicional y altivo, sumiso e inquebrantable, condotiero temerario, reptante y aquilino, de la pluma y de la espada, escritor de nación y de ocasión, cada día de su vida plena, audaz y trajinante. Es una vida impetuosa, vivida en primera línea y con avidez excepcional en todos los pueblos de América, y en los años turbulentos de la revolución de independencia y de las guerras civiles que la sucedieron.

    • 1986 Cabrera Infante, G. Habana [1993] Cuba (CDH )
      Yo había conocido primero a su hermana Queta, que era una rubia bovina, tranquila, tal vez demasiado pasiva, que iba a la Biblioteca Nacional que estaba entonces en el Castillo de la Fuerza, la fortaleza militar más antigua de América —la pluma venciendo a la espada sin proponérselo.
    • 2004 Monterroso, A. Literatura y vida [2004] Guatemala (CDH )

      Opresores y oprimidos a través de cinco siglos; conquistadores de espada, de cruz y de pluma, todo mezclado.

    • 2009 Bonfil, C. "Foro" La Jornada (Ciudad de México): jornada.unam.mx Mx (CORPES)
      Cada una de las partes de esta narración posee un estilo propio bajo la arriesgada paleta cromática del cinefotógrafo John Bailey. Sobriedad del blanco y negro para la exploración biográfica: infancia de Mishima, despertar de su deseo homoerótico (cuyo símbolo mayor es la fascinación por el martirio de San Sebastián), primer distanciamiento con el servicio militar, opción por el quehacer literario, pasión por el fisioculturismo (el vigor juvenil como exorcismo de los estragos de una vejez indeseada), e ideología ultranacionalista. El heroico intento por alcanzar la armonía entre la pluma y la espada.
    • 2012 González Ávila, J. M. "Hebras remembranzas, M. E. Garay" ABC Color Cultural (Asunción): abc.com.py Pa (CORPES)
      A través de sus estrofas podremos cabalgar al lomo de Mandiyú, y aprender de la firmeza y determinación de López; o poblar las trincheras del Gral. Díaz, y abrevar de su ingenio; acompañar una carga de Caballero, y asimilar su bravura y picardía; o cultivar la prudencia de Escobar y la generosa entrega de Valois Rivarola. Porque, como en un cuento de laberintos circulares de Jorge Luis Borges, la Patria se halla nuevamente ante una encrucijada de su historia, y no será esta vez la espada sino la pluma, la sabiduría y la determinación de sus hijos, quienes detendrán las afrentas a su ser.
  3. Acepción en desuso
  4. 1⟶metáfora
    s. f. Instrumento de madera en forma de remo grande que sirve de timón para gobernar embarcaciones generalmente pequeñas.
    docs. (1263-1921) 6 ejemplos:
    • 1256-1263 Alfonso X Partida II. Ms. N.i.7 El Escorial Esp (BD)
      Mas en España non dicen á otros navios sinon á aquellos que han velas et rimos; ca estos son fechos señaladamente para guerrear con ellos; et por eso les pusieron velas et mastes como á los otros para facer grant viage sobre mar, et rimos, et espadas et timones para ir quando les fallesciere el viento, ó para salir ó entrar en los puertos ó en los rencones de la mar, et para alcanzar á los que se les fuyesen et para fuir de los que los segudasen [...] Et por ende estos navios quien los quisiere haber para facer con ellos guerra debe catar tres cosas: la primera que quando los mandare facer que sea la madera para ellos cortada en la sazon que debe, et non se dañe aina: la segunda que sean fechos de buena forma, et fuertes et ligeros segunt conviene á lo que han de facer: la tercera que hayan sus aparejos todos á que llaman sarcia, et son estos, árboles, et antenas, et velas, et timones, et espadas, et áncoras et cuerdas de todas maneras: et destas cada una dellas ha su nombre segunt el servicio que face.
    • 1831 O'Scanlan, T. DiccMarítimo Esp (BD)
      SUPLEMENTO [...] ESPADILLA. Al fin de todo lo dicho en la segunda acepcion agréguese: "esto es, que en estas leyes se ven usadas indistintamente ambas voces (y aun la de espadiella en los códices originales depositados en el Escorial y en la Biblioteca Real); pero asi en este texto como en algunos lugares del Veitia y de otros escritos, se hallan tratadas en alternativa con la de timon con tal oscuridad, que á veces parece ser todo una misma cosa, y en otras ocasiones se cree hacerse distincion entre la una y la otra. Acaso llamasen espada ó espadilla al pinzote, como es muy de sospechar, segun lo que se deduce de la combinacion de todas las relaciones antiguas referentes á este punto, no obstante que los franceses denominaban timon al mismo pinzote [| especie de palanca con que en lugar de rueda y antes de la invencion de esta se hacia girar la caña del timon] [...].
    • 1894 Fdz Duro, C. "Tapicería de Bayeux" [28-02-1894] Revista de Navegación y Comercio (Madrid) Esp (HD)
      Conservaban desde entonces las figuras de dragones ó mónstruos esculpidas en la proa; la colocación en la borda de los escudos por defensa de los remeros; la espada ó espadilla en la popa, de que hablan todavía las Leyes de Partida del Rey D. Alfonso en Sabio, por ser el mecanismo con que se regía antes de adoptar el timón á la navaresca; el árbol único, movible; la vela cuadra, con pinturas y adornos; las groeras en el costado para bogar los remos sin tolete ó escalamo ni estrobo.
    • 1921 Guardia, R. DiccMarEsp Esp (BD)
      Espada. (a.) V. Espadilla y Punto de espada. [| remo grande que se coloca en el coronamiento de popa de los botes y otras embarcaciones pequeñas para gobernar con él a falta de timón. Dícese tambien timón de espadilla y bayona.
    • 1256-1263 Alfonso X Partida II. Ms. N.i.7 El Escorial Esp (BD)
      Et al que fallaren por tal si fuere acerca de la mar, débenle meter en el navio en que ha de ir, et ponerle en la mano el espada ó el timon, et otorgalle que dende adelante que sea naucher. Et si despues deso por su engaño ó por culpa de su mal guiamiento se perdiese el navio ó rescibiesen grant daño los que en él fuesen, debe él morir por ello.
    • 1256-1263 Alfonso X Partida II. Ms. N.i.7 El Escorial Esp (BD)
      Mas en España non dicen á otros navios sinon á aquellos que han velas et rimos; ca estos son fechos señaladamente para guerrear con ellos; et por eso les pusieron velas et mastes como á los otros para facer grant viage sobre mar, et rimos, et espadas et timones para ir quando les fallesciere el viento, ó para salir ó entrar en los puertos ó en los rencones de la mar, et para alcanzar á los que se les fuyesen et para fuir de los que los segudasen [...] Et por ende estos navios quien los quisiere haber para facer con ellos guerra debe catar tres cosas: la primera que quando los mandare facer que sea la madera para ellos cortada en la sazon que debe, et non se dañe aina: la segunda que sean fechos de buena forma, et fuertes et ligeros segunt conviene á lo que han de facer: la tercera que hayan sus aparejos todos á que llaman sarcia, et son estos, árboles, et antenas, et velas, et timones, et espadas, et áncoras et cuerdas de todas maneras: et destas cada una dellas ha su nombre segunt el servicio que face.
    • 1831 O'Scanlan, T. DiccMarítimo Esp (BD)
      ESPADA. s f. ant. A. N. y Man. V. Espadilla, en sus dos primeras acepciones [| remo grande que se coloca en el coronamiento de popa de los botes y otros buques chicos, para gobernar con él á falta de timon. Dícese tambien timon de espadilla y bayona]
    • 1831 O'Scanlan, T. DiccMarítimo Esp (BD)
      SUPLEMENTO [...] ESPADILLA. Al fin de todo lo dicho en la segunda acepcion agréguese: "esto es, que en estas leyes se ven usadas indistintamente ambas voces (y aun la de espadiella en los códices originales depositados en el Escorial y en la Biblioteca Real); pero asi en este texto como en algunos lugares del Veitia y de otros escritos, se hallan tratadas en alternativa con la de timon con tal oscuridad, que á veces parece ser todo una misma cosa, y en otras ocasiones se cree hacerse distincion entre la una y la otra. Acaso llamasen espada ó espadilla al pinzote, como es muy de sospechar, segun lo que se deduce de la combinacion de todas las relaciones antiguas referentes á este punto, no obstante que los franceses denominaban timon al mismo pinzote [| especie de palanca con que en lugar de rueda y antes de la invencion de esta se hacia girar la caña del timon] [...].
    • 1894 Fdz Duro, C. "Tapicería de Bayeux" [28-02-1894] Revista de Navegación y Comercio (Madrid) Esp (HD)
      Conservaban desde entonces las figuras de dragones ó mónstruos esculpidas en la proa; la colocación en la borda de los escudos por defensa de los remeros; la espada ó espadilla en la popa, de que hablan todavía las Leyes de Partida del Rey D. Alfonso en Sabio, por ser el mecanismo con que se regía antes de adoptar el timón á la navaresca; el árbol único, movible; la vela cuadra, con pinturas y adornos; las groeras en el costado para bogar los remos sin tolete ó escalamo ni estrobo.
    • 1921 Guardia, R. DiccMarEsp Esp (BD)
      Espada. (a.) V. Espadilla y Punto de espada. [| remo grande que se coloca en el coronamiento de popa de los botes y otras embarcaciones pequeñas para gobernar con él a falta de timón. Dícese tambien timón de espadilla y bayona.
  5. 1⟶metáfora
    s. f. Representación convencional de la espada.
    docs. (1283-2016) 34 ejemplos:
    • 1283 Alfonso X LAjedrez [2003] Esp (CDH )

      Queremos uos aqui fablar primeramientre del iuego que se faze de todos los trebeios complidos. & mostrarmosde como es fecho el tablero. & las fayciones de los trebeios. mas las que se faz en meior & mas complidamientre; an de seer fechas desta manera.

      /2/ El Rey deue estar en su siella con su corona en la cabeça & la espada en la mano assi como si iudgasse o mandasse fazer iusticia.
    • 2016 Muñoz, J. L. Cazadores nieve Esp (CORPES)
      Mueve la cabeza mientras el policía teclea. En el despacho hay una foto del rey en una pared bajo el emblema de la espada y el haz de lictores con el hacha inclinada cruzados.
    • 1283 Alfonso X LAjedrez [2003] Esp (CDH )

      Queremos uos aqui fablar primeramientre del iuego que se faze de todos los trebeios complidos. & mostrarmosde como es fecho el tablero. & las fayciones de los trebeios. mas las que se faz en meior & mas complidamientre; an de seer fechas desta manera.

      /2/ El Rey deue estar en su siella con su corona en la cabeça & la espada en la mano assi como si iudgasse o mandasse fazer iusticia.
    • 1327 Anónimo Carta D. J. Manuel Rey Granada Col. diplomática D. Juan Manuel Esp (CDH )
      [...] et fiçieronlas traher y e fallaron çinco cartas cerradas e seelladas con su seello menor de Don Johan pendiente de aquella forma que siempre seello e acostumbro de seellar sus cartas el qual seello es redondo e ay en cadauno a quarterones sus armas es a saber figuras de dos leones e dos alas con mano e con espada de las quales cartas enbiaua las dos a Pero Martines Calvillo e abrieronlas e fallaron enelluna so escripto el nombre de Don Johan de su mano segunt en ellas faze dende mençion que dise yo don Johan.
    • c1449 Torre, F. LVeynte cartas [1983] Esp (CDH )
      Que ha de poner todas las ystorias e figuras ençima de las coplas, las quales coplas han de estar en medio del naype, conpasado segúnd el grandor de la copla, e debaxo de la copla vna señal de copa, o espada, o oro, o bastón, segúnd fuere el naype; e al torno de todas las coplas e naypes follajes para fenchir el naype. E todas las espaldas d'ellos de azul o verde, que non sean blancos.
    • c1550 Santa Cruz, A. Crón Carlos V [1920] Esp (CDH )
      Otro día, jueves, ambos Príncipes juntos se vinieron para la ciudad de Calais donde fueron recibidos muy solemnemente, en especial fué cosa de ver un edificio como coliseo romano hecho de tablas y lienzos, á las puertas del cual tenía el Rey de Inglaterra una divisa que eran dos espadas desnudas, encima de ellas una corona y decía á la letra en latín: «Cui adhereo preest». El fin de aquella invención fué significar por aquellas dos espadas al Rey de Francia y al de España y por la corona que estaba encima al Rey de Inglaterra, el cual por su letra quería decir: «Al que de vosotros dos quisiere favorecer, aquél solo podrá prevalecer».
    • 1605 Lpz Úbeda, F. Pícara Justina [1977] II, 530 Esp (CDH )
      Y este asiduo y trabajoso ejercicio les hace que no sientan la subida de escaleras agrias, gente que escala fuertes con tal valor, que si en las nubes hubiera muros de enemigos, por ellos rompieran y en el más alto alcázar pusieran su real bandera adornada con la espada que da a España renombre famoso y blasón insigne.
    • c1619 Cabrera Córdoba, L. HFelipe II [1998] Esp (CDH )
      Habían de entrar en ella solamente cristianos viejos limpios por riguroso examen, y gobernarse por un Inquisidor general y priores de las provincias a ellos totalmente sujetos en lo civil y criminal, esentos de la juridición real, militando debaxo del estandarte de su mayor en la defensa destos reinos a su costa, en campaña y presidios, y su insinia era una espada blanca, la de Santiago colorada.
    • c1621-1630 Quevedo Villegas, F. Grandes anales [2005] Esp (CDH )
      Su majestad (Dios le dé muchos y bien aventurados años de vida), viendo que la espada de Santiago servía más de gala que de premio, envió treinta hábitos a Flandes para que santiguasen coseletes y casacas, y no anduviesen hechos dijes en las veneras, que el santo patrón de España más quiere ver sus cruces apuntadas de un mosquete que paseadas de un desocupado; y mejor le parece que se hallen sus cruces a la muerte del que las defiende que entre las mantillas, hechas ellas y las encomiendas juguetes de la cuna.
    • c1650 Solís Valenzuela, P. Desierto prodigioso [1977-1985] III, 136 Colombia (CDH )

      Acabose aquí la quarta meditación, y todos se llegaron a ver el ingenioso geroglífico que su autor avía dibujado para explicar el momento de la eternidad, assí con la muerte de que iba tratando como con el relox de arena con alas en que significa la velocidad del tiempo; y en la culebra enrroscada, el círculo del año; en la espada y la oliva, la justicia y la misericordia.

    • 1775 Aldazábal Murguía, P. J. Compendio heráldico p. 173 Esp (BD)
      Las Mitras, y Baculos son timbres de Obispos, quienes de la misma manera, que los arriba referidos ponen bajo del Sombrero forrado de sinople, con que remata el Escudo, y á su espalda descubriendose por los dos angulos superiores la Mitra, y el Baculo, aquella á la diestra, y esta á la siniestra con remate doble, y mirando ázia fuera en señal de jurisdiccion, con la advertencia, que si la dignidad goza algun Señorio temporal, como de Condado, ó Marquesado, Varonía, &c. podrá poner sobre el Escudo su respectiva Corona surmontada de Mitra debajo del Sombrero, en cuyos cordones colgados pondrá el Baculo á la diestra, y una Espada de plata guarnecida de oro á la siniestra.
    • 1775 Aldazábal Murguía, P. J. Compendio heráldico p. 258 Esp (BD)
      La Espada, simbolo de Justicia, y Soberanía, se pone en Palo con la punta ázia arriba, y en otro qualquiera sentido se ha de expresar. El Orden Militar de Santiago, instituido en tiempo de Don Fernando Segundo, Rey de Leon el año de 1170, tiene por su divisa una Espada de gules en forma de Cruz. En Chipre se instituyó con la misma Divisa otra el año de 1192, por el Rey Guido de Lusignan.
    • c1788-c1796 Forner, J. P. Exequias Leng cast [2000] Esp (CDH )

      El símbolo del caduceo nos pareció muy oportuno, porque la abundancia y la paz son los polos de la buena política y a ellos se dirigen todos los rumbos del gobierno cuando maneja su timón, no la ambición personal de los príncipes, sino el deseo de la felicidad pública.

      Iban en pos, en unas mismas andas, las insignias de la milicia y de la magistratura: fasces, bastones, estandartes, atambores, espadas, bandas, mantos y divisas; mezclado todo y atado con unas mismas ligaduras, y, entre las magníficas baratijas, la Selva militar y políticadel conde de Rebolledo, el Consejerode don Federico Furió Ceriol, la Conservación de monarquíasdel canónigo Navarrete, expurgada de la pedantería de los textos latinos, que hacen escabroso su estilo y redundante la doctrina, y las Reflexiones militaresdel marqués de Santa Cruz, bien corregidas en el estilo y en la erudición.

    • 1828 Moretti, F. DiccMilitarEspFr Esp (BD)
      ESPADA. (O. R. y M. de la) [...] Su divisa es una cruz de Malta de esmalte blanco, orlada de oro, cantonada de una corona Real en círculo, con dos espadas en aspa entre los dos brazos superiores, y pendiente de una corona Real cerrada.
    • 1859 Bastús Carrera, V. J. "Invención naipes" [29-05-1859] El Mundo Pintoresco (Madrid) Esp (HD)
      Las cartas del principio del siglo XV, algunas de las cuales se conservan todavía en un gabinete de Venecia, son mas grandes que las ordinarias y de un cartón mas grueso, parecido al papel de algodón de los manuscritos antiguos. Las figuras están impresas en campo de oro y se ven en ellas tres reyes, dos mugeres, dos sotas, una de ellas á caballo, y cada figura lleva un bastón ó una espada, ó bien una moneda. Los colores parece están aplicados por medio de unos contramoldes.
    • 1890 Medina, J. T. HInquisición Chile [2003] 544 Chile (CDH )
      Pues no se hizo más prueba sobre estos escritos, y no habiéndola ni para los dichos escritos ni para las demás proposiciones sueltas, vea vuestra reverencia cómo fue condenada la memoria de dicho padre Ulloa, y si estuvo muy cruel contra nosotros la piadosa justicia de este rectísimo Tribunal que tiene por blasón la espada acompañada de la oliva. /
    • 1943 Molina, V. Misal [1945] Esp (CDH )
      La iconografía mariana representa al corazón virginal atravesado por siete espadas, símbolos de los principales dolores que hubo de padecer. Pidámosle, con la Secuencia del día, la gracia de llorar con Ella y de vernos por Ella defendidos en el día del juicio.
    • 1948 Gmz Serna, R. Automoribundia [1948] Esp (CDH )
      En los botones había reflejos de ojos y de piedras preciosas —pues entonces abundaron mucho los de cristal—, botones con fondo de ópalo o con esa raja de luz que hay en los ojos de gato, y entre ellos había algunos botones militares con su bajorrelieve simbólico, un número, una espada o el anagrama del Rey.
    • 1990 Uslar Pietri, A. Visita tiempo [1993] 20 Venezuela (CDH )
      Había visto en un manoseado juego de naipes, que a veces sacaba su madre para leer la suerte, la figura de los reyes. Retacos, lisos dentro de sus vestes rojas y cuadradas, con espadas en la mano, bigotes y barba, y con aquella corona que parecía la miniatura de una muralla almenada.
    • 1995 Adoum, J. E. Ciudad sin ángel [1995] 105 Ecuador (CDH )

      [...] su madre conservaba tarjetas postales en las que, en un ángulo, mirando a una pareja que se abrazaba de lado para salir de frente en la fotografía, había un angelito regordete que sonreía tras haber disparado, se suponía, todas sus flechas; recordaba, en un almanaque, a una señora con los ojos vendados, una espada en la —mano derecha y una balanza en la izquierda; en la escuela le había asustado la primera vez la figura de un esqueleto con una guadaña, aunque no sabía para qué servía esa herramienta.

    • 1996 Prensa Proceso, 22/12/1996 [1996] México (CDH )
      Los laicos católicos que ayudan a los ejércitos están también organizados en el Apostolado Militar Internacional, presidido por Jürgen Bringmann, cuyo emblema son tres espadas cruzadas formando una estrella.
    • 2001 Anónimo "Banderas Kennedy" El Tiempo (Bogotá): eltiempo.com Co (CORPES)
      El Monumento está compuesto por veinte astas que representan a los países que originalmente conformaban la Conferencia Panamericana. Cada asta tiene un grupo escultórico de seis mujeres, cada una con un significado diferente. La mujer que carga la espada representa la justicia. La del rayo simboliza la fuerza. La que tiene entre sus manos una rueda de tractor habla de la importancia de la industria. La de la mata de maíz refleja al hombre sedentario. El ancla es un punto de referencia y el pergamino es el conocimiento que se adquiere en las escuelas.
    • 2004 Anónimo "Trajes Príncipe Asturias Letizia Ortiz" Hoy digital (Santo Domingo): hoy.com.do RD (CORPES)
      El heredero de la Corona española llevará en el cuello de la guerrera, que es cerrado, el arcabuz, la espada y el cornetín de órdenes que integran el emblema del arma de Infantería. Este mismo uniforme es el que vistió el Rey en las bodas de sus hijas, las infantas Elena y Cristina, pero luciendo el símbolo de la Guardia Real.
    • 2016 Muñoz, J. L. Cazadores nieve Esp (CORPES)
      Mueve la cabeza mientras el policía teclea. En el despacho hay una foto del rey en una pared bajo el emblema de la espada y el haz de lictores con el hacha inclinada cruzados.
    • 1283 Alfonso X LAjedrez [2003] Esp (CDH )

      Queremos uos aqui fablar primeramientre del iuego que se faze de todos los trebeios complidos. & mostrarmosde como es fecho el tablero. & las fayciones de los trebeios. mas las que se faz en meior & mas complidamientre; an de seer fechas desta manera.

      /2/ El Rey deue estar en su siella con su corona en la cabeça & la espada en la mano assi como si iudgasse o mandasse fazer iusticia.
    • 1327 Anónimo Carta D. J. Manuel Rey Granada Col. diplomática D. Juan Manuel Esp (CDH )
      [...] et fiçieronlas traher y e fallaron çinco cartas cerradas e seelladas con su seello menor de Don Johan pendiente de aquella forma que siempre seello e acostumbro de seellar sus cartas el qual seello es redondo e ay en cadauno a quarterones sus armas es a saber figuras de dos leones e dos alas con mano e con espada de las quales cartas enbiaua las dos a Pero Martines Calvillo e abrieronlas e fallaron enelluna so escripto el nombre de Don Johan de su mano segunt en ellas faze dende mençion que dise yo don Johan.
    • c1449 Torre, F. LVeynte cartas [1983] Esp (CDH )
      Que ha de poner todas las ystorias e figuras ençima de las coplas, las quales coplas han de estar en medio del naype, conpasado segúnd el grandor de la copla, e debaxo de la copla vna señal de copa, o espada, o oro, o bastón, segúnd fuere el naype; e al torno de todas las coplas e naypes follajes para fenchir el naype. E todas las espaldas d'ellos de azul o verde, que non sean blancos.
    • c1550 Santa Cruz, A. Crón Carlos V [1920] III, 298 Esp (CDH )
      Fingen los poetas que la justicia, viendo la maldad de los hombres, se fué al cielo, según lo cuenta Ovidio en sus metamorfosis más largo. Padre de la patria llamaban al que había hecho mucho bien á la tierra. Debajo de los dichos versos estaban pintados un ramo de oliva y una espada. Á la parte detrás del carro estaban estos dos versos, también con letras de oro: «Roma, temiendo el tiempo pasado á Cartago, la destruyó y puso por el suelo, y ahora restituída en sí sufre el yugo del invencible Emperador».
    • c1550 Santa Cruz, A. Crón Carlos V [1920] Esp (CDH )
      Otro día, jueves, ambos Príncipes juntos se vinieron para la ciudad de Calais donde fueron recibidos muy solemnemente, en especial fué cosa de ver un edificio como coliseo romano hecho de tablas y lienzos, á las puertas del cual tenía el Rey de Inglaterra una divisa que eran dos espadas desnudas, encima de ellas una corona y decía á la letra en latín: «Cui adhereo preest». El fin de aquella invención fué significar por aquellas dos espadas al Rey de Francia y al de España y por la corona que estaba encima al Rey de Inglaterra, el cual por su letra quería decir: «Al que de vosotros dos quisiere favorecer, aquél solo podrá prevalecer».
    • 1605 Hidalgo, G. L. Diál entretenimiento [2007] Esp (CDH )
      Como vio una buena vieja esta figura de Salamanca tan levantada en el carro y con la espada desnuda en la mano, al tiempo que pasaba junto a ella hincó la rodilla, y puestas las manos, con grandes sollozos, empieza a decir a voces: "¡Oh, Virgen de los Dolores, y qué traspasada lleváis el alma con ese cuchillo de dolor!".
    • 1605 Lpz Úbeda, F. Pícara Justina [1977] II, 530 Esp (CDH )
      Y este asiduo y trabajoso ejercicio les hace que no sientan la subida de escaleras agrias, gente que escala fuertes con tal valor, que si en las nubes hubiera muros de enemigos, por ellos rompieran y en el más alto alcázar pusieran su real bandera adornada con la espada que da a España renombre famoso y blasón insigne.
    • c1619 Cabrera Córdoba, L. HFelipe II [1998] Esp (CDH )
      Habían de entrar en ella solamente cristianos viejos limpios por riguroso examen, y gobernarse por un Inquisidor general y priores de las provincias a ellos totalmente sujetos en lo civil y criminal, esentos de la juridición real, militando debaxo del estandarte de su mayor en la defensa destos reinos a su costa, en campaña y presidios, y su insinia era una espada blanca, la de Santiago colorada.
    • 1624 Almansa Mendoza, A. Relaciones 1624 [2001] Cartas y relaciones Esp (CDH )
      Formóse el tribunal de dosel carmesí, con las armas reales orladas de oliva y espada, justicia y misericordia, tan propias en él; y, aunque la jurisdicción del Santo Oficio en su principio es del pontífice, cuando los reyes que la ejecutan inmediatamente de Dios admiten las determinaciones de su Iglesia, como sin dependencia la ejercen sus armas, cuyo timbre es la cruz de Cristo, donde se hallan exaltan su nombre, en especial los reyes católicos, eterno propugnáculo de las defensas de la fe y extirpación de las herejías.
    • 1624 Almansa Mendoza, A. Relaciones 1624 [2001] 402 Cartas y relaciones Esp (CDH )

      Remataba su milicia en un monte de encinas, zarza y varias leñas, cuya cima era la señal de nuestra redención, coronada; y, por orla, palmas y espadas, venganzas y perdones, símbolo del gobierno no sólo temporal, sino espiritual, pues consiste en premio y castigo. Pasada esta milicia, se vio el estandarte santo de la fe, con las armas reales e insignias del Santo Oficio [...].

    • c1621-1630 Quevedo Villegas, F. Grandes anales [2005] Esp (CDH )
      Su majestad (Dios le dé muchos y bien aventurados años de vida), viendo que la espada de Santiago servía más de gala que de premio, envió treinta hábitos a Flandes para que santiguasen coseletes y casacas, y no anduviesen hechos dijes en las veneras, que el santo patrón de España más quiere ver sus cruces apuntadas de un mosquete que paseadas de un desocupado; y mejor le parece que se hallen sus cruces a la muerte del que las defiende que entre las mantillas, hechas ellas y las encomiendas juguetes de la cuna.
    • c1650 Solís Valenzuela, P. Desierto prodigioso [1977-1985] III, 136 Colombia (CDH )

      Acabose aquí la quarta meditación, y todos se llegaron a ver el ingenioso geroglífico que su autor avía dibujado para explicar el momento de la eternidad, assí con la muerte de que iba tratando como con el relox de arena con alas en que significa la velocidad del tiempo; y en la culebra enrroscada, el círculo del año; en la espada y la oliva, la justicia y la misericordia.

    • 1663 Santos, F. Día Madrid [1992] Esp (CDH )

      Jugador, date una palmada en la frente de tu vicio y llama a la memoria para que te acuerde que hay fin; pero si la memoria la tienes metida entre barajas de naipes, donde hay figuras, espadas, palos y copas con que brinda la gula, primero que de allí saques, ya podrá ser que haya llegado la muerte por ti como ha llegado por aquellos dos.

    • c1674-1675 Calderón Barca, P. Indulto [2003] Esp (CDH )

      Forman los tres las armas de la INQUISICIÓN.

      CULPA¿Qué jeroglífico, ¡cielos!, / es aquel que me retrata / formado el aire de una / cruz, una oliva, una espada, / que me aflige, que me asombra, / que me estremece y me pasma, / como que me está diciendo, / en profética amenaza, / que este auto sólo es, / o sombra, o viso, o fantasma / de otro auto que la fe / previene, dispone y traza / contra todos los secuaces / a quien la Culpa avasalla? /
    • 1775 Aldazábal Murguía, P. J. Compendio heráldico p. 173 Esp (BD)
      Las Mitras, y Baculos son timbres de Obispos, quienes de la misma manera, que los arriba referidos ponen bajo del Sombrero forrado de sinople, con que remata el Escudo, y á su espalda descubriendose por los dos angulos superiores la Mitra, y el Baculo, aquella á la diestra, y esta á la siniestra con remate doble, y mirando ázia fuera en señal de jurisdiccion, con la advertencia, que si la dignidad goza algun Señorio temporal, como de Condado, ó Marquesado, Varonía, &c. podrá poner sobre el Escudo su respectiva Corona surmontada de Mitra debajo del Sombrero, en cuyos cordones colgados pondrá el Baculo á la diestra, y una Espada de plata guarnecida de oro á la siniestra.
    • 1775 Aldazábal Murguía, P. J. Compendio heráldico p. 258 Esp (BD)
      La Espada, simbolo de Justicia, y Soberanía, se pone en Palo con la punta ázia arriba, y en otro qualquiera sentido se ha de expresar. El Orden Militar de Santiago, instituido en tiempo de Don Fernando Segundo, Rey de Leon el año de 1170, tiene por su divisa una Espada de gules en forma de Cruz. En Chipre se instituyó con la misma Divisa otra el año de 1192, por el Rey Guido de Lusignan.
    • 1788 Martínez, F. Prontuario artístico Esp (BD)
      ESPADA (La): Siempre ha sido mirada como el simbolo de la execucion, y el escudo como el de la prudencia y de la defensa [...] Representan á la justicia con una espada levantada.
    • c1788-c1796 Forner, J. P. Exequias Leng cast [2000] Esp (CDH )

      El símbolo del caduceo nos pareció muy oportuno, porque la abundancia y la paz son los polos de la buena política y a ellos se dirigen todos los rumbos del gobierno cuando maneja su timón, no la ambición personal de los príncipes, sino el deseo de la felicidad pública.

      Iban en pos, en unas mismas andas, las insignias de la milicia y de la magistratura: fasces, bastones, estandartes, atambores, espadas, bandas, mantos y divisas; mezclado todo y atado con unas mismas ligaduras, y, entre las magníficas baratijas, la Selva militar y políticadel conde de Rebolledo, el Consejerode don Federico Furió Ceriol, la Conservación de monarquíasdel canónigo Navarrete, expurgada de la pedantería de los textos latinos, que hacen escabroso su estilo y redundante la doctrina, y las Reflexiones militaresdel marqués de Santa Cruz, bien corregidas en el estilo y en la erudición.

    • 1828 Moretti, F. DiccMilitarEspFr Esp (BD)
      ESPADA. (O. R. y M. de la) [...] Su divisa es una cruz de Malta de esmalte blanco, orlada de oro, cantonada de una corona Real en círculo, con dos espadas en aspa entre los dos brazos superiores, y pendiente de una corona Real cerrada.
    • 1859 Bastús Carrera, V. J. "Invención naipes" [29-05-1859] El Mundo Pintoresco (Madrid) Esp (HD)
      Las cartas del principio del siglo XV, algunas de las cuales se conservan todavía en un gabinete de Venecia, son mas grandes que las ordinarias y de un cartón mas grueso, parecido al papel de algodón de los manuscritos antiguos. Las figuras están impresas en campo de oro y se ven en ellas tres reyes, dos mugeres, dos sotas, una de ellas á caballo, y cada figura lleva un bastón ó una espada, ó bien una moneda. Los colores parece están aplicados por medio de unos contramoldes.
    • 1890 Medina, J. T. HInquisición Chile [2003] 544 Chile (CDH )
      Pues no se hizo más prueba sobre estos escritos, y no habiéndola ni para los dichos escritos ni para las demás proposiciones sueltas, vea vuestra reverencia cómo fue condenada la memoria de dicho padre Ulloa, y si estuvo muy cruel contra nosotros la piadosa justicia de este rectísimo Tribunal que tiene por blasón la espada acompañada de la oliva. /
    • 1911 Segovia, L. DiccArgentinismos Ar (BD)
      LA ESPADA DE LA JUSTICIA. La que lleva la figura que simboliza la justicia.
    • 1943 Molina, V. Misal [1945] Esp (CDH )
      La iconografía mariana representa al corazón virginal atravesado por siete espadas, símbolos de los principales dolores que hubo de padecer. Pidámosle, con la Secuencia del día, la gracia de llorar con Ella y de vernos por Ella defendidos en el día del juicio.
    • 1948 Gmz Serna, R. Automoribundia [1948] Esp (CDH )
      En los botones había reflejos de ojos y de piedras preciosas —pues entonces abundaron mucho los de cristal—, botones con fondo de ópalo o con esa raja de luz que hay en los ojos de gato, y entre ellos había algunos botones militares con su bajorrelieve simbólico, un número, una espada o el anagrama del Rey.
    • 1975 García-Badell, G. Funeral Francia [1975] 102 Esp (CDH )
      Aún me recuerdo que vino Sisamón con una botella de vino y me dio un trago que fue largo, yo no sabía la razón, fue en los últimos días de octubre del año pasado... así que me complace mostrarla, ¿ve?, tiene en el anverso una cruz latina vertical con tres rayos de luz, y observe a la matrona de porte grave y reposado coronada de laurel con el cetro en la mano, vea el sol naciente y la inscripción Justicia et charitas: Pax y por el otro lado el emblema con la espada los ramos y la corona...
    • 1987 González-Doria, F. Diccionario heráldico (FG)
      Espada.— Salvo indicación en contrario, se pinta siempre con la punta hacia el jefe.
    • 1987 Naranjo, C. Caso [1987] Costa Rica (CDH )

      El naipe se extiende en la mesa con los ribetes sombreados por el manoseo que se comió poco a poco el borde dorado y suavizó las cartas por la mecánica de barajaduras y cortes. La cortina de bambú suena con un dejo de tejas sueltas en días ventosos.

      — Veo la espada blanca de la muerte cerca de su casa. Quizás pueda espantarse porque de nuevo está unida al niño de oros, la esperanza. ¿Qué extraño? Hay un enfermo en su familia. Sí... muy mal. Un caso inesperado. Le preocupa mucho. No es cosa de desesperarse, el as de bastos es signo de fortaleza y siempre sale junto a su figura.

    • 1989 Landero, L. Juegos [1993] Esp (CDH )
      Como todos los días se aventuró en su laberinto, pero al llegar a la primera encrucijada de pronto advirtió que en el escudo de piedra había un guerrero cuya espada parecía señalar el camino que habían de tomar las avispas para subir hasta el geranio [...].
    • 1990 Uslar Pietri, A. Visita tiempo [1993] 20 Venezuela (CDH )
      Había visto en un manoseado juego de naipes, que a veces sacaba su madre para leer la suerte, la figura de los reyes. Retacos, lisos dentro de sus vestes rojas y cuadradas, con espadas en la mano, bigotes y barba, y con aquella corona que parecía la miniatura de una muralla almenada.
    • 1995 Adoum, J. E. Ciudad sin ángel [1995] 105 Ecuador (CDH )

      [...] su madre conservaba tarjetas postales en las que, en un ángulo, mirando a una pareja que se abrazaba de lado para salir de frente en la fotografía, había un angelito regordete que sonreía tras haber disparado, se suponía, todas sus flechas; recordaba, en un almanaque, a una señora con los ojos vendados, una espada en la —mano derecha y una balanza en la izquierda; en la escuela le había asustado la primera vez la figura de un esqueleto con una guadaña, aunque no sabía para qué servía esa herramienta.

    • 1996 Prensa Proceso, 22/12/1996 [1996] México (CDH )
      Los laicos católicos que ayudan a los ejércitos están también organizados en el Apostolado Militar Internacional, presidido por Jürgen Bringmann, cuyo emblema son tres espadas cruzadas formando una estrella.
    • 2001 Anónimo "Banderas Kennedy" El Tiempo (Bogotá): eltiempo.com Co (CORPES)
      El Monumento está compuesto por veinte astas que representan a los países que originalmente conformaban la Conferencia Panamericana. Cada asta tiene un grupo escultórico de seis mujeres, cada una con un significado diferente. La mujer que carga la espada representa la justicia. La del rayo simboliza la fuerza. La que tiene entre sus manos una rueda de tractor habla de la importancia de la industria. La de la mata de maíz refleja al hombre sedentario. El ancla es un punto de referencia y el pergamino es el conocimiento que se adquiere en las escuelas.
    • 2004 Anónimo "Trajes Príncipe Asturias Letizia Ortiz" Hoy digital (Santo Domingo): hoy.com.do RD (CORPES)
      El heredero de la Corona española llevará en el cuello de la guerrera, que es cerrado, el arcabuz, la espada y el cornetín de órdenes que integran el emblema del arma de Infantería. Este mismo uniforme es el que vistió el Rey en las bodas de sus hijas, las infantas Elena y Cristina, pero luciendo el símbolo de la Guardia Real.
    • 2016 Muñoz, J. L. Cazadores nieve Esp (CORPES)
      Mueve la cabeza mientras el policía teclea. En el despacho hay una foto del rey en una pared bajo el emblema de la espada y el haz de lictores con el hacha inclinada cruzados.
  6. 1⟶metáfora
    s. f. Palo de la baraja española que se representa con una espada. Frecuentemente, en plural.
    docs. (1449-2020) 47 ejemplos:
    • c1449 Torre, F. LVeynte cartas [1983] Esp (CDH )

      Primeramente un enperador que gane a todas las otras cartas e éste tiene dos coplas e un fin de letras moradas en esta guisa:

      Han de ser quatro juegos apropiados a quatro estados de amores, en esta manera. El primero de religiosas, a las espadas apropiado por las coplas, segúnd la calidad de la casa; han de ser doze naypes en este juego. E en cada uno una copla, e ha de aver tres figuras: la primera del rey, copla de doze pies; la del cavallero de onze, la sota de diez, e dende ayuso diminuyendo fasta llegar a un pie [...].

    • 2020 Kohan, M. Confesión Ar (CORPES)
      —Quiero -me dice. Yo juego el siete de oros. ¿Y ella? No se inmuta. —Quiero retruco —dice. ¿Tendrá el ancho de espadas? Con cualquier otra carta que tenga, perdería y me estaría apurando. Pero ¿tendrá el ancho de espadas? —Quiero —digo. Lo juega. Es el ancho de espadas.
    • c1449 Torre, F. LVeynte cartas [1983] Esp (CDH )

      Primeramente un enperador que gane a todas las otras cartas e éste tiene dos coplas e un fin de letras moradas en esta guisa:

      Han de ser quatro juegos apropiados a quatro estados de amores, en esta manera. El primero de religiosas, a las espadas apropiado por las coplas, segúnd la calidad de la casa; han de ser doze naypes en este juego. E en cada uno una copla, e ha de aver tres figuras: la primera del rey, copla de doze pies; la del cavallero de onze, la sota de diez, e dende ayuso diminuyendo fasta llegar a un pie [...].

    • 1603 Luque Fajardo, F. Fiel desengaño [1955] Esp (CDH )
      Sabréis , discreto Laureano, que un hombre del oficio hacía cierto discurso acerca dellos, bien para reír: «El as de espadas, decía, será alfanje en mano de furioso; el de bastos, maza que aporrea; el de oros, su largo desperdicio; y, últimamente, el de copas, demás de que se parece a aquel vaso de la ramera de Babilonia , con cuya bebida quedan los tahures enechizados, es también torre de humo, que le da a las narices de muchos».
    • 1605 Lpz Úbeda, F. Pícara Justina [1977] Esp (CDH )

      — Señor bacalario zurraverbos: advierta vuesa merced, que aunque los pobres y pícaros no entran en la figura del rey de oros o de espadas, pero entran en la de copas y bastos.

    • c1622 Ruiz de Alarcón, J. Crueldad por honor [1959] 890 México (CDH )
      [...] pues si llegase un hijo / de un despensero a serlo, es evidencia / que supuesto que es gato por herencia, / aunque esté del león puesto en la cumbre, / vuelve, en viendo el ratón, a su costumbre. / Item, que o no se prendan los que juegan, / o en los naipes se quite el dos de espadas, / porque tiene las gentes engañadas: / con licencia del Rey, publica; luego, / o quítenlo, o no prendan por el juego, / pues permites venderlos, y no ignoras / que no pueden servir los naipes de horas. /
    • 1625 Mejía Cerda, L. Auto juego hombre [1915] Esp (CDH )
      Muerte . ¡Como leños se quedaron! / Esse seis espadas juego. Zizañador .Yo el seis bastos.
    • 1640 Quiñones de Benavente, Luis El juego del hombre [1991] 102 Esp (CDH )
      Otáñez Perdí luego, / que me pegaron chacho con buen juego; / mas si algo me dejó despicadillo, / fue que no la llevaron de codillo; / jugó de copas, y yo no las tenía; / gané con triunfo; juego rey de espadas; / baldómele, fue chacho conocido.
    • 1733 Minguet Yrol, P. Engaños ojos vistas [1733] Esp (CDH )
      En la primera hilera pondrás el Rey de Oros, el As de Espadas, el Cavallo de Copas, y la Sota de Bastos.

      En la segunda hilera pondrás la Sota de Copas, el Cavallo de Bastos, el As de Oros, y el Rey de Espadas.

    • 1734 RAE DiccAutoridades (NTLLE)
      MALILLA [...] La segunda carta del estuche, superior á todas menos á la espadilla, que del palo de oros y copas es el siete, y del de bastos y espadas el dos.
    • 1725-1744 Torres Villarroel, D. Pronósticos Piscator [2006] 274 Esp (CDH )
      Y es la desgracia, / que agua toda la dicha / porque no la agua. / Cartas llevan Correos / en que supongo / son en juego de espadas / los triunfos oros: / Porque el más noble / no puede sin los oros / hacerse hombre. /
    • 1790 Razola, F. Reglas, leyes juegos p. 18 Esp (BD)
      Palo. La baraja consta de quatro palos que se nombran por este orden, oros, copas, espadas y bastos, y cada palo tiene doce naypes, que ganan á este juego por el orden con que se advertirá en su lugar.
    • 1834 Larra, M. J. Carta a bachiller I [2000] Fígaro Esp (CDH )
      Si vuesa merced tiene baraja, como es de suponer, mirando al rey de espadas podrá formar una idea aproximada, y por ende verá que es bonito; y que si bastan, como es de creer, para costearle los sesenta mil reales del procerazgo, ha de ser curioso el ver a esos señores vestidos y hablando, todo a un tiempo.
    • c1858 Díaz Castro, E. Manuela [2003] Colombia (CDH )

      En la segunda mano se iba repitiendo la misma escena: el tramposo botando un siete de espadas, dijo: fómeque, e iba a recoger cartas y apuestas, cuando el estudiante que le seguía a la derecha, que era mozo despabilado y había notado ya que para el fullero cualquiera carta era fómeque, contestó botando el cinco de copas: ¡contra-fómeque!y recogió el dinero de las dos apuestas.

    • 1859 Pravia, C. Manual juegos [1859] Esp (CDH )

      4.ª Que en este órden no se hace mencion de los ases de espadas y bastos, porque siempre son triunfos. Por esta razon no hay mas que nueve naipes en dichos palos, y diez en copas, lo que se debe tener muy presente.

    • 1886 Pardo Bazán, E. Pazos [1987] Esp (CDH )

      Había allí concordancias de la sota de bastos con el ocho de copas, que anunciaban nada menos que amores secretos de mucha duración; apariciones del ocho de bastos que vaticinaban riñas entre cónyuges; reuniones de la sota de espadas con la de copas patas arriba, que encerraban tétricos augurios de viudez por muerte de la esposa.

    • 1887 Rabasa, E. Gran ciencia [1948] México (CDH )

      No siempre las espadas han sido triunfos en mi Estado natal: algunas ocasiones ha tocado su vez a los oros, y aun ¡guárdenos Dios! a las mismas copas.

    • 1916 Azuela, M. Abajo [1991] México (CDH )

      — ¡Moza de mi vida! —gritó el Manteca estusiasmado con un albur. Sobre la sota de espadas puso una moneda de veinte centavos de plata.

      — ¡Cómo cree que a mí nadita que me cuadra el juego, curro!... ¿Quiere usté apostar?... ¡Andele, mire; esta viborita de cuero suena todavía!

    • 1932 Reyles, C. Gaucho Florido [1969] Ur (CDH )

      — Cortá, Juan —tradujo Micaela.

      El negro cortó. La vieja dejó caer el mazo desde cierta altura y salió el as de espadas.

      — Maah...

    • 1967 García Márquez, G. Cien años [2007] Colombia (CDH )
      Vio el caballo de oros con la garganta herida por el acero de la sota de espadas, y dedujo que Fernanda estaba tratando de que el marido volviera a la casa mediante el desprestigiado sistema de hincar alfileres en su retrato, pero que le había provocado un tumor interno por un conocimiento torpe de sus malas artes.
    • 1972 Puig, M. Boquitas [1994] Argentina (CDH )
      [...] y al lado nos quedó también patas arriba la Sota de Espadas, mirala cómo tiene la mano suelta, te va a dar algo, pero cuidado porque está patas arriba, envuelta con ese trapo bordado de oro, es un trapo colorado, pero fijate: a las mangas se les ve el forro violeta para un velorio ¿y el pelo? —ni rubia ni morocha ni pelirroja ¿vos conocés alguna pelada? no le veo el pelo— y al lado está por suerte al derecho el Dos de Espadas, mirá qué lindas filosas están las espaditas azules, y el mango de plata está de tu lado —que te anuncia un viaje por tierra— ¿vos conoces alguna mujer teñida o con una peluca que hizo un viaje hace poco? ayudame que no entiendo por qué tiene la cabeza pelada...
    • 1982 Pitol, S. Juegos florales [1985] México (CDH )
      ¡Tres de espadas! —movió las cartas de toda una hilera, las dispuso en varios lugares para hacerle campo al tres de espadas—. Hay gente que yo no trataría en México, no veo por qué tendría que hacerlo aquí.
    • 2007 Borrero Blanco, M. Ataúd hermoso Co (CORPES)
      Puso el mazo sobre la mesa y él lo partió en tres montones de izquierda a derecha. En cuanto ella dio la vuelta al primer grupo, quedó al descubierto el arcano mayor de la muerte. No hizo nada por disimular su turbación. Las primeras cartas de los otros dos grupos eran el rey de espadas y el dos de espadas.
    • 2012 López, A. Nadie es eterno Co (CORPES)
      Revuelve largamente, en una tentativa desesperada por contradecir el mal presagio que se le ha anunciado; pero éste se confirma: al primer lance aparece el nueve de espadas, la peor de todas las cartas. ¿Un fracaso estrepitoso? ¿Acaso una muerte en estado de indefensión? ¡Maldita sea! Mezcla otra vez; ahora asoma el as de espadas.
    • 2020 Kohan, M. Confesión Ar (CORPES)
      —Quiero -me dice. Yo juego el siete de oros. ¿Y ella? No se inmuta. —Quiero retruco —dice. ¿Tendrá el ancho de espadas? Con cualquier otra carta que tenga, perdería y me estaría apurando. Pero ¿tendrá el ancho de espadas? —Quiero —digo. Lo juega. Es el ancho de espadas.
    • c1449 Torre, F. LVeynte cartas [1983] Esp (CDH )

      Primeramente un enperador que gane a todas las otras cartas e éste tiene dos coplas e un fin de letras moradas en esta guisa:

      Han de ser quatro juegos apropiados a quatro estados de amores, en esta manera. El primero de religiosas, a las espadas apropiado por las coplas, segúnd la calidad de la casa; han de ser doze naypes en este juego. E en cada uno una copla, e ha de aver tres figuras: la primera del rey, copla de doze pies; la del cavallero de onze, la sota de diez, e dende ayuso diminuyendo fasta llegar a un pie [...].

    • 1603 Luque Fajardo, F. Fiel desengaño [1955] Esp (CDH )
      Sabréis , discreto Laureano, que un hombre del oficio hacía cierto discurso acerca dellos, bien para reír: «El as de espadas, decía, será alfanje en mano de furioso; el de bastos, maza que aporrea; el de oros, su largo desperdicio; y, últimamente, el de copas, demás de que se parece a aquel vaso de la ramera de Babilonia , con cuya bebida quedan los tahures enechizados, es también torre de humo, que le da a las narices de muchos».
    • 1603 Luque Fajardo, F. Fiel desengaño [1955] Esp (CDH )

      Antes de pasar adelante, importa —respondió Florino— decir yo una palabra que ya en ella parte de mi honra reputación de los naipes; que si los perversos tahures, usando mal dellos, les han perdido el crédito, no carece de moralidad su fundación. Oid, pues, el misterio de la común dotrina entre nosotros: Oros los más pocos, espadas las más altas, copas las más pocas, bastones a montones.

    • 1605 Lpz Úbeda, F. Pícara Justina [1977] Esp (CDH )

      — Señor bacalario zurraverbos: advierta vuesa merced, que aunque los pobres y pícaros no entran en la figura del rey de oros o de espadas, pero entran en la de copas y bastos.

    • 1620 Franciosini, L. VocEspItal Esp (NTLLE)
      espadas. [spade. vna delle quattro figure, o differenze delle carte.
    • c1622 Ruiz de Alarcón, J. Crueldad por honor [1959] 890 México (CDH )
      [...] pues si llegase un hijo / de un despensero a serlo, es evidencia / que supuesto que es gato por herencia, / aunque esté del león puesto en la cumbre, / vuelve, en viendo el ratón, a su costumbre. / Item, que o no se prendan los que juegan, / o en los naipes se quite el dos de espadas, / porque tiene las gentes engañadas: / con licencia del Rey, publica; luego, / o quítenlo, o no prendan por el juego, / pues permites venderlos, y no ignoras / que no pueden servir los naipes de horas. /
    • 1625 Mejía Cerda, L. Auto juego hombre [1915] Esp (CDH )
      Muerte . ¡Como leños se quedaron! / Esse seis espadas juego. Zizañador .Yo el seis bastos.
    • 1640 Quiñones de Benavente, Luis El juego del hombre [1991] 102 Esp (CDH )
      Otáñez Perdí luego, / que me pegaron chacho con buen juego; / mas si algo me dejó despicadillo, / fue que no la llevaron de codillo; / jugó de copas, y yo no las tenía; / gané con triunfo; juego rey de espadas; / baldómele, fue chacho conocido.
    • 1732 RAE DiccAutoridades (NTLLE)
      ESPADAS. Uno de los quatro palos ó manjares de que se compone la barája de náipes, que son espádas, oros, bastos y copas. Dicense Espádas porque están en las cartas pintadas unas espádas.
    • 1733 Minguet Yrol, P. Engaños ojos vistas [1733] Esp (CDH )
      En la primera hilera pondrás el Rey de Oros, el As de Espadas, el Cavallo de Copas, y la Sota de Bastos.

      En la segunda hilera pondrás la Sota de Copas, el Cavallo de Bastos, el As de Oros, y el Rey de Espadas.

    • 1734 RAE DiccAutoridades (NTLLE)
      MALILLA [...] La segunda carta del estuche, superior á todas menos á la espadilla, que del palo de oros y copas es el siete, y del de bastos y espadas el dos.
    • 1725-1744 Torres Villarroel, D. Pronósticos Piscator [2006] 274 Esp (CDH )
      Y es la desgracia, / que agua toda la dicha / porque no la agua. / Cartas llevan Correos / en que supongo / son en juego de espadas / los triunfos oros: / Porque el más noble / no puede sin los oros / hacerse hombre. /
    • 1790 Razola, F. Reglas, leyes juegos p. 18 Esp (BD)
      Palo. La baraja consta de quatro palos que se nombran por este orden, oros, copas, espadas y bastos, y cada palo tiene doce naypes, que ganan á este juego por el orden con que se advertirá en su lugar.
    • 1834 Larra, M. J. Carta a bachiller I [2000] Fígaro Esp (CDH )
      Si vuesa merced tiene baraja, como es de suponer, mirando al rey de espadas podrá formar una idea aproximada, y por ende verá que es bonito; y que si bastan, como es de creer, para costearle los sesenta mil reales del procerazgo, ha de ser curioso el ver a esos señores vestidos y hablando, todo a un tiempo.
    • 1847 Estébanez Calderón, S. Escenas andaluzas [1985] 66 Esp (CDH )
      Tampoco mi Rifa es de las que vemos cada noche en toda tertulia, * quiero decir, que no es de aquella en que tal bujería o cual lindo bordado suele echarse a la mayor de espadas * con mucha zambra y algazara de señora abuela y tía, que no sé por cual sortilegio son siempre las afortunadas en tales ferias.
    • c1858 Díaz Castro, E. Manuela [2003] Colombia (CDH )

      En la segunda mano se iba repitiendo la misma escena: el tramposo botando un siete de espadas, dijo: fómeque, e iba a recoger cartas y apuestas, cuando el estudiante que le seguía a la derecha, que era mozo despabilado y había notado ya que para el fullero cualquiera carta era fómeque, contestó botando el cinco de copas: ¡contra-fómeque!y recogió el dinero de las dos apuestas.

    • 1859 Pravia, C. Manual juegos [1859] Esp (CDH )

      4.ª Que en este órden no se hace mencion de los ases de espadas y bastos, porque siempre son triunfos. Por esta razon no hay mas que nueve naipes en dichos palos, y diez en copas, lo que se debe tener muy presente.

    • 1879 Hernández, J. Vuelta Martín Fierro [1994] 263 Ar (CDH )
      En el nueve y otros juegos / llevo ventaja no poca; / y siempre que dar me toca / el mal no tiene remedio / porque sé sacar del medio / y sentar la de la boca. * / En el truco, * al más pintao / solía ponerlo en apuro; / cuando aventajar procuro, / sé tener, como fajadas, / tiro a tiro el as de espadas, / o flor, o envite seguro. /
    • 1884-1885 Clarín Regenta [1990] Esp (CDH )

      Los más bulliciosos muchachos al entrar en el gabinete del tresillo se revestían de una seriedad prematura; parecían sacerdotes jóvenes de un culto extraño. Entrar allí era para los vetustenses como dejar la toga pretexta y tomar la viril. Jugando o viendo jugar estaba siempre algún joven pálido, ensimismado, que afectaba despreciar los vanos placeres hastiado tal vez, y preferir los serios cuidados del solo y el codillo. Examinar con algún detenimiento a los habituales sacerdotes de este culto ceremonioso y circunspecto de la espada y el basto, es conocer a Vetusta intelectual en uno de sus aspectos característicos.

    • 1886 Pardo Bazán, E. Pazos [1987] Esp (CDH )

      Había allí concordancias de la sota de bastos con el ocho de copas, que anunciaban nada menos que amores secretos de mucha duración; apariciones del ocho de bastos que vaticinaban riñas entre cónyuges; reuniones de la sota de espadas con la de copas patas arriba, que encerraban tétricos augurios de viudez por muerte de la esposa.

    • 1887 Rabasa, E. Gran ciencia [1948] México (CDH )

      No siempre las espadas han sido triunfos en mi Estado natal: algunas ocasiones ha tocado su vez a los oros, y aun ¡guárdenos Dios! a las mismas copas.

    • 1916 Azuela, M. Abajo [1991] México (CDH )

      — ¡Moza de mi vida! —gritó el Manteca estusiasmado con un albur. Sobre la sota de espadas puso una moneda de veinte centavos de plata.

      — ¡Cómo cree que a mí nadita que me cuadra el juego, curro!... ¿Quiere usté apostar?... ¡Andele, mire; esta viborita de cuero suena todavía!

    • 1930 Arconada, C. Turbina [1975] Esp (CDH )
      El otoño había tenido un sol limpio y picante de vendimias, pero al atardecer bajaba esta pequeña niebla como un presagio de mal tiempo, como un presagio de que el otoño pensaba cambiar de carta y recoger el fondo azul de las espadas y el sol grato de los oros, y posar sobre el tiempo la carta contraria: el fondo oscuro de las copas y el verde húmedo de los bastos.
    • 1932 Reyles, C. Gaucho Florido [1969] Ur (CDH )

      — Cortá, Juan —tradujo Micaela.

      El negro cortó. La vieja dejó caer el mazo desde cierta altura y salió el as de espadas.

      — Maah...

    • 1938 Buitrago, J. Pescadores Magdalena [1938] Colombia (CDH )

      Al ver esta carta, la mano le hace señas a su compañero, como diciéndole: estamos perdidos.

      El compañero del tallador juega un rey de espadas.

      Entonces uno de los contrarios levanta unidas las manos a la altura de la cabeza, y grita:

      — Jupa nueve para salir del chico.

    • 1944 Anónimo Juegos naipes españoles [1944] Esp (CDH )

      El valor de las cartas es el siguiente por el orden que van colocadas, de mayor a menor:

      Cuando son triunfos Oros o Copas.–As de espadas, siete del palo (llámase a esta carta la Mala, que es como se ve la segunda en valor absoluto y se denomina así porque cuando no es triunfo es la que menos vale de todas), as de bastos, as del palo (denomínase punto), rey, caballo, sota, dos, tres, cuatro, cinco y seis.
    • 1948 Marechal, L. Adán Buenosayres [1999] Ar (CDH )
      Ayer tu imagen aliviaba las horas muertas de los corralones, y presidía el silencio de los almacenes fantasmales, cuando, sobre la mesa, un truco moría de pronto al desganado filo del as de espadas.
    • 1956 Schz Ferlosio, R. Jarama [1994] Esp (CDH )

      —Eso también es verdad. No hay peligro. No enseña usted el culo ni a la de tres.

      —Para lo que tiene uno que hacer por ahí... Más me vale sentado, que de dos de espadas.

      —Eso usted lo sabrá —dijo el chófer.

    • 1957 Cunqueiro, Á. Merlín [1969] Esp (CDH )

      Dijo que como pintaba la cuerda de bastos comenzando por arriba, surgía sola la sota de oros, y venía de cabeza por entre caminos de espadas el cuatro de copas,

      "cuatro copas al heredero, / y la espada al cintulero, / primero y delantero",

      que era seguro que sería niño.

    • 1961 Grosso, A. Zanja [1984] Esp (CDH )
      La mano izquierda de doña Eduvigis, gráfica y alada, aconseja moderación en el intervalo de un as de espada y una dama de pique.
    • 1941-a1961 Guerra Navarro, F. Cuentos Pepe Monagas [1976] Esp (CDH )
      El cheche de los triunfos, o "trunfios", como dice nuestra gente de la mar, es el as de espadas, al que se conoce por "la espadilla".
    • 1951-1961 Wash, R. Cuento tahúres [1997] Ar (CDH )
      Recién entonces el viejo cerró el libro, cruzó los dedos y se quedó mirándome con esos ojos que siempre parecían estar haciendo la seña del as de espadas.
    • 1967 García Márquez, G. Cien años [2007] Colombia (CDH )
      Vio el caballo de oros con la garganta herida por el acero de la sota de espadas, y dedujo que Fernanda estaba tratando de que el marido volviera a la casa mediante el desprestigiado sistema de hincar alfileres en su retrato, pero que le había provocado un tumor interno por un conocimiento torpe de sus malas artes.
    • 1967 Viñas, D. Hombres [1967] Ar (CDH )
      — Los del 45 y los del 55 y los del 58, mi general —as de bastos, as de espadas y siete de oros.
    • 1972 Puig, M. Boquitas [1994] 92 Ar (CDH )
      Dos de Bastos, los dos palotes, fijate qué espinas negras, es baraja fea —alguien te va a traicionar, que no es ni el viejo ni la Pelada— pero está al lado del As de Espadas, que salió al derecho, tenés suerte, el mango de plata todito de tu lado, y las correas miralas, cómo le gustarían al rey gitano, vos sabés pichón que el rey no tiene más que estas carpas sucias, si pudiera le regalaba una espada como esta [...].
    • 1972 Puig, M. Boquitas [1994] Argentina (CDH )
      [...] y al lado nos quedó también patas arriba la Sota de Espadas, mirala cómo tiene la mano suelta, te va a dar algo, pero cuidado porque está patas arriba, envuelta con ese trapo bordado de oro, es un trapo colorado, pero fijate: a las mangas se les ve el forro violeta para un velorio ¿y el pelo? —ni rubia ni morocha ni pelirroja ¿vos conocés alguna pelada? no le veo el pelo— y al lado está por suerte al derecho el Dos de Espadas, mirá qué lindas filosas están las espaditas azules, y el mango de plata está de tu lado —que te anuncia un viaje por tierra— ¿vos conoces alguna mujer teñida o con una peluca que hizo un viaje hace poco? ayudame que no entiendo por qué tiene la cabeza pelada...
    • 1977 Paso, F. Palinuro [1982] 45 México (CDH )
      Luego nos ponemos a jugar pókar en la mesa donde juego pókar. Al capitán le gustan las espadas; qué quieres: está muy joven, acaba de leer a Von Clausewitz y apenas ayer participó en la carga de los seis mil dragones en Paredón. El mayor prefiere las copas: ya pasada la Revolución, hay que despreocuparse y hacer lo que tu tío Austin, o lo que hacía el mayor: tomar el barco Siboney para Nueva Orleáns, beber al ritmo creciente de las mareas azules y jugar en los casinos que brotan de pronto en altamar como las islas Espórades.
    • 1979 Prensa Clarín, 16/01/1979 [1979] Ar (CDH )
      Para muchos no era candidato firme porque consideraban que se trataba de un excelente "peón" (es el mejor del país) pero esta vez sacó a relucir un tremendo as de espadas, porque se preparó con tiempo, porque es un tipo ganador, porque evolucionó mucho contra reloj, y finalmente tiene un temperamento excepcional.
    • 1982 Pitol, S. Juegos florales [1985] México (CDH )
      ¡Tres de espadas! —movió las cartas de toda una hilera, las dispuso en varios lugares para hacerle campo al tres de espadas—. Hay gente que yo no trataría en México, no veo por qué tendría que hacerlo aquí.
    • 1986 Cossa, R. Viejo criado [1986] Ar (CDH )
      El as de espadas mata al as de bastos... Entonces, si tenés el as de espadas, ganas.
    • 1988 Hidalgo, I. Hijas [1990] Esp (CDH )
      El As de espadas al revés.., embarazo, engendrar, parto, esperma... (Pensativa) parto... esperma... (resuelta) ¡Ah! ya está, alguna gilipollas se va a quedar embarazada, ¿o lo está ya? A ver... (Echa más cartas) ¡Uy! el rey de oros al revés y con la sota de oros, que pronostica amores secretos o poco convencionales.
    • 1989 Landero, L. Juegos [1993] Esp (CDH )
      Era un gusto juntar palabras y observar cómo se trababan en singular combate, representando la lucha nunca vista entre el tigre y el tiburón, el alacrán y el as de espadas, o sucumbían con sólo conocerse a los hechizos de un turbulento amor.
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      espada [...] f. pl. Uno de los cuatro palos de la baraja española, en cuyos naipes se representan una o varias espadas.
    • 2007 Borrero Blanco, M. Ataúd hermoso Co (CORPES)
      Puso el mazo sobre la mesa y él lo partió en tres montones de izquierda a derecha. En cuanto ella dio la vuelta al primer grupo, quedó al descubierto el arcano mayor de la muerte. No hizo nada por disimular su turbación. Las primeras cartas de los otros dos grupos eran el rey de espadas y el dos de espadas.
    • 2012 López, A. Nadie es eterno Co (CORPES)
      Revuelve largamente, en una tentativa desesperada por contradecir el mal presagio que se le ha anunciado; pero éste se confirma: al primer lance aparece el nueve de espadas, la peor de todas las cartas. ¿Un fracaso estrepitoso? ¿Acaso una muerte en estado de indefensión? ¡Maldita sea! Mezcla otra vez; ahora asoma el as de espadas.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] f. pl. Palo de los cuatro que constituyen la baraja española, cuyas cartas llevan estampadas una o varias espadas.
    • 2020 Kohan, M. Confesión Ar (CORPES)
      —Quiero -me dice. Yo juego el siete de oros. ¿Y ella? No se inmuta. —Quiero retruco —dice. ¿Tendrá el ancho de espadas? Con cualquier otra carta que tenga, perdería y me estaría apurando. Pero ¿tendrá el ancho de espadas? —Quiero —digo. Lo juega. Es el ancho de espadas.
  7. 1⟶metáfora
    s. f. Vet. Remolino de pelo en la parte anterior del cuello del caballo.
    docs. (1499-2017) 6 ejemplos:
    • 1843 Casas Mendoza, N. Elementos caballo p. 186 Esp (BD)
      De los remolinos. [...] se denominan, espada romana el que se presenta en las partes laterales y superiores del cuello, cerca de la cerviz; espada romana con daga si se encuentran en ambos lados: espada el que suele encontrarse en la parte anterior y media del cuello: gallas, guallas ó flechas á los de las partes laterales é inferiores del pecho detrás del codo y al lado de la cinchera.
    • 2017 Sañudo Astiz, C. Reseña p. 241 Esp (BD)
      Algunos de estos "accidentes" reciben denominaciones específicas como espada al situado en el borde ventral del cuello, o el de espada romana al situado en las tablas. Se llaman flechas o gallas, a los situados tras el codo.
    • 1843 Casas Mendoza, N. Elementos caballo p. 186 Esp (BD)
      De los remolinos. [...] se denominan, espada romana el que se presenta en las partes laterales y superiores del cuello, cerca de la cerviz; espada romana con daga si se encuentran en ambos lados: espada el que suele encontrarse en la parte anterior y media del cuello: gallas, guallas ó flechas á los de las partes laterales é inferiores del pecho detrás del codo y al lado de la cinchera.
    • 1849 Corsini, L. VocMilitar [1849] Esp (BD)
      ESPADA. s. f. Eq. Se da este nombre á un remolino de pelos que tienen casi todos los caballos en la parte media y anterior del cuello.
    • 1881 Villa Martín, S. Exterior animales domésticos [1881] 418 Esp (CDH )

      Son extraordinarios el que se presenta en los lados del cuello, cerca de la cerviz ó crinera, á que se llama espada romana, ó espada romana con daga, segun que se encuentre en uno solo ó en los dos lados referidos; el que suele corresponder á la parte anterior y media del borde inferior del cuello, llamado sencillamente espada; los situados en las partes laterales ó inferiores del pecho, detrás del codo, dichos guallas, gallasó flechas; el colocado bajo la forma de una depresion en la parte antero-inferior del cuello, ó delante del brazo, ó bien en el muslo, denominado golpe de lanzaó lanzada, etc.

    • 1910 Anónimo (Ese) "Conocimientos veterinaria" [31-10-1910] Revista Técnica de la Guardia Civil (Madrid) Esp (HD)
      Espigas ó remolinos.— Desígnanse así á ciertas placas ó mechones de pelo con dirección distinta ó contraria á la que presenta el que hay alrededor [...] Remolinos ordinarios, son los comunes en todos los caballos, y extraordinarios, los que sólo se observan en algunos ó en razas determinadas. Son ordinarios los de la frente, garganta, parte anterior del pecho, axilas, ijares, etc. A los extraordinarios se les ha dado varios nombres, según el sitio en que se presentan [...] Espada, al de la parte media del borde inferior del pecho.
    • 1989 Llamas Perdigó, J. Caballo español [2017] p. 106 Esp (BD)
      Los remolinos largos –en forma de pluma o de espiga– se llamaron “espada romana” durante siglos. A partir del XIX esta acepción varió su significado, dando a entender tan sólo los que se presentan con esta forma en la parte superior del cuello, cerca de la cerviz, en uno cualquiera de los dos lados. Si apareciera a ambos lados del cuello, la expresión correcta sería “espada romana y daga”. Cuando la espiga está situada en la parte inferior del cuello se denomina solamente “espada”. Si el remolino está situado en la parte media anterior del pecho, se le llama “espejo”.
    • 2017 Sañudo Astiz, C. Reseña p. 241 Esp (BD)
      Algunos de estos "accidentes" reciben denominaciones específicas como espada al situado en el borde ventral del cuello, o el de espada romana al situado en las tablas. Se llaman flechas o gallas, a los situados tras el codo.
    1. s. f. Con el modificador romana, para referirse a una espada en los laterales del cuello del caballo.
      docs. (1499-2017) 17 ejemplos:
      • 1499 Mtz Ampiés, M. LAlbeyteria fol. XV Esp (BD)
        Delos remolínos o buenos repelos. El remolino cabe las clines de medio cuello atras es bueno y muy venturoso en fechos de armas. y si dela otra parte le sale otro adrecho de aquel mismo: es ya muy mejor: y si del medio pezcueço adelante toviere otro tal / tan bien es bueno: empero no tanto como el primero: este señal le llaman algunos espada romana. Vn remolino / o dos que tenga enla cola cerca del masclo / es buen señal de ser liviano aquel cavallo y de coraçon. el remolino deyuso del cuello entre los pechos y la cabeça / y ahun en la fruente se dizen buenos.
      • 2017 Sañudo Astiz, C. Reseña p. 241 Esp (BD)
        Algunos de estos "accidentes" reciben denominaciones específicas como espada al situado en el borde ventral del cuello, o el de espada romana al situado en las tablas. Se llaman flechas o gallas, a los situados tras el codo.
      • 1499 Mtz Ampiés, M. LAlbeyteria fol. XV Esp (BD)
        Delos remolínos o buenos repelos. El remolino cabe las clines de medio cuello atras es bueno y muy venturoso en fechos de armas. y si dela otra parte le sale otro adrecho de aquel mismo: es ya muy mejor: y si del medio pezcueço adelante toviere otro tal / tan bien es bueno: empero no tanto como el primero: este señal le llaman algunos espada romana. Vn remolino / o dos que tenga enla cola cerca del masclo / es buen señal de ser liviano aquel cavallo y de coraçon. el remolino deyuso del cuello entre los pechos y la cabeça / y ahun en la fruente se dizen buenos.
      • 1572 Aguilar, P. Tratado gineta [1999] Esp (CDH )
        Si los cavallos tuvieren sobre el cuello, junto a las crines, el remolino, solo o acompañado con la dicha espada romana, serán venturosos. Y tanto más lo serán si les passare de la una a la otra parte. También les será gran señal de ánimo y de buena fortuna, en qualquier batalla, si tuvieren dos remolinos junto al nascimiento de la cola, teniendo el uno de la una parte y el otro de la otra, los quales son de tanta virtud que suelen hazer libre al que los tuviere de qualquiera mala señal que mostrare, en pies o en manos, que denote mal pronóstico.
      • 1599 Fdz Andrada, P. LGineta p. 53 Esp (BD)
        [...] y assi los buenos son aquellos, que el mesmo cavallo no se puede ver, como son los de las ancas junto a la cola, que de los Praticos son tenidos por los mejores, y mas venturosos; y assi mismo los de la frente, y los del degolladero: y si enel cuello tuviere dos, que corran a la larga a forma delos que dizen Espada Romana, son assi mesmo tenidos por venturosos: Y sacados estos remolinos, y otros algunos, que son naturales, todos los demas que nacen de la cincha adelante, son malos, y como tales son llamados Guayas: y los que nacen de medio atras, son buenos, y assi les llaman Higas, que dan a los que corren tras ellos.
      • 1630 Jufré Águila, M. Compendio conquista Reino de Chile [2003] 274 Chile (CDH )
        Pensar que Dios, que puso en animales / Señales muchas en que conocerse / Su bondad o malicia, quite al hombre, / Tanto más noble y rey de todos ellos / Y para cuyo bien fueron criados, / Esta excelencia en él tan importante, / Cuales en caballos son notorias: / Larga espada romana, higas del moro, / Igual blanco en los pies, lista derecha, / Y otras que han observado así los hombres; / Con que el bueno y el malo se conoce, / Su desgracia también y su fortuna, / Y en los bueyes y perros otras muchas. /
      • 1660 Howell, J. Lexicon Tetraglotton - Esp (BD)
        The second section [...] The mane line, which the italian calls the Roman Sword [...] El mismo remolino, ó la espada Romána cerca los clines [sic].
      • 1705 Zúñiga Arista, G. Doctrina cavallo p. 27 Esp (BD)
        En lo que yo he hallado ser mui cierto, y verdadero lo que muchos han escrito, segun lo que hasta aora he experimentado, ha sido en lo que denotan los remolinos, que se hallan en diferentes partes del cuerpo de los cavallos: escriven que los cavallos que tuvieren la espada Romana (que es un remolino, que nace en la tabla del cuello debaxo de las crines, que es cumplido á modo de una pluma) que son cavallos nobles, alegres, ligeros y generosos y que son bien afortunados, saliendo bien en los publicos [...].
      • 1786 Irurzun, B. Trad Escuela caballo Gueriniere, I p. 118 Esp (BD)
        Espada Romana, es un remolino largo á manera de una pluma que se nota á muchos Caballos cerca de las crines: es señal bastante rara y muy estimada de los inteligentes. Quando este remolino está solo al lado izquierdo le llaman Espada Romana, y quando está en el lado derecho Daga. Si se hallan estos remolinos en ambos lados, esto es, uno en frente de otro se dicen entónces Espada Romana con Daga, y son las mejores de todas las señales, y capaces, segun algunos, de corregir qualquiera otro mal indicio que pueda tener el Caballo.
      • 1851 Briones, P. / Nieto, J. A. Manual veterinaria p. 72 Esp (BD)
        DE LOS REMOLINOS. Se entiende por remolinos una dirección irregular de una porción de pelos contraria á la de los que le rodean Pueden ser ordinarios y estraordinarios: los primeros son los que se observan en casi todos los caballos, como el de la frente, parte anterior del pecho, etc., y los segundos los que solo existen en algunos: tales son la espada romana y las gallas ó flechas. Cerca de la cerviz, en una de las partes laterales del cuello, se presenta el que se llama espada romana; y si lo hace en las dos á la vez, se dice espada romana con daga.
      • 1858 Hidalgo Terrón, J. Tratado equitacion p. 279 Esp (BD)
        Remolinos [...] La espada romana; que se presenta en una de las partes laterales del cuello cerca de la cervíz; si lo hace en las dos, se llama espada romana y daga: y los que ocupan las partes laterales é inferiores del pecho, detrás de los codillos y al lado de la cinchera, se nombran gallas ó flechas.
      • 1881 Villa Martín, S. Exterior animales domésticos [1881] 418 Esp (CDH )

        Son extraordinarios el que se presenta en los lados del cuello, cerca de la cerviz ó crinera, á que se llama espada romana, ó espada romana con daga, segun que se encuentre en uno solo ó en los dos lados referidos; el que suele corresponder á la parte anterior y media del borde inferior del cuello, llamado sencillamente espada; los situados en las partes laterales ó inferiores del pecho, detrás del codo, dichos guallas, gallasó flechas; el colocado bajo la forma de una depresion en la parte antero-inferior del cuello, ó delante del brazo, ó bien en el muslo, denominado golpe de lanzaó lanzada, etc.

      • 1910 Anónimo (Ese) "Conocimientos veterinaria" [31-12-1910] Revista Técnica de la Guardia Civil (Madrid) Esp (HD)
        Espigas ó remolinos.— Desígnanse así á ciertas placas ó mechones de pelo con dirección distinta ó contraria á la que presenta el que hay alrededor [...] Remolinos ordinarios, son los comunes en todos los caballos, y extraordinarios, los que sólo se observan en algunos ó en razas determinadas. Son ordinarios los de la frente, garganta, parte anterior del pecho, axilas, ijares, etc. A los extraordinarios se les ha dado varios nombres, según el sitio en que se presentan [...] Espada romana, al remolino que aparece en la parte superior del cuello, cerca de la crin. Espada romana con daga, si existe en los dos lados.
      • 1989 Llamas Perdigó, J. Caballo español [2017] p. 106 Esp (BD)
        Los remolinos largos –en forma de pluma o de espiga– se llamaron “espada romana” durante siglos. A partir del XIX esta acepción varió su significado, dando a entender tan sólo los que se presentan con esta forma en la parte superior del cuello, cerca de la cerviz, en uno cualquiera de los dos lados. Si apareciera a ambos lados del cuello, la expresión correcta sería “espada romana y daga”. Cuando la espiga está situada en la parte inferior del cuello se denomina solamente “espada”. Si el remolino está situado en la parte media anterior del pecho, se le llama “espejo”.
      • 2017 Sañudo Astiz, C. Reseña p. 241 Esp (BD)
        Algunos de estos "accidentes" reciben denominaciones específicas como espada al situado en el borde ventral del cuello, o el de espada romana al situado en las tablas. Se llaman flechas o gallas, a los situados tras el codo.
      • 1499 Mtz Ampiés, M. LAlbeyteria fol. XV Esp (BD)
        Delos remolínos o buenos repelos. El remolino cabe las clines de medio cuello atras es bueno y muy venturoso en fechos de armas. y si dela otra parte le sale otro adrecho de aquel mismo: es ya muy mejor: y si del medio pezcueço adelante toviere otro tal / tan bien es bueno: empero no tanto como el primero: este señal le llaman algunos espada romana. Vn remolino / o dos que tenga enla cola cerca del masclo / es buen señal de ser liviano aquel cavallo y de coraçon. el remolino deyuso del cuello entre los pechos y la cabeça / y ahun en la fruente se dizen buenos.
      • 1572 Aguilar, P. Tratado gineta [1999] Esp (CDH )

        Viniendo, pues, a tractar de los remolinos que tienen los cavallos y de sus effectos, digo que son ciertos pelos retorcidos que suelen tener en muchas partes de su cuerpo del tamaño de una blanca, poco más o menos. Suelen ser también largos a manera de una pluma, y a éstos les llaman espada romana.

      • 1572 Aguilar, P. Tratado gineta [1999] Esp (CDH )
        Si los cavallos tuvieren sobre el cuello, junto a las crines, el remolino, solo o acompañado con la dicha espada romana, serán venturosos. Y tanto más lo serán si les passare de la una a la otra parte. También les será gran señal de ánimo y de buena fortuna, en qualquier batalla, si tuvieren dos remolinos junto al nascimiento de la cola, teniendo el uno de la una parte y el otro de la otra, los quales son de tanta virtud que suelen hazer libre al que los tuviere de qualquiera mala señal que mostrare, en pies o en manos, que denote mal pronóstico.
      • 1599 Fdz Andrada, P. LGineta p. 53 Esp (BD)
        [...] y assi los buenos son aquellos, que el mesmo cavallo no se puede ver, como son los de las ancas junto a la cola, que de los Praticos son tenidos por los mejores, y mas venturosos; y assi mismo los de la frente, y los del degolladero: y si enel cuello tuviere dos, que corran a la larga a forma delos que dizen Espada Romana, son assi mesmo tenidos por venturosos: Y sacados estos remolinos, y otros algunos, que son naturales, todos los demas que nacen de la cincha adelante, son malos, y como tales son llamados Guayas: y los que nacen de medio atras, son buenos, y assi les llaman Higas, que dan a los que corren tras ellos.
      • 1629 Novilliers Clavel, G. A. Nomenclatvra ital franc esp Esp (NTLLE)
        espada romana, v. remolino [| la spada romàna, peli come quelli di sopràdetti, da'quali si continoua vna linea pìcciola nel collo, appresso à i crini, segno di cauallo fortunàto]
      • 1630 Jufré Águila, M. Compendio conquista Reino de Chile [2003] 274 Chile (CDH )
        Pensar que Dios, que puso en animales / Señales muchas en que conocerse / Su bondad o malicia, quite al hombre, / Tanto más noble y rey de todos ellos / Y para cuyo bien fueron criados, / Esta excelencia en él tan importante, / Cuales en caballos son notorias: / Larga espada romana, higas del moro, / Igual blanco en los pies, lista derecha, / Y otras que han observado así los hombres; / Con que el bueno y el malo se conoce, / Su desgracia también y su fortuna, / Y en los bueyes y perros otras muchas. /
      • 1660 Howell, J. Lexicon Tetraglotton - Esp (BD)
        The second section [...] The mane line, which the italian calls the Roman Sword [...] El mismo remolino, ó la espada Romána cerca los clines [sic].
      • 1705 Zúñiga Arista, G. Doctrina cavallo p. 27 Esp (BD)
        En lo que yo he hallado ser mui cierto, y verdadero lo que muchos han escrito, segun lo que hasta aora he experimentado, ha sido en lo que denotan los remolinos, que se hallan en diferentes partes del cuerpo de los cavallos: escriven que los cavallos que tuvieren la espada Romana (que es un remolino, que nace en la tabla del cuello debaxo de las crines, que es cumplido á modo de una pluma) que son cavallos nobles, alegres, ligeros y generosos y que son bien afortunados, saliendo bien en los publicos [...].
      • 1786 Irurzun, B. Trad Escuela caballo Gueriniere, I p. 118 Esp (BD)
        Espada Romana, es un remolino largo á manera de una pluma que se nota á muchos Caballos cerca de las crines: es señal bastante rara y muy estimada de los inteligentes. Quando este remolino está solo al lado izquierdo le llaman Espada Romana, y quando está en el lado derecho Daga. Si se hallan estos remolinos en ambos lados, esto es, uno en frente de otro se dicen entónces Espada Romana con Daga, y son las mejores de todas las señales, y capaces, segun algunos, de corregir qualquiera otro mal indicio que pueda tener el Caballo.
      • 1849 Corsini, L. VocMilitar [1849] Esp (BD)
        ESPADA ROMANA. Eq. Remolino largo de pelos, á manera de una pluma ó de una hoja de espada, que se nota en muchos caballos, en el lado izquierdo del cuello, é inmediato á las crines de la cerviz.
      • 1849 Corsini, L. VocMilitar [1849] Esp (BD)
        ESPADA ROMANA CON DAGA. Eq. Se llaman así dos remolinos largos de pelos, que tienen algunos caballos, uno en cada lado del cuello, é inmediato á las crines de la cerviz.
      • 1851 Briones, P. / Nieto, J. A. Manual veterinaria p. 72 Esp (BD)
        DE LOS REMOLINOS. Se entiende por remolinos una dirección irregular de una porción de pelos contraria á la de los que le rodean Pueden ser ordinarios y estraordinarios: los primeros son los que se observan en casi todos los caballos, como el de la frente, parte anterior del pecho, etc., y los segundos los que solo existen en algunos: tales son la espada romana y las gallas ó flechas. Cerca de la cerviz, en una de las partes laterales del cuello, se presenta el que se llama espada romana; y si lo hace en las dos á la vez, se dice espada romana con daga.
      • 1858 Hidalgo Terrón, J. Tratado equitacion p. 279 Esp (BD)
        Remolinos [...] La espada romana; que se presenta en una de las partes laterales del cuello cerca de la cervíz; si lo hace en las dos, se llama espada romana y daga: y los que ocupan las partes laterales é inferiores del pecho, detrás de los codillos y al lado de la cinchera, se nombran gallas ó flechas.
      • 1881 Villa Martín, S. Exterior animales domésticos [1881] 418 Esp (CDH )

        Son extraordinarios el que se presenta en los lados del cuello, cerca de la cerviz ó crinera, á que se llama espada romana, ó espada romana con daga, segun que se encuentre en uno solo ó en los dos lados referidos; el que suele corresponder á la parte anterior y media del borde inferior del cuello, llamado sencillamente espada; los situados en las partes laterales ó inferiores del pecho, detrás del codo, dichos guallas, gallasó flechas; el colocado bajo la forma de una depresion en la parte antero-inferior del cuello, ó delante del brazo, ó bien en el muslo, denominado golpe de lanzaó lanzada, etc.

      • 1910 Anónimo (Ese) "Conocimientos veterinaria" [31-12-1910] Revista Técnica de la Guardia Civil (Madrid) Esp (HD)
        Espigas ó remolinos.— Desígnanse así á ciertas placas ó mechones de pelo con dirección distinta ó contraria á la que presenta el que hay alrededor [...] Remolinos ordinarios, son los comunes en todos los caballos, y extraordinarios, los que sólo se observan en algunos ó en razas determinadas. Son ordinarios los de la frente, garganta, parte anterior del pecho, axilas, ijares, etc. A los extraordinarios se les ha dado varios nombres, según el sitio en que se presentan [...] Espada romana, al remolino que aparece en la parte superior del cuello, cerca de la crin. Espada romana con daga, si existe en los dos lados.
      • 1989 Llamas Perdigó, J. Caballo español [2017] p. 106 Esp (BD)
        Los remolinos largos –en forma de pluma o de espiga– se llamaron “espada romana” durante siglos. A partir del XIX esta acepción varió su significado, dando a entender tan sólo los que se presentan con esta forma en la parte superior del cuello, cerca de la cerviz, en uno cualquiera de los dos lados. Si apareciera a ambos lados del cuello, la expresión correcta sería “espada romana y daga”. Cuando la espiga está situada en la parte inferior del cuello se denomina solamente “espada”. Si el remolino está situado en la parte media anterior del pecho, se le llama “espejo”.
      • 2017 Sañudo Astiz, C. Reseña p. 241 Esp (BD)
        Algunos de estos "accidentes" reciben denominaciones específicas como espada al situado en el borde ventral del cuello, o el de espada romana al situado en las tablas. Se llaman flechas o gallas, a los situados tras el codo.
  8. 1⟶metáfora
    s. f. Maxilar superior, en forma de espada o sierra, de algunos peces.
    docs. (1526-2008) 21 ejemplos:
    • 1526 Fdz Oviedo, G. Sumario historia Indias [2000] Esp (CDH )
      Otros pescados ay quasi tan grandes como los manatíes que se llaman pexe vihuela, Del pexe vihuela que en España se llama espadarte que traen en la parte alta o hocico una espada que por amos lados está llena de dientes muy fieros, y es esta espada de una cosa propria suya, duríssima e muy rezia, y de quatro e cinco palmos de luengo, e assí a proporción de la longueza es la anchura; e ay estos pescados desde tamaños como una sardina o menos hasta que dos pares de bueyes tienen harta carga en uno de ellos en una carreta.
    • 2008 Cabrera Navarro, D. / García Marín, J. Panamá Esp (CORPES)
      Dos docenas de puestos con casi toda la artesanía panameña imaginable. Molas, grandes conchas de San Blas (muy baratas), espadas de pez espada, trabajos en cuero, orfebrería, máscaras, joyería indígena, sombreros de paja, esculturas en piedra de jabón, otras hechas con semillas vegetales, etc.
    • 1526 Fdz Oviedo, G. Sumario historia Indias [2000] Esp (CDH )
      Otros pescados ay quasi tan grandes como los manatíes que se llaman pexe vihuela, Del pexe vihuela que en España se llama espadarte que traen en la parte alta o hocico una espada que por amos lados está llena de dientes muy fieros, y es esta espada de una cosa propria suya, duríssima e muy rezia, y de quatro e cinco palmos de luengo, e assí a proporción de la longueza es la anchura; e ay estos pescados desde tamaños como una sardina o menos hasta que dos pares de bueyes tienen harta carga en uno de ellos en una carreta.
    • 1535-1557 Fdz Oviedo, G. HGral Indias [1992] Esp (CDH )
      El peje o pescado llamado vihuela es grande animal, e la mandíbula u hocico alto o superior dél, es una espada orlada de unos colmillos, o navajas de una parte e de otra, tan luenga como un brazo de un hombre, e algunos mayores e menores, segund la grandeza e cuerpo deste animal que tales armas tiene. Yo le he visto en el Darién, en la Tierra Firme, tan grande, que un carro con un par de bueyes tenía harta carga e peso que traer en él desde el agua hasta el pueblo. Estas espadas que digo, están llenas de unas puntas de hueso macizas e recias, e muy agudas o punzantes, de una parte e otra de la espada, con la cual no se le para pescado delante sin que mate.
    • 1614 Ordóñez Ceballos, P. Viage Mundo p. 276 Esp (BD)
      El pexe Espada lo crio Dios con vna espada en la frente de espinas, tan fuerte, que parece el alguazil del mar.
    • 1653 Cobo, B. HNuevo Mundo [1890-1893] Esp (CDH )

      ELPeje-espadaes de la grandeza de un buen becerro, y puesto caso que no sea el mayor de la mar, á lo menos es el más fuerte y bravo que se conoce en el agua.

      En el hocico superior tiene una espada tan larga como el brazo de un hombre, y algunos la tienen mucho mayor, de cuatro dedos de ancho, y orlada de unos colmillos ó navajas de una parte y otra, con que hiere y mata á cuantos pescados se le ponen delante. Hay Peje-espadatan grande, que una carreta con una yunta de bueyes tiene harto que llevar. Pelea frecuentemente con las Ballenas, y es una riña muy sangrienta y de ver, porque á veces las viene á matar.

    • 1714 Ignacio, L. Sermones varios, XVI, A. Vieyra [1714] p. 375 Esp (BD)
      Es possible, que siendo vosotros vnos pezecillos tan pequeños, aveis de ser las roncas del Mar? Si con vna hebra de coser, y con vn alfiler retorcido os puede pescar vn manco, por qué aveis de roncar tanto? Y aun por esso mismo roncais. Dezidme, el Espadarte por qué no ronca? Porque quien tiene mucha espada, tiene poca lengua.
    • c1754 Delgado, J. J. HGral islas Poniente [1892] Filipinas (CDH )

      Se ha notado asimismo que el espadarte ó peje-espada, tiene notable enemistad con los cocodrilos, y entrando en los ríos pelea con ellos: conociendo por natural instinto, que no les puede herir por encima del lomo, sino solamente por debajo de los brazuelos, aguarda á que el cocodrilo se mueva, y los levante, y entonces les clava la espada y los mata.

    • 1787 Parra, A. Descripción historia natural p. 75 Cu (BD)
      PEZ DE ESPADA [...] El macho tiene quatro varas, y quarta de largo, contando la espada [...] Para mayor claridad los dividirémos en cabeza, cuerpo, y cola. La cabeza es delgada quasi plana, y puntiaguda, de ella sale un cuerpo que llaman espada, pero mejor sierra, del largo de vara y seis pulgadas mas, ó menos segun el mayor, ó menor tamaño del animal [...].
    • 1788 Cornide, J. Ensayo Historia Peces Galicia p. 10 Esp (BD)
      En Junio del año pasado se internó otro por la Ria de Padron hasta tres leguas de la Ciudad de Santiago adonde le cogiéron frente al lugar de Iria unos Pescadores. Su espada se conserva en el Gavinete de la Real Sociedad Compostelana. La carne de este Pez es comestible, y los Pescadores aseguran de buen gusto.
    • 1789 Velasco, J. HQuito, I [1844] p. 126 Ec (BD)
      PEJES DE LAS PROVINCIAS DEL PONIENTE [...] Espada. Es de dos especies: uno con la espada larga hasta de cincuenta palmos, dentada por ambas partes; y otro con la espada ménos larga y dentada por la parte inferior.
    • 1864 Lorenzo, J. / Murga, G. / Ferreiro, M. DiccMarítimo [1864] Esp (BD)
      ESPADA [...] Ataca resueltamente a las ballenas y esquivando los coletazos que le dirigen estas, les clava repetidas veces la espada y concluye por matarlas.
    • 1866 Anónimo Trad Dicc popular Historia Natural, Pizzetta (BD)
      ESPADA [...] Mas cuando llegan los combates, son terribles; porque con el auxilio de su larga espada atraviesan á su agresor [...] En el museo británico existen unos tablones del bordaje de un buque que uno de estos pescados atravesó con todo el largo de su espada, esfuerzo que le costó la vida.
    • 1874 Vilanova Piera, J. (dir.) Historia natural, V p. 288 Esp (BD)
      La sustancia de esta espada es de una materia celular muy unida en lo interior y cubierta por fuera de una lámina huesosa muy compacta. Cuatro tubos la recorren en toda su longitud y conducen los vasos, de manera que no puede decirse que su estructura se tubular [...] Cuenta Plinio que en un sitio de las costas de Mauritania, llamado Gotta, se daba el caso de que este animal taladrara con su espada los cascos de los buques.
    • 1894 Anónimo "Pesquerías" [28-02-1894] Revista de Navegación y Comercio (Madrid) Esp (HD)
      El pez espada o espadón (Xiphias Gladius, Lin.) [...] El espada, de costumbres dulces, no es voraz, por cuya razón no arma guerra á sus vecinos, nutriéndose, sobre todo, de plantas marinas; pero cuando se le ataca se defiende bien, tomando por enemigos á los buques en movimiento, los embiste y se clava en sus carenas, sin mirar en las consecuencias, que para el animal son fatales, pues ó se rompe la espada ó queda el pez prisionero, muriendo la víctima de sus arranques coléricos.
    • 1901 Anónimo "Trad Costumbres cinegéticas, V. Brandicourt" [12-08-1901] La Ilustración Artística (Barcelona) Esp (HD)
      Los peces están admirablemente dotados de armas ofensivas. La espada del pez de este nombre (Xiphias gladius) es un arma terrible, á la cual el peso del animal y la impetuosidad de su acometida prestan una fuerza incalculable.
    • 1902 Anónimo "Sección noticias" [20-10-1902] El Correo de Cantabria (Santander) Esp (HD)
      Viajando a gran velocidad, desde el caladero, fuera de la isla de Ons, el vapor de pesca Sobral (antes Pobre Diablo) cuyo patrón es Erasmo Lucas Fernández, fué aquél acometido por un pez espada [...] Dicho vapor fué reconocido por un maestro carpintero de ribera, habiendo encontrado en la parte interior del boquete abierto pedazos de la espada del pez.
    • 1972 Torrente Ballester, G. Saga/Fuga [1995] 660 Esp (CDH )
      También salieron langostinos, quisquillas, gambas al ajillo, centollos y poderosos lubrigantes, choquitos y calamares como frutos colgantes de un pensil, así como bastantes especies de moluscos no comestibles, caracolas enmudecidas y abundantes peces de colores y de esos otros, agresivos, que llevan una sierra en el lomo, una espada en el morro, o cuya cabeza repite la morfología del martillo: entre todos, disciplinados y seguros, iban formando una vistosa alfombra, ornamentada de ramajes laterales, en la que se representaban muy a lo vivo [...].
    • 1990 Anónimo "Miscelánea" [01-01-1990] Esp (HD)
      Dibujos con siete errores [...] Solución al anterior: 1: Línea de la caña de pescar. 2: Pájaro. 3: Línea de la parte izquierda del último tronco. 4: Punta de la espada del pez [...].
    • 1999 Balcells, I. Tiempo costa p. 212 Ch (BD)
      Una vez, a unas treinta millas mar afuera, don Tito y sus compañeros vieron una gran albacora que se engrifaba, sacaba fuera del agua la espada, el esquilón de la cola (abanico) y el esquilón del espinazo (capacho) para atacar algún bicho que no se veía. Tanto miedo les dio que renunciaron a cazarla.
    • 2003 Prieto, Y. "Marfil Marino" El Puente (Goshen): webelpuente.com EU (CORPES)
      Para pescadores como Eladio fue cada vez más difícil ganarse la vida a través de la pesca. Por esta razón, él y sus compañeros se dedicaron a la artesanía hecha de la espada del pez, la cual es conocida como marfil marino. En esta trabajo manual encontraron una manera de identificarse con el pez, cuyo presencia está ligada a su vida. Además, lo hacen ocupando las espadas que desperdician los barcos industriales.
    • 2008 Cabrera Navarro, D. / García Marín, J. Panamá Esp (CORPES)
      Dos docenas de puestos con casi toda la artesanía panameña imaginable. Molas, grandes conchas de San Blas (muy baratas), espadas de pez espada, trabajos en cuero, orfebrería, máscaras, joyería indígena, sombreros de paja, esculturas en piedra de jabón, otras hechas con semillas vegetales, etc.
    • 1526 Fdz Oviedo, G. Sumario historia Indias [2000] Esp (CDH )
      Otros pescados ay quasi tan grandes como los manatíes que se llaman pexe vihuela, Del pexe vihuela que en España se llama espadarte que traen en la parte alta o hocico una espada que por amos lados está llena de dientes muy fieros, y es esta espada de una cosa propria suya, duríssima e muy rezia, y de quatro e cinco palmos de luengo, e assí a proporción de la longueza es la anchura; e ay estos pescados desde tamaños como una sardina o menos hasta que dos pares de bueyes tienen harta carga en uno de ellos en una carreta.
    • 1535-1557 Fdz Oviedo, G. HGral Indias [1992] Esp (CDH )
      El peje o pescado llamado vihuela es grande animal, e la mandíbula u hocico alto o superior dél, es una espada orlada de unos colmillos, o navajas de una parte e de otra, tan luenga como un brazo de un hombre, e algunos mayores e menores, segund la grandeza e cuerpo deste animal que tales armas tiene. Yo le he visto en el Darién, en la Tierra Firme, tan grande, que un carro con un par de bueyes tenía harta carga e peso que traer en él desde el agua hasta el pueblo. Estas espadas que digo, están llenas de unas puntas de hueso macizas e recias, e muy agudas o punzantes, de una parte e otra de la espada, con la cual no se le para pescado delante sin que mate.
    • 1614 Ordóñez Ceballos, P. Viage Mundo p. 276 Esp (BD)
      El pexe Espada lo crio Dios con vna espada en la frente de espinas, tan fuerte, que parece el alguazil del mar.
    • 1653 Cobo, B. HNuevo Mundo [1890-1893] Esp (CDH )

      ELPeje-espadaes de la grandeza de un buen becerro, y puesto caso que no sea el mayor de la mar, á lo menos es el más fuerte y bravo que se conoce en el agua.

      En el hocico superior tiene una espada tan larga como el brazo de un hombre, y algunos la tienen mucho mayor, de cuatro dedos de ancho, y orlada de unos colmillos ó navajas de una parte y otra, con que hiere y mata á cuantos pescados se le ponen delante. Hay Peje-espadatan grande, que una carreta con una yunta de bueyes tiene harto que llevar. Pelea frecuentemente con las Ballenas, y es una riña muy sangrienta y de ver, porque á veces las viene á matar.

    • 1714 Ignacio, L. Sermones varios, XVI, A. Vieyra [1714] p. 375 Esp (BD)
      Es possible, que siendo vosotros vnos pezecillos tan pequeños, aveis de ser las roncas del Mar? Si con vna hebra de coser, y con vn alfiler retorcido os puede pescar vn manco, por qué aveis de roncar tanto? Y aun por esso mismo roncais. Dezidme, el Espadarte por qué no ronca? Porque quien tiene mucha espada, tiene poca lengua.
    • c1754 Delgado, J. J. HGral islas Poniente [1892] Filipinas (CDH )

      Se ha notado asimismo que el espadarte ó peje-espada, tiene notable enemistad con los cocodrilos, y entrando en los ríos pelea con ellos: conociendo por natural instinto, que no les puede herir por encima del lomo, sino solamente por debajo de los brazuelos, aguarda á que el cocodrilo se mueva, y los levante, y entonces les clava la espada y los mata.

    • 1787 Parra, A. Descripción historia natural p. 75 Cu (BD)
      PEZ DE ESPADA [...] El macho tiene quatro varas, y quarta de largo, contando la espada [...] Para mayor claridad los dividirémos en cabeza, cuerpo, y cola. La cabeza es delgada quasi plana, y puntiaguda, de ella sale un cuerpo que llaman espada, pero mejor sierra, del largo de vara y seis pulgadas mas, ó menos segun el mayor, ó menor tamaño del animal [...].
    • 1788 Cornide, J. Ensayo Historia Peces Galicia p. 10 Esp (BD)
      En Junio del año pasado se internó otro por la Ria de Padron hasta tres leguas de la Ciudad de Santiago adonde le cogiéron frente al lugar de Iria unos Pescadores. Su espada se conserva en el Gavinete de la Real Sociedad Compostelana. La carne de este Pez es comestible, y los Pescadores aseguran de buen gusto.
    • 1789 Velasco, J. HQuito, I [1844] p. 126 Ec (BD)
      PEJES DE LAS PROVINCIAS DEL PONIENTE [...] Espada. Es de dos especies: uno con la espada larga hasta de cincuenta palmos, dentada por ambas partes; y otro con la espada ménos larga y dentada por la parte inferior.
    • 1864 Lorenzo, J. / Murga, G. / Ferreiro, M. DiccMarítimo [1864] Esp (BD)
      ESPADA [...] Ataca resueltamente a las ballenas y esquivando los coletazos que le dirigen estas, les clava repetidas veces la espada y concluye por matarlas.
    • 1866 Anónimo Trad Dicc popular Historia Natural, Pizzetta (BD)
      ESPADA [...] Mas cuando llegan los combates, son terribles; porque con el auxilio de su larga espada atraviesan á su agresor [...] En el museo británico existen unos tablones del bordaje de un buque que uno de estos pescados atravesó con todo el largo de su espada, esfuerzo que le costó la vida.
    • 1874 Vilanova Piera, J. (dir.) Historia natural, V p. 288 Esp (BD)
      La sustancia de esta espada es de una materia celular muy unida en lo interior y cubierta por fuera de una lámina huesosa muy compacta. Cuatro tubos la recorren en toda su longitud y conducen los vasos, de manera que no puede decirse que su estructura se tubular [...] Cuenta Plinio que en un sitio de las costas de Mauritania, llamado Gotta, se daba el caso de que este animal taladrara con su espada los cascos de los buques.
    • 1894 Anónimo "Pesquerías" [28-02-1894] Revista de Navegación y Comercio (Madrid) Esp (HD)
      El pez espada o espadón (Xiphias Gladius, Lin.) [...] El espada, de costumbres dulces, no es voraz, por cuya razón no arma guerra á sus vecinos, nutriéndose, sobre todo, de plantas marinas; pero cuando se le ataca se defiende bien, tomando por enemigos á los buques en movimiento, los embiste y se clava en sus carenas, sin mirar en las consecuencias, que para el animal son fatales, pues ó se rompe la espada ó queda el pez prisionero, muriendo la víctima de sus arranques coléricos.
    • 1901 Anónimo "Trad Costumbres cinegéticas, V. Brandicourt" [12-08-1901] La Ilustración Artística (Barcelona) Esp (HD)
      Los peces están admirablemente dotados de armas ofensivas. La espada del pez de este nombre (Xiphias gladius) es un arma terrible, á la cual el peso del animal y la impetuosidad de su acometida prestan una fuerza incalculable.
    • 1902 Anónimo "Sección noticias" [20-10-1902] El Correo de Cantabria (Santander) Esp (HD)
      Viajando a gran velocidad, desde el caladero, fuera de la isla de Ons, el vapor de pesca Sobral (antes Pobre Diablo) cuyo patrón es Erasmo Lucas Fernández, fué aquél acometido por un pez espada [...] Dicho vapor fué reconocido por un maestro carpintero de ribera, habiendo encontrado en la parte interior del boquete abierto pedazos de la espada del pez.
    • 1972 Torrente Ballester, G. Saga/Fuga [1995] 660 Esp (CDH )
      También salieron langostinos, quisquillas, gambas al ajillo, centollos y poderosos lubrigantes, choquitos y calamares como frutos colgantes de un pensil, así como bastantes especies de moluscos no comestibles, caracolas enmudecidas y abundantes peces de colores y de esos otros, agresivos, que llevan una sierra en el lomo, una espada en el morro, o cuya cabeza repite la morfología del martillo: entre todos, disciplinados y seguros, iban formando una vistosa alfombra, ornamentada de ramajes laterales, en la que se representaban muy a lo vivo [...].
    • 1985 Morales Pettorino, F. / Quiroz Mejías, Ó. / Peña Álvz, J. J. DiccChilenismos, II Ch (NTLLE)
      espada/ [C] f. fig. Prolongación del maxilar superior de la albacora/ o pez/ espada [...].
    • 1990 Anónimo "Miscelánea" [01-01-1990] Esp (HD)
      Dibujos con siete errores [...] Solución al anterior: 1: Línea de la caña de pescar. 2: Pájaro. 3: Línea de la parte izquierda del último tronco. 4: Punta de la espada del pez [...].
    • 1999 Balcells, I. Tiempo costa p. 212 Ch (BD)
      Una vez, a unas treinta millas mar afuera, don Tito y sus compañeros vieron una gran albacora que se engrifaba, sacaba fuera del agua la espada, el esquilón de la cola (abanico) y el esquilón del espinazo (capacho) para atacar algún bicho que no se veía. Tanto miedo les dio que renunciaron a cazarla.
    • 2003 Prieto, Y. "Marfil Marino" El Puente (Goshen): webelpuente.com EU (CORPES)
      Para pescadores como Eladio fue cada vez más difícil ganarse la vida a través de la pesca. Por esta razón, él y sus compañeros se dedicaron a la artesanía hecha de la espada del pez, la cual es conocida como marfil marino. En esta trabajo manual encontraron una manera de identificarse con el pez, cuyo presencia está ligada a su vida. Además, lo hacen ocupando las espadas que desperdician los barcos industriales.
    • 2008 Cabrera Navarro, D. / García Marín, J. Panamá Esp (CORPES)
      Dos docenas de puestos con casi toda la artesanía panameña imaginable. Molas, grandes conchas de San Blas (muy baratas), espadas de pez espada, trabajos en cuero, orfebrería, máscaras, joyería indígena, sombreros de paja, esculturas en piedra de jabón, otras hechas con semillas vegetales, etc.
  9. 1⟶restricción significado
    s. f. Esgrim. Arma blanca, larga y recta, con cazoleta, sin corte y con una punta que no hiere.
    Sinónimo: baldeo negro
    docs. (1547-2022) 21 ejemplos:
    • 1605 Hidalgo, G. L. Diál entretenimiento [2007] fol. 61r Esp (CDH )

      DON DIEGO:Otro me falta. Pidió prestadas unas espadas negras a un maestro de esgrima cierto galán que no gustaba mucho de ver desnudas las blancas; y como viniese un caballero, y pidiesen al maestro las espadas para jugar un poco, dijo cómo las había llevado prestadas Fulano y no las acababa de volver.

    • 2018 González Balbe, V. "Touché limitaciones" Venceremos (Guantánamo): venceremos.cu Cu (CORPES)
      Estos atletas reconocen el apoyo incansable de la familia en la práctica del deporte de las espadas, los sables y los floretes. Sin embargo, expresaron un cariño y respeto especial por su entrenador, y este a su vez, no pudo contener la emoción.
    • 1605 Hidalgo, G. L. Diál entretenimiento [2007] fol. 61r Esp (CDH )

      DON DIEGO:Otro me falta. Pidió prestadas unas espadas negras a un maestro de esgrima cierto galán que no gustaba mucho de ver desnudas las blancas; y como viniese un caballero, y pidiesen al maestro las espadas para jugar un poco, dijo cómo las había llevado prestadas Fulano y no las acababa de volver.

    • a1613 Juan Bautista Concepción (Juan García López) Penas [1995] Esp (CDH )
      Los que sgrimen con spadas negras, el maestro, que está a la mira, deja jugar las spadas, hacer amagos y tentarse las corazas. Pero al tiempo de darse los porrazos, hacerse descalabraduras, entonces entra en medio, atraviesa su bastón, pone paces y vuelve por el caído. Bien veo en los [254v] padres spirituales es dificultoso de conocer cuándo está apretado el discípulo, cuándo va o está cerca de caer en la tribulación.
    • 1724 Palomino Castro Velasco, A. Parnaso español [1936] Esp (CDH )

      No tuvo menos vanidad en la destreza de la espada negra, a que fué tan aficionado, que en su mismo obrador tenía en un rincón dos espadas de esgrima; blasonando que en teniendo él la espada en la mano, era su cuerpo fantástico, pues nadie se le tocaba. Y habiendo ido a verle un día Don José Arlegui (amigo suyo) con otro aficionado, viendo éste las espadas, tomó una, y comenzó a tentarla y vibrarla; y dijo Antolínez: Parece que V. md. es aficionado; un poquito, dijo el tal [...].

    • 1758 Perinat, J. N. Arte Esgrimir Florete Sable [1758] lám. 4 Esp (BD)
      Para citar en Quarta, es menester estár primero en Tercia, y con un leve movimiento del puño baxar la punta, passarla por debaxo del puño del Enemigo, y apoyarla en Quarta sin forzar en la Espada, batiendo con el pié derecho para descubrir su intento, y cuidando de no entrar en el dentro.
    • 1769 Nifo, F. M. Idea reformar teatro [1994] 207 Esp (CDH )
      Este seminario o escuela de la representación ha de merecer el particular patrocinio del Magistrado, poniendo en él maestros del arte de la declamación, de música, baile y esgrima y, al mismo tiempo, maestros de aquellas artes que necesita el teatro para la decoración de adorno, como sastre para los vestidos, bordador para los sobrepuestos de plata y oro y otros ornatos, maestros de música, baile y esgrima para el airoso manejo de la espada, para las primorosas aptitudes del cuerpo y para llevar diestramente la voz a todas las variaciones del canto.
    • 1824 Anónimo "Palma 13 de marzo" [14-03-1824] Diario Balear (Palma de Mallorca) Esp (HD)
      Un maestro de esgrima académico de Paris recien llegado á esta Isla, desea discípulos para instruir en el manejo de las armas blancas como son florete, sable y espada. Los sugetos que tengan gusto en instruirse en alguna de estas habilidades podrán informarse en las cuatro esquinas de can Salas casa núm. 9.
    • 1840-a1857 López, J. M. Curso político-constitucional [1987] Esp (CDH )
      El mismo señor Flores Estrada ha seguido también en esta cuestión una sentencia media, pareciéndose a los maestros de esgrima, que cruzan su espada de mediación entre las de los combatientes y asegurando que la propiedad que es efecto del trabajo es ciertamente útil y bienhechora, al paso que debe mirarse como nociva y violenta la que se ha conseguido por otro camino, y que frecuentemente se debe al ocio, al vicio y a la corrupción.
    • 1871 Fdz Glz, M. Francisco Estevan [1871] Esp (CDH )
      Cuando el chico tuvo quince años y supo latin, y filosofía, y letras humanas, y matemáticas, y habia hecho ya mas de diez viajes á lo largo de la costa con su padre, y era ya casi un marinero, Pedro salió de su camarote con dos espadas prietas en la una mano y una careta y un coleto en la otra, y dijo á Francisco que estaba en el puente dándole la careta y el coleto de ante, y arrojándole una espada á los piés:

      — Vamos á ver, señor Guapo, cómo aprendemos á despachar limpiamente á un jaque en menos tiempo que tarda en persignarse un cura loco [...].

    • 1873 Pz Galdós, B. 19 marzo y 2 mayo [2002] Esp (CDH )

      Una de nuestras manos es inepta para la escritura, y en los trabajos mecánicos sólo sirve para ayudar a su experta compañera, la derecha. Esta hace todo lo importante; en el piano ejecuta la melodía, en el violín lleva el arco, que es la expresión, en la esgrima maneja la espada, en la náutica el timón, en la pintura el pincel: es la que abofetea en las disputas; la que hace la señal de la cruz en el rezo y la que castiga el pecho en la penitencia.

    • 1886 Sanz, A. Esgrima del sable p. 13 Esgrima del sable y consideraciones sobre el duelo Esp (BD)
      Forzoso es convenir en que si juzgamos por la esgrima que generalmente se practica, tanto en la mayor parte de las salas de armas, como en los asaltos públicos, veremos representados el arte y la elegancia por el florete ó la espada, mientras que los tiradores de sable no nos muestran, salvo honrosísimas pero escasas excepciones, más que el desprecio á los golpes y alardes de fuerza muscular casi siempre injustificados, pero admirados.
    • 1919 Anónimo "Casino español La Habana" [01-07-1919] Unión Ibero-Americana (Madrid) Esp (HD)
      Diez de la noche.— Velada literario-musical y reparto de premios a los alumnos de la sala de esgrima del Casino que resulten vencedores en torneos o asaltos previamente celebrados para las tres armas: florete, sable y espada.
    • 1924 Anónimo "Homenaje maestro Afrodisio" [18-06-1924] El Sol (Madrid) Esp (HD)
      Después, en el salón de sesiones del Ayuntamiento, se sirvió a los invitados una espléndida comida, y más tarde se celebraron varios asaltos a espada, florete y sable entre los afamados esgrimidores ya mencionados.
    • c1940-a1966 Amaya Amador, R. Cuentos [1997] Honduras (CDH )
      Debido a su influencia, ahora se habían aficionado a la esgrima, pues Samuel hacía espadas muy bonitas y para pelear con ellas ninguno le aventajaba, ni los mayores.
    • 1969 Anónimo "Centro Cultural Ejércitos inauguraron pistas esgrima" [10-05-1969] La Vanguardia (Barcelona) Esp (HD)
      Vimos las tres clases de armas, específicas, de la esgrima, que son el sable, la espada y el florete, en sus modalidades deportivas, y dignamente representadas por los buenos esgrimistas, que formándose en este deporte suponen el gran plantel hacia un futuro prometedor, con una fecha ilusionada, la Olimpíada de 1972.
    • 1982 Mora, J. "Accidente Smirnov casualidad" [23-07-1982] El País (Madrid) Esp (HD)
      Las armas -sable, florete y espada-, no pueden herir porque no pinchan y tampoco cortan. La punta está matada con una cabeza aplastada y el filo de la hoja no tiene filo. El control de las armas en un campeonato es exhaustivo y son rechazadas las que, por el uso, puedan presentar aristas
    • 2001 Armas, D. "¿Si te canto canciones amor?" dramaturgiauruguaya.gub.uy Ur (CORPES)
      PACHI- Y en los cañones de la fortaleza del Cerro no pensaste? (tachando.) Revólver no. FIDEL- Y espadas? (ilustra.) Tipo esgrima. Zás, zás, zás... PACHI- (seca.) Espadas tampoco, Zorro.
    • 2011 Pérez Martín, M. "Recitar Calderón florete" El País.com (Madrid) (CORPES)
      Mónica Florensa les enseña a familiarizarse con las ropas propias de las obras en verso en sus clases de arte y vestuario, Juan Polanco les da interpretación e Iñaki Arana les hace diestros en el arte de la espada en sus clases de esgrima. "Un actor de este tipo de obras tiene que saber manejar la espada", explica Arana, que adapta la esgrima deportiva a los requerimientos de la escena.
    • 2018 González Balbe, V. "Touché limitaciones" Venceremos (Guantánamo): venceremos.cu Cu (CORPES)
      Estos atletas reconocen el apoyo incansable de la familia en la práctica del deporte de las espadas, los sables y los floretes. Sin embargo, expresaron un cariño y respeto especial por su entrenador, y este a su vez, no pudo contener la emoción.
    • 1605 Hidalgo, G. L. Diál entretenimiento [2007] fol. 61r Esp (CDH )

      DON DIEGO:Otro me falta. Pidió prestadas unas espadas negras a un maestro de esgrima cierto galán que no gustaba mucho de ver desnudas las blancas; y como viniese un caballero, y pidiesen al maestro las espadas para jugar un poco, dijo cómo las había llevado prestadas Fulano y no las acababa de volver.

    • a1613 Juan Bautista Concepción (Juan García López) Penas [1995] Esp (CDH )
      Los que sgrimen con spadas negras, el maestro, que está a la mira, deja jugar las spadas, hacer amagos y tentarse las corazas. Pero al tiempo de darse los porrazos, hacerse descalabraduras, entonces entra en medio, atraviesa su bastón, pone paces y vuelve por el caído. Bien veo en los [254v] padres spirituales es dificultoso de conocer cuándo está apretado el discípulo, cuándo va o está cerca de caer en la tribulación.
    • 1724 Palomino Castro Velasco, A. Parnaso español [1936] Esp (CDH )

      No tuvo menos vanidad en la destreza de la espada negra, a que fué tan aficionado, que en su mismo obrador tenía en un rincón dos espadas de esgrima; blasonando que en teniendo él la espada en la mano, era su cuerpo fantástico, pues nadie se le tocaba. Y habiendo ido a verle un día Don José Arlegui (amigo suyo) con otro aficionado, viendo éste las espadas, tomó una, y comenzó a tentarla y vibrarla; y dijo Antolínez: Parece que V. md. es aficionado; un poquito, dijo el tal [...].

    • 1758 Perinat, J. N. Arte Esgrimir Florete Sable [1758] lám. 4 Esp (BD)
      Para citar en Quarta, es menester estár primero en Tercia, y con un leve movimiento del puño baxar la punta, passarla por debaxo del puño del Enemigo, y apoyarla en Quarta sin forzar en la Espada, batiendo con el pié derecho para descubrir su intento, y cuidando de no entrar en el dentro.
    • 1769 Nifo, F. M. Idea reformar teatro [1994] 207 Esp (CDH )
      Este seminario o escuela de la representación ha de merecer el particular patrocinio del Magistrado, poniendo en él maestros del arte de la declamación, de música, baile y esgrima y, al mismo tiempo, maestros de aquellas artes que necesita el teatro para la decoración de adorno, como sastre para los vestidos, bordador para los sobrepuestos de plata y oro y otros ornatos, maestros de música, baile y esgrima para el airoso manejo de la espada, para las primorosas aptitudes del cuerpo y para llevar diestramente la voz a todas las variaciones del canto.
    • 1824 Anónimo "Palma 13 de marzo" [14-03-1824] Diario Balear (Palma de Mallorca) Esp (HD)
      Un maestro de esgrima académico de Paris recien llegado á esta Isla, desea discípulos para instruir en el manejo de las armas blancas como son florete, sable y espada. Los sugetos que tengan gusto en instruirse en alguna de estas habilidades podrán informarse en las cuatro esquinas de can Salas casa núm. 9.
    • 1840-a1857 López, J. M. Curso político-constitucional [1987] Esp (CDH )
      El mismo señor Flores Estrada ha seguido también en esta cuestión una sentencia media, pareciéndose a los maestros de esgrima, que cruzan su espada de mediación entre las de los combatientes y asegurando que la propiedad que es efecto del trabajo es ciertamente útil y bienhechora, al paso que debe mirarse como nociva y violenta la que se ha conseguido por otro camino, y que frecuentemente se debe al ocio, al vicio y a la corrupción.
    • 1871 Fdz Glz, M. Francisco Estevan [1871] Esp (CDH )
      Cuando el chico tuvo quince años y supo latin, y filosofía, y letras humanas, y matemáticas, y habia hecho ya mas de diez viajes á lo largo de la costa con su padre, y era ya casi un marinero, Pedro salió de su camarote con dos espadas prietas en la una mano y una careta y un coleto en la otra, y dijo á Francisco que estaba en el puente dándole la careta y el coleto de ante, y arrojándole una espada á los piés:

      — Vamos á ver, señor Guapo, cómo aprendemos á despachar limpiamente á un jaque en menos tiempo que tarda en persignarse un cura loco [...].

    • 1873 Pz Galdós, B. 19 marzo y 2 mayo [2002] Esp (CDH )

      Una de nuestras manos es inepta para la escritura, y en los trabajos mecánicos sólo sirve para ayudar a su experta compañera, la derecha. Esta hace todo lo importante; en el piano ejecuta la melodía, en el violín lleva el arco, que es la expresión, en la esgrima maneja la espada, en la náutica el timón, en la pintura el pincel: es la que abofetea en las disputas; la que hace la señal de la cruz en el rezo y la que castiga el pecho en la penitencia.

    • 1886 Sanz, A. Esgrima del sable p. 13 Esgrima del sable y consideraciones sobre el duelo Esp (BD)
      Forzoso es convenir en que si juzgamos por la esgrima que generalmente se practica, tanto en la mayor parte de las salas de armas, como en los asaltos públicos, veremos representados el arte y la elegancia por el florete ó la espada, mientras que los tiradores de sable no nos muestran, salvo honrosísimas pero escasas excepciones, más que el desprecio á los golpes y alardes de fuerza muscular casi siempre injustificados, pero admirados.
    • 1919 Anónimo "Casino español La Habana" [01-07-1919] Unión Ibero-Americana (Madrid) Esp (HD)
      Diez de la noche.— Velada literario-musical y reparto de premios a los alumnos de la sala de esgrima del Casino que resulten vencedores en torneos o asaltos previamente celebrados para las tres armas: florete, sable y espada.
    • 1924 Anónimo "Homenaje maestro Afrodisio" [18-06-1924] El Sol (Madrid) Esp (HD)
      Después, en el salón de sesiones del Ayuntamiento, se sirvió a los invitados una espléndida comida, y más tarde se celebraron varios asaltos a espada, florete y sable entre los afamados esgrimidores ya mencionados.
    • c1940-a1966 Amaya Amador, R. Cuentos [1997] Honduras (CDH )
      Debido a su influencia, ahora se habían aficionado a la esgrima, pues Samuel hacía espadas muy bonitas y para pelear con ellas ninguno le aventajaba, ni los mayores.
    • 1969 Anónimo "Centro Cultural Ejércitos inauguraron pistas esgrima" [10-05-1969] La Vanguardia (Barcelona) Esp (HD)
      Vimos las tres clases de armas, específicas, de la esgrima, que son el sable, la espada y el florete, en sus modalidades deportivas, y dignamente representadas por los buenos esgrimistas, que formándose en este deporte suponen el gran plantel hacia un futuro prometedor, con una fecha ilusionada, la Olimpíada de 1972.
    • 1982 Mora, J. "Accidente Smirnov casualidad" [23-07-1982] El País (Madrid) Esp (HD)
      Las armas -sable, florete y espada-, no pueden herir porque no pinchan y tampoco cortan. La punta está matada con una cabeza aplastada y el filo de la hoja no tiene filo. El control de las armas en un campeonato es exhaustivo y son rechazadas las que, por el uso, puedan presentar aristas
    • 1986 Lara, L. F. DiccBásicoEspañolMéxico Mx (NTLLE)
      espada [...] Arma que se emplea en el deporte de la esgrima; consta de una hoja de acero sin bordes cortantes y tiene un botón en la punta [...].
    • 2001 Armas, D. "¿Si te canto canciones amor?" dramaturgiauruguaya.gub.uy Ur (CORPES)
      PACHI- Y en los cañones de la fortaleza del Cerro no pensaste? (tachando.) Revólver no. FIDEL- Y espadas? (ilustra.) Tipo esgrima. Zás, zás, zás... PACHI- (seca.) Espadas tampoco, Zorro.
    • 2009 Anónimo "Pentatlón" ABC Digital. Escolar (Asunción) abc.com.py Pa (CORPES)
      Esgrima: El arma que utiliza el pentatleta es la espada. Cada pentatleta debe combatir contra todos los demás competidores en asaltos de tres minutos de duración y a un solo tocado.
    • 2011 Pérez Martín, M. "Recitar Calderón florete" El País.com (Madrid) (CORPES)
      Mónica Florensa les enseña a familiarizarse con las ropas propias de las obras en verso en sus clases de arte y vestuario, Juan Polanco les da interpretación e Iñaki Arana les hace diestros en el arte de la espada en sus clases de esgrima. "Un actor de este tipo de obras tiene que saber manejar la espada", explica Arana, que adapta la esgrima deportiva a los requerimientos de la escena.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] f. Esgr. espada empleada para practicar la esgrima, sin corte y con una punta que no hiere.
    • 2018 González Balbe, V. "Touché limitaciones" Venceremos (Guantánamo): venceremos.cu Cu (CORPES)
      Estos atletas reconocen el apoyo incansable de la familia en la práctica del deporte de las espadas, los sables y los floretes. Sin embargo, expresaron un cariño y respeto especial por su entrenador, y este a su vez, no pudo contener la emoción.
    1. s. Frecuentemente, con los modificadores negra, mulata, prieta o con el complemento de esgrima.
      docs. (1547-2022) 48 ejemplos:
      • 1547 Anónimo Fragmento visita Mendoza Docs HMéxico México (CDH )
        19. Ítem, si saben que Pedro Pacho estando jugando de armas con espadas de esgrima con un Miguel de Toro, guarnicionero, le hirió sin querello hacer; y sobre ello la justicia procedió contra él, y porque le halló sin culpa le dio por libre: digan lo que saben.
      • 2022 Anónimo (SMM) "Origen espadas Señor anillos" [05-10-2022] Marca (Madrid) Esp (HD)
        La empresa española Marto también diseñó la espada de esgrima que utiliza Pierce Brosnan en la película de 'Muere otro día' y esa vez sí fue usada de atrezzo.
      • 1547 Anónimo Fragmento visita Mendoza Docs HMéxico México (CDH )
        19. Ítem, si saben que Pedro Pacho estando jugando de armas con espadas de esgrima con un Miguel de Toro, guarnicionero, le hirió sin querello hacer; y sobre ello la justicia procedió contra él, y porque le halló sin culpa le dio por libre: digan lo que saben.
      • 1605 Hidalgo, G. L. Diál entretenimiento [2007] Esp (CDH )
        Pidió prestadas unas espadas negras a un maestro de esgrima cierto galán que no gustaba mucho de ver desnudas las blancas; y como viniese un caballero, y pidiesen al maestro las espadas para jugar un poco, dijo cómo las había llevado prestadas Fulano y no las acababa de volver. Respondió el caballero: "A fe de hidalgo que si, como son espadas, fueran espaldas, que él las volviera".
      • 1626 Caro, R. Días geniales [1978] Esp (CDH )
        Verdad es que ésta era donde los gladiatores meditaban con espadas negras o palos la esgrima, para que al medio día, que era el tiempo en que el pueblo los veía, estuviesen diestros en su ministerio.
      • 1632 Vega Carpio, F. L. Dorotea [1998] Esp (CDH )

        Y vete en buen hora; que aguardo un amigo para un negocio, y no es justo que te vea; que las damas, y tan hermosas, sólo pueden estar sin sospecha en casa de jueces y de letrados; no en aposentos de mozos, donde sólo hay espadas de esgrima, baúles de vestidos, y instrumentos de música.

      • 1646 Anónimo Estebanillo González [1990] II, 21 Esp (CDH )
        Fuime a amparar de don Carlos de Padilla y de otro capitán de corazas, y estando un día con ellos pensando tener asegurada mi persona llegó el comisario general, y por habérsele quejado el que tocó casco, sin ser jugador de espada negra, me dio media docena de palos tan bien dados que me obligaron a tenerlos hasta hoy en la memoria.
      • 1703 Garau, F. Sabio instruido [2003] Esp (CDH )
        E ahi que quanto a echo Dios asta aora de castigos no a sido mas que jugar la espada negra, y erir con la espada embotada, y embainada: Mas fue el ruido de la baina, que el golpe de los filos, o la punta?
      • 1705 Lantery, R. Memorias [1949] Esp (CDH )
        Y en 11 de Septiembre de dicho año, envié a mi hijo Bernardo, el menor, a Madrid con intento de que se acomodara en esa Corte por paje de algún gran señor, porque tenía brava traza para eso, con ser muy galán, como todos saben, y bravas habilidades para el caso, como es danzar, puntear una vihuela con gran destreza, llevar muy bien una espada negra, buen escribano, muy bien hablado y muy cortesano.
      • 1724 Palomino Castro Velasco, A. Parnaso español [1936] Esp (CDH )
        No tuvo menos vanidad en la destreza de la espada negra, a que fué tan aficionado, que en su mismo obrador tenía en un rincón dos espadas de esgrima; blasonando que en teniendo él la espada en la mano, era su cuerpo fantástico, pues nadie se le tocaba.
      • 1743 Torres Villarroel, D. Vida I-IV [1972] 83 Vida Esp (CDH )
        Mi cuarto más parecía garito de ladrón que aposento de estudiante, porque en él no había más que envoltorios de sogas, espadas de esgrima, martillos, barrenos y estacones.
      • 1847 Estébanez Calderón, S. Escenas andaluzas [1985] 298 Esp (CDH )

        [...] a que con los susodichos pies escribe en el aire y pinta en la misma luz, tirándolos como cosilla perdida hacia los cuatro ángulos de la tierra, trayéndolos empero a su voluntad, como rayos que tiene Undebel*en la mano, a su verdadero centro y asiento debido; a que los juega y esgrime como maestro de espada prieta, que los escarcea y engaratusa, los baraja, vibra y ondea como el escardillo y sus resplandores en la pared; a que los teje y trenza como los bolillos en manos de la encajera [...].

      • 1871 Fdz Glz, M. Francisco Estevan [1871] Esp (CDH )
        Cuando el chico tuvo quince años y supo latin, y filosofía, y letras humanas, y matemáticas, y habia hecho ya mas de diez viajes á lo largo de la costa con su padre, y era ya casi un marinero, Pedro salió de su camarote con dos espadas prietas en la una mano y una careta y un coleto en la otra, y dijo á Francisco que estaba en el puente dándole la careta y el coleto de ante, y arrojándole una espada á los piés:

        — Vamos á ver, señor Guapo, cómo aprendemos á despachar limpiamente á un jaque en menos tiempo que tarda en persignarse un cura loco [...].

      • 1852-1882 Alarcón, P. A. Relatos [1994] Esp (CDH )
        Atienza empuña entonces una larga y negra espada antigua, de ancha cazoleta y extensos gavilanes; cuelga de su canana una pistola de arzón; coge con la mano izquierda la vara de Alcalde, ni más ni menos que haría con su bastón un mariscal de Francia, y, seguido de un brillante Estado Mayor, compuesto del alguacil, del pregonero o peón público y del Infrascrito, que es como, por antonomasia, llama su mujer al fiel de fechos, pasa revista a sus formidables huestes, que le presentan las armas o tiran por alto monteras y sombreros.
      • c1850-1900 Anónimo Relac burlesca 348 Romances Esp (CDH )
        Una vez que me dió gana / de hechar una espada prieta, / me dieron un botonazo / que me quitaron seis muelas. /
      • 2022 Anónimo (SMM) "Origen espadas Señor anillos" [05-10-2022] Marca (Madrid) Esp (HD)
        La empresa española Marto también diseñó la espada de esgrima que utiliza Pierce Brosnan en la película de 'Muere otro día' y esa vez sí fue usada de atrezzo.
      • 1547 Anónimo Fragmento visita Mendoza Docs HMéxico México (CDH )
        19. Ítem, si saben que Pedro Pacho estando jugando de armas con espadas de esgrima con un Miguel de Toro, guarnicionero, le hirió sin querello hacer; y sobre ello la justicia procedió contra él, y porque le halló sin culpa le dio por libre: digan lo que saben.
      • 1591 Percival, R. DSpanEnglLat Esp (NTLLE)
        Espada negra, a foile, Gladius obtusus.
      • 1594 Vega Carpio, F. L. Maestro danzar [1995] Esp (CDH )
        Bien me alegras; / deja las espadas negras, / que ya por vanas recelo / cuando estoy poniendo al cielo / sobre un olimpo mil Flegas.
      • 1602 Vega Carpio, F. L. Rimas [2003] Rimas Esp (CDH )
        Que otras veces amé negar no puedo, / pero entonces Amor tomó conmigo / la espada negra como diestro amigo, / señalando los golpes en el miedo, / mas esta vez que batallando quedo, / blanca la espada y cierto el enemigo, / no os espantéis que llore su castigo, / pues al pasado amor amando excedo.
      • 1605 Hidalgo, G. L. Diál entretenimiento [2007] Esp (CDH )
        Pidió prestadas unas espadas negras a un maestro de esgrima cierto galán que no gustaba mucho de ver desnudas las blancas; y como viniese un caballero, y pidiesen al maestro las espadas para jugar un poco, dijo cómo las había llevado prestadas Fulano y no las acababa de volver. Respondió el caballero: "A fe de hidalgo que si, como son espadas, fueran espaldas, que él las volviera".
      • 1605 Lpz Úbeda, F. Pícara Justina [1977] II, 471 Esp (CDH )
        Mas, pues hablo de esgrima, quiero ahorrar de gracias, porque siempre que nombro esgrima y esgrimidores, se me arrasan los ojos de lágrimas en memoria de un malogrado a quien quise bien, que era la prima de los esgrimidores, tan aficionado al arte, que muchas veces, faltándole con quien esgrimir, a deshora, me pedía que por su gusto tomase yo la espada negra y esgrimiésemos, lo cual yo hacía de buen rejo, porque, como dice el refrán, quien bien quiere, bien obedece.
      • 1611 Tirso de Molina Aquiles [1907] Esp (CDH )
        Lisandr . Para cortar una pica / rebatiendo el bote así. / ¡Oh señoras, rinda aquí / las armas que Marte aplica / á las de vuestra belleza, / (Suelta la espada negra, y vase el Maestro.)pues siempre fué vencedor / desnudo y ciego el amor.
      • c1610-c1612 Juan Bautista Concepción (Juan García López) Exhortaciones Perseverancia [2002] Esp (CDH )
        O en el sgrima la espada negra de donde viene a la blanca, con que le sacan o saca los ojos y pierde lo que jamás imaginó. Líbrenos Dios, por quien él es, de todas las ocasiones.
      • 1602-1613 Vega Carpio, L. Rimas [1993-1994] Esp (CDH )
        Que otras vezes amé negar no puedo, / pero entonces amor tomó conmigo / la espada negra, como diestro amigo, / señalando los golpes en el miedo.
      • c1613 Vélez Guevara, L. Serrana Vera [1967] Esp (CDH )
        G erónimo . ¿Pues no basta / para memoria los toques / que contra negras y blancas / espadas nos dió a los dos / con sola una negra espada? / Su casa pienso que es ésta.
      • 1615 Cervantes Saavedra, M. Rufián viudo [1995] Comedias y entremeses Esp (CDH )
        Sale Trampagos con un capuz de luto, y con él Vademécum, su criado, con dos espadas de esgrima.
      • 1616 Cervantes Saavedra, M. Persiles [1994] Esp (CDH )

        Fue el segundo certamen el de la esgrima: tomó el ganancioso la espada negra, con la cual, a seis que le salieron, cada uno de por sí, les cerró las bocas, mosqueó las narices, les selló los ojos y les santiguó las cabezas, sin que a él le tocasen, como decirse suele, un pelo de la ropa.

      • c1618 Castro, G. Mocedades Cid [1996] Esp (CDH )
        Entrase el PASTOR, y salen el Príncipe DON SANCHO y un MAESTRO DE ARMAS con sendas espadas negras; y tirándole el Príncipe, y tras él, reportándole, DIEGO LAINEZ.
      • a1620 Medicilla, B. E. Obras divinas [1998] fol. 40vº Esp (CDH )
        Agora que con vosotros / tomando la espada negra * / con la ceniza os señala / los golpes en la cabeza. / Aprended estos reparos / que con amor os enseña, / porque al tiempo de su ira / os defendáis de su diestra. /
      • 1621 Vega Carpio, F. L. Filomena [2003] Esp (CDH )

        Quiso la fortuna de Diana, que ya se cansaba de tantos accidentes, que sobre pasar los coches o llegar a la puerta se descomidiese un criado con el Duque; y como los que le acompañaban se embarazasen, como cortesanos nuevos, Diana, que por donaire solía tomar las espadas negras —con que se entretenían Otavio, su hermano y Celio— con las doncellas de su casa, quitando airosamente el estribo, antes que se afirmasen le dio una gentil cuchillada.

      • c1624 Tirso de Molina Venganza Tamar [1969] Esp (CDH )
        amón Dadme pues la negra espada; / aunque, pues se queda en blanco / mi nunca verde esperanza, / mejor que la espada negra / pudiera jugar la blanca.
      • c1624 Tirso de Molina Venganza Tamar [1969] Esp (CDH )
        Juega con la espada negra / en paz quien la guerra estima, / engañando con la esgrima / las armas con que se alegra. /
      • 1626 Caro, R. Días geniales [1978] Esp (CDH )
        Verdad es que ésta era donde los gladiatores meditaban con espadas negras o palos la esgrima, para que al medio día, que era el tiempo en que el pueblo los veía, estuviesen diestros en su ministerio.
      • c1619-1626 Quevedo Villegas, F. Premática dádivas mujeres [1993] Esp (CDH )

        Nariz grande, entrelarga y puntiaguda, vale lo mismo que una alquitara; y a las que las tuvieren con arzones y caballetes, mandamos que las envainen para besar a sus galanes, porque no los ahoguen; y si son demasiado puntiagudas, las pongan zapatillas como a espada de esgrima.

      • 1627 Correas, G. VocRefranes [1967] Esp (CDH )

        Medir la espada kon otro.

        Por: aver brega kon él, o tentarse la destreza kon espada negra o blanka. Alabando a uno de diestro, dizen: «Puede medir la espada kon el más pintado».
      • 1626-1630 Tirso de Molina Huerta Juan Fdz [1982] 134 Esp (CDH )
        Déle el gusto puerta franca; / quiera bien, que eso me alegra; / ensaye en la espada negra / tretas que logre en la blanca; * / que pues que el conde te cobra / voluntad, y aquí ha venido / a título de marido / de Laura, bástate y sobra / que al principio del camino / vida a tu esperanza des. /
      • 1592-a1631 Argensola, B. L. Rimas [1951] 103 Esp (CDH )
        Para esto harás que siempre comuniquen / con tales hombres que seguramente / a imitar sus costumbres se dediquen. / I porque hay enemigos en Oriente, / i en Africa los hay, i el siglo nuestro / acá produze ocasionada gente, / tomen espadas negras, i algún diestro / a enseñarles con modo a herir comienze / (sólo en aquella facultad maestro). /
      • 1631 Robles, J. Culto sevillano [1992] 219 Esp (CDH )

        [...] i la segunda haver hecho oraciones graves en voz viva i obras señaladas por escrito, para el crédito bastante de su Magisterio, i no ser como Maestro de esgrima, que está todo el día cansándose en sus ángulos i líneas, metiendo pie i sacando pie, con sus uñas abaxo i uñas arriba, praticando todo con espada negra, i sin haver jamás desenvainado la blanca ni visto el azero della.

      • 1632 Vega Carpio, F. L. Dorotea [1998] Esp (CDH )

        JULIO¿Pues no lo ves? Comienza. ¿Qué has hecho?

        FERNANDODerribélas todas, por no ponerme a peligro de perder la dama. Muestra las espadas negras.

        JULIOQuitaréles el polvo de nuestra ausencia.

      • 1632 Vega Carpio, F. L. Dorotea [1998] Esp (CDH )

        Y vete en buen hora; que aguardo un amigo para un negocio, y no es justo que te vea; que las damas, y tan hermosas, sólo pueden estar sin sospecha en casa de jueces y de letrados; no en aposentos de mozos, donde sólo hay espadas de esgrima, baúles de vestidos, y instrumentos de música.

      • 1640 Pellicer Ossau Salas Tovar, J. Avisos 1640 [2002] Avisos Esp (CDH )
        El Primogénito i Sucesor del Señor Conde de Orgaz, dicen que jugando la Espada negra con su Ayo le dio vn Cintaraço de que se sintió el Ayo, si bien disimuló por entonces, pero que, estando durmiendo, entró a escuras por su aposento i le tiró dos puñaladas.
      • 1641 Vélez Guevara, L. Diablo [1999] Esp (CDH )
        Había dejado en esta ocasión la espada negra un mozo de Montilla, bravo aporreador, quedando en el puesto otro de Los Pedroches, no menos bizarro campeón, y arrojándose entre otros que la fueron a tomar muy apriesa, don Cleofás la levantó primero que todos, admirando la resolución de el forastero, que en el ademán les pareció castellano, y dando a su camarada la capa y la espada como es costumbre, puso bizarramente las plantas en la palestra.
      • 1641 Vélez Guevara, L. Diablo [1999] 67 Esp (CDH )
        En esto, el maestro, con el montante, barriendo los pies a los mirones, abrió la rueda, dando aplauso a la pendencia vellorí (pues se hacía con espadas mulatas); y partiendo el andaluz y el estudiante castellano uno para otro airosamente, corrieron una ida y venida sin tocarse al pelo de la ropa, y a la segunda, don Cleofás, que tenía algunas revelaciones de Carranza, por el cuarto círculo le dio al andaluz con la zapatilla un golpe de pechos, y él, metiendo el brazal, a un tajo a don Cleofás en la cabeza, sobre la guarnición de la espada; y convirtiendo don Cleofás el reparo en revés con un movimiento accidental, dio tan grande tamborilada al contrario, que sonó como si la hubiera dado en la tumba de los Castillas.
      • 1607-1645 Duque Estrada, D. Comentarios desengañado [1982] 261 Esp (CDH )
        Yo, habiendo soltado la espada negra y tomado la mía, le dije que si quería esquitarse * que viniese a campaña con la blanca.
      • 1597-1645 Quevedo Villegas, F. Poesías [1969-1971] II, 469 Esp (CDH )
        Pídeme unas zapatillas, / y en eso anduvo discreta: / que, por ser hombre que esgrimo, / las tengo en espadas negras.
      • 1597-1645 Quevedo Villegas, F. Poesías [1969-1971] Esp (CDH )
        Hechas espadas de esgrima / se vinieron todas tres * / en zapatillas a darle / una de puño a mi argén.
      • 1646 Anónimo Estebanillo González [1990] II, 21 Esp (CDH )
        Fuime a amparar de don Carlos de Padilla y de otro capitán de corazas, y estando un día con ellos pensando tener asegurada mi persona llegó el comisario general, y por habérsele quejado el que tocó casco, sin ser jugador de espada negra, me dio media docena de palos tan bien dados que me obligaron a tenerlos hasta hoy en la memoria.
      • 1630-1655 Polo Medina, S. J. Poesía [1987] 203 Esp (CDH )
        También en esta paz serás guerrero, / y estudiando los golpes del acero / en el acero de la negra espada / ensayará, científico, el coraje, / y burlarás la cólera que incita, / en nuestro Anfriso doctamente escrita, / al obrar imperioso de su brazo / culta ciencia extremada / en Fuster y Narváez estudiada. /
      • 1660 Zabaleta, J. Día fiesta tarde [1983] 393 Esp (CDH )
        Lo que culpo en las academias es la mala elección de los asuntos. Debiéranse desterrar totalmente los amatorios. No los pretendo tan severos como si los repartiera Catón. * Quiérolos festivos, pero quiérolos honestos. Ellos son la espada negra * del entendimiento que le habilita para cosas de grande importancia. Mas nadie me negará que fuera locura grande tomar espada negra, que cortase, por la empuñadura.
      • 1663 Santos, F. Día Madrid [1992] 140 Esp (CDH )
        Y así no hay alguno que no sepa sacar la espada en viendo la ocasión, y se ve muy de ordinario en juegos públicos mozos oficiales de este lugar jugar con tal aire y destreza que puede la admiración usar sus extremos, como lo hace, cuando cosas grandes son el principal motivo, y no me negarás que el que sabe jugar la espada negra sabrá sacar la blanca y plantarse con aire y defenderse con brío.
      • 1703 Garau, F. Sabio instruido [2003] Esp (CDH )
        E ahi que quanto a echo Dios asta aora de castigos no a sido mas que jugar la espada negra, y erir con la espada embotada, y embainada: Mas fue el ruido de la baina, que el golpe de los filos, o la punta?
      • 1705 Lantery, R. Memorias [1949] Esp (CDH )
        Y en 11 de Septiembre de dicho año, envié a mi hijo Bernardo, el menor, a Madrid con intento de que se acomodara en esa Corte por paje de algún gran señor, porque tenía brava traza para eso, con ser muy galán, como todos saben, y bravas habilidades para el caso, como es danzar, puntear una vihuela con gran destreza, llevar muy bien una espada negra, buen escribano, muy bien hablado y muy cortesano.
      • 1724 Palomino Castro Velasco, A. Parnaso español [1936] Esp (CDH )
        No tuvo menos vanidad en la destreza de la espada negra, a que fué tan aficionado, que en su mismo obrador tenía en un rincón dos espadas de esgrima; blasonando que en teniendo él la espada en la mano, era su cuerpo fantástico, pues nadie se le tocaba.
      • 1732 RAE DiccAutoridades (NTLLE)
        ESPADA NEGRA Ú DE ESGRIMA. Se llama la que es de hierro sin lustre ni corte, y con un botón en la punta, que sirve para el juego de la esgrima [...].
      • 1743 Torres Villarroel, D. Vida I-IV [1972] 83 Vida Esp (CDH )
        Mi cuarto más parecía garito de ladrón que aposento de estudiante, porque en él no había más que envoltorios de sogas, espadas de esgrima, martillos, barrenos y estacones.
      • 1847 Estébanez Calderón, S. Escenas andaluzas [1985] Esp (CDH )
        Cierto día nuestro héroe asistió con gran parte de la nobleza y juventud sevillana, que siempre lo admitía en su círculo, a un palenque de armas, en donde así se hacía alarde de la destreza del sutil florete, como del irresistible poder de la espada negra.
      • 1847 Estébanez Calderón, S. Escenas andaluzas [1985] 298 Esp (CDH )

        [...] a que con los susodichos pies escribe en el aire y pinta en la misma luz, tirándolos como cosilla perdida hacia los cuatro ángulos de la tierra, trayéndolos empero a su voluntad, como rayos que tiene Undebel*en la mano, a su verdadero centro y asiento debido; a que los juega y esgrime como maestro de espada prieta, que los escarcea y engaratusa, los baraja, vibra y ondea como el escardillo y sus resplandores en la pared; a que los teje y trenza como los bolillos en manos de la encajera [...].

      • 1871 Fdz Glz, M. Francisco Estevan [1871] Esp (CDH )
        Cuando el chico tuvo quince años y supo latin, y filosofía, y letras humanas, y matemáticas, y habia hecho ya mas de diez viajes á lo largo de la costa con su padre, y era ya casi un marinero, Pedro salió de su camarote con dos espadas prietas en la una mano y una careta y un coleto en la otra, y dijo á Francisco que estaba en el puente dándole la careta y el coleto de ante, y arrojándole una espada á los piés:

        — Vamos á ver, señor Guapo, cómo aprendemos á despachar limpiamente á un jaque en menos tiempo que tarda en persignarse un cura loco [...].

      • 1852-1882 Alarcón, P. A. Relatos [1994] Esp (CDH )
        Atienza empuña entonces una larga y negra espada antigua, de ancha cazoleta y extensos gavilanes; cuelga de su canana una pistola de arzón; coge con la mano izquierda la vara de Alcalde, ni más ni menos que haría con su bastón un mariscal de Francia, y, seguido de un brillante Estado Mayor, compuesto del alguacil, del pregonero o peón público y del Infrascrito, que es como, por antonomasia, llama su mujer al fiel de fechos, pasa revista a sus formidables huestes, que le presentan las armas o tiran por alto monteras y sombreros.
      • c1850-1900 Anónimo Relac burlesca 348 Romances Esp (CDH )
        Una vez que me dió gana / de hechar una espada prieta, / me dieron un botonazo / que me quitaron seis muelas. /
      • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
        espada [...] ~ negra. f. En el juego de la esgrima, la de hierro, sin lustre ni corte, con un botón en la punta.
      • 2014 RAE DLE (NTLLE)
        espada [...] espada negra. f. Esgr. espada de esgrima usada antiguamente, de hierro, sin lustre y con un botón en la punta.
      • 2022 Anónimo (SMM) "Origen espadas Señor anillos" [05-10-2022] Marca (Madrid) Esp (HD)
        La empresa española Marto también diseñó la espada de esgrima que utiliza Pierce Brosnan en la película de 'Muere otro día' y esa vez sí fue usada de atrezzo.
  10. 1⟶metáfora
    s. f. Instrumento de una sola pieza de madera, formado por un mango y una hoja ancha con filo biselado y sin punta, que sirve para despojar la hebra del lino o del cáñamo de cáscara o broza.
    docs. (1549-2003) 9 ejemplos:
    • c1549 Núñez, H. Refranes romance [2001] Esp (CDH )

      Em março quema avella o maço, em abril o espadil.

      El portogués. Espadil, quiere dezir el espada con que limpian el lino.

    • 2003 Gómez Pellón, E. Hilanderas tejedores p. 78 Esp (BD)
      La espadadura es una paso más para conseguir que los restos de la parte leñosa terminen de disgregarse y desprenderse y que las fibras se separen. Para llevarla a cabo se necesitan dos utensilios: la espada o espadilla y la gramilla. La espadilla es una especie de espada de madera, de hoja ancha, sin punta, con uno de los bordes biselado, de un grosor de uno o uno y medio centímetros, y que forma parte de una misma pieza de madera con la empuñadura, que tiene un ancho te [sic] tres o cuatro centímetros, y un poco más de grosor que la hoja.
    • c1549 Núñez, H. Refranes romance [2001] Esp (CDH )

      Em março quema avella o maço, em abril o espadil.

      El portogués. Espadil, quiere dezir el espada con que limpian el lino.

    • 1535-1557 Fdz Oviedo, G. HGral Indias [1992] Esp (CDH )

      Es a manera de oso en el pelo, e tienen corta la cola, e aquélla tiene pelos encima e debajo della, e no a los lados de la misma cola; e parescen mucho a los osos de España, excepto en la cabeza, porque tienen el hocico muy más largo; pero pequeña boca, e un agujero, por do sacan la lengua, tan grande como una espada de espadar lino, e cuasi de aquella hechura.

    • 1778 Suárez, M. G. Trad Memorias instructivas, I p. 248 Esp (BD)
      La espada es una especie de pala ó paleta hecha de tabla delgada, que debe tener á lo menos de siete á ocho pulgadas de ancho, porque si fuese mas angosta, podría tal vez suceder que al sacudir el lino con el filo, se enroscase al rededor de ella. Tambien es muy del caso que este utensilio esté bien acepillado, y sin esquina alguna, porque de lo contrario podría romper el lino.
    • 1857 Anónimo Catálogo Exposición agricultura p. 482 Esp (BD)
      OVIEDO Nombre de los objetos [...] Espada para el lino. Espadera. Pila para el lino [...] PONTEVEDRA [...] Una maza para preparar el lino. Una espada y un espadador para pulir el lino [...].
    • 1881 Monlau. J. / Monlau, P. F. Dicc etimológico lengua castellana (2.ª ed.) - Esp (BD)
      FARACHAR. Solo como mera conjetura indica la d, del á, chafra, espada, cuchillo, de donde chafara, chafarar, y por trasposicion farachar, quebrantar con espada ó espadilla el lino ó cáñamo.
    • 1900 Escudero Lacussant, G. "Pequeñas industrias" [23-08-1900] La Región Soriana (Soria) Esp (HD)
      II Agramados [...] Como operación suplementaria de la anterior es el espaldillado. Puesto que aun cuando se haya agramado la planta conserva siempre adherida una buena parte de corteza, el obrero tiene que volver á tomar la fibra, colocarla sobre las muescas y golpearla de nuevo con el instrumento conocido por espada ó espadilla, que es una pieza de madera bien resistente que tiene un mando al que se une un disco de madera. Por esta operación, la fibra queda bastante limpia, pero no lo bastante por lo que exige practicar el peinado ó rastrillado.
    • 1955 Martínez Cachero, J. M. "Índice voces bables" p. 125 Diarios, III Esp (BD)
      Espadar.— Macerar y quebrantar el lino en un aparato especial, despojándole por medio de una espada o espadilla del tamo o pelusa que lo envuelve, llamado poxa.
    • 1992 Andolz, R. DiccAragonés Esp (NTLLE)
      Espada [...] (bor) = Sable ancho de madera de carrasca para peinar las mañas o manojos de cáñamo ya agramado.
    • 2003 Gómez Pellón, E. Hilanderas tejedores p. 78 Esp (BD)
      La espadadura es una paso más para conseguir que los restos de la parte leñosa terminen de disgregarse y desprenderse y que las fibras se separen. Para llevarla a cabo se necesitan dos utensilios: la espada o espadilla y la gramilla. La espadilla es una especie de espada de madera, de hoja ancha, sin punta, con uno de los bordes biselado, de un grosor de uno o uno y medio centímetros, y que forma parte de una misma pieza de madera con la empuñadura, que tiene un ancho te [sic] tres o cuatro centímetros, y un poco más de grosor que la hoja.
  11. 1⟶metonimia
    s. m. y f. Persona diestra en el manejo de la espada.
    Sinónimo: espadachín
    docs. (1580-2014) 17 ejemplos:
    • 1575-1580 Anónimo Relaciones hist-geogr-estadíst España: Toledo [1951-1963] II, 457 Esp (CDH )
      Pablo de Meneses, capitan general en el Peru, de mucho valor y que persevero siempre en el servicio de Su Magestad y que fue gratificado en un principal repartimiento que valia veinte mil pesos de oro de renta. El capitan Juan Gaitan, valiente hombre animoso e de quien se dixo espada de Juan Gaitan. Don Pedro de Meneses y Padilla comendador de la encomienda de Biedma, de la orden de Santiago, capitan antiguo y maestre de campo que es al presente del tercio de Napoles, persona de mucho valor y venturoso en la guerra.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] Persona diestra en el manejo de la espada [...].
    • 1575-1580 Anónimo Relaciones hist-geogr-estadíst España: Toledo [1951-1963] II, 457 Esp (CDH )
      Pablo de Meneses, capitan general en el Peru, de mucho valor y que persevero siempre en el servicio de Su Magestad y que fue gratificado en un principal repartimiento que valia veinte mil pesos de oro de renta. El capitan Juan Gaitan, valiente hombre animoso e de quien se dixo espada de Juan Gaitan. Don Pedro de Meneses y Padilla comendador de la encomienda de Biedma, de la orden de Santiago, capitan antiguo y maestre de campo que es al presente del tercio de Napoles, persona de mucho valor y venturoso en la guerra.
    • 1602-1604 Vega Carpio, F. L. Hermosura Angélica [2002] 636 Esp (CDH )
      Mira entre mil hazañas la victoria, / en que quitó de Rodamonte fiero, / más que el cetro de Sarza, aquella gloria / del africano Argel y el reino ibero; / de Doralice la amorosa historia, / que fue tu madre, y fue mi amor primero; / mira gallardo Cardiloro, y mira / que siempre el noble a su principio aspira. / »Yo soy tu padre Mandricardo en sombra, / aquel terror de la nación cruzada; / vuelve en tu acuerdo, y mira que te nombra / África sucesor de aquella espada; / ¿un tierno amor tu duro pecho asombra, / y una mujer de un bárbaro forzada? / ¿Qué sangre te di yo?, ¿qué pecho altivo?, / ¿ansí mis huesos muertos honras vivo? /
    • 1600-1604 Anónimo Romances Romancero general Esp (CDH )
      ¡Cuán desdichado fué el dia / Que yo salí de Granada / A socorrer á Galera; / Que nunca en Galera entrara! / ¡Ay de mí, que mejor fuera / No estar con el Rey en gracia, / Que ver morir en mis brazos / Tal amigo y tal espada! /
    • 1619 Salas Barbadillo, A. J. Caballero puntual, II Esp (CDH )

      — Córdoba, que habiendo sido feliz madre de valientes plumas y espadas, con las unas su fama ha volado á lo más alto del cielo, y con las otras se ha hecho lugar por toda la tierra, es la patria de los industriosos años de la residenciada. Su estado, de gente noble, alcanzó en sangre lustre suficiente, que acompañado de la mediana riqueza que posee, de nadie debe ser despreciado, ni despreciador, porque puesto en medio de los dos extremos, puede admitir á los menores, y cabe al lado de los más altos.

    • 1787 Terreros Pando, E. DiccCastVocesCienciasArtes (NTLLE)
      ESPADA, se toma por el que la ciñe, y maneja, V. El célebre Narvaez fue una valiente espada.
    • 1791 RAE DRAE 3.ª ed. (NTLLE)
      ESPADA [...] El que es diestro en su manejo; y así se dice buena ESPADA, excelente ESPADA.
    • 1835 Larra, M. J. Traducción Don Juan de Austria, Delavigne [2002] Esp (CDH )
      Se las repetiré en su cara, aunque haya de habérmelas con el primer grande de la monarquía, con la mejor espada de Castilla; aunque hubiera de ponerle la mano encima en medio de la corte, en el alcázar de Toledo, tendré con él una explicación.
    • 1845 Guevara, T. HCuricó [2003] Chile (CDH )

      Se tenía noticia en Lurín, por un expreso peruano que fue a dar al campamento de la fuerza chilena, de que venía desde Cañete con dirección a Lima un regimiento de caballería llamado «Cazadores del Rimac», con un efectivo de 333 plazas. Lo mandaba el viejo coronel don Pedro José Sevilla, esperanza del ejército peruano y valiente espada de las batallas de Casma e Ingaví.

    • 1853 [Gaspar y Roig] DiccEnciclLengEsp, I (NTLLE)
      ESPADA [...] Art. y Of.: en Esgrima, el que es diestro en su manejo; y asi se dice: buena espada, escelente espada.
    • 1851-1855 Mármol, J. Amalia [2000] Argentina (CDH )
      — El comandante Cuitiño es nuestra mejor espada —dijo Garrigós.

      — Así se lo digo todos los días a Peña para que aprenda —dijo doña Simona González Peña, una de las más entusiastas federales, y que ostentaba, más que su entusiasmo, unas hermosas barbas negras.

    • 1963 Torrente Ballester, G. Don Juan [1963] Esp (CDH )

      Las manos en alto, el caballero bien vestido se interpuso.

      — Vamos a ver si esto tiene arreglo. El Comendador ha sido ofendido doblemente y tiene de su parte la razón. Pero todos sabemos que es la mejor espada de Sevilla. Le va a matar a usted, don Juan, y seráuna pena que muera tan joven, aunque convengo en que su impertinencia merece, al menos, una paliza.

    • 1989 Prensa ABC, 04/09/1989 [1989] Esp (CDH )
      Richard anduvo valentísimo durante toda la tarde, bullidor y profesional, entendiendo bien al buen toro de Los Bayones, al que pudo cortar la oreja si no llega a alargar demasiado la faena, dando lugar al percance y a los pinchazos que impidieron redondearla, no así a las fuertes ovaciones que escuchó el valiente espada galo, que volvió a mostrarse muy dispuesto con su segundo toro, que embestía con la cara a media altura.
    • 1995 Prensa El Mundo, 30/09/1995 [1996] Esp (CDH )

      En 1948, el heredero de Barrymore y de Valentino por excelencia, Errol Flynn, desenvainó el acero español en El burlador de Castilla, de Vincent Sherman.

      De 1950 es aquella que vi en mi infancia con Antonio Vilar, el galán portugués que conoció largo éxito en nuestro cine. El y Enrique Guitart (Mejía) se disputaban el honor de ser «la mejor espada de Sevilla». Las chicas eran Annabella y María Rosa Salgado. A mi fijación «zorrillesca»le chocaba que el seductor muriese en un carro...

    • 2000 Vargas Llosa, M. Fiesta Chivo [2000] 44 Perú (CDH )
      Los Estrella Sadhalá organizaron la fiesta para celebrar la graduación de Amadito como espada de honor —¡el primero en una promoción de treinta y cinco oficiales!— a la que asistieron sus once tías abuelas maternas, y, años más tarde, también, lo que el joven teniente creyó sería la mejor noticia que recibiría jamás: la admisión de su solicitud para ingresar a la unidad más prestigiosa de las Fuerzas Armadas: los ayudantes militares, encargados de la custodia personal del Generalísimo.
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      espada [...] Persona diestra en su manejo [...].
    • 2013 Anónimo "Susurros intrigas Parque Amor" Caretas (Lima): caretas.pe Pe (CORPES)
      Fue entonces cuando el nuevo Director de la Policía lo relevó del cargo. Su puesto fue ocupado por el general PNP José Céspedes, con el que Hananel tenía una singular disputa: ambos eran espada de honor de sus respectivas promociones. Céspedes era Código 2 (ex PIP) y Hananel Código 1 (ex Guardia Civil). Hananel reemplazó en el puesto al general Carlos Morán, quien fue promovido a la Jefatura de Estado Mayor, luego de estar en el huesero por un par de años debido al propio Villafuerte, lo cual demostraría que el asesor no sería ahora tan fuerte en Córpac como dicen.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] Persona diestra en el manejo de la espada [...].
    1. s. Frecuentemente, con los modificadores buen, buena, primer y primera.
      docs. (1584-1987) 14 ejemplos:
      • c1553-a1584 Cieza León, P. Guerras civiles peruanas [1985] Esp (CDH )
        «¡Oh, mis compañeros e amigos tan leales! Bien creo que ninguno de vosotros ignora ni le son ocultos los grandes méritos, valor e liberalidad del adelantado don Diego de Almagro, mi padre, e que fue la primera espada que domó la multitud e ferocidad de los bárbaros que hay en estas regiones, y en las que se extienden hasta el Maulense río, e a muchos dellos puso debajo del yugo español e servicio real, y fue un escalón por donde subieron los Pizarros, en premio de lo cual con gran crueldad le fue quitada la vida.
      • 1987 Vicent, M. Balada Caín [1993] 91 Esp (CDH )
        Yo llevaba la cabeza llena de gloria al comprobar que todos los pasajeros me miraban. Unos directamente a la cara con ojos pasmados, otros con un esguince furtivo por la pata de gallo. Me miraban como se hace con los artistas, no con los asesinos. ¿Es usted Caín, ese chico que está en los carteles? Soy Caín, hijo de Adán el llorón y de Eva la sultana. ¿Es usted Caín, el primer espada de la historia? Soy Caín, el que echó un pulso con Jehová con los codos puestos en el ara del sacrificio. Voy a una fiesta a conmemorar un asesinato con los amigos.
      • c1553-a1584 Cieza León, P. Guerras civiles peruanas [1985] Esp (CDH )
        «¡Oh, mis compañeros e amigos tan leales! Bien creo que ninguno de vosotros ignora ni le son ocultos los grandes méritos, valor e liberalidad del adelantado don Diego de Almagro, mi padre, e que fue la primera espada que domó la multitud e ferocidad de los bárbaros que hay en estas regiones, y en las que se extienden hasta el Maulense río, e a muchos dellos puso debajo del yugo español e servicio real, y fue un escalón por donde subieron los Pizarros, en premio de lo cual con gran crueldad le fue quitada la vida.
      • 1598 Vega Carpio, F. L. Dragontea [1935] Esp (CDH )
        Contaban los señores del armada, / Capitanes, alféreces, sargentos, / Cual era buen consejo, y buena espada, / Estando todos al suceso atentos. / Dijeron que esforzaban la jornada / Entre sus militares parlamentos, / Don Tomás de Basbile con su hermano / Coronel y soldado veterano.
      • 1604 Jiménez Patón, B. Elocuencia española [1604] Esp (CDH )

        A esta causa se reduce la instrumental, y es cuando el instrumento se toma por la obra que con él se hace, y aun a veces por la causa que le gobierna, y así decimos "buen pincel", para decir buena pintura, o pintor; "buena pluma"es decir buena letra, o buen escribano; "buena espada"es gran destreza, o gran diestro; "buena mano"(como ésta, según Galeno, es instrumento de instrumento) se toma por cualquier obra que con ella se hace, y es decir buen escribano, buen pintor, buen escultor, buen platero, & c.

      • 1634 Vega Carpio, L. Gatomaquia [1982] 139 Esp (CDH )
        [...] y le quité una oreja a Boquifleto, / gato de un albañir de Salobreña; / la cola en Fuentidueña / quité de un estirón a Lameplatos, / mesonero de gatos; / sin otras cuchilladas que he tenido, / y la que di a Garrido, / que del Corral de los Naranjos era / por la espada primera, / único gaticida. /
      • 1607-1645 Duque Estrada, D. Comentarios desengañado [1982] Esp (CDH )

        Entre los cuales caballeros mi mayor amigo fue con Don Beltrán de Castro, hermano de mi maestre de campo, de hábito de Calatrava, mozo muy galán, alentado y aun travieso; y con sus camaradas, que eran el capitán Don Luis de Cañas, a quien llamamos Milor, por ser el mozo más alto, membrado y fuerte de nuestra nación, muy valiente y muy buen poeta y discursista; Don Luis de Ribera, Don Sebastián de Urbieta, Don Francisco de Ribera, Pedro Arias, mozo muy hermoso y valiente; Alonso del Oro, *de las buenas espadas de la nación, y el alférez Don Cid de Peralta, que lo fue mío, y en aquella sazón ya capitán.

      • 1732 RAE DiccAutoridades (NTLLE)
        Es una buen espáda, ó Es la primera ó la mejor espáda. Phrase que se dice del que es mui diestro, y está reputado por el mas aventajado en el manéjo de ella, y á quien todos rinden párias en su exercicio.
      • 1862 Villamartín, F. Nociones arte militar [1989] Esp (CDH )
        Cumplido caballero, valiente hasta el heroísmo, leal, noble de cuna y de corazón, rico, espléndido, gallardo, buena lanza y buena espada, era el tipo de los antiguos guerreros. En el asalto de Montefrío fue el primero que subió; en la guerra de Portugal, donde hizo su aprendizaje, y en la de Granada, se había batido con frío arrojo, que tal era el fondo de su carácter. Pero además de estas condiciones del guerrero de la Edad Media, reunía otras que le hacían hombre de salón y profundo político.
      • 1871 Fdz Glz, M. Francisco Estevan [1871] 15 Esp (CDH )

        Bien, muy bien, hijo mio; eres la primera espada de Cartagena, la primera de España... ¡Báh! ¡báh! eso es poco, la primera del mundo.

        Y abrazó llorando de alegría á su hijo.

      • 1884-1885 Clarín Regenta [1990] Esp (CDH )
        Una hora después en el comedor del Casino que ocupaba una crujía del segundo piso, no lejos de la sala de juego, se sentaban a la mesa presidida por don Pompeyo Guimarán, don Álvaro Mesía, enfrente del protagonista, y en agradable confusión después, sin pensar en preferencias de sitio, Paco Vegallana, Orgaz padre e hijo, don Frutos Redondo (que acudía a todas las cenas fuesen del partido religioso o político que fuesen), el capitán Bedoya, el coronel Fulgosio, desterrado por republicano, famoso por sus malas pulgas y buena espada, un tal Juanito Reseco, que escribía en los periódicos de Madrid y venía a Vetusta, su patria, a darse tono de vez en cuando, y además un banquero y varios jóvenes de la bolsa de Mesía, trasnochadores abonados del Casino.
      • 1911 Pz Galdós, B. Primera República [2002] Esp (CDH )
        Cosa no vista. Pues digo... el recibimiento que hicimos al General Contreras, un día después, también fue bien sonado de palmas, vitoreos y ¡aquí está el hombre! Para mí que este Contreras es la primera espada de España y el primer ojo militar que tenemos.
      • 1961 Sábato, E. Héroes [1986] 351 Argentina (CDH )
        Piensa Pedernera: «Ahí marcha hacia la muerte el general Juan Galo de Lavalle, descendiente de Hernán Cortés y de Don Pelayo, el hombre a quien San Martín llamó el primer espada del Ejército Libertador, el hombre que llevando la mano a la empuñadura de su sable impuso silencio a Bolívar». /
      • 1987 Vicent, M. Balada Caín [1993] 91 Esp (CDH )
        Yo llevaba la cabeza llena de gloria al comprobar que todos los pasajeros me miraban. Unos directamente a la cara con ojos pasmados, otros con un esguince furtivo por la pata de gallo. Me miraban como se hace con los artistas, no con los asesinos. ¿Es usted Caín, ese chico que está en los carteles? Soy Caín, hijo de Adán el llorón y de Eva la sultana. ¿Es usted Caín, el primer espada de la historia? Soy Caín, el que echó un pulso con Jehová con los codos puestos en el ara del sacrificio. Voy a una fiesta a conmemorar un asesinato con los amigos.
      • c1553-a1584 Cieza León, P. Guerras civiles peruanas [1985] Esp (CDH )
        «¡Oh, mis compañeros e amigos tan leales! Bien creo que ninguno de vosotros ignora ni le son ocultos los grandes méritos, valor e liberalidad del adelantado don Diego de Almagro, mi padre, e que fue la primera espada que domó la multitud e ferocidad de los bárbaros que hay en estas regiones, y en las que se extienden hasta el Maulense río, e a muchos dellos puso debajo del yugo español e servicio real, y fue un escalón por donde subieron los Pizarros, en premio de lo cual con gran crueldad le fue quitada la vida.
      • 1598 Vega Carpio, F. L. Dragontea [1935] Esp (CDH )
        Contaban los señores del armada, / Capitanes, alféreces, sargentos, / Cual era buen consejo, y buena espada, / Estando todos al suceso atentos. / Dijeron que esforzaban la jornada / Entre sus militares parlamentos, / Don Tomás de Basbile con su hermano / Coronel y soldado veterano.
      • 1604 Jiménez Patón, B. Elocuencia española [1604] Esp (CDH )

        A esta causa se reduce la instrumental, y es cuando el instrumento se toma por la obra que con él se hace, y aun a veces por la causa que le gobierna, y así decimos "buen pincel", para decir buena pintura, o pintor; "buena pluma"es decir buena letra, o buen escribano; "buena espada"es gran destreza, o gran diestro; "buena mano"(como ésta, según Galeno, es instrumento de instrumento) se toma por cualquier obra que con ella se hace, y es decir buen escribano, buen pintor, buen escultor, buen platero, & c.

      • 1634 Vega Carpio, L. Gatomaquia [1982] 139 Esp (CDH )
        [...] y le quité una oreja a Boquifleto, / gato de un albañir de Salobreña; / la cola en Fuentidueña / quité de un estirón a Lameplatos, / mesonero de gatos; / sin otras cuchilladas que he tenido, / y la que di a Garrido, / que del Corral de los Naranjos era / por la espada primera, / único gaticida. /
      • 1607-1645 Duque Estrada, D. Comentarios desengañado [1982] Esp (CDH )

        Entre los cuales caballeros mi mayor amigo fue con Don Beltrán de Castro, hermano de mi maestre de campo, de hábito de Calatrava, mozo muy galán, alentado y aun travieso; y con sus camaradas, que eran el capitán Don Luis de Cañas, a quien llamamos Milor, por ser el mozo más alto, membrado y fuerte de nuestra nación, muy valiente y muy buen poeta y discursista; Don Luis de Ribera, Don Sebastián de Urbieta, Don Francisco de Ribera, Pedro Arias, mozo muy hermoso y valiente; Alonso del Oro, *de las buenas espadas de la nación, y el alférez Don Cid de Peralta, que lo fue mío, y en aquella sazón ya capitán.

      • 1732 RAE DiccAutoridades (NTLLE)
        Es una buen espáda, ó Es la primera ó la mejor espáda. Phrase que se dice del que es mui diestro, y está reputado por el mas aventajado en el manéjo de ella, y á quien todos rinden párias en su exercicio.
      • 1862 Villamartín, F. Nociones arte militar [1989] Esp (CDH )
        Cumplido caballero, valiente hasta el heroísmo, leal, noble de cuna y de corazón, rico, espléndido, gallardo, buena lanza y buena espada, era el tipo de los antiguos guerreros. En el asalto de Montefrío fue el primero que subió; en la guerra de Portugal, donde hizo su aprendizaje, y en la de Granada, se había batido con frío arrojo, que tal era el fondo de su carácter. Pero además de estas condiciones del guerrero de la Edad Media, reunía otras que le hacían hombre de salón y profundo político.
      • 1871 Fdz Glz, M. Francisco Estevan [1871] 15 Esp (CDH )

        Bien, muy bien, hijo mio; eres la primera espada de Cartagena, la primera de España... ¡Báh! ¡báh! eso es poco, la primera del mundo.

        Y abrazó llorando de alegría á su hijo.

      • 1871 Fdz Glz, M. Francisco Estevan [1871] 15 Esp (CDH )

        ¡Sí! ¡qué diablo! exclamó Pedro rechazando dulcemente á su hijo y limpiándose la frente. ¡Me has hecho sudar! ¡que si estoy contento de tí! ¡Voy á comprarte un caballo! ¡Es necesario que no sepas montar solamente el caballo de palo; es necesario que seas tan buen ginete como buen espada!

      • 1871 Fdz Glz, M. Francisco Estevan [1871] Esp (CDH )
        Francisco se hizo tan buen ginete como se habia hecho buen espada, y á los veinte años era tan buen marino, como buen espada y como buen ginete.
      • 1884-1885 Clarín Regenta [1990] Esp (CDH )
        Una hora después en el comedor del Casino que ocupaba una crujía del segundo piso, no lejos de la sala de juego, se sentaban a la mesa presidida por don Pompeyo Guimarán, don Álvaro Mesía, enfrente del protagonista, y en agradable confusión después, sin pensar en preferencias de sitio, Paco Vegallana, Orgaz padre e hijo, don Frutos Redondo (que acudía a todas las cenas fuesen del partido religioso o político que fuesen), el capitán Bedoya, el coronel Fulgosio, desterrado por republicano, famoso por sus malas pulgas y buena espada, un tal Juanito Reseco, que escribía en los periódicos de Madrid y venía a Vetusta, su patria, a darse tono de vez en cuando, y además un banquero y varios jóvenes de la bolsa de Mesía, trasnochadores abonados del Casino.
      • 1911 Pz Galdós, B. Primera República [2002] Esp (CDH )
        Cosa no vista. Pues digo... el recibimiento que hicimos al General Contreras, un día después, también fue bien sonado de palmas, vitoreos y ¡aquí está el hombre! Para mí que este Contreras es la primera espada de España y el primer ojo militar que tenemos.
      • 1961 Sábato, E. Héroes [1986] 351 Argentina (CDH )
        Piensa Pedernera: «Ahí marcha hacia la muerte el general Juan Galo de Lavalle, descendiente de Hernán Cortés y de Don Pelayo, el hombre a quien San Martín llamó el primer espada del Ejército Libertador, el hombre que llevando la mano a la empuñadura de su sable impuso silencio a Bolívar». /
      • 1987 Vicent, M. Balada Caín [1993] 91 Esp (CDH )
        Yo llevaba la cabeza llena de gloria al comprobar que todos los pasajeros me miraban. Unos directamente a la cara con ojos pasmados, otros con un esguince furtivo por la pata de gallo. Me miraban como se hace con los artistas, no con los asesinos. ¿Es usted Caín, ese chico que está en los carteles? Soy Caín, hijo de Adán el llorón y de Eva la sultana. ¿Es usted Caín, el primer espada de la historia? Soy Caín, el que echó un pulso con Jehová con los codos puestos en el ara del sacrificio. Voy a una fiesta a conmemorar un asesinato con los amigos.
  12. 1⟶metáfora
    s. m. y f. Pez marino de hasta 4,5 metros de longitud, de cuerpo robusto, largo y casi cilíndrico, color negruzco, pardo o azul oscuro en la parte dorsal y más claro o blanco en la ventral, caracterizado por un maxilar superior en forma de espada de sección plana u ovalada; su carne es comestible. Nombre científico: Xiphias gladius.
    Sinónimos: espadarte; espadón
    docs. (1599-2009) 20 ejemplos:
    • 1599 Granado, D. LArte cozina p. 144 Esp (BD)
      Del pescado llamado Espada. El pescado llamado Espada, es mas grande que el atun, y ay quien dize que es el rey de los atunes, y tiene en la frente un huesso de tres palmos, semejante a una espada, tiene la corteza mas blanca que el Atun, y su carne es blanca, y tiessa, como la del Sollo hanzense los mismos guisados del que, se hazen del Atun.
    • 2009 Águila, I. Moby Dick Cabo Blanco Pe (CORPES)
      Si la Miss Texas no encontraba vientos fuertes y bajaba la Corriente de Humboldt, bastaba con internarse media milla y, con un poco de suerte, se avistaban peces aguja, espadas, atunes y cardúmenes de menor volumen. De otra forma, sin la corriente a favor, había que navegar mar adentro, hasta 20 millas.
    • 1599 Granado, D. LArte cozina p. 144 Esp (BD)
      Del pescado llamado Espada. El pescado llamado Espada, es mas grande que el atun, y ay quien dize que es el rey de los atunes, y tiene en la frente un huesso de tres palmos, semejante a una espada, tiene la corteza mas blanca que el Atun, y su carne es blanca, y tiessa, como la del Sollo hanzense los mismos guisados del que, se hazen del Atun.
    • 1617 Minsheu, J. VocHispLatAngl Esp (NTLLE)
      espada [...] angl. a sword fish [...].
    • 1613-1626 Góngora Argote, L. Soledades II [1994] 485 Esp (CDH )
      ¡Cuántas voces le di! ¡Cuántas (en vano) / tiernas derramé lágrimas, temiendo / no al fiero tiburón, verdugo horrendo / del náufrago ambicioso mercadante, / ni al otro cuyo nombre / espada es tantas veces esgrimida / contra mis redes ya, contra mi vida, / sino algún siempre verde, siempre cano / Sátiro de las aguas, petulante / vïolador del virginal decoro, / marino dios que, el vulto feroz hombre, / corvo es delfín la cola! /
    • 1654-1658 Barrionuevo, J. Avisos I, II, III y IV [1892-1893] Esp (CDH )
      Ayer trajeron de San Sebastian un pez llamado espada, que la tiene de cuatro dedos de ancho y dos varas de largo, con sus filos y punta como si fuera de acero. Pesó 16 arrobas. Lleváronlo á que lo viesen los Reyes, y vendióse despues en dos horas, á 7 reales la libra, porque dicen que es de los mejores del mar. Era al modo de un lechon, y parecía, tendido en el tajo, un tronco de carrasca, y la carne del mismo modo de la ternera.
    • 1679 Henríquez, B. ThHispLat Esp (NTLLE)
      Espada [...] Espada pez, xiphias, ae, Plin.
    • 1732 RAE DiccAutoridades (NTLLE)
      ESPADA. Pez que los Griegos llaman Xiphias. Tiene en la cabeza un huesso mui fuerte en forma de espáda, y con él hace mucho daño, de fuerte que suele penetrar y horadar un navio.
    • c1745 Sarmiento, M. Memorias HPoesía [1942] Esp (CDH )
      Espada (Pez así llamado), raro modo de pescarle, 401.
    • 1789 Velasco, J. HQuito, I [1844] p. 127 Ec (BD)
      PEJES DE LAS PROVINCIAS DE ORIENTE [...] Una gran parte del peje de esta provincia es el mismo que ya queda nombrado en las otras, como es la anguila, bogre, barbudo, bocachico, cozon, corcobado, corvina, dorada, espada, lamprea, lenguado, lisa, palometa, raya, róbalo, sábalo, tollo y vieja.
    • 1817 RAE DRAE 5.ª ed. (NTLLE)
      ESPADA [...] Pez de mar rollizo y de seis á siete varas de largo, con la mandibula superior prolongada en forma de ESPADA [| arma blanca compuesta de una hoja de acero cortante], como la tercera parte del cuerpo de larga, la cabeza aplastada, bastante gruesa, la piel delgada y cubierta de una sustancia grasienta.
    • 1846 Domínguez, R. J. DiccNacional, I Esp (BD)
      ESPADA [...] Pez espada pertenece al género masculino; espada, simplemente, al femenino. La Academia omite la denominación más general, que es la primera, pez espada.
    • 1866 Anónimo Trad Dicc popular Historia Natural, Pizzetta (BD)
      ESPADA [...] Aunque dotados de inmensa fuerza, de estremada agilidad y nadando con tal presteza que ningún habitador de las aguas los escede, los espadas pasan, sin embargo, una vida dulce y tranquila.
    • 1894 Anónimo "Pesquerías" [28-02-1894] Revista de Navegación y Comercio (Madrid) Esp (HD)
      El pez espada o espadón (Xiphias Gladius, Lin.) [...] El espada, de costumbres dulces, no es voraz, por cuya razón no arma guerra á sus vecinos, nutriéndose, sobre todo, de plantas marinas; pero cuando se le ataca se defiende bien, tomando por enemigos á los buques en movimiento, los embiste y se clava en sus carenas, sin mirar en las consecuencias, que para el animal son fatales, pues ó se rompe la espada ó queda el pez prisionero, muriendo la víctima de sus arranques coléricos.
    • 1894 Anónimo Trad Dicc, Desplats-Grégoire Esp (BD)
      Espada [...] El Espada es muy común en el Mediterráneo, sobre todo en Sicilia; vive en el Atlántico y hasta se le encuentra en alta mar.
    • 1904 Pagés, A. GDiccLengCastellana (NTLLE)
      Espada: Pez espada.
    • 1963 Lozano, F. Nomenclatura ictiológica (FG)
      ESPADA. 398. Lepidopus caudatus (Euphr.). (Canarias); 401. Trichiurus lepturus L. (Canarias); 403. Xiphias gladius L. (Castilla y Golfo de Cádiz).
    • 1971 Castro Bastos, L. Paisajes Perú [1971] Perú (CDH )

      Luego proseguimos por Bocapán, Plateritos, Mero, Peña Negra, Punta Sal, las Salinas y la fascinante playa de Máncora, donde las embarcaciones se hacen a la mar en busca de los peces: espadas, martillos, tiburones, merlines. Lugar en que el gran escritor Hemingway, ganador del premio Nóbel de Literatura, solía pescar merlines.

    • 1988 Anónimo Trad Manual operaciones observación, G. Van Helvoort p. 150 (BD)
      Con un esfuerzo "observado" del 45.6 %, en aguas canadienses, los observadores han informado que de toda la captura reseñada un 72.6% y un 85.2& de la captura total corresponden a atún rojo y espada respectivamente.
    • 2003 Prieto, Y. "Marfil Marino" El Puente (Goshen): webelpuente.com EU (CORPES)
      En los últimos años, barcos pesqueros industriales han estado depreciando la población del pez espada. Cada día hay menos ejemplares por las grandes cantidades que estos industriales sacan del mar. pescadores como Eladio fue cada vez más difícil ganarse la vida a través de la pesca. Por esta razón, él y sus compañeros se dedicaron a la artesanía hecha de la espada del pez, la cual es conocida como marfil marino. En esta trabajo manual encontraron una manera de identificarse con el pez, cuyo presencia está ligada a su vida. Además, lo hacen ocupando las espadas que desperdician los barcos industriales.
    • 2009 Águila, I. Moby Dick Cabo Blanco Pe (CORPES)
      Si la Miss Texas no encontraba vientos fuertes y bajaba la Corriente de Humboldt, bastaba con internarse media milla y, con un poco de suerte, se avistaban peces aguja, espadas, atunes y cardúmenes de menor volumen. De otra forma, sin la corriente a favor, había que navegar mar adentro, hasta 20 millas.
    • 1599 Granado, D. LArte cozina p. 144 Esp (BD)
      Del pescado llamado Espada. El pescado llamado Espada, es mas grande que el atun, y ay quien dize que es el rey de los atunes, y tiene en la frente un huesso de tres palmos, semejante a una espada, tiene la corteza mas blanca que el Atun, y su carne es blanca, y tiessa, como la del Sollo hanzense los mismos guisados del que, se hazen del Atun.
    • 1617 Minsheu, J. VocHispLatAngl Esp (NTLLE)
      espada [...] angl. a sword fish [...].
    • 1613-1626 Góngora Argote, L. Soledades II [1994] 485 Esp (CDH )
      ¡Cuántas voces le di! ¡Cuántas (en vano) / tiernas derramé lágrimas, temiendo / no al fiero tiburón, verdugo horrendo / del náufrago ambicioso mercadante, / ni al otro cuyo nombre / espada es tantas veces esgrimida / contra mis redes ya, contra mi vida, / sino algún siempre verde, siempre cano / Sátiro de las aguas, petulante / vïolador del virginal decoro, / marino dios que, el vulto feroz hombre, / corvo es delfín la cola! /
    • 1654-1658 Barrionuevo, J. Avisos I, II, III y IV [1892-1893] Esp (CDH )
      Ayer trajeron de San Sebastian un pez llamado espada, que la tiene de cuatro dedos de ancho y dos varas de largo, con sus filos y punta como si fuera de acero. Pesó 16 arrobas. Lleváronlo á que lo viesen los Reyes, y vendióse despues en dos horas, á 7 reales la libra, porque dicen que es de los mejores del mar. Era al modo de un lechon, y parecía, tendido en el tajo, un tronco de carrasca, y la carne del mismo modo de la ternera.
    • 1679 Henríquez, B. ThHispLat Esp (NTLLE)
      Espada [...] Espada pez, xiphias, ae, Plin.
    • 1732 RAE DiccAutoridades (NTLLE)
      ESPADA. Pez que los Griegos llaman Xiphias. Tiene en la cabeza un huesso mui fuerte en forma de espáda, y con él hace mucho daño, de fuerte que suele penetrar y horadar un navio.
    • c1745 Sarmiento, M. Memorias HPoesía [1942] Esp (CDH )
      Espada (Pez así llamado), raro modo de pescarle, 401.
    • 1789 Velasco, J. HQuito, I [1844] p. 127 Ec (BD)
      PEJES DE LAS PROVINCIAS DE ORIENTE [...] Una gran parte del peje de esta provincia es el mismo que ya queda nombrado en las otras, como es la anguila, bogre, barbudo, bocachico, cozon, corcobado, corvina, dorada, espada, lamprea, lenguado, lisa, palometa, raya, róbalo, sábalo, tollo y vieja.
    • 1817 RAE DRAE 5.ª ed. (NTLLE)
      ESPADA [...] Pez de mar rollizo y de seis á siete varas de largo, con la mandibula superior prolongada en forma de ESPADA [| arma blanca compuesta de una hoja de acero cortante], como la tercera parte del cuerpo de larga, la cabeza aplastada, bastante gruesa, la piel delgada y cubierta de una sustancia grasienta.
    • 1825 Núñez Taboada, M. DiccLengCastellana (NTLLE)
      ESPADA [...] Pez de mar rollizo y de seis á seite [sic] varas de largo, con la mandibula superior prolongada en forma de ESPADA [| arma blanca compuesta de una hoja de acero cortante, larga con su empuñadura].
    • 1846 Domínguez, R. J. DiccNacional, I Esp (BD)
      ESPADA [...] Pez espada pertenece al género masculino; espada, simplemente, al femenino. La Academia omite la denominación más general, que es la primera, pez espada.
    • 1866 Anónimo Trad Dicc popular Historia Natural, Pizzetta (BD)
      ESPADA [...] Aunque dotados de inmensa fuerza, de estremada agilidad y nadando con tal presteza que ningún habitador de las aguas los escede, los espadas pasan, sin embargo, una vida dulce y tranquila.
    • 1894 Anónimo "Pesquerías" [28-02-1894] Revista de Navegación y Comercio (Madrid) Esp (HD)
      El pez espada o espadón (Xiphias Gladius, Lin.) [...] El espada, de costumbres dulces, no es voraz, por cuya razón no arma guerra á sus vecinos, nutriéndose, sobre todo, de plantas marinas; pero cuando se le ataca se defiende bien, tomando por enemigos á los buques en movimiento, los embiste y se clava en sus carenas, sin mirar en las consecuencias, que para el animal son fatales, pues ó se rompe la espada ó queda el pez prisionero, muriendo la víctima de sus arranques coléricos.
    • 1894 Anónimo Trad Dicc, Desplats-Grégoire Esp (BD)
      Espada [...] El Espada es muy común en el Mediterráneo, sobre todo en Sicilia; vive en el Atlántico y hasta se le encuentra en alta mar.
    • 1904 Pagés, A. GDiccLengCastellana (NTLLE)
      Espada: Pez espada.
    • 1963 Lozano, F. Nomenclatura ictiológica (FG)
      ESPADA. 398. Lepidopus caudatus (Euphr.). (Canarias); 401. Trichiurus lepturus L. (Canarias); 403. Xiphias gladius L. (Castilla y Golfo de Cádiz).
    • 1971 Castro Bastos, L. Paisajes Perú [1971] Perú (CDH )

      Luego proseguimos por Bocapán, Plateritos, Mero, Peña Negra, Punta Sal, las Salinas y la fascinante playa de Máncora, donde las embarcaciones se hacen a la mar en busca de los peces: espadas, martillos, tiburones, merlines. Lugar en que el gran escritor Hemingway, ganador del premio Nóbel de Literatura, solía pescar merlines.

    • 1988 Anónimo Trad Manual operaciones observación, G. Van Helvoort p. 150 (BD)
      Con un esfuerzo "observado" del 45.6 %, en aguas canadienses, los observadores han informado que de toda la captura reseñada un 72.6% y un 85.2& de la captura total corresponden a atún rojo y espada respectivamente.
    • 2003 Prieto, Y. "Marfil Marino" El Puente (Goshen): webelpuente.com EU (CORPES)
      En los últimos años, barcos pesqueros industriales han estado depreciando la población del pez espada. Cada día hay menos ejemplares por las grandes cantidades que estos industriales sacan del mar. pescadores como Eladio fue cada vez más difícil ganarse la vida a través de la pesca. Por esta razón, él y sus compañeros se dedicaron a la artesanía hecha de la espada del pez, la cual es conocida como marfil marino. En esta trabajo manual encontraron una manera de identificarse con el pez, cuyo presencia está ligada a su vida. Además, lo hacen ocupando las espadas que desperdician los barcos industriales.
    • 2009 Águila, I. Moby Dick Cabo Blanco Pe (CORPES)
      Si la Miss Texas no encontraba vientos fuertes y bajaba la Corriente de Humboldt, bastaba con internarse media milla y, con un poco de suerte, se avistaban peces aguja, espadas, atunes y cardúmenes de menor volumen. De otra forma, sin la corriente a favor, había que navegar mar adentro, hasta 20 millas.
  13. 1⟶restricción significado
    s. f. Taurom. Arma blanca de hoja larga ligeramente curvada en su último tercio, con punta aguda, usada por los toreros para matar a los toros.
    docs. (1604-2022) 36 ejemplos:
    • 1602-1604 Vega Carpio, F. L. Hermosura Angélica [2002] 633 Esp (CDH )
      Cardiloro arremete a media rienda, / el toro vuelve, al bayo se apropinca, / y del rejón que un nácar ata en prenda, / la dura punta hasta los cercos hinca. / Suena el fresno que al aire se encomienda, / tuerce el moro la rienda, el toro brinca, / saca la espada y de un revés parejo / la cabeza le deja en el pellejo. /
    • 2017 Abad, Ángel G. "Abellán ante Núñez Huesca" ABC (Madrid): abc.es Esp (CORPES)
      La corrida de Núñez, recortadita de hechuras, pero buena, especialmente en el último tercio. Salvo el sosito primero, todos tuvieron el denominador común de la nobleza. Por su parte, David Mora, de no errar a espadas, también hubiera podido echar algún trofeo al esportón.
    • 1602-1604 Vega Carpio, F. L. Hermosura Angélica [2002] 633 Esp (CDH )
      Cardiloro arremete a media rienda, / el toro vuelve, al bayo se apropinca, / y del rejón que un nácar ata en prenda, / la dura punta hasta los cercos hinca. / Suena el fresno que al aire se encomienda, / tuerce el moro la rienda, el toro brinca, / saca la espada y de un revés parejo / la cabeza le deja en el pellejo. /
    • c1620 Contreras Pamo, Diego de Advertencias para torear [1947] Esp (CDH )
      Cuando con la espada se espera al toro o para rematarle o para darle algunas cuchilladas, se le ha de quebrantar la fuerza del primer choque, alargando un poco la espada y poniéndosela sobre la melena del hocico, para que desarme en ella, y luego, muy aprisa, darle de tajo, como he dicho, que con esto no hará más de dar hocicadas en el caballo o caballero y pocas veces se armará tan bajo que le hiera con el cuerno; esto es lo que se ha de hacer con la espada en la mano.
    • 1639 Trejo, Luis de Advertencias y obligaciones para torear con el rejón [1947] Esp (CDH )
      Hase de favorecer a los peones con el rejón, si pudiere aprovecharse dél con la brevedad que se requiere, y si no con la espada, porque el buen socorro consiste en llegar a tiempo, puesto que con el rejón se desvía al toro mejor que con la espada; fuera de que se empeña en mucho un caballero en sacándola, y sólo se ha de valer della, si el lacayo no le diese el rejón a tiempo, en especial cuando el socorro no es a caballero, y en este caso no se ha de sacar el caballo, sino cuidar de embarazar al toro, hasta que el que peligra quede libre, que es a lo que más debe atender.
    • 1652 Almirante de Castilla Reglas para torear [1947] Esp (CDH )
      – Las medidas del rejón y espada, no arrimándose a los extremos, tienen poca diferencia (aunque mi opinión es sean más cortas que largas), porque la espada se manda mejor y obra más cuando se dan las cuchilladas muy de adentro, que para la seguridad dellas se han de dar lo más arrimado al toro que se pueda.
    • 1659 Villasante Laso Vega, J. Advertencias torear con rejón [1947] Esp (CDH )
      La espada y el rejón han de ser más cortos que largos; éste, porque no tenga el toro, después de haber cebado, lugar para volver a armar; la otra, porque lo mejor es arrimarse mucho al toro y se dan mayores cuchilladas; siendo de un corte la espada, da mayor golpe y corta más, si es algo corva; ellos han de ser de madera seca, porque quiebran mejor y el grueso ha de ser conforme fuere el caballo; esta prevención es fácil y muy importante, porque para el caballo que espera más, ha de ser más grueso; porque con la resistencia de él se libra mejor el caballo y entra más, y para el que no espera tanto, será más delgado, porque se puede decir que con el aire se quiebra, y si es recio, será muy dificultoso.
    • 1726 Noveli, N. R. Cartilla torear [1947] 240 Esp (CDH )

      Lo regular es traerles caballo los alguaciles (esta opinión tenía por contraria la costumbre); envaine su espada y monte a caballo, ya sea en el suyo o en el que allí se le ofreciere; y en caso que quiera desahogarse un poco de la caída, podrá buscar al toro para herirle con la espada por razón de haberla sacado estando a pie, y vuelta a la vaina sin sangre; y esto se entiende si de la caída queda en disposición de obrar, pues de lo contrario no hay que hacer esfuerzos imposibles en que se expone a quedar poco brillante.

    • 1777 Fdz Moratín, N. Carta toros España s. n. Esp (BD)
      [...] y también fue muy celebrado Don Bernardino Canal, Hidalgo de Pinto, que rejoneó delante del Rey con mucho aplauso el año de 25; y aqui se puede decir que se acabó la raza de los Caballeros (sin quitar el mérito á los vivos) porque como el Señor Felipe V no gustó de éstas Funciones, lo fue olvidando la Nobleza; pero no faltando la afición de los Españoles, sucedió la Plebe á exercitar su valor, matando los Toros à pie, cuerpo à cuerpo con la Espada, lo qual no es menor atrevimiento, y sin disputa (por lo menos su perfeccion) es hazaña de este siglo.
    • 1788 Anónimo "Discurso contra la perniciosa costumbre de correr toros" [01-05-1788] p. 121 Memorial Literario Instructivo y Curioso de la Corte de Madrid (Madrid) Esp (HD)
      A porfia de incitan los Caballeros en estas fiestas á arrojar plata y oro por las que llaman saludes ó favores, porque el que juega con los Toros puso diestramente una vanderilla, porque clavó con tino una espada &c. Se tiene por gran descredito no cumplir, y se expone á los silvidos de todo el concurso el que no hace aprecio ó se desentiende de esta (al parecer) obligacion.
    • 1789 Anónimo "Fin carta" [17-11-1789] Diario de Madrid (Madrid) Esp (HD)
      Qué diremos de aquella máxima, en que se afianza el honor del estoqueador, de nunca huir ni correr delante del toro bien ó mal herido con la espada y la muleta en las manos? ni menos saltar la barrera antes ó después de haberlo herido, porque este ya es caso, vergonzoso.
    • 1796 Delgado, J. Tauromaquia p. 17 Esp (BD)
      Consiste esta Suerte en situarse el Diestro en la derecha, metido en el centro del Toro con la Muleta en la mano izquierda, mas ó menos recogida, pero siempre baxa, y la Espada en la otra, quadrado el cuerpo, y con el brazo reservado para meter á su tiempo la estocada [...].
    • 1825 Fdz Moratín, L. Cartas 1825 [1973] Epistolario Esp (CDH )

      P. D.

      Goya dice que él ha toreado en su tiempo, y que con la espada en la mano, a nadie teme. Dentro de dos meses, va a cumplir ochenta años.

    • 1850 Bedoya, F. G. Historia del toreo p. 20 Esp (BD)
      Conocida era la de Francisco Romero de matar toros frente á frente con la ayuda de la espada y muleta, y sin embargo de que esta última no tenía otra aplicacion que cubrirse el matador con ella desde la cintura á los piés y proporcionar la salida del toro con engaño, Costillares regularizó su manejo para que la muleta ampliase la defensa del matador, hasta el estremo de trastear á las reses, arreglarlas, y ponerlas en sazon para la muerte.
    • 1836-1876 Anónimo Arte torear [1876] 215 Esp (CDH )
      Cuando por el contrario se quiere que el toro eche la espada, ya porque estorba para ponerle otra, ya porque sacándola se desangra mas y caiga, como es muy frecuente, se le deben dar los capotazos por el lado opuesto, con lo que la espada va saliendo: tambien se le puede echar un capote á la cruz de ella, para sacarla agarrada con él.
    • 1886 Blasco, E. Contemporáneos [1905] 107 Esp (CDH )
      Porque aquel dependiente, lo mismo que el barrendero de la calle lector de los carteles de la víspera, saben que hay un español que sin títulos, ni grandes cruces, ni presidencia sin cartera, tiene el privilegio de convocar á la multidad, subyugarla, fascinarla, conmoverla, excitar á la vez todos los nervios de una concurrencia de dos mil quinientas personas, obligarla á levantarse de su asiento, aplaudir frenéticamente con un entusiasmo diez veces mayor al que produce la entrada de un conquistador ó la inútil habilidad de meter una espada en los rubios de un toro... Gayarre es la expresión de los tiempos modernos.
    • 1897 Reyes, A. Cartucherita [1897] p. 197 Esp (BD)
      Cuadróse éste, por fin, tras una inteligente y brillante faena del torero, el cual se sentía más bravo que nunca bajo aquella mole de pena que le aplastaba el corazón; lió la roja muleta, enfilóse, alzó la espada, y de poder á poder, con arrojo temerario y sin vacilar un punto, tal vez sin conciencia de lo que hacía, se tiró recto y decidido, y hundió el estoque hasta los gavilanes, en las mismas péndolas de la fiera; mas al hacerlo, quedó encunado y sin salida, y entonces el bicho, agonizante, con el último empuje de su poderosa vitalidad y de su cólera indómita, se abalanzó á él y lo recogió por el pecho.
    • 1914 Rubén Darío Canto Argentina [1977] Nicaragua (CDH )
      El primer bestiario, cerca de una huella sangrienta, está gallardo, vestido de azul y oro, muleta y espada bajo el brazo. Los banderilleros visten de amarillo y plata. En las chaquetas de los picadores espejean las lentejuelas al resplandor de la tarde. En el toril han quedado: un toro, hermoso y bravo, y un buey de servicio. Són de clarín.
    • 1945 Anónimo HMatadores toros (1738-1944) La Lidia, 31/08/1945 México (CDH )

      Sus correrías fueron por tierras andaluzas; nunca llegó a torear en Madrid; vasto y torpón como torero, no pasó de ser un tumbareses, pues dicen que no tropezaba en hueso al meter la espada, y se la da inclusión aquí porque el "Nili"le dió una alternativa en Sevilla, en el año 1867, que le sirvió para explotarla en América, donde toreó bastante.

    • 1956 Schz Ferlosio, R. Jarama [1994] Esp (CDH )

      Como don Juan Belmonte no ha vuelto a haber ningún torero. Ni Manolete ni nadie. ¡Qué va!

      Asentía Mauricio:

      —Sí; aquél, sí. Te producía la impresión de que todo lo hacía con la barbilla; lo mismo cuando daba una verónica, que cuando entraba a matar, que al recibir las ovaciones. Yo creo que los dejaba secos con el mentón, en vez que con la espada.

    • 1982 Benedetti, M. Primavera [1994] Uruguay (CDH )
      También el otro día vi por la tele una corrida de toros que es como un estadio donde un señor juega con un mantel colorado y un toro que se hace el furioso pero es buenísimo, y después de muchísimas horas de estar jugando el hombre se aburrió y dijo no quiero jugar más con ese bicho que se hace el furioso pero el toro quería seguir jugando y entonces fue el hombre quien se puso furioso y como era muy necio le clavó aquí en la nuca una espada larguísima y el toro que ya estaba a punto de pedir la amnistía miró al señor con unos ojos muy pero muy tristes y después se desmayó en mitad de la cancha sin que nadie le diera la amnistía [...].
    • 1987 Nieto Manjón, L. DiccTérmTaurinos Esp (FG)
      espada [...] En los comienzos de la tauromaquia la espada no fue instrumento de torear, puesto que la suerte de matar era voluntaria; así lo atestigua Pedro de Cárdenas y Angulo en sus Advertencias..., que siendo la suerte de espada: "voluntaria y no precisa, errarla es grave yerro". Es muy utilizado entre los taurinos el apócope vulgar de espá.
    • 2001 Ortiz Trixac, S. Lances cambiaron Fiesta Esp (CORPES)
      No digo que solo vayan a eso, pero fundamentalmente es a eso a lo que hoy van y lo que más valoran. A los hechos me remito: ya puede un torero bordarlo con el capote, con las banderillas y con la espada, que como no cuaje el toro con la muleta... ¡adiós triunfo!
    • 2010 García, M. Á. "Sergio Flores, convertido en un león" Esto (Ciudad de México): oem.com.mx/esto Mx (CORPES)
      Óliver, ante su primer enemigo, bien a la verónica, con sello. Con la muleta, a pesar de que el morito perdía los remos delanteros, el espada le extrajo pases de calidad y con valor sereno ante una embestida descompuesta. Culminó con sanjuaneras, verdaderamente ceñidas; mal con la espada y un aviso.
    • 2017 Abad, Ángel G. "Abellán ante Núñez Huesca" ABC (Madrid): abc.es Esp (CORPES)
      La corrida de Núñez, recortadita de hechuras, pero buena, especialmente en el último tercio. Salvo el sosito primero, todos tuvieron el denominador común de la nobleza. Por su parte, David Mora, de no errar a espadas, también hubiera podido echar algún trofeo al esportón.
    • 1602-1604 Vega Carpio, F. L. Hermosura Angélica [2002] 633 Esp (CDH )
      Cardiloro arremete a media rienda, / el toro vuelve, al bayo se apropinca, / y del rejón que un nácar ata en prenda, / la dura punta hasta los cercos hinca. / Suena el fresno que al aire se encomienda, / tuerce el moro la rienda, el toro brinca, / saca la espada y de un revés parejo / la cabeza le deja en el pellejo. /
    • 1605 Bañuelos Cerda, L. LJineta [1877] 55 Esp (CDH )

      [...] yo digo que si vn toro coge á vn peon y vn cauallero llega con muy buena determinacion á socorrello, puesto mano á la espada, si este toro se está quedo a de cerrar con él dándole muy finas cuchilladas; más si este toro sale huyendo como sucede casi siempre, que no tiene para qué el tal cauallero yr por la plaça hecho San Jorge con la espada en la mano tras el toro, que siempre ó las más veces ni hacen nada ni alcançan al toro, sólo dan que reir á los que los miran; sino que en el punto que este cauallero llegó á socorrer el peon, si el toro sale desatinado huyendo, pare su cauallo y enbaine su espada, y si el toro salió cual que ocho ó diez pasos, y se paró, en tal caso podrá cerrar con él y dalle, pero si se aleja más, no le vaya á seguir ni á buscar.

    • 1616 Fdz Andrada, P. NDiscursos gineta fol. 12 Esp (BD)
      Demas de las obras que auemos dicho ay otra muy importante, y aun forçosa, que es dar cuchilladas a los toros [...] dezimos que la espada deue ser corta, ancha, y de muy buenos filos, y especialmente en dias de fiestas dizen que á de yr atada a la pierna yzquierda, y lleuar vn pedaço de malla cosido al braço yzquierdo, porque sacando la espada por encima del braço lo suelen cortar, y si se saca por debaxo, tambien se cortan las riendas, por lo qual disputan muchos por qual de las dos partes es mejor sacarla; y yo tengo que es mejor por encima de braço.
    • 1619 Arce, F. Fiestas reales Lisboa [1956] Esp (CDH )
      Y luego D. Fernando Mascareñas, y D. Diego Rojo anduuieron con los Toros muy valientes, diestros, y temerarios, ya con el rejon, ya con la espada, Don Diego hizo seys suertes muy famosas en distinctos Toros, y vno le matò al cauallo, y el cauallero al Toro, mudo quatro cauallos, boluiendo a entrar en vn castaño escur, y lleno de furia y corage, embistio a otro toro, clauando el rejon, y dandole con el hasta muchos palos.
    • c1620 Contreras Pamo, Diego de Advertencias para torear [1947] Esp (CDH )
      Cuando con la espada se espera al toro o para rematarle o para darle algunas cuchilladas, se le ha de quebrantar la fuerza del primer choque, alargando un poco la espada y poniéndosela sobre la melena del hocico, para que desarme en ella, y luego, muy aprisa, darle de tajo, como he dicho, que con esto no hará más de dar hocicadas en el caballo o caballero y pocas veces se armará tan bajo que le hiera con el cuerno; esto es lo que se ha de hacer con la espada en la mano.
    • 1639 Trejo, Luis de Advertencias y obligaciones para torear con el rejón [1947] Esp (CDH )
      Hase de favorecer a los peones con el rejón, si pudiere aprovecharse dél con la brevedad que se requiere, y si no con la espada, porque el buen socorro consiste en llegar a tiempo, puesto que con el rejón se desvía al toro mejor que con la espada; fuera de que se empeña en mucho un caballero en sacándola, y sólo se ha de valer della, si el lacayo no le diese el rejón a tiempo, en especial cuando el socorro no es a caballero, y en este caso no se ha de sacar el caballo, sino cuidar de embarazar al toro, hasta que el que peligra quede libre, que es a lo que más debe atender.
    • 1607-1645 Duque Estrada, D. Comentarios desengañado [1982] 200 Esp (CDH )
      Los caballeros y camaradas que me salían a socorrer con toda presteza, la tuvieron * en hacer mil pedazos al toro y hacerle arrojar por aquel despeñadero al Tarzanel, mandando Su Excelencia no se corriesen más toros aquel día. Y así, se empezó el sarao y a mí me llevaron por fuerza, porque afrentado me levanté Y corrí tras el toro, que estaba sobre un hombre, y sacando la desguarnecida espada le jarreté, con que quedé, según orden de caballería, sin agravio, ¡Oh libro de Don Quijote de la Mancha! ¿Adónde estás, que no metes esta partícula entre tus aventuras? ¡Y que esté esta locura puesta en uso en este bárbaro juego de toros!
    • 1650 Serna, P. Relación luminarias plaza Madrid 511 Actos públicos Madrid Esp (CDH )
      Valgate Dios, el del caballo ouero, / Anda, anda, corre, corre, aguija, buelo, / Que el toro va tras ti, y por mas ligero, / Al Pegaso en correr mantiene tela: / Iesus, Iesus, caballo, y cauallero, / Rodando van la plaça, y el apela / Al gran valor de su luziente espada, / Y rendir quiere al toro en la estacada. /
    • 1652 Almirante de Castilla Reglas para torear [1947] Esp (CDH )
      – Las medidas del rejón y espada, no arrimándose a los extremos, tienen poca diferencia (aunque mi opinión es sean más cortas que largas), porque la espada se manda mejor y obra más cuando se dan las cuchilladas muy de adentro, que para la seguridad dellas se han de dar lo más arrimado al toro que se pueda.
    • 1659 Villasante Laso Vega, J. Advertencias torear con rejón [1947] Esp (CDH )
      La espada y el rejón han de ser más cortos que largos; éste, porque no tenga el toro, después de haber cebado, lugar para volver a armar; la otra, porque lo mejor es arrimarse mucho al toro y se dan mayores cuchilladas; siendo de un corte la espada, da mayor golpe y corta más, si es algo corva; ellos han de ser de madera seca, porque quiebran mejor y el grueso ha de ser conforme fuere el caballo; esta prevención es fácil y muy importante, porque para el caballo que espera más, ha de ser más grueso; porque con la resistencia de él se libra mejor el caballo y entra más, y para el que no espera tanto, será más delgado, porque se puede decir que con el aire se quiebra, y si es recio, será muy dificultoso.
    • c1675 Valenzuela, F. Advertencias plaza Madrid [1947] Esp (CDH )
      Si el duelo fuese a caballo, debe el caballero no tomar rejón, antes sí dejarle (caso que se halle con él) y partir luego con la mano sobre la empuñadura de la espada en busca del toro, y al llegar a él desenvainarla por encima del brazo y entrar de golpe hiriendo.
    • 1726 Noveli, N. R. Cartilla torear [1947] 240 Esp (CDH )

      Lo regular es traerles caballo los alguaciles (esta opinión tenía por contraria la costumbre); envaine su espada y monte a caballo, ya sea en el suyo o en el que allí se le ofreciere; y en caso que quiera desahogarse un poco de la caída, podrá buscar al toro para herirle con la espada por razón de haberla sacado estando a pie, y vuelta a la vaina sin sangre; y esto se entiende si de la caída queda en disposición de obrar, pues de lo contrario no hay que hacer esfuerzos imposibles en que se expone a quedar poco brillante.

    • 1777 Fdz Moratín, N. Carta toros España s. n. Esp (BD)
      [...] y también fue muy celebrado Don Bernardino Canal, Hidalgo de Pinto, que rejoneó delante del Rey con mucho aplauso el año de 25; y aqui se puede decir que se acabó la raza de los Caballeros (sin quitar el mérito á los vivos) porque como el Señor Felipe V no gustó de éstas Funciones, lo fue olvidando la Nobleza; pero no faltando la afición de los Españoles, sucedió la Plebe á exercitar su valor, matando los Toros à pie, cuerpo à cuerpo con la Espada, lo qual no es menor atrevimiento, y sin disputa (por lo menos su perfeccion) es hazaña de este siglo.
    • 1788 Anónimo "Discurso contra la perniciosa costumbre de correr toros" [01-05-1788] p. 121 Memorial Literario Instructivo y Curioso de la Corte de Madrid (Madrid) Esp (HD)
      A porfia de incitan los Caballeros en estas fiestas á arrojar plata y oro por las que llaman saludes ó favores, porque el que juega con los Toros puso diestramente una vanderilla, porque clavó con tino una espada &c. Se tiene por gran descredito no cumplir, y se expone á los silvidos de todo el concurso el que no hace aprecio ó se desentiende de esta (al parecer) obligacion.
    • 1789 Anónimo "Fin carta" [17-11-1789] Diario de Madrid (Madrid) Esp (HD)
      Qué diremos de aquella máxima, en que se afianza el honor del estoqueador, de nunca huir ni correr delante del toro bien ó mal herido con la espada y la muleta en las manos? ni menos saltar la barrera antes ó después de haberlo herido, porque este ya es caso, vergonzoso.
    • 1796 Delgado, J. Tauromaquia p. 17 Esp (BD)
      Consiste esta Suerte en situarse el Diestro en la derecha, metido en el centro del Toro con la Muleta en la mano izquierda, mas ó menos recogida, pero siempre baxa, y la Espada en la otra, quadrado el cuerpo, y con el brazo reservado para meter á su tiempo la estocada [...].
    • 1825 Fdz Moratín, L. Cartas 1825 [1973] Epistolario Esp (CDH )

      P. D.

      Goya dice que él ha toreado en su tiempo, y que con la espada en la mano, a nadie teme. Dentro de dos meses, va a cumplir ochenta años.

    • 1847 Estébanez Calderón, S. Escenas andaluzas [1985] Esp (CDH )
      Y no sé cómo no le conozcáis, pues es el caballero justeante que tanta gloria y prez ganó en el último torneo, y que después con tanta gala y bizarría rindió dos toros con sus rejoncillos y espada, llevándose el aplauso de la fiesta, concitando la envidia de los caballeros y cautivando la voluntad de las damas.
    • 1850 Bedoya, F. G. Historia del toreo p. 20 Esp (BD)
      Conocida era la de Francisco Romero de matar toros frente á frente con la ayuda de la espada y muleta, y sin embargo de que esta última no tenía otra aplicacion que cubrirse el matador con ella desde la cintura á los piés y proporcionar la salida del toro con engaño, Costillares regularizó su manejo para que la muleta ampliase la defensa del matador, hasta el estremo de trastear á las reses, arreglarlas, y ponerlas en sazon para la muerte.
    • 1836-1876 Anónimo Arte torear [1876] 215 Esp (CDH )
      Cuando por el contrario se quiere que el toro eche la espada, ya porque estorba para ponerle otra, ya porque sacándola se desangra mas y caiga, como es muy frecuente, se le deben dar los capotazos por el lado opuesto, con lo que la espada va saliendo: tambien se le puede echar un capote á la cruz de ella, para sacarla agarrada con él.
    • 1886 Blasco, E. Contemporáneos [1905] 107 Esp (CDH )
      Porque aquel dependiente, lo mismo que el barrendero de la calle lector de los carteles de la víspera, saben que hay un español que sin títulos, ni grandes cruces, ni presidencia sin cartera, tiene el privilegio de convocar á la multidad, subyugarla, fascinarla, conmoverla, excitar á la vez todos los nervios de una concurrencia de dos mil quinientas personas, obligarla á levantarse de su asiento, aplaudir frenéticamente con un entusiasmo diez veces mayor al que produce la entrada de un conquistador ó la inútil habilidad de meter una espada en los rubios de un toro... Gayarre es la expresión de los tiempos modernos.
    • 1889 Asensio, J. M. Toros Cádiz [1889] Esp (CDH )

      Recelosa la fiera de aquel enemigo que frente á frente la desafiaba, bajó nuevamente la cerviz, resopló con extraordinaria fuerza la tierra y se lanzó rápidamente sobre su adversario; pero en el momento mismo de arrancar, su paje se apartó del caballo cuatro pasos y agitó su capote de grana, cortando en parte el ímpetu de la carrera; y aprovechando aquel instante don Luis adelantó con presteza y pasando por el lado derecho del toro le clavó la espada con tan certera vista y seguro pulso, que entrando por el cuello apareció la punta ensangrentada entre los brazuelos del animal, que dió algunos pasos, vaciló breves momentos y rodó por la arena bañado en sangre.

    • 1897 Reyes, A. Cartucherita [1897] p. 197 Esp (BD)
      Cuadróse éste, por fin, tras una inteligente y brillante faena del torero, el cual se sentía más bravo que nunca bajo aquella mole de pena que le aplastaba el corazón; lió la roja muleta, enfilóse, alzó la espada, y de poder á poder, con arrojo temerario y sin vacilar un punto, tal vez sin conciencia de lo que hacía, se tiró recto y decidido, y hundió el estoque hasta los gavilanes, en las mismas péndolas de la fiera; mas al hacerlo, quedó encunado y sin salida, y entonces el bicho, agonizante, con el último empuje de su poderosa vitalidad y de su cólera indómita, se abalanzó á él y lo recogió por el pecho.
    • 1914 Rubén Darío Canto Argentina [1977] Nicaragua (CDH )
      El primer bestiario, cerca de una huella sangrienta, está gallardo, vestido de azul y oro, muleta y espada bajo el brazo. Los banderilleros visten de amarillo y plata. En las chaquetas de los picadores espejean las lentejuelas al resplandor de la tarde. En el toril han quedado: un toro, hermoso y bravo, y un buey de servicio. Són de clarín.
    • 1927 Noel, E. Siete cucas [1992] Esp (CDH )
      Mas en un momento en que el matarife Domingo era abucheado por la multitud, debido a que le metió en la barriga al toro la espada, vieron en un torbellino de polvo, carreras, gritos y desmanes, es decir, no vieron que en cierta parte del ruedo sucedía algo raro.
    • 1945 Anónimo HMatadores toros (1738-1944) La Lidia, 31/08/1945 México (CDH )

      Sus correrías fueron por tierras andaluzas; nunca llegó a torear en Madrid; vasto y torpón como torero, no pasó de ser un tumbareses, pues dicen que no tropezaba en hueso al meter la espada, y se la da inclusión aquí porque el "Nili"le dió una alternativa en Sevilla, en el año 1867, que le sirvió para explotarla en América, donde toreó bastante.

    • 1947 El Caballero Audaz (J. M. Carretero) LToreros [1998] Esp (CDH )
      Me mandaron dos avisos, y al fin, para que no me lo echaran al corral, yo, que ya no veía, al revuelo de un capote, y con la cara del toro tapada, le metí la espá por un codillo y tuve que salir «por pies»...
    • 1956 Schz Ferlosio, R. Jarama [1994] Esp (CDH )

      Como don Juan Belmonte no ha vuelto a haber ningún torero. Ni Manolete ni nadie. ¡Qué va!

      Asentía Mauricio:

      —Sí; aquél, sí. Te producía la impresión de que todo lo hacía con la barbilla; lo mismo cuando daba una verónica, que cuando entraba a matar, que al recibir las ovaciones. Yo creo que los dejaba secos con el mentón, en vez que con la espada.

    • 1982 Benedetti, M. Primavera [1994] Uruguay (CDH )
      También el otro día vi por la tele una corrida de toros que es como un estadio donde un señor juega con un mantel colorado y un toro que se hace el furioso pero es buenísimo, y después de muchísimas horas de estar jugando el hombre se aburrió y dijo no quiero jugar más con ese bicho que se hace el furioso pero el toro quería seguir jugando y entonces fue el hombre quien se puso furioso y como era muy necio le clavó aquí en la nuca una espada larguísima y el toro que ya estaba a punto de pedir la amnistía miró al señor con unos ojos muy pero muy tristes y después se desmayó en mitad de la cancha sin que nadie le diera la amnistía [...].
    • 1987 Nieto Manjón, L. DiccTérmTaurinos Esp (FG)
      espada [...] Arma blanca, larga, recta, aguda y cortante, con guarnición y empuñadura, cuya hoja, junto a la punta, tiene una leve curvatura que los toreros han venido denominando muerte.
    • 1987 Nieto Manjón, L. DiccTérmTaurinos Esp (FG)
      espada [...] En los comienzos de la tauromaquia la espada no fue instrumento de torear, puesto que la suerte de matar era voluntaria; así lo atestigua Pedro de Cárdenas y Angulo en sus Advertencias..., que siendo la suerte de espada: "voluntaria y no precisa, errarla es grave yerro". Es muy utilizado entre los taurinos el apócope vulgar de espá.
    • 1989 Prensa ABC, 30/08/1989 [1989] Esp (CDH )

      Los muletazos, algo despegados al principio, empezaron a sucederse hasta culminar el vallisoletano su labor por el pitón izquierdo más centrado y «rebozado»con el toro. Por fallar a espadas la cosa quedó en una sonora ovación, que recogió desde el tercio.

    • 1992 Tapia Bolívar, D. HToreo I [1993] 65 Esp (CDH )
      Estando el señor don Carlos IV viendo los toros, le suplicó quería matar un toro y el rey se lo concedió; tomó la espada y muleta, hizo la venia a S. M. y fue y pasó al toro; se presentó a la muerte; le dio una estocada y cogió los huesos; se preparó a otra y sucedió lo mismo y tendiendo la mano algo inutilizada de aquel carbunclo que le había salido en ella, y conociendo no podía ya matar al toro, le hizo señal al rey que no podía por causa de la mano; respondió S. M. que si no podía a qué se presentaba; entonces tomé la espada y la muleta y fui y lo maté."
    • 2001 Ortiz Trixac, S. Lances cambiaron Fiesta Esp (CORPES)
      No digo que solo vayan a eso, pero fundamentalmente es a eso a lo que hoy van y lo que más valoran. A los hechos me remito: ya puede un torero bordarlo con el capote, con las banderillas y con la espada, que como no cuaje el toro con la muleta... ¡adiós triunfo!
    • 2010 García, M. Á. "Sergio Flores, convertido en un león" Esto (Ciudad de México): oem.com.mx/esto Mx (CORPES)
      Óliver, ante su primer enemigo, bien a la verónica, con sello. Con la muleta, a pesar de que el morito perdía los remos delanteros, el espada le extrajo pases de calidad y con valor sereno ante una embestida descompuesta. Culminó con sanjuaneras, verdaderamente ceñidas; mal con la espada y un aviso.
    • 2017 Abad, Ángel G. "Abellán ante Núñez Huesca" ABC (Madrid): abc.es Esp (CORPES)
      La corrida de Núñez, recortadita de hechuras, pero buena, especialmente en el último tercio. Salvo el sosito primero, todos tuvieron el denominador común de la nobleza. Por su parte, David Mora, de no errar a espadas, también hubiera podido echar algún trofeo al esportón.
    1. s. f. Con el complemento de descabellar, para referirse a la espada que se clava en la cerviz para matar al toro, especialmente la que tiene un tope en la punta para limitar su penetración.
      Sinónimo: estilete
      docs. (1892-2021) 7 ejemplos:
      • 1892 Anónimo (El Corresponsal) "Siglo XVIII" [12-11-1892] El Criterio (Salamanca) Esp (HD)
        Gavira, con terno verde, brinda, y tras dos pases ayudados y uno natural, receta á un tiempo media estocada caida y con tendencias frente al 8. Vuelve á trastearlo con dos pases con la derecha y seis altos, y frente al 7 se arranca á matar, con los terrenos cambiados, y da media, saliendo por la cara. Lo trastea varias veces sin estar armado; la percalina funciona. El diestro coge la espada de descabellar, lo trastea nuevamente, la faena se hace larga y deslucida, intenta dos veces el descabello, y el presidente envía el primer aviso á Costillares.
      • 2021 Anónimo "Insultos y puñetazos" [13-07-2021] Navarra.com (Pamplona): navarra.elespanol.com Esp (HD)
        "La bronca arrecía y El Cordobés sigue bailando delante de la res, que no tenía dificultades. Media estocada entrando mal, otra delantera y corta y coge la espada de descabellar. Parece que no quiere matar al toro porque se limita a acariciarlo con el verduguillo".
      • 1892 Anónimo (El Corresponsal) "Siglo XVIII" [12-11-1892] El Criterio (Salamanca) Esp (HD)
        Gavira, con terno verde, brinda, y tras dos pases ayudados y uno natural, receta á un tiempo media estocada caida y con tendencias frente al 8. Vuelve á trastearlo con dos pases con la derecha y seis altos, y frente al 7 se arranca á matar, con los terrenos cambiados, y da media, saliendo por la cara. Lo trastea varias veces sin estar armado; la percalina funciona. El diestro coge la espada de descabellar, lo trastea nuevamente, la faena se hace larga y deslucida, intenta dos veces el descabello, y el presidente envía el primer aviso á Costillares.
      • 1934 Anónimo "Séptima corrida feria" [01-08-1934] Las Provincias: Diario de Valencia (Valencia) Esp (HD)
        ¿A ver si esto, deslucía la grandeza de la faena? ¡Pero no! Visentico, a la primera observación del público, había tenido un gesto viril. Dejó la espada de descabellar, cogió la de estoquear y perfilándose y atacando valiente, como un hombre ¡como un valenciano!, hundió el arma hasta el pomo en el morrillo del toro.
      • 1989 Prensa ABC, 18/04/1989 [1989] Esp (CDH )
        La faena de muleta de Emilio Oliva me pareció en determinados aspectos muy importante. El toro embestía con nobleza, pero no era tonto. Había que llevarle muy templado, con la mano baja, sin dudarle ni un solo instante, dejándole el trapo en la cara a la salida de cada pase para enlazar el siguiente con encomiable hondura. El chiclanero-madrileño exhibió un toreo más «despacioso» que nunca. Como tiene buena planta de torero, lucía el conjunto estético que componen el hombre y el toro. Fue una lástima que manejara tan mal la espada de descabellar. Escuchó un aviso y también una fortísima y merecida ovación por el buen toreo que había exhibido el joven diestro.
      • 1994 Moral, J. A. Ver toros [1996] 200 Esp (CDH )

        También ocurre que haya que utilizar otra clase de espada si el toro no muere como consecuencia de la estocada. Es la espada de «descabellar», que el público llama «descabello». Se trata de un estoque en el que en su parte final hay un «verduguillo»o cuchillo de cuatro aristas limitado por una cruceta para que no pueda penetrar más que para su uso —seccionar la médula espinal del toro entre dos vértebras cervicales— y para que, si salta, no hiera gravemente a nadie. Esta espada de descabellar se utiliza cuando la estocada no ha matado al toro pese a su buena o regular ejecución. No se debe utilizar nunca el descabello si solamente se han dado pinchazos. Los repetidos intentos con el descabello suelen restar mérito a una buena estocada cuando se necesitan más de dos agresiones.

      • 2012 Villán, J. Tauromaquias Esp (BD)
        Espada de descabellar. Estoque de cruceta, provisto de un tope horizontal que dista de la punta unos diez centímetros. También se llama verduguillo. Carece de filo desde la empuñadura hasta el tope y es de implantación relativamente moderna. Se debe a la iniciativa de Vicente Pastor, a raíz de un accidente provocado por Belmonte al descabellar. La espada saltó a los tendidos en la plaza de La Coruña e hirió mortalmente a un espectador llamado Cándido Roig el 6 de agosto de 1934.
      • 2019 Ordaz, R "Sergio Flores gana Escapulario Plata" [09-09-2019] El Sol de Zacatecas (Zacatecas) Mx (HD)
        Santiago Zendejas- Rejoneador.- “Gavilán” de 477 kilos, fue el que abrió plaza, un cárdeno oscuro, bragado, al que Santiago le colocó dos rejones de castigo, lo llevó a la grupa en el tercio de las banderillas, toreo con temple al burel, dejo un solo palo en el par a dos manos, dos banderillas al violín, a toro casi parado dejo la rosa, con la hoja del peral pinchó en varias ocasiones, acertó al quinto intento con la espada de descabellar, le sonaron 1 aviso. – Los Forcados de Mazatlán al segundo intento lograron una “temeraria pega” en el ejemplar del rejoneador.
      • 2021 Anónimo "Insultos y puñetazos" [13-07-2021] Navarra.com (Pamplona): navarra.elespanol.com Esp (HD)
        "La bronca arrecía y El Cordobés sigue bailando delante de la res, que no tenía dificultades. Media estocada entrando mal, otra delantera y corta y coge la espada de descabellar. Parece que no quiere matar al toro porque se limita a acariciarlo con el verduguillo".
    2. s. f. Con el modificador simulada o con el complemento de ayuda, para referirse a una espada más ligera usada durante la faena de muleta.
      docs. (1953-2022) 7 ejemplos:
      • 1953 Carmona, J. "Monumental novillada Trafio" [10-03-1953] ABC (Madrid) Esp (HD)
        En el sexto, grande y pastueño, tuvo ocasión para haber logrado una gran tarde; pero aunque valiente, no supo sacar partido, en una brillante faena y si bien se le aplaudieron algunos vistosos pases, estuvo indeciso, sufrió varios desarmes, por cuya razón no obtuvo todos los aplausos que merecía la buena estocada que dio fin del bicho que cerró plaza. Detalles que saboreó el público: los matadores no usaron el estoque de madera. ¡Qué bien! ¿Vamos a la supresión de la espada simulada?
      • 2022 Cid, M. "Larga cambiada" [31-05-2022] El Español (Madrid): elespanol.com Esp (HD)
        Pero el símil no queda ahí; y ello por cuánto antiguamente al torero de turno se le obligaba al coger la muleta, llevar la espada de matar, de acero y naturalmente más pesada que la simulada de plástico o de madera. Entonces se recurría a una argucia que era presentar un certificado médico diciendo que la muñeca del torero sufría una lesión que aconsejaba no llevar peso. Y para más inri se hacía pasar por el callejón un cartel anunciador diciendo que se había autorizado al torero, por razones médicas, a utilizar durante la lidia de muleta la espada simulada. Todos sabíamos que era incierto pero nadie decía nada.
      • 1953 Carmona, J. "Monumental novillada Trafio" [10-03-1953] ABC (Madrid) Esp (HD)
        En el sexto, grande y pastueño, tuvo ocasión para haber logrado una gran tarde; pero aunque valiente, no supo sacar partido, en una brillante faena y si bien se le aplaudieron algunos vistosos pases, estuvo indeciso, sufrió varios desarmes, por cuya razón no obtuvo todos los aplausos que merecía la buena estocada que dio fin del bicho que cerró plaza. Detalles que saboreó el público: los matadores no usaron el estoque de madera. ¡Qué bien! ¿Vamos a la supresión de la espada simulada?
      • 1970 Díaz Cañabate, A. Paseíllo toros [1970] Esp (CDH )

        Las antiguas capeas se dividían en dos partes: uno o dos toros de muerte para toreros incipientes o fracasados, vestidos de luces, y unos cuantos morlacos para los que se llamaban aficionados; no maletillas, como se les dice ahora a unos mangantes folklóricos que con atillo de capote y muleta, y espada simulada a la espalda, merodean por las ciudades en feria a la husma, no de torear —¿cómo van a torear en una calle o en una tasca más o menos disimulada con el rótulo de cafetería?—, sino de apañar unas monedas de las almas sensibles.

      • 1988 Núñez, J. M. "Manili segunda vez Puerta Grande" [06-06-1988] Diario de Burgos (Burgos) Esp (HD)
        El suceso ocurrió casi al final de la faena al último de la tarde —que mató en sustitución del lesionado Paco Machado—, tras haber logrado ya una oreja en su primero. Manili volvía la cara del toro después de cambiar la espada simulada, cuando se echó la muleta a la mano izquierda y sin inmutarse aguantó un espeluznante gañafón.
      • 1989 Torres, J. C. Léx esp toros p. 476 Esp (BD)
        Encuestas a toreros [...] Otro léxico taurino surgido en la encuesta [...] ¿Cuáles son las armas para matar y dónde se guardan? La espada, el descabello con la cruceta o verduguillo, y se guardan en el fundón y fundas. ¿Cómo se llama la espada de madera? La espada simulada.
      • 2012 Casals, J. "Espadas Luna" [09-01-2012] Aplausos (Valencia): aplausos.es Esp (HD)
        En la actualidad prácticamente ningún torero torea montando la muleta con la espada de verdad, sino que lo hace con una ayuda o espada simulada, que normalmente suele ser de madera, aluminio o acero. Del taller de Juan Pablo sale una ayuda que es toda una réplica exacta a la espada de matar. “Es una ayuda muy ligera y bonita a la vez. Tiene caché. Es la réplica de una espada de matar de verdad. La empuñadura es desmontable, para poder limpiarla mejor. Además, aunque la ayuda tenga muchos años, si se pule queda como nueva. Están elaboradas con el mismo acero que las espadas”.
      • 2017 Rdz Moral, Á. "Historia íntima vestido torear" [20-09-2017] El Correo de Andalucía (Sevilla) Esp (HD)
        Aquella mañana lluviosa de Viernes Santo bajó la rampa un nazareno que está a punto de ser matador. Algún tiempo antes se había gastado 50 euros furtivos en la misma sastrería para comprar su primera espada de ayuda.
      • 2022 Cid, M. "Larga cambiada" [31-05-2022] El Español (Madrid): elespanol.com Esp (HD)
        Pero el símil no queda ahí; y ello por cuánto antiguamente al torero de turno se le obligaba al coger la muleta, llevar la espada de matar, de acero y naturalmente más pesada que la simulada de plástico o de madera. Entonces se recurría a una argucia que era presentar un certificado médico diciendo que la muñeca del torero sufría una lesión que aconsejaba no llevar peso. Y para más inri se hacía pasar por el callejón un cartel anunciador diciendo que se había autorizado al torero, por razones médicas, a utilizar durante la lidia de muleta la espada simulada. Todos sabíamos que era incierto pero nadie decía nada.
  14. 5⟶sinécdoque
    s. f. Carta de espadas.
    docs. (1618-2020) 24 ejemplos:
    • c1618 Vega Carpio, L. Sátiras [1932] 397 Esp (CDH )
      Mata la caça que a tus manos venga / (pues que te sobra tanta cada día) / y en eso tu venganza se entretenga, / que un discípulo tuyo me decía / que traías la suñas coloradas / de tanto "pido"enla carnicería, / en barajas tan mal encuadernadas / donde te vales de fullerosfríos. / Más queremos jugar bastos que espadas, / deja de hablar con tantos desvaríos. /
    • 2020 Kohan, M. Confesión Ar (CORPES)
      Acabo de cantarle envido. Pellizca la punta de los naipes, vuelve a pispearlos (acababa de hacerlo), menea la cabeza, se niega. Entonces yo, tras una pausa, tiro un tres de espadas. Ella lo mira (mira el tres, mira las espadas) y tira un cinco de bastos. Lo aprieta contra la mesa y lo empuja, de tal forma que quede debajo de mi carta.
    • c1618 Vega Carpio, L. Sátiras [1932] 397 Esp (CDH )
      Mata la caça que a tus manos venga / (pues que te sobra tanta cada día) / y en eso tu venganza se entretenga, / que un discípulo tuyo me decía / que traías la suñas coloradas / de tanto "pido"enla carnicería, / en barajas tan mal encuadernadas / donde te vales de fullerosfríos. / Más queremos jugar bastos que espadas, / deja de hablar con tantos desvaríos. /
    • 1653 Gracián, B. El Criticón 2.ª parte [1939] Esp (CDH )

      — Ya me parece —dixo Andrenio— que te oigo exagerar una gran batalla que aquí se dió y la gran vitoria conseguida.

      — Por lo menos, no me negarás —replicó el Valeroso— que huvo barajas, que siempre se componen de espadas y oros, y luego andan los palos. ¿No te parece que fué gran valor el de aquel que, cogiendo entre sus dos manos una baraja, toda junta la tronchó de una vez?

    • 1657 Gracián, B. El Criticón 3.ª parte [1940] Esp (CDH )

      Pues ¿no haze de las suyas la fortuna, y de sus mudanças el tiempo? ¿Siempre está en él llena la luna? ¿No se baraxan los contentos con las penas, las copas con los bastos, los oros con las espadas, como por acá?

    • 1748 Torres Villarroel, D. "Desamparados Madrid" [1798] p. 76 Ideas extractadas, XI Esp (BD)
      En el mundo, que siempre / fue una baraxa / una vez juega el oro, / y otra la espada: / Y de esta suerte / lo que un dia se gana, / otro se pierde.
    • 1859 Pravia, C. Manual juegos [1859] 92 Esp (CDH )
      Mas con triunfos desiguales, ó de escalerilla, mas claro, que tengan intermedio, como rey y sota, espada y basto, deberá el Hombre abstenerse de triunfar, mayormente cuando tenga al Contra á su izquierda, aguardando le venga la triunfada de su mano para hacerlos todos, que es lo que se llama la tenaza.
    • 1871 Pereda, J. M. Tipos y paisajes [1989] Esp (CDH )

      Oros arriba, bastos abajo: ni bueno ni malo. Oros, más oros; copas boca abajo: tú tienes deseos. Rey de copas: de lo que no está a tus alcances. Oros otra vez, el as: dinero te hace falta. Otro rey con túnica: vestido apeteces. Espadas ahora: por la guerra. No, que salen bastos, por la aldea: trabajos en ella; no te convienen.

    • 1873 Pz Galdós, B. Corte Carlos IV [1995] Esp (CDH )
      Hice lo que se me mandaba, y los oros, espadas, bastos y copas se entremezclaron bajo los dedos del petimetre, que barajaba con toda la rapidez que da la experiencia.
    • 1889 Pereda, J. M. Puchera [1980] 216 Esp (CDH )

      Con este permiso, la adivina volvió a tender las cartas; y combinando aquí y sumando allí, y murmurando ensalmos y conjuros; y ahora porque sota, y luego porque caballo; y volviendo a barajar, y tornando a sus combinaciones; y porque si los oros abajo y si los bastos arriba, y las espadas antes y las copas después, y espanto viene y espeluzno va, llegó a decir al consultante estupefacto que había un tesoro más rico que todos los tesoros juntos de la tierra, y muy cerquita de su casa (de la casa del Berrugo), que le estaba destinado a él solo desde tiempos de muy atrás, y que con la vista de sus ojos y desde su propio tejado podría alcanzar a ver el punto en que se escondía, si no se lo ocultaran "aguas al frente, tierras acá, peñas arriba y cantos debajo".

    • 1896 Marco, L. / Ochoa, E. Repertorio juegos p. 69 Esp (BD)
      [...] como si, por ejemplo, jugándose oros, tuviera el contrario primero tres espadas de rey caballo, puesto que saliendo de ellas se adelantará tantas bazas cuantas espadas tenga el hombre, y además el contrario segundo, si no las tiene, se irá de otro palo, de modo que el hombre, cuando falle, se vea comprometido al pise ó á hacerlo de alto.
    • 1923 Valle-Inclán, R. M. Cara Plata [1997] Esp (CDH )

      Pichona la BisbiseraAlza con la mano izquierda. Vuelve una carta. Voy a leértelas a la portuguesa. Oros y detrás espadas. Celos con rabia. Repara el tres de copas por bajo del siete de espadas, copas aquí son campanas y espadas, ansias de muerte. ¿No sacas hilo ninguno?

    • 1927-1931 Valle-Inclán, R. M. Corte milagros [1997] Esp (CDH )

      — ¡Acaba! ¿Qué dicen?

      — Tenemos un as de oros entre espadas: Tiene dos significados: Una guerra, considerando que el as aquí representa la España...

      — ¡Otra guerra civil! ¡Están buenas tus cartas!

    • 1990 Uslar Pietri, A. Visita tiempo [1993] 163 Venezuela (CDH )

      En Granada había tenido ante él aquellas mujeres renegridas y torvas que extendían las cartas sobre una mesa para decir la fortuna. Los reyes, los caballos, las sotas, los ases y los números, al volcarse, enviaban un mensaje de fatalidad. Oros, copas, bastos y espadas. «Ésta dice que vas a ser afortunado en el amor; pero ésta dice que te acecha un enemigo poderoso.»

    • 1995 Schz-Ostiz, M. Infierno jardín [1995] Esp (CDH )

      «¡Diente, Diente, otra raya!», decía, ya saltaban por el aire barajas enteras, oros y copas y bastos y espadas y más oros y más copas y más bastos y más espadas, y se oían voces órdago, mus, a pares, no, no, no, sí, voy, ya le endiñaba uno a otro a lo perro, los dos disfrazados de coristas de espectáculo arrevistado, ya se oía la expresión de gozo e inteligencia de la tribu: «¡Ay, qué risa, ay, qué risa, que me meo!»...

    • 1998 VV. AA. Matemáticas [1998] Esp (CDH )
      10. La probabilidad de sacar en una baraja oros, espadas y bastos y la probabilidad de que salgan sota, caballo y rey:

      a) Son iguales.

      b) La primera es mayor que la segunda.

      c) La segunda es mayor que la primera.

    • 2009 Huerta, M. Que sea la última vez que me llamas Reina de la tele Esp (CORPES)
      —Piensa en lo que quieras, en lo que más desees. Quiero que focalices toda tu atención en las cartas, en todas y cada una de las cartas que tienes entre manos, baraja con energía, oros, copas, espadas, bastos... -decía mientras la iluminación del plató iba bajando de intensidad.
    • 2010 Hurtado Sáenz, L. "Kanosta" Antología de obras de teatro Co (CORPES)
      ¿Quién la quiere? ¿Quién la piensa? ¿Quién la desea ver? Lo que a su casa llegue. Y lo que ha de suceder. Por su suerte: (Toma las cartas del primer montón y las va distribuyendo sobre la mesa en hileras.) Sota de bastos: mujer morena, es usted misma en medio del caballo de espadas y el rey de copas que es don Gustavo. Cuatro y seis de espadas: dificultades a las puertas de su casa, los rodean las espadas. Cuatro de bastos y ocho de bastos: enredos con el rey de copas, secretos, puede haber traición y hasta golpes.
    • 2020 Kohan, M. Confesión Ar (CORPES)
      Acabo de cantarle envido. Pellizca la punta de los naipes, vuelve a pispearlos (acababa de hacerlo), menea la cabeza, se niega. Entonces yo, tras una pausa, tiro un tres de espadas. Ella lo mira (mira el tres, mira las espadas) y tira un cinco de bastos. Lo aprieta contra la mesa y lo empuja, de tal forma que quede debajo de mi carta.
    • c1618 Vega Carpio, L. Sátiras [1932] 397 Esp (CDH )
      Mata la caça que a tus manos venga / (pues que te sobra tanta cada día) / y en eso tu venganza se entretenga, / que un discípulo tuyo me decía / que traías la suñas coloradas / de tanto "pido"enla carnicería, / en barajas tan mal encuadernadas / donde te vales de fullerosfríos. / Más queremos jugar bastos que espadas, / deja de hablar con tantos desvaríos. /
    • 1653 Gracián, B. El Criticón 2.ª parte [1939] Esp (CDH )

      — Ya me parece —dixo Andrenio— que te oigo exagerar una gran batalla que aquí se dió y la gran vitoria conseguida.

      — Por lo menos, no me negarás —replicó el Valeroso— que huvo barajas, que siempre se componen de espadas y oros, y luego andan los palos. ¿No te parece que fué gran valor el de aquel que, cogiendo entre sus dos manos una baraja, toda junta la tronchó de una vez?

    • 1657 Gracián, B. El Criticón 3.ª parte [1940] Esp (CDH )

      Pues ¿no haze de las suyas la fortuna, y de sus mudanças el tiempo? ¿Siempre está en él llena la luna? ¿No se baraxan los contentos con las penas, las copas con los bastos, los oros con las espadas, como por acá?

    • 1748 Torres Villarroel, D. "Desamparados Madrid" [1798] p. 76 Ideas extractadas, XI Esp (BD)
      En el mundo, que siempre / fue una baraxa / una vez juega el oro, / y otra la espada: / Y de esta suerte / lo que un dia se gana, / otro se pierde.
    • 1803 RAE DRAE 4.ª ed. (NTLLE)
      ESPADA [...] En el juego de naypes qualquiera de las cartas del palo de espadas; y así se dice: en esta mano no he tenido ninguna ESPADA, juegue vm. una ESPADA.
    • 1825 Núñez Taboada, M. DiccLengCastellana (NTLLE)
      ESPADA [...] En el juego de naipes, cualquiera de las cartas del palo de espadas [...].
    • 1859 Pravia, C. Manual juegos [1859] 92 Esp (CDH )
      Mas con triunfos desiguales, ó de escalerilla, mas claro, que tengan intermedio, como rey y sota, espada y basto, deberá el Hombre abstenerse de triunfar, mayormente cuando tenga al Contra á su izquierda, aguardando le venga la triunfada de su mano para hacerlos todos, que es lo que se llama la tenaza.
    • 1871 Pereda, J. M. Tipos y paisajes [1989] Esp (CDH )

      Oros arriba, bastos abajo: ni bueno ni malo. Oros, más oros; copas boca abajo: tú tienes deseos. Rey de copas: de lo que no está a tus alcances. Oros otra vez, el as: dinero te hace falta. Otro rey con túnica: vestido apeteces. Espadas ahora: por la guerra. No, que salen bastos, por la aldea: trabajos en ella; no te convienen.

    • 1872 Fuentes Ponte, J. Murcia que se fue [1872] Esp (CDH )

      Uno era soldadico y no digo más, un golilla, otro parecia lacayo, y otro estudiante de prendas; recibiéronlos con el desenfado de pedirles merienda al mostrarles que ya el sol no estaba en las bardas del corral, y jugando de palabras y obras siguieron con requiebros de querer copas y oros, tornándose bastos y espadas, que á lo mejor dos hombres vinieron y sin decir golpes van ni en guardia pónganse, sacando las tizonas con gallardo brio y esgrima, el polvo sacudian: dos de los cuatro huyeron por imitar á los otros dos; á las mozas los valerosos acometiendo luego, pusiéronlas en huida, y á los gritos salieron los rufianes: batalla trabóse [...].

    • 1873 Pz Galdós, B. Corte Carlos IV [1995] Esp (CDH )
      Hice lo que se me mandaba, y los oros, espadas, bastos y copas se entremezclaron bajo los dedos del petimetre, que barajaba con toda la rapidez que da la experiencia.
    • 1889 Pereda, J. M. Puchera [1980] 216 Esp (CDH )

      Con este permiso, la adivina volvió a tender las cartas; y combinando aquí y sumando allí, y murmurando ensalmos y conjuros; y ahora porque sota, y luego porque caballo; y volviendo a barajar, y tornando a sus combinaciones; y porque si los oros abajo y si los bastos arriba, y las espadas antes y las copas después, y espanto viene y espeluzno va, llegó a decir al consultante estupefacto que había un tesoro más rico que todos los tesoros juntos de la tierra, y muy cerquita de su casa (de la casa del Berrugo), que le estaba destinado a él solo desde tiempos de muy atrás, y que con la vista de sus ojos y desde su propio tejado podría alcanzar a ver el punto en que se escondía, si no se lo ocultaran "aguas al frente, tierras acá, peñas arriba y cantos debajo".

    • 1896 Marco, L. / Ochoa, E. Repertorio juegos p. 69 Esp (BD)
      [...] como si, por ejemplo, jugándose oros, tuviera el contrario primero tres espadas de rey caballo, puesto que saliendo de ellas se adelantará tantas bazas cuantas espadas tenga el hombre, y además el contrario segundo, si no las tiene, se irá de otro palo, de modo que el hombre, cuando falle, se vea comprometido al pise ó á hacerlo de alto.
    • 1923 Valle-Inclán, R. M. Cara Plata [1997] Esp (CDH )

      Pichona la BisbiseraAlza con la mano izquierda. Vuelve una carta. Voy a leértelas a la portuguesa. Oros y detrás espadas. Celos con rabia. Repara el tres de copas por bajo del siete de espadas, copas aquí son campanas y espadas, ansias de muerte. ¿No sacas hilo ninguno?

    • 1927-1931 Valle-Inclán, R. M. Corte milagros [1997] Esp (CDH )

      — ¡Acaba! ¿Qué dicen?

      — Tenemos un as de oros entre espadas: Tiene dos significados: Una guerra, considerando que el as aquí representa la España...

      — ¡Otra guerra civil! ¡Están buenas tus cartas!

    • 1933 Mtz Estrada, E. Radiografía Pampa [1991] Argentina (CDH )
      Documentos, escrituras, boletas, contratos, pólizas, parecían naipes, y la riqueza a nada se asemejaba tanto como a una baraja de abundantes oros y espadas en manos de una cartomántica.
    • 1953 Carpentier, A. Pasos [1985] 128 Cuba (CDH )
      Un olor a salmuera de abadejo se me atravesó en la garganta. Volteé unos naipes sobre el mostrador, reconociendo los bastos, copas, oros y espadas de los juegos españoles, cuya pinta había olvidado. Ahora, los disparos se hacían más espaciados.
    • 1990 Uslar Pietri, A. Visita tiempo [1993] 163 Venezuela (CDH )

      En Granada había tenido ante él aquellas mujeres renegridas y torvas que extendían las cartas sobre una mesa para decir la fortuna. Los reyes, los caballos, las sotas, los ases y los números, al volcarse, enviaban un mensaje de fatalidad. Oros, copas, bastos y espadas. «Ésta dice que vas a ser afortunado en el amor; pero ésta dice que te acecha un enemigo poderoso.»

    • 1995 Schz-Ostiz, M. Infierno jardín [1995] Esp (CDH )

      «¡Diente, Diente, otra raya!», decía, ya saltaban por el aire barajas enteras, oros y copas y bastos y espadas y más oros y más copas y más bastos y más espadas, y se oían voces órdago, mus, a pares, no, no, no, sí, voy, ya le endiñaba uno a otro a lo perro, los dos disfrazados de coristas de espectáculo arrevistado, ya se oía la expresión de gozo e inteligencia de la tribu: «¡Ay, qué risa, ay, qué risa, que me meo!»...

    • 1998 VV. AA. Matemáticas [1998] Esp (CDH )
      10. La probabilidad de sacar en una baraja oros, espadas y bastos y la probabilidad de que salgan sota, caballo y rey:

      a) Son iguales.

      b) La primera es mayor que la segunda.

      c) La segunda es mayor que la primera.

    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      espada [...] f. En el juego de naipes, carta del palo de espadas. En esta mano no he tenido ninguna espada. Juegue usted una espada.
    • 2009 Huerta, M. Que sea la última vez que me llamas Reina de la tele Esp (CORPES)
      —Piensa en lo que quieras, en lo que más desees. Quiero que focalices toda tu atención en las cartas, en todas y cada una de las cartas que tienes entre manos, baraja con energía, oros, copas, espadas, bastos... -decía mientras la iluminación del plató iba bajando de intensidad.
    • 2010 Hurtado Sáenz, L. "Kanosta" Antología de obras de teatro Co (CORPES)
      ¿Quién la quiere? ¿Quién la piensa? ¿Quién la desea ver? Lo que a su casa llegue. Y lo que ha de suceder. Por su suerte: (Toma las cartas del primer montón y las va distribuyendo sobre la mesa en hileras.) Sota de bastos: mujer morena, es usted misma en medio del caballo de espadas y el rey de copas que es don Gustavo. Cuatro y seis de espadas: dificultades a las puertas de su casa, los rodean las espadas. Cuatro de bastos y ocho de bastos: enredos con el rey de copas, secretos, puede haber traición y hasta golpes.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] f. Carta del palo de espadas. Echa una espada.
    • 2020 Kohan, M. Confesión Ar (CORPES)
      Acabo de cantarle envido. Pellizca la punta de los naipes, vuelve a pispearlos (acababa de hacerlo), menea la cabeza, se niega. Entonces yo, tras una pausa, tiro un tres de espadas. Ella lo mira (mira el tres, mira las espadas) y tira un cinco de bastos. Lo aprieta contra la mesa y lo empuja, de tal forma que quede debajo de mi carta.
  15. 13⟶restricción significado
    s. f. As de espadas.
    Sinónimos: espadachín; espadón
    docs. (1643-2014) 24 ejemplos:
    • c1643 Téllez, G. (Tirso de Molina) Bellaco Gómez fol. 2-3 Esp (BD)
      [...] pero, soberbio / el que era mano, se hizo hombre / cuando se vio, escuche el cuento, / con la trinca coronada, / malilla, espada y tras éstos, / otros dos con el caballo / el el as de oros [...] triunfa con la espada; sirvo con el cinco; hago lo mesmo / con la sota, a la malilla; / y quedóse el pobre guero [...].
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      birlonga [...] Variedad del antiguo juego del hombre en que quien tiene la espada está obligado a entrar, y cuando carece de juego, arrima este naipe al basto o a un rey, y toma las restantes cartas, descubriendo la última, que es el triunfo.
    • c1643 Téllez, G. (Tirso de Molina) Bellaco Gómez fol. 2-3 Esp (BD)
      [...] pero, soberbio / el que era mano, se hizo hombre / cuando se vio, escuche el cuento, / con la trinca coronada, / malilla, espada y tras éstos, / otros dos con el caballo / el el as de oros [...] triunfa con la espada; sirvo con el cinco; hago lo mesmo / con la sota, a la malilla; / y quedóse el pobre guero [...].
    • 1664 Vega Carpio, L. "Octavas arte mayor" p. 169 Octava sagradamente cvlta Esp (BD)
      Por su hora la Mala, en Triunfo, y en Gasto; / La Espada arrastra por tanto difunto; / Entro a la Guerrilla, no tarde; si al Punto, / De España el socorro; y dixo: yo Basto.
    • 1725-1744 Torres Villarroel, D. Pronósticos Piscator [2006] Esp (CDH )
      El que a la Espada y el Basto / fió todas sus porfías, / ya está para muchos días / zampuzado en un banasto: / buena labor y mal pasto / le dan galeras y charcas, / y en sus chalupas y barcas / amarrado a un cangilón, / haciendo está la razón / a la salud de las marcas.
    • c1715-1750 Torres Villarroel, D. Juguetes Talia, VIII [1752] p. 97 Esp (BD)
      De la serie de los Reyes, / de las Sotas, y Caballos; / de la Toga, y de la Espada / y la Malilla, y el Basto.
    • 1790 Razola, F. Reglas, leyes juegos p. 44 Esp (BD)
      Nota. Estas penas, que se imponen para que se juegue con atencion, y que nadie lo haga con ventaja (si no fuesen de las que se indican deban de pagarse en la misma mano) deberán tirarse á la suerte en la siguiente: como á la mayor espada, mejor rey &c. no entrando en suerte el que cometió la culpa.
    • 1825 Anónimo Reglas jugadores tresillo [1825] Esp (CDH )
      3.ª Si el que da descubriese, al tiempo de repartir los naipes, la espada, el basto, una malilla, un rey, o mas naipes que uno, sean los que fuesen, pagará una puesta sencilla, y volverá á dar.
    • 1859 Pravia, C. Manual juegos [1859] Esp (CDH )
      Con espada, malilla y los demás triunfos blancos, arrastrará de espada y luego de uno blanco para ver si al tornar á su mano, puede sacar el basto con la mala; pero si tuviere temor de que le fallen los reyes y cartas firmes y poseyere la espada y la mala con tres triunfos blancos, continuará triunfando despues que con la espada, con la mala y con otro blanco, pues los naipes firmes de cada palo le cubren de algun modo los efectos de poder ser vencido en las triunfadas.
    • 1864 Anónimo (F. B. y B.) Colección juegos p. 111 Esp (BD)
      El as de espadas, que se llama la espada ó espadilla, es siempre el primer triunfo; y el as de bastos que se denomina el basto, es el tercero; de aquí proviene el que haya doce triunfos en oros y copas, y solo once en espadas y bastos.
    • 1872 Zaro, J. Cartilla tresillo y leyes penales p. 29 Esp (BD)
      Primera parte: Entradas con espada; con tres naipes: espada, mala y caballo, en palo corto, ó sea en espadas ó bastos: espada, mala y rey, en palo largo, es decir, en oros ó copas; no se puede entrar con ménos, pero dicho se está que se puede entrar con más. Con cuatro: espada, mala, sota y tres, en palo corto; espada, mala, caballo y seis, en palo largo; espada, basto, caballo y sota, en palo corto; espada, basto, rey y caballo, en palo largo; espada, rey, caballo y sota, en palo corto; espada, punto, rey y caballo, en palo largo.
    • 1896 Marco, L. / Ochoa, E. Repertorio juegos p. 23 Esp (BD)
      El valor de las cartas varía según sean triunfos ó no, excepción hecha de dos que constantemente son triunfos y tienen siempre el mismo valor; estas cartas son la espada y el basto. La primera es la carta de más valor en el tresillo, y la segunda es la tercera, bien se juegue á oros, copas, espadas ó bastos.
    • 1928 Medina, J. T. Chilenismos Ch (BD)
      GANCHO [...] En el juego del rocambor, la espada o el basto.
    • 1944 Anónimo Juegos naipes españoles [1944] Esp (CDH )
      Claramente se deduce que en oros y en copas hay doce triunfos (las diez cartas del palo, la espada y el basto) y en espadas y bastos once. Por eso se llama palo largo al de oros y copas, y corto, al de espadas y bastos.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      birlonga [...] Variedad del antiguo juego del hombre en que quien tiene la espada está obligado a entrar, y cuando carece de juego, arrima este naipe al basto o a un rey, y toma las restantes cartas, descubriendo la última, que es el triunfo.
    • c1643 Téllez, G. (Tirso de Molina) Bellaco Gómez fol. 2-3 Esp (BD)
      [...] pero, soberbio / el que era mano, se hizo hombre / cuando se vio, escuche el cuento, / con la trinca coronada, / malilla, espada y tras éstos, / otros dos con el caballo / el el as de oros [...] triunfa con la espada; sirvo con el cinco; hago lo mesmo / con la sota, a la malilla; / y quedóse el pobre guero [...].
    • 1664 Vega Carpio, L. "Octavas arte mayor" p. 169 Octava sagradamente cvlta Esp (BD)
      Por su hora la Mala, en Triunfo, y en Gasto; / La Espada arrastra por tanto difunto; / Entro a la Guerrilla, no tarde; si al Punto, / De España el socorro; y dixo: yo Basto.
    • 1732 RAE DiccAutoridades (NTLLE)
      ESPADA. Se llama el As del manjar ó palo dicho espadas en los náipes, que mas comunmente se dice Espadilla [...].
    • 1725-1744 Torres Villarroel, D. Pronósticos Piscator [2006] Esp (CDH )
      El que a la Espada y el Basto / fió todas sus porfías, / ya está para muchos días / zampuzado en un banasto: / buena labor y mal pasto / le dan galeras y charcas, / y en sus chalupas y barcas / amarrado a un cangilón, / haciendo está la razón / a la salud de las marcas.
    • c1715-1750 Torres Villarroel, D. Juguetes Talia, VIII [1752] p. 97 Esp (BD)
      De la serie de los Reyes, / de las Sotas, y Caballos; / de la Toga, y de la Espada / y la Malilla, y el Basto.
    • 1790 Razola, F. Reglas, leyes juegos p. 44 Esp (BD)
      Nota. Estas penas, que se imponen para que se juegue con atencion, y que nadie lo haga con ventaja (si no fuesen de las que se indican deban de pagarse en la misma mano) deberán tirarse á la suerte en la siguiente: como á la mayor espada, mejor rey &c. no entrando en suerte el que cometió la culpa.
    • 1825 Núñez Taboada, M. DiccLengCastellana (NTLLE)
      ESPADA [...] En la baraja, la carta en que está estampada la figura de una sola espada [...].
    • 1825 Anónimo Reglas jugadores tresillo [1825] Esp (CDH )
      3.ª Si el que da descubriese, al tiempo de repartir los naipes, la espada, el basto, una malilla, un rey, o mas naipes que uno, sean los que fuesen, pagará una puesta sencilla, y volverá á dar.
    • 1842 Somoza, J. Carta sobre reto Artículos Esp (CDH )

      Otro tanto sucede, á la verdad, con las leyes de los naipes, y no por eso dejan de observarse religiosamente por los aficionados: tanto, que si un jugador se empeñase en sostener en juegos de espada y basto, que el basto gana á la espada, sería mayor escándalo que el ponerse á defender que los derechos de la fuerza bruta son superiores ó iguales á los de la sublime inteligencia.

    • 1859 Pravia, C. Manual juegos [1859] Esp (CDH )
      Cuando el Hombre tenga la espada con triunfos blancos, faltándole la malilla y el basto, convendrá triunfar de menor, por ver si arrastrando de espada, luego que vuelva á su mano la jugada, puede sacar alguno de aquellos reservados á sus inferiores.
    • 1859 Pravia, C. Manual juegos [1859] Esp (CDH )
      A juega bastos, C una espada, B el rey de bastos y D una carta baja. Pues bien, si C observa que ha fallado, antes de recoger la baza, B y D son árbitros de retirar su carta y A ó B de obligar á C á que juegue la carta mas baja ó mas alta del palo que le indiquen.
    • 1859 Pravia, C. Manual juegos [1859] Esp (CDH )
      Con espada, malilla y los demás triunfos blancos, arrastrará de espada y luego de uno blanco para ver si al tornar á su mano, puede sacar el basto con la mala; pero si tuviere temor de que le fallen los reyes y cartas firmes y poseyere la espada y la mala con tres triunfos blancos, continuará triunfando despues que con la espada, con la mala y con otro blanco, pues los naipes firmes de cada palo le cubren de algun modo los efectos de poder ser vencido en las triunfadas.
    • 1864 Anónimo (F. B. y B.) Colección juegos p. 111 Esp (BD)
      El as de espadas, que se llama la espada ó espadilla, es siempre el primer triunfo; y el as de bastos que se denomina el basto, es el tercero; de aquí proviene el que haya doce triunfos en oros y copas, y solo once en espadas y bastos.
    • 1872 Zaro, J. Cartilla tresillo y leyes penales p. 29 Esp (BD)
      Primera parte: Entradas con espada; con tres naipes: espada, mala y caballo, en palo corto, ó sea en espadas ó bastos: espada, mala y rey, en palo largo, es decir, en oros ó copas; no se puede entrar con ménos, pero dicho se está que se puede entrar con más. Con cuatro: espada, mala, sota y tres, en palo corto; espada, mala, caballo y seis, en palo largo; espada, basto, caballo y sota, en palo corto; espada, basto, rey y caballo, en palo largo; espada, rey, caballo y sota, en palo corto; espada, punto, rey y caballo, en palo largo.
    • 1895 Valbuena, A. "¡Á buen tiempo!" p. 40 Novelas menores Esp (BD)
      Al jugar esta noche de que hablo un solo de cinco triunfos de espada mala y dos reyes, siendo mano, comencé jugando los dos reyes, que pasaron, por fortuna, y después de haberme pasado los reyes salí arrastrando.
    • 1896 Marco, L. / Ochoa, E. Repertorio juegos p. 23 Esp (BD)
      El valor de las cartas varía según sean triunfos ó no, excepción hecha de dos que constantemente son triunfos y tienen siempre el mismo valor; estas cartas son la espada y el basto. La primera es la carta de más valor en el tresillo, y la segunda es la tercera, bien se juegue á oros, copas, espadas ó bastos.
    • 1899 RAE DRAE 13.ª ed. (NTLLE)
      BIRLONGA [...] Variedad del juego del hombre, en que el que tiene la espada está obligado á entrar, y cuando carece de juego, arrima este naipe al basto ó á un rey, y toma las restantes cartas, descubriendo la última, que es el triunfo.
    • 1928 Medina, J. T. Chilenismos Ch (BD)
      GANCHO [...] En el juego del rocambor, la espada o el basto.
    • 1944 Anónimo Juegos naipes españoles [1944] Esp (CDH )
      Claramente se deduce que en oros y en copas hay doce triunfos (las diez cartas del palo, la espada y el basto) y en espadas y bastos once. Por eso se llama palo largo al de oros y copas, y corto, al de espadas y bastos.
    • 1944 Anónimo Juegos de naipes españoles [1944] Esp (CDH )

      ESPADA FORZADA.– Consiste este lance en que el que tenga la espadatiene que jugar forzosamente, siempre que no haya quien juegue aquella mano; puede pasar, sin embargo, con ella siendo mano o medio, pero si él y los que van después pasan, entonces enseña la espaday está en la obligación de jugar.

    • 1980 Alvar, M. (dir.) ALEANR, III-IV Esp (FG)
      ESPADA [ESPADILLA] "as de espadas" [Lo 100] [...] (lám. 1409, mapa 1196).
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      espada [...] f. As de espadas.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] f. As de espadas. LA espada
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      birlonga [...] Variedad del antiguo juego del hombre en que quien tiene la espada está obligado a entrar, y cuando carece de juego, arrima este naipe al basto o a un rey, y toma las restantes cartas, descubriendo la última, que es el triunfo.
  16. 12⟶metonimia
    s. m. y f. Taurom. Torero que mata a un toro clavándole una espada.
    docs. (1785-2019) 29 ejemplos:
    • 1822 Anónimo "Tarde luto apasionados tauromaquia" [17-09-1822] El Indicador de los Espectáculos y del Buen Gusto (Madrid) Esp (HD)
      Creyó el magistrado sin embargo que debia suspenderse la función de la tarde, en vista sin duda de que el ganado en reserva era primo hermano del torito navarro que por la mañana incurrió en el alto enojo del concurso. Esto no quita que el espada Leon ha salido herido en el brazo izquierdo de un puntazo de tres pulgadas y una internada; circunstancia que al cabo anuncia que la función de por la mañana no ha sido de las peores; pues es sabido que esta clase de espectáculo nada vale, si no hay escenas que diversifiquen el cuadro, y tengan al alma lo que se llama colgada de un hilo.
    • 2016 Pino Iturrieta, E. "Después chicuelinas problema" El Nacional (Caracas): el-nacional.com Ve (CORPES)
      En materias de vida o muerte, como la tauromaquia, los reproches de un aficionado como el que escribe carecen de fundamento, si se considera lo que se juega el espada a solas frente a un bravo animal mientras el criticón observa desde la altura de los tendidos.
    • 1822 Anónimo "Tarde luto apasionados tauromaquia" [17-09-1822] El Indicador de los Espectáculos y del Buen Gusto (Madrid) Esp (HD)
      Creyó el magistrado sin embargo que debia suspenderse la función de la tarde, en vista sin duda de que el ganado en reserva era primo hermano del torito navarro que por la mañana incurrió en el alto enojo del concurso. Esto no quita que el espada Leon ha salido herido en el brazo izquierdo de un puntazo de tres pulgadas y una internada; circunstancia que al cabo anuncia que la función de por la mañana no ha sido de las peores; pues es sabido que esta clase de espectáculo nada vale, si no hay escenas que diversifiquen el cuadro, y tengan al alma lo que se llama colgada de un hilo.
    • 1836-1876 Anónimo Arte torear [1876] Esp (CDH )
      Los espadas que estoquearon á los toros fueron Manuel Fuentes (Bocanegra), Lagartijo, Arjona, Reyes, Frascuelo, Villaverde, Chicorro, José Machio y Angel Fernandez (Valdemoro).
    • 1878 Santa Coloma, J. Fiestas reales toros [1878] 113 Esp (CDH )
      El Sr. Gonzalez salió para ocupar su puesto y no tuvo ocasion porque hicieron la señal los clarines para matar, y se presentó el espada Angel Pastor, el cual despues de nueve pases al natural remató á la rés de dos estocadas arrancando, regular la primera y buena la segunda.
    • 1889 Sobaquillo (Mariano de Cavia) "Pour une farce" [01-07-1889] La Lidia (Madrid) Esp (HD)
      Algo de esto ha previsto, sin saber lo que se "preveía", un periódico taurino de los que aparecen en Madrid poco después de terminada la corrida; el cual, refiriéndose á la función anterior, y queriendo decir buenamente que los espadas estuvieron tan trabajadores como afortunados, decía no há muchos números: "Los matadores mantuvieron durante toda la tarde la HILARIDAD del público."
    • 1894 Luceño y Becerra, T "Corral comedias" p. 25 Teatro escogido, IV Esp (BD)
      ¡Pedro Romero... el espada / más famoso de la tierra, / hallarse postrado en cama / hace ya semana y media, / y aún no haberle visitado! [...] Señores, yo también soy / aficionado á las fiestas / de toros, y de Romero / soy un amigo de veras [...].
    • 1904 Blest Gana, A. Transplantados [1904] Chile (CDH )
      Sobre los anchos hombros, la cabeza abultada, en la que la frente pequeña de hombre testarudo era el rasgo característico, le daba el aire de los toros que de una embestida hacen huir, precipitados, á banderilleros y á espadas.
    • 1966 Goytisolo, J. Señas identidad [1996] 376 Esp (CDH )
      [...] el cartel anunciador de una corrida de toros atrajo bruscamente / tu atención / SOUVENIR / DE ESPAÑAPlaza de Toros Monumental / Grandiosa corrida de toros / 6 Hermosos y Bravos Toros 6 / con la divisa rosa y verde de / la renombrada ganadería de / Don Baltasar Iban de Madrid / para los grandes espadasLUIS MIGUEL DOMINGUÍNICI VOTRE NOM – HERE, YOUR NAME – HIER, IHRE NAMEN / ANTONIO ORDÓÑEZcon sus correspondientes cuadrillas / Amenizará el espectáculo la Banda / «La popular Sansense» [...].
    • 1992 Tapia Bolívar, D. HToreo I [1993] Esp (CDH )
      Había por entonces —nos dice Velázquez y Sánchez— un espada subalterno, de los que llaman los inteligentes matatoros, Francisco Arestoy, que toreaba por villas y aldeas llevando consigo principiantes que por ínfima cantidad, y algunos por los gastos meramente, salían a sufrir ese cúmulo de percances anexos a tal especie de desastradas funciones.
    • 1997 Prensa El Nacional, 19/01/1997 [1997] Venezuela (CDH )
      Su enemigo pasó al segundo tercio sin picar, pero el espada le prendió dos estupendos pares de banderillas al sesgo, y otro al quiebro, frente al tendido de sombra.
    • 2005 Montero, R. La visita de la Infanta (CORPES)
      Luego de veinte minutos de faena valiente, sin dudas, pero sin gracia y sin maestría, y muerto el toro por cansancio, más que por los sucesivos pinchazos de El Cheche, Eulalia se quitó una sortija de brillantes, la envolvió en un pañuelo y la tiró al espada.
    • 2010 García, M. Á. "Sergio Flores, convertido en un león" Esto (Ciudad de México): oem.com.mx/esto Mx (CORPES)
      Óliver, ante su primer enemigo, bien a la verónica, con sello. Con la muleta, a pesar de que el morito perdía los remos delanteros, el espada le extrajo pases de calidad y con valor sereno ante una embestida descompuesta. Culminó con sanjuaneras, verdaderamente ceñidas; mal con la espada y un aviso.
    • 2016 Pino Iturrieta, E. "Después chicuelinas problema" El Nacional (Caracas): el-nacional.com Ve (CORPES)
      En materias de vida o muerte, como la tauromaquia, los reproches de un aficionado como el que escribe carecen de fundamento, si se considera lo que se juega el espada a solas frente a un bravo animal mientras el criticón observa desde la altura de los tendidos.
    • 1822 Anónimo "Tarde luto apasionados tauromaquia" [17-09-1822] El Indicador de los Espectáculos y del Buen Gusto (Madrid) Esp (HD)
      Creyó el magistrado sin embargo que debia suspenderse la función de la tarde, en vista sin duda de que el ganado en reserva era primo hermano del torito navarro que por la mañana incurrió en el alto enojo del concurso. Esto no quita que el espada Leon ha salido herido en el brazo izquierdo de un puntazo de tres pulgadas y una internada; circunstancia que al cabo anuncia que la función de por la mañana no ha sido de las peores; pues es sabido que esta clase de espectáculo nada vale, si no hay escenas que diversifiquen el cuadro, y tengan al alma lo que se llama colgada de un hilo.
    • 1843 Rdz Rubí, T. "Torero" p. 5 Españoles por sí mismos Esp (BD)
      Los contratistas de caballos tienen muy poca simpatía con este diestro. Pues no decimos nada si por ventura es espada ó media espada ó sobresaliente ó cosa que lo valga. Es todo cuanto hay que ver y oir, cuando situado delante del palco de la presidencia echa el brindis con la montera en la mano y apura toda su elocuencia, sin dejar por esto de mirar de cuando en cuando hacia atrás por si es cosa que se le antoja al toro venir á interrumpirle ó á privarle del uso de la palabra.
    • 1846 Domínguez, R. J. DiccNacional, I Esp (BD)
      ESPADA [...] s. m. El torero que suele salir a matar al toro. Se llama primer espada, el principal torero entre los demás espadas, segundo el que le sigue, y media espada, el que suple á cualquiera de aquellos, espada. La Academia califica de femenino al primer espada, suprimiendo todos los demás espadas tauromárquicos. En cuanto á lo primero nunca se dice [...] Antiguamente tal vez esta clase de toreros habran pertenecido al género femenino; hoy no es así, todos dan señaladas muestras de ser de la cofradía de los masculinos; si alguna vez se dice la primera espada, es metafóricamente [...].
    • 1849 Velázquez Sánchez, J. "Carta octava" [1886] p. 82 Cartas tauromáquicas, I Esp (BD)
      La suerte de pica mal; / peor la de banderilla; / felices los dos espadas; / la gente de a pie vendida.
    • 1852 RAE DRAE 10.ª ed. (NTLLE)
      ESPADA f. [...] El torero que hace profesion de matar los toros con espada [...].
    • 1836-1876 Anónimo Arte torear [1876] Esp (CDH )
      Los espadas que estoquearon á los toros fueron Manuel Fuentes (Bocanegra), Lagartijo, Arjona, Reyes, Frascuelo, Villaverde, Chicorro, José Machio y Angel Fernandez (Valdemoro).
    • 1878 Santa Coloma, J. Fiestas reales toros [1878] 113 Esp (CDH )
      El Sr. Gonzalez salió para ocupar su puesto y no tuvo ocasion porque hicieron la señal los clarines para matar, y se presentó el espada Angel Pastor, el cual despues de nueve pases al natural remató á la rés de dos estocadas arrancando, regular la primera y buena la segunda.
    • 1889 Sobaquillo (Mariano de Cavia) "Pour une farce" [01-07-1889] La Lidia (Madrid) Esp (HD)
      Algo de esto ha previsto, sin saber lo que se "preveía", un periódico taurino de los que aparecen en Madrid poco después de terminada la corrida; el cual, refiriéndose á la función anterior, y queriendo decir buenamente que los espadas estuvieron tan trabajadores como afortunados, decía no há muchos números: "Los matadores mantuvieron durante toda la tarde la HILARIDAD del público."
    • 1894 Luceño y Becerra, T "Corral comedias" p. 25 Teatro escogido, IV Esp (BD)
      ¡Pedro Romero... el espada / más famoso de la tierra, / hallarse postrado en cama / hace ya semana y media, / y aún no haberle visitado! [...] Señores, yo también soy / aficionado á las fiestas / de toros, y de Romero / soy un amigo de veras [...].
    • 1904 Blest Gana, A. Transplantados [1904] Chile (CDH )
      Sobre los anchos hombros, la cabeza abultada, en la que la frente pequeña de hombre testarudo era el rasgo característico, le daba el aire de los toros que de una embestida hacen huir, precipitados, á banderilleros y á espadas.
    • 1906 Machado, M. "La fiesta nacional" p. 167 El mal poema (1909-1924) Esp (BD)
      En la arena tendido yace el toro / y de pie, sonriendo está el espada.
    • 1920 Salvador Rodrigáñez, A. Discurso de contestación [1920] 85 Esp (CDH )
      Vió en un coche abierto de dos asientos, al renombrado espada Frascuelo, con el traje de luces, y apoyadas las manos en la empuñadura del sable.
    • 1888-1923 Pascual Sanjuán, P. Flora [1923] Esp (CDH )

      [...] después de haber visto la arena de la plaza regada muchas veces con la sangre de los caballos y a éstos con los intestinos colgando (lo cual me daba mucha lástima y no menos asco); por fin, al ir a matar el cuarto toro un espada joven, de hermosa figura, vestido de oro azul, ha tenido la desgracia de ser ensartado *por el animal, que le ha levantado tres veces en el aire, dejándole tan mal parado, que le han tenido que retirar de la plaza, cubierto su rostro de una palidez mortal y bañado en sangre su precioso vestido.

    • 1945 Anónimo HMatadores toros (1738-1944) La Lidia, 31/08/1945 México (CDH )

      [...] toreó en Madrid en las funciones de mojiganga y luego en las novilladas como banderillero; actuó de matador en éstas en 1866; durante el año siguiente trabajó como banderillero en la cuadrilla de Cayetano Sanz y como sobresaliente de espada en el mismo ruedo, y el 27 de octubre de este mismo año de 1867 tomó la alternativa en la misma plaza madrileña de manos de "Cúchares", que le cedió la muerte del toro "Señorito", retinto, de don Manuel Bañuelos. El segundo espada de esta corrida fué "Currito".

    • 1952 Díaz-Cañabate, A. HTertulia [1978] 221 Esp (CDH )
      Con buen ánimo vencimos las dificultades. Serían los espadas Juan María Pérez Tabernero, el hijo del ganadero don Antonio, que por aquel entonces pensaba vestir el traje de luces como torero profesional, y Rafael Albaicín. Se soltaría un becerro para los aficionados, y luego, en el mismo ruedo de la placita de las Ventas, sitio elegido, cenaríamos, terminando la cosa con una fiesta flamenca.
    • 1966 Goytisolo, J. Señas identidad [1996] 376 Esp (CDH )
      [...] el cartel anunciador de una corrida de toros atrajo bruscamente / tu atención / SOUVENIR / DE ESPAÑAPlaza de Toros Monumental / Grandiosa corrida de toros / 6 Hermosos y Bravos Toros 6 / con la divisa rosa y verde de / la renombrada ganadería de / Don Baltasar Iban de Madrid / para los grandes espadasLUIS MIGUEL DOMINGUÍNICI VOTRE NOM – HERE, YOUR NAME – HIER, IHRE NAMEN / ANTONIO ORDÓÑEZcon sus correspondientes cuadrillas / Amenizará el espectáculo la Banda / «La popular Sansense» [...].
    • 1988 Prensa El País, 02/02/1988 [1988] Esp (CDH )

      Miguel Mateo, Miguelín, tuvo considerable cartel al final de la cada de los años cincuenta y los años sesenta. Algunos dicen que fue precursor de El Cordobés, porque hacía un toreo tremendista; pero, a diferencia del famoso espada de Palma del Río, era un profundo conocedor del toro y su lidia, in dominio de las suertes en dos los tercios. En banderillas lucía unas facultades fuera de lo común y en toreo de muleta una espectacularidad en cierto modo heterodoxa que era fruto de su poderío.

    • 1992 Tapia Bolívar, D. HToreo I [1993] Esp (CDH )
      Había por entonces —nos dice Velázquez y Sánchez— un espada subalterno, de los que llaman los inteligentes matatoros, Francisco Arestoy, que toreaba por villas y aldeas llevando consigo principiantes que por ínfima cantidad, y algunos por los gastos meramente, salían a sufrir ese cúmulo de percances anexos a tal especie de desastradas funciones.
    • 1992 Tapia Bolívar, D. HToreo I [1993] 206 Esp (CDH )
      No bastó ella a suprimir las aficiones taurinas del muchacho, y muerta en 1835 su madre, el verano de dicho año salió a torear Julián Casas con un espada casi desconocido al que llamaban el Fraile.
    • 1992 Tapia Bolívar, D. HToreo I [1993] Esp (CDH )
      El 13 de julio de 1973 Frascuelobrindó en Madrid un toro a Lagartijo, que asistía a la corrida, sellando públicamente una amistad a prueba de rivalidades profesionales. Lagartijo, entusiasmado, se despojó de un magnífico reloj de oro y envuelto en su pañuelo lo arrojó a Frascuelo. Luis Mazzantini. Además de un espada notable, Mazzantini fue elegido en 1906 concejal del Ayuntamiento de Madrid y más tarde nombrado gobernador civil de Guadalajara.
    • 1994 Moral, J. A. Ver toros [1996] Esp (CDH )
      Si son sólo dos matadores en un «mano a mano», deberá actuar un espada sustituto («sobresaliente»), que prevé la posibilidad de que los dos anunciados caigan heridos en plena lidia y haya que continuarla.
    • 1994 Moral, J. A. Ver toros [1996] Esp (CDH )
      Lo que explica la presencia de un espada «sobresaliente», que interviene a pie para matar al toro a estoque, cuando el jinete no lo consigue desde el caballo y no es capaz de hacerlo a pie.
    • 1997 Prensa El Nacional, 19/01/1997 [1997] Venezuela (CDH )
      Su enemigo pasó al segundo tercio sin picar, pero el espada le prendió dos estupendos pares de banderillas al sesgo, y otro al quiebro, frente al tendido de sombra.
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      espada [...] f. Torero que hace profesión de matar los toros con espada. U. m. c. m.
    • 2005 Montero, R. La visita de la Infanta (CORPES)
      Luego de veinte minutos de faena valiente, sin dudas, pero sin gracia y sin maestría, y muerto el toro por cansancio, más que por los sucesivos pinchazos de El Cheche, Eulalia se quitó una sortija de brillantes, la envolvió en un pañuelo y la tiró al espada.
    • 2010 García, M. Á. "Sergio Flores, convertido en un león" Esto (Ciudad de México): oem.com.mx/esto Mx (CORPES)
      Óliver, ante su primer enemigo, bien a la verónica, con sello. Con la muleta, a pesar de que el morito perdía los remos delanteros, el espada le extrajo pases de calidad y con valor sereno ante una embestida descompuesta. Culminó con sanjuaneras, verdaderamente ceñidas; mal con la espada y un aviso.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] f. Taurom. Matador de toros.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] m. Taurom. Matador de toros.
    • 2016 Pino Iturrieta, E. "Después chicuelinas problema" El Nacional (Caracas): el-nacional.com Ve (CORPES)
      En materias de vida o muerte, como la tauromaquia, los reproches de un aficionado como el que escribe carecen de fundamento, si se considera lo que se juega el espada a solas frente a un bravo animal mientras el criticón observa desde la altura de los tendidos.
    1. s. m. y f. Con el modificador primer o primera, para referirse al torero principal.
      docs. (1785-2019) 34 ejemplos:
      • 1785 Anónimo Memorial literario, IV p. 244 Esp (FG)
        [...] en estas dos corridas murieron 24 caballos; en la del dia 6 alternó de primera espada con Joaquin Rodriguez Costillares, Antonio Alvarez, natural de Ciudad Real [...].
      • 2019 Barroso, F. J. "Ahora toros atletas velocidad" El País (Madrid): elpais.com Esp (CORPES)
        La primera de las carreras, que continuarán hasta el próximo domingo. Casado y con una hija, el diestro dejó las plazas de toros en 2005 para montar una finca ganadera, en la que se entrenan primeros espadas cuando no hay corridas.
      • 1785 Anónimo Memorial literario, IV p. 244 Esp (FG)
        [...] en estas dos corridas murieron 24 caballos; en la del dia 6 alternó de primera espada con Joaquin Rodriguez Costillares, Antonio Alvarez, natural de Ciudad Real [...].
      • 1790 Anónimo "Ceremonial jura Serenísimo Príncipe" [01-05-1790] p. 40 Memorial Literario Instructivo y Curioso de la Corte de Madrid (Madrid) Esp (HD)
        Lidiadores. Para matar y lidiar los Toros á pie, se nombraron las quatro quadrillas siguientes: Pedro Romero, primera espada: Joseph Romero, segunda espada: Vicente Estrada, Ambrosio Recuenco, (alias el Tinagero) Bartolome Ximenez y Joseph Diaz, banderilleros.
      • 1791 RAE DRAE 3.ª ed. (NTLLE)
        ESPADA [...] PRIMERA ESPADA. Entre los toreros es el que por su mayor destreza sale á matar el primer toro.
      • 1814 Anónimo (A.R.T.) Saynete nuevo. Variedad locura p. 6 Esp (BD)
        Pelillos. Pues muérase Vm. de envidia; / en este mismo momento / voy á cerrar la Escritura / para el año novecientos; / pues para primer espada / me quedaré con el sueldo / de quatrocientos mil reales / cada fiesta por lo menos. vase. / Anasc. Quatrocientos mil demonios / te lleven con tu toreo, / vaya que estoy acomodado; / pero allí una puerta veo, / por ella pienso escapar.
      • 1849 Fernán Caballero Gaviota [1997] Esp (CDH )

        Los chulos corrieron hacia el toro para incitarle y el toro, persiguiéndolos, vino a encontrarse frente a frente con Pepe Vera, que le aguardaba a pie firme. *Aquél era el instante solemne de la corrida. Un silencio profundo sucedió al tumulto estrepitoso y a las excitaciones vehementes que se había prodigado poco antes al primer espada.

      • 1842-1851 Mesonero Romanos. R. Escenas matritenses [1993] Esp (CDH )

        El dependiente le trae a firmar una contrata; el habilitado viene a cobrar la anterior; el cosechero coloca en depósito sus frutos; el provisionista carga con ellos; el escribano le lee una escritura de adquisición de una propiedad; el comisario la hipoteca que hace de ella para la contrata; el cajero le da cuenta del arqueo; y el groom*le entrega un billete perfumado de la prima donnao el cartel de los toros que le remite el primer espada.

      • 1836-1876 Anónimo Arte torear [1876] Esp (CDH )
        Siguiendo, pues, en la descripcion de la historia de este lidiador, diremos algo sobre su particular mérito en la direccion de una plaza, en la parte concerniente á un primer espada. No desconoció jamás las obligaciones que como jefe de lidiadores tenia en el redondel, y siempre se le vió fijo en su correspondiente lugar, sin abandonar, por eso la atencion de que sus subordinados ocupasen asímismo el lugar conveniente.
      • 1884 Cané, M. Juvenilia [1999] Uruguay (CDH )
        Fue allí donde presencié por primera vez en mi vida un combate atinado entre dos hombres, que me hizo el mismo efecto que más tarde sentí en una corrida de toros, de la que salió mal herido el primer espada.
      • 1903 Obligado, P. S. Tradiciones argentinas [1903] Argentina (CDH )
        Alta barrera de metro y medio el redondel, y de la puerta, frente al gran palco, salían en columna de á dos, caballeros, peones y muleteros, presididos del primer espada cada cuadrilla, á rendir homenaje y hacer el ceremonioso saludo al presidente.
      • c1908-1930 Corrales, J. A. Crónicas [1938] Perú (CDH )
        El Reverteo mexicano que actuó de primer espada y Cerruti de segundo no hicieron nada que valiera la pena ni con la espada, ni con la muleta ni con la capa. mas bien con las zapatillas. Rubio y Galloto, encargados a pedido del público de victimar a los dos últimos cornúpetos, tampoco pudieron distinguirse a causa de las pésimas condiciones del ganado.
      • c1966 Cossío, J. M. Mejores toreros [1966] Esp (CDH )

        A esta edad banderilleó en Alcalá del Río un toro que había de matar Reverte. Lo hizo maravillosamente, y allí, en aquel momento, quedó concertada la formación de la cuadrilla de niños sevillanos, que habían de capitanear: Rafael, como primer espada, y Manuel García (Revertito), sobrino carnal de Reverte, como segundo matador.

      • 1992 Tapia Bolívar, D. HToreo I [1993] Esp (CDH )

        En 1821 y 22 su nombre aparece en los carteles de Madrid, en donde interviene con gran éxito en calidad de primera espada, haciéndose aplaudir por su temeridad.

        La escuela preciosista de su toreo, que aprendiera de Guillén, y la maestría con que manejaba la muleta, le hicieron destacarse rápidamente.

      • 1994 Moral, J. A. Ver toros [1996] 37 Esp (CDH )
        El primer espada lidia el primer toro y el cuarto. Al siguiente le corresponde actuar frente al segundo y al quinto. Y al matador que cierra la terna, con el tercero y el sexto.
      • 2001 Ortiz Trixac, S. Lances cambiaron Fiesta Esp (CORPES)
        El discípulo de su paisano Jerónimo José Cándido y de Pedro Romero; el que se llevó a Chiclana durante muchos años el cetro del toreo que antes habían gozado Ronda y Sevilla; el que volvía locos a los públicos con sus saltos de garrocha y al trascuerno, con sus galleos y recortes, y que además de gran torero llevaba a gala su categoría de primer espada como director de lidia.
      • 2007 Leal, G. "Talavante decepcionante regreso La México" ABC (Madrid): abc.es Esp (CORPES)
        Talavante tuvo tan sólo detalles y destellos de lo que fue su presentación. Sus astados, deslucidos, le bajaron el ánimo y de ese torero que tanto nos gustó en su debut quedó muy poco. Lástima porque el público fue a verle a él. Mal anduvo con la espada, oyendo dos avisos en su primero y pitos en el quinto. Como primer espada fungió José Luis Angelino, poderdante del empresario capitalino, quien con su campaña frustrada en España por falta de la visa de trabajo se quedó sin torear allá y acá, y ello se notó claramente este domingo.
      • 2019 Barroso, F. J. "Ahora toros atletas velocidad" El País (Madrid): elpais.com Esp (CORPES)
        La primera de las carreras, que continuarán hasta el próximo domingo. Casado y con una hija, el diestro dejó las plazas de toros en 2005 para montar una finca ganadera, en la que se entrenan primeros espadas cuando no hay corridas.
      • 1785 Anónimo Memorial literario, IV p. 244 Esp (FG)
        [...] en estas dos corridas murieron 24 caballos; en la del dia 6 alternó de primera espada con Joaquin Rodriguez Costillares, Antonio Alvarez, natural de Ciudad Real [...].
      • 1790 Anónimo "Ceremonial jura Serenísimo Príncipe" [01-05-1790] p. 40 Memorial Literario Instructivo y Curioso de la Corte de Madrid (Madrid) Esp (HD)
        Lidiadores. Para matar y lidiar los Toros á pie, se nombraron las quatro quadrillas siguientes: Pedro Romero, primera espada: Joseph Romero, segunda espada: Vicente Estrada, Ambrosio Recuenco, (alias el Tinagero) Bartolome Ximenez y Joseph Diaz, banderilleros.
      • 1791 RAE DRAE 3.ª ed. (NTLLE)
        ESPADA [...] PRIMERA ESPADA. Entre los toreros es el que por su mayor destreza sale á matar el primer toro.
      • 1814 Anónimo (A.R.T.) Saynete nuevo. Variedad locura p. 6 Esp (BD)
        Pelillos. Pues muérase Vm. de envidia; / en este mismo momento / voy á cerrar la Escritura / para el año novecientos; / pues para primer espada / me quedaré con el sueldo / de quatrocientos mil reales / cada fiesta por lo menos. vase. / Anasc. Quatrocientos mil demonios / te lleven con tu toreo, / vaya que estoy acomodado; / pero allí una puerta veo, / por ella pienso escapar.
      • 1825 Núñez Taboada, M. DiccLengCastellana (NTLLE)
        ESPADA [...] PRIMERA ESPADA, Entre los toreros es el que por su mayor destreza sale á matar el primer toro.
      • 1849 Fernán Caballero Gaviota [1997] Esp (CDH )

        Los chulos corrieron hacia el toro para incitarle y el toro, persiguiéndolos, vino a encontrarse frente a frente con Pepe Vera, que le aguardaba a pie firme. *Aquél era el instante solemne de la corrida. Un silencio profundo sucedió al tumulto estrepitoso y a las excitaciones vehementes que se había prodigado poco antes al primer espada.

      • 1849 Fernán Caballero Gaviota [1997] Esp (CDH )

        El traje de Pepe Vera era semejante al que sacó en la corrida de que en otra parte hemos hecho mención, con la diferencia de ser el raso verde y las guarniciones de oro.

        Ya se había lidiado un toro y lo había despachado otro primer espada. Había sido bueno, pero no tan bravo como habían creído los inteligentes.

      • 1849 Fernán Caballero Gaviota [1997] Esp (CDH )

        Los tres picadores saludaron al presidente de la plaza, precedidos de los banderilleros y chulos espléndidamente vestidos y con capas de vivos y brillantes colores. *Capitaneaban a todos, los primeros espadas y sus sobresalientes, cuyos trajes eran todavía más lujosos que los de aquéllos.

      • 1842-1851 Mesonero Romanos. R. Escenas matritenses [1993] Esp (CDH )

        El dependiente le trae a firmar una contrata; el habilitado viene a cobrar la anterior; el cosechero coloca en depósito sus frutos; el provisionista carga con ellos; el escribano le lee una escritura de adquisición de una propiedad; el comisario la hipoteca que hace de ella para la contrata; el cajero le da cuenta del arqueo; y el groom*le entrega un billete perfumado de la prima donnao el cartel de los toros que le remite el primer espada.

      • 1856 Corrales Mateos, J. Toros españoles p. 167 Esp (BD)
        ARTÍCULO QUINTO. Saldrá la cuadrilla en la forma siguiente: Delante, ocupando la derecha, el primer espada; en el extremo opuesto el segundo, y en medio el media espada, ó sea aquel matador de segundo órden que, recien incorporado en la cuadrilla, haya menester de la galante proteccion de sus compañeros.
      • 1874 Palma, R. Tradiciones peruanas II [2003] Perú (CDH )
        Muerto el Relámpago a traición, por los desgarretadores y el puntillero Beque, pues ni Esteban Corujo, que era el primer espada, tuvo coraje para estoquearlo, llevaron a nuestro fraile preso al convento de la Merced.
      • 1836-1876 Anónimo Arte torear [1876] Esp (CDH )
        Siguiendo, pues, en la descripcion de la historia de este lidiador, diremos algo sobre su particular mérito en la direccion de una plaza, en la parte concerniente á un primer espada. No desconoció jamás las obligaciones que como jefe de lidiadores tenia en el redondel, y siempre se le vió fijo en su correspondiente lugar, sin abandonar, por eso la atencion de que sus subordinados ocupasen asímismo el lugar conveniente.
      • 1836-1876 Anónimo Arte torear [1876] 17 Esp (CDH )
        El primer espada, Antonio Ruiz (el Sombrerero), bajo cuya direccion estaba la plaza, no dejó tambien de influir en favor del diestro que nos ocupa para su ajuste, y desde entonces nada podremos decir que iguale á la velocidad con que Montes consiguió crearse la mas distinguida de las reputaciones, aumentando en la misma proporcion el número de sus amigos y adictos.
      • 1880-1881 Mesonero Romanos, R. Memorias setentón [1994] 197 Esp (CDH )

        En ella presencié, durante la animada feria de septiembre de aquel año, las famosas corridas de toros, las más concurridas y aparatosas que he presenciado en España, aunque entren en corro las de Madrid, Sevilla y Valencia; por cierto que en una de ellas quedó gravemente herido el célebre primer espada, que, si no me engaña la memoria, se llamaba Curro Guillén,y en ella había quedado muerto algunos años antes un hijo del insigne matador Pedro Romero.

      • 1884 Cané, M. Juvenilia [1999] Uruguay (CDH )
        Fue allí donde presencié por primera vez en mi vida un combate atinado entre dos hombres, que me hizo el mismo efecto que más tarde sentí en una corrida de toros, de la que salió mal herido el primer espada.
      • 1903 Obligado, P. S. Tradiciones argentinas [1903] Argentina (CDH )
        Alta barrera de metro y medio el redondel, y de la puerta, frente al gran palco, salían en columna de á dos, caballeros, peones y muleteros, presididos del primer espada cada cuadrilla, á rendir homenaje y hacer el ceremonioso saludo al presidente.
      • c1908-1930 Corrales, J. A. Crónicas [1938] Perú (CDH )
        El Reverteo mexicano que actuó de primer espada y Cerruti de segundo no hicieron nada que valiera la pena ni con la espada, ni con la muleta ni con la capa. mas bien con las zapatillas. Rubio y Galloto, encargados a pedido del público de victimar a los dos últimos cornúpetos, tampoco pudieron distinguirse a causa de las pésimas condiciones del ganado.
      • 1942 García Velloso, E. Memorias hombre teatro [1994] 184 Ar (CDH )

        Galdós les interroga, juega con ellos, les acaricia. "¿Cómo te llamas?""¿Qué quieres ser?""¿Qué te gusta estudiar?"Un chico morocho, de dientes de lobezno dice que general; un rubiecillo enteco responde que torero; un larguirucho que está en la edad del desarrollo contesta que chofer. Don Benito deduce con una gracia exquisita la progenie de cada uno de ellos. Al que le tira la milicia le da un padre militar; al taurómaca un primer espada y al que sueña con guiar un automóvil un aristócrata.

      • 1951 Anónimo Faena de Carlos Arruza La Lidia de México, 2 de febrero de 1951 México (CDH )

        Arruza se presentó más puesto con el toro que nunca. Como si no hubiera dejado de torear ni un solo día. Con su segundo rival se puso en plan dominador, como lo exigían las condiciones de su enemigo.

        Fermín Rivera, fué el primer espada al que no se le vió ni un detalle bueno, únicamente cumplió discretamente.
      • c1966 Cossío, J. M. Mejores toreros [1966] Esp (CDH )
        Sin perder de vista esta categoría, quiere probar fortuna como matador, y, emparejado con el gran banderillero Luis Suárez (Magritas), torea en Madrid una novillada de Fernando Villalón, en la que actuó de primer espada Larita, el 7 de septiembre.
      • c1966 Cossío, J. M. Mejores toreros [1966] Esp (CDH )

        A esta edad banderilleó en Alcalá del Río un toro que había de matar Reverte. Lo hizo maravillosamente, y allí, en aquel momento, quedó concertada la formación de la cuadrilla de niños sevillanos, que habían de capitanear: Rafael, como primer espada, y Manuel García (Revertito), sobrino carnal de Reverte, como segundo matador.

      • 1970 Díaz Cañabate, A. Paseíllo toros [1970] Esp (CDH )

        — Yo tampoco te lo había pedido —salta la de antes—. Eres un panoli que, porque estudias segundo de bachillerato, te has creído alguien, y no eres na.

        Pepito opta por callarse porque no está para tiquismiquis, porque es el primer espada y va a salir su toro.

      • 1989 Prensa El Universal, 01/06/1989 [1999] Venezuela (CDH )
        En la tercera y última novillada de la Feria de San Isidro (décimooctavo festejo del abono) resultó herido de gravedad por el primer novillo el primer espada David Luguillano, quedando el festejo en un mano a mano entre Juan Pedro Galán y Pepe Luis Martín, que se las entendieron con las reses de Barcial, bien presentadas, que dieron mal juego.
      • 1992 Tapia Bolívar, D. HToreo I [1993] Esp (CDH )

        En 1821 y 22 su nombre aparece en los carteles de Madrid, en donde interviene con gran éxito en calidad de primera espada, haciéndose aplaudir por su temeridad.

        La escuela preciosista de su toreo, que aprendiera de Guillén, y la maestría con que manejaba la muleta, le hicieron destacarse rápidamente.

      • 1992 Tapia Bolívar, D. HToreo I [1993] 37 Esp (CDH )
        Matarán los cinco Toros de la mañana, y quatro primeros de la tarde, las primeras Espadas, EL FAMOSO JUAN ROMERO, y Joachin Rodríguez Costillares, con su acostumbrado valor y destreza.
      • 1994 Moral, J. A. Ver toros [1996] 37 Esp (CDH )
        El primer espada lidia el primer toro y el cuarto. Al siguiente le corresponde actuar frente al segundo y al quinto. Y al matador que cierra la terna, con el tercero y el sexto.
      • 1995 Prensa El Mundo, 30/10/1995 [1996] Esp (CDH )

        A su llamada, para apuntalar una vida torera que ya está llegando a la vejez, respondieron al torero de plata seis grandes del mejor oro de estos tiempos. Y podían haber respondido muchísimos más. Y con estos seis primeros espadas, con estas figuras de distintas épocas, desde el sexagenario Antoñete a los cuarentones Manzanares y Ortega Cano en activo; desde la solera de Rafael de Paula hasta la torería reciente y en sazón de Curro Vázquez, pasando por Palomo Linares.

      • 2001 Ortiz Trixac, S. Lances cambiaron Fiesta Esp (CORPES)
        El discípulo de su paisano Jerónimo José Cándido y de Pedro Romero; el que se llevó a Chiclana durante muchos años el cetro del toreo que antes habían gozado Ronda y Sevilla; el que volvía locos a los públicos con sus saltos de garrocha y al trascuerno, con sus galleos y recortes, y que además de gran torero llevaba a gala su categoría de primer espada como director de lidia.
      • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
        espada [...] primer ~. m. Entre toreros, el principal en esta clase.
      • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
        espada [...] primera ~. f. primer espada [| entre toreros, el principal en esta clase].
      • 2007 Leal, G. "Talavante decepcionante regreso La México" ABC (Madrid): abc.es Esp (CORPES)
        Talavante tuvo tan sólo detalles y destellos de lo que fue su presentación. Sus astados, deslucidos, le bajaron el ánimo y de ese torero que tanto nos gustó en su debut quedó muy poco. Lástima porque el público fue a verle a él. Mal anduvo con la espada, oyendo dos avisos en su primero y pitos en el quinto. Como primer espada fungió José Luis Angelino, poderdante del empresario capitalino, quien con su campaña frustrada en España por falta de la visa de trabajo se quedó sin torear allá y acá, y ello se notó claramente este domingo.
      • 2014 RAE DLE (NTLLE)
        espada [...] primer espada. m. Entre toreros, el principal en esta clase.
      • 2014 RAE DLE (NTLLE)
        espada [...] primera espada. f. primer espada [| entre toreros, el principal en esta clase].
      • 2019 Barroso, F. J. "Ahora toros atletas velocidad" El País (Madrid): elpais.com Esp (CORPES)
        La primera de las carreras, que continuarán hasta el próximo domingo. Casado y con una hija, el diestro dejó las plazas de toros en 2005 para montar una finca ganadera, en la que se entrenan primeros espadas cuando no hay corridas.
    2. s. m. y f. Con el modificador segunda o segundo, para referirse al torero que sigue al primero en jerarquía y orden de actuación.
      docs. (1790-2011) 26 ejemplos:
      • 1790 Anónimo "Ceremonial jura Serenísimo Príncipe" [01-05-1790] p. 40 Memorial Literario Instructivo y Curioso de la Corte de Madrid (Madrid) Esp (HD)
        Lidiadores. Para matar y lidiar los Toros á pie, se nombraron las quatro quadrillas siguientes: Pedro Romero, primera espada: Joseph Romero, segunda espada: Vicente Estrada, Ambrosio Recuenco, (alias el Tinagero) Bartolome Ximenez y Joseph Diaz, banderilleros.
      • 2011 Sánchez Rangel, C. "Desolada corrida la México" El Universal.mx. (Ciudad de México) Esp (CORPES)
        Bautista mostró mucha habilidad con el capote de brega, incluso más que con la muleta. Se le plantó firme y vertical a Buen Amigo, un intempestivo toro de la ganadería Villa Carmela que fue mal picado y llegó muy entero a la parte final, lo cual, aunado al viento, casi tan indomable como el burel, le impidió conseguir una buena lidia, que no gustó al público, quien le amenazó: "¡Si sales malo te mandamos con Florence Cassez!". Óscar López Rivera, segundo espada, salió con mucha intención.
      • 1790 Anónimo "Ceremonial jura Serenísimo Príncipe" [01-05-1790] p. 40 Memorial Literario Instructivo y Curioso de la Corte de Madrid (Madrid) Esp (HD)
        Lidiadores. Para matar y lidiar los Toros á pie, se nombraron las quatro quadrillas siguientes: Pedro Romero, primera espada: Joseph Romero, segunda espada: Vicente Estrada, Ambrosio Recuenco, (alias el Tinagero) Bartolome Ximenez y Joseph Diaz, banderilleros.
      • 1829 Gtz Beganige, M. M. "De los toreros" [16-10-1829] El Correo (Madrid) Esp (HD)
        El segundo espada Manuel Parra ha sido en su tiempo un escelente banderillero, y lo es hoy dia el mejor de la plaza: es una buena capa, y le animan bellísimos sentimientos. Los fanfarrones de la plaza deben tener presente la terrible leccion que Parrita recibe del pueblo cuando se presenta á matar. Como matador hay que hablar; sin embargo promete para lo sucesivo si se aplica y se arrima.
      • 1837 Acuña Figueroa, F. E. "Toraidas" p. 206 Parnaso oriental Ur (BD)
        Al insigne Macías considero / Sublime en el valor, diestro en el arte, / Y a la par de Domínguez por guerrero / Digno del lauro que le ofrece Marte, / Segundo espada sin tener primero, / Una toraida mereciera aparte, / Pues si aquél cuatro toros acomete, / Los tres que éste mató, valen por siete.
      • 1856 Corrales Mateos, J. Toros españoles p. 173 Esp (BD)
        Si al salir herido ó contuso el primer espada no hubiese recibido el toro estocada ninguna, lo deberá matar el segundo, como igualmente el tercero ó el medio espada están en la obligacion de matar á los subsecuentes; mas si al quedar inutilizado el jefe de la cuadrilla hubiese recibido el toro ya alguna estocada, entonces es deber del segundo espadael rematarlo sin perder el derecho de matar al toro que le sigue, que es verdaderamente el de su lucimiento. Esto debe observarse estrictamente. Si el lastimado fuese el segundo espada, en dicho caso matará primeramente al toro el tercer espada, y al toro siguiente lo hará el primero; pero en el segundo caso lo rematará el primero, y al siguiente matará el tercero.
      • 1872-1878 Coello, C. Cuentos inverosímiles [1878] Esp (CDH )
        El segundo espada, que era hombre de algunas letras, tuvo la finura de brindar el quinto toro á Cervántes; y deseoso Miralpux de que su hombre quedara bien, le alargó con disimulo su petaca de cuero, donde aún había algunos pitillos, para que se la arrojara al diestro.
      • c1908-1930 Corrales, J. A. Crónicas [1938] 20 Perú (CDH )
        En este toro Ostioncito se permitió repetir la invitación a parear, y Valencina, con mucha razón rechazó la confiancita que se tomaba el segundo espada con toro que no le correspondía.
      • 1945 Anónimo HMatadores toros (1738-1944) La Lidia, 31/08/1945 México (CDH )

        El 9 del mismo mes del año 1866 le confirmó dicha alternativa en Madrid el espada Cayetano Sanz; durante las dos temporadas siguientes, toreó bastante en las plazas andaluzas; en los años 1870 y 1871 le procuró algunas corridas "Lagartijo"como segundo espada y en 1872 se retiró de la profesión para dedicarse al negocio de vacas lecheras con cinco mil duros que le tocaron en la Lotería.

      • c1966 Cossío, J. M. Mejores toreros [1966] Esp (CDH )
        Aquella alternativa la confirma en Madrid el 3 de junio siguiente de manos de Antonio Bienvenida y con Pepe Luis Vázquez como segundo espada, siendo Lucifer, número 21, negro, de Graciliano Pérez Tabernero, el toro de la confirmación.
      • 1970 Díaz Cañabate, A. Paseíllo toros [1970] Esp (CDH )

        — ¡Vaya toro! ¡Canela fina! A ése lo toreaba yo pero que de chipén.

        Fernando, el segundo espada, anima a Pepito.

        — Anda con él, que está superior, que no se acuerda del pitillo de cacao.

      • 1994 Moral, J. A. Ver toros [1996] Esp (CDH )

        De todas formas y como la competencia en quites no ha desaparecido por completo, bueno es que los nuevos espectadores conozcan también que tras el segundo y el tercer puyazos, en el primero y cuarto toro los quites corresponden al segundo y tercer matadores, respectivamente. Que en el segundo toro y en el quinto interviene en primer lugar el segundo espada, actuando el primero y el tercero a continuación. Lo mismo que en los toros tercero y sexto es el último matador quien intervendrá por delante de sus colegas, quienes guardarán orden de antigüedad para intervenir en los quites. Teniendo siempre derecho el matador de turno a replicarlos con el capote sin necesidad que el toro sea picado.

      • 2001 Ortiz Trixac, S. Lances cambiaron Fiesta Esp (CORPES)
        Habitualmente elegían para abrir plaza el toro de más trapío, buscando el mayor impacto en el público, y reservaban para lidiar en quinto lugar el toro de mejor nota, con objeto de levantar la corrida si estuviese saliendo mala o, si al contrario, consolidar el triunfo. De ahí nace el aforismo «No hay quinto malo», que desde la práctica del sorteo no tiene razón de ser, aunque la tópica inercia del refranero y la ignorancia de los espectadores mantengan vigente su uso. Para cerrar el festejo dejaban el más terciado, y repartían los restantes de modo que el segundo espada se llevara otro toro grande, aliviándose en todo caso al espada más nuevo.
      • 2010 García, M. Á. "Sergio Flores, convertido en un león" Esto (Ciudad de México): oem.com.mx/esto Mx (CORPES)
        Siendo novillero, pese a su enorme madurez, Sergio tendrá que seguir entrenando por mucho la suerte suprema, ya que de seguir así no pasará de la vieja historia: "Toreó muy bien, pero pinchó". Y como dice "Mayito": "De esas historias, joven, he escuchado cien". Como segundo espada salió Oliver Godoy, quien tuvo momentos de mucha calidad y clase, sin lograr redondear una sola faena.
      • 2011 Sánchez Rangel, C. "Desolada corrida la México" El Universal.mx. (Ciudad de México) Esp (CORPES)
        Bautista mostró mucha habilidad con el capote de brega, incluso más que con la muleta. Se le plantó firme y vertical a Buen Amigo, un intempestivo toro de la ganadería Villa Carmela que fue mal picado y llegó muy entero a la parte final, lo cual, aunado al viento, casi tan indomable como el burel, le impidió conseguir una buena lidia, que no gustó al público, quien le amenazó: "¡Si sales malo te mandamos con Florence Cassez!". Óscar López Rivera, segundo espada, salió con mucha intención.
      • 1790 Anónimo "Ceremonial jura Serenísimo Príncipe" [01-05-1790] p. 40 Memorial Literario Instructivo y Curioso de la Corte de Madrid (Madrid) Esp (HD)
        Lidiadores. Para matar y lidiar los Toros á pie, se nombraron las quatro quadrillas siguientes: Pedro Romero, primera espada: Joseph Romero, segunda espada: Vicente Estrada, Ambrosio Recuenco, (alias el Tinagero) Bartolome Ximenez y Joseph Diaz, banderilleros.
      • 1829 Gtz Beganige, M. M. "De los toreros" [16-10-1829] El Correo (Madrid) Esp (HD)
        El segundo espada Manuel Parra ha sido en su tiempo un escelente banderillero, y lo es hoy dia el mejor de la plaza: es una buena capa, y le animan bellísimos sentimientos. Los fanfarrones de la plaza deben tener presente la terrible leccion que Parrita recibe del pueblo cuando se presenta á matar. Como matador hay que hablar; sin embargo promete para lo sucesivo si se aplica y se arrima.
      • 1837 Acuña Figueroa, F. E. "Toraidas" p. 206 Parnaso oriental Ur (BD)
        Al insigne Macías considero / Sublime en el valor, diestro en el arte, / Y a la par de Domínguez por guerrero / Digno del lauro que le ofrece Marte, / Segundo espada sin tener primero, / Una toraida mereciera aparte, / Pues si aquél cuatro toros acomete, / Los tres que éste mató, valen por siete.
      • 1856 Corrales Mateos, J. Toros españoles p. 173 Esp (BD)
        Si al salir herido ó contuso el primer espada no hubiese recibido el toro estocada ninguna, lo deberá matar el segundo, como igualmente el tercero ó el medio espada están en la obligacion de matar á los subsecuentes; mas si al quedar inutilizado el jefe de la cuadrilla hubiese recibido el toro ya alguna estocada, entonces es deber del segundo espadael rematarlo sin perder el derecho de matar al toro que le sigue, que es verdaderamente el de su lucimiento. Esto debe observarse estrictamente. Si el lastimado fuese el segundo espada, en dicho caso matará primeramente al toro el tercer espada, y al toro siguiente lo hará el primero; pero en el segundo caso lo rematará el primero, y al siguiente matará el tercero.
      • 1872-1878 Coello, C. Cuentos inverosímiles [1878] Esp (CDH )
        El segundo espada, que era hombre de algunas letras, tuvo la finura de brindar el quinto toro á Cervántes; y deseoso Miralpux de que su hombre quedara bien, le alargó con disimulo su petaca de cuero, donde aún había algunos pitillos, para que se la arrojara al diestro.
      • 1872-1878 Coello, C. Cuentos inverosímiles [1878] Esp (CDH )
        Salió Cervántes de Madrid la misma tarde que, restablecido tambien de sus graves heridas y apto para recibir otras nuevas, volvía á presentarse en la plaza de toros aquel segundo espada que con tan triste suerte brindó un Miura al resucitado, algunos meses atras.
      • c1908-1930 Corrales, J. A. Crónicas [1938] 20 Perú (CDH )
        En este toro Ostioncito se permitió repetir la invitación a parear, y Valencina, con mucha razón rechazó la confiancita que se tomaba el segundo espada con toro que no le correspondía.
      • 1945 Anónimo HMatadores toros (1738-1944) La Lidia, 31/08/1945 México (CDH )

        El 9 del mismo mes del año 1866 le confirmó dicha alternativa en Madrid el espada Cayetano Sanz; durante las dos temporadas siguientes, toreó bastante en las plazas andaluzas; en los años 1870 y 1871 le procuró algunas corridas "Lagartijo"como segundo espada y en 1872 se retiró de la profesión para dedicarse al negocio de vacas lecheras con cinco mil duros que le tocaron en la Lotería.

      • 1945 Anónimo HMatadores toros (1738-1944) La Lidia, 31/08/1945 México (CDH )

        [...] el 20 de julio de 1863 sufrió en Chinchón la primera cornada —muy grave— de las muchas que luego habría de recibir; toreó en Madrid en las funciones de mojiganga y luego en las novilladas como banderillero; actuó de matador en éstas en 1866; durante el año siguiente trabajó como banderillero en la cuadrilla de Cayetano Sanz y como sobresaliente de espada en el mismo ruedo, y el 27 de octubre de este mismo año de 1867 tomó la alternativa en la misma plaza madrileña de manos de "Cúchares", que le cedió la muerte del toro "Señorito", retinto, de don Manuel Bañuelos. El segundo espada de esta corrida fué "Currito".

      • 1945 Anónimo HMatadores toros (1738-1944) La Lidia, 31/08/1945 México (CDH )

        Recibió la alternativa en Madrid, de manos de "Frascuelo", el 24 de octubre de 1869; el segundo espada de esta corrida fué el citado Machío, y Salvador —que era aquella la primera alternativa que daba— cedió a Perera el toro "Cariñoso", de Aleas.

      • c1966 Cossío, J. M. Mejores toreros [1966] Esp (CDH )
        Fue el otorgante Joaquín Rodríguez (Cagancho), y segundo espada Rafael Vega de los Reyes (Gitanillo de Triana). Las reses lidiadas fueron de la divisa de don Ignacio Sánchez, llamándose el toro de la ceremonia Huevero, número 23, cárdeno claro.
      • c1966 Cossío, J. M. Mejores toreros [1966] Esp (CDH )
        Aquella alternativa la confirma en Madrid el 3 de junio siguiente de manos de Antonio Bienvenida y con Pepe Luis Vázquez como segundo espada, siendo Lucifer, número 21, negro, de Graciliano Pérez Tabernero, el toro de la confirmación.
      • 1970 Díaz Cañabate, A. Paseíllo toros [1970] Esp (CDH )

        El escondido toro oye el clarín y la emprende a correr empuñando la tabla, de la que sobresalen los astifinos cuernos, no como los de ahora, afeitaditos y bien afeitaditos. Pepito dice al segundo espada:

        — Vamos a ver cómo sale este marrajo de Celedonio, que es más bruto que un arao.

      • 1970 Díaz Cañabate, A. Paseíllo toros [1970] Esp (CDH )

        — ¡Vaya toro! ¡Canela fina! A ése lo toreaba yo pero que de chipén.

        Fernando, el segundo espada, anima a Pepito.

        — Anda con él, que está superior, que no se acuerda del pitillo de cacao.

      • 1987 Nieto Manjón, L. DiccTérmTaurinos Esp (FG)
        espada [...] segunda espada. Se decía del torero que actuaba junto al primer espada, teniendo menos categoría. De esta manera aprendía el oficio.
      • 1992 Tapia Bolívar, D. HToreo I [1993] 33 Esp (CDH )
        En la misma temporada acompañó a su padre en las corridas que se verificaron en algunas plazas subalternas de Extremadura y costa de Málaga, donde lidió en la misma calidad de segundo espada de Juan. /
      • 1992 Tapia Bolívar, D. HToreo I [1993] 33 Esp (CDH )
        Llegó el año siguiente y Juan Romero fue escriturado para matar tres corridas de toros en la plaza de Jerez de la Frontera, a la cual llevó a Pedro como su segunda espada, y aquí fue donde éste vio por primera vez la suerte de varas.
      • 1992 Tapia Bolívar, D. HToreo I [1993] 103 Esp (CDH )
        Nuestras provincias celebran con festejos tal acontecimiento, y en Málaga se organizan ruidosamente tres corridas, para las que se ajusta a Francisco González, Panchón, que había sido compañero de José Ulloa en la cuadrilla de José Romero. El diestro ajustado concierta con el gitano ir como segundo espada a la plaza malagueña; acepta éste y aquél le advierte que se ponga en el camino de Málaga, donde le esperaba, con la mayor prontitud posible.
      • 1992 Tapia Bolívar, D. HToreo I [1993] Esp (CDH )
        Al regresar Curro Guillén de Portugal, vuelve a actuar a su lado en calidad de segundo espada, y en 1816 concurre en Madrid con Cándido y el citado Guillén.
      • 1992 Tapia Bolívar, D. HToreo I [1993] 167 Esp (CDH )
        Desde 1832, en que se ajustó en la Plaza de Madrid de segunda espada, hasta 1846, en que se marcó el descenso de sus facultades en rápida y sensible gradación, su carrera fue una serie de triunfos y de ovaciones sin límites.
      • 1992 Tapia Bolívar, D. HToreo I [1993] Esp (CDH )
        A partir del año siguiente le vemos en calidad de segunda espada en la cuadrilla de Paquiro.
      • 1994 Moral, J. A. Ver toros [1996] Esp (CDH )
        Así, mientras se banderillea el primer y cuarto toros de una corrida de seis reses, el segundo espada estará en los medios y el tercero en tablas.
      • 1994 Moral, J. A. Ver toros [1996] Esp (CDH )

        De todas formas y como la competencia en quites no ha desaparecido por completo, bueno es que los nuevos espectadores conozcan también que tras el segundo y el tercer puyazos, en el primero y cuarto toro los quites corresponden al segundo y tercer matadores, respectivamente. Que en el segundo toro y en el quinto interviene en primer lugar el segundo espada, actuando el primero y el tercero a continuación. Lo mismo que en los toros tercero y sexto es el último matador quien intervendrá por delante de sus colegas, quienes guardarán orden de antigüedad para intervenir en los quites. Teniendo siempre derecho el matador de turno a replicarlos con el capote sin necesidad que el toro sea picado.

      • 2001 Ortiz Trixac, S. Lances cambiaron Fiesta Esp (CORPES)
        Habitualmente elegían para abrir plaza el toro de más trapío, buscando el mayor impacto en el público, y reservaban para lidiar en quinto lugar el toro de mejor nota, con objeto de levantar la corrida si estuviese saliendo mala o, si al contrario, consolidar el triunfo. De ahí nace el aforismo «No hay quinto malo», que desde la práctica del sorteo no tiene razón de ser, aunque la tópica inercia del refranero y la ignorancia de los espectadores mantengan vigente su uso. Para cerrar el festejo dejaban el más terciado, y repartían los restantes de modo que el segundo espada se llevara otro toro grande, aliviándose en todo caso al espada más nuevo.
      • 2010 García, M. Á. "Sergio Flores, convertido en un león" Esto (Ciudad de México): oem.com.mx/esto Mx (CORPES)
        Siendo novillero, pese a su enorme madurez, Sergio tendrá que seguir entrenando por mucho la suerte suprema, ya que de seguir así no pasará de la vieja historia: "Toreó muy bien, pero pinchó". Y como dice "Mayito": "De esas historias, joven, he escuchado cien". Como segundo espada salió Oliver Godoy, quien tuvo momentos de mucha calidad y clase, sin lograr redondear una sola faena.
      • 2011 Sánchez Rangel, C. "Desolada corrida la México" El Universal.mx. (Ciudad de México) Esp (CORPES)
        Bautista mostró mucha habilidad con el capote de brega, incluso más que con la muleta. Se le plantó firme y vertical a Buen Amigo, un intempestivo toro de la ganadería Villa Carmela que fue mal picado y llegó muy entero a la parte final, lo cual, aunado al viento, casi tan indomable como el burel, le impidió conseguir una buena lidia, que no gustó al público, quien le amenazó: "¡Si sales malo te mandamos con Florence Cassez!". Óscar López Rivera, segundo espada, salió con mucha intención.
    3. s. m. y f. Con el modificador media o medio, para referirse al torero novel, último en la jerarquía de los matadores.
      docs. (1791-2014) 15 ejemplos:
      • 1791 RAE DRAE 3.ª ed. (NTLLE)
        ESPADA [...] MEDIA ESPADA. Entre los toreros es el que sin ser el principal, sale tambien á matar toros.
      • 2014 RAE DLE (NTLLE)
        espada [...] media espada. m. Torero que, sin ser el principal, salía también a matar toros.
      • 1791 RAE DRAE 3.ª ed. (NTLLE)
        ESPADA [...] MEDIA ESPADA. Entre los toreros es el que sin ser el principal, sale tambien á matar toros.
      • 1803 Anónimo "Rey nuestro señor lunes 18..." [16-04-1803] Diario de Madrid (Madrid) Esp (HD)
        [...] los 16 toros de todo el dia seran lidiados por las quadrillas de á pie, al cuidado de Josef Romero y Bartolomé Ximenez, que los estoquearán solos por ahora, y hasta que llegue la tercera espada, que se espera á la mayor brevedad; pero los dos toros últimos de la tarde, los matará el media espadaLorenzo Baden: por la mañana se empezará la corrida a las 10, y por la tarde a las 4.
      • 1843 Rdz Rubí, T. "Torero" p. 5 Españoles por sí mismos Esp (BD)
        Los contratistas de caballos tienen muy poca simpatía con este diestro. Pues no decimos nada si por ventura es espada ó media espada ó sobresaliente ó cosa que lo valga. Es todo cuanto hay que ver y oir, cuando situado delante del palco de la presidencia echa el brindis con la montera en la mano y apura toda su elocuencia, sin dejar por esto de mirar de cuando en cuando hacia atrás por si es cosa que se le antoja al toro venir á interrumpirle ó á privarle del uso de la palabra.
      • 1856 Corrales Mateos, J. Toros españoles p. 167 Esp (BD)
        ARTÍCULO QUINTO. Saldrá la cuadrilla en la forma siguiente: Delante, ocupando la derecha, el primer espada; en el extremo opuesto el segundo, y en medio el media espada, ó sea aquel matador de segundo órden que, recien incorporado en la cuadrilla, haya menester de la galante proteccion de sus compañeros.
      • 1836-1876 Anónimo Arte torear [1876] Esp (CDH )

        Ocupando la derecha y á la cabeza, el primer matador: en el estremo opuesto el que le sigue, y en el centro el mas moderno; y si hubiere un medio espada, formará detrás de los matadores.

      • 1889 Castro, A. Combates toros [1889] Esp (CDH )
        Fueron diez los toros; cuatro de Utrera con divisa encarnada; tres de Jeréz con divisa negra, y tres de Bornos con divisa blanca. Hubo tres picadores, y mataron los famosos Pedro Romero, de Ronda, y Juan Conde, de Vejer, sirviendo de media espada Antonio Romero, de Ronda, con su correspondiente cuadrilla de banderilleros.
      • 1903 Obligado, P. S. Tradiciones argentinas [1903] Argentina (CDH )
        En la plaza Mayor, principalmente para recepción de gobernadores y virreyes, apenas hubo Infante Real venido al mundo que no hiciera salir de él por las astas del toro algún media espada improvisado ó inexperto banderillero...
      • 1992 Tapia Bolívar, D. HToreo I [1993] 65 Esp (CDH )
        Una carta del representante de la comisión de fiestas de Pamplona en Madrid nos informa: "Costillares ha toreado en la última fiesta, pero tan endeble que necesita para en adelante de una media espada que vendrá de Sevilla."
      • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
        espada [...] media ~. m. Torero que, sin ser el principal, sale también a matar toros.
      • 2012 Villán, J. Tauromaquias s. n. Esp (BD)
        Espada. Sinónimo de matador de alternativa. Antiguamente se llamaba "medio espada" al torero que, en labores de banderillero, aspiraba a tomar la alternativa y al que, en ocasiones, los maestros cedían el último toro para que lo estoqueara.
      • 2014 RAE DLE (NTLLE)
        espada [...] media espada. m. Torero que, sin ser el principal, salía también a matar toros.
      • 1791 RAE DRAE 3.ª ed. (NTLLE)
        ESPADA [...] MEDIA ESPADA. Entre los toreros es el que sin ser el principal, sale tambien á matar toros.
      • 1803 Anónimo "Rey nuestro señor lunes 18..." [16-04-1803] Diario de Madrid (Madrid) Esp (HD)
        [...] los 16 toros de todo el dia seran lidiados por las quadrillas de á pie, al cuidado de Josef Romero y Bartolomé Ximenez, que los estoquearán solos por ahora, y hasta que llegue la tercera espada, que se espera á la mayor brevedad; pero los dos toros últimos de la tarde, los matará el media espadaLorenzo Baden: por la mañana se empezará la corrida a las 10, y por la tarde a las 4.
      • 1813 Anónimo "Corridas toros" [07-02-1813] El Conciso (Cádiz) Esp (HD)
        Corridas de Toros.= Las habrá el lúnes y martes próximo [...] Picadores: José Doblado, de Xerez.= Cristobal y Francisco Ortiz, de Medina Sidonia.= Sobresaliente: Pedro Gonzaleaz.= Matadores: Francisco Herrera Guillen, y Antonio Ruiz (a) el Sombrerero.= Media-espada, José Garcia, todos de Sevilla.= A las 3 de la tarde.
      • 1825 Núñez Taboada, M. DiccLengCastellana (NTLLE)
        ESPADA [...] MEDIA ESPADA, Entre los toreros es el que sin ser el principal, sale también á matar toros.
      • 1843 Rdz Rubí, T. "Torero" p. 5 Españoles por sí mismos Esp (BD)
        Los contratistas de caballos tienen muy poca simpatía con este diestro. Pues no decimos nada si por ventura es espada ó media espada ó sobresaliente ó cosa que lo valga. Es todo cuanto hay que ver y oir, cuando situado delante del palco de la presidencia echa el brindis con la montera en la mano y apura toda su elocuencia, sin dejar por esto de mirar de cuando en cuando hacia atrás por si es cosa que se le antoja al toro venir á interrumpirle ó á privarle del uso de la palabra.
      • 1856 Corrales Mateos, J. Toros españoles p. 167 Esp (BD)
        ARTÍCULO QUINTO. Saldrá la cuadrilla en la forma siguiente: Delante, ocupando la derecha, el primer espada; en el extremo opuesto el segundo, y en medio el media espada, ó sea aquel matador de segundo órden que, recien incorporado en la cuadrilla, haya menester de la galante proteccion de sus compañeros.
      • 1856 Corrales Mateos, J. Toros españoles p. 173 Esp (BD)
        Si al salir herido ó contuso el primer espada no hubiese recibido el toro estocada ninguna, lo deberá matar el segundo, como igualmente el tercero ó el medio espada están en la obligacion de matar á los subsecuentes; mas si al quedar inutilizado el jefe de la cuadrilla hubiese recibido el toro ya alguna estocada, entonces es deber del segundo espada el rematarlo sin perder el derecho de matar al toro que le sigue, que es verdaderamente el de su lucimiento. Esto debe observarse estrictamente. Si el lastimado fuese el segundo espada, en dicho caso matará primeramente al toro el tercer espada, y al toro siguiente lo hará el primero; pero en el segundo caso lo rematará el primero, y al siguiente matará el tercero.
      • 1836-1876 Anónimo Arte torear [1876] Esp (CDH )

        Ocupando la derecha y á la cabeza, el primer matador: en el estremo opuesto el que le sigue, y en el centro el mas moderno; y si hubiere un medio espada, formará detrás de los matadores.

      • 1889 Castro, A. Combates toros [1889] Esp (CDH )
        Fueron diez los toros; cuatro de Utrera con divisa encarnada; tres de Jeréz con divisa negra, y tres de Bornos con divisa blanca. Hubo tres picadores, y mataron los famosos Pedro Romero, de Ronda, y Juan Conde, de Vejer, sirviendo de media espada Antonio Romero, de Ronda, con su correspondiente cuadrilla de banderilleros.
      • 1903 Obligado, P. S. Tradiciones argentinas [1903] Argentina (CDH )
        En la plaza Mayor, principalmente para recepción de gobernadores y virreyes, apenas hubo Infante Real venido al mundo que no hiciera salir de él por las astas del toro algún media espada improvisado ó inexperto banderillero...
      • 1992 Tapia Bolívar, D. HToreo I [1993] 65 Esp (CDH )
        Una carta del representante de la comisión de fiestas de Pamplona en Madrid nos informa: "Costillares ha toreado en la última fiesta, pero tan endeble que necesita para en adelante de una media espada que vendrá de Sevilla."
      • 1992 Tapia Bolívar, D. HToreo I [1993] Esp (CDH )
        En 1817 sigue toreando las novilladas de Madrid saliendo con Guillén de media espada en muchas corridas, incluso en la plaza de la corte. Alternaba en tal condición con Juan León, en los comienzos entonces de su brillante carrera, y predilecto de Guillén, naciendo en aquellos días la rivalidad y antipatía entre León y Juan Jiménez.
      • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
        espada [...] media ~. m. Torero que, sin ser el principal, sale también a matar toros.
      • 2012 Villán, J. Tauromaquias s. n. Esp (BD)
        Espada. Sinónimo de matador de alternativa. Antiguamente se llamaba "medio espada" al torero que, en labores de banderillero, aspiraba a tomar la alternativa y al que, en ocasiones, los maestros cedían el último toro para que lo estoqueara.
      • 2014 RAE DLE (NTLLE)
        espada [...] media espada. m. Torero que, sin ser el principal, salía también a matar toros.
    4. s. m. y f. Con el modificador tercer o tercera, para referirse al torero que, bajo la dirección del primero, sigue al segundo en orden de actuación.
      docs. (1803-2004) 12 ejemplos:
      • 1803 Anónimo "Rey nuestro señor lunes 18..." [16-04-1803] Diario de Madrid (Madrid) Esp (HD)
        [...] los 16 toros de todo el dia seran lidiados por las quadrillas de á pie, al cuidado de Josef Romero y Bartolomé Ximenez, que los estoquearán solos por ahora, y hasta que llegue la tercera espada, que se espera á la mayor brevedad; pero los dos toros últimos de la tarde, los matará el media espada Lorenzo Baden: por la mañana se empezará la corrida a las 10, y por la tarde a las 4.
      • 2004 Páez, L. "Tres orejas Israel Téllez" La Jornada (Ciudad de México): jornada.com.mex Mx (CORPES)
        La plaza portátil, cómoda para los espectadores, resulta demasiado incómoda para los lidiadores por lo estrecho de las troneras o entradas a las barreras, así como por los refuerzos de fierro que afianzan el callejón, por lo que varias veces los toreros se vieron en apuros. Otra sugerencia: que los festejos comiencen a las 16 horas para que la noche no agarre al tercer espada con su segundo toro.
      • 1803 Anónimo "Rey nuestro señor lunes 18..." [16-04-1803] Diario de Madrid (Madrid) Esp (HD)
        [...] los 16 toros de todo el dia seran lidiados por las quadrillas de á pie, al cuidado de Josef Romero y Bartolomé Ximenez, que los estoquearán solos por ahora, y hasta que llegue la tercera espada, que se espera á la mayor brevedad; pero los dos toros últimos de la tarde, los matará el media espada Lorenzo Baden: por la mañana se empezará la corrida a las 10, y por la tarde a las 4.
      • 1856 Corrales Mateos, J. Toros españoles p. 173 Esp (BD)
        Si al salir herido ó contuso el primer espada no hubiese recibido el toro estocada ninguna, lo deberá matar el segundo, como igualmente el tercero ó el medio espada están en la obligacion de matar á los subsecuentes; mas si al quedar inutilizado el jefe de la cuadrilla hubiese recibido el toro ya alguna estocada, entonces es deber del segundo espada el rematarlo sin perder el derecho de matar al toro que le sigue, que es verdaderamente el de su lucimiento. Esto debe observarse estrictamente. Si el lastimado fuese el segundo espada, en dicho caso matará primeramente al toro el tercer espada, y al toro siguiente lo hará el primero; pero en el segundo caso lo rematará el primero, y al siguiente matará el tercero.
      • c1908-1930 Corrales, J. A. Crónicas [1938] Perú (CDH )
        El tercer espada de esta corrida fué el Almanseño, un torerito de buena voluntad, un tanto alborotado y falto de conocimientos. Se ve que quiere aprender y cuajarse, pero, que todavía está lejos.
      • c1966 Cossío, J. M. Mejores toreros [1966] Esp (CDH )

        El 2 de mayo de 1943 toma la alternativa en Murcia de manos de Manolete, estoqueando, en unión de Pedro Barrera, toros del conde de la Corte, y la confirma el 29 del mismo mes en la plaza Monumental de Madrid, de manos de Juan Belmonte Campoy. Actuó de tercer espada Manolete, y los toros lidiados fueron de la vacada de Galache. El toro de la alternativa atendía por Bienvenido, número 54, negro, y el de la confirmación por Castañito, número 52 y de igual pelo que el anterior.

      • 1977 Prensa El País, 04/09/1977 [1977] Esp (CDH )

        Intervienen en este festejo Pedro Romero, de Córdoba; Luis Ramón Gil, que triunfó en el coso carabanchelero en el festejo del domingo último, y Juan Miguel Luque, de Sevilla. Primero y tercer espadas son debutantes en la plaza.

      • 1987 Prensa ABC, 10/04/1987 [1987] Esp (CDH )
        Los toros serían de Miguel Higuero —la divisa de la gran faena de Rafael Ortega el año de su reaparición en Madrid hace veinte años—, formando cartel con Pepín Jiménez y un tercer espada no designado.
      • 1992 Tapia Bolívar, D. HToreo I [1993] Esp (CDH )
        Ganó José en aquellas corridas 1.200 reales, es decir, más que Félix Palomo, que figuraba en calidad de tercera espada.
      • 2001 Talens, M. "Perdedor" Rueda tiempo Esp (CORPES)
        El 8 de mayo de 1943, después de la guerra, tomó la alternativa de manos de Manuel Rodríguez, "Manolete", en la plaza de toros de Ecija, con "Morenito de Talavera" como tercer espada. La secretaria tuvo incluso el detalle de enviarme una fotocopia en color del cartel de dicha tarde y un retrato del diestro vestido con el traje de luces.
      • 2004 Páez, L. "Tres orejas Israel Téllez" La Jornada (Ciudad de México): jornada.com.mex Mx (CORPES)
        La plaza portátil, cómoda para los espectadores, resulta demasiado incómoda para los lidiadores por lo estrecho de las troneras o entradas a las barreras, así como por los refuerzos de fierro que afianzan el callejón, por lo que varias veces los toreros se vieron en apuros. Otra sugerencia: que los festejos comiencen a las 16 horas para que la noche no agarre al tercer espada con su segundo toro.
      • 1803 Anónimo "Rey nuestro señor lunes 18..." [16-04-1803] Diario de Madrid (Madrid) Esp (HD)
        [...] los 16 toros de todo el dia seran lidiados por las quadrillas de á pie, al cuidado de Josef Romero y Bartolomé Ximenez, que los estoquearán solos por ahora, y hasta que llegue la tercera espada, que se espera á la mayor brevedad; pero los dos toros últimos de la tarde, los matará el media espada Lorenzo Baden: por la mañana se empezará la corrida a las 10, y por la tarde a las 4.
      • 1856 Corrales Mateos, J. Toros españoles p. 173 Esp (BD)
        Si al salir herido ó contuso el primer espada no hubiese recibido el toro estocada ninguna, lo deberá matar el segundo, como igualmente el tercero ó el medio espada están en la obligacion de matar á los subsecuentes; mas si al quedar inutilizado el jefe de la cuadrilla hubiese recibido el toro ya alguna estocada, entonces es deber del segundo espada el rematarlo sin perder el derecho de matar al toro que le sigue, que es verdaderamente el de su lucimiento. Esto debe observarse estrictamente. Si el lastimado fuese el segundo espada, en dicho caso matará primeramente al toro el tercer espada, y al toro siguiente lo hará el primero; pero en el segundo caso lo rematará el primero, y al siguiente matará el tercero.
      • c1908-1930 Corrales, J. A. Crónicas [1938] Perú (CDH )
        El tercer espada de esta corrida fué el Almanseño, un torerito de buena voluntad, un tanto alborotado y falto de conocimientos. Se ve que quiere aprender y cuajarse, pero, que todavía está lejos.
      • c1966 Cossío, J. M. Mejores toreros [1966] Esp (CDH )

        El 2 de mayo de 1943 toma la alternativa en Murcia de manos de Manolete, estoqueando, en unión de Pedro Barrera, toros del conde de la Corte, y la confirma el 29 del mismo mes en la plaza Monumental de Madrid, de manos de Juan Belmonte Campoy. Actuó de tercer espada Manolete, y los toros lidiados fueron de la vacada de Galache. El toro de la alternativa atendía por Bienvenido, número 54, negro, y el de la confirmación por Castañito, número 52 y de igual pelo que el anterior.

      • 1970 Díaz Cañabate, A. Paseíllo toros [1970] Esp (CDH )

        — ¡Fuera gente! ¡Dejarme solo, que a este animal de Celedonio lo voy a matar de verdad!

        — ¡Matabán! —replica el toro, con dejo chulón.

        Sebastián, el, tercer espada, interviene:

        — ¡Bueno, menos hablar y más torear, que es a lo que hemos venido! Déjame que le dé unos capotazos y te lo dejo como un guante.

      • 1977 Prensa El País, 04/09/1977 [1977] Esp (CDH )

        Intervienen en este festejo Pedro Romero, de Córdoba; Luis Ramón Gil, que triunfó en el coso carabanchelero en el festejo del domingo último, y Juan Miguel Luque, de Sevilla. Primero y tercer espadas son debutantes en la plaza.

      • 1987 Nieto Manjón, L. DiccTérmTaurinos Esp (FG)
        espada [...] tercer o tercera espada. Torero que dentro de las cuadrillas iba a las órdenes del primer espada y, a cambio de prestarle sus servicios, adquiría los conocimientos técnicos de la lidia.
      • 1987 Prensa ABC, 10/04/1987 [1987] Esp (CDH )
        Los toros serían de Miguel Higuero —la divisa de la gran faena de Rafael Ortega el año de su reaparición en Madrid hace veinte años—, formando cartel con Pepín Jiménez y un tercer espada no designado.
      • 1992 Tapia Bolívar, D. HToreo I [1993] Esp (CDH )
        Su actuación fue tan lucida que la empresa de Madrid le ajustó como tercer espada para la temporada de 1866, en unión del Tato y el Gordito.
      • 1992 Tapia Bolívar, D. HToreo I [1993] Esp (CDH )
        Ganó José en aquellas corridas 1.200 reales, es decir, más que Félix Palomo, que figuraba en calidad de tercera espada.
      • 2001 Talens, M. "Perdedor" Rueda tiempo Esp (CORPES)
        El 8 de mayo de 1943, después de la guerra, tomó la alternativa de manos de Manuel Rodríguez, "Manolete", en la plaza de toros de Ecija, con "Morenito de Talavera" como tercer espada. La secretaria tuvo incluso el detalle de enviarme una fotocopia en color del cartel de dicha tarde y un retrato del diestro vestido con el traje de luces.
      • 2004 Páez, L. "Tres orejas Israel Téllez" La Jornada (Ciudad de México): jornada.com.mex Mx (CORPES)
        La plaza portátil, cómoda para los espectadores, resulta demasiado incómoda para los lidiadores por lo estrecho de las troneras o entradas a las barreras, así como por los refuerzos de fierro que afianzan el callejón, por lo que varias veces los toreros se vieron en apuros. Otra sugerencia: que los festejos comiencen a las 16 horas para que la noche no agarre al tercer espada con su segundo toro.
  17. ac. etim.
    s. f. Textil Pieza del telar de bordes redondeados y generalmente de madera, que sirve para separar los hilos de la urdimbre, o para golpear y apretar el hilo en la elaboración de la trama.
    docs. (1793-2011) 13 ejemplos:
    • p1793 Anónimo Memoria palmas Nuevo Reino Granada [1911] p. 663 Biografía Mutis (BD)
      Palma 18.a Cubarro. La caña tiene dos cuartas en contorno: el canto de su madera llega basta tres dedos, de una macana perfectamente negra, elástica y fuerte; tanto que es la materia más selecta para los arcos de las flechas, arpones, barretas de cavar, espadas de tejer y pelear. Sus racimos son pequeños, como de dos cuartas. Sus dátiles asemejados al del cuesco en la figura y el color.
    • 2011 Torres-Martínez, Jesús Francisco El Cantábrico en la edad del hierro p. 193 Esp (BD)
      En relación con las labores de telar están los objetos de madera preservados en la cueva del Aspio (Ruesga, Cantabria). Aquí aparecieron una serie de peines que pudieron ser empleados para escardar o para mantener firme la urdimbre en un telar y una espada para golpear y apretar el hilo en la elaboración de la trama.
    • p1793 Anónimo Memoria palmas Nuevo Reino Granada [1911] p. 663 Biografía Mutis (BD)
      Palma 18.a Cubarro. La caña tiene dos cuartas en contorno: el canto de su madera llega basta tres dedos, de una macana perfectamente negra, elástica y fuerte; tanto que es la materia más selecta para los arcos de las flechas, arpones, barretas de cavar, espadas de tejer y pelear. Sus racimos son pequeños, como de dos cuartas. Sus dátiles asemejados al del cuesco en la figura y el color.
    • 1882 Gironi, G. Manual tejedor paños, I p. 22 Esp (BD)
      Por lo demás, la armadura de este nuevo aparato es bien sencilla. (Véase la fig. 8.a y la 9.a que representan respectivamente el frente del artefacto y un corte de su parte baja visto de costado, donde se encuentra el verdadero peine.) Consta de un largo y fuerte madero A llamado durmiente, ensamblado á otros laterales B, B, B llamados espadas, que pueden ser, ó dos listones de madera como se expresa á un lado de la figura 8.a, ó una doble horquilla de hierro, como también se manifiesta al otro costado de la misma, para que el lector pueda conocer ambos medios de construir esta parte del aparato.
    • 1920 Jijón y Caamaño, J. "Contribución aborígenes Provincia Imbadura" [01-01-1920] p. 74 Boletín de la Sociedad Ecuatoriana de Estudios Históricos (Quito) Pe (HD)
      Crawford, que ha estudiado cuidadosamente la técnica textil de los antiguos peruanos, al enumerar los instrumentos de que se servían para tejer, además de la bobina y los husos, menciona la espada y la daga. Acerca del empleo de éstos, dice: "El método más común era insertar la espada o listón para tejer en una división de hilos después de haber insertado el pedazo de trama y para empujarlo en el cruce del estambre, por varios hábiles golpes. En aquellos lugares en que la trama debía ser sujetada, se la colocaba en su sitio con un pedazo de madera, o con un hueso puntiagudo [...]" [...] Pero la forma más usada de espada de tejer fue, a no dudarlo, la representada por Lehmann Nitsche en sus antigüedades de la provincia de Jujuy; es a modo de cuchillo ancho y corvo, con un cabo o empuñadura cilíndrica, semejante a los supuestos sables, encontrados en Paramonga, que exceptuando algunos que quizás sean macanas, no son otra cosa que instrumentos textiles.
    • 1949 Jijón Caamaño, J. Maranga p. 460 Pe (BD)
      TELARES [...] El telar peruano, aquel en el cual los antiguos indios de la Sierra y de la Costa del Perú hicieron las más exquisitas telas, es una aparato sencillo, consiste: en dos cañas o palos, en que se ha amarrado el estambre previamente hurdido, el uno de estos se sujeta fuertemente contra un árbol o el pilar de la casa, el otro tiene unas cuerdas que el tejedor pasa alrededor de su cintura, de moda de mantener con la debida tensión el estambre; una cuerda sirve para conservar separadas las capas del urdido, así como una o más cañas; ótra u ótras, a las que van atados hilos, hacen de peines; las bobinas, que pueden ser una sola o muchas y que son o los mismos husos en que se hizo el hilo, o las cañitas cortadas a determinada medida, ilustradas en el precedente capítulo, hacen de lanzaderas; la espada de tejer sirve de batán y las dagas de tejedor se usan para colocar en su debido punto, cuando es necesario, los hilos de la trama.
    • 1981 Mtz Peñaloza, P. Arte popular México [1981] México (CDH )
      Tiene, además, otro aditamento que sirve de lanzadera para realizar la trama. Esta es la disposición transversal de los hilos. Para apretar los hilos de la trama se usa otra pieza de madera, que por su forma se llama "espada" o "machete".
    • 1981 Mompradé, E. L. / Gutiérrez, R. Indumentaria tradicional I [1981] México (CDH )
      El tejido se aprieta con una tablilla de madera pesada, delgada y afilada en forma de machete, la «espada» o tzotzopaxtle con la que la tejedora hala con fuerza hacia sí. Este es el implemento con más fino acabado, y el más apreciado por ella.
    • 1997 Beigbeder Atienza, Federico Diccionario politécnico de las lenguas española e inglesa. Inglés-español Esp (BD)
      picking stick | espada, baqueta tiraracos (telar) [...] picking sweep arm | palanca impulsora de la espada (telar).
    • 2002 Álvarez, S. Etnicidades costa ecuatoriana p. 276 Ec (BD)
      La Espada de Tejedor o Macana En el caso de las fajas o ceñidores de cintura, se procede de la misma manera que con los manteles, solo que en esta caso al variar el ancho, el contralizo y la espada del tejedor son más delgados. En la medida que avanza el tejido, éste se va ajustando dándole golpes con la "macana" o espada, y se templa el telar con una llave de madera que se coloca en la cuerda que une los "armadores" a las vigas de la casa, y que permite a la tejedora regular la tensión cuando lo necesita [...] La macana es el instrumento más apreciado y su tamaño depende de la función que va a cumplir. Cada artesana tiene por lo menos dos macanas, una grande para alforjas y sábanas y otra pequeña y más liviana para fajas y manteles. Cuanto más usada esté la madera, más pulida será la superficie del golpe y menos daño podrá causar al tejido.
    • 2007 Patal Majzul, Filiberto Rusoltzij ri Kaqchikel Gu (BD)
      KEMA' [...] Espada (para tejer). Forma poseída: Rukema'. Instrumento para tejer, en telares de cintura [...] Para poder hacer el tejido es necesario tener la espada, de otra forma no se puede trabajar.
    • 2011 Torres-Martínez, Jesús Francisco El Cantábrico en la edad del hierro p. 193 Esp (BD)
      En relación con las labores de telar están los objetos de madera preservados en la cueva del Aspio (Ruesga, Cantabria). Aquí aparecieron una serie de peines que pudieron ser empleados para escardar o para mantener firme la urdimbre en un telar y una espada para golpear y apretar el hilo en la elaboración de la trama.
    • p1793 Anónimo Memoria palmas Nuevo Reino Granada [1911] p. 663 Biografía Mutis (BD)
      Palma 18.a Cubarro. La caña tiene dos cuartas en contorno: el canto de su madera llega basta tres dedos, de una macana perfectamente negra, elástica y fuerte; tanto que es la materia más selecta para los arcos de las flechas, arpones, barretas de cavar, espadas de tejer y pelear. Sus racimos son pequeños, como de dos cuartas. Sus dátiles asemejados al del cuesco en la figura y el color.
    • 1882 Gironi, G. Manual tejedor paños, I p. 22 Esp (BD)
      Por lo demás, la armadura de este nuevo aparato es bien sencilla. (Véase la fig. 8.a y la 9.a que representan respectivamente el frente del artefacto y un corte de su parte baja visto de costado, donde se encuentra el verdadero peine.) Consta de un largo y fuerte madero A llamado durmiente, ensamblado á otros laterales B, B, B llamados espadas, que pueden ser, ó dos listones de madera como se expresa á un lado de la figura 8.a, ó una doble horquilla de hierro, como también se manifiesta al otro costado de la misma, para que el lector pueda conocer ambos medios de construir esta parte del aparato.
    • 1882 Gironi, G. Manual tejedor paños, I p. 130 Esp (BD)
      Por lo demás, están bien indicadas por la experiencia la série de modificaciones de que se siente el telar ordinario. Es preciso que las espadas deban tener una longitud adecuada á lo que prescribe la teoría del telar, que las encuentra demasiado largas si ha de ser más activa la acción del tejedor.
    • 1920 Jijón y Caamaño, J. "Contribución aborígenes Provincia Imbadura" [01-01-1920] p. 74 Boletín de la Sociedad Ecuatoriana de Estudios Históricos (Quito) Pe (HD)
      Crawford, que ha estudiado cuidadosamente la técnica textil de los antiguos peruanos, al enumerar los instrumentos de que se servían para tejer, además de la bobina y los husos, menciona la espada y la daga. Acerca del empleo de éstos, dice: "El método más común era insertar la espada o listón para tejer en una división de hilos después de haber insertado el pedazo de trama y para empujarlo en el cruce del estambre, por varios hábiles golpes. En aquellos lugares en que la trama debía ser sujetada, se la colocaba en su sitio con un pedazo de madera, o con un hueso puntiagudo [...]" [...] Pero la forma más usada de espada de tejer fue, a no dudarlo, la representada por Lehmann Nitsche en sus antigüedades de la provincia de Jujuy; es a modo de cuchillo ancho y corvo, con un cabo o empuñadura cilíndrica, semejante a los supuestos sables, encontrados en Paramonga, que exceptuando algunos que quizás sean macanas, no son otra cosa que instrumentos textiles.
    • 1949 Jijón Caamaño, J. Maranga p. 460 Pe (BD)
      TELARES [...] El telar peruano, aquel en el cual los antiguos indios de la Sierra y de la Costa del Perú hicieron las más exquisitas telas, es una aparato sencillo, consiste: en dos cañas o palos, en que se ha amarrado el estambre previamente hurdido, el uno de estos se sujeta fuertemente contra un árbol o el pilar de la casa, el otro tiene unas cuerdas que el tejedor pasa alrededor de su cintura, de moda de mantener con la debida tensión el estambre; una cuerda sirve para conservar separadas las capas del urdido, así como una o más cañas; ótra u ótras, a las que van atados hilos, hacen de peines; las bobinas, que pueden ser una sola o muchas y que son o los mismos husos en que se hizo el hilo, o las cañitas cortadas a determinada medida, ilustradas en el precedente capítulo, hacen de lanzaderas; la espada de tejer sirve de batán y las dagas de tejedor se usan para colocar en su debido punto, cuando es necesario, los hilos de la trama.
    • 1981 Mtz Peñaloza, P. Arte popular México [1981] México (CDH )
      Tiene, además, otro aditamento que sirve de lanzadera para realizar la trama. Esta es la disposición transversal de los hilos. Para apretar los hilos de la trama se usa otra pieza de madera, que por su forma se llama "espada" o "machete".
    • 1981 Mompradé, E. L. / Gutiérrez, R. Indumentaria tradicional I [1981] México (CDH )
      El tejido se aprieta con una tablilla de madera pesada, delgada y afilada en forma de machete, la «espada» o tzotzopaxtle con la que la tejedora hala con fuerza hacia sí. Este es el implemento con más fino acabado, y el más apreciado por ella.
    • 1983 Alvar, M. (dir.) ALEANR, X-XII Esp (FG)
      espada [...] 'barra o listón que va en la bancada y hace cubrir el lizo' [...] (lám. 1630).
    • 1996 Corrales Zumbado, C. / Corbella Díaz, D. / Álvz Mtz, M. Á. DiccDiferencial Canarias Esp (NTLLE)
      espada [...] GC. espadilla [| Instrumento de madera, semejante a una lima, de unos treinta centímetros de longitud, que se emplea para urdir los hilos en la preparación de una faena de tejer. En la parte más ancha tiene doce agujeros, distribuidos de dos en dos, por cada uno de los cuales se introduce un hilo. Cuando se han metidos todos y se han sacado por el otro lado, se unen en madeja sus puntas para pasarlas por la urdidera].
    • 1997 Beigbeder Atienza, Federico Diccionario politécnico de las lenguas española e inglesa. Inglés-español Esp (BD)
      picking stick | espada, baqueta tiraracos (telar) [...] picking sweep arm | palanca impulsora de la espada (telar).
    • 2002 Álvarez, S. Etnicidades costa ecuatoriana p. 276 Ec (BD)
      La Espada de Tejedor o Macana En el caso de las fajas o ceñidores de cintura, se procede de la misma manera que con los manteles, solo que en esta caso al variar el ancho, el contralizo y la espada del tejedor son más delgados. En la medida que avanza el tejido, éste se va ajustando dándole golpes con la "macana" o espada, y se templa el telar con una llave de madera que se coloca en la cuerda que une los "armadores" a las vigas de la casa, y que permite a la tejedora regular la tensión cuando lo necesita [...] La macana es el instrumento más apreciado y su tamaño depende de la función que va a cumplir. Cada artesana tiene por lo menos dos macanas, una grande para alforjas y sábanas y otra pequeña y más liviana para fajas y manteles. Cuanto más usada esté la madera, más pulida será la superficie del golpe y menos daño podrá causar al tejido.
    • 2007 Patal Majzul, Filiberto Rusoltzij ri Kaqchikel Gu (BD)
      KEMA' [...] Espada (para tejer). Forma poseída: Rukema'. Instrumento para tejer, en telares de cintura [...] Para poder hacer el tejido es necesario tener la espada, de otra forma no se puede trabajar.
    • 2011 Torres-Martínez, Jesús Francisco El Cantábrico en la edad del hierro p. 193 Esp (BD)
      En relación con las labores de telar están los objetos de madera preservados en la cueva del Aspio (Ruesga, Cantabria). Aquí aparecieron una serie de peines que pudieron ser empleados para escardar o para mantener firme la urdimbre en un telar y una espada para golpear y apretar el hilo en la elaboración de la trama.
  18. 1⟶metáfora
    s. f. Planta herbácea perenne de la familia de las tifáceas, de hasta 3 metros de altura, de tallos cilíndricos y erectos, hojas planas, largas y delgadas, y pares de flores carnosas superpuestas formando una espiga, ancha y oscura la inferior y más estrecha y amarillenta la superior. Nombre científico: Typha latifolia.
    docs. (1802-2010) 4 ejemplos:
    • 1802 Bahí, J. F. Trad Elementos nomenclatura botánica, Plenk p. 217 Esp (BD)
      Indice de los generos y especies de plantas nombradas en estos elementos vertidas al español [...] Typha latifolia. Tipha de hoja ancha. Vº: Espada, ó Anea.
    • 1942 Santamaría, F. J. DiccGralAmericanismos (NTLLE)
      ESPADA. f. Nombre vulgar que se da a una planta tifácea, especie de espadaña, que crece en los lagos del Valle de Méjico. En otras partes se llama espadaña (Tipha latifolia, L.).
    • 1997 Lahitte, H. B. / Hurrell, J. A. Plantas de la costa p. 100 Ar (BD)
      Typha latifolia L. Otros nombres vulgares. C: espadaña, espada, tule, paja de estera; P: tabúa, paina, artesana; I: cat's tail, cattail, bulrush.
    • 2010 ASALE DiccAmericanismos (NTLLE)
      espada [...] Mx. Planta herbácea de hasta 2 m de altura, con las hojas en forma casi de espada, el tallo largo, a manera de junco, con una mazorca cilíndrica al extremo, que después de seca suelta una especie de pelusa o vello blanco, ligero y muy pegajoso. (Typhaceae; Typha latifolia).
  19. 1⟶metáfora
    s. f. Mandato o poder ejercido por la fuerza de las armas.
    docs. (1822-2016) 21 ejemplos:
    • 1822 Anónimo "Villalar 23/04/1521" [23-04-1822] Diario Constitucional de Barcelona (Barcelona) Esp (HD)
      Hemos recobrado la libertad que el infortunio arrebató de las manos de nuestros mayores; respiramos sin la fatal opresion despues de tantos años de calabozos, de cadenas, y de muertes; y nos vemos felizmente unidos, no bajo la espada de un tirano que nos oprima, sino por los lazos del contrato que libremente estipulamos en 1812.
    • 2016 Hnz Ávila, R. "Sombra templarios" [16-03-2016] Nueva Tribuna (Madrid): nuevatribuna.es Esp (HD)
      Concibieron la banca moderna con un sistema de préstamos que les hizo acumular ingentes riquezas, terrenales -los primeros latifundistas- y “bancarias” con cheques expedidos por sus centros que tenían el mismo valor en Irlanda que en Chipre; dejaron su huella marcada en las piedras y en los ajimeces de sus residencias, cobraron gran protagonismo en la construcción de iglesias, catedrales y reformas de castillos, y estuvieron presentes en los grandes acontecimientos históricos de la época, especialmente en Las Cruzadas de Tierra Santa, y en las de la península ibérica, donde destacaron en la batalla de las Navas de Tolosa, en julio de 1212, una de las grandes batallas y derrotas de los sarracenos bajo la espada de los reinos cristianos en plena Reconquista.
    • 1822 Anónimo "Villalar 23/04/1521" [23-04-1822] Diario Constitucional de Barcelona (Barcelona) Esp (HD)
      Hemos recobrado la libertad que el infortunio arrebató de las manos de nuestros mayores; respiramos sin la fatal opresion despues de tantos años de calabozos, de cadenas, y de muertes; y nos vemos felizmente unidos, no bajo la espada de un tirano que nos oprima, sino por los lazos del contrato que libremente estipulamos en 1812.
    • 1854 Castelar, E. Discurso 22/09/1854 [1861] Discursos Esp (CDH )

      Voy á defender las ideas democráticas, si es que deseais oirlas. Estas ideas no pertenecen ni á los partidos, ni á los hombres; pertenecen á la humanidad. Basadas en la razon, son, como la verdad, absolutas, y como las leyes de Dios, universales. Por eso la persecucion no puede ahogarlas, ni la espada del tirano vencerlas; pues antes que el tiempo desplegara sus alas, fueron escritas en libros mas inmensos que el espacio por la mano misma del Eterno.

    • 1884 Piferrer, P. España: Catalunya [2003] Esp (CDH )

      [...] acaba de ceder al martillo del egoísmo y de la codicia el castillo del Veguer, torre que, al decir de la tradición, sirvió de cárcel a Santa Eulalia y de sepulcro a los desgraciados judíos que perecieron en la jornada de agosto del año 1391; la capilla antigua de Santa Cruz que cayó bajo la espada de los árabes y restauró Berenguer el Viejo, fue devorada por la catedral gótica; la iglesia oscura y misteriosa del Palau, reflejo de tantas vicisitudes y de tantas glorias, hela allí oculta entre los caserones que la circundan [...].

    • 1888 Acevedo Díaz, E. Ismael [1991] Uruguay (CDH )

      Montevideo carecía de este cerebro. No era un foco de ideas, sino de fuerzas. Imponía el mandato con la espada, y en caso de impotencia, recogíase en su coraza, irascible y siniestra. Era el crustáceo enorme en mitad de la corriente.

    • 1898 Montúfar, L. Memorias autobiográficas [1988] Guatemala (CDH )
      Un medio se presentó a Barrundia para favorecer a los altenses que sufrían bajo la espada de Paredes. Fue pedir a la Asamblea que se pusiera en libertad a los prisioneros de San Andrés y solicitar que un velo cubriese los sucesos de Los Altos: que ninguno fuera perseguido y que se llamara a la Asamblea a los diputados altenses. Barrundia mismo se encargó de redactar esta proposición. Lo hizo con fecha 30 de octubre de 1848.
    • 1930 Gmz Baquero, E. Talismán Napoleón p. 45 Esp (FG)
      Los pueblos de la India, separados por [...] las ambiciones de los príncipes, solo podrían unirse bajo la espada de un conquistador.
    • 1939 Azaña, M. Velada Benicarló [1980] 155 Esp (CDH )
      En España sufrimos el mismo fenómeno, reducido a las proporciones personales y locales inherentes a la condición de nuestro país: Si imperase el orden de la espada., en España no habría un emperador, sino un legado de emperadores extraños. Frente a eso, podrá prevalecer cualquier cosa, bajo cualquier nombre, menos la República inspirada en el pensamiento capital que he descrito.
    • 1939 Anónimo "Fiestas Victoria" [19/05/1939] Nueva Rioja (Logroño) Esp (CDH )
      Puso en ella de manifiesto las causas que dieron origen a nuestra Santa Cruzada, entre las que descuellan, la de que en nuestra desgraciada Patria se había llegado a considerar en los últimos tiempos de la indigna república que ha sucumbido bajo la espada de Franco, grito subersivo el de "Viva España".
    • 1933-1944 García Gmz, E. Poetas musulmanes [1944] Esp (CDH )

      Al calor de la cuenca mesopotámica resucitan los virus de los despotismos asiáticos, y los contactos con la sabiduría griega y helenística producen la creación de la ciencia musulmana. Los pueblos no árabes sometidos a la espada del Islam empiezan a vengarse de la superioridad militar de éste, negando su supremacía cultural ( Suubiyya). Las provincias lejanas se desenvuelven como pueden o se van desgajando del Imperio.

    • 1980 Fasano Mertens, F. Después derrota [1980] Uruguay (CDH )
      Mientras en África —continente que sólo un siglo después que América Latina comienza a alcanzar su independencia política—, la mitad de sus naciones ya recorren el camino no capitalista de desarrollo, en nuestro continente las tres cuartas partes de sus pueblos viven sometidos bajo la espada de las sacrosantas trasnacionales, disfrazadas con charreteras manchadas con la sangre de quienes no han aceptado vivir de rodillas.
    • 2001 Fernández-Santos, Á. "Viejos perdedores batallas" El País (Madrid): elpais.com Esp (CORPES)
      Y buscan y rebuscan, como broche, en los pliegues de la escéptica, amarga e irónica memoria de algunos españoles supervivientes de la División Azul, en la que se embarcaron balas perdidas, culos inquietos, señoritos aventureros, falangistas iluminados y muchachos republicanos buscadores de méritos con los que vivir bajo la espada del franquismo, para luchar contra el Ejército soviético en los gélidos campos de la feroz batalla de Leningrado.
    • 2012 Bueno, R. "Inolvidable siglo XIX" [11-11-2012] Rebelión: rebelion.org (HD)
      Aunque Flaubert lo llama » un juguete del destino y uno de los actores de los cataclismos bélicos « , lo cierto es que la Revolución Francesa necesita ser propagada y esto se hace bajo su espada, por eso Heine lo llama » misionero del liberalismo, destructor de la esclavitud y el hombre que hizo temblar a los principillos hereditarios «, en cambio, para Bismarck, Napoleón es el Anticristo al que hay que imitar y no sólo aborrecer; su genial estrategia militar es estudiada hasta hoy.
    • 2016 Hnz Ávila, R. "Sombra templarios" [16-03-2016] Nueva Tribuna (Madrid): nuevatribuna.es Esp (HD)
      Concibieron la banca moderna con un sistema de préstamos que les hizo acumular ingentes riquezas, terrenales -los primeros latifundistas- y “bancarias” con cheques expedidos por sus centros que tenían el mismo valor en Irlanda que en Chipre; dejaron su huella marcada en las piedras y en los ajimeces de sus residencias, cobraron gran protagonismo en la construcción de iglesias, catedrales y reformas de castillos, y estuvieron presentes en los grandes acontecimientos históricos de la época, especialmente en Las Cruzadas de Tierra Santa, y en las de la península ibérica, donde destacaron en la batalla de las Navas de Tolosa, en julio de 1212, una de las grandes batallas y derrotas de los sarracenos bajo la espada de los reinos cristianos en plena Reconquista.
    • 1822 Anónimo "Villalar 23/04/1521" [23-04-1822] Diario Constitucional de Barcelona (Barcelona) Esp (HD)
      Hemos recobrado la libertad que el infortunio arrebató de las manos de nuestros mayores; respiramos sin la fatal opresion despues de tantos años de calabozos, de cadenas, y de muertes; y nos vemos felizmente unidos, no bajo la espada de un tirano que nos oprima, sino por los lazos del contrato que libremente estipulamos en 1812.
    • 1839 Pesado, J. J. "Salmo LXVII" p. 205 Poesías originales Mx (BD)
      Enfrénalos, Señor, y verás luego / Pedir la paz interponiendo el ruego / Al Egipto insolente: / El orbe callará bajo tu espada, / Y hasta la Etiopia bárbara y tostada / Se postrará obediente.
    • 1854 Castelar, E. Discurso 22/09/1854 [1861] Discursos Esp (CDH )

      Voy á defender las ideas democráticas, si es que deseais oirlas. Estas ideas no pertenecen ni á los partidos, ni á los hombres; pertenecen á la humanidad. Basadas en la razon, son, como la verdad, absolutas, y como las leyes de Dios, universales. Por eso la persecucion no puede ahogarlas, ni la espada del tirano vencerlas; pues antes que el tiempo desplegara sus alas, fueron escritas en libros mas inmensos que el espacio por la mano misma del Eterno.

    • 1851-1860 Gmz Avellaneda, G. Dolores [1981] Novelas Cuba (CDH )

      Entonces era el reinado de la espada y de los castillos; a nuestra época le ha cabido la soberanía de las cifras y de las máquinas; quizá llegue día en que logren entronizarse la inteligencia y la virtud, y reservamos para entonces —si estamos en este mundo— el detallar todo lo que tuvieron de grandioso las buenas edades de los mandobles [...].

    • 1861 Castelar, E. Disc inauguración [1861] 295 Discursos Esp (CDH )

      [...] la pólvora ha hecho saltar en mil pedazos el alto castillo donde anidaba el águila feudal que tenia clavadas sus garras en nuestro pecho: las mismas monarquías absolutas han pasado el rasero de la igualdad sobre todas las frentes y han preparado con su cetro de oro el dia del derecho, como la antigua Roma preparó con su espada el dia del cristianismo: la clase media, al erguir su frente é imponer sus derechos á los antiguos poderes, nos ha enseñado el camino de la emancipación [...].

    • 1861 Castelar, E. Disc Ateneo [1861] 318 Discursos Esp (CDH )

      [...] el genio de Oriente, génio poético, mago, fantástico, uniéndose al génio práctico de Grecia para desvanecerse unidos como el humo de un holocausto; la primera luz del cristianismo apareciendo por los últimos límites de este desolado horizonte; los circos poblados, no de fieras, sino de mártires; los desiertos de eremitas, las calles de apóstoles; la tribuna romana rota por la espada de los emperadores, exhalando la voz de los apologistas y los doctores cristianos [...].

    • 1871 Bécquer, G. A. "Recuerdos viaje artístico" p. 190 Obras, II Esp (BD)
      Monumentos que sus autores creyeron imposibles de destruir; razas poderosas que sujetaron el mundo á su poder; imperios construidos por la espada sobre las ruinas de otros imperios; civilizaciones que los siglos contribuyeron á perfeccionar, todo se ha borrado [...].
    • 1881 López, L. V. Recuerdos viaje [2003] 126 Argentina (CDH )

      [...] Y sólo cuando ha visto que la Inglaterra necesitaba conservar en Europa la posición que ocupó siempre, es que ha pensado con la tradición, que su país era algo más que un banco de descuento universal y que el predominio financiero era un predominio vergonzoso bajo la espada o el poder militar de las otras naciones.

    • 1884 Piferrer, P. España: Catalunya [2003] Esp (CDH )

      [...] acaba de ceder al martillo del egoísmo y de la codicia el castillo del Veguer, torre que, al decir de la tradición, sirvió de cárcel a Santa Eulalia y de sepulcro a los desgraciados judíos que perecieron en la jornada de agosto del año 1391; la capilla antigua de Santa Cruz que cayó bajo la espada de los árabes y restauró Berenguer el Viejo, fue devorada por la catedral gótica; la iglesia oscura y misteriosa del Palau, reflejo de tantas vicisitudes y de tantas glorias, hela allí oculta entre los caserones que la circundan [...].

    • 1888 Acevedo Díaz, E. Ismael [1991] Uruguay (CDH )

      Montevideo carecía de este cerebro. No era un foco de ideas, sino de fuerzas. Imponía el mandato con la espada, y en caso de impotencia, recogíase en su coraza, irascible y siniestra. Era el crustáceo enorme en mitad de la corriente.

    • 1898 Montúfar, L. Memorias autobiográficas [1988] Guatemala (CDH )
      Un medio se presentó a Barrundia para favorecer a los altenses que sufrían bajo la espada de Paredes. Fue pedir a la Asamblea que se pusiera en libertad a los prisioneros de San Andrés y solicitar que un velo cubriese los sucesos de Los Altos: que ninguno fuera perseguido y que se llamara a la Asamblea a los diputados altenses. Barrundia mismo se encargó de redactar esta proposición. Lo hizo con fecha 30 de octubre de 1848.
    • 1911 Segovia, L. DiccArgentinismos Ar (BD)
      LA ESPADA [...] El poder militar, por oposición al civil. E.
    • 1930 Gmz Baquero, E. Talismán Napoleón p. 45 Esp (FG)
      Los pueblos de la India, separados por [...] las ambiciones de los príncipes, solo podrían unirse bajo la espada de un conquistador.
    • 1939 Azaña, M. Velada Benicarló [1980] 155 Esp (CDH )
      En España sufrimos el mismo fenómeno, reducido a las proporciones personales y locales inherentes a la condición de nuestro país: Si imperase el orden de la espada., en España no habría un emperador, sino un legado de emperadores extraños. Frente a eso, podrá prevalecer cualquier cosa, bajo cualquier nombre, menos la República inspirada en el pensamiento capital que he descrito.
    • 1939 Anónimo "Fiestas Victoria" [19/05/1939] Nueva Rioja (Logroño) Esp (CDH )
      Puso en ella de manifiesto las causas que dieron origen a nuestra Santa Cruzada, entre las que descuellan, la de que en nuestra desgraciada Patria se había llegado a considerar en los últimos tiempos de la indigna república que ha sucumbido bajo la espada de Franco, grito subersivo el de "Viva España".
    • 1933-1944 García Gmz, E. Poetas musulmanes [1944] Esp (CDH )

      Al calor de la cuenca mesopotámica resucitan los virus de los despotismos asiáticos, y los contactos con la sabiduría griega y helenística producen la creación de la ciencia musulmana. Los pueblos no árabes sometidos a la espada del Islam empiezan a vengarse de la superioridad militar de éste, negando su supremacía cultural ( Suubiyya). Las provincias lejanas se desenvuelven como pueden o se van desgajando del Imperio.

    • 1961 Gironella, J. M. Muertos [1989] 28 Esp (CDH )

      Se imponía ser objetivo y pensar, por ejemplo, en lo que trajo consigo la Revolución Francesa. ¡Cuántos prejuicios, hábitos de resignación, privilegios de clase, fantasmas, eliminados para siempre! En esta ocasión se trataba de acabar con la constante amenaza que significaban para la nación el báculo y la espada.

    • 1980 Fasano Mertens, F. Después derrota [1980] Uruguay (CDH )
      Mientras en África —continente que sólo un siglo después que América Latina comienza a alcanzar su independencia política—, la mitad de sus naciones ya recorren el camino no capitalista de desarrollo, en nuestro continente las tres cuartas partes de sus pueblos viven sometidos bajo la espada de las sacrosantas trasnacionales, disfrazadas con charreteras manchadas con la sangre de quienes no han aceptado vivir de rodillas.
    • 2001 Fernández-Santos, Á. "Viejos perdedores batallas" El País (Madrid): elpais.com Esp (CORPES)
      Y buscan y rebuscan, como broche, en los pliegues de la escéptica, amarga e irónica memoria de algunos españoles supervivientes de la División Azul, en la que se embarcaron balas perdidas, culos inquietos, señoritos aventureros, falangistas iluminados y muchachos republicanos buscadores de méritos con los que vivir bajo la espada del franquismo, para luchar contra el Ejército soviético en los gélidos campos de la feroz batalla de Leningrado.
    • 2012 Bueno, R. "Inolvidable siglo XIX" [11-11-2012] Rebelión: rebelion.org (HD)
      Aunque Flaubert lo llama » un juguete del destino y uno de los actores de los cataclismos bélicos « , lo cierto es que la Revolución Francesa necesita ser propagada y esto se hace bajo su espada, por eso Heine lo llama » misionero del liberalismo, destructor de la esclavitud y el hombre que hizo temblar a los principillos hereditarios «, en cambio, para Bismarck, Napoleón es el Anticristo al que hay que imitar y no sólo aborrecer; su genial estrategia militar es estudiada hasta hoy.
    • 2016 Hnz Ávila, R. "Sombra templarios" [16-03-2016] Nueva Tribuna (Madrid): nuevatribuna.es Esp (HD)
      Concibieron la banca moderna con un sistema de préstamos que les hizo acumular ingentes riquezas, terrenales -los primeros latifundistas- y “bancarias” con cheques expedidos por sus centros que tenían el mismo valor en Irlanda que en Chipre; dejaron su huella marcada en las piedras y en los ajimeces de sus residencias, cobraron gran protagonismo en la construcción de iglesias, catedrales y reformas de castillos, y estuvieron presentes en los grandes acontecimientos históricos de la época, especialmente en Las Cruzadas de Tierra Santa, y en las de la península ibérica, donde destacaron en la batalla de las Navas de Tolosa, en julio de 1212, una de las grandes batallas y derrotas de los sarracenos bajo la espada de los reinos cristianos en plena Reconquista.
  20. 10⟶extensión significado
    s. m. y f. Persona que destaca por su destreza en alguna disciplina o actividad.
    docs. (1843-2019) 11 ejemplos:
    • 1846 Domínguez, R. J. DiccNacional, I Esp (BD)
      ESPADA [...] Fig. El que está ducho, práctico, muy diestro en lo perteneciente al mecanismo ó ejercicio de una cosa y demás concerniente á ella [...] También se aplica al que es muy aficionado á una cosa [...] En todos estos casos suele á veces usarse como masculino, cuando viene antes el adjetivo buen; y así se dice, es ó no buen espada, y aun tambien con escelente, es un escelente espada.
    • 2019 Lejarza, M. / Rueda, F. "Memorias El Lobo espía" Esp (CORPES)
      El juicio se celebró en la Audiencia Provincial de Barcelona y estuvo presidido por tres magistrados. Participaron los mejores espadas de la abogacía, fue increíble. Había un montón de abogados de la acusación, de las defensas y de todos los que tenían que pasar a declarar. Los acusados estábamos enfrente del tribunal, pero yo tenía un sillón de orejas más al fondo; estuve sin moverme, con bigote y barba postizos, peluca y gafas oscuras.
    • 1846 Domínguez, R. J. DiccNacional, I Esp (BD)
      ESPADA [...] Fig. El que está ducho, práctico, muy diestro en lo perteneciente al mecanismo ó ejercicio de una cosa y demás concerniente á ella [...] También se aplica al que es muy aficionado á una cosa [...] En todos estos casos suele á veces usarse como masculino, cuando viene antes el adjetivo buen; y así se dice, es ó no buen espada, y aun tambien con escelente, es un escelente espada.
    • 1884-1885 Clarín Regenta [1990] Esp (CDH )
      Alrededor, sentados o en pie varios mirones, los más esclavos de su vicio. Se habla poco. Las más veces para pedir un cigarro de papel. Se dan pocos consejos. No se necesitan o no sirven. Basilio Méndez, empleado del Ayuntamiento, es el mejor espada de los presentes. Es pálido y flaco. No se sabe si viste de artesano o de persona decente, como dicen en Vetusta. El sueldo no le bastaba para sus necesidades; tiene mujer y cinco hijos; se ayuda con el tresillo; se le respeta. Juega como quien trabaja sin gusto; de mal humor; es brusco; apenas contesta si le hablan. Él va a su negocio: una casa de tres pisos que está construyendo a costa del tresillo junto al Espolón.
    • 1886 Clarín Pipá [1995] Esp (CDH )
      El suegro de mi cuñado es persona de buenas aldabas, y yo... creo que, sin alabarme, en Contribuciones soy un espada. He rematado los consumos una vez en Cuenca. Me arruiné y arruiné a mi mujer; pero práctica no me falta...
    • 1959 Castillo-Puche, J. L. América cabo a rabo p. 129 Esp (BD)
      Carlos Frías se movilizó al punto y aquel mismo mediodía tuvimos aperitivo y comida con Silvina Bulrich y Erneso Sabatto, un buen espada y una buena madrina de la novela argentina. Era un modo de abrir marcha.
    • 2010 Jorge Eceizabarrena, D. Cocina juega [2010] Esp (CORPES)
      P: Conociste a los viejos espadas del periodismo gastronómico. ¿Qué los diferencia de los actuales? R: Recuerdo un personaje muy entrañable que llegó a este mundo profesional por afición, Ramón Cabau, hombre extraordinario que tenía un restorán barcelonés legendario, el Agut d'Avinyó, que representaba esa cocina catalana burguesa.
    • 2018 Corazón Rural, Á. "Ángel Cappa: entrenadores directivos" Jot Down (Sevilla): jotdown.es Esp (CORPES)
      Después de una mala racha en México y en el Tenerife, ganó su primer título como entrenador en Perú. Ya lo gané en Madrid. Me refiero como primer espada. Éramos dos espadas, esto lo voy a defender porque era verdad. Valdano y yo éramos una dupla. No es por presumir ni por nada: es que éramos dos.
    • 2019 Lejarza, M. / Rueda, F. "Memorias El Lobo espía" Esp (CORPES)
      El juicio se celebró en la Audiencia Provincial de Barcelona y estuvo presidido por tres magistrados. Participaron los mejores espadas de la abogacía, fue increíble. Había un montón de abogados de la acusación, de las defensas y de todos los que tenían que pasar a declarar. Los acusados estábamos enfrente del tribunal, pero yo tenía un sillón de orejas más al fondo; estuve sin moverme, con bigote y barba postizos, peluca y gafas oscuras.
    • 1846 Domínguez, R. J. DiccNacional, I Esp (BD)
      ESPADA [...] Fig. El que está ducho, práctico, muy diestro en lo perteneciente al mecanismo ó ejercicio de una cosa y demás concerniente á ella [...] También se aplica al que es muy aficionado á una cosa [...] En todos estos casos suele á veces usarse como masculino, cuando viene antes el adjetivo buen; y así se dice, es ó no buen espada, y aun tambien con escelente, es un escelente espada.
    • 1884-1885 Clarín Regenta [1990] Esp (CDH )
      Alrededor, sentados o en pie varios mirones, los más esclavos de su vicio. Se habla poco. Las más veces para pedir un cigarro de papel. Se dan pocos consejos. No se necesitan o no sirven. Basilio Méndez, empleado del Ayuntamiento, es el mejor espada de los presentes. Es pálido y flaco. No se sabe si viste de artesano o de persona decente, como dicen en Vetusta. El sueldo no le bastaba para sus necesidades; tiene mujer y cinco hijos; se ayuda con el tresillo; se le respeta. Juega como quien trabaja sin gusto; de mal humor; es brusco; apenas contesta si le hablan. Él va a su negocio: una casa de tres pisos que está construyendo a costa del tresillo junto al Espolón.
    • 1886 Clarín Pipá [1995] Esp (CDH )
      El suegro de mi cuñado es persona de buenas aldabas, y yo... creo que, sin alabarme, en Contribuciones soy un espada. He rematado los consumos una vez en Cuenca. Me arruiné y arruiné a mi mujer; pero práctica no me falta...
    • 1899 RAE DRAE 13.ª ed. (NTLLE)
      Espada [...] Ser uno buen espada. fr. fig. Ser diestro en polémicas ó lides literarias.
    • 1959 Castillo-Puche, J. L. América cabo a rabo p. 129 Esp (BD)
      Carlos Frías se movilizó al punto y aquel mismo mediodía tuvimos aperitivo y comida con Silvina Bulrich y Erneso Sabatto, un buen espada y una buena madrina de la novela argentina. Era un modo de abrir marcha.
    • 1988 Mota Oreja, I. H. DiccComunicación (FG)
      Ser buena espada: Respecto a un Comunicador, ser diestro en polémicas o en lides literarias.
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      espada [...] ser alguien buena ~. loc. verb. Ser diestro en polémicas o lides literarias.
    • 2010 Jorge Eceizabarrena, D. Cocina juega [2010] Esp (CORPES)
      P: Conociste a los viejos espadas del periodismo gastronómico. ¿Qué los diferencia de los actuales? R: Recuerdo un personaje muy entrañable que llegó a este mundo profesional por afición, Ramón Cabau, hombre extraordinario que tenía un restorán barcelonés legendario, el Agut d'Avinyó, que representaba esa cocina catalana burguesa.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] ser alguien buena espada. loc. verb. Ser diestro en polémicas o lides literarias.
    • 2018 Corazón Rural, Á. "Ángel Cappa: entrenadores directivos" Jot Down (Sevilla): jotdown.es Esp (CORPES)
      Después de una mala racha en México y en el Tenerife, ganó su primer título como entrenador en Perú. Ya lo gané en Madrid. Me refiero como primer espada. Éramos dos espadas, esto lo voy a defender porque era verdad. Valdano y yo éramos una dupla. No es por presumir ni por nada: es que éramos dos.
    • 2019 Lejarza, M. / Rueda, F. "Memorias El Lobo espía" Esp (CORPES)
      El juicio se celebró en la Audiencia Provincial de Barcelona y estuvo presidido por tres magistrados. Participaron los mejores espadas de la abogacía, fue increíble. Había un montón de abogados de la acusación, de las defensas y de todos los que tenían que pasar a declarar. Los acusados estábamos enfrente del tribunal, pero yo tenía un sillón de orejas más al fondo; estuve sin moverme, con bigote y barba postizos, peluca y gafas oscuras.
    1. s. Frecuentemente, con el modificador primer o primera.
      docs. (1843-2014) 25 ejemplos:
      • 1843 Neira, A. "El gaitero gallego" p. 187 Españoles pintados, II Esp (BD)
        Y como no puede haber baile sin Gaitero, claro está qué este es la persona llamada por la Providencia para animar la gente [...] Recogiendo de todas partes flores y miradas, reimprime algunas escenas de la boda ó del magosto, pero en una edición furtiva y clandestina; mide el gran efecto de sus intrigas amorosas, y llama para su lado á algunos de los primeros espadas de la aldea.
      • 2014 Villarino, Á. "Apaciguar castigar Rusia Obama" El Confidencial (Madrid): elconfidencial.com Esp (CORPES)
        Ninguna voz relevante de la política estadounidense ha hablado hasta ahora de desplegar al Ejército para frenar a Putin, tampoco entre los republicanos. "No creo que nadie esté defendiendo esa opción ahora mismo", dijo el senador Marco Rubio, uno de los primeros espadas de la política exterior del partido.
      • 1843 Neira, A. "El gaitero gallego" p. 187 Españoles pintados, II Esp (BD)
        Y como no puede haber baile sin Gaitero, claro está qué este es la persona llamada por la Providencia para animar la gente [...] Recogiendo de todas partes flores y miradas, reimprime algunas escenas de la boda ó del magosto, pero en una edición furtiva y clandestina; mide el gran efecto de sus intrigas amorosas, y llama para su lado á algunos de los primeros espadas de la aldea.
      • 1846 Salvá, V. NDiccLengCast (NTLLE)
        ESPADA [...] PRIMERA ESPADA [...] met. El que es sobresaliente en algun ramo ó facultad: dícese muy frecuentemente de los predicadores, y tambien de los médicos.
      • 1872-1878 Coello, C. Cuentos inverosímiles [1878] Esp (CDH )
        Los primeros espadas de la facultad de medicina visitaron al ilustre doliente, y cada doctor hallaba en él un padecimiento distinto, pero grave.
      • 1894 Pz Galdós, B. Torquemada [2002] Esp (CDH )

        Gracias, señores... agradezco sus manifestaciones... San Eloy... la ciencia... tres primeras espadas de la Medicina. Gracias mil... estimando... No me ha cogido de nuevas...

      • 1945 Puig, I. Bomba atómica [1945] Esp (CDH )
        Esto último nada tiene de particular, sabiendo que una de las primeras espadas en desintegración atómica, el italiano profesor Enrique Fermi, trabajó en Roma hasta el año 1939, y después se trasladó a los Estados Unidos, donde ha colaborado activamente en la producción de la bomba atómica.
      • 1989 Prensa ABC, 15/06/1989 [1989] Esp (CDH )
        Cuando se es Míchel, cuando se es un «primer espada» del balón, hay que aguantar, mal que fastidie.
      • 1992 Díaz, L. Radio España [1993] Esp (CDH )
        Ahí tienen a toda una gloriosa retahíla de primeros espadas de las ondas, forjados en la cultura de la lágrima: Remedios de la Peña, Enrique Franco, Rafael Trabuchelli, Enrique Aroca, claves en la radio musical.
      • 1996 Prensa ABC Cultural, 11/10/1996 [1996] Esp (CDH )

        "El escenario, la actividad de primer nivel —dice la pianista y catedrática de este instrumento Ángeles Rentería— incide mucho y muy positivamente en la calidad de la enseñanza de un profesor. Y engrandece el prestigio de un centro". Antón García Abril, un primer espada de nuestra composición, abunda en ello. "El profesor de música debe poder tener libertad e independencia para dedicarse a la investigación y proyectarla después en sus alumnos. Tener actividad concertística, creadora o investigadora debe ser un título para el profesor, y no una prohibición".

      • 1997 Prensa El País, 03/06/1997 [1997] Esp (CDH )
        Eslavos, obra de Tony Kushner en la que se pone especialmente de manifiesto la gran interrogante que lanza este conocido autor estadounidense al mundo, «¿qué hacer ante este final de milenio?», se estrena mañana en el teatro María Guerrero, de Madrid. Su director, el franco-argentino Jorge Lavelli, un primer espada mundial en cuestiones escénicas, trae esta coproducción del CDN con el teatro de la Colline de París, pero realizada para Madrid con actores y adaptación españoles, en la que se muestra la angustia del hombre contemporáneo a través de un peculiar humor.
      • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
        espada [...] primer ~. m. Persona sobresaliente en alguna disciplina, arte o destreza.
      • 2014 RAE DLE (NTLLE)
        espada [...] primer espada . m. Persona sobresaliente en alguna disciplina, arte o destreza.
      • 2014 Villarino, Á. "Apaciguar castigar Rusia Obama" El Confidencial (Madrid): elconfidencial.com Esp (CORPES)
        Ninguna voz relevante de la política estadounidense ha hablado hasta ahora de desplegar al Ejército para frenar a Putin, tampoco entre los republicanos. "No creo que nadie esté defendiendo esa opción ahora mismo", dijo el senador Marco Rubio, uno de los primeros espadas de la política exterior del partido.
      • 1843 Neira, A. "El gaitero gallego" p. 187 Españoles pintados, II Esp (BD)
        Y como no puede haber baile sin Gaitero, claro está qué este es la persona llamada por la Providencia para animar la gente [...] Recogiendo de todas partes flores y miradas, reimprime algunas escenas de la boda ó del magosto, pero en una edición furtiva y clandestina; mide el gran efecto de sus intrigas amorosas, y llama para su lado á algunos de los primeros espadas de la aldea.
      • 1846 Salvá, V. NDiccLengCast (NTLLE)
        ESPADA [...] PRIMERA ESPADA [...] met. El que es sobresaliente en algun ramo ó facultad: dícese muy frecuentemente de los predicadores, y tambien de los médicos.
      • 1872-1878 Coello, C. Cuentos inverosímiles [1878] Esp (CDH )
        Los primeros espadas de la facultad de medicina visitaron al ilustre doliente, y cada doctor hallaba en él un padecimiento distinto, pero grave.
      • 1894 Pz Galdós, B. Torquemada [2002] Esp (CDH )

        Gracias, señores... agradezco sus manifestaciones... San Eloy... la ciencia... tres primeras espadas de la Medicina. Gracias mil... estimando... No me ha cogido de nuevas...

      • 1925 RAE DRAE 15.ª ed. (NTLLE)
        ESPADA [...] Primer, o primera, espada [...] fig. Persona sobresaliente en alguna disciplina, arte o destreza.
      • 1945 Puig, I. Bomba atómica [1945] Esp (CDH )
        Esto último nada tiene de particular, sabiendo que una de las primeras espadas en desintegración atómica, el italiano profesor Enrique Fermi, trabajó en Roma hasta el año 1939, y después se trasladó a los Estados Unidos, donde ha colaborado activamente en la producción de la bomba atómica.
      • 1984 Prensa El País, 01/02/1984 [1984] Esp (CDH )
        Ejemplos hay, incluso, que demuestran una mayor sutileza por parte de las autoridades de aquella región —me viene a la memoria la maniobra intentada hace poco tiempo para que unos campeones del mundo, remeros sevillanos, se afincasen en Cataluña para mayor gloria de los colores de la senyera— y que ponen en evidencia que no hay allí un rechazo de todo lo que no sea de aquellas tierras, sobre todo si se trata de primeros espadas.
      • 1989 Prensa ABC, 15/06/1989 [1989] Esp (CDH )
        Cuando se es Míchel, cuando se es un «primer espada» del balón, hay que aguantar, mal que fastidie.
      • 1992 Díaz, L. Radio España [1993] Esp (CDH )
        Ahí tienen a toda una gloriosa retahíla de primeros espadas de las ondas, forjados en la cultura de la lágrima: Remedios de la Peña, Enrique Franco, Rafael Trabuchelli, Enrique Aroca, claves en la radio musical.
      • 1992 Díaz, L. Radio España [1993] Esp (CDH )
        El primero, dirigido por Vicente Marco, ha sido excelente vivero de primeros espadas del deporte radiofónico: José María García, Brotons, Parrado. El segundo, dirigido por Navas y Matías Prats, contaría con la colaboración de Enrique Mariñas y sería la cantera que generó nombres como Juan Viñas, Joaquín Ramos, Paco Cantalejo. Sin olvidar la extraordinaria escuela catalana de periodistas deportivos, con Miguel Angel Valdivieso, el citado Viñas y José Félix Pons.
      • 1993 Feo, J. Aquellos años [1993] Esp (CDH )

        Ese día, el presidente invitó al aperitivo a diecisiete periodistas; estaban, entre otros, Pepe Oneto, Alejo García, Fernando Onega, Pepe Cavero, Consuelo Álvarez de Toledo, José Luis Gutiérrez, en fin, muchos primeros espadas de la prensa nacional con la mayoría de los cuales, en aquel momento, la relación aún era idílica pero que, poco a poco, se fue deteriorando con muchos de ellos.

      • 1994 Prensa El Mundo, 22/11/1994 [1995] Esp (CDH )

        Y en la plaza del club, como en los tendidos de la Maestranza, nombres significativos de la política y de la cultura: el coordinador de IU-CA, Luis Carlos Rejón, el que fuera primer comisario de la Expo, Manuel Olivencia, y hasta el nuevo «lobo estepario», Jesús Quintero. Unos y otros aplaudieron el discurso del primer espada de la noche, que se presentó «sólo como un periodista.

      • 1995 Prensa La Vanguardia, 30/11/1995 [1995] Esp (CDH )

        Están estupendos María Barranco, su marido, Imanol Uribe; Paco Rabal y Rossy de Palma. Así hasta 23 primera espadas que posaron con las marcas citadas, más Carrera y Carrera, Luis Gil y Víctor Caparrós.

      • 1995 Prensa La Vanguardia, 30/01/1995 [1995] Esp (CDH )
        La campaña electoral de las municipales va a adquirir en Málaga rango de "duelo entre titanes", con tres primeros espadas de la política española llegados en paracaídas a la capital de la Costa del Sol. Eduardo Martín Toval, ex portavoz del PSOE en el Congreso y diputado por Barcelona, Celia Villalobos, la conocida diputada del PP y el "peso pesado" de IU, Antonio Romero.
      • 1996 Prensa ABC Cultural, 11/10/1996 [1996] Esp (CDH )

        "El escenario, la actividad de primer nivel —dice la pianista y catedrática de este instrumento Ángeles Rentería— incide mucho y muy positivamente en la calidad de la enseñanza de un profesor. Y engrandece el prestigio de un centro". Antón García Abril, un primer espada de nuestra composición, abunda en ello. "El profesor de música debe poder tener libertad e independencia para dedicarse a la investigación y proyectarla después en sus alumnos. Tener actividad concertística, creadora o investigadora debe ser un título para el profesor, y no una prohibición".

      • 1996 Prensa ABC Cultural, 18/10/1996 [1996] Esp (CDH )

        El jurado del acaudalado premio Planeta estuvo, como ya sabrán, hasta ultimísima hora instalado en la más inusual indecisión. Cuatro o cinco nombres posibles, ningún primer espada y, lo que es peor, ninguna novela redonda.

      • 1996 Prensa El Mundo, 05/10/1996 [1997] Esp (CDH )

        Aunque no siempre se ofrece la luna para ganar dinero; a veces se persiguen otros fines, como prestigio, promoción, imagen o proporcionar calidad a un catálogo necesitado de primeros espadas, además de que han de arriesgarse buscando ese «bestseller»imprevisible que les redima de muchos meses de sobriedad y gesto enjuto [...].

      • 1997 Prensa El País, 03/06/1997 [1997] Esp (CDH )
        Eslavos, obra de Tony Kushner en la que se pone especialmente de manifiesto la gran interrogante que lanza este conocido autor estadounidense al mundo, «¿qué hacer ante este final de milenio?», se estrena mañana en el teatro María Guerrero, de Madrid. Su director, el franco-argentino Jorge Lavelli, un primer espada mundial en cuestiones escénicas, trae esta coproducción del CDN con el teatro de la Colline de París, pero realizada para Madrid con actores y adaptación españoles, en la que se muestra la angustia del hombre contemporáneo a través de un peculiar humor.
      • 1997 Prensa El País, 09/10/1997 [1997] Esp (CDH )

        Hace diez años, Rafael Nájera dirigió el primer grupo de trabajo internacional dedicado al sida. Aglutinó a los primeras espadas de la investigación y la epidemiología como Robert Gallo o Jean-Luc Montagnier.

      • 1997 Prensa ABC Electrónico, 07/06/1997 [1997] Esp (CDH )

        El pasado verano llovieron solicitudes de asistencia a los Encuentros con la poesía, que cuentan con la ayuda del Ministerio de Cultura, Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, Diputación y Universidad de Cádiz [...] La esposa de Rafael Alberti quiere «que se sientan cómodos, un año más, quienes acudan a estas jornadas, repletas de primeros espadas» [...].

      • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
        espada [...] primer ~. m. Persona sobresaliente en alguna disciplina, arte o destreza.
      • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
        espada [...] primera ~. f. primer espada [| persona sobresaliente en alguna disciplina, arte o destreza.].
      • 2014 RAE DLE (NTLLE)
        espada [...] primer espada . m. Persona sobresaliente en alguna disciplina, arte o destreza.
      • 2014 RAE DLE (NTLLE)
        espada [...] primera espada. f. primer espada [| persona sobresaliente en alguna disciplina, arte o destreza.].
      • 2014 Villarino, Á. "Apaciguar castigar Rusia Obama" El Confidencial (Madrid): elconfidencial.com Esp (CORPES)
        Ninguna voz relevante de la política estadounidense ha hablado hasta ahora de desplegar al Ejército para frenar a Putin, tampoco entre los republicanos. "No creo que nadie esté defendiendo esa opción ahora mismo", dijo el senador Marco Rubio, uno de los primeros espadas de la política exterior del partido.
  21. 15⟶extensión significado
    s. m. y f. Miembro sobresaliente de un grupo, equipo o entidad.
    docs. (1878-2019) 7 ejemplos:
    • 1990 Muñoz, B. "Primer sprint" [01-05-1990] El Mundo (Madrid) Esp (HD)
      Julián Gorospe, tercer espada de Banesto, continúa como líder de la Vuelta a España, que tuvo un sprinter tan cualificado como el belga Benny Van Brabant el vencedor de la séptima etapa, Jerez-Expo 92 (Sevilla), primera que necesitó de foto "finish".
    • 2019 Cantore, A. "Rally Dakar 2019" La Nación (Buenos Aires): lanacion.com Ar (CORPES)
      El conjunto japonés Honda Monster Energy tendrá como espadas también al español Joan Barreda, al portugués Paulo Gonçalves, al chileno José Ignacio Cornejo y al estadounidense Ricky Brabec. Intentará destronar a las KTM, vencedoras desde 2001.
    • 1990 Muñoz, B. "Primer sprint" [01-05-1990] El Mundo (Madrid) Esp (HD)
      Julián Gorospe, tercer espada de Banesto, continúa como líder de la Vuelta a España, que tuvo un sprinter tan cualificado como el belga Benny Van Brabant el vencedor de la séptima etapa, Jerez-Expo 92 (Sevilla), primera que necesitó de foto "finish".
    • 1991 Tusell, J. Transición esp [1991] Esp (CDH )
      En ella hubo abundantes discusiones, pero después de un enfrentamiento acerca de la posibilidad de suspensión temporal de los derechos, las cuestiones más espinosas empezaron a ser resueltas sin publicidad principalmente por Fernando Abril (ayudado por Oscar Alzaga y José Luis Meilán) y Alfonso Guerra, que venían a ser las segundas espadas de la UCD y el PSOE, respectivamente.
    • 1994 Prensa El Mundo, 25/04/1994 [1995] Esp (CDH )

      Banesto es señalado como el bloque que debe enloquecer el ritmo de la prueba y hacer que el espíritu combativo de Javier Mínguez planee una vez más sobre las carreteras españolas. Los más románticos confían en un hombre-Vuelta como es Laudelino Cubino, que es jefe único del revitalizado Kelme, para endurecer la batalla. Incluso se habla de los segundos espadas, como el caso del colombiano Oliverio Rincón, primer lugarteniente de Zülle en la ONCE.

    • 1994 Prensa El Mundo, 17/10/1994 [1995] Esp (CDH )
      La tercera espada del grupo era mujer, Christa Luft. A la honorable ama de casa le correspondía enfrentarse a un dinámico senador socialdemócrata, Thomas Krüger, que no había dudado en posar completamente desnudo para las enormes vallas publicitarias de toda la ciudad para demostrar que no tenía «nada que esconder».
    • 1997 Prensa Caretas, 09/10/1997 [1997] Perú (CDH )
      Allí, Gorriti desmontó las piezas de la personalidad de Abimael Guzmán, surgido en la sierra peruana como "cuarta espada de la revolución mundial", para completar la obra de Marx, Lenin y Mao. De paso, demostró que fue el más luctuosamente eficaz de los líderes guerrilleros que emergieron, durante los años '60, para transformar los Andes en la Sierra Maestra de América Latina. Tal vez fue así, según se desprende de la investigación, porque el líder senderista, licenciado en Derecho y Filosofía, era un hombre paradójicamente unidimensional. Un animal revolucionario incapaz de distraerse con manifestaciones de piedad humana o de ceder al impulso poético y autodestructivo del Che Guevara.
    • 2019 Cantore, A. "Rally Dakar 2019" La Nación (Buenos Aires): lanacion.com Ar (CORPES)
      El conjunto japonés Honda Monster Energy tendrá como espadas también al español Joan Barreda, al portugués Paulo Gonçalves, al chileno José Ignacio Cornejo y al estadounidense Ricky Brabec. Intentará destronar a las KTM, vencedoras desde 2001.
    • 1990 Muñoz, B. "Primer sprint" [01-05-1990] El Mundo (Madrid) Esp (HD)
      Julián Gorospe, tercer espada de Banesto, continúa como líder de la Vuelta a España, que tuvo un sprinter tan cualificado como el belga Benny Van Brabant el vencedor de la séptima etapa, Jerez-Expo 92 (Sevilla), primera que necesitó de foto "finish".
    • 1991 Tusell, J. Transición esp [1991] Esp (CDH )
      En ella hubo abundantes discusiones, pero después de un enfrentamiento acerca de la posibilidad de suspensión temporal de los derechos, las cuestiones más espinosas empezaron a ser resueltas sin publicidad principalmente por Fernando Abril (ayudado por Oscar Alzaga y José Luis Meilán) y Alfonso Guerra, que venían a ser las segundas espadas de la UCD y el PSOE, respectivamente.
    • 1994 Alvar Ezquerra, M. DiccVocesUsoActual [1994] Esp (BD)
      espada f. Miembro importante de un equipo [...].
    • 1994 Prensa El Mundo, 25/04/1994 [1995] Esp (CDH )

      Banesto es señalado como el bloque que debe enloquecer el ritmo de la prueba y hacer que el espíritu combativo de Javier Mínguez planee una vez más sobre las carreteras españolas. Los más románticos confían en un hombre-Vuelta como es Laudelino Cubino, que es jefe único del revitalizado Kelme, para endurecer la batalla. Incluso se habla de los segundos espadas, como el caso del colombiano Oliverio Rincón, primer lugarteniente de Zülle en la ONCE.

    • 1994 Prensa El Mundo, 17/10/1994 [1995] Esp (CDH )
      La tercera espada del grupo era mujer, Christa Luft. A la honorable ama de casa le correspondía enfrentarse a un dinámico senador socialdemócrata, Thomas Krüger, que no había dudado en posar completamente desnudo para las enormes vallas publicitarias de toda la ciudad para demostrar que no tenía «nada que esconder».
    • 1997 Prensa Caretas, 09/10/1997 [1997] Perú (CDH )
      Allí, Gorriti desmontó las piezas de la personalidad de Abimael Guzmán, surgido en la sierra peruana como "cuarta espada de la revolución mundial", para completar la obra de Marx, Lenin y Mao. De paso, demostró que fue el más luctuosamente eficaz de los líderes guerrilleros que emergieron, durante los años '60, para transformar los Andes en la Sierra Maestra de América Latina. Tal vez fue así, según se desprende de la investigación, porque el líder senderista, licenciado en Derecho y Filosofía, era un hombre paradójicamente unidimensional. Un animal revolucionario incapaz de distraerse con manifestaciones de piedad humana o de ceder al impulso poético y autodestructivo del Che Guevara.
    • 2019 Cantore, A. "Rally Dakar 2019" La Nación (Buenos Aires): lanacion.com Ar (CORPES)
      El conjunto japonés Honda Monster Energy tendrá como espadas también al español Joan Barreda, al portugués Paulo Gonçalves, al chileno José Ignacio Cornejo y al estadounidense Ricky Brabec. Intentará destronar a las KTM, vencedoras desde 2001.
    1. s. Frecuentemente, con el modificador primer o primera.
      docs. (1878-2011) 8 ejemplos:
      • 1878 Suárez Bravo, C. En la brecha Esp (BD)
        En vano los primeros espadas se cubrían escandalizados con la toga ó llamaban al orden con apóstrofes ciceronianos á los revoltosos padres conscriptos; el tumulto y la indisciplina iban creciendo de legislatura en legislatura, hasta el punto de tener ya por afortunada la sesión en la cual no se amenizaba el desorden del día [...].
      • 2011 Santos Unamuno, C. Cabello ángel Esp (CORPES)
        Las noticias de las tres estaban ya empezadas y la presentadora se ocupaba de las elecciones y de la baja participación registrada hasta ese momento. Las habituales conexiones con los colegios electorales en los que habían votado los primeros espadas de la política servían para comentar los primeros sondeos oficiosos que manejaban los dos principales partidos. Ambos se veían, o querían verse, ganadores.
      • 1878 Suárez Bravo, C. En la brecha Esp (BD)
        En vano los primeros espadas se cubrían escandalizados con la toga ó llamaban al orden con apóstrofes ciceronianos á los revoltosos padres conscriptos; el tumulto y la indisciplina iban creciendo de legislatura en legislatura, hasta el punto de tener ya por afortunada la sesión en la cual no se amenizaba el desorden del día [...].
      • 1927-1930 Valle-Inclán, R. M. Hija capitán Martes de carnaval Esp (CDH )
        Yo trabajo en una esfera más modesta. El negocio que ustedes traen es de los de Prensa y Parlamento. Yo soy un maleta, pero tengo buenas relaciones. Don Alfredo Toledano, el Director de El Constitucional, me aprecia y puedo hablarle. Verá el asunto, que es un águila, y de los primeros espadas. Un hombre tan travieso puede amenazar con una campaña. En manos de un hombre de pluma, estos papeles son un río de oro; en las nuestras un compromiso.
      • 1988 Cacho Cortés, J. Asalto poder [1993] Esp (CDH )
        Los tres primeros espadas de la institución —Garnica, Argüelles y Herrera— se ven con frecuencia mañana, tarde y noche, a menudo en compañía de Mariano Rubio. Argüelles y Herrera emplean muchos paseos entre las cercanas sedes de Petromed y Banesto analizando y madurando la situación.
      • 1994 Prensa El Mundo, 29/12/1994 [1995] Esp (CDH )
        Las cinco rondas de declaraciones que se han sucedido durante este año han llevado ante el juez, entre otros, a los primeros espadas de la banca (Ybarra, Sánchez Asiain, Escámez, Azcúnaga) y, por primera vez, a un miembro de la Ejecutiva del PSOE: Guillermo Galeote. El que fue máximo responsable de las finanzas del partido asumió en su declaración toda la responsabilidad, exculpando a sus superiores de cualquier participación en la trama de Filesa.
      • 1994 Prensa La Vanguardia (Barcelona), 19/05/1994 [1994] Esp (CDH )
        Todas las emisoras sacaron al ruedo a sus primeras espadas. La ocasión lo merecía. Se prodigaban las conexiones con otros centros de atención, como el Palau Sant Jordi. Pero los comentarios optimistas se acabaron pronto, hacia el minuto ocho de la primera parte. Los comentaristas radiofónicos advirtieron pronto que el Milán era mucho equipo, y empezó a oírse: "una eliminatoria muy difícil para el conjunto azulgrana".
      • 1997 Prensa El País, 09/10/1997 [1997] Esp (CDH )
        La sesión de control parlamentario de los miércoles tuvo ayer dos claros protagonistas —Álvarez Cascos y Pérez Rubalcaba— que oscurecieron con su duelo dialéctico sobre el fútbol el papel de los teóricamente primeros espadas: el presidente del Gobierno, José María Aznar y el portavoz parlamentario del PSOE, Juan Manuel Eguiagaray.
      • 2011 Santos Unamuno, C. Cabello ángel Esp (CORPES)
        Las noticias de las tres estaban ya empezadas y la presentadora se ocupaba de las elecciones y de la baja participación registrada hasta ese momento. Las habituales conexiones con los colegios electorales en los que habían votado los primeros espadas de la política servían para comentar los primeros sondeos oficiosos que manejaban los dos principales partidos. Ambos se veían, o querían verse, ganadores.
      • 1878 Suárez Bravo, C. En la brecha Esp (BD)
        En vano los primeros espadas se cubrían escandalizados con la toga ó llamaban al orden con apóstrofes ciceronianos á los revoltosos padres conscriptos; el tumulto y la indisciplina iban creciendo de legislatura en legislatura, hasta el punto de tener ya por afortunada la sesión en la cual no se amenizaba el desorden del día [...].
      • 1927-1930 Valle-Inclán, R. M. Hija capitán Martes de carnaval Esp (CDH )
        Yo trabajo en una esfera más modesta. El negocio que ustedes traen es de los de Prensa y Parlamento. Yo soy un maleta, pero tengo buenas relaciones. Don Alfredo Toledano, el Director de El Constitucional, me aprecia y puedo hablarle. Verá el asunto, que es un águila, y de los primeros espadas. Un hombre tan travieso puede amenazar con una campaña. En manos de un hombre de pluma, estos papeles son un río de oro; en las nuestras un compromiso.
      • 1986 Prensa El País, 01/06/1986 [1986] Esp (CDH )

        José María Maravall, ministro de Educación y cabeza de lista de la candidatura valenciana, precedió a Felipe González en la palabra como teloneroo, más bien, como mozo de espadaspara dejar el ambiente lo suficientemente caldeado. Lo consiguió. El fue despedido con vítores y González, el primer espada, fue acogido con clamores.

      • 1988 Cacho Cortés, J. Asalto poder [1993] Esp (CDH )
        Los tres primeros espadas de la institución —Garnica, Argüelles y Herrera— se ven con frecuencia mañana, tarde y noche, a menudo en compañía de Mariano Rubio. Argüelles y Herrera emplean muchos paseos entre las cercanas sedes de Petromed y Banesto analizando y madurando la situación.
      • 1994 Prensa El Mundo, 29/12/1994 [1995] Esp (CDH )
        Las cinco rondas de declaraciones que se han sucedido durante este año han llevado ante el juez, entre otros, a los primeros espadas de la banca (Ybarra, Sánchez Asiain, Escámez, Azcúnaga) y, por primera vez, a un miembro de la Ejecutiva del PSOE: Guillermo Galeote. El que fue máximo responsable de las finanzas del partido asumió en su declaración toda la responsabilidad, exculpando a sus superiores de cualquier participación en la trama de Filesa.
      • 1994 Prensa La Vanguardia (Barcelona), 19/05/1994 [1994] Esp (CDH )
        Todas las emisoras sacaron al ruedo a sus primeras espadas. La ocasión lo merecía. Se prodigaban las conexiones con otros centros de atención, como el Palau Sant Jordi. Pero los comentarios optimistas se acabaron pronto, hacia el minuto ocho de la primera parte. Los comentaristas radiofónicos advirtieron pronto que el Milán era mucho equipo, y empezó a oírse: "una eliminatoria muy difícil para el conjunto azulgrana".
      • 1997 Prensa El País, 09/10/1997 [1997] Esp (CDH )
        La sesión de control parlamentario de los miércoles tuvo ayer dos claros protagonistas —Álvarez Cascos y Pérez Rubalcaba— que oscurecieron con su duelo dialéctico sobre el fútbol el papel de los teóricamente primeros espadas: el presidente del Gobierno, José María Aznar y el portavoz parlamentario del PSOE, Juan Manuel Eguiagaray.
      • 2011 Santos Unamuno, C. Cabello ángel Esp (CORPES)
        Las noticias de las tres estaban ya empezadas y la presentadora se ocupaba de las elecciones y de la baja participación registrada hasta ese momento. Las habituales conexiones con los colegios electorales en los que habían votado los primeros espadas de la política servían para comentar los primeros sondeos oficiosos que manejaban los dos principales partidos. Ambos se veían, o querían verse, ganadores.
  22. 1⟶metáfora
    s. f. jerg. Instrumento curvo y puntiagudo en uno de sus extremos, que se emplea para abrir una cerradura en sustitución de la llave.
    Sinónimo: calabaza
    docs. (1889-2014) 15 ejemplos:
    • 1889 Gil Maestre, M. Malhechores Madrid p. 103 Esp (BD)
      Espada no es entre los malhechores la tan conocida arma blanca, como tampoco es Espadero el que hace, compone ó vende espadas, ni Espadista el que las usa ó maneja. Con la palabra Espada se representa la llave falsa, ganzúa o maestra; con la de Espadero al cerrajero que fabrica, compone ó arregla dichas llaves; y, en su consecuencia, con la denominación de Espadista, al ladrón de habitaciones ó pisos, ó de tiendas durante las horas en que están cerrados, que, para introducirse en ellas, abrir los cajones y apoderarse de los objetos y metálico que contengan, se vale principalmente de la espada, de la masilla con que toma el molde de las cerraduras para la construcción de aquellas, y secundariamente de las palanquetas y formones.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] jerg. Arg. p. us. Ganzúa de alambre.
    • 1889 Gil Maestre, M. Malhechores Madrid p. 103 Esp (BD)
      Espada no es entre los malhechores la tan conocida arma blanca, como tampoco es Espadero el que hace, compone ó vende espadas, ni Espadista el que las usa ó maneja. Con la palabra Espada se representa la llave falsa, ganzúa o maestra; con la de Espadero al cerrajero que fabrica, compone ó arregla dichas llaves; y, en su consecuencia, con la denominación de Espadista, al ladrón de habitaciones ó pisos, ó de tiendas durante las horas en que están cerrados, que, para introducirse en ellas, abrir los cajones y apoderarse de los objetos y metálico que contengan, se vale principalmente de la espada, de la masilla con que toma el molde de las cerraduras para la construcción de aquellas, y secundariamente de las palanquetas y formones.
    • 1896 Salillas, R. Delincuente español p. 241 Esp (BD)
      Son agitanadas apirabar (fornicar; alteración de pirabar y piraberar) [...] churriazo (puñalada; de churi, cuchillo, puñal), chupana (choza; ¿de "chopo?"), espá (llave; de espandar, abrir, rajar) [...].
    • 1898 Salillas, R. Delincuente español. Hampa p. 512 Esp (BD)
      Entre los ladrones que intervienen, la jerga enumera los siguientes [...] y el espadista (de espada, llave, ganzúa=del caló espandar, rajar, abrir) que es el cerrajero constructor de ganzúas y llaves falsas.
    • 1903 Díaz-Caneja, J. Vagabundos Castilla (FG)
      He aquí ahora una lista de las palabras y frases más corrientes: /.../. ARMAS E INSTRUMENTOS: /.../. Espada: Ganzúa.
    • 1929 Jardiel Poncela, E. ¡Espérame en Siberia! [2020] p. 194 Esp (BD)
      —Sí. Mi padre era hombre de ideas muy personales e hizo construir un mausoleo simbólico. Representa una gran caja de caudales al lado de la cual hay un ángel arrodillado provisto de una ganzúa. —La espada —dijo Roa, dando a la ganzúa su nombre técnico. La caja simboliza el descanso eterno, y el ángel de la ganzúa la resurrección de la carne.
    • 1953 Salvador, T. Charco p. 14 Esp (BD)
      Definitivamente, no podría quejarse: era un buen "trabajo". Las puertas o ventanas de la finca, únicos enemigos a la vista, no podían ser un impedimento severo para su reconocida habilidad con la "espada".
    • 1954 Zunzunegui Loredo, J. A. La vida como es [1958] p. 261 Páginas preferidas Esp (BD)
      Llevaba varios años Nicanor en que ya no trabajaba para el público. Unicamente, cuando alguna comadre conocida le encargaba alguna llave, se la hacía y no la cobraba las más de las veces... Pero ya últimamente se dedicaba sólo a espadero. Trabajaba para tres o cuatro que eran los primeros violines en su registro. Muerto Azpilicueta, de quien fué su espadero de confianza, empezó a trabajar con "el Cotufas". "El Cotufas" había reventao dos pisos con toda limpieza; dos, casi seguidos, y un día se encontró en la calle con Nicanor [...] Cuando Azpilicueta asaltó la Embajada Británica y no dejó más que un mapa de Gibraltar y sobre el mismísimo Peñón su defecante firma con un: "Va por ustedes", Nicanor lloró de emoción y de patriotismo. De patriotismo por el gesto de Azpilicueta, y de emoción porque entró con una espada hecha por él.
    • 1980 Prensa El País, 30/12/1980 [1980] Esp (CDH )

      Dos personas han sido detenidas por la policía acusadas de ser los autores de más de cuarenta robos en domicilios particulares cometidos en Madrid, Salamanca, Albacete y Badajoz. Los robos se realizaban por el sistema de la espada, o ganzúa. Los detenidos son José López Rodríguez, de dieciocho años, y Enrique Barbadillo Roquer, de 31, quienes habían salido de prisión hace aproximadamente un año, en libertad condicional.

    • 2000 Sanmartín Sáez, Julia "Voces entre dos continentes. Estudio léxico contrastivo" p. 221 Esp (BD)
      En segundo lugar, apuntamos las voces usadas exclusivamente por delincuentes. Éstas se pueden agrupar a su vez en dos tipos. Unas son voces antiguas, procedentes de la antigua germanía o del caló, y poseen una escasa frecuencia de uso en la actualidad: baldeo 'navaja'; baró 'moneda'; bates 'dedos'; bato 'padre'; calcos 'zapatos'; espada 'ganzúa' [...].
    • 2009 López Fonseca, Oscar "Colorao, bastes, y otras metáforas" [07-08-2009] Esp (HD)
      Lo que no es una leyenda es la riqueza del argot de los delincuentes españoles, tan antiguo que ya en 1609 se publicó un libro que recogía la jerga de pícaros y maleantes de aquella época [...] Ejemplo de la riqueza de este argot es la multitud de términos para denominar a los diferentes tipos de ladrones según su especialidad o herramienta [...] Los palquistas, los que acceden a las casas por el palco o balcón de la misma. Los espadistas, lo que burlan las cerraduras con la espada o ganzúa.
    • 2010 ASALE DiccAmericanismos (NTLLE)
      espada [...] Ar. Ganzúa para abrir cerraduras. pop.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] jerg. Arg. p. us. Ganzúa de alambre.
    • 1889 Gil Maestre, M. Malhechores Madrid p. 103 Esp (BD)
      Espada no es entre los malhechores la tan conocida arma blanca, como tampoco es Espadero el que hace, compone ó vende espadas, ni Espadista el que las usa ó maneja. Con la palabra Espada se representa la llave falsa, ganzúa o maestra; con la de Espadero al cerrajero que fabrica, compone ó arregla dichas llaves; y, en su consecuencia, con la denominación de Espadista, al ladrón de habitaciones ó pisos, ó de tiendas durante las horas en que están cerrados, que, para introducirse en ellas, abrir los cajones y apoderarse de los objetos y metálico que contengan, se vale principalmente de la espada, de la masilla con que toma el molde de las cerraduras para la construcción de aquellas, y secundariamente de las palanquetas y formones.
    • 1896 Salillas, R. Delincuente español p. 241 Esp (BD)
      Son agitanadas apirabar (fornicar; alteración de pirabar y piraberar) [...] churriazo (puñalada; de churi, cuchillo, puñal), chupana (choza; ¿de "chopo?"), espá (llave; de espandar, abrir, rajar) [...].
    • 1898 Salillas, R. Delincuente español. Hampa p. 512 Esp (BD)
      Entre los ladrones que intervienen, la jerga enumera los siguientes [...] y el espadista (de espada, llave, ganzúa=del caló espandar, rajar, abrir) que es el cerrajero constructor de ganzúas y llaves falsas.
    • 1903 Díaz-Caneja, J. Vagabundos Castilla (FG)
      He aquí ahora una lista de las palabras y frases más corrientes: /.../. ARMAS E INSTRUMENTOS: /.../. Espada: Ganzúa.
    • 1912 Cejador Frauca, J El lenguaje, IX (Silbantes, 2ª parte) p. 631 Esp (BD)
      Espá, llave (delinc.) [...].
    • 1929 Jardiel Poncela, E. ¡Espérame en Siberia! [2020] p. 194 Esp (BD)
      —Sí. Mi padre era hombre de ideas muy personales e hizo construir un mausoleo simbólico. Representa una gran caja de caudales al lado de la cual hay un ángel arrodillado provisto de una ganzúa. —La espada —dijo Roa, dando a la ganzúa su nombre técnico. La caja simboliza el descanso eterno, y el ángel de la ganzúa la resurrección de la carne.
    • 1953 Salvador, T. Charco p. 14 Esp (BD)
      Definitivamente, no podría quejarse: era un buen "trabajo". Las puertas o ventanas de la finca, únicos enemigos a la vista, no podían ser un impedimento severo para su reconocida habilidad con la "espada".
    • 1954 Zunzunegui Loredo, J. A. La vida como es [1958] p. 261 Páginas preferidas Esp (BD)
      Llevaba varios años Nicanor en que ya no trabajaba para el público. Unicamente, cuando alguna comadre conocida le encargaba alguna llave, se la hacía y no la cobraba las más de las veces... Pero ya últimamente se dedicaba sólo a espadero. Trabajaba para tres o cuatro que eran los primeros violines en su registro. Muerto Azpilicueta, de quien fué su espadero de confianza, empezó a trabajar con "el Cotufas". "El Cotufas" había reventao dos pisos con toda limpieza; dos, casi seguidos, y un día se encontró en la calle con Nicanor [...] Cuando Azpilicueta asaltó la Embajada Británica y no dejó más que un mapa de Gibraltar y sobre el mismísimo Peñón su defecante firma con un: "Va por ustedes", Nicanor lloró de emoción y de patriotismo. De patriotismo por el gesto de Azpilicueta, y de emoción porque entró con una espada hecha por él.
    • 1980 Prensa El País, 30/12/1980 [1980] Esp (CDH )

      Dos personas han sido detenidas por la policía acusadas de ser los autores de más de cuarenta robos en domicilios particulares cometidos en Madrid, Salamanca, Albacete y Badajoz. Los robos se realizaban por el sistema de la espada, o ganzúa. Los detenidos son José López Rodríguez, de dieciocho años, y Enrique Barbadillo Roquer, de 31, quienes habían salido de prisión hace aproximadamente un año, en libertad condicional.

    • 1984 RAE DRAE 20.ª ed. (NTLLE)
      espada [...] Argent. ganzúa, llave falsa.
    • 2000 Sanmartín Sáez, Julia "Voces entre dos continentes. Estudio léxico contrastivo" p. 221 Esp (BD)
      En segundo lugar, apuntamos las voces usadas exclusivamente por delincuentes. Éstas se pueden agrupar a su vez en dos tipos. Unas son voces antiguas, procedentes de la antigua germanía o del caló, y poseen una escasa frecuencia de uso en la actualidad: baldeo 'navaja'; baró 'moneda'; bates 'dedos'; bato 'padre'; calcos 'zapatos'; espada 'ganzúa' [...].
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      espada [...] Arg. Ganzúa de alambre.
    • 2009 López Fonseca, Oscar "Colorao, bastes, y otras metáforas" [07-08-2009] Esp (HD)
      Lo que no es una leyenda es la riqueza del argot de los delincuentes españoles, tan antiguo que ya en 1609 se publicó un libro que recogía la jerga de pícaros y maleantes de aquella época [...] Ejemplo de la riqueza de este argot es la multitud de términos para denominar a los diferentes tipos de ladrones según su especialidad o herramienta [...] Los palquistas, los que acceden a las casas por el palco o balcón de la misma. Los espadistas, lo que burlan las cerraduras con la espada o ganzúa.
    • 2010 ASALE DiccAmericanismos (NTLLE)
      espada [...] Ar. Ganzúa para abrir cerraduras. pop.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] jerg. Arg. p. us. Ganzúa de alambre.
  23. 8⟶metonimia
    s. f. Esgrim. Modalidad de esgrima que se practica con espada.
    docs. (1897-2018) 15 ejemplos:
    • 1897 Anónimo "Año sportivo 1896" [01-01-1897] p. 221 Almanaque Bailly-Bailliere (Madrid) Esp (HD)
      Junio.— 1. El Presidente de la República francesa inaugura el gran torneo internacional de esgrima.— 5. Premios en la Exposición canina.—7. Carreras de velocípedos en el velódromo de las Delicias; campeonato del comercio, Lanzarot.—9. Carreras de caballos en Granada.—10. Carreras de velocípedos en Granada. —11. En el torneo internacional de esgrima, son proclamados: campeón del fiorete, Kirdehoffer; campeón del sable, Greco, y campeón de espada, el profesor militar Sauze.
    • 2018 Anónimo "Venezuela tercera Sudamericanos" El Universal (Caracas) eluniversal.com (CORPES)
      [...] Rubén Limardo (esgrima); Hersony Canelón (ciclismo de pista); Jorge "El Pichu" García (golf); Roberto Maytin y Aymet Uzcátegui (tenis mixto); Pastrán, Rodríguez, Velásquez, Banezca (esgrima por equipos –sable); Rubén Limardo, Francisco Limardo, Jesús Limardo y Grabriel Lugo (equipo masculino de esgrima –espada); María Gabriela Martínez, Lizze Asis, Eliana Lugo y Patrizia Piovezan (equipo femenino de esgrima –espada) [...].
    • 1897 Anónimo "Año sportivo 1896" [01-01-1897] p. 221 Almanaque Bailly-Bailliere (Madrid) Esp (HD)
      Junio.— 1. El Presidente de la República francesa inaugura el gran torneo internacional de esgrima.— 5. Premios en la Exposición canina.—7. Carreras de velocípedos en el velódromo de las Delicias; campeonato del comercio, Lanzarot.—9. Carreras de caballos en Granada.—10. Carreras de velocípedos en Granada. —11. En el torneo internacional de esgrima, son proclamados: campeón del fiorete, Kirdehoffer; campeón del sable, Greco, y campeón de espada, el profesor militar Sauze.
    • 1914 Iglesias Hermida, P. "Belleza, armas y letras" [22-02-1914] El Duende (Madrid) Esp (HD)
      Antonio Micó. Nos hallamos ante el campeón de España de espada, campeón de España de sable y campeón del mundo de pistola. El que quiera más, que lo pida; ahora, que es posible que no lo encuentre.
    • 1933 Oromi, H. A. "Mundo deportes" [15-07-1933] Caras y Caretas (Buenos Aires) Ar (HD)
      Es el propósito de los organizadores enviar un equipo compuesto por seis maestros jóvenes, elegidos después de una prolija y rigurosa selección, y los cuales, después de cumplir en nuestro país un severo adiestramiento, se trasladarían a Europa por tres meses para hacer exhibiciones de esgrima en Francia, Italia, Inglaterra, Alemania y otros países, midiéndose en sable, florete y espada con los más destacados tiradores de la esgrima militar y amateur de esos países.
    • 1977 Prensa El País, 24/08/1977 [1977] Esp (CDH )
      El español Miguel Roca se clasificó ayer para las semifinales de la competición de espada individual, al superar a tres rivales. En la misma competición, José María Rubill cayó en la tercera ronda, tras superar a dos.
    • 1989 Prensa ABC, 14/07/1989 [1989] Esp (CDH )
      En la especialidad de espada el tocado se obtiene marcando cualquier parte del cuerpo. En florete se puede atacar cualquier superficie, excepto la cabeza. En sable, el tronco, a cabeza y el brazo.
    • 1997 Prensa El Siglo, 15/08/1997 [1997] Panamá (CDH )
      Colombia por su parte con una de oro y dos de bronce suma tres medallas, la dorada conquistada por Carlos Carrasquilla en la categoría de espada individual hombres, mientras que las otras dos, por Angela Espinosa en espada de mujeres y Williams González en espada de hombres.
    • 2008 Anónimo "Damas logran oro torneo espada" El Universal (Caracas): eluniversal.com Ve (CORPES)
      En otras pruebas, Alejandra Benítez se llevó el bronce en el florete individual femenino. Por su parte, Rubén Limardo, también asegurado para la cita de Pekín, coronó dos medallas de plata en espada.
    • 2012 Ortega Silva, K. "Valle doce oros Esgrima" El País.com.co (Cali) Co (CORPES)
      El viernes en el cierre de la última jornada de la esgrima en los Juegos Nacionales se disputarán las competencias en espada femenina y florete masculino.
    • 2018 Anónimo "Venezuela tercera Sudamericanos" El Universal (Caracas) eluniversal.com (CORPES)
      [...] Rubén Limardo (esgrima); Hersony Canelón (ciclismo de pista); Jorge "El Pichu" García (golf); Roberto Maytin y Aymet Uzcátegui (tenis mixto); Pastrán, Rodríguez, Velásquez, Banezca (esgrima por equipos –sable); Rubén Limardo, Francisco Limardo, Jesús Limardo y Grabriel Lugo (equipo masculino de esgrima –espada); María Gabriela Martínez, Lizze Asis, Eliana Lugo y Patrizia Piovezan (equipo femenino de esgrima –espada) [...].
    • 1897 Anónimo "Año sportivo 1896" [01-01-1897] p. 221 Almanaque Bailly-Bailliere (Madrid) Esp (HD)
      Junio.— 1. El Presidente de la República francesa inaugura el gran torneo internacional de esgrima.— 5. Premios en la Exposición canina.—7. Carreras de velocípedos en el velódromo de las Delicias; campeonato del comercio, Lanzarot.—9. Carreras de caballos en Granada.—10. Carreras de velocípedos en Granada. —11. En el torneo internacional de esgrima, son proclamados: campeón del fiorete, Kirdehoffer; campeón del sable, Greco, y campeón de espada, el profesor militar Sauze.
    • 1914 Iglesias Hermida, P. "Belleza, armas y letras" [22-02-1914] El Duende (Madrid) Esp (HD)
      Antonio Micó. Nos hallamos ante el campeón de España de espada, campeón de España de sable y campeón del mundo de pistola. El que quiera más, que lo pida; ahora, que es posible que no lo encuentre.
    • 1933 Oromi, H. A. "Mundo deportes" [15-07-1933] Caras y Caretas (Buenos Aires) Ar (HD)
      Es el propósito de los organizadores enviar un equipo compuesto por seis maestros jóvenes, elegidos después de una prolija y rigurosa selección, y los cuales, después de cumplir en nuestro país un severo adiestramiento, se trasladarían a Europa por tres meses para hacer exhibiciones de esgrima en Francia, Italia, Inglaterra, Alemania y otros países, midiéndose en sable, florete y espada con los más destacados tiradores de la esgrima militar y amateur de esos países.
    • 1970 Alférez, Antonio Políticos, al margen de la política Los domingos de ABC, 11 de enero de 1970 Esp (CDH )
      Juan Domingo Perón fue un excelente campeón de esgrima en la especialidad de espada de combate. Precisamente en esta modalidad representó a su país en unas Olimpiadas. Su esposa, Isabel, ha aprendido esgrima y la practica a menudo.
    • 1977 Prensa El País, 24/08/1977 [1977] Esp (CDH )
      El español Miguel Roca se clasificó ayer para las semifinales de la competición de espada individual, al superar a tres rivales. En la misma competición, José María Rubill cayó en la tercera ronda, tras superar a dos.
    • 1980 Prensa El País, 01/08/1980 [1980] Esp (CDH )

      La espada de esgrima, que cerró el gran éxito francés en este deporte, tan tradicional suyo, pero en el que había venido a menos, echó en falta a la RFA y a Suiza, segunda y tercera, respectivamente, tras la URSS, en los últimos mundiales de Melbourne-79.

    • 1988 Anónimo Récords latinoamericanos [1988] Panamá (CDH )
      El colombiano Mauricio Rivas ganó la medalla de bronce, en esgrima, categoría "espada", en los Juegos Panamericanos de 1987.
    • 1989 Prensa ABC, 14/07/1989 [1989] Esp (CDH )
      En la especialidad de espada el tocado se obtiene marcando cualquier parte del cuerpo. En florete se puede atacar cualquier superficie, excepto la cabeza. En sable, el tronco, a cabeza y el brazo.
    • 1995 Prensa La Vanguardia, 30/01/1995 [1995] Esp (CDH )
      La española Taymi Chappe ganó el torneo de Zoetermeer (Holanda), valedero para la Copa del Mundo de esgrima, en la especialidad de espada.
    • 1996 Prensa La Nación, 24/07/1996 [1996] Costa Rica (CDH )
      Italia ha ganado la medalla de oro en la prueba de espada por equipos de esgrima masculina de los Juegos Olímpicos de Atlanta'96.
    • 1997 Prensa El Siglo, 15/08/1997 [1997] Panamá (CDH )
      Colombia por su parte con una de oro y dos de bronce suma tres medallas, la dorada conquistada por Carlos Carrasquilla en la categoría de espada individual hombres, mientras que las otras dos, por Angela Espinosa en espada de mujeres y Williams González en espada de hombres.
    • 2008 Anónimo "Damas logran oro torneo espada" El Universal (Caracas): eluniversal.com Ve (CORPES)
      En otras pruebas, Alejandra Benítez se llevó el bronce en el florete individual femenino. Por su parte, Rubén Limardo, también asegurado para la cita de Pekín, coronó dos medallas de plata en espada.
    • 2012 Ortega Silva, K. "Valle doce oros Esgrima" El País.com.co (Cali) Co (CORPES)
      El viernes en el cierre de la última jornada de la esgrima en los Juegos Nacionales se disputarán las competencias en espada femenina y florete masculino.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] f. Esgr. Modalidad de combate que se practica con espada.
    • 2018 Anónimo "Venezuela tercera Sudamericanos" El Universal (Caracas) eluniversal.com (CORPES)
      [...] Rubén Limardo (esgrima); Hersony Canelón (ciclismo de pista); Jorge "El Pichu" García (golf); Roberto Maytin y Aymet Uzcátegui (tenis mixto); Pastrán, Rodríguez, Velásquez, Banezca (esgrima por equipos –sable); Rubén Limardo, Francisco Limardo, Jesús Limardo y Grabriel Lugo (equipo masculino de esgrima –espada); María Gabriela Martínez, Lizze Asis, Eliana Lugo y Patrizia Piovezan (equipo femenino de esgrima –espada) [...].
  24. 1⟶metáfora
    s. f. PR Pluma de la cola del gallo que destaca por su longitud.
    docs. (1948-2010) 4 ejemplos:
    • 1948 Navarro Tomás, T. Español Puerto Rico p. 203 Esp (TesoroPR)
      El jíbaro se representa la figura del gallo con los trazos característicos de un caballero reñidor, en el cual se distinguen la barba, las espuelas, la golilla o collar, las charreteras o chorreras, plumas de los costados, y la espada, pluma larga de la cola que el sujeto de Humacao llamaba primavera.
    • 1979 Díaz Montero, A. Del español jíbaro PR (TesoroPR)
      espada [...] La pluma más larga de la cola del gallo.
    • 1996 Figueroa Berríos, E. LéxGallístico PR (TesoroPR)
      Dos plumas blancas que salen de la parte superior del rabo de los gallos. Es un distintivo de los gallos más finos. El gallo rubio se distingue por sus espadas. En algunos, una es blanca y la otra rubia. Las espadas le dan terminación a la cola. La superioridad del gallo se refleja en la curvatura de las espadas. En el rubio es mayor. También, en el rubio-cenizo. Al rubio coliblanco le sobresale la perfección y elegancia de las espadas.
    • 2010 ASALE DiccAmericanismos (NTLLE)
      espada [...] PR. Pluma prominente de la cola de un gallo.
  25. 1⟶metáfora
    s. f. Pez marino de hasta 2 metros de longitud, de cuerpo largo y comprimido terminado en un corto filamento, piel de color plateado, y sin escamas. Nombre científico: Trichiurus lepturus.
    Sinónimos: machete sable; sable
    docs. (1963-1996) 4 ejemplos:
    • 1963 Lozano, F. Nomenclatura ictiológica (FG)
      ESPADA. 398. Lepidopus caudatus (Euphr.). (Canarias); 401. Trichiurus lepturus L. (Canarias); 403. Xiphias gladius L. (Castilla y Golfo de Cádiz).
    • 1970 Alvar, M. "Ictionimia" [01-01-1970] p. 194 Revista de Filología Española (Madrid) Esp (HD)
      La espada y el pez sable han venido a coincidir de una manera totalmente idéntica a la de agulla y alcrique. El canario espada sirve para nombrar al Lepidopus caudatus (p. II7) o 'pez cinto' y al Trichiurus lepturus (p. II9) o 'sable', equivalencia que se repite en el pez sable andaluz. Cierto que los naturalistas constituyen con ellos dos familias, incorporadas en el orden de los escombriformes, pero su parecido es sumamente grande, mucho mayor que el que puedan tener con los peces más afines de este orden.
    • 1996 Corrales Zumbado, C. / Corbella Díaz, D. / Álvz Mtz, M. Á. Tesoro LexicogrCanarias Esp (NTLLE)
      espada [...] b) Trichiurus lepturus L. Nombre seleccionado como «oficial»: PEZ SABLE. Islas Canarias: Sin precisar localidades más concretas [...].
    • 1996 Corrales Zumbado, C. / Corbella Díaz, D. / Álvz Mtz, M. Á. DiccDiferencial Canarias Esp (NTLLE)
      espada [...] Sable, pez de cuerpo alargado y aplastado semejante a la hoja de un sable (Trichiurus lepturus).
  26. 1⟶metáfora
    s. f. Pez marino de hasta 2 metros de longitud, de cuerpo largo y comprimido, piel de color plateado, aleta caudal ahorquillada de puntas negras, y sin escamas. Nombre científico: Lepidopus caudatus.
    Sinónimo: espadarte
    docs. (1963-1996) 4 ejemplos:
    • 1963 Lozano, F. Nomenclatura ictiológica (FG)
      ESPADA. 398. Lepidopus caudatus (Euphr.). (Canarias); 401. Trichiurus lepturus L. (Canarias); 403. Xiphias gladius L. (Castilla y Golfo de Cádiz).
    • 1970 Alvar, M. "Ictionimia" [01-01-1970] p. 164 Revista de Filología Española (Madrid) Esp (HD)
      El pez cinto (Lepidopodus caudatus) sólo en Galicia recibe tal nombre (NOE, p. II7), en tanto que en el resto de España tiene una abrumadora frecuencia la voz sable (San Vicente de la Barquera, Santander, Castro Urdiales, San Fernando, Algeciras, Melilla, Aguilas, Caleta del Sebo, Puerto del Rosario, Arrecife, Santa Cruz de Tenerife, Puerto Santiago, San Sebastián de la Gomera, Santa Cruz de la Palma, Barlovento y Puerto Estaca). Son mucho menos habituales en mis datos petigo (Laredo), (pez) espada (Almuñécar, Motril, Las Palmas y Puerto Mogán), cinta lineal (Adra), cinto (Garrucha) y Juan en cueros (Santiago de la Ribera).
    • 1996 Corrales Zumbado, C. / Corbella Díaz, D. / Álvz Mtz, M. Á. Tesoro LexicogrCanarias Esp (NTLLE)
      espada. 1. a) Lepidopus caudatus (Euphr.). Nombre seleccionado como «oficial»: PEZ CINTO. Islas Canarias: Sin precisar localidades más concretas [...].
    • 1996 Corrales Zumbado, C. / Corbella Díaz, D. / Álvz Mtz, M. Á. DiccDiferencial Canarias Esp (NTLLE)
      espada. f. GC. Pez cinto, pez teleósteo, de cuerpo frágil, alargado en forma de cinta, sin escamas, y de color plateado (Lepidopus caudatus)
  27. 1⟶metáfora
    s. f. Esp Mx Ni Órgano copulador y miccionador del hombre y de algunos animales de sexo masculino.
    docs. (1974-2022) 7 ejemplos:
    • 1974 Peña Hernández, E. / Ycaza Tigerino, J. "Voces connotación sexual" p. 349 Memoria sexto congreso ASALE Ni (BD)
      La amplitud del vocabulario sexual en Nicaragua, y seguramente en los demás países de habla española, es índice de la vitalidad de la lengua y de la riqueza de imaginación de nuestros pueblos [...] Designación de los órganos sexuales Masculino 1 cola 2 clava 3 clavo [...] 42 daga 43 espada 44 caña 45 cañón [...].
    • 2022 Anónimo (Loren) Manos entre mundos s. n. Esp (BD)
      Fernando era alto, fuerte, atlético, pero ella no lo era mucho menos que él, y aunque en envergadura total él le ganaba, en todo lo demás ella creía ser la vencedora, como si albergara en menos volumen de cuerpo una cantidad de energía bastante mayor, y fuera como fuera, lo volvió a demostrar al menos con su iniciativa, besándole para que se besaran mientras acariciaba su espada palpitante, hasta que se giró dándole la espalda, agachándose para mostrarle claramente dónde dar su estocada, apoyándose en unos fogones que habían apagado y no encenderían hasta que no se apagaran primero los otros.
    • 1974 Peña Hernández, E. / Ycaza Tigerino, J. "Voces connotación sexual" p. 349 Memoria sexto congreso ASALE Ni (BD)
      La amplitud del vocabulario sexual en Nicaragua, y seguramente en los demás países de habla española, es índice de la vitalidad de la lengua y de la riqueza de imaginación de nuestros pueblos [...] Designación de los órganos sexuales Masculino 1 cola 2 clava 3 clavo [...] 42 daga 43 espada 44 caña 45 cañón [...].
    • 1976 Cela Trulock, C. J. Dicc erotismo I p. 442 Esp (BD)
      espada. Es metáfora formal en óptimo señalamiento (el pene semeja una espada). Pene.
    • 1987 Oliver, J. M. DiccArgot (2.ª ed.) Esp (FG)
      ESPADA [...] pene.
    • 1999 Seco, M. / Andrés, O. / Ramos, G. DEA Esp (BD)
      espada [...] (jerg) Pene [...].
    • 2001 Sanmartín Sáez, J. "Cuerpo sexualidad imágenes lingüística" p. 263 Miradas sexualidad arte literatura Esp (BD)
      Finalmente, como dos subtipos de metáforas cosificadoras, analizaremos las bélicas y automovilísticas. Las primeras suponen concebir las relaciones sexuales a modo de agresión, con triunfo y derrota. En general, el hombre adopta un papel de vencedor y la mujer de víctima en ese conflicto armado. Así, el primero posee una pistola, artillería, trabuco, escopeta, espada o pene, o está empalmado o armado como si de una navaja o de un arma de fuego se tratara.
    • 2002 Salcedo, H. "Ley ranchero" Ley ranchero Mx (CORPES)
      TOTO: En el baño dos tipos besuqueándose. Sin nada de vergüenza. Ve para que los veas. TITO: Es normal en un sitio como éste. TOTO: ¡Besándose los ombligos! Uno y luego el otro. Midiendo con el paladar el tamaño de sus espadas. TITO: Lo bueno es que uno ya se encontró con el otro. TOTO: Lo bueno, sí. TITO: Están urgidos, desesperados. Así pasa a veces.
    • 2022 Anónimo (Loren) Manos entre mundos s. n. Esp (BD)
      Fernando era alto, fuerte, atlético, pero ella no lo era mucho menos que él, y aunque en envergadura total él le ganaba, en todo lo demás ella creía ser la vencedora, como si albergara en menos volumen de cuerpo una cantidad de energía bastante mayor, y fuera como fuera, lo volvió a demostrar al menos con su iniciativa, besándole para que se besaran mientras acariciaba su espada palpitante, hasta que se giró dándole la espalda, agachándose para mostrarle claramente dónde dar su estocada, apoyándose en unos fogones que habían apagado y no encenderían hasta que no se apagaran primero los otros.
  28. 1⟶restricción significado
    s. f. En ciencia ficción , arma semejante a una espada, formada por una empuñadura y uno o varios haces de luz.
    docs. (1977-2022) Ejemplo:
    • 2022 Galán, R. "Obi Wan meme Star Wars" [25-05-2022] Esquire (Madrid) Esp (HD)
      Es la espada con la que Anakin se enfrenta a Obi Wan en Coruscant en La venganza de los Sith y claramente es la espada que nunca le deja, al menos no de forma voluntaria, a su hijo porque básicamente no está para hacerle un regalo en ese viaje (hacia el lado oscuro que está a punto de hacer) y porque no sabe de sus retoños. Antes de las precuelas, estaba claro que Obi Wan engañaba a Luke Skywalker: su padre no había sido trigo limpio, pero no era el momento de decírselo.
    1. s. Frecuentemente, con el modificador láser o con el complemento de luz.
      docs. (1977-2019) 7 ejemplos:
      • 1977 Crespo, P. "Guerra galaxias, G. Lucas" [09-11-1977] ABC (Madrid) Esp (HD)
        Constituye "La guerra de las galaxias" un éxito de taquilla sin apenas precedentes en el mundo entero, una película espectacular y divertida que tiene aventura, humor, acción y, lo que es más importante, imaginación. Una imaginación volcada hacia la técnica, apoyada en ella, que juega con razas humanoides, espadas láser, naves capaces de penetrar el hiperespacio, computadoras perfectísimas y robots, sin olvidar héroes y princesas que necesitan ser rescatadas, en el juego eterno del bien que se opone al mal y triunfa.
      • 2019 Pz Andújar, J. La noche fenomenal Esp (CORPES)
        Esa noche solo se oía el batir de las olas en aquella especie de cementerio posindustrial a orillas del mar, donde en vez de lápidas se alzaban pequeñas pirámides de hormigón a modo de rompeolas. Russo nos dijo que le siguiéramos en silencio y para alumbrarnos nos dio a cada uno una espada de luz de La guerra de las galaxias que sacó del maletero, y bajo su brillo nuestros pies se hundían entre la arena.
      • 1977 Crespo, P. "Guerra galaxias, G. Lucas" [09-11-1977] ABC (Madrid) Esp (HD)
        Constituye "La guerra de las galaxias" un éxito de taquilla sin apenas precedentes en el mundo entero, una película espectacular y divertida que tiene aventura, humor, acción y, lo que es más importante, imaginación. Una imaginación volcada hacia la técnica, apoyada en ella, que juega con razas humanoides, espadas láser, naves capaces de penetrar el hiperespacio, computadoras perfectísimas y robots, sin olvidar héroes y princesas que necesitan ser rescatadas, en el juego eterno del bien que se opone al mal y triunfa.
      • 1982 Yáñez, M. "Recuperación imaginativa" [21-02-1982] El Eco de Canarias (Las Palmas de Gran Canaria) Esp (HD)
        Llegó a un montículo rocoso, en cuya base descubrió una especie de cueva. Su entrada le supuso toda una provocación... Se convirtió para él en un punto de máximo interés, debido a que le despertó dos instintos: curiosidad y aventura. Blandiendo la espada-láser, siempre alerta, se situó frente a la negra boca, de la cual brotaban unos singulares aromas de sensualidad. Entonces, vio a la diosa de amor y de fuego.
      • 1999 Anónimo "Aviso importante" [23-07-1999] ABC (Madrid) Esp (HD)
        El control permanente de la seguridad de nuestros productos nos ha permitido identificar la necesidad de reparar una pequeña cantidad del producto "Espada Láser de Qui-Gon Jinn", de Star Wars Episodio I (ref. 84102), distribuida por MB España (Grupo Hasbro). Hasbro ha constatado que las pilas del interior de estas espadas láser podrían sobrecalentarse o romperse si el muelle interior se suelta y roza repetidamente la pila.
      • 2003 Iwasaki, F. "Otra batalla Ayacucho" Milagro informal Pe (CORPES)
        —Eduardito, mira, mira, vamos a dejarnos de cuentos y vamos a jugar a la independencia, ¿ya? Ayúdame, ayúdame a formar a los soldaditos. Vamos a ver... ¡Ya está!, que este del caballo sea Bolívar y Sucre que sea el de la espada. —Abuelito —interrumpió el niño—, ¿ésa es una espada láser? —¿Pero qué cosas dices, criatura? Las espadas láser no existen.
      • 2009 Fuentes, I. M. Magia Inés...plicable Esp (CORPES)
        A lo largo de este libro te he explicado muchos juegos con los que, sin duda, vas a triunfar y dejar a la gente boquiabierta. Nunca olvides que esos juegos que estás descubriendo son poderosas armas para sorprender. Si esto fuese La guerra de las galaxias, estarías recibiendo tu espada láser. Ahora te toca practicar y mucho. Recuerda: hazlo ensayado o no lo hagas, pero no lo intentes sin ensayar. Y como todo joven jedi de la magia, es momento de recibir las enseñanzas del maestro Joda.
      • 2019 Pz Andújar, J. La noche fenomenal Esp (CORPES)
        Esa noche solo se oía el batir de las olas en aquella especie de cementerio posindustrial a orillas del mar, donde en vez de lápidas se alzaban pequeñas pirámides de hormigón a modo de rompeolas. Russo nos dijo que le siguiéramos en silencio y para alumbrarnos nos dio a cada uno una espada de luz de La guerra de las galaxias que sacó del maletero, y bajo su brillo nuestros pies se hundían entre la arena.
      • 1977 Crespo, P. "Guerra galaxias, G. Lucas" [09-11-1977] ABC (Madrid) Esp (HD)
        Constituye "La guerra de las galaxias" un éxito de taquilla sin apenas precedentes en el mundo entero, una película espectacular y divertida que tiene aventura, humor, acción y, lo que es más importante, imaginación. Una imaginación volcada hacia la técnica, apoyada en ella, que juega con razas humanoides, espadas láser, naves capaces de penetrar el hiperespacio, computadoras perfectísimas y robots, sin olvidar héroes y princesas que necesitan ser rescatadas, en el juego eterno del bien que se opone al mal y triunfa.
      • 1982 Yáñez, M. "Recuperación imaginativa" [21-02-1982] El Eco de Canarias (Las Palmas de Gran Canaria) Esp (HD)
        Llegó a un montículo rocoso, en cuya base descubrió una especie de cueva. Su entrada le supuso toda una provocación... Se convirtió para él en un punto de máximo interés, debido a que le despertó dos instintos: curiosidad y aventura. Blandiendo la espada-láser, siempre alerta, se situó frente a la negra boca, de la cual brotaban unos singulares aromas de sensualidad. Entonces, vio a la diosa de amor y de fuego.
      • 1999 Anónimo "Aviso importante" [23-07-1999] ABC (Madrid) Esp (HD)
        El control permanente de la seguridad de nuestros productos nos ha permitido identificar la necesidad de reparar una pequeña cantidad del producto "Espada Láser de Qui-Gon Jinn", de Star Wars Episodio I (ref. 84102), distribuida por MB España (Grupo Hasbro). Hasbro ha constatado que las pilas del interior de estas espadas láser podrían sobrecalentarse o romperse si el muelle interior se suelta y roza repetidamente la pila.
      • 2003 Iwasaki, F. "Otra batalla Ayacucho" Milagro informal Pe (CORPES)
        —Eduardito, mira, mira, vamos a dejarnos de cuentos y vamos a jugar a la independencia, ¿ya? Ayúdame, ayúdame a formar a los soldaditos. Vamos a ver... ¡Ya está!, que este del caballo sea Bolívar y Sucre que sea el de la espada. —Abuelito —interrumpió el niño—, ¿ésa es una espada láser? —¿Pero qué cosas dices, criatura? Las espadas láser no existen.
      • 2004 Font Acevedo, F. "Zúlcar paladín cósmico" Caleidoscopio PR (CORPES)
        Había tenido un sueño. Era noche de luna llena y me encontraba en el tope de un monte, solo, descamisado y sudoroso. Una nave espacial en forma de escarabajo se mostró en mi campo de visión y unos seres luminosos me hicieron entrega de una espada de luz color jade que resplandecía en la oscuridad de la noche. Con la entrega de la espada se cumplía mi iniciación cósmica. Yo, Bienvenido Marciano, tendría para siempre La Fuerza conmigo.
      • 2009 Fuentes, I. M. Magia Inés...plicable Esp (CORPES)
        A lo largo de este libro te he explicado muchos juegos con los que, sin duda, vas a triunfar y dejar a la gente boquiabierta. Nunca olvides que esos juegos que estás descubriendo son poderosas armas para sorprender. Si esto fuese La guerra de las galaxias, estarías recibiendo tu espada láser. Ahora te toca practicar y mucho. Recuerda: hazlo ensayado o no lo hagas, pero no lo intentes sin ensayar. Y como todo joven jedi de la magia, es momento de recibir las enseñanzas del maestro Joda.
      • 2019 Pz Andújar, J. La noche fenomenal Esp (CORPES)
        Esa noche solo se oía el batir de las olas en aquella especie de cementerio posindustrial a orillas del mar, donde en vez de lápidas se alzaban pequeñas pirámides de hormigón a modo de rompeolas. Russo nos dijo que le siguiéramos en silencio y para alumbrarnos nos dio a cada uno una espada de luz de La guerra de las galaxias que sacó del maletero, y bajo su brillo nuestros pies se hundían entre la arena.
  29. Acepción lexicográfica
  30. s. f. "En la Filosofia Hermetica, fuego" (Terreros Pando, DiccCastVocesCienciasArtes-1787).
    docs. (1787) Ejemplo:
    • 1787 Terreros Pando, E. DiccCastVocesCienciasArtes (NTLLE)
      ESPADA, en la Filosofia Hermetica, fuego, V.
  31. Acepción lexicográfica
  32. s. f. Geometr. "Flecha [| distancia de los puntos de una curva]" (RAE, DLE 23.ª ed.-2014).
    Sinónimos: flecha; saeta; sagita
    docs. (1802-2014) 5 ejemplos:
    • 1802 Bails, B. Diccionario arquitectura civil Esp (BD)
      ESPADA. s. f. Hablando de un arco es lo mismo que SAGITA.
    • 1846 Domínguez, R. J. DiccNacional, I Esp (BD)
      ESPADA [...] Arq. V. SAGITA [| la montea ó altura de una bóveda].
    • 1925 RAE DRAE 15.ª ed. (NTLLE)
      ESPADA [...] Geom. Sagita [| porción de recta comprendida entre el punto medio de un arco de círculo y el de su cuerda].
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      espada [...] f. Geom. sagita [| porción de recta comprendida entre el punto medio de un arco y el de su cuerda].
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] f. Geom. flecha [| distancia de los puntos de una curva].
  33. Acepción lexicográfica
  34. s. f. "Espadilla [| timón provisional que se forma con los recursos de a bordo para suplir la falta del original" (Guardia, DiccMarítimoEsp-1921).
    docs. (1831-1921) 2 ejemplos:
    • 1831 O'Scanlan, T. DiccMarítimo Esp (BD)
      ESPADA. s f. ant. A. N. y Man. V. Espadilla, en sus dos primeras acepciones [| timon provisional, que cuando se pierde el principal del buque, se forma con una de las vergas de respeto, á la cual se clavan cuartones y tablas &c., segun se explica en los tratados de maniobra. Zul]
    • 1921 Guardia, R. DiccMarEsp Esp (BD)
      Espada. (a.) V. Espadilla y Punto de espada. [| timón provisional que se forma con los recursos de a bordo para suplir la falta del original. Antiguamente se decía espada y espadiella.
  35. Acepción lexicográfica
  36. s. f. "Nombre que se le dá al que es muy flaco y alto, o solamente flaco" ([Gaspar y Roig], DiccEnciclLengCast-1853).
    docs. (1853) Ejemplo:
    • 1853 [Gaspar y Roig] DiccEnciclLengEsp, I (NTLLE)
      ESPADA [...] met.: nombre que se le dá al que es muy flaco y alto, o solamente flaco.
  37. Acepción lexicográfica
  38. s. f. Bot. "Nombre vulgar del gladiolo" ([Gaspar y Roig], DiccEnciclLengCast-1853).
    docs. (1853-1953) 2 ejemplos:
    • 1853 [Gaspar y Roig] DiccEnciclLengEsp, I (NTLLE)
      ESPADA [...] Bot.: nombre vulgar del gladiolo.
    • 1953 VV. AA. DiccEnciclop UTEHA [1950-1964] (FG)
      espada [...] ~: El gladiolus communis.
  39. Acepción lexicográfica
  40. s. f. "Nombre vulgar del SOLEN [| género de moluscos conchíferos dimiarios de la familia de los solenáceos]" ([Gaspar y Roig], DiccEnciclLengCast-1853).
    docs. (1853) Ejemplo:
    • 1853 [Gaspar y Roig] DiccEnciclLengEsp, I (NTLLE)
      ESPADA [...] Nombre vulgar del SOLEN [| género de moluscos conchíferos dimiarios de la familia de los solenáceos].
  41. Acepción lexicográfica
  42. s. f. Esp: Or Ch "La pieza mediante la cual el espeque de un molino está articulado con el poste vertical o peón" (Langue / Salazar-Soler, DiccTérminos mineros Amér s. XVI-XIX-1993).
    docs. (1903-1993) 3 ejemplos:
    • 1903 Baráibar Zumárraga, F. VocÁlava Esp (NTLLE)
      Espada [N. acep.] Barra cilíndrica de hierro, que por el extremo inferior encaja en el árbol y por el superior en las muelas del molino harinero, atravesando la musera y la nablija. En Aragón própalo.
    • 1927 RAE DMILE 1.ª ed. (NTLLE)
      ESPADA [...] Ál. Barra de hierro que va del árbol a las muelas del molino.
    • 1993 Langue, F. / Salazar-Soler, C. DiccTérminos mineros Amér s. XVI-XIX (FG)
      Espada Ch. (XIX-XX) La pieza mediante la cual el espeque de un molino está articulado con el poste vertical o peón (Stubbe, 82).
  43. Acepción lexicográfica
  44. s. f. Esp: Or "Cuchillo de madera que se emplea en la elaboración del queso, para cortar y desmenuzar la cuajada antes de meterla en la quesera" (Iribarren, VocNavarro-1952).
    docs. (1952) Ejemplo:
    • 1952 Iribarren, J. M. VocNavarro (1.ª ed.) Esp (FG)
      ESPADA. Cuchillo de madera que se emplea en la elaboración del queso, para cortar y desmenuzar la cuajada antes de meterla en la quesera. [Roncal].
  45. Acepción lexicográfica
  46. s. f. Esp: Or "Cada una de las cuerdas que cruzan el ñul (V.), una por cada lado de la olla (V.), en el carro del país" (Schz Llamosas, Habla Castro (Santander)-1982).
    docs. (1982) Ejemplo:
    • 1982 Schz Llamosas, J. P. Habla Castro (Santander) Esp (NTLLE)
      espada, espadaña (f. Ú.c.s. en pl.). Cada una de las cuerdas que cruzan el ñul (V.), una por cada lado de la olla (V.), en el carro del país. || Voz del medio rural, actual (Landeral, Carazón, El Puente, Trebuesto, Seldearriba, El Vivero, Vilde. En Mioño se oye espadaña).
  47. Acepción lexicográfica
  48. s. f. "Terrón húmedo de forma alargada" (Alvar, ALEANR X-XII-1983).
    docs. (1983) Ejemplo:
    • 1983 Alvar, M. (dir.) ALEANR, X-XII Esp (FG)
      espada [...] 'terrón húmedo de forma alargada' [Na 106] [...] (lám. 1613, mapa 1390).
  49. Acepción lexicográfica
  50. s. f. Esp: Or "Instrumento en forma de espada para despuntar las viñas" (Iribarren, VocNavarro-1984).
    docs. (1984) Ejemplo:
    • 1984 Iribarren, J. M. / Ollaquindia, R. VocNavarro Esp (NTLLE)
      ESPADA [...] Instrumento en forma de espada para despuntar las viñas. [Olite].
  51. Acepción lexicográfica
  52. s. f. Co "Variedad de fique" (Montes Giraldo / Figueroa L. / Mora M. / Lozano R., GlosLéxicogr Atlas Colombia-1986).
    docs. (1986) Ejemplo:
    • 1986 Montes Giraldo, J. J. / Figueroa L. J. / Mora M. S. / Lozano R. M. GlosLéxicogr Atlas Colombia Co (FG)
      espada, variedad de fique: I 312 (A.).
  53. Acepción lexicográfica
  54. s. f. Esp: Merid (Can) "Cinta, pez teleósteo perciforme, de cuerpo acintado, terminado en una especie de látigo y con las aletas dorsal y anal muy largas (Cepola rubescens)" (Corrales Zumbado / Corbella Díaz / Álvz Mtz, DiccDiferencial Canarias-1996).
    Sinónimo: espadarte
    docs. (1996) Ejemplo:
    • 1996 Corrales Zumbado, C. / Corbella Díaz, D. / Álvz Mtz, M. Á. DiccDiferencial Canarias Esp (NTLLE)
      espada. f. GC [...] Cinta, pez teleósteo perciforme, de cuerpo acintado, terminado en una especie de látigo y con las aletas dorsal y anal muy largas (Cepola rubescens).
  55. Acepción lexicográfica
  56. s. f. pl. "Úsase en plural, vara de la linaza" (Le Men, Léxico Leonés-2005).
    docs. (2005) Ejemplo:
    • 2005 Le Men, J. Léx Leonés, III [León] Esp (BD)
      espada [...] úsase en plural, vara de la linaza.
asentar la espada
    Acepción lexicográfica
  1. loc. verb. Esgrim. "Dejar el juego y poner la espada en el suelo" (RAE, DLE 23.ª ed.-2014).
    docs. (1817-2014) 4 ejemplos:
    • 1817 RAE DRAE 5.ª ed. (NTLLE)
      ESPADA [...] ASENTAR LA ESPADA. f. Esgr. Dejar el juego y poner la espada en el suelo.
    • 1825 Núñez Taboada, M. DiccLengCastellana (NTLLE)
      ESPADA [...] ASENTAR LA ESPADA, Esgr. Dejar el juego y poner la espada en el suelo.
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      espada [...] asentar la ~ [...] loc. verb. Esgr. Dejar el juego y poner la espada en el suelo.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] asentar la espada [...] loc. verb. Esgr. Dejar el juego y poner la espada en el suelo.
ceñir [a alguien] la espada
    Acepción lexicográfica
  1. loc. verb. "Ponérsela por primera vez al armarlo caballero" (RAE, DLE 23.ª ed.-2014).
    docs. (1817-2014) 6 ejemplos:
    • 1817 RAE DRAE 5.ª ed. (NTLLE)
      ESPADA [...] CEÑIR Á ALGUNO LA ESPADA. f. Ponerle la espada por primera vez.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] ceñir a alguien la espada. loc. verb. Ponérsela por primera vez al armarlo caballero.
    • 1817 RAE DRAE 5.ª ed. (NTLLE)
      ESPADA [...] CEÑIR Á ALGUNO LA ESPADA. f. Ponerle la espada por primera vez.
    • 1822 Fdz Mancheño, J. DiccMilitar Esp (BD)
      Ceñir la espada. Ponerle á uno la espada por primera vez.
    • 1822 RAE DRAE 6.ª ed. (NTLLE)
      ESPADA [...] CEÑIR Á ALGUNO LA ESPADA. f. Ponerle la espada por primera vez al armarle caballero.
    • 1825 Núñez Taboada, M. DiccLengCastellana (NTLLE)
      ESPADA [...] CEÑIR Á ALGUNO LA ESPADA, Ponerle la espada por primera vez al armarle caballero.
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      espada [...] ceñir a alguien la ~. loc. verb. Ponérsela por primera vez al armarlo caballero.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] ceñir a alguien la espada. loc. verb. Ponérsela por primera vez al armarlo caballero.
ceñir espada
    Acepción lexicográfica
  1. loc. verb. "Profesar la milicia" (RAE, DLE 23.ª ed.-2014).
    docs. (1911-2014) 4 ejemplos:
    • 1911 Segovia, L. DiccArgentinismos Ar (BD)
      CEÑIR LA ESPADA. Fig. Entrar en la carrera de las armas.
    • 1925 RAE DRAE 15.ª ed. (NTLLE)
      ESPADA [...] Ceñir espada [...] Profesar la milicia.
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      espada [...] ceñir ~. loc. verb. Profesar la milicia.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] ceñir espada. loc. verb. Profesar la milicia.
con la espada desnuda
  1. loc. adv. f. Con resolución, por todos los medios.
    docs. (1895-2014) 10 ejemplos:
    • 1895 Taboada, L. "San Manuel teatro" [04-01-1895] La Región (Orihuela) Esp (HD)
      El año se presenta con la espada desnuda, y era tal el frío que se desencadenó ayer contra nosotros que en la calle de las Huertas se heló un carbonero viudo.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] con la espada desnuda. loc. adv. Resueltamente, por todos los medios.
    • 1895 Taboada, L. "San Manuel teatro" [04-01-1895] La Región (Orihuela) Esp (HD)
      El año se presenta con la espada desnuda, y era tal el frío que se desencadenó ayer contra nosotros que en la calle de las Huertas se heló un carbonero viudo.
    • 1922 Anónimo "Trad Reparaciones y política" [26-05-1922] Diario de Valencia (Valencia) Esp (HD)
      París.— Escribe "Le journal": "M. Tadieu, que fué como nadie ignora, uno de los autores del Tratado de Versalles, no ha cesado desde la dimisión de M. Clemenceau de combatir a los hombres que se han sucedido en el Poder, incluso los que como Leygues y Loucheur fueron sus colaboradores. No ha modificado su actitud en la jornada de ayer. Sin embargo, sus ataques contra el Gabinete Poincaré fueron de otro tono que los que había prodigado a sus predecesores. Contra éstos había arremetido con decisión y con la espada desnuda. Contra M. Poincaré se ha advertido que no tenía en la mano más que un florete con botón."
    • 1923 Muñoz Diego, A. "Bodas soldado" [12-06-1923] La Libertad (Madrid) Esp (HD)
      No hubo un solo momento de vacilación, de titubeo en el soldado. El que ha subido paso paso, con la espada desnuda, frente al enemigo; el que tiene olvidados, de puro sabidos, los peligros de la campaña; el que ha oído tantas veces silbar las balas sobre su cabeza como un canto grato de la trágica sirena, no vuelve la cabeza y se prepara a tomar el tren, acaso el mismo tren que lleve estas cuartillas, para unirse a sus amigos, a sus hermanos de la Legión, dispuestos siempre a continuar la historia romántica y esforzada del Tercio.
    • 1935 Just, J. "Espada desnuda" [01-10-1935] El Luchador: Diario Republicano (Alicante) Esp (HD)
      Pues bien, para esta empresa nobilísima, Castelar reservaba a la Italia nueva, salida con juveniles ímpetus de la unidad que el talento de Cavour y el valor de Garibaldi hicieron posible, un puesto honrosísimo; destino que Mussollini viene a frustrar, para daño y confusión de nuestros tiempos, si como viene diciendo, poblando de siniestros presagios todos los hogares de Europa, se lanza con la espada desnuda contra otros pueblos.
    • 1956 Anónimo "Abriendo camino. Carta de los estudiantes de Valladolid" [01-05-1956] p. 4 CNT (Ciudad de México) Mx (HD)
      A un discurso de Arrese, jefe de la Falange, los estudiantes de Valladolid, respondieron con la siguiente carta [...] El afán de su generación fué vencer con la espada desnuda; nuestro afán es y será convencer con verdad, con tolerancia, con comprensión y con amor. Creemos en la fuerza de esa verdad y de ese amor como la única capaz de levantar sobre los escombros actuales la verdadera convivencia ciudadana española
    • 1992 Doménech, F. "Trad Teatro apoteosis mercancías, V. Fontinel" [01-01-1992] p. 43 ADE: Revista Teatral de la Asociación de Directores de Escena de España (Madrid) Esp (HD)
      Weiss era también autor, poco antes, de las "10 tesis" para un teatro político, que habían provocado un cierto escándalo jacobino en media Europa, entre otras cosas porque el autor, más que un teatro político, proclamaba la politización del teatro. Tesis que en Italia fue sostenida con la espada desnuda por muchos hombres de teatro y por neófitos de la comunicación de masas, pero que le costará enseguida a la izquierda el truncamiento de una posible evolución hacia un teatro político.
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      espada [...] con la ~ desnuda. loc. adv. Resueltamente, por todos los medios.
    • 2003 Orué Pozzo, A. Comunicación y Estado Pa (CORPES)
      Otro participante activo en estos años, Arturo Bray, edecán militar de un presidente, señala que: "En nuestra tierra, un presidente tiene que hacer de mandatario, caudillo y gendarme a la vez, si quiere gobernar y dominar. Un estadista no perdura en el poder, porque el poder es allí acción constante y vigilante, mando ejecutivo y avizor, autoridad de sable y cañón. No basta vivir en la realidad: hay que salir a su encuentro con la espada desnuda, anticiparse a sus sorpresas y amoldarla a las maniobras —más o menos hábiles, pero siempre alevosas— de malandrines y madrugadores."
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] con la espada desnuda. loc. adv. Resueltamente, por todos los medios.
    • 1895 Taboada, L. "San Manuel teatro" [04-01-1895] La Región (Orihuela) Esp (HD)
      El año se presenta con la espada desnuda, y era tal el frío que se desencadenó ayer contra nosotros que en la calle de las Huertas se heló un carbonero viudo.
    • 1922 Anónimo "Trad Reparaciones y política" [26-05-1922] Diario de Valencia (Valencia) Esp (HD)
      París.— Escribe "Le journal": "M. Tadieu, que fué como nadie ignora, uno de los autores del Tratado de Versalles, no ha cesado desde la dimisión de M. Clemenceau de combatir a los hombres que se han sucedido en el Poder, incluso los que como Leygues y Loucheur fueron sus colaboradores. No ha modificado su actitud en la jornada de ayer. Sin embargo, sus ataques contra el Gabinete Poincaré fueron de otro tono que los que había prodigado a sus predecesores. Contra éstos había arremetido con decisión y con la espada desnuda. Contra M. Poincaré se ha advertido que no tenía en la mano más que un florete con botón."
    • 1923 Muñoz Diego, A. "Bodas soldado" [12-06-1923] La Libertad (Madrid) Esp (HD)
      No hubo un solo momento de vacilación, de titubeo en el soldado. El que ha subido paso paso, con la espada desnuda, frente al enemigo; el que tiene olvidados, de puro sabidos, los peligros de la campaña; el que ha oído tantas veces silbar las balas sobre su cabeza como un canto grato de la trágica sirena, no vuelve la cabeza y se prepara a tomar el tren, acaso el mismo tren que lleve estas cuartillas, para unirse a sus amigos, a sus hermanos de la Legión, dispuestos siempre a continuar la historia romántica y esforzada del Tercio.
    • 1925 RAE DRAE 15.ª ed. (NTLLE)
      ESPADA [...] Con la espada desnuda. fr. fig. Resueltamente, por todos los medios.
    • 1935 Just, J. "Espada desnuda" [01-10-1935] El Luchador: Diario Republicano (Alicante) Esp (HD)
      Pues bien, para esta empresa nobilísima, Castelar reservaba a la Italia nueva, salida con juveniles ímpetus de la unidad que el talento de Cavour y el valor de Garibaldi hicieron posible, un puesto honrosísimo; destino que Mussollini viene a frustrar, para daño y confusión de nuestros tiempos, si como viene diciendo, poblando de siniestros presagios todos los hogares de Europa, se lanza con la espada desnuda contra otros pueblos.
    • 1956 Anónimo "Abriendo camino. Carta de los estudiantes de Valladolid" [01-05-1956] p. 4 CNT (Ciudad de México) Mx (HD)
      A un discurso de Arrese, jefe de la Falange, los estudiantes de Valladolid, respondieron con la siguiente carta [...] El afán de su generación fué vencer con la espada desnuda; nuestro afán es y será convencer con verdad, con tolerancia, con comprensión y con amor. Creemos en la fuerza de esa verdad y de ese amor como la única capaz de levantar sobre los escombros actuales la verdadera convivencia ciudadana española
    • 1992 Doménech, F. "Trad Teatro apoteosis mercancías, V. Fontinel" [01-01-1992] p. 43 ADE: Revista Teatral de la Asociación de Directores de Escena de España (Madrid) Esp (HD)
      Weiss era también autor, poco antes, de las "10 tesis" para un teatro político, que habían provocado un cierto escándalo jacobino en media Europa, entre otras cosas porque el autor, más que un teatro político, proclamaba la politización del teatro. Tesis que en Italia fue sostenida con la espada desnuda por muchos hombres de teatro y por neófitos de la comunicación de masas, pero que le costará enseguida a la izquierda el truncamiento de una posible evolución hacia un teatro político.
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      espada [...] con la ~ desnuda. loc. adv. Resueltamente, por todos los medios.
    • 2003 Orué Pozzo, A. Comunicación y Estado Pa (CORPES)
      Otro participante activo en estos años, Arturo Bray, edecán militar de un presidente, señala que: "En nuestra tierra, un presidente tiene que hacer de mandatario, caudillo y gendarme a la vez, si quiere gobernar y dominar. Un estadista no perdura en el poder, porque el poder es allí acción constante y vigilante, mando ejecutivo y avizor, autoridad de sable y cañón. No basta vivir en la realidad: hay que salir a su encuentro con la espada desnuda, anticiparse a sus sorpresas y amoldarla a las maniobras —más o menos hábiles, pero siempre alevosas— de malandrines y madrugadores."
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] con la espada desnuda. loc. adv. Resueltamente, por todos los medios.
con las espadas en alto
  1. loc. adv. Sin resolver un enfrentamiento entre dos o más contendientes. Frecuentemente, como complemento de los verbos dejar y quedar.
    docs. (1898-2000) 5 ejemplos:
    • 1898 Anónimo "Notas sueltas" [17-09-1898] La Dinastía (Barcelona) Esp (HD)
      La suspensión de las sesiones de las Cortes dejó á los señores Uria y marqués de Estella con las espadas en alto en ademán de descargarse furibundos fendientes como don Quijote y el Vizcaino del cuento. Mejor es que el señor Sagasta haya cortado tan peligrosa aventura, pues aprobadas ya las bases del protocolo, poco podía esperarse de unas Cortes donde las pasiones andaban tan sueltas como las lenguas, y el patriotismo y la alteza de miras no aparecían en parte alguna.
    • 1909 Anónimo "Últimos ecos" [19-05-1909] El Siglo Futuro (Madrid) Esp (HD)
      En lo que respecta á los proyectos del Congreso, los Sres. Moret y Canalejas decían que el gobierno no podía mostrarse quejoso de la conducta de las oposiciones, y que en la aprobación del proyecto de Correos y Telégrafos le darán toda clase de facilidades. Después de la reunión decía el Sr. Canalejas que ésta marcaba un compás de espera en la situación política y que ambos combatientes quedaban con las espadas en alto.
    • 1927 Anónimo "Inglaterra y Rusia" [25-05-1927] El Heraldo de Madrid (Madrid) Esp (HD)
      En los primeros momentos el golpe produjo su efecto, y parecía que al fin Hicks iba a triunfar en toda la línea. Se esperaba una ruptura total de relaciones, especialmente después del discurso de Baldwin. Pero a última hora parecen haber variado las cosas. La diplomacia de Chamberlain no se ha dejado arrollar por los agentes de Hicks. Una vez más los dos adversarios quedaban con las espadas en alto, sin atreverse a lanzarse a una lucha abierta: según los últimos informes, se denunciará el acuerdo comercial anglosoviétito; pero no se interrumpirán las relaciones comerciales entre los dos países.
    • 1999 Seco, M. / Andrés, O. / Ramos, G. DEA Esp (BD)
      espada [...] Estar (o quedar, seguir, dejar, etc) las ~s en alto. Estar (o quedar, etc.) sin resolverse una situación de enfrentamiento.
    • 2000 Fernández, V. "Edición abundante escasez lectores" [01-01-2000] p. 8 Cuadernos de Literatura Infantil y Juvenil (Barcelona) Esp (HD)
      La actitud negociadora de la recién llegada titular del Ministerio de Educación y Cultura, el compromiso entre la Dirección General del Libro y la Lectura y la Federación de Gremios de Editores para la puesta en marcha en enero del 2001 de una gran campaña de fomento de la lectura [...] hicieron que la sangre no llegara al río y que la temporada se cerrara con las espadas en alto pero con propósitos de reflexión y perspectivas de negociación.
  2. loc. adv. En conflicto por no haberse resuelto un enfrentamiento. Frecuentemente, como complemento de los verbos estar, quedar y seguir.
    docs. (1903-2009) 9 ejemplos:
    • 1903 Anónimo "Marruecos" [21-01-1903] Diario de la Marina (Madrid) Esp (HD)
      La cuestión de Marruecos ha vuelto á quedar estancada. El ejército imperial y el del Roguí están hace muchos días con las espadas en alto, como D. Quijote y el Vizcaino, y hay que esperar el capítulo siguiente para ver en que para todo ello.
    • 2009 Jiménez M., G. "Buen partido Cartago" Nación (San José): nacion.com CR (CORPES)
      Los brumosos resistieron hasta donde pudieron, pero en una acción de bola muerta, Víctor Cordero se zafó de la débil marca de Sergio Martínez y aprovechó el instante de libertad para empatar. Solo un par de minutos antes, Albán Gómez dilapidó un sencillo remate ante la portería de Navas, que se hubiera convertido en el dos a cero. ¡Qué historia más diferente hubiéramos presenciado con un poco más de brújula de Gómez! Luego de su anotación, Saprissa mantuvo las espadas en alto, aunque el empate de visita podía considerarse un premio aceptable por su calidad de forastero, Sin embargo, el cerrojo blanquiazul ya no toleró ninguna grieta más.
    • 1903 Anónimo "Marruecos" [21-01-1903] Diario de la Marina (Madrid) Esp (HD)
      La cuestión de Marruecos ha vuelto á quedar estancada. El ejército imperial y el del Roguí están hace muchos días con las espadas en alto, como D. Quijote y el Vizcaino, y hay que esperar el capítulo siguiente para ver en que para todo ello.
    • 1912 Anónimo "Minutas bufetes dinero nación" [04-04-1912] La Mañana (Madrid) Esp (HD)
      Copia luego el órgano conservador algunos de los párrafos del alegato del ex ministro liberal, y agrega: Quedan, pues, los Sres. Villanueva y Calbetón con las espadas en alto, esperando á que el Sr. Canalejas quiera abrir las Cortes.
    • 1934 Anónimo "La solución lógica" [13-11-1934] El Siglo Futuro (Madrid) Esp (HD)
      Comenta "Ahora" la confusión de la situación política, cuya causa es "que el partido radical se ha solidarizado con la gestión del Gabinete Samper, y la C. E. D. A. se solidariza, a su vez, con sus diputados de Asturias, que pregonan la imprevisión y la indefensión en que se encontraron sumergidos los asturianos, sin que el Gabinete Samper hiciera nada por remediarla." A ambos contendientes, que aun siguen con las espadas en alto, les dice con razón el diario frigio: "¿Acaso la gestión del Gabinete Samper era una incógnita cuando se formó el Gobierno actual? [...].
    • 1962 Anónimo "Sevilla y Betis excelente partido" [06-04-1962] ABC (Sevilla) Esp (HD)
      El beneficio de dos goles con que saldrá al campo el Sevilla es, en efecto, considerable, pero la incógnita permanece, y ambos equipos siguen con las espadas en alto. ¿Bastará la ventaja para decidir la pugna? ¿O, por el contrario, logrará el Betis neutralizarla o superarla?
    • 1987 Anónimo "D'Aubuisson muerte monseñor Romero" [24-11-1987] ABC (Madrid) ES (HD)
      El testigo declaró ante el fiscal general de El Salvador y según afirmó sólo cumplió las órdenes que le fueron transmitidas por el capitán Alberto Sanabria, contra el que se ha dictado orden de arresto. Por otra parte, el Gobierno y la oposición salvadoreña, a pesar del tratado Esquipulas, siguen con las espadas en alto, y, aunque las armas parece que se han silenciado, el presidente Duarte, basándose en que los dirigentes opositores Guillermo Ungo y Rubén Zamora no se han acogido a la amnistía absoluta y de pleno derecho, ha afirmado que pueden ser acusados por cualquier ciudadano si no abandonan su alianza con el FMLN.
    • 2003 Sabadell, M. Á. Hombre monos Esp (CORPES)
      Uno de los proyectos clave del telescopio espacial era zanjar de una vez por todas el debate midiendo la distancia de 31 galaxias espirales lejanas. La conclusión final recuerda la sentencia del sabio Salomón: la constante de Hubble vale 74. El universo tiene, por tanto, 13 000 millones de años. Pero la polémica no ha terminado. Las dos escuelas cosmológicas siguen con las espadas en alto. El valor de la constante de Hubble sigue flotando en el limbo entre 74 y 58. Eso sí, la mayoría de los astrónomos creen que el valor real se encuentra más cerca del primero que del segundo.
    • 2008 Montero, A. "¿Descristianización programada?" ABC (Madrid): abc.es Esp (CORPES)
      Diríase, con palabras mayores y notoriamente tremendistas, que el conflicto está servido y las espadas en alto. ¿Qué quedaría, entonces, de las naturales relaciones de colaboración que prescribe nuestra Constitución para el Estado y para la Iglesia? Se está abriendo ahora, ojalá que para bien, un gran debate público sobre la laicidad del Estado en un momento en el que contamos con estudios sólidos y clarificadores del concepto y los valores de una sana laicidad, que pueden abrir puentes hacia una entente razonable entre ambas partes.
    • 2009 Jiménez M., G. "Buen partido Cartago" Nación (San José): nacion.com CR (CORPES)
      Los brumosos resistieron hasta donde pudieron, pero en una acción de bola muerta, Víctor Cordero se zafó de la débil marca de Sergio Martínez y aprovechó el instante de libertad para empatar. Solo un par de minutos antes, Albán Gómez dilapidó un sencillo remate ante la portería de Navas, que se hubiera convertido en el dos a cero. ¡Qué historia más diferente hubiéramos presenciado con un poco más de brújula de Gómez! Luego de su anotación, Saprissa mantuvo las espadas en alto, aunque el empate de visita podía considerarse un premio aceptable por su calidad de forastero, Sin embargo, el cerrojo blanquiazul ya no toleró ninguna grieta más.
    • 1903 Anónimo "Marruecos" [21-01-1903] Diario de la Marina (Madrid) Esp (HD)
      La cuestión de Marruecos ha vuelto á quedar estancada. El ejército imperial y el del Roguí están hace muchos días con las espadas en alto, como D. Quijote y el Vizcaino, y hay que esperar el capítulo siguiente para ver en que para todo ello.
    • 1912 Anónimo "Minutas bufetes dinero nación" [04-04-1912] La Mañana (Madrid) Esp (HD)
      Copia luego el órgano conservador algunos de los párrafos del alegato del ex ministro liberal, y agrega: Quedan, pues, los Sres. Villanueva y Calbetón con las espadas en alto, esperando á que el Sr. Canalejas quiera abrir las Cortes.
    • 1934 Anónimo "La solución lógica" [13-11-1934] El Siglo Futuro (Madrid) Esp (HD)
      Comenta "Ahora" la confusión de la situación política, cuya causa es "que el partido radical se ha solidarizado con la gestión del Gabinete Samper, y la C. E. D. A. se solidariza, a su vez, con sus diputados de Asturias, que pregonan la imprevisión y la indefensión en que se encontraron sumergidos los asturianos, sin que el Gabinete Samper hiciera nada por remediarla." A ambos contendientes, que aun siguen con las espadas en alto, les dice con razón el diario frigio: "¿Acaso la gestión del Gabinete Samper era una incógnita cuando se formó el Gobierno actual? [...].
    • 1962 Anónimo "Sevilla y Betis excelente partido" [06-04-1962] ABC (Sevilla) Esp (HD)
      El beneficio de dos goles con que saldrá al campo el Sevilla es, en efecto, considerable, pero la incógnita permanece, y ambos equipos siguen con las espadas en alto. ¿Bastará la ventaja para decidir la pugna? ¿O, por el contrario, logrará el Betis neutralizarla o superarla?
    • 1987 Anónimo "D'Aubuisson muerte monseñor Romero" [24-11-1987] ABC (Madrid) ES (HD)
      El testigo declaró ante el fiscal general de El Salvador y según afirmó sólo cumplió las órdenes que le fueron transmitidas por el capitán Alberto Sanabria, contra el que se ha dictado orden de arresto. Por otra parte, el Gobierno y la oposición salvadoreña, a pesar del tratado Esquipulas, siguen con las espadas en alto, y, aunque las armas parece que se han silenciado, el presidente Duarte, basándose en que los dirigentes opositores Guillermo Ungo y Rubén Zamora no se han acogido a la amnistía absoluta y de pleno derecho, ha afirmado que pueden ser acusados por cualquier ciudadano si no abandonan su alianza con el FMLN.
    • 1999 Seco, M. / Andrés, O. / Ramos, G. DEA Esp (BD)
      espada [...] Estar (o quedar, o seguir, etc) con las ~s en alto. Estar (o quedar, etc.) en situación de lucha por no haberse resuelto una situación de enfrentamiento. * Los ponentes siguen con las espadas en alto.
    • 2003 Sabadell, M. Á. Hombre monos Esp (CORPES)
      Uno de los proyectos clave del telescopio espacial era zanjar de una vez por todas el debate midiendo la distancia de 31 galaxias espirales lejanas. La conclusión final recuerda la sentencia del sabio Salomón: la constante de Hubble vale 74. El universo tiene, por tanto, 13 000 millones de años. Pero la polémica no ha terminado. Las dos escuelas cosmológicas siguen con las espadas en alto. El valor de la constante de Hubble sigue flotando en el limbo entre 74 y 58. Eso sí, la mayoría de los astrónomos creen que el valor real se encuentra más cerca del primero que del segundo.
    • 2008 Montero, A. "¿Descristianización programada?" ABC (Madrid): abc.es Esp (CORPES)
      Diríase, con palabras mayores y notoriamente tremendistas, que el conflicto está servido y las espadas en alto. ¿Qué quedaría, entonces, de las naturales relaciones de colaboración que prescribe nuestra Constitución para el Estado y para la Iglesia? Se está abriendo ahora, ojalá que para bien, un gran debate público sobre la laicidad del Estado en un momento en el que contamos con estudios sólidos y clarificadores del concepto y los valores de una sana laicidad, que pueden abrir puentes hacia una entente razonable entre ambas partes.
    • 2009 Jiménez M., G. "Buen partido Cartago" Nación (San José): nacion.com CR (CORPES)
      Los brumosos resistieron hasta donde pudieron, pero en una acción de bola muerta, Víctor Cordero se zafó de la débil marca de Sergio Martínez y aprovechó el instante de libertad para empatar. Solo un par de minutos antes, Albán Gómez dilapidó un sencillo remate ante la portería de Navas, que se hubiera convertido en el dos a cero. ¡Qué historia más diferente hubiéramos presenciado con un poco más de brújula de Gómez! Luego de su anotación, Saprissa mantuvo las espadas en alto, aunque el empate de visita podía considerarse un premio aceptable por su calidad de forastero, Sin embargo, el cerrojo blanquiazul ya no toleró ninguna grieta más.
desguarnecer la espada
    Acepción lexicográfica
  1. loc. verb. Esgrim. "Quitar o hacer perder a alguien la pieza que sirve de defensa a la mano, que comúnmente se llama guarnición" (RAE, DLE 23.ª ed.-2014).
    docs. (1817-2014) 4 ejemplos:
    • 1817 RAE DRAE 5.ª ed. (NTLLE)
      ESPADA [...] DESGUARNECER LA ESPADA. f. Quitarle ó hacerle perder la pieza que sirve de defensa á la mano, que comunmente se llama guarnicion. Úsase tambien como recíproco.
    • 1825 Núñez Taboada, M. DiccLengCastellana (NTLLE)
      ESPADA [...] DESGUARNECER LA ESPADA, Quitarle ó hacerle perder la guarnicion.
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      espada [...] desguarnecer la ~ [...] loc. verb. Esgr. Quitar o hacer perder a alguien la pieza que sirve de defensa a la mano, que comúnmente se llama guarnición.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] desguarnecer la espada [...] loc. verb. Esgr. Quitar o hacer perder a alguien la pieza que sirve de defensa a la mano, que comúnmente se llama guarnición.
entrar con espada en mano
  1. loc. verb. Manifestarse [una enfermedad] o empezar [alguien o algo] con violencia, intensidad o determinación.
    docs. (1611-2014) 16 ejemplos:
    • 1606-1611 Méndez Nieto, J. Discursos medicinales [1989] Esp (CDH )

      Y fue tal la primera que, estando en el fuerte y castillo que guardava, le dio, que lo truxeron a esta çyudad medio muerto y sin sentido, de tal manera que luego por la primera çeçión se dexó ver y entender la gravedad de la enfermedad; que, según que Hipócrates nos enseña, los males mui agudos, peligrosos y mortales, luego entran con la espada en la mano, como hizo éste .

    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] entrar espada en mano. loc. verb. Empezar con violencia y rigor algo.
    • 1606-1611 Méndez Nieto, J. Discursos medicinales [1989] Esp (CDH )

      Y fue tal la primera que, estando en el fuerte y castillo que guardava, le dio, que lo truxeron a esta çyudad medio muerto y sin sentido, de tal manera que luego por la primera çeçión se dexó ver y entender la gravedad de la enfermedad; que, según que Hipócrates nos enseña, los males mui agudos, peligrosos y mortales, luego entran con la espada en la mano, como hizo éste .

    • 1732 Isla, J. F. Cartas de J. Encina [1850] Esp (CDH )

      Pues venga acá, señor latino, el síncope, la apoplegía, la epilepsia, ¿no son enfermedades? No son muy frecuentes? No son agudas, no solo saepè, sino semper? No están complicadas con otros mil accidentes fatalísimos? No entran siempre con espada en mano, sin dar cuartel casi nunca á ninguna vida que acometen?

    • 1732 RAE DiccAutoridades (NTLLE)
      ESPADA [...] Entrar con espáda en mano. Phrase metaphórica que se dice del que entra en alguna dependéncia ó empléo, usando de medios ásperos y rigurosos: y tambien se aplica y dice de la enfermedad que acomete tan fuertemente, que en breve tiempo pone en contingencia la vida del paciente.
    • 1755 Isla, J. F. Cartas familiares, tomo I [1785] p. 214 Esp (BD)
      El clima sí que pudiera desconocerme; pero como me ha tratado tanto, siempre me ha recibido con cariño, y le he debido mas confianza que á los que me tratan ménos: hoy está generalmente desabrido con todos, porque el frio ha entrado con espada en mano, sin embargo, solo lo hubiera sabido por noticias, á no haber tenido precision de salir á visitar á los tios y á las tias que vinieron en tropa á felicitarme, y á darme la güena venida.
    • 1791 RAE DRAE 3.ª ed. (NTLLE)
      ESPADA [...] ENTRAR CON ESPADA EN MANO. f. met. Empezar con violencia y rigor alguna cosa.
    • 1820 Anónimo "El mensagero" [01-01-1820] p. 18 La Periódico-manía (Madrid) Esp (HD)
      Consideremos que es imposible recobre su salud, á pesar de que le asisten varios facultativos. Formamos este juicio, porque su enfermedad ha entrado con espada en mano lo mismo que las del Espejo, Verdad y Patriotismo, Enemigo de la Esclavitud, &c. &c.
    • 1825 Núñez Taboada, M. DiccLengCastellana (NTLLE)
      ESPADA [...] ENTRAR CON ESPADA EN MANO, met. Empezar con violencia y rigor alguna cosa.
    • 1839 Anónimo "Señor Ferraz" [17-01-1839] El Eco del Comercio (Madrid) Esp (HD)
      Parece que el señor Ferraz, nuevo director del tesoro, ha entrado con espada en mano tomando acertadas providencias para el arreglo de aquella interesante dependencia, en que tanto hay que reformar. Dícese que ha pedido estados, que ha hecho suspensiones, y que promete mayores novedades no menos importantes.
    • 1892 Pz Galdós, B. Tristana [1892] 24 Esp (CDH )
      Una fiebre reumática que la entró á saco, espada en mano, acabó sus tristes días. Pero la más negra fué que, para pagar médico, botica y entierro, amén de las cuentas de perfumería y comestibles, tuvo D. Lope que dar otro tiento á su esquilmado caudal, sacrificando aquella parte de sus bienes que más amaba, su colección de armas antiguas y modernas, reunida con tantísimo afán y con íntimos goces de rebuscador inteligente.
    • 1898 Ganivet, Á. Pío Cid [1983] Esp (CDH )
      Anoche, cuando volví de casa de usted, hallé una carta de ese joven llamado Benito, que vio usted aquí una noche, en la que me decía que, aunque era domingo, no venía porque en su casa había entrado la viruela espada en mano, hasta el punto de que en pocos días ha muerto la chiquilla de la patrona, y a la criada la han tenido que llevar al hospital.
    • 1905 Anónimo "Enero" [01-02-1905] Heraldo de Alcoy (Alcoy) Esp (HD)
      Se fué este mes, primero del año, que entrando con espada en mano, apenas si nos ha consentido otras ocupaciones que la lúgubre y triste de cumplir la obra de misericordia que reza: —enterrar a los muertos.
    • 1912 Cejador Frauca, J El lenguaje, IX (Silbantes, 2ª parte) p. 628 Esp (BD)
      Espada [...] Entrar espada en mano, metaf. del que entra en un cargo con rigor, ó de la enfermedad recia y corta.
    • 1919 Anónimo "La fórmula económica. El país paga" [17-08-1919] La Voz de Castilla (Burgos) Esp (HD)
      Bien está a nosotros no nos parece mal que a los funcionarios de todos los órdenes se les pague bien, pero nos produce nauseas contemplar cómo nadie, antes de gravar el presupuesto, haya entrado con espada en mano en el examen de esas plantillas ministeriales, para limpiar toda esa jerga de empleados que cobran sin pasar por la oficina; para depurar qué hacen los centros todos aquellos a quienes en la mesa de su despacho no se les encuentra más que liando cigarrillos o leyendo "La Lidia" o "La Coleta".
    • 1606-1611 Méndez Nieto, J. Discursos medicinales [1989] Esp (CDH )

      Y fue tal la primera que, estando en el fuerte y castillo que guardava, le dio, que lo truxeron a esta çyudad medio muerto y sin sentido, de tal manera que luego por la primera çeçión se dexó ver y entender la gravedad de la enfermedad; que, según que Hipócrates nos enseña, los males mui agudos, peligrosos y mortales, luego entran con la espada en la mano, como hizo éste .

    • 1606-1611 Méndez Nieto, J. Discursos medicinales [1989] Esp (CDH )

      El arte emienda algunas vezes a la naturaleza, ibi.

      El mal grave luego entra con la espada en la mano, 3, 31.

      Error del vulgo se reprehende, que quanto más fatigado vee al enfermo más caldosle da y sustançias, aviendo de ser al revés, ibi.

    • 1732 Isla, J. F. Cartas de J. Encina [1850] Esp (CDH )

      Pues venga acá, señor latino, el síncope, la apoplegía, la epilepsia, ¿no son enfermedades? No son muy frecuentes? No son agudas, no solo saepè, sino semper? No están complicadas con otros mil accidentes fatalísimos? No entran siempre con espada en mano, sin dar cuartel casi nunca á ninguna vida que acometen?

    • 1732 RAE DiccAutoridades (NTLLE)
      ESPADA [...] Entrar con espáda en mano. Phrase metaphórica que se dice del que entra en alguna dependéncia ó empléo, usando de medios ásperos y rigurosos: y tambien se aplica y dice de la enfermedad que acomete tan fuertemente, que en breve tiempo pone en contingencia la vida del paciente.
    • 1755 Isla, J. F. Cartas familiares, tomo I [1785] p. 214 Esp (BD)
      El clima sí que pudiera desconocerme; pero como me ha tratado tanto, siempre me ha recibido con cariño, y le he debido mas confianza que á los que me tratan ménos: hoy está generalmente desabrido con todos, porque el frio ha entrado con espada en mano, sin embargo, solo lo hubiera sabido por noticias, á no haber tenido precision de salir á visitar á los tios y á las tias que vinieron en tropa á felicitarme, y á darme la güena venida.
    • 1791 RAE DRAE 3.ª ed. (NTLLE)
      ESPADA [...] ENTRAR CON ESPADA EN MANO. f. met. Empezar con violencia y rigor alguna cosa.
    • 1820 Anónimo "El mensagero" [01-01-1820] p. 18 La Periódico-manía (Madrid) Esp (HD)
      Consideremos que es imposible recobre su salud, á pesar de que le asisten varios facultativos. Formamos este juicio, porque su enfermedad ha entrado con espada en mano lo mismo que las del Espejo, Verdad y Patriotismo, Enemigo de la Esclavitud, &c. &c.
    • 1825 Núñez Taboada, M. DiccLengCastellana (NTLLE)
      ESPADA [...] ENTRAR CON ESPADA EN MANO, met. Empezar con violencia y rigor alguna cosa.
    • 1839 Anónimo "Señor Ferraz" [17-01-1839] El Eco del Comercio (Madrid) Esp (HD)
      Parece que el señor Ferraz, nuevo director del tesoro, ha entrado con espada en mano tomando acertadas providencias para el arreglo de aquella interesante dependencia, en que tanto hay que reformar. Dícese que ha pedido estados, que ha hecho suspensiones, y que promete mayores novedades no menos importantes.
    • 1892 Pz Galdós, B. Tristana [1892] 24 Esp (CDH )
      Una fiebre reumática que la entró á saco, espada en mano, acabó sus tristes días. Pero la más negra fué que, para pagar médico, botica y entierro, amén de las cuentas de perfumería y comestibles, tuvo D. Lope que dar otro tiento á su esquilmado caudal, sacrificando aquella parte de sus bienes que más amaba, su colección de armas antiguas y modernas, reunida con tantísimo afán y con íntimos goces de rebuscador inteligente.
    • 1898 Ganivet, Á. Pío Cid [1983] Esp (CDH )
      Anoche, cuando volví de casa de usted, hallé una carta de ese joven llamado Benito, que vio usted aquí una noche, en la que me decía que, aunque era domingo, no venía porque en su casa había entrado la viruela espada en mano, hasta el punto de que en pocos días ha muerto la chiquilla de la patrona, y a la criada la han tenido que llevar al hospital.
    • 1905 Anónimo "Enero" [01-02-1905] Heraldo de Alcoy (Alcoy) Esp (HD)
      Se fué este mes, primero del año, que entrando con espada en mano, apenas si nos ha consentido otras ocupaciones que la lúgubre y triste de cumplir la obra de misericordia que reza: —enterrar a los muertos.
    • 1912 Cejador Frauca, J El lenguaje, IX (Silbantes, 2ª parte) p. 628 Esp (BD)
      Espada [...] Entrar espada en mano, metaf. del que entra en un cargo con rigor, ó de la enfermedad recia y corta.
    • 1919 Anónimo "La fórmula económica. El país paga" [17-08-1919] La Voz de Castilla (Burgos) Esp (HD)
      Bien está a nosotros no nos parece mal que a los funcionarios de todos los órdenes se les pague bien, pero nos produce nauseas contemplar cómo nadie, antes de gravar el presupuesto, haya entrado con espada en mano en el examen de esas plantillas ministeriales, para limpiar toda esa jerga de empleados que cobran sin pasar por la oficina; para depurar qué hacen los centros todos aquellos a quienes en la mesa de su despacho no se les encuentra más que liando cigarrillos o leyendo "La Lidia" o "La Coleta".
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      espada [...] entrar con ~ en mano. loc. verb. Empezar con violencia y rigor algo.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] entrar espada en mano. loc. verb. Empezar con violencia y rigor algo.
entre la espada y la pared
  1. loc. adv. En situación forzosa y comprometida ante dos alternativas difíciles.
    docs. (1728-2020) 26 ejemplos:
    • 1728 Mahony Weld, D. J. Memorial Conde Mahony Mallorca fol. 25 (BD)
      Escogióse para actuar esta causa al Oídor Don Joseph Laudes, y para Escrivano de ella al mismo cuñado del Reo: aquel que antes le havia aconsejado para su primera deposicion; tomósele inmediatamente esta confession y puesto, como dicen, entre la espada y la pared, apeló (primero para justificarse con los Jueces, y despues para vengarse, de los que le havian constreñido al duro parage, ó de contradecirse, ó de ser duplicadamente falsario) á negar, quantos cargos le hicieron [...].
    • 2020 Alvarado H., J. "Omar González: EEUU cerco Miraflores" El Universal (Caracas): eluniversal.com Ve (CORPES)
      El parlamentario aseguró que el régimen tiene entre la espada y la pared a los pensionados y jubilados. "Si no los agrede con un sueldo miserable lo hace a través de los ataques de sus cuerpos de represión. Aquí no hay respeto por aquellos venezolanos que le dedicaron su vida al país y al trabajo, aquí no se respetan las canas".
    • 1728 Mahony Weld, D. J. Memorial Conde Mahony Mallorca fol. 25 (BD)
      Escogióse para actuar esta causa al Oídor Don Joseph Laudes, y para Escrivano de ella al mismo cuñado del Reo: aquel que antes le havia aconsejado para su primera deposicion; tomósele inmediatamente esta confession y puesto, como dicen, entre la espada y la pared, apeló (primero para justificarse con los Jueces, y despues para vengarse, de los que le havian constreñido al duro parage, ó de contradecirse, ó de ser duplicadamente falsario) á negar, quantos cargos le hicieron [...].
    • 1738 Ventura Prado, A. "Mercurio cristiano" p. 8 Relacion exequias M. A. Lopez Pacheco Esp (BD)
      Acaba de entender el Proverbio, segun lo dictó el Espíritu Divino. Dice, pues, que hacerle burlas á un necio, es lo mismo, que arrojar piedras á el montón de Mercurio. Estamos buenos? Dimos en tierra con todo, porque ha quedado la razón entre la espada y la pared. Si son honras á Mercurio, serán a un necio; y si no son á un necio, no podrán ser á Mercurio.
    • 1753 Miravel Casadevante, J. Trad DiccHistórico Moreri, III Esp (BD)
      DEMETRIO CRISKAUTCOPOJA [...] El gran duque y los que lo acompañaban, estando borrachos y dormidos, hicieron los Moscovitas tocar á rebate á la hora de media noche, en todos los campanarios de la ciudad, y haviendo tomado las armas, passaron á atacar el castillo: mataron de primera instancia las guardias Polacas, y despues de haver forzado las puertas, entraron en la camara de Griska, el qual viendose entre la espada y la pared, que decimos, creyo salvar su vida saltando por una ventana al patio, á favorecerse de algunas guardias de su partido, que aun se mantenian, pero lo cogieron antes [...].
    • 1782-1783 Villarino, B. Reconocimiento río Negro Patagonia [2002] Argentina (CDH )
      Esto me tiene entre la espada y la pared, porque parando para dar algunos días de descanso a las tripulaciones, es consumir víveres y no adelantar: caminar con el trabajo con que se camina, es acabar la gente; de modo que es indecible la falta que me hacen los caballos.
    • 1810 Anónimo "Quartel general francés exército Alemania..." [14-12-1810] El Conciso (Cádiz) Esp (HD)
      [...] los franceses tendrán querellas con los huéspedes: el gobierno se hallará entre la espada y la pared. Bonaparte atribuirá todo a la debilidad del gobierno: echa el anatema, y veremos otra historia como la de la península quando iban al Portugal &c.
    • 1842 Bretón Herreros, M. ¡Estaba de Dios! p. 40 Esp (BD)
      PAULA. ¡A ver si te obligo / á proceder como debes! / ¡A ver si entonces te atreves / á no casarte conmigo! [...] D. ALVARO. No; ya cedo, prenda amada, / Me pones entre la espada... PAULA. ¡Dueño mio! / D. ALVARO. ¡Y la pared!
    • a1870 Bécquer, G. A. Artículos [1923] II, 158 Esp (CDH )

      He aquí un problema que los periódicos ingleses se afanan inútilmente por resolver; pero entre tanto es un hecho que la reforma encuentra cada día mayores obstáculos en su camino y que los que más claro ven en la cuestión no dudas de que el Ministerio se encuentra como vulgarmente se dice entre la espada y la pared, esto es, en la alternativa de retirar el billde la Cámara o retirarse él mismo de la gestión de los negocios públicos.

    • 1898 Pz Galdós, B. Mendizábal [2002] 282 Esp (CDH )
      Ello fue al principiar Febrero, pasadas las tremolinas parlamentarias de fin de Enero, cuando se discutió la ley electoral y derrotaron al Gobierno, y el señor de Mendizábal, entre la espada y la pared, no tuvo más remedio que disolver los Estamentos y convocar nuevas Cortes.
    • 1903 Bobadilla, E. Fuego [2003] Cuba (CDH )
      Alicia era el amor nuevo, la sensación fresca de la carne joven. Rosa estaba unida a él por un recuerdo voluptuoso, por un sentimiento de gratitud, por lazos de simpatía intelectual. ¿Por cuál de las dos optaría? No era resuelto. Su voluntad fluctuaba siempre y sólo cuando la fuerza de las circunstancias le ponía entre la espada y la pared, obraba, aunque nunca quedaba satisfecho de sus actos.
    • 1905 Payró, R. J. Falso Inca [1952] Argentina (CDH )

      ¡Harto lo sabía Mercado y Villacorta! Harto, también, comprendía su impotencia, cuando no había intentado siquiera apoderarse del taumaturgo, por la fuerza o por la astucia, y aunque hubieran vuelto a llegarle del virrey del Perú nuevas y más imperativas órdenes de prenderlo o matarlo...

      Pero, entre la espada y la pared, resolvióse a hacer lo que fuera humanamente posible. Por lo pronto ordenó al teniente Nieva y Castilla que reforzara el presidio del Pantano, y construyera un nuevo fuerte español en Andalgalá, ya famoso por las obras hidráulicas de los indios, así como por sus construcciones, especialmente las militares, y para tal empeño dióle apenas veinte hombres mal armados del valle de Catamarca.

    • 1951 Barea, A. Forja rebelde [1958] Esp (CDH )

      Los compañeros todos me tomaban el pelo porque había pertenecido a la C.E.D.A., y decían que me había vuelto un reaccionario y otras cosas. Y así, un día, pues se llevaban a unos fascistas para darles el paseo y fué uno y dijo: "Tú, Sebastián, tú que siembre andas hablando de matar fascistas, vente con nosotros, ahora tienes la ocasión". Y se puede usted imaginar el resto, estaba entre la espada y la pared, porque era lo uno o lo otro, o yo me cargaba a uno de esos pobres diablos o los compañeros se me echaban encima y a lo mejor me daban el paseo a mí. Desde entonces he seguido yendo y cuando hay algo que hacer, pues me avisan...

    • 1964 Bullrich, S. Burgueses [1998] 13 Argentina (CDH )
      La vejez es tan cruel, tan sin salida que ya su sola idea me da claustrofobia; siento que la vida, como la espada de un buen espadachín, me va obligando a retroceder hasta la vejez, me pone contra esa pared junto a la cual tiemblo de soledad, de frío, y desfallezco: me siento realmente entre la espada y la pared. Pero no, no soy yo, es el abuelo, y la abuela a su lado, tan tonta como siempre, como siempre asintiendo en todo, porque nunca se habría atrevido a pensar en forma distinta. Tal vez ni siquiera a pensar a secas.
    • 1997 Prensa ABC Electrónico, 20/11/1997 [1997] Esp (CDH )

      Ante la posibilidad de que finalmente cristalice la huelga a partir del día 1 de diciembre, Fenadismer ha anunciado que tiene ya concertado un sistema de distribución que garantice el suministro de carburante a los camiones en ruta.

      Esta polémica ha colocado a los ministerios de Industria y Fomento entre «la espada y la pared». El titular de Industria, Josep Piqué, volvió a afirmar ayer que su Ministerio está estudiando la introducción de una enmienda al mencionado artículo 95 que satisfaga las demandas de los gasolineros, «aunque no se modificaría lo que ya está planteado y acordado con el sector de los transportistas».

    • 2002 Ordóñez, E. "Nuevo Judas" [2006] Cuentos caníbales. Antología de nuevos narradores colombianos Co (CORPES)
      Cuando abrí la boca no medí los alcances de mi propuesta. Como autor de la idea se me exigió que liderara el grupo. La Foca, uno de los tipos más respetados en el penal por su ecuanimidad y por saber defender su autonomía, pidió oficiar como subcomandante, en caso de que algo me pasara y fuera necesario suplantarme en la dirección del operativo. Su compañía me infundía confianza, pero sus consideraciones para participar en la acción me embargaron de zozobra. Una vez más yo mismo me había puesto entre la espada y la pared. Imposible no recordar la primera vez, cuando por incauto abrí la puerta que habría de meterme en este maldito presidio...
    • 2013 Tola Pedraglio, R. Flores amarillas Pe (CORPES)
      —¿Y si intentamos hablar con Severo? —dijo Pinasco. —Qué le vamos a decir, no nos va a escuchar. Tú lo conoces tan bien como yo, Gustavo. Solo perderíamos tiempo. Pinasco terminó por asentir, sin convicción. —Tienes razón —dijo, y cerró la puerta de su auto y bajó la ventana—. Estamos entre la espada y la pared... Mañana al mediodía nos hablamos, entonces. —Y nos vemos por la tarde —dijo Ísola—. Hay un vuelo que parte en la noche a Santiago. Todo va a salir bien, ya vas a ver.
    • 2020 Alvarado H., J. "Omar González: EEUU cerco Miraflores" El Universal (Caracas): eluniversal.com Ve (CORPES)
      El parlamentario aseguró que el régimen tiene entre la espada y la pared a los pensionados y jubilados. "Si no los agrede con un sueldo miserable lo hace a través de los ataques de sus cuerpos de represión. Aquí no hay respeto por aquellos venezolanos que le dedicaron su vida al país y al trabajo, aquí no se respetan las canas".
    • 1728 Mahony Weld, D. J. Memorial Conde Mahony Mallorca fol. 25 (BD)
      Escogióse para actuar esta causa al Oídor Don Joseph Laudes, y para Escrivano de ella al mismo cuñado del Reo: aquel que antes le havia aconsejado para su primera deposicion; tomósele inmediatamente esta confession y puesto, como dicen, entre la espada y la pared, apeló (primero para justificarse con los Jueces, y despues para vengarse, de los que le havian constreñido al duro parage, ó de contradecirse, ó de ser duplicadamente falsario) á negar, quantos cargos le hicieron [...].
    • 1738 Ventura Prado, A. "Mercurio cristiano" p. 8 Relacion exequias M. A. Lopez Pacheco Esp (BD)
      Acaba de entender el Proverbio, segun lo dictó el Espíritu Divino. Dice, pues, que hacerle burlas á un necio, es lo mismo, que arrojar piedras á el montón de Mercurio. Estamos buenos? Dimos en tierra con todo, porque ha quedado la razón entre la espada y la pared. Si son honras á Mercurio, serán a un necio; y si no son á un necio, no podrán ser á Mercurio.
    • 1753 Miravel Casadevante, J. Trad DiccHistórico Moreri, III Esp (BD)
      DEMETRIO CRISKAUTCOPOJA [...] El gran duque y los que lo acompañaban, estando borrachos y dormidos, hicieron los Moscovitas tocar á rebate á la hora de media noche, en todos los campanarios de la ciudad, y haviendo tomado las armas, passaron á atacar el castillo: mataron de primera instancia las guardias Polacas, y despues de haver forzado las puertas, entraron en la camara de Griska, el qual viendose entre la espada y la pared, que decimos, creyo salvar su vida saltando por una ventana al patio, á favorecerse de algunas guardias de su partido, que aun se mantenian, pero lo cogieron antes [...].
    • 1782-1783 Villarino, B. Reconocimiento río Negro Patagonia [2002] Argentina (CDH )
      Esto me tiene entre la espada y la pared, porque parando para dar algunos días de descanso a las tripulaciones, es consumir víveres y no adelantar: caminar con el trabajo con que se camina, es acabar la gente; de modo que es indecible la falta que me hacen los caballos.
    • 1810 Anónimo "Quartel general francés exército Alemania..." [14-12-1810] El Conciso (Cádiz) Esp (HD)
      [...] los franceses tendrán querellas con los huéspedes: el gobierno se hallará entre la espada y la pared. Bonaparte atribuirá todo a la debilidad del gobierno: echa el anatema, y veremos otra historia como la de la península quando iban al Portugal &c.
    • 1842 Bretón Herreros, M. ¡Estaba de Dios! p. 40 Esp (BD)
      PAULA. ¡A ver si te obligo / á proceder como debes! / ¡A ver si entonces te atreves / á no casarte conmigo! [...] D. ALVARO. No; ya cedo, prenda amada, / Me pones entre la espada... PAULA. ¡Dueño mio! / D. ALVARO. ¡Y la pared!
    • a1870 Bécquer, G. A. Artículos [1923] II, 158 Esp (CDH )

      He aquí un problema que los periódicos ingleses se afanan inútilmente por resolver; pero entre tanto es un hecho que la reforma encuentra cada día mayores obstáculos en su camino y que los que más claro ven en la cuestión no dudas de que el Ministerio se encuentra como vulgarmente se dice entre la espada y la pared, esto es, en la alternativa de retirar el billde la Cámara o retirarse él mismo de la gestión de los negocios públicos.

    • 1872 Palma, R. Tradiciones peruanas I [2003] Perú (CDH )

      El virrey, que tenía grandes vínculos con ambos querellantes, se vio, como dicen, entre la espada y la pared. Los dos defendían con igual copia de argumentos, lo que llamaban su perfecto derecho. El uno decía que en su escudo, puesto a mantel, había un león linguado y rapante en campo de plata, con cinco grifos de sinople sobre oro y dos castillos almenados sobre azur. El otro contestaba con un águila de sable y coronada en campo de gules, cuatro grifos y tres torres.

    • 1874 Palma, R. Tradiciones peruanas II [2003] Perú (CDH )

      Grano de Oro era un negrito casi enano, regordete y patizambo, gran bebedor e insigne guitarrista. Habiendo en cierta ocasión sorprendido a su coima en flagrante gatuperio, cortó por lo sano, plantando a la hembra y al rival tan limpias puñaladas que no tuvieron tiempo para decir ni Jesús , que es bueno. La justicia lo puso entre la espada y la pared, obligándolo a escoger entre la horca y el empleo de verdugo, vacante a la sazón.

    • 1877 Valera, J. Comendador Mendoza [2003] Esp (CDH )
      Mi tío me puso anoche entre la espada y la pared, y tuve que confesárselo todo. Tuve que disculparme y que disculpar a D. Carlos. A mi tío se le metió en la cabeza que él era el viejo rabadán y que yo era Clori. Además, mi tío es muy sigiloso y no dirá nada a nadie.
    • 1880-1882 Montalvo, J. Catilinarias [1985] Ecuador (CDH )

      Y éstos son los que se proclaman ellos mismos jueces de las buenas letras, y precisores de infortunios literarios.

      "Ya molestan tantos insultos". ¿Y quién le obliga a maese Pedroa leellos, poniéndole entre la espada y la pared? Tras el que parece insulto, el lector contemplativo y de buena fe no descubre sino el crimen acosado, el vicio escarnecido, la moral triunfante, las leyes divinas y humanas puestas en cobro y adoradas por su belleza y santidad. La ironía delicada es para culpables delicados: Alcides se va tras Caco, y alcanzándole, no le da a entender con finos circunloquios que es ladrón; levanta su clava y le fracasa el cráneo.

    • 1884 RAE DRAE 12.ª ed. (NTLLE)
      Espada [...] Entre la espada y la pared. loc. fig. y fam. En trance de tener que decidirse por una cosa ó por otra, sin escapatoria ni medio alguno de eludir el conflicto. Ú. m. con los verbos poner, estar ó hallarse.
    • 1895 Zerolo, E. DiccEnciclLengCastellana (NTLLE)
      ESPADA [...] Entre la espada y la pared. loc. fig. y fam. En trance de tener que decidirse por una cosa ó por otra, sin escapatoria ni medio alguno de eludir el conflicto. Ú. m. con los verbos poner, estar ó hallarse.
    • 1898 Pz Galdós, B. Mendizábal [2002] 282 Esp (CDH )
      Ello fue al principiar Febrero, pasadas las tremolinas parlamentarias de fin de Enero, cuando se discutió la ley electoral y derrotaron al Gobierno, y el señor de Mendizábal, entre la espada y la pared, no tuvo más remedio que disolver los Estamentos y convocar nuevas Cortes.
    • 1903 Bobadilla, E. Fuego [2003] Cuba (CDH )
      Alicia era el amor nuevo, la sensación fresca de la carne joven. Rosa estaba unida a él por un recuerdo voluptuoso, por un sentimiento de gratitud, por lazos de simpatía intelectual. ¿Por cuál de las dos optaría? No era resuelto. Su voluntad fluctuaba siempre y sólo cuando la fuerza de las circunstancias le ponía entre la espada y la pared, obraba, aunque nunca quedaba satisfecho de sus actos.
    • 1905 Payró, R. J. Falso Inca [1952] Argentina (CDH )

      ¡Harto lo sabía Mercado y Villacorta! Harto, también, comprendía su impotencia, cuando no había intentado siquiera apoderarse del taumaturgo, por la fuerza o por la astucia, y aunque hubieran vuelto a llegarle del virrey del Perú nuevas y más imperativas órdenes de prenderlo o matarlo...

      Pero, entre la espada y la pared, resolvióse a hacer lo que fuera humanamente posible. Por lo pronto ordenó al teniente Nieva y Castilla que reforzara el presidio del Pantano, y construyera un nuevo fuerte español en Andalgalá, ya famoso por las obras hidráulicas de los indios, así como por sus construcciones, especialmente las militares, y para tal empeño dióle apenas veinte hombres mal armados del valle de Catamarca.

    • 1906 Pz Galdós, B. Vuelta mundo Numancia [2002] Esp (CDH )
      Dijo el hispano-francés que una vez exaltado Canseco a la Presidencia, se había de ver entre la espada y la pared, entre la realidad del gobierno y los compromisos que había contraído para encender y arrastrar a las muchedumbres.
    • 1926-1928 Guzmán, M. L. Águila y serpiente [1994] México (CDH )
      En aquel momento era un hombre bueno que entre la espada y la pared de los deberes había escogido la pared, pero para quien la pared se aguzaba y afilaba como la propia espada.
    • 1951 Barea, A. Forja rebelde [1958] Esp (CDH )

      Los compañeros todos me tomaban el pelo porque había pertenecido a la C.E.D.A., y decían que me había vuelto un reaccionario y otras cosas. Y así, un día, pues se llevaban a unos fascistas para darles el paseo y fué uno y dijo: "Tú, Sebastián, tú que siembre andas hablando de matar fascistas, vente con nosotros, ahora tienes la ocasión". Y se puede usted imaginar el resto, estaba entre la espada y la pared, porque era lo uno o lo otro, o yo me cargaba a uno de esos pobres diablos o los compañeros se me echaban encima y a lo mejor me daban el paseo a mí. Desde entonces he seguido yendo y cuando hay algo que hacer, pues me avisan...

    • 1964 Bullrich, S. Burgueses [1998] 13 Argentina (CDH )
      La vejez es tan cruel, tan sin salida que ya su sola idea me da claustrofobia; siento que la vida, como la espada de un buen espadachín, me va obligando a retroceder hasta la vejez, me pone contra esa pared junto a la cual tiemblo de soledad, de frío, y desfallezco: me siento realmente entre la espada y la pared. Pero no, no soy yo, es el abuelo, y la abuela a su lado, tan tonta como siempre, como siempre asintiendo en todo, porque nunca se habría atrevido a pensar en forma distinta. Tal vez ni siquiera a pensar a secas.
    • 1997 Prensa ABC Electrónico, 20/11/1997 [1997] Esp (CDH )

      Ante la posibilidad de que finalmente cristalice la huelga a partir del día 1 de diciembre, Fenadismer ha anunciado que tiene ya concertado un sistema de distribución que garantice el suministro de carburante a los camiones en ruta.

      Esta polémica ha colocado a los ministerios de Industria y Fomento entre «la espada y la pared». El titular de Industria, Josep Piqué, volvió a afirmar ayer que su Ministerio está estudiando la introducción de una enmienda al mencionado artículo 95 que satisfaga las demandas de los gasolineros, «aunque no se modificaría lo que ya está planteado y acordado con el sector de los transportistas».

    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      Espada [...] entre la ~ y la pared. loc. adv. coloq. En trance de tener que decidirse por una cosa o por otra, sin escapatoria ni medio alguno de eludir el conflicto. Poner, estar, hallarse entre la espada y la pared.
    • 2002 Ordóñez, E. "Nuevo Judas" [2006] Cuentos caníbales. Antología de nuevos narradores colombianos Co (CORPES)
      Cuando abrí la boca no medí los alcances de mi propuesta. Como autor de la idea se me exigió que liderara el grupo. La Foca, uno de los tipos más respetados en el penal por su ecuanimidad y por saber defender su autonomía, pidió oficiar como subcomandante, en caso de que algo me pasara y fuera necesario suplantarme en la dirección del operativo. Su compañía me infundía confianza, pero sus consideraciones para participar en la acción me embargaron de zozobra. Una vez más yo mismo me había puesto entre la espada y la pared. Imposible no recordar la primera vez, cuando por incauto abrí la puerta que habría de meterme en este maldito presidio...
    • 2013 Tola Pedraglio, R. Flores amarillas Pe (CORPES)
      —¿Y si intentamos hablar con Severo? —dijo Pinasco. —Qué le vamos a decir, no nos va a escuchar. Tú lo conoces tan bien como yo, Gustavo. Solo perderíamos tiempo. Pinasco terminó por asentir, sin convicción. —Tienes razón —dijo, y cerró la puerta de su auto y bajó la ventana—. Estamos entre la espada y la pared... Mañana al mediodía nos hablamos, entonces. —Y nos vemos por la tarde —dijo Ísola—. Hay un vuelo que parte en la noche a Santiago. Todo va a salir bien, ya vas a ver.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      Espada [...] entre la espada y la pared. loc. adv. coloq. En situación muy comprometida ante dos opciones difíciles.
    • 2020 Alvarado H., J. "Omar González: EEUU cerco Miraflores" El Universal (Caracas): eluniversal.com Ve (CORPES)
      El parlamentario aseguró que el régimen tiene entre la espada y la pared a los pensionados y jubilados. "Si no los agrede con un sueldo miserable lo hace a través de los ataques de sus cuerpos de represión. Aquí no hay respeto por aquellos venezolanos que le dedicaron su vida al país y al trabajo, aquí no se respetan las canas".
espada de Damocles (o damocliana)
  1. loc. sust. f. Hecho o situación que supone un peligro o una amenaza persistente de un mal para alguien o para algo.
    docs. (1805-2020) 27 ejemplos:
    • 1805 Zavala Zamora, G. Eumenia [1992] Esp (CDH )

      Dióla prisa Amelo a que contestase a su hermana, diciéndola: «El perdón de las mayores injurias es el más digno triunfo de la virtud; olvida tú, hija mía, sus yerros, persuadida a que el pecador arrepentido sufrió harta pena en la vergüenza misma de su culpa, y aún la sufre mayor en sus mismos remordimientos si no se reconoce, pues ve día y noche sobre su cabeza la espada de Damocles».

    • 2020 Anónimo "Hoteles con conciencia" Co (CORPES)
      Las Maldivas tienen una espada de Damocles sobre su cabeza: El cambio climático amenaza con tapar bajo las aguas las 1.200 islas de este archipiélago del Índico. Para ayudar a revertir este proceso, diversos resorts de lujo dan el ejemplo con medidas de sostenibilidad y cuidado del medio ambiente.
    • 1805 Zavala Zamora, G. Eumenia [1992] Esp (CDH )

      Dióla prisa Amelo a que contestase a su hermana, diciéndola: «El perdón de las mayores injurias es el más digno triunfo de la virtud; olvida tú, hija mía, sus yerros, persuadida a que el pecador arrepentido sufrió harta pena en la vergüenza misma de su culpa, y aún la sufre mayor en sus mismos remordimientos si no se reconoce, pues ve día y noche sobre su cabeza la espada de Damocles».

    • 1840 Bello, A. Leyendas J. J. Mora [1985] 339 Crítica literaria Venezuela (CDH )
      ¿Pues quién me va a juzgar? Un mozalbete, / que en seis años de oscura algarabía, / logró cubrirse el cráneo de un bonete, / símbolo de precoz sabiduría. / Con esta iniciación, y algún librete, / que más le ofusca el seso todavía, / no ha menester más tiempo ni trabajo: / bien puede echar sentencias a destajo / [...] Así la espada de Damocles pende, / y amenaza invisible fama, vida, / familia y bienestar; así se extiende / doquiera la asechanza, apercibida / por incógnita mano, que sorprende / en su sueño al honrado; y de la herida / siente el dolor, y atormentado muere, / sin ver el filo agudo que lo hiere. /
    • 1848 Díaz, N. P. Problemas socialismo [1996] 674 Esp (CDH )

      La redención socialista aspira a resucitar este Edén sobre la tierra; aspira a que se borre de las creencias y de las religiones la expresión valle de lágrimas ; aspira a que desaparezca de la humanidad la doctrina y la ley del sacrificio; aspira a que no haya en el trabajo del hombre el sentimiento del dolor; aspira a que no penda sobre la cerviz de la humanidad, encorvada hacia la tierra, esa tremenda espada de Damocles que se llama incertidumbre.

    • 1861 Alarcón, P. A. De Madrid a Nápoles [1861] Esp (CDH )

      Mi primera visita es a las Torres inclinadas.

      Estas se hallan casi juntas, en medio de la ciudad, en la confluencia de cinco anchurosas calles

      Al encontrarme debajo de ellas, experimento un vértigo y un espanto que no puedo dominar. Paréceme que me amenazan, que se mueven, que se caen sobre mí, que van a aniquilarme. Yo no comprendo como hay quien viva en las casas que se levantan en torno de éstas dos espadas de Damocles.

    • 1862-1875 Blest Gana, A. Martín Rivas [1983] Chile (CDH )
      [...] Agustín Encina no sólo temía la cólera del padre, los llantos y reproches amargos de la madre, el orgulloso desprecio de la hermana, que le amenazaban si descubría su casamiento, sino que en medio de esas espadas de Damocles suspendidas sobre su garganta divisaba el fantasma zumbón e implacable que domina en nuestras sociedades civilizadas, ese juez adusto y terrible que llamamos el qué dirán.
    • 1904 Pz Galdós, B. O'Donnell [1904] 118 Esp (CDH )
      Y aunque mi jefe, el señor Pastor Díaz, parece que algo estima mis servicios en la Obra Pía, no me llega la camisa al cuerpo. La cesantía, nueva espada de Damocles, pende sobre mi pobre cabeza... Ahorros no hay. ¿Cómo quieres que te socorra, si el mejor día no tendré para dar a mi pobre Celia una triste taza de caldo?
    • 1964-1967 Cabrera Infante, G. Tristes Tigres [1967] Cuba (CDH )
      Ya le advertí cuando vi desde el puente de cubierta el domo de nubes negras colgando sobre la ciudad, una espada damocliana de lluvia sobre mi pierna. Ella protestó mucho y dijo que el agente de viajes juró sobre su corazón lleno de afiches que siempre es primavera en Cuba. Primavera mi dolorido dedo gordo del pie. ¡Agentes de viajes!
    • 1973 Castellanos, R. Mujer [1995] México (CDH )
      Es natural que desempeñara ese empleo sin el aplauso de sus jefes y con la espada de Damocles de un despido perpetuamente suspendida sobre su cabeza.
    • 1976 Revilla, B. Guatemala: Terremoto pobres [1976] Gu (CDH )
      Puso encima de ella la espada de Damocles de masas enormes de roca a punto de desprenderse con los movimientos o con las lluvias. Una habilitación adecuada de la vía exigiría volar y rebanar las partes peligrosas.
    • 1988 Pz-Reverte, A. Maestro esgrima [1995] Esp (CDH )
      Funcionarios de ayuntamiento al fin y al cabo, con la espada de Damocles de la cesantía pendiente sobre sus cabezas, ignoraban quién mandaría mañana en el país, y no las tenían todas consigo.
    • 1998 Prensa El País, 09/01/1997 [1998] Esp (CDH )

      Para los partidarios de Lino Oviedo, la intención que alberga Wasmosy y la cúpula militar es diáfana: sostener sobre la cabeza del general, a cuatro meses de las elecciones, la espada de Damocles de una nueva detención.

    • 2003 Toro Jiménez, F. Mitos políticos oligarquía venezolana Ve (CORPES)
      Alrededor de este episodio comenzó a tomar cuerpo y a socializarse la idea de la existencia de un "partido militar" que adquirió las dimensiones y la peligrosidad de una espada de Damocles para la República oligárquica y sus instituciones, que había que enfrentar como enemigo "existencial".
    • 2012 Carroto, P. "Creadores cómplices deriva marketing cultura" Público (Madrid): publico.es Esp (CORPES)
      El proyecto autogestionado Nuevo Teatro Fronterizo del dramaturgo José Sanchis Sinisterra (Valencia, 1940) ha cumplido un año. Instalado en un "barrio caliente" como Lavapiés, en Madrid, entre tiendas de chinos, indios y antiguos comercios, ha superado la espada de Damocles del cierre. "Hemos encontrado un apoyo colectivo que nos va a permitir sobrevivir.
    • 2020 Anónimo "Hoteles con conciencia" Co (CORPES)
      Las Maldivas tienen una espada de Damocles sobre su cabeza: El cambio climático amenaza con tapar bajo las aguas las 1.200 islas de este archipiélago del Índico. Para ayudar a revertir este proceso, diversos resorts de lujo dan el ejemplo con medidas de sostenibilidad y cuidado del medio ambiente.
    • 1805 Zavala Zamora, G. Eumenia [1992] Esp (CDH )

      Dióla prisa Amelo a que contestase a su hermana, diciéndola: «El perdón de las mayores injurias es el más digno triunfo de la virtud; olvida tú, hija mía, sus yerros, persuadida a que el pecador arrepentido sufrió harta pena en la vergüenza misma de su culpa, y aún la sufre mayor en sus mismos remordimientos si no se reconoce, pues ve día y noche sobre su cabeza la espada de Damocles».

    • 1840 Bello, A. Leyendas J. J. Mora [1985] 339 Crítica literaria Venezuela (CDH )
      ¿Pues quién me va a juzgar? Un mozalbete, / que en seis años de oscura algarabía, / logró cubrirse el cráneo de un bonete, / símbolo de precoz sabiduría. / Con esta iniciación, y algún librete, / que más le ofusca el seso todavía, / no ha menester más tiempo ni trabajo: / bien puede echar sentencias a destajo / [...] Así la espada de Damocles pende, / y amenaza invisible fama, vida, / familia y bienestar; así se extiende / doquiera la asechanza, apercibida / por incógnita mano, que sorprende / en su sueño al honrado; y de la herida / siente el dolor, y atormentado muere, / sin ver el filo agudo que lo hiere. /
    • 1848 Díaz, N. P. Problemas socialismo [1996] 674 Esp (CDH )

      La redención socialista aspira a resucitar este Edén sobre la tierra; aspira a que se borre de las creencias y de las religiones la expresión valle de lágrimas ; aspira a que desaparezca de la humanidad la doctrina y la ley del sacrificio; aspira a que no haya en el trabajo del hombre el sentimiento del dolor; aspira a que no penda sobre la cerviz de la humanidad, encorvada hacia la tierra, esa tremenda espada de Damocles que se llama incertidumbre.

    • 1861 Alarcón, P. A. De Madrid a Nápoles [1861] Esp (CDH )

      Mi primera visita es a las Torres inclinadas.

      Estas se hallan casi juntas, en medio de la ciudad, en la confluencia de cinco anchurosas calles

      Al encontrarme debajo de ellas, experimento un vértigo y un espanto que no puedo dominar. Paréceme que me amenazan, que se mueven, que se caen sobre mí, que van a aniquilarme. Yo no comprendo como hay quien viva en las casas que se levantan en torno de éstas dos espadas de Damocles.

    • 1862-1875 Blest Gana, A. Martín Rivas [1983] Chile (CDH )
      [...] Agustín Encina no sólo temía la cólera del padre, los llantos y reproches amargos de la madre, el orgulloso desprecio de la hermana, que le amenazaban si descubría su casamiento, sino que en medio de esas espadas de Damocles suspendidas sobre su garganta divisaba el fantasma zumbón e implacable que domina en nuestras sociedades civilizadas, ese juez adusto y terrible que llamamos el qué dirán.
    • 1904 Pz Galdós, B. O'Donnell [1904] 118 Esp (CDH )
      Y aunque mi jefe, el señor Pastor Díaz, parece que algo estima mis servicios en la Obra Pía, no me llega la camisa al cuerpo. La cesantía, nueva espada de Damocles, pende sobre mi pobre cabeza... Ahorros no hay. ¿Cómo quieres que te socorra, si el mejor día no tendré para dar a mi pobre Celia una triste taza de caldo?
    • 1907 Lillo, B. Sub Sole [2001] Chile (CDH )

      Cuando el oficial hubo salido, entró y se dirigió a la mesa para examinar el libro de novedades. La mancha de tinta que había hecho desaparecer el odioso vocablo tuvo la rara virtud de calmar la excitación que lo poseía.

      Comprendió en el acto que su subordinado debía estar en ese momento en la cárcel, repitiendo la misma operación en el maldito papel que en mala hora había firmado. Y como la cuestión era gravísima y exigía una solución inmediata, se propuso comprobar personalmente si el borrón salvador había apartado de su cabeza aquella espada de Damocles que la amenazaba.

    • 1925 Comenge, José Luis El mayor monstruo, los celos Sexualidad, 1 de febrero de 1925 Esp (CDH )

      Los celos, que no son más que el despecho sexual, no pueden tener importancia más que en los países donde el desquite es difícil. En los sitios donde es fácil, la gente sabe muy bien, que a veces —muchas veces—, el roce de dos manos, o de dos miradas, tiene mas importancia que el contacto generativo.

      Mientras no nos percatemos de ésto, los maridos, temblarán, viendo sobre su cabeza la espada de Damocles. Pero, en tanto, éspreciso perseguir los celos.

    • 1925 RAE DRAE 15.ª ed. (NTLLE)
      ESPADA [...] de Damocles. fig. Amenaza persistente de un peligro.
    • 1928 Medina, J. T. Chilenismos Ch (BD)
      ESPADA [...] Tener uno pendiente la espada de Dámocles. fr. fig.: "peligro grande e inminente que amenaza a uno, a semejanza de la espada que Dionisio, tirano de Siracusa, hizo colgar, pendiente de una cerda de caballo, sobre la cabeza del adulador Dámocles, en un banquete".
    • a1936 Nogales Méndez, R. Memorias [1991] I, 213 Ve (CDH )
      Mis amigos de Caracas, tan pronto supieron el proyecto de mi viaje a San Cristóbal, pusieron el grito en el cielo alarmándose cuando les anuncié que pasaría un largo tiempo entre las salvajes montañas de los estados fronterizos. Sabían que tan pronto abandonara los protectores muros de Caracas, Gómez me echaría sus sabuesos. La espada de Damocles constantemente estaría sobre mi cabeza. Un hombre que no se vendía y que constantemente predicaba honestidad política, era una temible amenaza contra el régimen de Gómez, por lo tanto debía ser eliminado a cualquier precio.
    • 1964-1967 Cabrera Infante, G. Tristes Tigres [1967] Cuba (CDH )
      Ya le advertí cuando vi desde el puente de cubierta el domo de nubes negras colgando sobre la ciudad, una espada damocliana de lluvia sobre mi pierna. Ella protestó mucho y dijo que el agente de viajes juró sobre su corazón lleno de afiches que siempre es primavera en Cuba. Primavera mi dolorido dedo gordo del pie. ¡Agentes de viajes!
    • 1973 Castellanos, R. Mujer [1995] México (CDH )
      Es natural que desempeñara ese empleo sin el aplauso de sus jefes y con la espada de Damocles de un despido perpetuamente suspendida sobre su cabeza.
    • 1976 Revilla, B. Guatemala: Terremoto pobres [1976] Gu (CDH )
      Puso encima de ella la espada de Damocles de masas enormes de roca a punto de desprenderse con los movimientos o con las lluvias. Una habilitación adecuada de la vía exigiría volar y rebanar las partes peligrosas.
    • 1981 Bryce Echenique, A. Martín Romaña [1995] 84 Perú (CDH )

      Me importó la verdadera causa de su reflexión: un joven economista brasileño, al que no amaba pero era la seguridad y madurez por excelencia, y yo, Martín Romaña, un joven escritor inédito al que amaba con toda su alma pero que no cesaba de cometer locuras. Nunca intenté explicarle a Inés que precisamente por ellas me amaba, que cambiar era perderla, y tuve que seguir siendo una verdadera calamidad hasta que se hartó y se fue. Es complicado el asunto, pero es hermoso eso de vivir siempre en su ley hasta que le cae a uno encima, enorme, la espada de Damocles.

    • 1981 Veloz Maggiolo, M. Sombra Castañeda [2005] 108 República Dominicana (CDH )
      De modo que luego de escuchar las peroratas del juez penitente y del fiscal asistente, todo el mundo quedó en vilo, a la espera de la espada damocliana que habría de moverse por unos momentos sobre el cráneo pelado de los acusados verdaderos y de los acusados falsos.
    • 1985 Alatriste, S. Por vivir [1985] México (CDH )
      El resultado fue un matrimonio insípido, y sobre el que siempre pesó, como espada de Damocles, las ganas que tuve de cogerme a otras viejas.
    • 1985 Rossi, A. C. María noche [1985] Costa Rica (CDH )

      Se voltea un poco y con fascinación sigo la línea armoniosa de sus hombros despejados, de sus brazos. El cuello largo, expuesto, ceñido por un «choker»de filigrana hindú que subraya el perfecto equilibrio de esternón y huesos claviculares.

      Y sin embargo, al llegar a la puerta es obvio que sobre mi cabeza se balancea la espada de Damocles. Tengo el estómago revuelto, sudo frío y me invade una desagradable sensación de irrealidad, porque bajo el collar de filigrana hindú la mujer lleva trazas evidentes de sangre, además le ha apretado el brazo en un gesto afectuoso, Lord Laghlin le susurra algo al oído y al volverse de perfil no me queda ya la menor duda: es Mariestela.

    • 1986 Lara, L. F. DiccBásicoEspañolMéxico Mx (NTLLE)
      espada [...] Espada de Damocles Amenaza o peligro que alguien sufre de manera constante.
    • 1988 Pz-Reverte, A. Maestro esgrima [1995] Esp (CDH )
      Funcionarios de ayuntamiento al fin y al cabo, con la espada de Damocles de la cesantía pendiente sobre sus cabezas, ignoraban quién mandaría mañana en el país, y no las tenían todas consigo.
    • 1990 Fajardo, J. M. Epopeya locos [1990] Esp (CDH )
      Su condición de extranjero era una espada de Damocles que pendía continuamente sobre su cabeza. Sus amigos políticos estaban siendo derrotados por los leales a Robespierre. Brissot estaba encarcelado. Carrese había desaparecido. Hevia se había quedado en París, con Fanny Merrick, y Lanz había hecho otro tanto con su amante.
    • 1998 Prensa El País, 09/01/1997 [1998] Esp (CDH )

      Para los partidarios de Lino Oviedo, la intención que alberga Wasmosy y la cúpula militar es diáfana: sostener sobre la cabeza del general, a cuatro meses de las elecciones, la espada de Damocles de una nueva detención.

    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      espada [...] ~ de Damocles. f. Amenaza persistente de un peligro.
    • 2003 Toro Jiménez, F. Mitos políticos oligarquía venezolana Ve (CORPES)
      Alrededor de este episodio comenzó a tomar cuerpo y a socializarse la idea de la existencia de un "partido militar" que adquirió las dimensiones y la peligrosidad de una espada de Damocles para la República oligárquica y sus instituciones, que había que enfrentar como enemigo "existencial".
    • 2012 Carroto, P. "Creadores cómplices deriva marketing cultura" Público (Madrid): publico.es Esp (CORPES)
      El proyecto autogestionado Nuevo Teatro Fronterizo del dramaturgo José Sanchis Sinisterra (Valencia, 1940) ha cumplido un año. Instalado en un "barrio caliente" como Lavapiés, en Madrid, entre tiendas de chinos, indios y antiguos comercios, ha superado la espada de Damocles del cierre. "Hemos encontrado un apoyo colectivo que nos va a permitir sobrevivir.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] espada de Damocles. f. Amenaza persistente de un peligro.
    • 2020 Anónimo "Hoteles con conciencia" Co (CORPES)
      Las Maldivas tienen una espada de Damocles sobre su cabeza: El cambio climático amenaza con tapar bajo las aguas las 1.200 islas de este archipiélago del Índico. Para ayudar a revertir este proceso, diversos resorts de lujo dan el ejemplo con medidas de sostenibilidad y cuidado del medio ambiente.
espada de dos filos (o de doble filo)
  1. loc. sust. f. Cosa, hecho o situación que da o puede dar un resultado opuesto al que se pretende, o bien ambos a la vez.
    docs. (1813-2014) 23 ejemplos:
    • 1813 Anónimo Trad Ciencia legislación, C. Filangieri, II p. LV Esp (BD)
      La experiencia de todos los siglos nos ha manifestado con toda evidencia, que la autoridad absoluta, y sin límites que algunos hombres ambiciosos atribuyen á los príncipes, como que es un derecho incontestable que les conviene, y que alguna vez, el pueblo engañado, seducido, ó demasiado ignorante, y casi estúpido aplaude, celebra, y defiende, no es más que una espada de dos filos dispuestos siempre á herir al imbécil que la maneja.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] espada de dos filos [...] arma de doble filo (| algo que da un resultado contrario al que se persigue).
    • 1813 Anónimo Trad Ciencia legislación, C. Filangieri, II p. LV Esp (BD)
      La experiencia de todos los siglos nos ha manifestado con toda evidencia, que la autoridad absoluta, y sin límites que algunos hombres ambiciosos atribuyen á los príncipes, como que es un derecho incontestable que les conviene, y que alguna vez, el pueblo engañado, seducido, ó demasiado ignorante, y casi estúpido aplaude, celebra, y defiende, no es más que una espada de dos filos dispuestos siempre á herir al imbécil que la maneja.
    • 1853 Samper, J. M. Apuntamientos HNueva Granada [1853] Colombia (CDH )

      La opresion es siempre una espada de dos filos: hiere el corazon del pueblo i le hace verter sangre... pero la sangre chispea sobre la frente del opresor, i le deja una marca que la multitud no pierde de vista, porque le señala a su enemigo mortal, hasta que llega con los desenlaces del tiempo la hora del castigo... Entónces, ¡ai de los que tienen en la frente las manchas de la sangre del pueblo!...

    • c1860 Gmz Avellaneda, G. Cacique [1981] Novelas Cuba (CDH )

      El importante documento —espada de dos filos en su mano— fue presentado sin pérdida de tiempo al tribunal y examinado en secreta sesión que el público no conoció hasta ver sus efectos —sirviendo de encabezamiento a la causa criminal incoada contra D. Diego de Torres, sobre el cual recayó en el mismo día mandamiento de prisión.

    • 1879-1890 Campoamor, R. Poética [1902] Esp (CDH )

      Y dejo este asunto, sólo indicado por mí, para que el señor Menéndez Pelayo acabe de decirnos con su profundo saber lo que es humorismo, esa alegría, unas veces enternecedora y otras siniestra; esa espada de dos filos que lo mismo mata á los hombres que á las instituciones; ese gran ridículo que convierte en polichinelas á los héroes mirándolos desde la altura del supremo desprecio de las cosas.

    • 1901 Boronat Barrachina, P. Moriscos españoles [1992] II, 90 Esp (CDH )

      [...] las múltiples cuestiones á que dió lugar el bautismo de los moriscos forzoso unas veces y voluntario otras, se hallan tratadas con maestría hasta el punto de convenir casi siempre con el Ilmo. D. Juan Bautista Pérez; el silogismo es en aquella obra espada de dos filos que hiere, raja, corta y destruye y casi aniquila; la argumentación es tan sólida como brillante, y la intención tan sana, la expresión tan elocuente y el entusiasmo tan sincero que lamentamos no sea más conocida de los que, interpretando falsamente al autor de la Conservación de monarquías , han llenado las páginas de nuestra historia de errores tan absurdos como evidentes.

    • 1925 Asturias, Miguel Ángel Un llamamiento a los obreros de Guatemala París 1924-1933. Periodismo y creación literaria Guatemala (CDH )

      Ya alguien ha dicho que en la saliva de los oradores pulula el microbio que más daño hace a la humanidad.

      Obreros, hay que tener presente que el no hacer con relación a la Universidad Popular, es una espada de dos filos: primero la hiere a ella y después se vuelve contra vosotros.

    • 1973 Edwards, J. Non grata [1973] Chile (CDH )

      Con recitales en la UNEAC, invitaciones a cocteles diplomáticos y suite en el Habana Riviera, el poeta recién casado, cuya esposa era por añadidura un personaje literario importante, parecía hallarse en la cúspide del éxito y de la consagración oficial. Quizás había pensado, al término del recital, que la gran asistencia de público y la presencia de tres diplomáticos extranjeros constituían un escudo sólido. Habría sido claro como el agua para cualquier observador experimentado que todo aquello constituía una espada de doble filo.

    • 1987 Petras, J. Estado y régimen [1987] Estados Unidos de América (CDH )
      Para México y Brasil, la existencia de fuentes alternativas de financiación exterior a mediados de los años setenta, fue una espada de doble filo; proporciona autonomía inmediata pero finalmente condujo a la crisis actual de deudas que ha obligado a estos países a recurrir al FMI en el contexto del poder regulador incrementado del FMI.
    • 1988 Sánchez, H. Héroe familia [1988] Colombia (CDH )
      Porque asegurar, con una mano en la Biblia, que prefería quedarse mudo a formular un falso testimonio, y declarar a continuación sospechosos a todos sus vecinos, cincuenta kilómetros a la redonda, era una espada de doble filo, muy difícil de manejar.
    • 2005 Soriano, C. A. Ángeles caídos ES (CORPES)
      Si pudiera regresar a ese momento sin perder un gramo de mi conciencia actual, no estoy tan seguro de repetir mi hazaña con la misma exactitud. Las repercusiones que, sin saberlo o sin quererlo, nuestras acciones provocan sobre los demás son una espada de doble filo. Los puedes hacer felices en demasía o los envías directo al infierno, muchas veces con el movimiento involuntario de un dedo, con dos o tres palabras en el momento equivocado.
    • 2011 Anónimo "Entrevistas DSK 'espada doble filo'" El Mundo (Madrid): elmundo.es Esp (CORPES)
      La difusión sorpresa de dos entrevistas acordadas con medios de comunicación americanos este pasado lunes por Nafissatou Diallo podría ser "una espada de doble filo" para la acusadora de Dominique Strauss- Kahn, a una semana de la siguiente audiencia en Nueva York, según han comentado varios expertos. Su aparición en la cadena de televisión 'ABC' y en la revista 'Newsweek', tras diez semanas de silencio, podría ayudar a la joven mujer a restaurar su imagen dañada por la fiscalía, que ha emitido dudas sobre su credibilidad, y la prensa popular, que hace una semana, todavía la describía como una "prostituta".
    • 2012 Calatayud, J. M. "Ciberjuez discordia" África no es un país: blogs.elpais.com/africa-no-es-un-pais Esp (CORPES)
      ¿Por qué decidió Willy empezar a usar Twitter y Facebook como Chief Justice? "Para comunicarme con los kenianos, sobre todo con los jóvenes, sobre reformas judiciales y la implementación de la (nueva) Constitución". ¿Y cuáles son sus impresiones tras llevar usándolos casi ocho meses? "Que son una espada de doble filo y tengo que tener esto en mente constantemente y también pensar en la integridad del poder judicial".
    • 1813 Anónimo Trad Ciencia legislación, C. Filangieri, II p. LV Esp (BD)
      La experiencia de todos los siglos nos ha manifestado con toda evidencia, que la autoridad absoluta, y sin límites que algunos hombres ambiciosos atribuyen á los príncipes, como que es un derecho incontestable que les conviene, y que alguna vez, el pueblo engañado, seducido, ó demasiado ignorante, y casi estúpido aplaude, celebra, y defiende, no es más que una espada de dos filos dispuestos siempre á herir al imbécil que la maneja.
    • 1853 Samper, J. M. Apuntamientos HNueva Granada [1853] Colombia (CDH )

      La opresion es siempre una espada de dos filos: hiere el corazon del pueblo i le hace verter sangre... pero la sangre chispea sobre la frente del opresor, i le deja una marca que la multitud no pierde de vista, porque le señala a su enemigo mortal, hasta que llega con los desenlaces del tiempo la hora del castigo... Entónces, ¡ai de los que tienen en la frente las manchas de la sangre del pueblo!...

    • c1860 Gmz Avellaneda, G. Cacique [1981] Novelas Cuba (CDH )

      El importante documento —espada de dos filos en su mano— fue presentado sin pérdida de tiempo al tribunal y examinado en secreta sesión que el público no conoció hasta ver sus efectos —sirviendo de encabezamiento a la causa criminal incoada contra D. Diego de Torres, sobre el cual recayó en el mismo día mandamiento de prisión.

    • 1879-1890 Campoamor, R. Poética [1902] Esp (CDH )

      Y dejo este asunto, sólo indicado por mí, para que el señor Menéndez Pelayo acabe de decirnos con su profundo saber lo que es humorismo, esa alegría, unas veces enternecedora y otras siniestra; esa espada de dos filos que lo mismo mata á los hombres que á las instituciones; ese gran ridículo que convierte en polichinelas á los héroes mirándolos desde la altura del supremo desprecio de las cosas.

    • 1901 Boronat Barrachina, P. Moriscos españoles [1992] II, 90 Esp (CDH )

      [...] las múltiples cuestiones á que dió lugar el bautismo de los moriscos forzoso unas veces y voluntario otras, se hallan tratadas con maestría hasta el punto de convenir casi siempre con el Ilmo. D. Juan Bautista Pérez; el silogismo es en aquella obra espada de dos filos que hiere, raja, corta y destruye y casi aniquila; la argumentación es tan sólida como brillante, y la intención tan sana, la expresión tan elocuente y el entusiasmo tan sincero que lamentamos no sea más conocida de los que, interpretando falsamente al autor de la Conservación de monarquías , han llenado las páginas de nuestra historia de errores tan absurdos como evidentes.

    • 1911 Segovia, L. DiccArgentinismos Ar (BD)
      ESPADA DE DOS FILOS. Fig. Dícese del medio que, empleado para ofender á otro, puede ofender también á quien lo emplea.
    • 1925 Asturias, Miguel Ángel Un llamamiento a los obreros de Guatemala París 1924-1933. Periodismo y creación literaria Guatemala (CDH )

      Ya alguien ha dicho que en la saliva de los oradores pulula el microbio que más daño hace a la humanidad.

      Obreros, hay que tener presente que el no hacer con relación a la Universidad Popular, es una espada de dos filos: primero la hiere a ella y después se vuelve contra vosotros.

    • 1925 RAE DRAE 15.ª ed. (NTLLE)
      ESPADA [...] de dos filos. fig. Dícese de un procedimiento, medio, argumento, etc., que al ser empleado puede dar un resultado contrario al que se persigue o que produce a la vez dos efectos contrarios.
    • 1944-1949 Baroja, P. Última vuelta [1978] Esp (CDH )
      Y si no nos lucíamos, por lo menos nos dedicábamos a entonar aquello de Cuando en las alas del deseo... , A beber, a beber y apurar... o Es el amor espada de doble filo...
    • 1973 Edwards, J. Non grata [1973] Chile (CDH )

      Con recitales en la UNEAC, invitaciones a cocteles diplomáticos y suite en el Habana Riviera, el poeta recién casado, cuya esposa era por añadidura un personaje literario importante, parecía hallarse en la cúspide del éxito y de la consagración oficial. Quizás había pensado, al término del recital, que la gran asistencia de público y la presencia de tres diplomáticos extranjeros constituían un escudo sólido. Habría sido claro como el agua para cualquier observador experimentado que todo aquello constituía una espada de doble filo.

    • 1986 Lara, L. F. DiccBásicoEspañolMéxico Mx (NTLLE)
      espada [...] Ser algo (una) espada de dos filos o espada de doble filo Tener algo la posibilidad de ser provechoso o dañino para quien lo usa, emplea o hace: "Tu argumento es una espada de doble filo", "Esos antibióticos son espadas de dos filos".
    • 1987 Petras, J. Estado y régimen [1987] Estados Unidos de América (CDH )
      Para México y Brasil, la existencia de fuentes alternativas de financiación exterior a mediados de los años setenta, fue una espada de doble filo; proporciona autonomía inmediata pero finalmente condujo a la crisis actual de deudas que ha obligado a estos países a recurrir al FMI en el contexto del poder regulador incrementado del FMI.
    • 1988 Sánchez, H. Héroe familia [1988] Colombia (CDH )
      Porque asegurar, con una mano en la Biblia, que prefería quedarse mudo a formular un falso testimonio, y declarar a continuación sospechosos a todos sus vecinos, cincuenta kilómetros a la redonda, era una espada de doble filo, muy difícil de manejar.
    • 1995 Prensa La Vanguardia, 30/03/1995 [1995] Esp (CDH )
      — Es una espada de doble filo, porque por un lado le dedicas menos tiempo a la interpretación y debes dividir tus energías. Por el otro, creo que el tener hijos ha hecho más intensa esa vida emocional que poseen todos los personajes que he encarnado. Supongo que de no ser madre trabajaría mucho más. Pero los hijos son lo mejor que me ha regalado la vida.
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      espada [...] ~ de dos filos. f. Procedimiento, medio, argumento, etc., que, al ser empleado, puede dar un resultado contrario al que se persigue, o que produce a la vez dos efectos contrarios.
    • 2005 Soriano, C. A. Ángeles caídos ES (CORPES)
      Si pudiera regresar a ese momento sin perder un gramo de mi conciencia actual, no estoy tan seguro de repetir mi hazaña con la misma exactitud. Las repercusiones que, sin saberlo o sin quererlo, nuestras acciones provocan sobre los demás son una espada de doble filo. Los puedes hacer felices en demasía o los envías directo al infierno, muchas veces con el movimiento involuntario de un dedo, con dos o tres palabras en el momento equivocado.
    • 2007 Anónimo "Penélope y Mónica profesoras Eduardo" ABC (Madrid): abc.es Esp (CORPES)
      El cantante de 21 años reveló en una entrevista con Efe que los tres hermanos se hacen críticas mutuas sobre sus respectivas labores, pero él casi nunca tiene mucho que objetar al trabajo de Penélope, uno de los rostros latinos de Hollywood, o de Mónica, bailarina y también actriz, porque ambas están "súper preparadas". "Yo a lo mejor soy un poco el que se lleva el 'marrón' (problema) de ser el pequeño... he tenido como tres madres siempre, cuatro con mi abuela", bromeó. También dijo ser consciente de que su apellido es "una espada de doble filo" porque mucha gente lo juzga por ser el "hermano de", pero afirmó que no es algo que tome en cuenta en su carrera como cantante.
    • 2008 Cuestas Gmz, R. Pluma mágica Pa (CORPES)
      La reputación de su establecimiento era una espada de doble filo: por una parte le aseguraba recibir las obras de los autores mejor cotizados pero por otra parte el volumen de libros por revisar era una carga abrumadora.
    • 2010 Silva G., G. "24, el fin" El Universal (Ciudad de México): eluniversal.com.mx Mx (CORPES)
      Kiefer Sutherland, de 43 años, dijo a la revista EW que ser considerado un icono gracias a Jack Bauer es como una espada de doble filo: "Amas el hecho de que la gente disfrute del show, pero a la vez cuestiona lo que ve".
    • 2011 Anónimo "Entrevistas DSK 'espada doble filo'" El Mundo (Madrid): elmundo.es Esp (CORPES)
      La difusión sorpresa de dos entrevistas acordadas con medios de comunicación americanos este pasado lunes por Nafissatou Diallo podría ser "una espada de doble filo" para la acusadora de Dominique Strauss- Kahn, a una semana de la siguiente audiencia en Nueva York, según han comentado varios expertos. Su aparición en la cadena de televisión 'ABC' y en la revista 'Newsweek', tras diez semanas de silencio, podría ayudar a la joven mujer a restaurar su imagen dañada por la fiscalía, que ha emitido dudas sobre su credibilidad, y la prensa popular, que hace una semana, todavía la describía como una "prostituta".
    • 2012 Calatayud, J. M. "Ciberjuez discordia" África no es un país: blogs.elpais.com/africa-no-es-un-pais Esp (CORPES)
      ¿Por qué decidió Willy empezar a usar Twitter y Facebook como Chief Justice? "Para comunicarme con los kenianos, sobre todo con los jóvenes, sobre reformas judiciales y la implementación de la (nueva) Constitución". ¿Y cuáles son sus impresiones tras llevar usándolos casi ocho meses? "Que son una espada de doble filo y tengo que tener esto en mente constantemente y también pensar en la integridad del poder judicial".
    • 2014 Martín-Gago, J. Á. Nanomundo manos Esp (CORPES)
      Se espera que la gran capacidad de la ciencia para manipular lo más pequeño revolucione aún más nuestra forma de vida, y que sus creaciones se instalen de manera definitiva en todos los ámbitos, desde la medicina hasta el ocio, pasando por campos tan dispares como los nuevos materiales o la construcción de edificios. Esta percepción de la nanotecnología es una espada de doble filo. Por una parte alimenta nuestra imaginación y esperanza en un futuro mejor, pero por otra nos genera incertidumbre y miedo.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] espada de dos filos [...] arma de doble filo (| algo que da un resultado contrario al que se persigue).
espada de Judas (o del diablo, o de suegra, o del rey)
  1. loc. sust. f. ES Ho CR Planta herbácea perenne de hasta 60 centímetros de altura, de hojas lanceoladas, erectas, carnosas, agudas, con líneas transversales, de color verde oscuro y verde claro, con bordes endurecidos rojizos o anaranjados, y flores blancas o verdosas dispuestas en racimo. Nombre científico: Sansevieria hyacinthoides.
    docs. (1942-2010) 7 ejemplos:
    • 1942 Santamaría, F. J. DiccGralAmericanismos (NTLLE)
      ESPADA [...] ESPADA DE JUDAS. (Sansevieria guianensis, JACQ.) En El Salvador, planta liliácea común en setos y enramadas en los jardines; llamada también espada del diablo.
    • 1949 Anónimo "El Salvador source drugs oils" [01-01-1949] p. 3 World Trade in Commodities (Washington D.C.) EU (HD)
      Medicinal Plants of El Salvador [...] Botanical name Sansevieria thyraiflora Thumb. Liliaceae [...] Salvadoran common name Espada del diablo or curanina [...] Chief world habitat Native of Africa [...] Wild or cultivated Cultivated [...] Parts used Leaves [...] Local use Skin infections.
    • 1980 Schz-Monge Parellada, E. Dicc Plantas [1980] Esp (BD)
      Sansevieria hyacinthoides (L.) Druce. Herbácea perenne. 2n=40, 42. India, Ceilán, América del Sur. Se cultiva ocasionalmente por las fibras de sus hojas, utilizadas en cordelería. Las hojas se emplean también para obtener pasta de papel. Sin.= Aloe hyacinthoides (L.), Sansevieria zeylanica Willd. Esp.=sansevieria. EAm.=espada de Judas (Salv.), e. del diablo (Salv.), mapaná (Col.). Ing.=Ceylon bowstring hemp.
    • 1996 Agüero Chaves, A. DiccCostarriqueñismos CR (BD)
      espada. f. de Judas. Bot. Sansevieria guineensis (Jacq.) Willd. Planta textil, oriunda de África, cuyas hojas dan una fibra muy resistente.
    • 2010 ASALE DiccAmericanismos (NTLLE)
      espada [...] ~ de suegra. Ho. lengua de suegra [| hierba suculenta con rizoma rastrero del que salen en grupos de hasta 6 hojas, erectas, con una banda marginal amarilla, flores fragantes, nocturnas, blancas y tubulares; la hoja y el rizoma tienen variadas aplicaciones en la medicina tradicional].
    • 1942 Santamaría, F. J. DiccGralAmericanismos (NTLLE)
      ESPADA [...] ESPADA DE JUDAS. (Sansevieria guianensis, JACQ.) En El Salvador, planta liliácea común en setos y enramadas en los jardines; llamada también espada del diablo.
    • 1949 Anónimo "El Salvador source drugs oils" [01-01-1949] p. 3 World Trade in Commodities (Washington D.C.) EU (HD)
      Medicinal Plants of El Salvador [...] Botanical name Sansevieria thyraiflora Thumb. Liliaceae [...] Salvadoran common name Espada del diablo or curanina [...] Chief world habitat Native of Africa [...] Wild or cultivated Cultivated [...] Parts used Leaves [...] Local use Skin infections.
    • 1980 Schz-Monge Parellada, E. Dicc Plantas [1980] Esp (BD)
      Sansevieria hyacinthoides (L.) Druce. Herbácea perenne. 2n=40, 42. India, Ceilán, América del Sur. Se cultiva ocasionalmente por las fibras de sus hojas, utilizadas en cordelería. Las hojas se emplean también para obtener pasta de papel. Sin.= Aloe hyacinthoides (L.), Sansevieria zeylanica Willd. Esp.=sansevieria. EAm.=espada de Judas (Salv.), e. del diablo (Salv.), mapaná (Col.). Ing.=Ceylon bowstring hemp.
    • 1996 Agüero Chaves, A. DiccCostarriqueñismos CR (BD)
      espada. f. de Judas. Bot. Sansevieria guineensis (Jacq.) Willd. Planta textil, oriunda de África, cuyas hojas dan una fibra muy resistente.
    • 2010 ASALE DiccAmericanismos (NTLLE)
      espada [...] ~ de suegra. Ho. lengua de suegra [| hierba suculenta con rizoma rastrero del que salen en grupos de hasta 6 hojas, erectas, con una banda marginal amarilla, flores fragantes, nocturnas, blancas y tubulares; la hoja y el rizoma tienen variadas aplicaciones en la medicina tradicional].
    • 2010 ASALE DiccAmericanismos (NTLLE)
      espada [...] ~ del diablo. Ho, ES. lengua de suegra [| hierba suculenta con rizoma rastrero del que salen en grupos de hasta 6 hojas, erectas, con una banda marginal amarilla, flores fragantes, nocturnas, blancas y tubulares; la hoja y el rizoma tienen variadas aplicaciones en la medicina tradicional].
    • 2010 ASALE DiccAmericanismos (NTLLE)
      espada [...] ~ del rey. ES. lengua de suegra [| hierba suculenta con rizoma rastrero del que salen en grupos de hasta 6 hojas, erectas, con una banda marginal amarilla, flores fragantes, nocturnas, blancas y tubulares; la hoja y el rizoma tienen variadas aplicaciones en la medicina tradicional].
espada de San Jorge
  1. loc. sust. f. Planta herbácea perenne de hasta 1,2 metros de altura, de hojas lanceoladas, erectas, carnosas, agudas, con líneas transversales y de color verde y amarillo, y flores blancas o verdosas dispuestas en racimo. Nombre científico: Sansevieria trifasciata.
    docs. (1956-2022) 6 ejemplos:
    • 1956 Gracia Ibars, T. G. (Víctor García) "Brasil" [29-07-1956] CNT (Toulouse) Esp (HD)
      Mas nadie escapa en el Brasil a la influencia ritual negroide. Hasta en los Estados del Sur, que Waldo Frank titula arios, está arraigada la superstición del Continente Negro, y no hay nadie que no tenga en su casa la planta de Ogum, una planta de la familia de las amarilídeas llamada comúnmente "Espada de San Jorge". Esta planta protege del mal de ojo, del batuque, del "despacho", y de los sortilegios en general que se hagan contra lo que habitan en aquella casa.
    • 1993 Haensch, G. / Werner, R. (dirs.) NDiccUruguayismos Ur (NTLLE)
      espada: ~ de San Jorge Ø Planta herbácea perenne, rizomatosa. Tiene hojas de hasta algo más de 1 m de largo, erguidas, coriáceas, en forma de espada, y son de color verde, y a veces jaspeadas de oscuro y disciplinadas. Es apreciada como planta ornamental y de interior (Fam. Agavaceae, Sansevieria trifasciata) [E: sanseviera; U: lengua de suegra]
    • 2015 Pisa, E. "Plantas interior soportan novatos" [18-02-2015] El Norte de Castilla (Valladolid) Esp (HD)
      También llamada Espada de San Jorge. Es muy habitual en oficinas y lugares en los que se necesitan plantas decorativas que no requieran cuidados. Para ella valen casi los mismos requisitos que los exptresados para el Alóe Vera. Ni siquiera el polvo que acumulan en sus amplias hojas le molesta en exceso, aunque si no nos preocupamos de quitarlo cada cierto tiempo será una fuente de ácaros poco aconsejable. El truco: si no sabes si regar o no, abstente. Es mejor esperar cuatro días que tener las raices húmedas.
    • 2018 Hernán Castañeda, L. Madre soñaba francés s. n. Pe (BD)
      ¿Tú, con esencialismos? ¿La feminista ideal? Descreo de mis oídos. —Pues créeles a tus ojos —se hizo a un lado para que viera algo detrás de ella. —Lo que tienes ahí —me explicó— es una Espada de San Jorge, una planta bendita. Estaba en su ventana: sus hojas, más que espadas, eran serpientes de fuego verde.
    • 2022 Anónimo "Matas recomendaciones NASA hogar" [07-11-2022] Diario Libre (Santo Domingo) RD (HD)
      Lengua de tigre: también conocida como espada de San Jorge, su nombre científico es Sansevieria trifasciata. Sobrevive incluso en condiciones desfavorables, por lo que es ideal para el interior.
    • 1956 Gracia Ibars, T. G. (Víctor García) "Brasil" [29-07-1956] CNT (Toulouse) Esp (HD)
      Mas nadie escapa en el Brasil a la influencia ritual negroide. Hasta en los Estados del Sur, que Waldo Frank titula arios, está arraigada la superstición del Continente Negro, y no hay nadie que no tenga en su casa la planta de Ogum, una planta de la familia de las amarilídeas llamada comúnmente "Espada de San Jorge". Esta planta protege del mal de ojo, del batuque, del "despacho", y de los sortilegios en general que se hagan contra lo que habitan en aquella casa.
    • 1993 Haensch, G. / Werner, R. (dirs.) NDiccUruguayismos Ur (NTLLE)
      espada: ~ de San Jorge Ø Planta herbácea perenne, rizomatosa. Tiene hojas de hasta algo más de 1 m de largo, erguidas, coriáceas, en forma de espada, y son de color verde, y a veces jaspeadas de oscuro y disciplinadas. Es apreciada como planta ornamental y de interior (Fam. Agavaceae, Sansevieria trifasciata) [E: sanseviera; U: lengua de suegra]
    • 2015 Pisa, E. "Plantas interior soportan novatos" [18-02-2015] El Norte de Castilla (Valladolid) Esp (HD)
      También llamada Espada de San Jorge. Es muy habitual en oficinas y lugares en los que se necesitan plantas decorativas que no requieran cuidados. Para ella valen casi los mismos requisitos que los exptresados para el Alóe Vera. Ni siquiera el polvo que acumulan en sus amplias hojas le molesta en exceso, aunque si no nos preocupamos de quitarlo cada cierto tiempo será una fuente de ácaros poco aconsejable. El truco: si no sabes si regar o no, abstente. Es mejor esperar cuatro días que tener las raices húmedas.
    • 2018 Hernán Castañeda, L. Madre soñaba francés s. n. Pe (BD)
      ¿Tú, con esencialismos? ¿La feminista ideal? Descreo de mis oídos. —Pues créeles a tus ojos —se hizo a un lado para que viera algo detrás de ella. —Lo que tienes ahí —me explicó— es una Espada de San Jorge, una planta bendita. Estaba en su ventana: sus hojas, más que espadas, eran serpientes de fuego verde.
    • 2020 Hernández, W. "5 plantas purificar aire hogar" EL DIARIO DE HOY (San Salvador): elsalvador.com ES (CORPES)
      La Sansevieria tiene otros nombres populares como “espada de San Jorge” o “lengua de suegra”. Queda bien en cualquier rincón del hogar y no requiere mucho cuidado, resiste la atmósfera seca y caliente de las habitaciones. Es muy eficiente para absorber los óxidos de nitrógeno en el aire.
    • 2022 Anónimo "Matas recomendaciones NASA hogar" [07-11-2022] Diario Libre (Santo Domingo) RD (HD)
      Lengua de tigre: también conocida como espada de San Jorge, su nombre científico es Sansevieria trifasciata. Sobrevive incluso en condiciones desfavorables, por lo que es ideal para el interior.
irse detrás de la espada
  1. loc. verb. f. Ejecutar [un torero] la estocada con destreza en el lance final de matar al toro.
    docs. (1903-2019) 9 ejemplos:
    • 1903 Anónimo (N. N.) "Los toros" [14-04-1903] El Imparcial (Madrid) Esp (HD)
      Entro oles y aplausos y adelantando en todos los pases el pie contrario ¡alarde de guapeza! sigue la faena para un gran pinchazo, yéndose el diestro detrás de la «espá». Otro pinchazo después, ya no tan bien amueblado, y por último una estocada de muerte entrándolo con fatigas el chiquillo.
    • 2019 Navarro, P. "Téllez triunfo recién llegado" La Razón (Madrid): larazon.es Esp (CORPES)
      Cuando tomó la muleta al natural se amontonó el toro, costándole más despegarse del muletazo y así el toreo. Quiso el recién alternativado, no se alargó y se fue detrás de la espada con asombrosa rectitud. Una arrucina a fuego en mitad del ruedo y por la espalda fue el despertar de su segunda faena.
    • 1903 Anónimo (N. N.) "Los toros" [14-04-1903] El Imparcial (Madrid) Esp (HD)
      Entro oles y aplausos y adelantando en todos los pases el pie contrario ¡alarde de guapeza! sigue la faena para un gran pinchazo, yéndose el diestro detrás de la «espá». Otro pinchazo después, ya no tan bien amueblado, y por último una estocada de muerte entrándolo con fatigas el chiquillo.
    • 1910 Serrano García-Vao, M. "Corazón torero" [22-04-1910] Alrededor del Mundo (Madrid) Esp (HD)
      No estaba allí Navarro. Y estuvo acertado al no ir, pues los que hacían el corro al célebre Rafael Guerra, pudieron escuchar de éste lo siguiente: —¿Es ese er fenómeno? Pus yo no le he visto irse detrás de la espá. Está visto que no hay uno que dobla la sintura ensima de un pitón. Y tan fásil como es eso cuando los toreros no son medrosos.
    • 1912 Pérez Lugín, A. De Titta Ruffo á Fons p. 129 Esp (BD)
      Pero Machaco no oía á nadie. Metido en la cuna, con esa actitud desafiante exclusivamente suya, que ha perpetuado en un precioso cuadro el maestro Roberto Domingo, abiertos los brazos y adelantado el pecho, le arrojaba no sé qué insultos al valiente toro, parado de asombro ante tanta bravura. Luego el torero lió la muleta, apoyó el puño del estoque en el valeroso pecho y se dejó ir todo él detrás de la espá, que metió "toa en too lo más arto".
    • 1935 Anónimo "Nuevos matadores Pepe Gallardo" [07-03-1935] La Voz (Madrid) Esp (HD)
      Con esto solamente le basta a Gallardo para tener personalidad; pero es que además torea admirablemente de muleta, y a la hora de matar se va detrás de la "espá". Que ya es suficiente en los tiempos que corremos. ¡Ah! Y no le asusta el toro.
    • 1982 Romero, M. "Le volvieron a llamar torero" [24-05-1982] Hoja Oficial del Lunes (Madrid) Esp (HD)
      Me ha gustado Jorge Gutiérrez, primero por no hacerle ascos a una corrida de las duras, y después por el temple y las buenas maneras que desarrolla ante los toros [...] En su primero, y a la hora de entrar a matar, se fue detrás de la espada con agallas y coraje. Cortó una muy merecida oreja.
    • 2001 Cuadrado, M. Á. "Écheme toros Ana Romero" El País (Madrid): elpais.com Esp (CORPES)
      Dibujó un bonito quite por gaoneras y en el último tercio toreó templado, algo frío y elegante en pases de distinta factura. Concluyó la faena a base de unas bernardinas ajustadas y se fue detrás de la espada sin dudas ni quebranto.
    • 2019 Navarro, P. "Descomunal Roca Rey" La Razón (Madrid) Esp (CORPES)
      Un auténtico elegido. Con Madrid en pie, el toro, extraordinario, hecho ya a su imagen y semejanza, nos puso el corazón a bombear, más todavía. Las bernadinas fueron de infarto. Tremendas, ajustadas, desafiantes, una locura. La locura de la ambición. Se fue detrás de la espada, como nos fuimos todos, no podía haber otro fin para lo que había pasado en el ruedo de Madrid.
    • 2019 Navarro, P. "Téllez triunfo recién llegado" La Razón (Madrid): larazon.es Esp (CORPES)
      Cuando tomó la muleta al natural se amontonó el toro, costándole más despegarse del muletazo y así el toreo. Quiso el recién alternativado, no se alargó y se fue detrás de la espada con asombrosa rectitud. Una arrucina a fuego en mitad del ruedo y por la espalda fue el despertar de su segunda faena.
    • 1903 Anónimo (N. N.) "Los toros" [14-04-1903] El Imparcial (Madrid) Esp (HD)
      Entro oles y aplausos y adelantando en todos los pases el pie contrario ¡alarde de guapeza! sigue la faena para un gran pinchazo, yéndose el diestro detrás de la «espá». Otro pinchazo después, ya no tan bien amueblado, y por último una estocada de muerte entrándolo con fatigas el chiquillo.
    • 1910 Serrano García-Vao, M. "Corazón torero" [22-04-1910] Alrededor del Mundo (Madrid) Esp (HD)
      No estaba allí Navarro. Y estuvo acertado al no ir, pues los que hacían el corro al célebre Rafael Guerra, pudieron escuchar de éste lo siguiente: —¿Es ese er fenómeno? Pus yo no le he visto irse detrás de la espá. Está visto que no hay uno que dobla la sintura ensima de un pitón. Y tan fásil como es eso cuando los toreros no son medrosos.
    • 1912 Pérez Lugín, A. De Titta Ruffo á Fons p. 129 Esp (BD)
      Pero Machaco no oía á nadie. Metido en la cuna, con esa actitud desafiante exclusivamente suya, que ha perpetuado en un precioso cuadro el maestro Roberto Domingo, abiertos los brazos y adelantado el pecho, le arrojaba no sé qué insultos al valiente toro, parado de asombro ante tanta bravura. Luego el torero lió la muleta, apoyó el puño del estoque en el valeroso pecho y se dejó ir todo él detrás de la espá, que metió "toa en too lo más arto".
    • 1935 Anónimo "Nuevos matadores Pepe Gallardo" [07-03-1935] La Voz (Madrid) Esp (HD)
      Con esto solamente le basta a Gallardo para tener personalidad; pero es que además torea admirablemente de muleta, y a la hora de matar se va detrás de la "espá". Que ya es suficiente en los tiempos que corremos. ¡Ah! Y no le asusta el toro.
    • 1982 Romero, M. "Le volvieron a llamar torero" [24-05-1982] Hoja Oficial del Lunes (Madrid) Esp (HD)
      Me ha gustado Jorge Gutiérrez, primero por no hacerle ascos a una corrida de las duras, y después por el temple y las buenas maneras que desarrolla ante los toros [...] En su primero, y a la hora de entrar a matar, se fue detrás de la espada con agallas y coraje. Cortó una muy merecida oreja.
    • 1987 Nieto Manjón, L. DiccTérmTaurinos Esp (FG)
      espada [...] irse detrás de la espada o de la "espá". Es frase que se emplea para designar la acción del matador que entra con rectitud en la suerte de matar.
    • 2001 Cuadrado, M. Á. "Écheme toros Ana Romero" El País (Madrid): elpais.com Esp (CORPES)
      Dibujó un bonito quite por gaoneras y en el último tercio toreó templado, algo frío y elegante en pases de distinta factura. Concluyó la faena a base de unas bernardinas ajustadas y se fue detrás de la espada sin dudas ni quebranto.
    • 2019 Navarro, P. "Descomunal Roca Rey" La Razón (Madrid) Esp (CORPES)
      Un auténtico elegido. Con Madrid en pie, el toro, extraordinario, hecho ya a su imagen y semejanza, nos puso el corazón a bombear, más todavía. Las bernadinas fueron de infarto. Tremendas, ajustadas, desafiantes, una locura. La locura de la ambición. Se fue detrás de la espada, como nos fuimos todos, no podía haber otro fin para lo que había pasado en el ruedo de Madrid.
    • 2019 Navarro, P. "Téllez triunfo recién llegado" La Razón (Madrid): larazon.es Esp (CORPES)
      Cuando tomó la muleta al natural se amontonó el toro, costándole más despegarse del muletazo y así el toreo. Quiso el recién alternativado, no se alargó y se fue detrás de la espada con asombrosa rectitud. Una arrucina a fuego en mitad del ruedo y por la espalda fue el despertar de su segunda faena.
la espada de la justicia
    Acepción lexicográfica
  1. loc. sust. f. "La magistratura encargada de la aplicación de la ley penal" (Segovia, DiccArgentinismos-1911).
    docs. (1911) Ejemplo:
    • 1911 Segovia, L. DiccArgentinismos Ar (BD)
      LA ESPADA DE LA JUSTICIA [...] Fig. La magistratura encargada de la aplicación de la ley penal. E.
las espadas en alto
  1. loc. sust. Situación de tensión o desacuerdo entre dos partes susceptible de agravarse o pendiente de resolución.
    docs. (1913-2015) 7 ejemplos:
    • 1913 Anónimo "Romanones y periodistas" [02-06-1913] Las Provincias: Diario de Valencia (Valencia) Esp (HD)
      El señor conde de Romanones recibió á los periodistas en su despacho de la Presidencia. —Ya han visto ustedes —nos dijo— cómo se ha arreglado todo á la luz del día. Hoy en la explicación de la crisis, seré breve, pues no quiero entorpecer el debate político, ya que en la última sesión quedaron las espadas en alto y todos tienen derecho á defenderse.
    • 2015 Anónimo "Champions: Madrid y Atlético empate" Al dia Dallas (Dallas): aldiadallas.com EU (CORPES)
      Los rojiblancos estuvieron a punto de encontrar el premio del gol en un par de jugadas embarulladas dentro del área. Pero Casillas y la defensa conjuraron el peligro y el empate sin goles dejó las espadas en alto para la vuelta del Bernabéu.
    • 1913 Anónimo "Romanones y periodistas" [02-06-1913] Las Provincias: Diario de Valencia (Valencia) Esp (HD)
      El señor conde de Romanones recibió á los periodistas en su despacho de la Presidencia. —Ya han visto ustedes —nos dijo— cómo se ha arreglado todo á la luz del día. Hoy en la explicación de la crisis, seré breve, pues no quiero entorpecer el debate político, ya que en la última sesión quedaron las espadas en alto y todos tienen derecho á defenderse.
    • 1987 Adrio, M. "Nueva suspensión lluvia Wimbledon" [26-06-1987] ABC (Sevilla) Esp (HD)
      Sólo una hora y cinco minutos se había jugado ayer en Wimbledon cuando la lluvia enviaba a casa a los espectadores, a los jugadores al vestuario y a los periodistas a escribir la crónica meteorológica del día. Martina Navratilova se dio mucha prisa y en algo así como media hora se deshizo de la japonesa Inoue por -1 y 6-2. Pero Lendl y Cane, por un lado, y Jarryd y Ostorthun, por el otro, dejaron las espadas en alto. Cane tiene a Lendl contra las cuerdas por 6-5 y 5-5, y Jarryd va delante por 6-3, 7-6 y 3-3.
    • 1994 Pérez, F. "Semana marcadamente bajista" [25-09-1994] Diario de Burgos (Burgos) Esp (HD)
      En síntesis éste fue el desarrollo de las últimas cinco sesiones que como se puede observar no constituyeron historia alguna para estos valores, dejando las espadas en alto para próximas sesiones, aunque mucho tendrá que mejorar la actitud de los inversores y el panorama, para que la reactivación del mercado se produzca, dando por finalizada esta fase correctiva que ya está durando demasiado.
    • 1998 Costa, J. M. "Balón oxígeno Kohl elecciones Baviera" [14-09-1998] ABC (Sevilla) Esp (HD)
      La elecciones regionales de Baviera, consideradas como un test para las federales del 27 de septiembre, dejaron las espadas en alto. La Unión Cristiano Social (CSU) perdió algunas décimas pero volvió a lograr un resultado por encima del 50 por ciento. El SPD también perdió, bajando del 30 por ciento y los Verdes pudieron entrar por décimas en el Parlamento regional. Fuera quedaron tanto los Liberales como los Republicanos. La trascendencia de estas elecciones para el enfrentamiento entre Helmut Kohl y Gerhard Schroeder es difícil de valorar.
    • 2003 Chirbes, R. Viejos amigos Esp (CORPES)
      Claro que, para compensar la presencia de Taboada y Elvira, tengo a Amalia, guapa, guapa aún, aún no exactamente una vieja, ni mucho menos, y reconozco que no me importaría, claro que no me importaría suspender el código durante algunas horas con ella. Dejar las espadas en alto. Quizás por ella sola hubiera merecido la pena inventarse esta historia, montar este operativo: aunque el camino para encontrarse con Amalia en realidad podría haber sido bastante menos sinuoso: podría haberla llamado, haber quedado con ella, haberle dicho: "quiero cenar contigo, para ver cómo estás, para que nos veamos, para volver a verte, ¿estás aún tan guapa?"; aunque, en tal caso, no me hubiera vuelto a encontrar con Guzmán, no hubiera descubierto que el tiempo no cura, sino que agrava.
    • 2005 Soto, A. "Diálogo sordos" [07-10-2005] El Adelantado de Segovia (Segovia) Esp (HD)
      Un diálogo de sordos se ha entablado en Moncloa entre el del buen talante y el de la oposición: Zapatero, que escucha en tanto mete proa y Rajoy, que no cree en su buena intención. Llevan meses citándose como dos toros bravos, las espadas en alto por problemas muy gordos. La santa fe del pueblo ya no da dos ochavos por poner en concordia a estos dos torpes sordos.
    • 2015 Anónimo "Champions: Madrid y Atlético empate" Al dia Dallas (Dallas): aldiadallas.com EU (CORPES)
      Los rojiblancos estuvieron a punto de encontrar el premio del gol en un par de jugadas embarulladas dentro del área. Pero Casillas y la defensa conjuraron el peligro y el empate sin goles dejó las espadas en alto para la vuelta del Bernabéu.
librar la espada
    Acepción lexicográfica
  1. loc. verb. f. Esgrim. "No consentir el atajo del contrario, sino sacar la espada de debajo para tenerla libre" (RAE, DLE 23.ª ed.-2014).
    docs. (1817-2014) 4 ejemplos:
    • 1817 RAE DRAE 5.ª ed. (NTLLE)
      ESPADA [...] LIBRAR LA ESPADA. f. En la esgrima es no consentir el atajo del contrario, sino sacar la espada de debajo para tenerla libre.
    • 1825 Núñez Taboada, M. DiccLengCastellana (NTLLE)
      ESPADA [...] LIBRAR LA ESPADA, En la esgrima es no consentir el atajo del contrario.
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      espada [...] librar la ~. loc. verb. Esgr. No consentir el atajo del contrario, sino sacar la espada de debajo para tenerla libre.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] librar la espada. loc. verb. Esgr. No consentir el atajo del contrario, sino sacar la espada de debajo para tenerla libre.
media espada
    Acepción lexicográfica
  1. loc. sust. m. "Persona que no es muy diestra en la profesión que ejerce" (RAE, DLE 23.ª ed.-2014).
    docs. (1846-2014) 4 ejemplos:
    • 1846 Salvá, V. NDiccLengCast (NTLLE)
      ESPADA [...] MEDIA ESPADA [...] El que es mediano en su profesión.
    • 1852 RAE DRAE 10.ª ed. (NTLLE)
      ESPADA [...] MEDIA ESPADA [...] Por extension se aplica en otras profesiones al que no es muy diestro en la suya.
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      espada [...] media ~. m. Persona que no es muy diestra en la profesión que ejerce.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] media espada. m. Persona que no es muy diestra en la profesión que ejerce.
meter [a alguien] la espada hasta la guarnición (o el puño)
  1. loc. verb. f. Abatir o apretar [a alguien] con razones u ocasionar un daño o un sentimiento intenso.
    docs. (1772-2014) 11 ejemplos:
    • 1772 Isla, J. F. Cartas familiares, IV [1786] p. 163 Esp (BD)
      El Abate Don Xavier Lampillas, Catalán, y ex-Jesuita, acaba de publicar en Italiano una bellísima obra en defensa de la literatura española contra otros dos famosos Italianos, también ex-Jesuitas, que la hacían poquísima merced. Trátalos el Catalán con la mayor atención, respeto y cortesía; pero los mete la espada hasta la guarnición. Convence quanto dice, y la nación debe estarle muy agradecida.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      Espada [...] Meter a alguien la espada hasta la guarnición. loc. verb. Apretarlo, estrecharlo con razones o causarle un vivo sentimiento.
    • 1772 Isla, J. F. Cartas familiares, IV [1786] p. 163 Esp (BD)
      El Abate Don Xavier Lampillas, Catalán, y ex-Jesuita, acaba de publicar en Italiano una bellísima obra en defensa de la literatura española contra otros dos famosos Italianos, también ex-Jesuitas, que la hacían poquísima merced. Trátalos el Catalán con la mayor atención, respeto y cortesía; pero los mete la espada hasta la guarnición. Convence quanto dice, y la nación debe estarle muy agradecida.
    • 1790 Ugena, D. Disertacion disciplina eclesiástica p. 89 Esp (BD)
      El Tridentino dice tropezó con la Parroquia, porque allí debe ser segura la doctrina al que la necesite. Si todos los que la necesitan fueran á buscarla á la Parroquia seguramente no cabrían en ella los dias de fiesta; y es de admirar que no advierta Suarez que con lo mismo que exime á los Christianos de su Parroquia, los está metiendo la espada hasta el puño. Si él ó sus discípulos preguntasen á los penitentes ignorantes por el cumplimiento de esta obligación, les hallaría en un mísero estado contra su propia caridad.
    • 1814 Anónimo "Reformas saludables" [17-06-1814] Atalaya de la Mancha en Madrid (Madrid) Esp (HD)
      Nuestro período es llegado, sin que la Nacion le haya atraido por voluntariedad. (Pero, infeliz, ¿no ves que tú mismo te metes la espada hasta el puño? ¿que te haces reo de toda esa revolución en que á su despecho quieres meter á la Nacion?) Ya lo veis: todas estas reformas nos habían sido anunciadas como un torrente irmpetuoso que á nadie era dado resistir.
    • 1866 Anónimo "Los enamorados. Prólogo" [24-05-1866] El Cascabel: Periódico para Reír (Madrid) Esp (HD)
      Visto esto que acabo de escribir como ejemplo, comprenderá el lector la manera suave de tratar al Gobierno que voy á adoptar miéntras dura la vida y dulzura de este Gobierno y de su ley de imprenta. Paréceme que de ese modo ni calumnio ni injurio á nadie, ni dejo de meter al Gobierno la espada hasta la guarnicion, como decirse suele, ni el Gobierno se incomodará por eso conmigo, porque decirle yo que se vaya á paseo ó donde le pareciere, que está haciéndolo bastante mal y que allá se van él y el paternal Gobierno del resalado Don Ramón, me parece que no es una cosa del otro jueves, ni se acerca siquiera á lo que merece que se le diga.
    • 1875 Anónimo "Cascabeles. La Correspondencia..." [06-06-1875] El Cascabel: Periódico para Reír (Madrid) Esp (HD)
      La Correspondencia suele ser un tremendo periódico de oposición, porque mete la espada hasta el puño con una suavidad pasmosa, y el agredido no lo siente hasta que cae patas arriba.
    • 1912 Pz Mauras, J. "Trad Su alteza amor, X. Montepin" p. 326 Esp (BD)
      —Podría —dijo— detener ahora mismo al barón de Fossaro y a Genoveva Leinen, que efectivamente debe ser Fanny Vernaut; pero me privaría de obtener las pruebas que esos criminales me darán ellos mismos. Fossaro es un hombre listo, y no conservará nada en su casa que pueda comprometerle. Es preciso dejarle que se atraviese él mismo la espada hasta la guarnición... Pronto se presentará la ocasión, porque el Barón no dejará de presentarse en cuanto se entere de que el juez de paz ha ido al hotel del príncipe de Castel-Vivant.
    • 1772 Isla, J. F. Cartas familiares, IV [1786] p. 163 Esp (BD)
      El Abate Don Xavier Lampillas, Catalán, y ex-Jesuita, acaba de publicar en Italiano una bellísima obra en defensa de la literatura española contra otros dos famosos Italianos, también ex-Jesuitas, que la hacían poquísima merced. Trátalos el Catalán con la mayor atención, respeto y cortesía; pero los mete la espada hasta la guarnición. Convence quanto dice, y la nación debe estarle muy agradecida.
    • 1787 Terreros Pando, E. DiccCastVocesCienciasArtes (NTLLE)
      ESPADA [...] En una riña, argumento, &c. se dice que le metió la espada hasta la guarnicion, por lo mismo que le apretó, confundió, V.
    • 1790 Ugena, D. Disertacion disciplina eclesiástica p. 89 Esp (BD)
      El Tridentino dice tropezó con la Parroquia, porque allí debe ser segura la doctrina al que la necesite. Si todos los que la necesitan fueran á buscarla á la Parroquia seguramente no cabrían en ella los dias de fiesta; y es de admirar que no advierta Suarez que con lo mismo que exime á los Christianos de su Parroquia, los está metiendo la espada hasta el puño. Si él ó sus discípulos preguntasen á los penitentes ignorantes por el cumplimiento de esta obligación, les hallaría en un mísero estado contra su propia caridad.
    • 1814 Anónimo "Reformas saludables" [17-06-1814] Atalaya de la Mancha en Madrid (Madrid) Esp (HD)
      Nuestro período es llegado, sin que la Nacion le haya atraido por voluntariedad. (Pero, infeliz, ¿no ves que tú mismo te metes la espada hasta el puño? ¿que te haces reo de toda esa revolución en que á su despecho quieres meter á la Nacion?) Ya lo veis: todas estas reformas nos habían sido anunciadas como un torrente irmpetuoso que á nadie era dado resistir.
    • 1817 RAE DRAE 5.ª ed. (NTLLE)
      ESPADA [...] METER LA ESPADA HASTA LA GUARNICION. f.met. Apretar, estrechar á alguno con razones, ó causarle un vivo sentimiento.
    • 1846 Domínguez, R. J. DiccNacional, I Esp (BD)
      Espada [...] Meter la espada hasta el puño ó hasta la guarnición; tocar ó llegar á lo vivo, hostigar ó apretar sin duelo, echar sobre uno todo el peso de los cargos que pudiéran hacérsele, tratarlo sin compasion etc., segun el caso a que se refiera.
    • 1866 Anónimo "Los enamorados. Prólogo" [24-05-1866] El Cascabel: Periódico para Reír (Madrid) Esp (HD)
      Visto esto que acabo de escribir como ejemplo, comprenderá el lector la manera suave de tratar al Gobierno que voy á adoptar miéntras dura la vida y dulzura de este Gobierno y de su ley de imprenta. Paréceme que de ese modo ni calumnio ni injurio á nadie, ni dejo de meter al Gobierno la espada hasta la guarnicion, como decirse suele, ni el Gobierno se incomodará por eso conmigo, porque decirle yo que se vaya á paseo ó donde le pareciere, que está haciéndolo bastante mal y que allá se van él y el paternal Gobierno del resalado Don Ramón, me parece que no es una cosa del otro jueves, ni se acerca siquiera á lo que merece que se le diga.
    • 1875 Anónimo "Cascabeles. La Correspondencia..." [06-06-1875] El Cascabel: Periódico para Reír (Madrid) Esp (HD)
      La Correspondencia suele ser un tremendo periódico de oposición, porque mete la espada hasta el puño con una suavidad pasmosa, y el agredido no lo siente hasta que cae patas arriba.
    • 1912 Pz Mauras, J. "Trad Su alteza amor, X. Montepin" p. 326 Esp (BD)
      —Podría —dijo— detener ahora mismo al barón de Fossaro y a Genoveva Leinen, que efectivamente debe ser Fanny Vernaut; pero me privaría de obtener las pruebas que esos criminales me darán ellos mismos. Fossaro es un hombre listo, y no conservará nada en su casa que pueda comprometerle. Es preciso dejarle que se atraviese él mismo la espada hasta la guarnición... Pronto se presentará la ocasión, porque el Barón no dejará de presentarse en cuanto se entere de que el juez de paz ha ido al hotel del príncipe de Castel-Vivant.
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      Espada [...] Meter a alguien la ~ hasta la guarnición. loc. verb. Apretarle, estrecharle con razones o causarle un vivo sentimiento.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      Espada [...] Meter a alguien la espada hasta la guarnición. loc. verb. Apretarlo, estrecharlo con razones o causarle un vivo sentimiento.
meter (o pasar, o llevar) a (por la) espada
  1. loc. verb. m. Dar la muerte [a alguien], especialmente tras un asalto militar.
    docs. (1200-2019) 48 ejemplos:
    • c1200 Almerich Fazienda Ultra Mar [1965] Esp (CDH )

      Cayo el muro de Jerico, e entraron fijos de Israel por ella e metieronla a espada, e destruyeron todo lo que y era e quemaronla, fueras ent la casa de Rab. Essa sola fue emparada.

    • 2019 Luna, L. "Círculo Magos y ética magia" As. MeriStation (Madrid): as.com Esp (CORPES)
      La actividad del Círculo es supervisada por los Templarios, el brazo militar de la Capilla encargado de perseguir las prácticas mágicas prohibidas, amén de cazar a los apóstatas, es decir, hechiceros no adscritos al Círculo. Dicha orden militar tiene derecho a ejecutar el derecho de anulación, por orden de la Capilla, el cual consiste en pasar por la espada a un Círculo de Magos cuyos miembros hayan sido corrompidos por la magia prohibida, suceso al cual puede desembocar el cisma del Círculo de Magos de Ferelden en Dragon Age: Origins.
    • c1200 Almerich Fazienda Ultra Mar [1965] Esp (CDH )

      Cayo el muro de Jerico, e entraron fijos de Israel por ella e metieronla a espada, e destruyeron todo lo que y era e quemaronla, fueras ent la casa de Rab. Essa sola fue emparada.

    • c1275 Alfonso X Gral Estoria II [2003] fol. 14v Esp (CDH )
      A cabo de la setena cerca del seteno dia. que mando Josue fazer los grandes clamores & los fizieron con sus bozinas los que las tanien. cayeron luego todos los muros de la cibdat. Et entraron cada unos de los ebreos por el logar o estauan. & prisieron la cibdat Et tomaron quanto en ella fallaron uorones & mugieres grandes & pequennos. & uacas & oueias. & bestias. & todo lo metieron a espada. que ninguna cosa non dexaron y uiua.
    • c1422-1433 Guadalfajara Trad Biblia Alba II [1920-1922] Esp (CDH )
      E yo vos leuare a espada, e todos al degolleo encoruaredes, por quanto llame e non respondistes, fable e non me oyestes, e fezistes lo que pesaua (mal, mal) en mis oios, e en lo que yo non queria eligestes.
    • 1431-1449 Díaz Games, G. Victorial [1994] Esp (CDH )

      E estuvieron firmes e vençieron la batalla, e los flamencos bolvieron a fuyr. El rey çercólos en una cuesta alta, donde se subieron pensando pleytear de allí. El rey demandóles todas las armas, e diérongelas, e después mandólos todos meter a espada. La gente hera sin cuenta; muchos dixeron al rey que ya heran cansados de matar, tantos heran. Pidieron merçed al rey que los perdonase, e el rey perdonólos.

    • 1471-1476 García Salazar, L. Bienandanzas [2000] Esp (CDH )

      E pasó otra vez el Jordán e fue contra Tomicor e fallólo lidiando en tierra de Galgat. E como oyeron Tamicor e su gente la venida de Judá, echaron a foír e dexaron sus tiendas e cargos. E Judá mandóle poner fuego e çercólo en una villa que llamaban Mocal. E tóvolo çercado tres meses e tomó la villa. E fuyó comienço de noche. E quemó Judá la villa e pasó por espada todos los d'ella.

      E tornó a Jherusalem con grande onra e franqueza e grand nonbradía e fizo el su nonbre mucho grande.

    • 1511 Anónimo Romance Silva romances I Esp (CDH )
      Moricos los mis moricos / los que ganays mi soldada / derribedes me a Baeça / essa ciudad torreada / y los viejos y las viejas / los meted todos a espada / y los moços y las moças / traedlos en caualgada / y a la hija de Pero Diaz / para ser mi enamorada / y a su hermana Leonor / de quien sea acompañada /
    • 1552 Casas, B. Brevísima relación [1994] Esp (CDH )

      Tomaban las criaturas de las tetas de las madres por las piernas y daban de cabeza con ellas en las peñas; otros daban con ellas en ríos por las espaldas, riendo y burlando, y, cayendo en el agua, decían: «bullís, cuerpo de tal»; otras criaturas metían a espada con las madres juntamente y todos cuantos delante de sí hallaban.

    • 1569-1573 Hurtado Mendoza, D. Guerra Granada [1948] 27 Esp (CDH )

      Pasava a la saçón el capitán Herrera de Granada para Adra con cuarenta hombres, y vino a hazer la noche en Cádiar; mas Abenjaguar el Zaguer, vista la ocasión tan a su propósito, habló con los vecinos, persuadiéndoles que cada uno matase a su huésped. No fueron perezosos: pasada la media noche no ubo dificultad en matar muchos a pocos, armados a desarmados, prevenidos a seguros y torpes con el sueño, con el cansancio, con el vino: pasaron al capitán y a los soldados por la espada.

    • 1589-1594 Ercilla, A. Araucana III [1993] 946 Esp (CDH )
      Estuve allí hasta tanto que la entrada / por el gran Marañón hizo la gente, / donde Lope de Aguirre en la jornada, / más que Nerón y Herodes inclemente, / pasó tantos amigos por la espada / y a la querida hija juntamente, / no por otra razón y causa alguna / mas de para morir juntos a una. /
    • 1600 Mármol Carvajal, L. Rebelión moriscos [1852] 221 Esp (CDH )
      Creció tanto la ira á Gonzalo de Alcántara viendo un tal hecho, que se metió como un leon entre aquellos descreidos, y acompañado de su buen amigo Cornejo, mató al moro que habia tirado la piedra y otros que le quisieron defender; y alzando el crucifijo del suelo, lo puso en las manos del fraile, jurando por aquella santa insignia que habia de pasar por la espada aquella noche todos cuantos herejes le viniesen por delante.
    • 1817 RAE DRAE 5.ª ed. (NTLLE)
      ESPADA [...] LLEVAR POR LA ESPADA. f. ant. Lo mismo que PASAR Á CUCHILLO [| dar muerte. Se usa ordinariamente de esta frase cuando se habla de una plaza tomada por asalto].
    • 1825 Núñez Taboada, M. DiccLengCastellana (NTLLE)
      ESPADA [...] LLEVAR POR LA ESPADA, ant. V. PASAR Á CUCHILLO [| dar la muerte, hablando de una plaza tomada por asalto].
    • 1846 Salvá, V. NDiccLengCast (NTLLE)
      ESPADA [...] PASAR POR LA ESPADA. fr. ant. PASAR Á CUCHILLO [| dar la muerte. Se usa ordinariamente de esta frase cuando se habla de una plaza tomada por asalto].
    • 1884 Piferrer, P. España: Catalunya [2003] Esp (CDH )
      Entonces tomó, sino principio, cuando menos su mayor incremento esta segunda ciudad, aumentada después, ya por el desarrollo de la industria y del comercio, ya por los horrores de la pasada guerra civil que llevó a Barcelona a los vecinos de muchos pueblos pasados por la espada o por la tea de uno u otro combatientes.
    • 1929 García Villada, Z. HEclesiástica España I [1929] Esp (CDH )
      "Entonces dijo Agricolano: Los hechos de Marcelo son tales, que tienen que ser castigados para salvar la disciplina; y pronunció la siguiente sentencia: Marcelo, que era Centurión ordinario, y que, arrojando públicamente las insignias militares, las ha deshonrado, y además ha proferido otras frases llenas de furor, como consta por las actas del Presidente, sea pasado por la espada. / "Al ser llevado al suplicio, dijo Marcelo a Agricolano: / "— Dios te lo pague. / "Y dicho esto, truncada la cabeza, obtuvo la palma del martirio que deseaba; reinando Nuestro Señor Jesucristo, que cogió a su mártir en paz.
    • 1993 Ferré, R. Batalla vírgenes [1993] Puerto Rico (CDH )
      Un día se había separado del grupo y se había empeñado en irse caminando por su cuenta hasta el Monte Cérnica, donde había una capilla dedicada a los mártires que habían sido pasados por la espada bajo la ocupación turca.
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      espada [...] llevar por la ~. loc. verb. ant. pasar a cuchillo [| dar la muerte, especialmente en una plaza tomada por asalto].
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] meter, o pasar, a espada. locs. verbs. desus. pasar a cuchillo [| dar la muerte, especialmente en una plaza tomada por asalto].
    • 2019 Luna, L. "Círculo Magos y ética magia" As. MeriStation (Madrid): as.com Esp (CORPES)
      La actividad del Círculo es supervisada por los Templarios, el brazo militar de la Capilla encargado de perseguir las prácticas mágicas prohibidas, amén de cazar a los apóstatas, es decir, hechiceros no adscritos al Círculo. Dicha orden militar tiene derecho a ejecutar el derecho de anulación, por orden de la Capilla, el cual consiste en pasar por la espada a un Círculo de Magos cuyos miembros hayan sido corrompidos por la magia prohibida, suceso al cual puede desembocar el cisma del Círculo de Magos de Ferelden en Dragon Age: Origins.
    • c1200 Almerich Fazienda Ultra Mar [1965] Esp (CDH )

      Cayo el muro de Jerico, e entraron fijos de Israel por ella e metieronla a espada, e destruyeron todo lo que y era e quemaronla, fueras ent la casa de Rab. Essa sola fue emparada.

    • c1200 Almerich Fazienda Ultra Mar [1965] Esp (CDH )
      Embio Moysen mensageros de Cades al rey de Edom quel dexase pasar por so termino, e non pasaria por campo ni por vinna, mas por la carrera pasarie e non le ferie mal a ninguna cosa. E dixo Edom que non pasarie sinon por espada. Movieronse fijos de Israel con toda su conpanna e vinieron a Hor Ha-har. * E los de Edom vinieron a encuentro de fijos de Israel a la batalla con grant yent.
    • 1240-1250 Anónimo LAlexandre [2007] 336 Esp (CDH )
      Por agua e por tierra los fueron combatiendo, / fueron el miedo todos con la saña perdiendo, / los de Tiro e todos fueronse ençendiendo, / fues redor de la villa la rebuelta faziendo. / Bien sabién los de Tiro que si fuessen vençidos / serién grandes e chicos a espada metidos; / querién morir lidiando más que seer rendidos, / ya ivan conoçiendo que fueron deçebidos. /
    • 1240-1250 Anónimo LAlexandre [2007] 337 Esp (CDH )
      Los thesoros de Tiro fueron bien abarridos, / fueron chicos e grandes a espada metidos, / degollaron las madres, sí fizieron los fijos, / encara los que eran en es día naçidos. /
    • 1240-1250 Anónimo LAlexandre [2007] 305 Esp (CDH )
      Sisene, un ric' omne, porque non dixo nada, / tovieron que de Dario avié preso soldada; / fue luego la sentençia por conçejo judgada, / que por al non passás si non por la espada. /
    • c1250 Anónimo Poema Fernán González [2001] 140 Esp (CDH )
      Desque los españones a Cristo conosçieron, / desque en la su Ley vautysmo resçibieron, / nunca en otra ley tornarse non quisyeron, / mas por guarda d'aquesto muchos males sufryeron. / a Esta Ley de los santos oyeron predicada, / por ella la su sangre ovieron derramada / apóstoles e mártyres, esta santa mesnada, / que fueron por Verdat metydos a espada. /
    • c1250 Anónimo Poema Fernán González [2001] 167 Esp (CDH )
      Fueron d'amas las partes los golpes avyvados, / eran pora lidiar todos escalentados; / fueron de la primera los moros arrancados, / cojiéronse con todo essora los cruzados. / Era la cosa puesta e de Dios otorgada / que seryén los d'España metidos a espada: / a los dueños primeros les serýa a tornada; / tornaron en el canpo ellos otra vegada. /
    • c1270 Alfonso X Estoria Espanna [2002] Esp (CDH )

      E tollio a este nichomedes el regno. E entro luego muy yrado por tierra de capadocia. & echo ende a Ariobarço que era Rey della. & metio toda la tierra a espada & a fuego. & assi fiziera a bitinia.

    • c1270 Alfonso X Estoria Espanna [2002] Esp (CDH )
      Mas luego que lo sopo el buen Rey Bamba; enuio alla corriendo su hueste. & prisieron las naues & a ellos con ellas. E quemaron las Naues. & metieron la mayor parte de los Alaraues a espada. & los otros leuaron catiuos & tornaronse desta guisa por al Rey bamba con prez & con onrra.
    • c1270 Alfonso X Estoria Espanna [2002] Esp (CDH )
      Et por esto cometieron los Godos a los Sarmatas. E uinieron a dessora con muy grandes compannas & muy guisadas & muy apoderada mientre sobre los Romanos. Et destruyeron quanto fallaron robando las tierras & metiendo a espada los que alcançauan. Guisosse otro ssi este Costantino el grand et fue contra ellos. & lidiaron et fue la batalla muy grand.
    • c1275 Alfonso X Gral Estoria II [2003] fol. 14v Esp (CDH )
      A cabo de la setena cerca del seteno dia. que mando Josue fazer los grandes clamores & los fizieron con sus bozinas los que las tanien. cayeron luego todos los muros de la cibdat. Et entraron cada unos de los ebreos por el logar o estauan. & prisieron la cibdat Et tomaron quanto en ella fallaron uorones & mugieres grandes & pequennos. & uacas & oueias. & bestias. & todo lo metieron a espada. que ninguna cosa non dexaron y uiua.
    • c1280 Alfonso X Gral Estoria IV [2002] fol. 112v Esp (CDH )
      [...] & las fuentes & las aguas que eran alli muy amargas tornaronseles dulces pora beuer. & dioles del cielo aquel so dios ceuera donde uisquieron en el desierto quarenta annos. & por todo logar entraron & fueron sin saeta sin arco. sin escudo sin espada. & aquel so dios lidio siempre por ellos & uencio & non fue qui con aquel pueblo pudiesse si non quando se partiron de guardar a aquel so dios. & cada que a aquel dexaron & a otro dios aoraron fueron leuados presos & metidos a espada & echados en denosto ante las otras yentes. & cada que se repentiron porques partien de la su onrra del.
    • a1284 Alfonso X Gral Estoria V [2002] Esp (CDH )

      Et non se pago por que le abriesen las puertas de la çibdat commo que las quebrantase el & entrase por fuerça. njn le plazie tanto de andar por las tierras & que gelo sufriesen los pueblos de alguna gujsa commo de meter los el a espada & poner fuego a todo & destroyr lo por fuerça.

    • 1270-1284 Alfonso X Estoria España II [1995] fol. 133v Esp (CDH )
      Et tantos de engennos / le puso a derredor. & Castiellos de / madera. & tan de rezio la mando / combater; que se ouo a dar por fuerça. / Et fallaron en la Villa muy / grandes aueres. & prisieron todos / los mas de los moros que en la / Villa morauan. Et mando el / Rey meter muchos dellos a espada. / Los otros mando catiuar / pora labrar. & refazer las eglesias / que los moros desbarataran. /
    • 1293 Anónimo Conquista Ultramar (BNM 1187) [1995] fol. 278v Esp (CDH )
      Et / ellos conseiaron le que mas ualie / que dexasse aquel pueblo en / auentura que non de fincar con / ell. & muriesse el. & sos caualleros. / & aquella yente. ca bien podie / entender que segund dizie el / labrador que non escaparie uno / de quantos con el eran alli. en / aquella uega. & mas ualie que / los arminos muriessen que / non el. ca si el muriesse en Costantinopla / nin en toda la tierra. / non fincarie ende uno que todos / non passassen por el Espada. /
    • 1293 Anónimo Conquista Ultramar (BNM 1187) [1995] fol. 134v Esp (CDH )
      E pues que el Rey touo so / yente bien guisada & esto / fue en el quinto anno del so / Regnado salio enel mes / de Ochubre. & passo en diez / dias los desiertos que son en / medio. E llego a la cipdat / de Beluays & çerco la & fizo / la conbater de todas partes / & al tercero dia tomola & esto / fue despues del dia de todos / sanctos. Los que conbatien / entraron en la cipdat & / metieron a espada quantos / fallaron vieios & mançebos. / Pero algunos tomaron / catiuos. E entre aquellos / fue preso Meffaçan fijo / de Senar & un sobrino suyo. /
    • a1300 Anónimo Caballero Cisne [1979] Esp (CDH )

      Mas el poder de los saxones era muy grande, e venían mucho esforçados; e Mirabel, el conde que los acaudillava, les començó a dezir que los feriessen muy de rezio, e que cavallero ni escudero de quantos pudiessen alcançar e tomar, que no escapasse ninguno, que todos no fuessen metidos a espada.

    • c1300-1344 Anónimo Crón Moro Rasis [1975] 188 Esp (CDH )
      E bien por alli por do ellos vinieron, por y fueron los de Rroma aquellas tierras en que ellos morauan, * e destruyeronlos, en guisa que non finco omne nin muger ninguna que todos non fuesen metidos a espada. /
    • c1422-1433 Guadalfajara Trad Biblia Alba II [1920-1922] Esp (CDH )
      E yo vos leuare a espada, e todos al degolleo encoruaredes, por quanto llame e non respondistes, fable e non me oyestes, e fezistes lo que pesaua (mal, mal) en mis oios, e en lo que yo non queria eligestes.
    • 1431-1449 Díaz Games, G. Victorial [1994] Esp (CDH )

      E estuvieron firmes e vençieron la batalla, e los flamencos bolvieron a fuyr. El rey çercólos en una cuesta alta, donde se subieron pensando pleytear de allí. El rey demandóles todas las armas, e diérongelas, e después mandólos todos meter a espada. La gente hera sin cuenta; muchos dixeron al rey que ya heran cansados de matar, tantos heran. Pidieron merçed al rey que los perdonase, e el rey perdonólos.

    • 1471-1476 García Salazar, L. Bienandanzas [2000] Esp (CDH )

      E pasó otra vez el Jordán e fue contra Tomicor e fallólo lidiando en tierra de Galgat. E como oyeron Tamicor e su gente la venida de Judá, echaron a foír e dexaron sus tiendas e cargos. E Judá mandóle poner fuego e çercólo en una villa que llamaban Mocal. E tóvolo çercado tres meses e tomó la villa. E fuyó comienço de noche. E quemó Judá la villa e pasó por espada todos los d'ella.

      E tornó a Jherusalem con grande onra e franqueza e grand nonbradía e fizo el su nonbre mucho grande.

    • 1467-1482 Mendoza, Í. Coplas Vita Christi [1968] Esp (CDH )
      La cruel sentencia dada / por el tirano malvado, / ¡o ira desmesurada!, / fueron metidos a espada / los infantes sin pecado; / las madres ronpen el cielo / con sus messas y alaridos; / los padres riegan el suelo / con lágrimas sin consuelo, / como padres y maridos.
    • c1492 Anónimo Tratado Alborayque [1995] fol. 1v Esp (CDH )
      EN tiempo del rey don Enrrique / iiij. deste nombre fijo del rey don / juan el segundo y hermano dela / reyna doña Ysabel que aya santa / gloria vuo vna destruycion y muerte / en toda españa enlas aljamas delos / judios que fueron metidos a / espada. y delos que quedaron biuos / muchos se conuertieron y fueron / baptizados mas por fuerça o miedo que por grado.
    • 1511 Anónimo Romance Silva romances I Esp (CDH )
      Moricos los mis moricos / los que ganays mi soldada / derribedes me a Baeça / essa ciudad torreada / y los viejos y las viejas / los meted todos a espada / y los moços y las moças / traedlos en caualgada / y a la hija de Pero Diaz / para ser mi enamorada / y a su hermana Leonor / de quien sea acompañada /
    • 1551 Sedeño, J. Summa varones illustres fol. 154v Esp (BD)
      El qual entrando en la dicha villa de Belforado (despues que sin perdonar niños ni viejos ni mugeres hizo passar por la cruel espada toda la gente della) la hizo abrazar y destruyr por los fundamentos / y se boluio despues en sus tierras.
    • 1552 Casas, B. Brevísima relación [1994] Esp (CDH )

      Tomaban las criaturas de las tetas de las madres por las piernas y daban de cabeza con ellas en las peñas; otros daban con ellas en ríos por las espaldas, riendo y burlando, y, cayendo en el agua, decían: «bullís, cuerpo de tal»; otras criaturas metían a espada con las madres juntamente y todos cuantos delante de sí hallaban.

    • 1552 Casas, B. Brevísima relación [1994] Esp (CDH )

      Aquí llegó una vez el gobernador que gobernaba esta isla con sesenta de caballo y más trescientos peones, que los de caballo solos bastaban para asolar a toda la isla y la Tierra Firme; y llegáronse más de trescientos señores a su llamado seguros, de los cuales hizo meter dentro de una casa de paja muy grande los más señores por engaño, y metidos, les mandó poner fuego y los quemaron vivos. A todos los otros alancearon y metieron a espada con infinita gente, y a la señora Anacaona, por hacelle honra, ahorcaron.

    • 1552 Casas, B. Brevísima relación [1994] Esp (CDH )
      En otro pueblo grande, porque les pareció que estaban un poco los vecinos dél más recatados por las infames y horribles obras que habían oído dellos, metieron a espada y lanza chicos y grandes, niños y viejos, súbditos y señores, que no perdonaron a nadie.
    • 1563 Anónimo Romance Cancionero de romances de Lorenzo de Sepúlveda (Sevilla, 1584) Esp (CDH )
      M oricos los mis moricos / los que ganays mi soldada / derribedesme a Baeça / essa ciudad torreada / y los viejos y las viejas / los meted todos a espada / y los moços y las moças / los traed en caualgada / y la hija de Pero Diaz / para ser mi enamorada / y a su hermana Leonor / de quien sea acompañada / yd vos capitan Vanegas / porque venga mas honrada / porque embiandos a vos / no recelo la tornada / que recibireys afrenta / ni cosa desaguisada.
    • 1569-1573 Hurtado Mendoza, D. Guerra Granada [1948] 27 Esp (CDH )

      Pasava a la saçón el capitán Herrera de Granada para Adra con cuarenta hombres, y vino a hazer la noche en Cádiar; mas Abenjaguar el Zaguer, vista la ocasión tan a su propósito, habló con los vecinos, persuadiéndoles que cada uno matase a su huésped. No fueron perezosos: pasada la media noche no ubo dificultad en matar muchos a pocos, armados a desarmados, prevenidos a seguros y torpes con el sueño, con el cansancio, con el vino: pasaron al capitán y a los soldados por la espada.

    • 1579 Zurita, J. Anales Aragón II [1977-1980] Esp (CDH )
      Por el mismo tiempo se fue apoderando el turco de la mayor parte de la Servia, y el que era déspoto della se fue a recoger al reino de Hungría y hacía la guerra tan cruel y fieramente que la mayor parte de la gente de catorce años arriba se llevaba por la espada. Por la parte de Albania fue roto por el Escanderbech un capitán de turcos con gran muchedumbre de gentes que le seguían.
    • 1589-1594 Ercilla, A. Araucana III [1993] 946 Esp (CDH )
      Estuve allí hasta tanto que la entrada / por el gran Marañón hizo la gente, / donde Lope de Aguirre en la jornada, / más que Nerón y Herodes inclemente, / pasó tantos amigos por la espada / y a la querida hija juntamente, / no por otra razón y causa alguna / mas de para morir juntos a una. /
    • 1600 Mármol Carvajal, L. Rebelión moriscos [1852] 221 Esp (CDH )
      Creció tanto la ira á Gonzalo de Alcántara viendo un tal hecho, que se metió como un leon entre aquellos descreidos, y acompañado de su buen amigo Cornejo, mató al moro que habia tirado la piedra y otros que le quisieron defender; y alzando el crucifijo del suelo, lo puso en las manos del fraile, jurando por aquella santa insignia que habia de pasar por la espada aquella noche todos cuantos herejes le viniesen por delante.
    • 1619 Pz Hita, G. Guerras civiles de Granada Romancero general Esp (CDH )
      A los moros les convino / Retirarse de la plaza, / Y volver hacia la sierra / Que allí de Gádor se llama. / Toda su caballería / Los sigue con furia brava: / Muchos moros alancean, / Muchos pasan por la espada; / Mas metidos en la sierra / Ningun caballo pasaba; / Pasaban, sí, los infantes / Sin tener estorbo en nada. /
    • 1817 RAE DRAE 5.ª ed. (NTLLE)
      ESPADA [...] LLEVAR POR LA ESPADA. f. ant. Lo mismo que PASAR Á CUCHILLO [| dar muerte. Se usa ordinariamente de esta frase cuando se habla de una plaza tomada por asalto].
    • 1817 RAE DRAE 5.ª ed. (NTLLE)
      ESPADA [...] METER Ó PASAR Á ESPADA. f. ant. Los mismo que PASAR Á CUCHILLO [| dar muerte. Se usa ordinariamente de esta frase cuando se habla de una plaza tomada por asalto].
    • 1825 Núñez Taboada, M. DiccLengCastellana (NTLLE)
      ESPADA [...] LLEVAR POR LA ESPADA, ant. V. PASAR Á CUCHILLO [| dar la muerte, hablando de una plaza tomada por asalto].
    • 1825 Núñez Taboada, M. DiccLengCastellana (NTLLE)
      ESPADA [...] METER Ó PASAR Á ESPADA, ant V. PASAR Á CUCHILLO [| dar la muerte, hablando de una plaza tomada por asalto].
    • 1846 Salvá, V. NDiccLengCast (NTLLE)
      ESPADA [...] PASAR POR LA ESPADA. fr. ant. PASAR Á CUCHILLO [| dar la muerte. Se usa ordinariamente de esta frase cuando se habla de una plaza tomada por asalto].
    • 1884 Piferrer, P. España: Catalunya [2003] Esp (CDH )
      Entonces tomó, sino principio, cuando menos su mayor incremento esta segunda ciudad, aumentada después, ya por el desarrollo de la industria y del comercio, ya por los horrores de la pasada guerra civil que llevó a Barcelona a los vecinos de muchos pueblos pasados por la espada o por la tea de uno u otro combatientes.
    • 1929 García Villada, Z. HEclesiástica España I [1929] Esp (CDH )
      "Entonces dijo Agricolano: Los hechos de Marcelo son tales, que tienen que ser castigados para salvar la disciplina; y pronunció la siguiente sentencia: Marcelo, que era Centurión ordinario, y que, arrojando públicamente las insignias militares, las ha deshonrado, y además ha proferido otras frases llenas de furor, como consta por las actas del Presidente, sea pasado por la espada. / "Al ser llevado al suplicio, dijo Marcelo a Agricolano: / "— Dios te lo pague. / "Y dicho esto, truncada la cabeza, obtuvo la palma del martirio que deseaba; reinando Nuestro Señor Jesucristo, que cogió a su mártir en paz.
    • 1993 Ferré, R. Batalla vírgenes [1993] Puerto Rico (CDH )
      Un día se había separado del grupo y se había empeñado en irse caminando por su cuenta hasta el Monte Cérnica, donde había una capilla dedicada a los mártires que habían sido pasados por la espada bajo la ocupación turca.
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      espada [...] llevar por la ~. loc. verb. ant. pasar a cuchillo [| dar la muerte, especialmente en una plaza tomada por asalto].
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      espada [...] meter a ~. loc. verb. ant. pasar a cuchillo [| dar la muerte, especialmente en una plaza tomada por asalto].
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      espada [...] pasar a ~. loc. verb. ant. pasar a cuchillo [| dar la muerte, especialmente en una plaza tomada por asalto].
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] llevar por la espada. loc. verb. desus. pasar a cuchillo [| dar la muerte, especialmente en una plaza tomada por asalto].
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] meter, o pasar, a espada. locs. verbs. desus. pasar a cuchillo [| dar la muerte, especialmente en una plaza tomada por asalto].
    • 2019 Luna, L. "Círculo Magos y ética magia" As. MeriStation (Madrid): as.com Esp (CORPES)
      La actividad del Círculo es supervisada por los Templarios, el brazo militar de la Capilla encargado de perseguir las prácticas mágicas prohibidas, amén de cazar a los apóstatas, es decir, hechiceros no adscritos al Círculo. Dicha orden militar tiene derecho a ejecutar el derecho de anulación, por orden de la Capilla, el cual consiste en pasar por la espada a un Círculo de Magos cuyos miembros hayan sido corrompidos por la magia prohibida, suceso al cual puede desembocar el cisma del Círculo de Magos de Ferelden en Dragon Age: Origins.
presentar la espada
    Acepción lexicográfica
  1. loc. verb. Esgrim. "Ponerla recta, oponiéndose al contrario" (RAE, DLE 23.ª ed.-2014).
    docs. (1817-2014) 4 ejemplos:
    • 1817 RAE DRAE 5.ª ed. (NTLLE)
      ESPADA [...] PRESENTAR LA ESPADA. f. Esgr. Ponerla recta oponiéndose al contrario.
    • 1825 Núñez Taboada, M. DiccLengCastellana (NTLLE)
      ESPADA [...] PRESENTAR LA ESPADA, Esgr. Ponerla recta oponiéndose al contrario.
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      espada [...] presentar la ~ [...] loc. verb. Esgr. Ponerla recta, oponiéndose al contrario.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] presentar la espada [...] loc. verb. Esgr. Ponerla recta, oponiéndose al contrario.
  2. Acepción lexicográfica
  3. loc. verb. Ejérc. "Hacer con la espada el saludo militar al rey o a la bandera" (RAE, DLE 23.ª ed.-2014).
    docs. (1925-2014) 2 ejemplos:
    • 1925 RAE DRAE 15.ª ed. (NTLLE)
      espada [...] Presentar la espada. fr. Mil. Hacer con la espada el saludo militar al rey o a la bandera.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] Presentar la espada. Mil. Hacer con la espada el saludo militar al rey o a la bandera.
quedarse [alguien] a espadas
  1. loc. verb. coloq. Perder en un juego todo lo que se tiene.
    docs. (1803-2014) 6 ejemplos:
    • 1803 RAE DRAE 4.ª ed. (NTLLE)
      QUEDAR [...] QUEDARSE Á ESPADAS. f. met. y fam. Llegar uno á no tener nada, ó perder al juego todo lo que tenia.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] quedarse alguien a espadas. loc. verb. coloq. Llegar a no tener nada, o perder al juego todo lo que tenía.
    • 1803 RAE DRAE 4.ª ed. (NTLLE)
      QUEDAR [...] QUEDARSE Á ESPADAS. f. met. y fam. Llegar uno á no tener nada, ó perder al juego todo lo que tenia.
    • 1825 Núñez Taboada, M. DiccLengCastellana (NTLLE)
      ESPADA [...] QUEDARSE Á ESPADAS, met. y fam. Llegar uno á no tener nada, ó perder al juego todo lo que tenia.
    • 1912 Cejador Frauca, J El lenguaje, IX (Silbantes, 2ª parte) p. 631 Esp (BD)
      Espada [...] Quedarse á espadas, no tener nada ó perder todo en el juego; alude al combatirse con lo único que le queda, la espada.
    • 1986 Solar Bardelli, J. J. Trad Malina, I. Bachmann [2003] p. 124 Pe (BD)
      Malina ha regresado a casa, me encuentra aún en el salón, el tablero de ajedrez sigue allí, todavía no he llevado los vasos a la cocina. Malina, que no puede saber dónde he estado sentada —porque me estoy balanceando en la mecedora del rincón, junto a la lámpara, con un libro en la mano: RED STAR OVER CHINA—, se inclina sobre el tablero, silba suavemente y dice: ¡Te hubieras quedado a espadas! Yo le pregunto qué significa quedarse a espadas y añado que quizá no hubiera perdido. Pero Malina reflexiona y calcula las jugadas. ¿Cómo podrá saber que yo he jugado con las negras? Porque, según sus cálculos, las negras habrían perdido al final.
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      espada [...] quedarse alguien a ~s. loc. verb. coloq. Llegar a no tener nada, o perder al juego todo lo que tenía.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] quedarse alguien a espadas. loc. verb. coloq. Llegar a no tener nada, o perder al juego todo lo que tenía.
  2. Acepción lexicográfica
  3. loc. verb. "Quedarse en blanco." (RAE, DLE 23.ª ed.-2014).
    docs. (1803-2014) 6 ejemplos:
    • 1803 RAE DRAE 4.ª ed. (NTLLE)
      QUEDAR [...] QUEDARSE Á ESPADAS. Lo mismo que QUEDARSE EN BLANCO [| no conseguir lo que se pretendia, ó esperaba].
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] quedarse alguien a espadas. loc. verb. coloq. Quedarse en blanco.
    • 1803 RAE DRAE 4.ª ed. (NTLLE)
      QUEDAR [...] QUEDARSE Á ESPADAS. Lo mismo que QUEDARSE EN BLANCO [| no conseguir lo que se pretendia, ó esperaba].
    • 1825 Núñez Taboada, M. DiccLengCastellana (NTLLE)
      ESPADA [...] QUEDARSE Á ESPADAS, V. QUEDARSE EN BLANCO [| no conseguir lo que se pretendia ó esperaba].
    • 1843 RAE DRAE 9.ª ed. (NTLLE)
      ESPADA [...] QUEDARSE Á ESPADAS. fr. met. y fam. [...] Quedarse en blanco [| quedarse sin la cosa que se pretendia, ó sin entender lo que se trataba].
    • 1884 RAE DRAE 12.ª ed. (NTLLE)
      ESPADA [...] Quedarse uno á espadas. fr. fig. y fam. met. y fam. Quedarse en blanco [| sin aquello que se poseía ó se deseaba alcanzar, ó sin comprender lo que se oye ó lee].
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      espada [...] quedarse alguien a ~s. loc. verb. coloq. Quedarse en blanco.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] quedarse alguien a espadas. loc. verb. coloq. Quedarse en blanco.
rendir la espada [un oficial]
    Acepción lexicográfica
  1. loc. verb. f. Ejérc. "Entregarse prisionero, dando en señal su espada al jefe de la tropa enemiga" (RAE, DLE 23.ª ed.-2014).
    docs. (1817-2014) 5 ejemplos:
    • 1817 RAE DRAE 5.ª ed. (NTLLE)
      ESPADA [...] RENDIR LA ESPADA. f. Mil. Entregarse prisionero un oficial dando en señal su espada al comandante de la tropa enemiga.
    • 1825 Núñez Taboada, M. DiccLengCastellana (NTLLE)
      ESPADA [...] RENDIR LA ESPADA, Mil. Entregarse prisionero un oficial dando en señal su espada al enemigo.
    • 1849 Corsini, L. VocMilitar [1849] Esp (BD)
      RENDIR LA ESPADA. Entregarse prisionero un oficial, dando en señal su espada al comandante de la tropa enemiga ó al soldado que le rinde.
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      espada [...] rendir la ~ un oficial. loc. verb. Mil. Entregarse prisionero, dando en señal su espada al jefe de la tropa enemiga.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] rendir la espada un oficial. loc. verb. Mil. Entregarse prisionero, dando en señal su espada al jefe de la tropa enemiga.
sacar la espada [por alguien o algo]
  1. loc. verb. Salir en defensa o procurar el éxito [de alguien o de algo].
    docs. (1707-2022) 17 ejemplos:
    • 1707 Madre Dios, A. Manual christiano [1794] p. 279 Esp (BD)
      Guarda tu ira para resistir á los que persiguen la inocencia. Saca la espada por la verdad, quando te pertenece defenderla. No te rindas á las dificultades que se ofrecen para seguir el bien. No es paz consentir á las injusticias. Emplea tus fervores en derribar los vicios, y en edificar las virtudes.
    • 2022 Delgado, G. "Actor Mirreyes vs Godínez" [02-08-2022] El Comercio (Lima) Pe (HD)
      Conan es un personaje muy entrañable en todos los sentidos. Es un personaje muy leal, muy carismático, siempre va a sacar la espada por los suyos y que todo el tiempo trata de sacarle una sonrisa a todos los demás. Para los que no vieron la primera película, el es un godín, tiene un empleo en una oficina y en esta segunda parte, empieza a tener un cuestionamiento muy importante, que es el tema de la edad.
    • 1707 Madre Dios, A. Manual christiano [1794] p. 279 Esp (BD)
      Guarda tu ira para resistir á los que persiguen la inocencia. Saca la espada por la verdad, quando te pertenece defenderla. No te rindas á las dificultades que se ofrecen para seguir el bien. No es paz consentir á las injusticias. Emplea tus fervores en derribar los vicios, y en edificar las virtudes.
    • 1732 RAE DiccAutoridades (NTLLE)
      ESPADA [...] Sacar la espáda. Además del sentido recto, vale defender con razones á uno ú alguna cosa: y assi se dice, Fuláno sacó la espáda en favor de Fuláno, ú en favor de tal opinión.
    • 1791 RAE DRAE 3.ª ed. (NTLLE)
      ESPADA [...] SACAR LA ESPADA. f. fam. met. Salir á la defensa de alguno, ó de alguna cosa; y así se dice: fulano sacó la ESPADA en defensa de fulano, ó de tal opinión.
    • 1820 Anónimo "Variedades" [31-08-1820] El Universal (Madrid) Esp (HD)
      No nos meteremos en sacar la espada por los napolitanos; á ellos les toca contestar á las invectivas del articulista, y creemos que no les faltará que responder, aunque si siguieramos el principio que él establece de que todos los pueblos deben responder in solidum del bien o del mal que á los otros les suceda, no deberia extrañar que tomásemos la defensa de aquella nacion, cuya conducta, diga lo que quiera el Monitor, tiene tan visible analogía con la nuestra.
    • 1852 Fernán Caballero Clemencia [1984] Esp (CDH )

      — Pues entonces —repuso el oficial bruscamente—, que dejen al Nilo correr y aun inundar, pues no les será posible atajar su corriente.

      Diciendo esto volvió la espalda a don Galo con poca finura.

      — Dejaría Pando de sacar la espada por una elegantona! —dijo la señora de la Tijera—; se muere por ser abogado de malas causas.

      — Siempre ha sido Alegría una de las muchas santas de vuestra devoción, don Galo —dijo Lolita.

    • 1859 Anónimo "La gaceta prusiana" [25-07-1859] La Época (Madrid) Esp (HD)
      La Prusia puede sacar la espada por los intereses alemanes tanto como por los intereses prusianos y por los fundamentos sobre que descansa la paz de Europa; pero no puede hacerlo por mantener ó restablecer en Italia un estado de cosas que el Austria, por el tratado de paz actual, declara ella misma insostenible [...].
    • 1894 Pardo Bazán, E. Adán y Eva, I [01-01-1894] La España Moderna (Madrid) Esp (HD)
      Me detuve, porque Ilda, encorporándose en la cama, con las mejillas encendidas y la voz ronca, gritó frenética: —Ciertas defensas me llaman la atención... Sacar la espada por ciertas personas, no se comprende sino mediante ciertas razones. Si entre doña Milagros y tu familia escoges á doña Milagros, á esa verdulera, y la prefieres á una mujer que te ha parido diez y ocho hijos, entonces dilo claro y entendámonos de una vez.
    • 1898 Anónimo ¡Allá vamos! [26-06-1898] El Graduador: Periódico Político y de Intereses Materiales (Alicante) Esp (HD)
      Somos un pueblo de valientes; tenemos razón en la contienda; nos asiste el derecho; pero nadie saca la espada por nosotros, porque no podemos pagar el servicio.
    • 1922 Anónimo (El Cronista de Fontilles) "Marzo en Fontilles" [01-01-1922] p. 2333 Fontilles: Órgano de la Colonia-Sanatorio de San Francisco de Borja para Leprosos (Gandía) Esp (HD)
      [...] también nosotros lo elejimos desde un principio para que fuera nuestro Protector y Abogado, y le edificamos un trono en lo más alto de la iglesia para que desde allí nos cuidara y vigilara, a nosotros y a nuestras cosas como hacienda propia, y para que en los casos difíciles y de compromiso sacara la espada por nosotros, defendiéndonos de toda clase de peligros con el brazo robusto de su poder y obligando, si fuere necesario, a hacer la razón a su Santísima Esposa y al Divino Niño, antes que dejarnos perecer abandonados.
    • 1932 Mora Varona, G. "China y E. Unidos" [25-01-1932] Diario de la Marina (La Habana) Cu (HD)
      Lo chocante sería que en el descuartizamiento de China tomase parte la tierra de Washington, el heroico fundador de la Gran República anglo-americana; la tierra de Lincoln, asesinado durante la guerra por la emancipación de la raza negra; la tierra de Mac-Kinley, que sacó la espada en defensa de la independencia de Cuba; la tierra de Rooselvelt, que entregó el gobierno de Cuba a su pueblo [...].
    • 1935 Anónimo "Conflicto italo-etíope" [04-09-1935] Correo de Mallorca (Palma de Mallorca) Esp (HD)
      París.— "Le Matin" asegura que Francia no sacará la espada por un conglomerado de tribus salvajes, pues constituye una vergüenza el que se las haya admitido en la Sociedad de Naciones.
    • 2019 Anónimo "Delcy Rodríguez ministro Exteriores Rusia" [21-08-2019] TeleNica 8 (Managua): tn8.tv Ni (HD)
      Asimismo, la vicepresidenta venezolana garantizó que Rusia "ha sacado la espada por todos los pueblos que luchamos por nuestra independencia y soberanía". En el encuentro, el ministro Lavrov destacó que Moscú "siempre será solidaria" con el país suramericano y que tiene la intención de "contrarrestar la presión contra Caracas".
    • 2022 Delgado, G. "Actor Mirreyes vs Godínez" [02-08-2022] El Comercio (Lima) Pe (HD)
      Conan es un personaje muy entrañable en todos los sentidos. Es un personaje muy leal, muy carismático, siempre va a sacar la espada por los suyos y que todo el tiempo trata de sacarle una sonrisa a todos los demás. Para los que no vieron la primera película, el es un godín, tiene un empleo en una oficina y en esta segunda parte, empieza a tener un cuestionamiento muy importante, que es el tema de la edad.
    • 1707 Madre Dios, A. Manual christiano [1794] p. 279 Esp (BD)
      Guarda tu ira para resistir á los que persiguen la inocencia. Saca la espada por la verdad, quando te pertenece defenderla. No te rindas á las dificultades que se ofrecen para seguir el bien. No es paz consentir á las injusticias. Emplea tus fervores en derribar los vicios, y en edificar las virtudes.
    • 1732 RAE DiccAutoridades (NTLLE)
      ESPADA [...] Sacar la espáda. Además del sentido recto, vale defender con razones á uno ú alguna cosa: y assi se dice, Fuláno sacó la espáda en favor de Fuláno, ú en favor de tal opinión.
    • 1791 RAE DRAE 3.ª ed. (NTLLE)
      ESPADA [...] SACAR LA ESPADA. f. fam. met. Salir á la defensa de alguno, ó de alguna cosa; y así se dice: fulano sacó la ESPADA en defensa de fulano, ó de tal opinión.
    • 1820 Anónimo "Variedades" [31-08-1820] El Universal (Madrid) Esp (HD)
      No nos meteremos en sacar la espada por los napolitanos; á ellos les toca contestar á las invectivas del articulista, y creemos que no les faltará que responder, aunque si siguieramos el principio que él establece de que todos los pueblos deben responder in solidum del bien o del mal que á los otros les suceda, no deberia extrañar que tomásemos la defensa de aquella nacion, cuya conducta, diga lo que quiera el Monitor, tiene tan visible analogía con la nuestra.
    • 1825 Núñez Taboada, M. DiccLengCastellana (NTLLE)
      ESPADA [...] SACAR LA ESPADA POR ALGUNO Ó ALGUNA COSA, met. Salir á la defensa de alguno, tomar empeño en defenderle.
    • 1852 Fernán Caballero Clemencia [1984] Esp (CDH )

      — Pues entonces —repuso el oficial bruscamente—, que dejen al Nilo correr y aun inundar, pues no les será posible atajar su corriente.

      Diciendo esto volvió la espalda a don Galo con poca finura.

      — Dejaría Pando de sacar la espada por una elegantona! —dijo la señora de la Tijera—; se muere por ser abogado de malas causas.

      — Siempre ha sido Alegría una de las muchas santas de vuestra devoción, don Galo —dijo Lolita.

    • 1852 RAE DRAE 10.ª ed. (NTLLE)
      ESPADA [...] SACAR LA ESPADA POR ALGUNO Ó ALGUNA COSA. fr. met. Salir á la defensa de alguna persona ó interesarse en el buen éxito del algún asunto.
    • 1859 Anónimo "La gaceta prusiana" [25-07-1859] La Época (Madrid) Esp (HD)
      La Prusia puede sacar la espada por los intereses alemanes tanto como por los intereses prusianos y por los fundamentos sobre que descansa la paz de Europa; pero no puede hacerlo por mantener ó restablecer en Italia un estado de cosas que el Austria, por el tratado de paz actual, declara ella misma insostenible [...].
    • 1894 Pardo Bazán, E. Adán y Eva, I [01-01-1894] La España Moderna (Madrid) Esp (HD)
      Me detuve, porque Ilda, encorporándose en la cama, con las mejillas encendidas y la voz ronca, gritó frenética: —Ciertas defensas me llaman la atención... Sacar la espada por ciertas personas, no se comprende sino mediante ciertas razones. Si entre doña Milagros y tu familia escoges á doña Milagros, á esa verdulera, y la prefieres á una mujer que te ha parido diez y ocho hijos, entonces dilo claro y entendámonos de una vez.
    • 1898 Anónimo ¡Allá vamos! [26-06-1898] El Graduador: Periódico Político y de Intereses Materiales (Alicante) Esp (HD)
      Somos un pueblo de valientes; tenemos razón en la contienda; nos asiste el derecho; pero nadie saca la espada por nosotros, porque no podemos pagar el servicio.
    • 1922 Anónimo (El Cronista de Fontilles) "Marzo en Fontilles" [01-01-1922] p. 2333 Fontilles: Órgano de la Colonia-Sanatorio de San Francisco de Borja para Leprosos (Gandía) Esp (HD)
      [...] también nosotros lo elejimos desde un principio para que fuera nuestro Protector y Abogado, y le edificamos un trono en lo más alto de la iglesia para que desde allí nos cuidara y vigilara, a nosotros y a nuestras cosas como hacienda propia, y para que en los casos difíciles y de compromiso sacara la espada por nosotros, defendiéndonos de toda clase de peligros con el brazo robusto de su poder y obligando, si fuere necesario, a hacer la razón a su Santísima Esposa y al Divino Niño, antes que dejarnos perecer abandonados.
    • 1932 Mora Varona, G. "China y E. Unidos" [25-01-1932] Diario de la Marina (La Habana) Cu (HD)
      Lo chocante sería que en el descuartizamiento de China tomase parte la tierra de Washington, el heroico fundador de la Gran República anglo-americana; la tierra de Lincoln, asesinado durante la guerra por la emancipación de la raza negra; la tierra de Mac-Kinley, que sacó la espada en defensa de la independencia de Cuba; la tierra de Rooselvelt, que entregó el gobierno de Cuba a su pueblo [...].
    • 1935 Anónimo "Conflicto italo-etíope" [04-09-1935] Correo de Mallorca (Palma de Mallorca) Esp (HD)
      París.— "Le Matin" asegura que Francia no sacará la espada por un conglomerado de tribus salvajes, pues constituye una vergüenza el que se las haya admitido en la Sociedad de Naciones.
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      Espada [...] sacar la ~ por alguien o algo. loc. verb. Salir a la defensa de alguien o interesarse en el buen éxito de un asunto.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      Espada [...] sacar la espada por alguien o algo. loc. verb. Salir en su defensa o interesarse en su éxito.
    • 2019 Anónimo "Delcy Rodríguez ministro Exteriores Rusia" [21-08-2019] TeleNica 8 (Managua): tn8.tv Ni (HD)
      Asimismo, la vicepresidenta venezolana garantizó que Rusia "ha sacado la espada por todos los pueblos que luchamos por nuestra independencia y soberanía". En el encuentro, el ministro Lavrov destacó que Moscú "siempre será solidaria" con el país suramericano y que tiene la intención de "contrarrestar la presión contra Caracas".
    • 2022 Delgado, G. "Actor Mirreyes vs Godínez" [02-08-2022] El Comercio (Lima) Pe (HD)
      Conan es un personaje muy entrañable en todos los sentidos. Es un personaje muy leal, muy carismático, siempre va a sacar la espada por los suyos y que todo el tiempo trata de sacarle una sonrisa a todos los demás. Para los que no vieron la primera película, el es un godín, tiene un empleo en una oficina y en esta segunda parte, empieza a tener un cuestionamiento muy importante, que es el tema de la edad.
salir [alguien] con su media espada
  1. loc. verb. Intervenir [en una conversación o en un acontecimiento] mostrando desconocimiento o interrumpiendo con una impertinencia.
    docs. (1662-2014) 19 ejemplos:
    • 1662 Concepción, P. Soplos defensa Pura Concepcion p. 212 Esp (BD)
      Esto dezian v. ms. y clamavan a cada passo, como se puede ver en el SOL DE LA VERDAD, principalmente a fol. 93 mas ya que vén que se ha recurrido a los Santos Padres, y mirado palabra por palabra, lo que dizen, y se halla que todo lo que publicavan sus Autores de los antiguos Santos, y Padre de la Iglesia, es falso, y fingido, sale v. m. con su media espada, diziendo: que no nos hemos de seguir por lo que los Santos dixeron, y que erró el P. Alva en recurir a ellos, que a quien hemos de creer es a cordova, Palacios, y Paramo, Señores mios; pareceme que este libro los haze andar al retortero, y assi caerán infaliblemente.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] salir alguien con su media espada. loc. verb. Entremeterse en la conversación, interrumpiéndola con cosas impertinentes o disparatadas.
    • 1662 Concepción, P. Soplos defensa Pura Concepcion p. 212 Esp (BD)
      Esto dezian v. ms. y clamavan a cada passo, como se puede ver en el SOL DE LA VERDAD, principalmente a fol. 93 mas ya que vén que se ha recurrido a los Santos Padres, y mirado palabra por palabra, lo que dizen, y se halla que todo lo que publicavan sus Autores de los antiguos Santos, y Padre de la Iglesia, es falso, y fingido, sale v. m. con su media espada, diziendo: que no nos hemos de seguir por lo que los Santos dixeron, y que erró el P. Alva en recurir a ellos, que a quien hemos de creer es a cordova, Palacios, y Paramo, Señores mios; pareceme que este libro los haze andar al retortero, y assi caerán infaliblemente.
    • 1698 Zamora, A. "Los apodos" [1722] p. 284 Comedias nuevas Esp (BD)
      Gallega. O San Piedro! ó Jesus! como me ha puesto; / Justicia aqui de Deus. / Sale la Viuda. Ola, qué es esto? / qué ha avido aqui? / Longinos. Miren la remilgada / como se sale con su media espada? / Viuda. Don Longinos, aspacio, que en efeto / soy muger de muchissimo respeto.
    • 1727 Solís y Herrera, F. A. Destierro fantasias y caritativas advertencias p. 4 Esp (BD)
      Pues por qué, si el Theatro solo habla de la afabilidad de la Medicina, nacida de la variedad de opiniones, y de su abuso, ha de salir el señor Martinez con su media espada á persuadirnos lo que no es del caso, y nadie ignora?
    • 1728 Antequera Castro, J. M. J. "Carta segunda a J. Palos" [1769] p. 349 Coleccion documentos Compañía Paraguay, III Pa (BD)
      [...] y es mucho, que quien tanto sabe, no tubiese presente una cosa tan tribial, como la que pregunta ahora; y mas quando el uno de los Doctores Gonzalez, Consejero, ó Auxiliar de V.S. Ilustrisima, tan Theologo, como Jurista, ha de salir tambien con su media espada á citarme el señor Solorzano, sobre esta prelacion de respeto, sobre lo que se hablará en su lugar.
    • p1728-a1729 Salinas, P. Opusculo nuevo p. 11 Esp (BD)
      Han visto V. mds. retazos tan disparatados! Podia el señor Gil escrivir para sí, y á sus solas, y no salir al publico con su media espada, porque será dificil borrar de la mente de los Eruditos el baxo concepto que han hecho de su cruda literatura, y dislocados experimentos.
    • 1758 Cernadas Castro, D. A. "Respuesta del autor" [1779] p. 19 Obras Cura de Fruime, III Esp (BD)
      Hecha con toda sinceridad esta salva, dígame V.R. ¿cómo con tanta ligereza pasó á afirmar que yo perdí el decoro á la Compañía? ¿Qué cordura ha sido salir sobre eso con su media espada á levantar una pendencia? ¿Ignora V.R. que he tributado hasta aquí á ese Religioso Cuerpo todo el respeto debido?
    • 1825 Flórez Estrada, Á. "Contestacion" p. 50 Carta Excelentísimo J. Maria Calatrava Esp (BD)
      Esta es la estacion final que hai que recorrer, y á la que saliendo con su media espada en la última sesión de Cortes celebraba en Sevilla, nos havia animado llenándonos de solaz y contento, uno de sus mas célebres Oradores con la brillante oferta de que jamas cederian y que si estuviese decretado que huviesen de perecer, que perecerian con gloria, dejando ileso el honor nacional.
    • 1850 Bordás, L. Trad Abuelo católico, J. Fouqueau Pussy p. 281 Esp (BD)
      Mas hubiera comido si el abuelo se lo permitiera; pero la anguila es indigesta, le dijo, y no quiero darte mas, porque puede hacerte daño. Sin embargo él suplicó de nuevo, Margarita salió con su media espada, segun costumbre, y el abuelo dió otro poquito á su nieto, no solo por dar gusto á este, sino tambien para no contestar á aquella.
    • c1884 Cortés Osorio, J. Respuesta monopantica Frisfris Borra fol. 3 Esp (BD)
      Pero aunque seas tan ignorante, y tan desalmado, no sé como no te corres de escrivir tan ad Efesios, que aora te tome la tentacion de responder á una carta, que se escrivió veinte años há? Ya no avia hombre que se acordasse de la Casrta de Vieira. Pues á que proposito sales aora con tu media espada, queriendo meter paz en una pendencia, que ha tanto tiempo que ya se acabó?
    • 1914 Sassone, F. "Gallolatría" [01-09-1914] La Lidia (Madrid) Esp (HD)
      No es el Sr. Pérez Lugín un principiante de aquellos á quienes todo suele perdonar la envidia, ni yo he de ofenderle vendiéndole el ingrato favor de un elogio sin conciencia y sin tasa. A nadie le extrañe, pues, si saliendo con mi media espada, mezclo mi conformidad con mi desacuerdo al analizar las trescientas cuarenta y seis páginas de amena y clara prosa en que el autor ha volcado unas pocas injusticias, dos ó tres inexactitudes, unas cuantas exageraciones y una enorme montaña de aciertos y de verdades.
    • 1921 Irugar, M. ¿Qué dicen los refranes? [02-09-1921] El Hogar (Buenos Aires) Ar (HD)
      Desde que don Íñigo López de Mendoza, marqués de Santillana, compuso por mandato del rey don Juan II de Castilla —aquel monarca que engalanó su corte con los talentos más preclaros de su tiempo, para matar su apatía— la colección por él titulada Refranes que dicen las viejas tras el fuego, tenida por la más antigua en su género, no sólo ha llovido mucho, sino que no ha quedado filólogo, o quien de tal se las eche, que no haya dado en desentrañar de tales medios de expresión su verdadero significado cuando no su origen o transformaciones sufridas y versiones distintas que de ellas se conozcan, sin parar mientes en que, muchas veces, no han hecho otra cosa que salir con su media espada.
    • 1929 Sassone, F. "Divagaciones prosaicas" [14-10-1929] Diario de la Marina (La Habana) Cu (HD)
      De perlas me parece semejante alabanza en labios y pluma de quien, como el autor de "Los Pueblos", habló y escribió siempre con clara sobriedad nunca exenta de elegancia, y aun ató corto, por no ser farragoso, el vuelo de unos períodos que hubieran sido más castellanos, pero no más bellos, en su libre expansión, y yo aprovecho la coyuntura para salir con mi media espada y ensayar unos comentarios en favor de la prosa clara y no elocuente.
    • 1933 Mateus, A. ProvincEcuatorianos Ec (NTLLE)
      Salir uno con su media espada, fig. media mecha, fig. Ecdr. Entremeterse en la conversación o en la discusión con cosas impertinentes o disparatadas.
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      espada [...] salir alguien con su media ~. loc. verb. Entremeterse en la conversación, interrumpiéndola con cosas impertinentes o disparatadas.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] salir alguien con su media espada. loc. verb. Entremeterse en la conversación, interrumpiéndola con cosas impertinentes o disparatadas.
    • 1662 Concepción, P. Soplos defensa Pura Concepcion p. 212 Esp (BD)
      Esto dezian v. ms. y clamavan a cada passo, como se puede ver en el SOL DE LA VERDAD, principalmente a fol. 93 mas ya que vén que se ha recurrido a los Santos Padres, y mirado palabra por palabra, lo que dizen, y se halla que todo lo que publicavan sus Autores de los antiguos Santos, y Padre de la Iglesia, es falso, y fingido, sale v. m. con su media espada, diziendo: que no nos hemos de seguir por lo que los Santos dixeron, y que erró el P. Alva en recurir a ellos, que a quien hemos de creer es a cordova, Palacios, y Paramo, Señores mios; pareceme que este libro los haze andar al retortero, y assi caerán infaliblemente.
    • 1698 Zamora, A. "Los apodos" [1722] p. 284 Comedias nuevas Esp (BD)
      Gallega. O San Piedro! ó Jesus! como me ha puesto; / Justicia aqui de Deus. / Sale la Viuda. Ola, qué es esto? / qué ha avido aqui? / Longinos. Miren la remilgada / como se sale con su media espada? / Viuda. Don Longinos, aspacio, que en efeto / soy muger de muchissimo respeto.
    • 1727 Solís y Herrera, F. A. Destierro fantasias y caritativas advertencias p. 4 Esp (BD)
      Pues por qué, si el Theatro solo habla de la afabilidad de la Medicina, nacida de la variedad de opiniones, y de su abuso, ha de salir el señor Martinez con su media espada á persuadirnos lo que no es del caso, y nadie ignora?
    • 1728 Antequera Castro, J. M. J. "Carta segunda a J. Palos" [1769] p. 349 Coleccion documentos Compañía Paraguay, III Pa (BD)
      [...] y es mucho, que quien tanto sabe, no tubiese presente una cosa tan tribial, como la que pregunta ahora; y mas quando el uno de los Doctores Gonzalez, Consejero, ó Auxiliar de V.S. Ilustrisima, tan Theologo, como Jurista, ha de salir tambien con su media espada á citarme el señor Solorzano, sobre esta prelacion de respeto, sobre lo que se hablará en su lugar.
    • p1728-a1729 Salinas, P. Opusculo nuevo p. 11 Esp (BD)
      Han visto V. mds. retazos tan disparatados! Podia el señor Gil escrivir para sí, y á sus solas, y no salir al publico con su media espada, porque será dificil borrar de la mente de los Eruditos el baxo concepto que han hecho de su cruda literatura, y dislocados experimentos.
    • 1732 RAE DiccAutoridades (NTLLE)
      ESPADA [...] salir con su media espáda. Vale entremeterse uno en una conversacion, atajandola, y mediando entre los que discurren, proponiendo alguna cosa que no sea concerniente: y de ordinario se usa desta locucion para dár á entender que uno salió interrumpiendola con un disparáte ú despropósito.
    • 1758 Cernadas Castro, D. A. "Respuesta del autor" [1779] p. 19 Obras Cura de Fruime, III Esp (BD)
      Hecha con toda sinceridad esta salva, dígame V.R. ¿cómo con tanta ligereza pasó á afirmar que yo perdí el decoro á la Compañía? ¿Qué cordura ha sido salir sobre eso con su media espada á levantar una pendencia? ¿Ignora V.R. que he tributado hasta aquí á ese Religioso Cuerpo todo el respeto debido?
    • 1787 Terreros Pando, E. DiccCastVocesCienciasArtes (NTLLE)
      ESPADA [...] SALIR CON SU MEDIA ESPADA, meterse alguno donde no le llaman, ó hablar alguna necedad, ó fruslería, V.
    • 1791 RAE DRAE 3.ª ed. (NTLLE)
      ESPADA [...] SALIR CON SU MEDIA ESPADA. f. met. y fam. Entremeterse en una conversacion, atajándola con poco acierto y oportunidad.
    • 1817 RAE DRAE 5.ª ed. (NTLLE)
      ESPADA [...] SALIR CON SU MEDIA ESPADA. f. met. Entremeterse en la conversación interrumpiéndola con cosas impertinentes ó disparatadas.
    • 1825 Flórez Estrada, Á. "Contestacion" p. 50 Carta Excelentísimo J. Maria Calatrava Esp (BD)
      Esta es la estacion final que hai que recorrer, y á la que saliendo con su media espada en la última sesión de Cortes celebraba en Sevilla, nos havia animado llenándonos de solaz y contento, uno de sus mas célebres Oradores con la brillante oferta de que jamas cederian y que si estuviese decretado que huviesen de perecer, que perecerian con gloria, dejando ileso el honor nacional.
    • 1850 Bordás, L. Trad Abuelo católico, J. Fouqueau Pussy p. 281 Esp (BD)
      Mas hubiera comido si el abuelo se lo permitiera; pero la anguila es indigesta, le dijo, y no quiero darte mas, porque puede hacerte daño. Sin embargo él suplicó de nuevo, Margarita salió con su media espada, segun costumbre, y el abuelo dió otro poquito á su nieto, no solo por dar gusto á este, sino tambien para no contestar á aquella.
    • c1884 Cortés Osorio, J. Respuesta monopantica Frisfris Borra fol. 3 Esp (BD)
      Pero aunque seas tan ignorante, y tan desalmado, no sé como no te corres de escrivir tan ad Efesios, que aora te tome la tentacion de responder á una carta, que se escrivió veinte años há? Ya no avia hombre que se acordasse de la Casrta de Vieira. Pues á que proposito sales aora con tu media espada, queriendo meter paz en una pendencia, que ha tanto tiempo que ya se acabó?
    • 1914 Sassone, F. "Gallolatría" [01-09-1914] La Lidia (Madrid) Esp (HD)
      No es el Sr. Pérez Lugín un principiante de aquellos á quienes todo suele perdonar la envidia, ni yo he de ofenderle vendiéndole el ingrato favor de un elogio sin conciencia y sin tasa. A nadie le extrañe, pues, si saliendo con mi media espada, mezclo mi conformidad con mi desacuerdo al analizar las trescientas cuarenta y seis páginas de amena y clara prosa en que el autor ha volcado unas pocas injusticias, dos ó tres inexactitudes, unas cuantas exageraciones y una enorme montaña de aciertos y de verdades.
    • 1921 Irugar, M. ¿Qué dicen los refranes? [02-09-1921] El Hogar (Buenos Aires) Ar (HD)
      Desde que don Íñigo López de Mendoza, marqués de Santillana, compuso por mandato del rey don Juan II de Castilla —aquel monarca que engalanó su corte con los talentos más preclaros de su tiempo, para matar su apatía— la colección por él titulada Refranes que dicen las viejas tras el fuego, tenida por la más antigua en su género, no sólo ha llovido mucho, sino que no ha quedado filólogo, o quien de tal se las eche, que no haya dado en desentrañar de tales medios de expresión su verdadero significado cuando no su origen o transformaciones sufridas y versiones distintas que de ellas se conozcan, sin parar mientes en que, muchas veces, no han hecho otra cosa que salir con su media espada.
    • 1929 Sassone, F. "Divagaciones prosaicas" [14-10-1929] Diario de la Marina (La Habana) Cu (HD)
      De perlas me parece semejante alabanza en labios y pluma de quien, como el autor de "Los Pueblos", habló y escribió siempre con clara sobriedad nunca exenta de elegancia, y aun ató corto, por no ser farragoso, el vuelo de unos períodos que hubieran sido más castellanos, pero no más bellos, en su libre expansión, y yo aprovecho la coyuntura para salir con mi media espada y ensayar unos comentarios en favor de la prosa clara y no elocuente.
    • 1933 Mateus, A. ProvincEcuatorianos Ec (NTLLE)
      Salir uno con su media espada, fig. media mecha, fig. Ecdr. Entremeterse en la conversación o en la discusión con cosas impertinentes o disparatadas.
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      espada [...] salir alguien con su media ~. loc. verb. Entremeterse en la conversación, interrumpiéndola con cosas impertinentes o disparatadas.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] salir alguien con su media espada. loc. verb. Entremeterse en la conversación, interrumpiéndola con cosas impertinentes o disparatadas.
tender [alguien] la espada
    Acepción lexicográfica
  1. loc. verb. Esgrim. "Presentarla rectamente al adversario" (RAE, DLE 23.ª ed.-2014).
    docs. (1817-2014) 4 ejemplos:
    • 1817 RAE DRAE 5.ª ed. (NTLLE)
      ESPADA [...] TENDER LA ESPADA. f. Esgr. Presentarla rectamente al combatiente.
    • 1825 Núñez Taboada, M. DiccLengCastellana (NTLLE)
      ESPADA [...] TENDER LA ESPADA, Esgr. Presentarla rectamente al combatiente.
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      espada [...] tender alguien la ~ [...] loc. verb. Esgr. Presentarla rectamente al adversario.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] tender alguien la espada [...] loc. verb. Esgr. Presentarla rectamente al adversario.
tirar [alguien] de la espada
    Acepción lexicográfica
  1. loc. verb. "Desenvainarla para reñir" (RAE, DLE 23.ª ed.-2014).
    docs. (1817-2014) 4 ejemplos:
    • 1817 RAE DRAE 5.ª ed. (NTLLE)
      ESPADA [...] TIRAR DE LA ESPADA. f. Desenvainarla para reñir con otro.
    • 1825 Núñez Taboada, M. DiccLengCastellana (NTLLE)
      ESPADA [...] TIRAR DE LA ESPADA, Desenvainarla para reñir con otro.
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      espada [...] tirar alguien de la ~ [...] loc. verb. Desenvainarla para reñir.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      espada [...] tirar alguien de la espada [...] loc. verb. Desenvainarla para reñir.

Diccionario histórico de la lengua española
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